ALGUNOS ASPECTOS DE INTERÉS EPIDEMIOLÓGICO RELACIONADOS CON LA INGESTIÓN DE CÁUSTICOS EN EL NIÑO

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1 ORIGINALES BSCP Can Ped 2001; 25- nº 3 ALGUNOS ASPECTOS DE INTERÉS EPIDEMIOLÓGICO RELACIONADOS CON LA INGESTIÓN DE CÁUSTICOS EN EL NIÑO Sánchez Pérez F., Sánchez Iglesias G., Valdés Landaburo R., San Blas Valdés R. Hospital Pediátrico Universitario "José Luis Miranda" Santa Clara. Villa Clara. Cuba INTRODUCCIÓN Alrededor del 15% de los accidentes pediátricos en nuestro territorio se producen por la ingestión de sustancias cáusticas, hecho éste que se ha incrementado en los últimos diez años como consecuencia del empleo desproporcionado de estos productos para algunas labores de higiene y limpieza. La ingesta de cáusticos se puede considerar, por consiguiente, como una patología de la era industrial, ya que su aparición está asociada al uso de sustancias comunes ampliamente utilizadas en la industria de la producción. Esta situación representa un problema de salud pública y pudiera minimizarse con una serie de medidas que evitarían la aparición de estos desagradables episodios. Por haber estado implicado nuestro Servicio en la atención inicial de estos pacientes, nos dimos a la tarea de investigar qué factores socioambientales contribuyeron a que se presentaran tan evitables accidentes en nuestros niños. MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó un estuio prospectivo a los pacientes admitidos en el Servicio de Gastroenterología del Hospital Pediátrico Universitario de Santa Clara por ingestión de cáusticos durante el periodo comprendido entre Enero de 1996 y Abril de Se elaboró un formulario donde se precisaron la edad, sexo, tipo de producto ingerido, recipiente que contenía el producto, así como el conocimiento por parte de los padres respecto a las lesiones que estos productos ocasionan y las medidas tomadas en el hogar al ocurrir el accidente. 1

2 Se consideró un recipiente adecuado aquel envase original y con tapa de seguridad; inadecuado cuando no cumplía con los mencionados requisitos. En cuanto a las medidas tomadas en el hogar al momento del accidente se consideraron inadecuadas la provocación del vómito, la administración de agua, leche u otro supuesto neutralizante, y adecuado el acudir inmediatamente a un centro hospitalario. Los datos recolectados se procesaron conformando distribuciones de frecuencias absolutas (número de casos) y frecuencias relativas (porcentaje) mostrándose en tablas. RESULTADOS Fueron atendidos 149 niños por ingestión de cáusticos durante el periodo comprendido entre Enero de 1996 y Abril de El grupo de edad mayoritariamente afectado fue el de 1 a 4 años con 122 pacientes (81,9%), estando afectados en orden decreciente el grupo de 5 a 8 años (9,4%) y el de 9 a 15 años (6%); sólo 4 lactantes sufrieron este accidente (Tabla I). Tabla I. Distribución de los niños por grupos de edades Grupo de Edad Nº % Menores de 1 año 4 2,7 1 a 4 años ,9 5 a 8 años 14 9,4 9 a 14 años 9 6,0 En cuanto al sexo, predominó el masculino con 110 niños (73,8%) con respecto al femenino (39 casos para un 26,2%) (Tabla II). Tabla II. Distribución de los niños por sexo Sexo Nº % Masculino ,8 Femenino 39 26,2 2

3 DIANÓSTICO POR IMAGEN BSCP Can Ped 2001; 25- nº 3 El producto más ingerido fue la sosa cáustica en 96 niños (64,4%) y en segundo lugar el detergente para vajillas (18,8%). Le siguen la sal de ácido silícico (7,4%) y otros productos como polvos para lavar, peróxido de hidrógeno, crisol, etc. En 4 pacientes no se pudo conocer el tipo de producto ingerido (Tabla III). Tabla III. Productos ingeridos Productos Nº % Sosa cáustica 96 64,4 Detergente para vajillas 28 18,8 Sal de ácido silícico 11 7,4 Otros 14 9,4 La tabla IV muestra algunos factores epidemiológicos relacionados con el accidente. El recipiente que contenía el producto fue inadecudo en 148 casos, entendiéndose como tal botellas de cerveza y refrescos, frascos de medicinas y otros envases sin tapa de seguridad. Sólo en un caso el recipiente era adecuado al estar el producto tóxico en su envase original. Tabla IV. Factores epidemiológicos FACTORES EPIDEMIOLÓGICOS Nº % Recipiente que contenía el producto INADECUADO ,3 ADECUADO 1 0,7 Conocimiento de los Padres de las lesiones que estos productos producen TIENEN CONOCIMIENTO 46 30,8 NO TIENEN CONOCIMIENTO ,2 Medidas tomadas en el hogar al ocurrir el accidente ADECUADAS 43 28,8 INADECUADAS ,2 3

4 En una alta proporción de los casos (103 pacientes para un 69,2%) los familiares desconocían el daño que estos productos ocasionaban, a pesar de saber que eran tóxicos. Después de la ingestión del cáustico se emprendieron medidas inadecuadas por parte de los familiares en 106 pacientes (71,2%), tales como provocar emesis, dar a ingerir ácidos o jugos cítricos, agua o alimentos. En sólo 43 casos se tomó la medida adecuada de enviar al niño a un centro hospitalario sin realizar maniobras o conductas inadecuadas (28,8%). DISCUSIÓN La ingestión de cáusticos en la infancia constituye un problema frecuente en los servicios de urgencia hospitalarios. La mayoría de los autores coinciden que éste como el resto de los accidentes en la edad pediátrica tienen mayor incidencia en la edad preescolar. Nuestro estudio concuerda con otros investigadores (1-3) que también han señalado que el grupo de 1 a 4 años es el mayormente afectado, seguido del grupo de 5 a 8 años. Es raro la ingestión de estos productos con fines suicidas en los adolescentes, hecho que sólo fue comprobado en una niña de 14 años de nuestra serie. El sexo masculino predomina en este tipo de accidentes (1,4) lo cual puede estar en relación con la mayor libertad del varón para desplazarse en el hogar. Esta preponderancia de sexo fue confirmada en nuestro estudio. Varios autores reportan como agentes causales más frecuentes de esofagitis cáustica a la lavavajilla industrial, la sosa cáustica, la lejía y el amoniaco (5-7). En nuestro medio, por la alta utilización de la sosa cáustica en la confección de jabón manufacturado, éste fue el producto que mayoritariamente ocasionó este tipo de accidente por ingestión en nuestros niños. La lejía, frecuentemente citada por otros investigadores (6,8) fue la causante del accidente en sólo uno de los pacientes, relacionado esto con la poca utilización de este producto en nuestra región. Con relación a los factores epidemiológicos que rodearon las circunstancias del accidente consideramos de relevante importancia las características del recipiente que contenía el producto, ya que el inadecuado envase del mismo y la accesibilidad a éste por parte del niño constituyen factores primordiales en la génesis de este evento (9,10). Esto coincide con nuestros resultados que mostraron que en sólo uno de los casos se constató un recipiente adecuado, pero que desafortunadamente estaba al alcance del menor. A pesar de las diferentes campañas de educación para la salud y de la reiterada información por parte del equipo de Atención Primaria, la mayoría de los padres no poseen conocimientos adecuados referentes a las lesiones que estos productos son capaces de ocasionar e incluso se han tomado, en numerosos casos, medidas inadecuadas en el hogar como son: provocar el vómito, ingerir agua, leche o cítricos, lo cual ha redundado en una demora en la asistencia especializada en estos pacientes por una parte y un agravamiento de las lesiones esofágicas por otra. Hallazgos consecuentes 4

5 son reportados por Arroyo y colaboradores en una serie de 137 pacientes (5). Por último queremos señalar que aunque este accidente ocurre sobre todo en edades en que se supone un elevado control de los adultos sobre los niños, como vemos éste no es totalmente eficaz y se propone un plan de medidas preventivas educativas para la población que contribuirían a la reducción importante de estos desagradables episodios. Estas medidas son en cuestión: Ampliación de las emisiones de radio y la prensa escrita que aborden el tema y sus terribles consecuencias. Creación de carteles didácticos con información referente al tema y distribuirlos en Consultorios, Policlínicos y Hospitales. BIBLIOGRAFÍA 1. Christesen HBT. Epidemiology and prevention of caustic ingestion in children. Acta Paediatr 1994; 33: Rothstein FC. Caustic injuries to the esophagous in children. Paediatr Clin North Am 1986; 33: Suárez L, Olivares F, Camarero C, Lima M, Escobar H. Esofagitis cáustica en niños. An Esp Pediatr 1992; 36: Bautista, Varea, Cives, Nieto Nercelles, Pereira, Rodrigo, Martinón y Castro Gago. Accidentes domésticos por agentes cáusticos en nuestro medio. Rev Esp Pediatr 1984; 40: Arroyo C, Fernández S, Cano I. Ingestión de cáusticos: Repercusiones sanitarias de una patología de origen social. An Esp Pediatr 1997; 46: Elías J, Ruiz de Temiño M, Esteban JA, Alba J. Esofagitis cáusticas graves en la infancia. An Esp Pediatr 1997; 47: García Merino, Martínez C, García V. Causticación de esófago en la infancia. Nuestra experiencia de catorce años. An Esp Pediatr 1988; 29: Leape LL. Chemical injury of the esophagous. En: Paediatric Esophageal Surgery. K.W. Ashcraft and T.M. Holder (eds.). Grune and Straton. Orlando, 1986; p Wilseman HM, Guest R. Accidental poisoning in childhood: A multicenter survey. Hum Toxicaol 1987; 6: Adams JS, Birck HG. Paediatric caustic ingestion. Ann Otol Rhinol Laryngol 1982; 91: