60 AÑOS DEL TRATADO DE ROMA: CUANDO EL BENELUX LIDERÓ LA CONSTRUCCIÓN DE EUROPA

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Carla Bustamante Figueroa
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60 AÑOS DEL TRATADO DE ROMA: CUANDO EL BENELUX LIDERÓ LA CONSTRUCCIÓN DE EUROPA por Jorge Hernández López BRUSELAS 23 MARZO 2017 En el medio, Antonio Segni y

Francia rechaza la Comunidad Europea de Defensa. El proyecto comunitario se tambalea cuando apenas está dando sus primeros pasos.

1 60 AÑOS DEL TRATADO DE ROMA: CUANDO EL BENELUX LIDERÓ LA CONSTRUCCIÓN DE EUROPA por Jorge Hernández López BRUSELAS 23 MARZO 2017 En el medio, Antonio Segni y Konrad Adenauer tras la firma de los tratados de Roma Fuente: Comisión Europea Facebook Twitter Google+ Correo Agosto de Francia rechaza la Comunidad Europea de Defensa. El proyecto comunitario se tambalea cuando apenas está dando sus primeros pasos. Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo tiran del carro de la integración hasta llegar al Tratado de Roma, que el sábado cumple 60 años. Los europeístas miran al pasado para tratar de recuperar el pulso de una Unión que cada vez lo es menos.

2 Si no se acepta la Comunidad de la Defensa, no quedará más remedio que construir un ejército alemán, a pesar de que los alemanes no quieren. Sabemos que dicho ejército haría caer en Francia nuevas sospechas y nuevos temores. Sería una extraña paradoja si Francia, con su rechazo, nos obligara a formar ese ejército que tanto teme. Es Konrad Adenauer, primer canciller de la República Federal de Alemania, en una entrevista radiofónica el 1 de julio de Cinco miembros de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA) están encaminados ya a aprobar el proyecto para la Comunidad Europea de Defensa. Sólo queda Francia, pero la Asamblea Nacional lo rechaza en agosto. Konrad Adenauer dijo que este había sido el momento más bajo de su carrera como canciller, rememora el alemán Hans-Gert Pöttering, expresidente del Parlamento Europeo, en respuesta a un cuestionario de Aquí Europa. Primero porque el proyecto de rearme estaba ligado a la soberanía de la Republica Federal, que era uno de los principales objetivos políticos de Konrad Adenauer. Y segundo, porque Adenauer pensaba que la Comunidad Europea de Defensa era el núcleo para una unión política entre sus Estados miembros, explica Pöttering, que en la actualidad es presidente de la fundación Konrad Adenauer. El rechazo de Francia es un mazazo terrible para los otros cinco Estados (Bélgica, República Federal de Alemania, Países Bajos, Luxemburgo e Italia). Mi padre pensaba que todo estaba perdido, confiesa a este periódico Antoinette Spaak, hija de Paul-Henri Spaak, ministro de Exteriores belga en aquella época. Como dijo el francés Jean Monnet, otro de los padres fundadores: Europa se forjará en crisis y será la suma de las soluciones adoptadas para esas crisis. La elección que se tomó en los años 50 no es sólo de los franceses, sino también de los alemanes, los italianos etc. es la elección de la OTAN. La Defensa europea es la OTAN, defiende Sylvain Kahn, profesor e investigador en el Science Po de París. Una gran mayoría de europeos lo ve con buenos ojos. Es que incluso el proyecto de la Comunidad Europea de Defensa estaba encuadrado con la OTAN, no era una defensa independiente de los americanos, eso no ha existido nunca después de 1945, argumenta en una conversación telefónica

3 con Aquí Europa. Spaakistán Es aquí cuando aparece el Benelux. Paul-Henri Spaak tiene un viejo anhelo: una unión aduanera entre Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. El proyecto parece tan loco que algunos de sus coetáneos bautizan el proyecto como Spaakistán. Los giros del destino y de la guerra hacen que los tres Gobiernos coincidan en el exilio de Londres en Allí comienzan las negociaciones y allí se terminan entre sus tres ministros de Exteriores: el luxemburgués Joseph Bech, el holandés Johan Beyen y el propio Paul-Henri Spaak. La unión aduanera entre tres países nace en un cuarto Estado y tendrá que esperar a que acabe la guerra para entrar en vigor. Diez años más tarde, los mismos tres integrantes se niegan a dar por perdido el proceso tras el fracaso de la Defensa europea. Redactan el memorándum del Benelux en el que proponen reavivar la integración europea sobre las bases de un mercado común y la integración de los sectores del transporte y la energía atómica. Aquellas negociaciones fueron bien difíciles, rememora Gustavo Palomares Lerma, experto en el proceso de integración de la UE. El peso histórico de la generación de entreguerras aún era fundamental dentro de la ciudadanía alemana y francesa. El esfuerzo que hicieron Francia y Alemania para superar esa visión histórica, que todavía tenía peso en las realidades estatales, fue lo que hizo posible la firma del Tratado. Qué pasaba en Francia? La opinión pública francesa veía esto con buenos ojos. La idea de una unión de los europeos era algo que le gustaba a la mayoría de la gente, salvo a los gaullistas y a los comunistas, que se opusieron. En conjunto, también la prensa, se saludó el Tratado de Roma como un momento formidable, como un gran avance, reivindica Sylvain Kahn. Y en Alemania? La opinión pública apoyaba la idea: un año antes el instituto de opinión pública Allensbach señalaba que el 58% de los ciudadanos federales apoyaban la idea de formar una comunidad europea similar a la ya existente CECA, recuerda Hans-Gert Pöttering. Llegamos a Roma El Tratado de Roma se comienza a firmar al otro lado del Mediterráneo, en el canal de Suez. En

4 1956, Francia y el Reino Unido, con la ayuda de Israel, atacan Egipto tras la nacionalización del canal. Son los tiempos de la Guerra Fría. El 4 de noviembre, Moscú y Washington descuelgan el teléfono, ninguno de los dos quiere una intervención armada en esa zona del planeta. Caprichos del destino, el mismo día Konrad Adenauer tiene prevista una visita oficial a Francia, para encontrarse con Guy Mollet, primer ministro galo. Entre los dos liman las últimas asperezas. Guy Mollet no podía llevar a la vez negociaciones difíciles con los americanos y los soviéticos más las negociaciones con los socios europeos, explica Sylvain Kahn al otro lado de la línea. El papel de Francia en esta historia fue secundario, no fue el impulsor, el piloto político, pero como en aquella época no se podía hacer nada sin Francia, había que esperar a que estuviese de acuerdo, argumenta con un poso de orgullo patrio. Adenauer veía la Comunidad Económica Europea como un paso pragmático hacia la formación de una unión de Estados de la Europa occidental. Estaba convencido de que la cooperación económica tendría un gran impacto en la idea de Europa. Finalmente, el 25 de marzo de 1957 Christian Pineau (Francia), Joseph Luns (Países Bajos), Paul-Henri Spaak (Bélgica), Joseph Bech (Luxemburgo), Antonio Segni (Italia) y Konrad Adenauer (República Federal de Alemania) firmaron el Tratado de Roma en la capital italiana. En 10 años se suprimieron todos los aranceles internos entre los Estados comunitarios y se implantó una tasa común para los productos procedentes de terceros países. La Comunidad Económica Europea estaba en marcha. 60 años después, el ejemplo que hizo posible la firma del Tratado de Roma en el 57 tiene que seguir inspirando el discurso fundamental que tenemos dentro de la UE para superar los obstáculos y los modelos que parecen irreconciliables dentro de algunos Estados de la Unión, reivindica Gustavo Palomares Lerma. Con un método muy funcionalista, muy práctico, pero caminando hacia ese sueño de establecer unos Estados Unidos de Europa, es algo que no debemos perder hoy. Esa referencia fundamental a la que debemos caminar como un horizonte de construcción a medio y a largo plazo es un elemento inspirador que hoy por hoy se está perdiendo y que no debemos olvidar, apuesta. Las circunstancias han cambiado en 60 años. Los liderazgos políticos está más cuestionado que nunca y crecen nuevas opciones electorales antieuropeístas. Merkel tenía el liderazgo pero no tenía

5 las ideas y Hollande tenía las ideas pero no tenía el liderazgo, así que el que ha tomado el liderazgo en Europa ha sido Orbán (primer ministro húngaro). Y ese es el verdadero problema, resume Sylvain Kahn. AQUI EUROPA S.L. - Rue de la Science, 14B Bruxelles (Bélgica) (0)

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