Tenemos derecho al cielo

Transcripción

1 Tenemos derecho al cielo Desde que en 2007 un grupo de astrónomos se reuniera en la isla de La Palma para redactar la conocida como declaración Starlight, la UNESCO considera el derecho a un cielo nocturno no contaminado que permita disfrutar de la contemplación del firmamento [ ] como un derecho inalienable de la Humanidad, equiparable al resto de los derechos ambientales, sociales y culturales. En esa misma declaración se señala que la visión de la luz de las estrellas ha sido y es una inspiración para toda la Humanidad, y que su observación ha representado un elemento esencial en el desarrollo cultural y científico de todas las civilizaciones. 1 Se puede estar más de acuerdo? Así que eso es lo que hemos estado haciendo en las cuatro noches de visitas nocturnas a Lor: ejercer nuestro derecho inalienable (salvo por alguna que otra nube que nos trajo el cierzo) Ahora, cuando mis pies pisan ya otros suelos y otros vientos me traen el frescor de la noche, miro hacia arriba y contemplo el cielo, el que nos une a todos Y veo a Saturno, a Marte y a la estrella Spica, deformando lentamente su triángulo sobre el horizonte del suroeste; observo a Alcor, el pequeño jinete que cabalga a lomos de la Gran Osa, quien me trae a la memoria la historia de Pequeña Luna y sus siete hermanos; dejo que las estrellas me guíen hacia la Estrella Polar, más tarde hacia Arturo, en la constelación del Boyero, que con su arado hace girar a todo el firmamento; y con suerte, veo una estrella fugaz que transporta mi mirada hacia Perseo, el héroe que salvó a Andrómeda de la voracidad de la Ballena, y veo a Casiopea, todavía cabeza arriba, contemplarse en su espejo de plata Y si en algún momento me siento solo, alzo mis ojos hacia el cénit, más allá de la Vía Láctea, donde puedo contemplar a Vega, a la hija del emperador celestial que tejía nubes de seda para abrigo del cielo. Y pienso que en este mismo instante, tumbado sobre la arena de una playa a las orillas de la laguna de Lor, alguien puede estar observando lo mismo que yo. Y entonces dejo de sentirme solo 1 Se puede leer la declaración Starlight completa en

2 Nuestro lugar en el Cosmos En una noche cualquiera, tumbados boca arriba sobre la arena a orillas de la Laguna de Lor, podemos contemplar uno de los mayores espectáculos del Universo: una noche estrellada. Para los antiguos egipcios el firmamento no era otra cosa que la piel de la diosa Nut quien, posando pies y manos sobre la Tierra, arquea su cuerpo en forma de bóveda celeste permitiendo a los humanos contemplar su cuerpo. De día el Sol nos impide ver la piel de la diosa, pero al llegar cada atardecer Nut se traga al Astro Rey de manera que la podemos contemplar en todo su esplendor, y alcanzamos a disfrutar de los miles de lunares que se dibujan sobre su piel (las estrellas). Durante la noche el Sol viaja por el interior del cuerpo de la diosa, quien cada mañana vuelve a parirlo, dando nacimiento así a un nuevo día. Actualmente la ciencia ha hecho que se pierda parte de la poesía de esta interpretación, pero el espectáculo que observamos no deja de ser emocionante. Aunque tal vez, bien mirado, la explicación que nos da la ciencia sobre el lugar que ocupamos en el Cosmos no sea mucho menos romántica que la que daban los egipcios. Vivimos en un Universo, de los muchos posibles, que nació hace unos millones de años en una gran explosión, y que desde entonces ha venido expandiéndose. En ese Universo hay entre y millones de galaxias. Algunas con formas irregulares, otras elípticas y otras, como la nuestra, con forma de espiral. Nuestra galaxia se llama Vía Láctea, y está formada por unos millones de estrellas que nacen, se desarrollan y mueren.

3 Como nuestra estrella, el Sol, que nació hace millones de años y todavía vivirá otros millones de años más, hasta que termine sus días en una gran explosión llamada Súper Nova. Alrededor de nuestro Sol giran ocho planetas, formados al mismo tiempo que el Sol, cada uno con sus características propias, con sus lunas, con sus anillos... El tercero de esos planetas, un pequeño mundo azul y blanco, es la Tierra, nuestro lugar en el Cosmos, desde donde, tumbados boca arriba sobre la arena a orillas de la Laguna de Lor, contemplamos el espectáculo del Universo si dejar de emocionarnos.

4 Dibujando constelaciones Las constelaciones no son más que figuras que hemos creado los humanos uniendo esos puntitos brillantes que se ven en el firmamento por las noches. Algo así como buscar las formas que se dibujan en las nubes, pero con las estrellas. Si en una noche de verano sin nubes nos alejamos de las luces de las farolas (digamos, en una playa a orillas de la laguna de Lor) y observamos en dirección al norte un poco por encima del horizonte, podremos ver siete estrellas que forman un dibujo muy característico. Cada civilización ha creído ver una cosa diferente en esas siete estrellas, plasmando en esos dibujos todos sus deseos, sus miedos, sus historias en definitiva, sus mitologías. Así, esas siete estrellas han sido un cucharón para los franceses, un arado en Inglaterra, un gran carro en la Europa Medieval, e incluso, en un alarde de imaginación, los antiguos egipcios veían un toro con un dios horizontal, seguidos por un hipopótamo cubierto por la piel de un cocodrilo. Los nativos de Norte América, al igual que en la Grecia Clásica, veían una Gran Osa que en las calurosas noches de verano baja del firmamento, recorre el horizonte para coger un poco de agua, y sube de nuevo al cielo para apaciguar la sed de su osezno, la Osa Menor. Si tuviéramos que poner ahora nombres a las constelaciones seguro que no veríamos animales ni dioses ni héroes, sino bicicletas, ordenadores y teléfonos móviles De hecho, los nombres de las constelaciones del hemisferio sur los pusieron los marineros portugueses, españoles y holandeses que circunnavegaron África en los siglos XVII y XVIII. Por eso las constelaciones del sur representan un compás, una brújula, la popa de un barco todas cosas relacionadas con la vida cotidiana de los marineros. Y tú, qué dibujos puedes ver en esas siete estrellas? Si nos lo cuentas, le cambiamos inmediatamente el nombre a la constelación!

5 Una historia entre las estrellas 1 Casiopea era la mujer de Cefeo, el rey de Etiopía, que gobernaba a su pueblo con mano firme, pero cabeza fría Casiopea, como buena mujer de rey, pasaba sus días ociosa, admirando su belleza en un espejo de plata. Pero de tanto admirarse le consumió la vanidad, hasta que un día, entre suspiros, cometió el error más grande de su vida. Ay! dijo mirándose al espejo soy la criatura más bella de la creación Cuando todo el mundo sabe que las criaturas más bellas de la creación son las Nereidas, fieles seguidoras de Poseidón, el dios del mar, quienes, además de ser bellas, son tremendamente presumidas. Nada más escuchar las palabras de Casiopea, las Nereidas fueron a decírselas a Poseidón para que actuara en consecuencia. Poseidón decidió entonces dar a Casiopea un castigo ejemplar para que la vanidad desapareciera de entre los hombres. Envió así al peor monstruo de los mares, la ballena Cetus, para que con su poderosísima cola crease una ola tan grande que arrasara todo el reino de Etiopía. Ante tales noticias Cefeo, que gobernaba a su pueblo con mano firme pero cabeza fría, envió un emisario al ombligo del mundo para que consultara la cuestión con el oráculo de Delfos. Las noticias que trajo el emisario fueron las más duras jamás escuchadas por Cefeo. El oráculo decía que la única manera de salvar al pueblo de Etiopía de la destrucción segura era sacrificar a la princesa Andrómeda, hija de Cefeo y Casiopea, ante las fauces de Cetus. 1 Casiopea, Cefeo, Cetus, Andrómeda, Perseo y Pegaso son constelaciones visibles en verano desde la Laguna de Lor.

6 Y así hicieron Ataron a Andrómeda a una roca en la orilla del mar, y esperaron la llegada de la monstruosa ballena. Mientras tanto, Perseo, el héroe enamorado de Andrómeda, había tramado un plan para salvarla. Se había hecho con el escudo de Apolo, tan perfectamente pulido que reflejaba toda imagen que se pusiera delante. Montado en su caballo alado Pegaso, Perseo viajó con el escudo de Apolo hasta la guarida de la Medusa, una criatura tan terriblemente fea que cualquiera que osara mirarle directamente a los ojos se convertía inmediatamente en piedra. Perseo se acercó a la Medusa con los ojos cerrados, y cuando notó su aliento cerca, alzó el escudo de manera que Medusa vio reflejado su feo rostro, se miró a sí misma a los ojos y se convirtió en piedra. Todavía con los ojos cerrados Perseo le cortó la cabeza a la Medusa de un solo golpe de espada. Y así apareció Perseo en la playa en la que Andrómeda esperaba su muerte encadenada a una roca, montado en su caballo alado Pegaso, con el escudo de Apolo en una mano, y la cabeza de la Medusa en la otra. Cuando apareció Cetus dibujando su cola por el horizonte, Perseo alzó la cabeza de la Medusa y se la mostró al monstruo, quien inmediatamente se convirtió en piedra. Dicen que hoy en día aún se puede contemplar en Etiopía a la enorme ballena de piedra cerca de la costa. De esta manera salvó Perseo a Andrómeda y a todo el pueblo de Etiopía, y tan grande fue la alegría de Cefeo que le ofreció la mano de su hija. Pero Casiopea se había quedado sin castigo Así que Poseidón decidió colocarla en el firmamento, pero colocada de tal forma que pasara seis meses del año cabeza arriba, y otros seis meses cabeza abajo. Y así se ha mantenido hasta nuestros días, cuando la podemos observar cerca de la estrella Polar, en un grupo de estrellas que durante medio año parecen una M, y durante otro medio una W.

7 Hay un robot que todos los días está, en el Universo para vigilar todo, para que todo vaya bien allí, pero la mayoría de las veces estaba viendo constelaciones. Un buen día estaba sobrevolando la Laguna de Lor, se dio cuenta de que había una constelación nueva que nunca la había visto, formaba una cabeza de pato. La llamó Duck Heat (Cabeza de Pato). Solo se ve los días de San Lorenzo en la Laguna de Lor. Es una constelación muy misteriosa, porque tiene vida, habla con los patos, a veces baja del cielo para verlos, duerme por el día y por la noche se despierta para jugar con ellos. Duck Heat está formado por siete estrellas que bajan a la Laguna y se convierten en patos, luego por la mañana suben y otra vez constelación. El robot lo vio todo como en un cine en 3D, se lo pasó genial. Maitane Bellido, 8 años Cascante