COMENTARIO OBRAS SURREALISTAS

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1 com COMENTARIO OBRAS SURREALISTAS Dalí, Magritte y MIró OLGA SEIJO CURSO

2 La obra a comentar es Persistencia de la memoria, realizada por Salvador Dalí en Pertenece al estilo o movimiento surrealista, que se desarrolla entre 1924 y los años 30 del s. XX y que se ubica en las llamadas vanguardias históricas de la primera mitad del siglo XX. ANÁLISIS. La obra a comentar lleva por título La persistencia de la memoria. En la parte izquierda en el primer plano aparece una especie de cajón sobre el cual aparece el tronco seco de un árbol. Sobre la caja aparece un reloj de bolsillo boca abajo sobre el cual aparecen unas hormigas, colgando de la caja aparece uno de los relojes blandos sobre el cual se posa una mosca, mientras de la rama del árbol cuelga otro. En el suelo, al lado de la caja, aparece una figura: una especie de cabeza en la que se distinguen un ojo cerrado, una nariz y una boca y sobre la cual aparece otro reloj. Desde aquí se extiende un amplio escenario en cuyo fondo se distingue el mar y unos acantilados. Ni el propio Dalí dio una explicación clara del significado de esta obra, pero se ha querido ver la relatividad del tiempo frente a la persistencia del espacio. La obra se pinta en un lienzo y la técnica utilizada es el óleo. La pincelada que Dalí utiliza en sus obras es una pincelada homogénea, uniforme, que transmite la sensación de un perfecto acabado de las formas. No usa línea, ya que las formas se construyen en base al color. En esta obra los colores predominantes son el marrón, que utiliza sobre todo en la tierra, que ocupa gran parte de la escena, y el azul tanto en las esferas de los relojes como en el mar y el cielo del horizonte. Se trata de colores tonales, que no solo transmiten sensación de volumen, sino también de luz y sombra. En cuanto a la perspectiva, es decir, la sensación de espacio en profundidad, esta viene dada por varios aspectos. En primer lugar, se divide el espacio en dos partes bien diferenciadas: la tierra desde el primer plano al fondo, donde se distingue el mar, con unos acantilados a la derecha, y el cielo. En este amplio y desolado espacio, se sitúan en diferentes planos los relojes. Destaca esa especie de cajón que ocupa el lado izquierdo y que se dispone en diagonal, reforzando así la sensación de profundidad. Este tipo de espacio o escenario desolado, vacío, y a la vez inmenso es uno de los aspectos más característicos de la obra de Dalí. En cuanto a la composición, Dalí pretende transmitir al espectador sus pensamientos más profundos y ocultos, hace aflorar sus miedos, sus traumas y en ese sentido la composición es abierta. rodea al pintor, en este caso a Dalí, sino aquello que está más allá de la realidad, aquello que se encuentra en la parte más oculta de la persona y que en ocasiones aflora en forma de sueños. Para explicar el Surrealismo y concretamente a Dalí obligatoriamente debemos mencionar a FREUD y sus investigaciones sobre los sueños y el subconsciente. Freud descubre que el inconsciente funciona por medio de imágenes. Con ello se abre un campo inmenso para el arte que también funciona con imágenes y, por tanto, se presenta como el medio más indicado para visualizar los contenidos del subconsciente.

3 La obra a comentar es la llave de los campos, realizada por Magritte en Pertenece al estilo o movimiento surrealista, que se desarrolla entre 1924 y los años 30 del s. XX y que se ubica en las llamadas vanguardias históricas de la primera mitad del siglo XX. ANÁLISIS La obra a comentar se titula La llave de los campos. En ella el autor muestra un paisaje enmarcado por una ventana y unas cortinas. Por algún motivo el cristal inferior de la ventana y lo más sorprendente es que los fragmentos del cristal roto están pintados con fragmentos de un paisaje igual al del exterior. La idea es que a través de ese cristal, cuando estaba entero, se veía el paisaje y cuando el cristal se rompe ese paisaje se sigue viendo y manteniendo en el cristal. La pregunta es: a través del cristal se ve el paisaje o este es un paisaje fingido y pintado sobre el cristal? Con esta obra lo que el autor, Magritte, hace es cuestionar la validez de lo que se percibe a través de los sentidos, así como la importancia de las apariencias y como estas pueden engañarnos. De hecho nos dice que el paisaje real y el que se ve en los trozos de cristal son lo mismo: realidad y apariencia se confunden. Magritte utiliza la técnica del óleo sobre un lienzo. En ella la pincelada es uniforme, homogénea, y es con ella con la que aplica los colores que constituyen o definen las formas. Predominan los colores fríos, el verde y el azul, que absorben la luz y dan sensación de lejanía, a la vez que con el uso tonal del color transmite la sensación de luz, una luz natural que ilumina tanto el paisaje como el interior al que caen los cristales rotos. La perspectiva es lineal, ya que podemos apreciar la cierta distancia a la que se encuentra los árboles. Con un punto de vista alto pues la línea del horizonte está bastante elevada. En cuanto a la composición es abierta porque Magritte busca que el espectador no solo vea la obra, sino que reflexione sobre lo mismo que lo hace él: esa confusión que se establece entre realidad y la apariencia. rodea al pintor, sino aquello que está más allá de la realidad. En este caso Magritte nos muestra aquí su ironía y su fino sentido del humor, compone una escena misteriosa y llena de poesía, consiguiendo que el espectador recapacite sobre la realidad de las cosas. Así, el cristal, una vez roto, parecía que era un espejo invertido de lo que, más allá de la ventana, se nos muestra. Un campo abierto a la imaginación.

4 La obra a comentar es Carnaval del arlequín, realizada por Joan Miró. Pertenece al estilo o movimiento surrealista, que se desarrolla entre 1924 y los años 30 del s. XX y que se ubica en las llamadas vanguardias históricas de la primera mitad del siglo XX. ANÁLISIS La obra a comentar es El carnaval del arlequín, de Joan Miró. Se observa un interior, de hecho se pueden diferenciar el suelo, de marrón oscuro, y una pared de un color más claro, en la cual se abre una ventana a través de la cual se observa un paisaje. En este interior se distingue una mesa (a la derecha) y todo el espacio se llena de una serie de formas que recuerdan a animales, insectos, larvas, que parecen flotar en el espacio. Algunas de ellas recuerdan claramente a elementos naturalistas, como los dos gatos de la parte inferior derecha o el pez que aparece sobre la mesa; pero la mayoría ya no son formas reales, sino producto del lenguaje de signos que Miró utiliza. De hecho el arlequín (a la izquierda de la escena) sería una forma con un cuerpo que recuerda al de una guitarra, del que sale y se eleva un largo y delgado cuello que remata en un círculo, mitad rojo y mitad azul, que recuerda lejanamente a un rostro. Lienzo óleo --- pincelada homogénea. Línea: si, claramente delimita las formas. Color: En la obra de Miró, en este y en otras, la gama de colores empleada se centra en negro, rojo, azul, amarillo. En todo caso son colores planos que, junto a la línea, provocan una sensación de falta de volumen, o lo que es lo mismo transmiten sensación de plantitud. Hay cierta sensación de espacio, sobre todo por la creación de un espacio cerrado con suelo y una pared en el cual se disponen de forma algo desordenada y caótica las formas. La composición es abierta pues necesita del espectador y de su imaginación para entender lo que el autor de modo tan personal quiere transmitir. rodea al pintor, sino aquello que está más allá de la realidad. En su busca de liberarse de las ataduras de la temática y la técnica tradicional, Miró llega a una reducción de líneas y formas; pasa de las figuras a los signos, de trazo ingenuo e infantil. Considera que es en esa etapa de la infancia cuando somos más libres para poder expresar todo aquello que el ser humano vive y siente. Así cada cuadro es resultado de una estudiada simplificación, pero ese lenguaje de signos, por difícil que parezca, se vuelve claro al familiarizarse con su obra.

5 La obra a comentar es Mujeres y pájaros a la luz de la luna, realizada por Joan Miró. Pertenece al estilo o movimiento surrealista, que se desarrolla entre 1924 y los años 30 del s. XX y que se ubica en las llamadas vanguardias históricas de la primera mitad del siglo XX. ANÁLISIS. Sobre un fondo en el que hay una zona, la superior izquierda, donde predomina el color rojo mientras el resto es de color marrón. Sobre ese fondo se distinguen varias figuras, que representarían a las mujeres a las que se refiere el título. En la parte inferior derecha aparece una de las figuras, concretamente se delimita con una línea blanca y no tiene color propio, da la impresión que transparenta el fondo. A su lado otras dos figuras donde si se emplea el color en sus cuerpos: negro, rojo, azul. En la parte superior del lienzo aparece un semicírculo, que representaría la luna, junto a varias estrellas, una de ellas recuerda a un asterisco. El título de la obra, Mujeres y pájaro a la luz de la luna, indica claramente lo que Miró representa, la cuestión es el lenguaje formal que utiliza, convirtiendo todos los elementos de la obra en una serie de símbolos muy personales y que recuerdan al modo de expresión sencillo e inocente de los niños. Lienzo óleo --- pincelada homogénea. Línea: si, claramente delimita las formas. Color: En la obra de Miró, en este y en otras, la gama de colores empleada se centra en negro, rojo, azul, amarillo. En todo caso son colores planos que, junto a la línea, provocan una sensación de falta de volumen, o lo que es lo mismo transmiten sensación de plantitud. No hay sensación de profundidad. Las formas se disponen sobre un fondo neutro, encima o debajo, pero no hay referencias espaciales que transmitan la sensación de que el espacio tenga profundidad. La composición es abierta pues necesita del espectador y de su imaginación para entender lo que el autor de modo tan personal quiere transmitir. rodea al pintor. En su busca de liberarse de las ataduras de la temática y la técnica tradicional, Miró llega a una reducción de líneas y formas; pasa de las figuras a los signos, de trazo ingenuo e infantil. Considera que es en esa etapa de la infancia cuando somos más libres para poder expresar todo aquello que el ser humano vive y siente. Así cada cuadro es resultado de una estudiada simplificación, pero ese lenguaje de signos, por difícil que parezca, se vuelve claro al familiarizarse con su obra.