2. Antecedentes de contaminación por sustancias tóxicas o peligrosas en Nicaragua

Transcripción

1 1. Introducción El manejo inadecuado de las sustancias y de los residuos peligrosos ha generado un problema de contaminación de suelos y cuerpos de agua, a nivel mundial. Problemas de contaminación en estos compartimentos ambientales son provocados en su mayor parte por las malas prácticas industriales y el abandono de residuos en sitios donde se llevan a cabo dichas actividades industriales y comerciales. Dicha contaminación del suelo, por ejemplo, representa en sí una carga ambiental, ya que ha provocado un deterioro creciente de la calidad de las fuentes de abastecimiento de agua potable (superficiales o subterráneas) y a la salud humana y a otras especies. En el caso específico de Nicaragua y de la mayoría de los países en vías de desarrollo, la falta de regulación en la materia y de un deficiente sistema de fiscalización, provocó que durante décadas la formulación y el uso agrícola a gran escala de plaguicidas en Nicaragua y en menor intensidad de sustancias de uso industrial, se acompañara del abandono indiscriminado e incontrolado de instalaciones y residuos peligrosos por doquier, a lo cual contribuyó también la ignorancia respecto a los riesgos de estas prácticas y la carencia de infraestructura para el manejo ambientalmente adecuado de estas instalaciones y de los residuos peligrosos. Concientes de esta problemática en nuestro país, el Proyecto de Asistencia Inicial para Habilitar a Nicaragua a Cumplir con sus Obligaciones Derivadas del Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP) ha preparado el siguiente diagnóstico que incluye proporcionar información más reciente en torno a sitios contaminados o potencialmente contaminados y que durante muchos años han estado expuestos a actividades que involucraron el uso de COP o a actividades que emiten COP como subproductos, para finalmente formular acciones a futuro para su descontaminación y eliminar de esta manera el riesgo hacia la población y otras especies y compartimentos ambientales. 2. Antecedentes de contaminación por sustancias tóxicas o peligrosas en Nicaragua Los tres grupos de contaminantes orgánicos persistentes objetos del Convenio de Estocolmo son: a) plaguicidas organoclorados, b) de uso industrial como los bifenilos policlorados (BPC) y el hexaclorobenceno; y c) los subproductos no intencionados como las dioxinas y furanos. Para el caso de Nicaragua, por su actividad agrícola, los plaguicidas son los que han tenido mayor aplicación y diseminación dentro del territorio nacional y a los que se les ha dado un discreto seguimiento a través de diversos estudios esporádicos Sitios Contaminados con COP 11

2 durante décadas, para conocer principalmente el grado de contaminación en diversos compartimentos ambientales y sus efectos en la salud de la población circundantes a las áreas de mayor presencia. 2.1 Plaguicidas La contaminación masiva de ríos, lagos, lagunas, suelo, productos agrícolas u aire, probablemente inicie de forma significativa a partir de los años 50, con el boom del cultivo del algodón en el sector occidental del país. En los años sesenta, Nicaragua fue uno de los 15 países exportadores a nivel mundial de la mota blanca, ocupando el octavo lugar entre los principales exportadores de este cultivo, el cual siendo muy susceptible al ataque de plagas, conllevó a un prolongado uso de plaguicidas organoclorados como el DDT, toxafeno y de plaguicidas organofosforados como el metilparation, principalmente. Solo en 1965, se importaron 19 millones de kilogramos de plaguicidas. Para suplir un poco esa demanda nacional de agrotóxicos, en el país se comenzaron a establecer varias plantas formuladoras de plaguicidas, lo que redundó que entre 1958 y 1980, se establecieron en el territorio nacional ocho plantas: tres en León, cuatro en Chinandega y dos en Managua. Muchos años después del uso a gran escala de plaguicidas, se comenzaron a realizar estudios de seguimiento del comportamiento de estas sustancias en diferentes matrices ambientales, como suelo, agua, tejidos biológicos y productos agropecuarios y sus efectos nocivos en la salud de la población, como los que se presentan a continuación. En muestreos realizados entre 1974 y 1976, se identificó la presencia de DDT y sus metabolitos, dieldrín, toxafeno y metilparatión en las aguas fluviales o freáticas de León y Managua (ICAITI, 1977). Entre 1985 y1986, dos laboratorios de la República Federal Alemana (RFA) tomaron muestras de peces del lago Xolotlán y analizaron el hígado y filetes de 30 y 34 peces, respectivamente. Los niveles encontrados de toxafeno en los hígados fueron entre 0.15 a 19.5 mg/kg y en los filetes se comprobó la presencia de este compuesto en 15 de las 34 muestras analizadas, sobrepasando el nivel permitido en la RFA, que era de 0,04 mg/kg. También se tomaron muestras de los efluentes industriales, del sedimento del lago Xolotlán, de una planta de algodón y de pozos de agua potable, en las cuales se encontró que las aguas 12 PNUD/MARENA Proyecto Habilitante COP

3 residuales de la industria llevaban concentraciones altas de toxafeno (500 mg/ kg) al desembocar al lago Xolotlán, en cuyas aguas se encontraron de 0,09 a 1,4 mg/kg. En la empresa de algodón se encontraron hasta 1,000 mg/kg de toxafeno en plantas que se usaban después de la cosecha para la alimentación del ganado, mientras que en la fibra del algodón se encontró entre 12 a 50 mg/kg. En el agua potable de pozos de Chinandega, se encontraron hasta 25 mg/kg, demostrando con esto que la población tomaba agua en ese entonces con niveles más altos que los permitidos por la RFA (Vaughan, 2000). Müller et al. (1988) registraron concentraciones de toxafeno de 3.7 ppm en grasa animal y de 1.1 ppm en semillas de algodón. Por su parte, el laboratorio nacional de agroquímicos de Suecia encontró en 1988, niveles de 0.2, 5.0 y 25 ppb de toxafeno en pozos de agua para el consumo humano en la región algodonera de Chinandega (Castillo y de Vos, 1988). Por su parte, el Ministerio de Salud realizó en 1995 varios estudios en el departamento de Chinandega para monitorear plaguicidas organoclorados en leche materna. Uno de ellos, dirigido a 101 madres de la microcuenca del Río Atoya (El Viejo), mostró al Dieldrin como el plaguicida organoclorado más abundante encontrado en sangre. Otro estudio, esta vez en el tejido adiposo de 93 mujeres recién alumbradas, reveló la presencia de DDE y DDT. Y un tercer estudio realizado en la sangre de 224 madres, reveló altas concentraciones de DDE y DDT. Por su parte, Alvarez (1997) evaluó la presencia de 32 plaguicidas en 132 muestras de agua y sedimentos recolectadas en 32 puntos de ríos y pozos cercanos al aeropuerto del Picacho en Chinandega, encontrando DDD, DDE y toxafeno, entre los plaguicidas organoclorados y etion, metil paration y etil paration entre los organofosforados. Se encontraron aguas de ríos con concentraciones encima de los niveles permitidos, algunos pozos rurales contaminados con endrin y toxafeno y un pozo urbano contaminado a 500 metros del antiguo aeródromo. En el 100% de pozos excavados y 62,5% de pozos perforados muestreados en Chinandega, Blandino (1997) encontró presencia de plaguicidas en porcentajes muy alto en comparación con estudios similares hechos en E.E.U.U. Una investigación realizada en 1997 por el Programa Manejo de Plaguicidas (PROMAP) del MARENA, para determinar los niveles de residuos de plaguicidas en alimentos frescos en varias regiones del país, encontró que el 45% de 218 muestras de tomate, sandía, repollo, chiltoma y lechuga tenían niveles por encima de los límites máximos de residuos. Los productos con mayores niveles fueron la lechuga (100%), el repollo (79.6%) y la chiltoma (41,4%). Sitios Contaminados con COP 13

4 El Instituto de Recursos Naturales (NRI) de Inglaterra realizó para el PROMAP/ MARENA durante 1997, un monitoreo en cuencas hidrográficas, pistas aéreas, bodegas y sitios de entierro de plaguicidas, colectando para tal fin 2,262 muestras. En el aeródromo El Picacho encontró descargas excesivas de plaguicidas y movimiento de tóxicos hacia las calles y áreas residenciales vecinas: hasta 18 mg/l de agua de toxafeno en pozos cercanos, hasta mg/kg de residuos de toxafeno en suelo en caminos periféricos, adicionalmente se encontró contaminación con DDT, isasofós y clorotalonil. En relación con la contaminación de cuencas hidrográficas, de muestras estudiadas en Sébaco, Chinandega, El Viejo, Corinto y Estero Real, se encontraron residuos de toxafeno en tierra de 9,0 mg/kg en Sébaco y 16 mg/kg en Chinandega. En sedimentos se encontraron hasta 18,5 mg/kg de heptacloro en lagunas camaroneras, 7,5 mg en ríos de Atoya y Sasama. En conchas, peces y camarones se encontraron residuos de toxafeno entre 0,76 y 8,5 mg/kg (Vaughan, 2000). En otro estudio, Carvalho (1999) encontró concentraciones elevadas de toxafeno en suelos agrícolas de Chinandega y plantea que la gran reserva de DDT y toxafeno acumulada en los suelos continuará actuando como la principal fuente de contaminación en el sistema lagunar durante muchos años. Los resultados obtenidos en análisis de organoclorados en almejas del Estero Naranjo indican elevadas concentraciones de toxafeno y DDT. El Centro para la Investigación en Recursos Acuáticos (CIRA) de Nicaragua monitoreó residuos de plaguicidas organoclorados en leche materna y grasa corporal de mujeres que habitan en la cuenca del río Atoya, en el departamento de Chinandega, el cual es el departamento que reporta el mayor número de casos de intoxicación aguda y en donde se cultivó el algodón entre 1950 y Se analizaron 93 muestras de grasa abdominal y 210 de leche materna en el período comprendido de mayo de 1994 a febrero de En todas las muestras de encontró pp-dde y en el 74% se encontró pp-ddt. Se detectaron dieldrin, endrin y heptacloro epóxido en el 20%, 9,4% y 8,9% del total de muestras, respectivamente (CIRA, 1996). 2.2 Bifenilos Policlorados (BPC) Los bifenilos policlorados por sus excelentes propiedades industriales se utilizaron en la industria como fluidos de intercambio térmico, en transformadores y condensadores eléctricos y como aditivos de pinturas, papel autocopiante, selladores y plásticos (PNUMA, 2003). 14 PNUD/MARENA Proyecto Habilitante COP

5 En el 2001, el MARENA con el apoyo de la Empresa Nacional de Electricidad (ENEL) llevó a cabo un estudio para estimar la cantidad de equipos en uso que contenían BPC en el país. Para este propósito, se estimó el número de transformadores de diferente capacidad y contenido de BPC para el período Durante este período el total de esta cantidad aumentó y el volumen de estas sustancias creció de 126,267 a 142,259 galones. Este crecimiento fue un resultado de los proyectos de electrificación desarrollados después de la guerra, tomando en consideración el bajo precio en el mercado de los transformadores que contenían PCB. En el 2004, el Proyecto Habilitante COP (MARENA/PNUD), llevó a cabo un diagnóstico preliminar de sitios probables o en riesgo de contaminación por BPC (Márquez, 2004), que estuvo enmarcado dentro del inventario nacional de COP. Estos son los dos únicos estudios realizados en Nicaragua en el tema de bifenilos policlorados. 2.3 Dioxinas y Furanos Estos dos grupos de subproductos químicos no deliberados carecen de utilización comercial. Las dioxinas y furanos resultan de la combustión y de los procesos industriales tales como la sintetización de plaguicidas organoclorados, cloruro de polivinilo y otras sustancias cloradas. Las dioxinas y furanos son las sustancias químicas carcinógenos más potentes que se conocen (PNUMA, 2003). Antecedentes de contaminación por dioxinas y furanos en el país no se tenían registrado hasta el año pasado, cuando el Proyecto Habilitante COP llevó a cabo el inventario preliminar de emisiones y fuentes contaminantes de estos subproductos no intencionales, utilizando para ello, la metodología del instrumental del PNUMA ( toolkit ). Como principal resultado de este inventario, se señala que Nicaragua tiene una alta carga de emisión de dioxinas y furanos por año: g EQT/a, de las cuales el 41.5% corresponden a emisiones a la atmósfera. Esta carga total anual está por arriba de las emisiones de países como Argentina, Cuba, Paraguay y Uruguay. La categoría que contribuye en mayor proporción a esta carga elevada de dioxinas y furanos es la de la combustión incontrolada como los incendios forestales, quema de basureros y desechos domésticos a cielo abierto (Foto No. 1). En este aspecto, en los departamentos de Chinandega, Sitios Contaminados con COP 15

6 León, Nueva Segovia y en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN) se produce la mayor cantidad de los incendios forestales (Márquez, 2005). Foto No.1. Quemas de desechos. Puente El Guarumo. Somotillo/Guasaule (03/12/2004). 3. Sitios contaminados con COP El presente diagnóstico de sitios contaminados con COP, retoma principalmente aquellos sitios donde se llevaron a cabo diversos estudios (presentados en el numeral 2) y donde además hubo una fuerte actividad de formulación, uso y almacenamiento de plaguicidas durante más de dos décadas y que fueron declarados contaminados con plaguicidas por la auditoría ambiental realizada por el NRI de Inglaterra para el PROMAP/MARENA entre 1994 y 1999, ya que en dicho sitios no se llevaron a cabo acciones de restauración o de remediación. Estos sitios fueron principalmente aeródromos de carga y fumigación aérea de plaguicidas, bodegas, entierros clandestinos de plaguicidas vencidos o deteriorados y formuladoras. 3.1 Aeropuerto El Picacho, Chinandega Este aeródromo está situado en la ciudad de Chinandega, a la salida de la misma. 16 PNUD/MARENA Proyecto Habilitante COP