FICHA TÉCNICA PAE 08: LA APICULTURA ECOLÓGICA

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1 FICHATÉCNICA TÉCNICA PAE 08: LA APICULTURA ECOLÓGICA FICHA TÉCNICA PAE 08: LA APICULTURA ECOLÓGICA INTRODUCCIÓN La miel ha sido considerada un producto natural, sano y sin posibles adulteraciones. La manipulación industrial y las malas prácticas productivas la ha estandarizado y nos ofrecen una miel líquida, fácil de consumir, de un origen lejano o desconocido 1 y demasiado a menudo de una más que dudosa calidad. En España, el sector apícola se enfrenta no sólo a la competencia de las importaciones de miel 2 a unos precios inferiores a los costes de producción, sino también a la búsqueda de soluciones para evitar la muerte de colonias o estados sanitarios defi cientes por la incidencia de las nuevas enfermedades, como la varroa o del genéricamente nombrado síndrome de desabejamiento de las colmenas. La presencia de residuos de acaricidas y antibióticos en muchas mieles y la destrucción de vitaminas y enzimas a causa de su excesivo calentamiento son otros problemas que devalúan un producto con un elevado valor como alimento funcional. Hay que considerar también el interés y valor creciente del resto de productos de la colmena, fundamentalmente el polen y el propóleos. Éstos son productos excepcionales que deberían necesariamente ser producidos con elevados niveles de calidad. Ante esta situación, las asociaciones de apicultores catalanes han manifestado la necesidad de ir hacia la producción de productos apícolas de calidad y se plantean la necesidad de crear un sello identifi cativo. Una de las opciones que garantiza una máxima calidad es la de producir siguiendo las normas de la producción agrícola ecológica (PAE). La producción apícola ecológica es casi inexistente hoy por hoy en Cataluña: sólo 2 productores están certifi cados por el CCPAE, con un total de 304 colmenas. En cambio, hay que resaltar que hay 8 empresas que fi guran como elaboradoras o envasadoras de productos apícolas ecológicos 3. La producción apícola ecológica en algunas comunidades autónomas españolas está en un fuerte crecimiento: en Andalucía hay 73 productores, con colmenas certifi cadas y 11 empresas elaboradoras 4. SISTEMAS DE PRODUCCIÓN Y MANEJO ZOOTÉCNICO Como el resto de producciones ganaderas ecológicas, la producción apícola tiene que intentar establecer un adecuado equilibrio dinámico entre los diferentes elementos que conforman su ecosistema productivo. a) Localización y dimensión de los colmenares Imagen 1: Abeja de raza negra. Fuente: M. Simón. La elección de los lugares adecuados para situar los colmenares es uno de los aspectos clave para triunfar en este sistema de producción. La Normativa limita las zonas aptas para los asentamientos a aquellos lugares donde en un radio de 3 km no haya importantes focos de contaminación agrícola o de otro tipo (Imagen 2). En la práctica, por las condiciones geográfi cas del territorio catalán las zonas que mayoritariamente reúnen estas condiciones son aquellas zonas de montaña (altas, medias o bajas) de una cierta extensión con predominio de la vegetación silvestre. Estas 1 El Real Decreto 1049/2003, que regula la norma de calidad relativa a la miel, establece que en mezclas de mieles sólo se tendrá que indicar en la etiqueta si son mieles originarias o no de la CE. 2 Con datos de 2007, los principales orígenes de las mieles importadas son la Argentina (51%) y la China (31%). 3 Según los datos a 31/12/2008 del Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica (CCPAE). 4 Según los datos a 31/12/2007 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 01 FICHATÉCNICA

2 Nombre Nombre científico Época de floración (mes en números romanos) Observaciones Acacia, robinia Robinia pseudoacacia IV - VI A menudo cultivado en taludes, caminos y cerca de riberas. Floración efímera si llueve. Miel muy transparente y dulce. Alfalfa Medicago sativa IV X Condicionada por el manejo ecológico del cultivo. Encina Quercus ilex IX Productora de melada Madroño Arbutus unedo IX - XII Miel amarga, a menudo dejada por la alimentación invernal de las abejas. Miel de difícil extracción. Almendro Prunus dulcis II III Miel temprana, útil para iniciar la actividad de la colmena Abeto Abies alba VI VIII Productor de melada y polen. Miel oscura. Boj Buxus sempervirens III - IV Sólo produce polen Gayuba Arctostaphyllos uva-ursi III VI Arbusto Dorycnium pentaphyllum IV VII Miel clara, a menudo se bresca conjuntamente con romero Brezo boal Erica arborea III V Miel de cristalización gruesa Brecina Calluna vulgaris VIII X Normalmente se deja para la invernada. Difícil extracción Carrasca (encina carrasca) Quercus ilex subsp. rotundifolia IX Puede producir melada Castaño Castanea sativa V VII Miel oscura rica en minerales. A menudo brescada monofl oral Zarza Rubus sp. VI VII Lavanda, cantueso Lavandula sp. VI VIII Estepas Cistus sp. IV VII Produce sólo polen. De interés en la época de cría como suministro de polen Tomillo Thymus vulgaris III V Se puede brescar como monofl oral Girasol Helianthus annuus VII VIII Miel clara que en cristalizar puede quedar muy endurecida. Condicionada por el manejo ecológico del cultivo. Rododendro Rhododendron ferrugineum VI - VIII Arbusto existente a los Pirineos a partir de los 1500 m de alto. Olivarda Inula viscosa IX X A menudo incluida en la miel dejada para la invernada Manzano, peral Pyrus sp. pl. IV - V Prado de montaña Diversas especies VI VIII Miel de composición variable de la fl oración de los prados de montaña (esencialmente de los Pirineos) Oruga silvestre Diplotaxis erucoides I XII Romero Rosmarinus offi cinalis I - XII Miel monofl oral más producida y solicitada. La principal fl oración se produce entre febrero y abril. Hisopo Satureja montana VIII ix Naranjo Citrus sp. III VI Flor muy generosa y fácilmente utilizable por las abejas. Miel clara. Actualmente en retroceso para evitar polinización cruzada y la aparición de frutos con hueso. Condicionada por el manejo ecológico del cultivo. Esparceta Onobrychis vicifolia V VI Condicionada por el manejo ecológico del cultivo. Brecina, brezo de invierno Erica multifl ora IX - X Brescada muy tardía o utilizada para la alimentación invernal Tabla 1. Flora de interés apícola en Catalunya zonas son adecuadas para producir mieles polifl orales o monofl orales de plantas silvestres. En cambio, en PAE, la posibilidad de producir mieles monofl orales de plantas cultivadas está limitada a fi ncas agrícolas ecológicas aisladas o separadas sufi cientemente de otras parcelas agrícolas de producción convencional. La idoneidad de los lugares de los asentamientos vendrá determinada por la mayor o menor presencia a la zona de especies vegetales de interés apícola por su aportación de néctar, polen o melado. Para realizar una estimación del potencial productivo del lugar se tendrá que valorar la abundancia, en un radio de recolección de unos 2-3 km en torno al lugar del asentamiento, y la fenología de estas especies. En clima mediterráneo a menudo hay mayor densidad de especies arbustivas de interés apícola en zonas con bosques poco maduros y chaparrales. Elevadas densidades de especies arbóreas limitan la entrada de luz al sotobosque y, en consecuencia, la presencia y la fl oración de las especies arbustivas melíferas (Imagen 3 y 4). Para establecer unas condiciones óptimas de instalación de los colmenares es recomendable: Imagen 2. Ortofotomapa 1: señalando una ubicación de un colmenar y el área de 3 km de posible recolección de las abejas. Fuente: M. Simón. Ajustar el número de colmenas a las condiciones del entorno. En producción ecológica, el manejo y el seguimiento de las colonias tendrá que ser más exhaustivo y FICHATÉCNICA 02

3 Imagen 3. Gráfi co con la fenología de producción de miel en zona mediterránea. Fuente: M. Simón. estricto y, por lo tanto, el número de colmenas visitadas por jornada tendrá que ser más reducido que en producción convencional. Es aconsejable no instalar más de colmenas por colmenar. La proximidad y estabilidad en épocas de sequía de un punto de aportación de agua limpia sin contaminaciones químicas. La ausencia de contaminación ambiental. La situación adecuada de las colmenas, con la piquera orientada entre el este y el sur. Una sufi ciente distancia entre colmenares que nos evite competencia o posibles focos de transmisión de enfermedades. Una colocación de las cajas en que queden sufi cientemente elevadas y aisladas del suelo. Imagen 4. Gráfi co con la fenología de producción de miel en zona de alta montaña. Fuente: M. Simón de cajas normalmente se brescan los cuadros laterales del cuerpo de cría. Dadant. Se llama también modelo industrial. El cuerpo o cámara de cría es de medidas mayores a las alzas. Las dimensiones superiores del cuerpo cría, comparado con el Langstroth, permite pasar el invierno con mayor población de abejas y más reservas de miel. Las dimensiones reducidas de las alzas facilita la producción de mieles monofl orales. El cuerpo de cría tiene 10 cuadros de 42x27 cm. Langstroth. Se nombra también modelo perfección. El cuerpo de cría y las alzas tienen las mismas dimensiones. Permiten el intercambio de cuadros, ya que todos los cuadros tienen una medida única. La reducida medida del cuerpo de cría facilita el transporte, pero en colonias fuertes a menudo se tienen que trasladar durante la trashumancia con las alzas incorporadas. El cuerpo de cría tiene 10 cuadros de 43x21 cm. Separar sufi cientemente las cajas entre ellas y/o diferenciarlas con dibujos o colores visibles para las abejas, para evitar al máximo la deriva. El uso de pinturas queda limitado a aquéllas que no contienen productos fi tosanitarios. b) Tipo de cajas Si el propósito de la explotación apícola es la producción, obligatoriamente habrá que utilizar colmenas con cuadros móviles. Sólo es aconsejable utilizar colmenas fi jistas tradicionales, sin cuadros móviles, para una fi nalidad exclusiva de polinización de fi ncas agrícolas o para la captura y reproducción de enjambres. Por otra parte, las colmenas fi jistas tradicionales son incompatibles con la realización de la trashumancia. Es esencial uniformizar el modelo de colmena a toda la explotación, porque eso nos evitará incompatibilidades a la hora de mover, intercambiar, transportar y almacenar alzas y cuadros. Los modelos de colmenas móviles más comunes son (Imagen 5): Layens. Se llama también de desarrollo horizontal 5, ya que tiene un único cuerpo y no permite la incorporación de alzas. Es muy utilizada en el sur de la Península. Su forma facilita su transporte y la trashumancia. En este tipo Imagen 5. Diferentes modelos de cajas. La práctica de la apicultura ecológica con cajas de desarrollo horizontal (modelo Layens sin incorporación de alzas) no es imposible, pero si más compleja, ya que: Los tratamientos que se realizan afectan a todos los cuadros tanto si son de cría como de miel; de esta manera será más fácil encontrar residuos en la miel. Normalmente, en este modelo de caja las abejas no pueden acceder al espacio que hay sobre los cuadros. Esta limitación puede difi cultar la distribución de los tratamientos sanitarios. Es un tipo de caja en que la producción se puede bloquear fácilmente, ya que no hay posibilidad de añadir nuevos cuadros o alzas. 5 En contraposición a los modelos Dadant i Langstroth que, al permitir la incorporación de alzas, permiten un desarrollo vertical. 03 FICHATÉCNICA

4 A menudo los cuadros de miel a brescar pueden tener una parte de cría. Brescar cuadros con cría está prohibido por la normativa, ya que, aparte de destruir una parte de la población, se devalúa considerablemente la calidad de la miel. La miel recogida puede ser, más a menudo, miel poco madura. Las cajas de desarrollo vertical (modelos Dadant i Langstroth) no presentan tan acusadamente estas limitaciones. Habrá que escoger uno u otro modelo en función de las condiciones particulares de cada explotación. En zonas frías o con una larga estación invernal sin fl oraciones de interés apícola será recomendable utilizar el modelo Dadant, ya que al tener el cuerpo de cría de mayores dimensiones permitirá disponer de mayores reservas de miel para pasar el invierno. No realizar movimientos al fi nal de la temporada de recolección, ya que se tiene que dar tiempo para equilibrar la población y acumular sufi cientes reservas para pasar el invierno. d) Renovación de la cera y conservación de los cuadros estirados Es esencial la renovación periódica de la cera y la utilización de hojas de cera estampada procedente de la PAE 6. Para una correcta higiene, el plan de renovación de la cera del cuerpo o cámara de cría se tendría que completar cada 3 o 4 años. Esta renovación comporta la reducción de la cantidad de esporas y microbios que se acumulan en los residuos que quedan en la cera. También facilitará el trabajo de limpieza de las obreras y puede incidir en una mejora de la puesta y nacimiento de la cría (Imagen 6). c) Trashumancia La trashumancia busca la mejora de la productividad del colmenar mediante el movimiento estacional de las colmenas en las zonas donde se producen las fl oraciones de interés apícola. La trashumancia normalmente hace aumentar el número de cosechas y facilita la producción de mieles monofl orales. Todo movimiento y cambio de asentamiento de las colmenas produce, por otra parte, un aumento de estrés en la colonia con posibles repercusiones sobre su estado sanitario. Por lo tanto, habrá que valorar en cada caso particular el número de movimientos y las condiciones en que se realiza. Podemos adecuar la explotación apícola en la práctica de la trashumancia si cumplimos una serie de condiciones: Unifi car y simplifi car las cajas que se desplazan. Preferentemente con piquera de mesa de vuelo corta; sin pies, techos con pendiente, asideros o accesorios que difi culten la posición apilada de las cajas. Vehículos y condiciones de transporte adecuados. En explotaciones apícolas profesionales puede ser imprescindible la utilización de un vehículo preparado con grúa, paletizar las cajas o agruparlas en contenedores apropiados para facilitar el movimiento. Mayor vigilancia del estado sanitario de las colonias. Elección de lugares y periodos de asentamiento adecuados en función de las fechas de fl oración. Hay que evitar desplazar un número superior de cajas a la carga apícola del área útil de recolección. Imagen 6. Bresca con huevos después de haberse renovado con nueva cera estampada. Fuente: M. Simón. Para evitar el enfriamiento de la cría, se aconseja que los cuadros nuevos con cera estampada se coloquen a uno de los dos lados, y así evitaremos no romper la continuidad del nido de cría. Es importante, en años sucesivos, situar los cuadros nuevos siempre en el mismo lado y extraer los cuadros viejos por el extremo opuesto. Excepcionalmente, en épocas de buen tiempo y elevada actividad de puesta y para forzar el incremento de la cría, podemos intercalar un único cuadro en medio de la cámara de cría. Para llevar un buen control, puede ser útil marcar la parte superior de los cuadros con las dos últimas cifras del año en que se realiza la renovación. También habrá que renovar la cera de aquellos cuadros de las alzas donde ocasionalmente se hayan realizado puestas 7 o se acumulen celdas con ámago. De esta manera, se facilita el trabajo de brescar y se mejora la calidad biológica de la miel. Para evitar la aparición de hongos y la destrucción de la cera por la falsa tiña o galleriosis 8, hace falta vigilar el almacenaje 6 Podemos encontrar fácilmente cera estampada de producción ecológica con certifi cación ECOCERT en diversas empresas de Francia y Cataluña que comercializan materiales apícolas. 7 Puede suceder a menudo cuando no se intercalan excluidores o separadores de reina entre las alzas y el cuerpo de cría. FICHATÉCNICA 04

5 de la cera y de las alzas con cuadros estirados durante las épocas con medias o altas temperaturas y utilizar algún sistema de conservación. Se pueden utilizar los sistemas siguientes: Guardar los cuadros y alzas en cámaras frigorífi cas. Las bajas temperaturas impiden la reproducción de la falsa tiña. Si se introducen durante 24 horas en un congelador se destruyen también los huevos. Fumigación de cajas y alzas quemando el luquete de azufre. La combustión del azufre desprende anhídrido sulfuroso con efectos fungicidas e insecticidas. Rociar con ácido acético o vinagre (al 100%). Se pueden pulverizar los cuadros antes de su almacenaje. e) Alimentación La alimentación artifi cial de las colonias es una práctica usual en la apicultura convencional. Sin embargo, sólo la propia miel y el polen recolectados aportan a la abeja los nutrientes y antisépticos esenciales para su correcto desarrollo y estado sanitario; por lo tanto, la alimentación de las colonias se realizará con sus propios recursos y, al fi nal de la estación productiva, habrá que dejar sufi cientes reservas. Excepcionalmente, cuando por condiciones climáticas extremas en la colonia no le queden sufi cientes reservas, se puede alimentar con miel, azúcar o jarabe de azúcar, todos ellos de producción ecológica. En este caso, y durante toda la época falta de recursos, habrá que vigilar periódicamente las reservas. En cualquier caso, sólo se puede alimentar hasta los quince días anteriores al siguiente periodo de néctar y de melada. Si se alimenta con miel se tendrá que asegurar que ésta no esté contaminada con esporas de la bacteria Paenibacillus larvae que produce la enfermedad de la cría podrida variedad americana 9. Es considerada buena productora, limpiadora y resistente a las enfermedades. En contrapartida, es bastante sensible a la falsa tiña y puede presentar un carácter bastante agresivo. La frecuente compra e introducción de reinas seleccionadas de otras razas ha provocando la consecuente hibridación de buena parte de la población de abejas. Esta práctica difi culta el camino de mejora de la raza de abeja negra local. Es aconsejable el control de la edad y la renovación periódica de las reinas. Sólo manteniendo reinas jóvenes de menos de 3 años se puede estabilizar la producción y evitar colonias débiles con mayor incidencia a enfermedades oportunistas. A pesar de la complejidad de la selección de reinas y la indeterminación de la genética del abejón, que fecunda a la reina, es básico establecer un programa de selección. Para realizar satisfactoriamente la selección, hará falta llevar un esmerado control de la producción y de los otros aspectos observados en cada colmena durante las visitas y anotarlos en una fi cha de control. Este control dará datos para escoger las mejores colonias a reproducir o aquéllas en las cuales haga falta un cambio de reina y de su genética. Aparte de la capacidad productiva, un aspecto actualmente relevante en la selección es la resistencia a las enfermedades, y concretamente la selección de colonias que tengan un elevado comportamiento higiénico 11 ante la varroa, la cría enyesada y la cría podrida (variedad americana). Otros aspectos a considerar en la selección son el reducido instinto de enjambrazón y la baja agresividad. La división de las colonias seleccionadas sólo se puede realizar en épocas de fuerte afl uencia de néctar y polen, f) Mejora genética y reproducción Aunque no se ha realizado un trabajo de selección adecuada, es recomendable la utilización de la abeja negra autóctona 10 (Apis mellifi ca mellifi ca), ya que es la que está mejor adaptada a nuestras condiciones bioclimáticas (Imagen 7). Esta raza tiene unas cualidades y potencial interesante porque es muy rústica y está bien adaptada a los contrastes de temperatura con inviernos fríos y veranos calurosos. Las colonias de abeja negra se mantienen fuertes en invierno en clima mediterráneo y tienen baja tendencia al enjambrazón, la deriva y el pillaje. Imagen 7. Abeja de raza negra. Fuente: M. Simón. 8 La falsa tiña o galleriosis es generalmente nombrada también polilla de las abejas. 9 A la cría podrida variedad americana también se la conoce por loque americana. 10 Según Ruttner (1952) la abeja de la península Ibérica tiene categoría de raza geográfi ca y pasa a llamarse Apis mellifi ca iberica. 05 FICHATÉCNICA

6 utilizando aquellos sistemas de reproducción que aseguren sufi cientes reservas de alimentos propios para cada una de las nuevas colonias. También está permitido incorporar cada año un 10% de abejas reinas y enjambres seleccionados procedentes de la apicultura convencional. Los enjambres incorporados siempre se tendrán que introducir en cajas con panal o láminas de cera estampada procedentes de la PAE. SANIDAD En la producción apícola ecológica la estrategia para disminuir o minimizar los posibles problemas sanitarios se fundamenta en la adopción de un manejo y de un consecuente aprovechamiento de los productos de la colmena que no perturben excesivamente el equilibrio biológico de la colonia. Hay una serie de enfermedades, como la cría podrida (loque) o la cría enyesada (micosis), que pueden actuar como enfermedades oportunistas, en que la mera presencia del agente causal no es sufi ciente, ya que necesita determinadas condiciones para que el patógeno prolifere. Estas enfermedades, con un manejo adecuado, pueden ser controladas sin tratamientos. Algunos aspectos de este manejo ya se han comentado como la localización de los colmenares, la alimentación, la mejora genética o la renovación de la cera. También, durante las visitas rutinarias o cuando se realizan divisiones de colonias, hay que evitar realizar movimientos de cuadros u operaciones que produzcan: Desequilibrios entre las poblaciones de cría y abejas nodrizas o entre las reservas de nutrientes y la cría. Un equilibrio o proporción adecuada entre efectivos (huevos, larvas, obreras, machos, cría de reinas) y recursos (miel, polen) es esencial. Un aumento del estrés y en consecuencia una pérdida del potencial defensivo. Habrá que evitar cambios innecesarios en la disposición de los cuadros, respetando siempre que se pueda la orden y la orientación original. La propagación de enfermedades por el propio apicultor. Para reducir este riesgo, se puede seguir siempre un mismo orden de visita de las colmenas, dejando para el fi nal las cajas sospechosas de tener algún problema o enfermedad. Después de la manipulación de cajas enfermas habrá que desinfectar las herramientas y materiales que se hayan utilizado. Un aumento de la deriva o el pillaje. En general, hay que considerar que las colonias fuertes con una población de abejas numerosa son más efi cientes en el control de enfermedades y parásitos, ya que hay más abejas por área de panal y se realiza una limpieza y mantenimiento más esmerado (Imagen 8). Imagen 8. Colmena fuerte con elevada población de abejas. Fuente: M. Simón 11 El comportamiento sanitario de una colonia se puede medir mediante el test de Newton. Se pinchan 7 celdas en forma de fl or matando las crías. Se realiza esta operación en tres puntos de un mismo cuadro que marcaremos. Si a las 24 horas se comprueba que se han limpiado estas celdas, se ha roído el opérculo y extraído el inmaduro, la colonia tiene un buen comportamiento higiénico. FICHATÉCNICA 06

7 Si a pesar de las medidas preventivas una o diversas colonias están afectadas por una enfermedad infecciosa, como es el caso de la cría podrida (variedades americana o europea), hará falta trasladar las colmenas afectadas a un colmenar de aislamiento y, excepcionalmente, tratar con productos alopáticos no autorizados 12. En caso de que se muera o se elimine alguna colmena a causa de una enfermedad infecciosa o al adquirir cajas de segunda mano abandonadas, es esencial destruir (quemar o enterrar) los residuos de cera y panales. Después de rascar y limpiar los materiales de madera se puede realizar una desinfección de todos los elementos de la colmena con: Flameado o horneado hasta que la madera coja una coloración parda. Desinfección general con lejía (10%). Sumergir las diferentes partes de la colmena en una solución de sosa cáustica al 10% en agua en ebullición durante minutos. Se tiene que utilizar un recipiente de hierro o hierro esmaltado. Tratar con vapor de agua de baja presión durante minutos. a) Control de la varroasis La varroasis es una enfermedad parasitaria producida por el ácaro Varroa destructor (Anderson & Truemann). Originariamente, este ácaro convivía desde siempre y de forma benigna con la abeja índica (Apis cerana Fabr.). En torno al año 1940, producto de la trashumancia, empezó a parasitar en Apis mellifera, con la cual hasta aquel momento no había tenido geográfi camente ningún contacto. Así, se introduce en Cataluña y en el resto de la Península a partir del año Desde su entrada en Cataluña ha ido afectando a la totalidad de colonias. La progresiva adaptación de este parásito a nuestras condiciones de clima mediterráneo ha comportado que en los últimos años la varroa se muestre menos agresiva. La varroa actual también aniquila colonias, pero lo hace más lentamente, debilitando progresivamente las abejas hasta su desaparición en unos cuantos años (Imagen 9). No es una estrategia óptima, en el control de la varroa, realizar únicamente tratamientos periódicos con los acaricidas autorizados. La diversidad de condiciones en que se encuentran las producciones apícolas, como por ejemplo la existencia o no de una parada invernal de la puesta, hace que sea necesaria una valoración particular de los tratamientos y de las medidas de control a adoptar. Imagen 9. Ninfa de abeja parasitada con varroa. Fuente: E. Miràngels. Una correcta estrategia nos comportará, en primer lugar, conocer los niveles de infestación por varroa que tenemos, la adopción de un manejo del colmenar que minimice la proliferación del ácaro (colonias fuertes, reinas jóvenes, evitar la deriva entre cajas, tratamientos coordinados por zonas o comarcas...) y la valoración del número de tratamientos, la época y los productos a utilizar. La observación directa en los cuadros de varroas sobre las abejas y la presencia de abejas con alas deformadas es un método muy poco fi able para conocer los niveles de infestación. A menudo cuando se observa su presencia ya hay un nivel muy elevado de infestación que hace imposible la curación. Un método adecuado es el recuento de varroas caídas en el fondo de la colmena por muerte natural. Para facilitar esta tarea se puede modificar las bases o fondos de las cajas transformándolas en fondos sanitarios (Imagen 10 y 11). Al espacio que queda bajo la malla se accede desde detrás de la colmena y se puede introducir una lámina de plástico rígido, una cartulina o un tablero de melanina blanca previamente cuadriculada para facilitar el recuento. Se tendrá que impregnar con vaselina fi lante o grasa. Es importante no dejar la lámina o similar más de 2 o 3 días ya que la acumulación de restos difi culta el recuento. Para hacer un cálculo aproximado del nivel de infestación, se puede considerar que en presencia de cría mueren por muerte natural aproximadamente del 1 al 3% de ácaros al día. En ausencia de cría, mueren diariamente del 0,3 al 0,5% del total. Se puede deducir el grado de infestación de una colonia a partir de conocer el porcentaje de infestación sobre cría, el porcentaje de infestación sobre abejas adultas o la mortandad natural por día. 12 En este caso, las colonias tratadas tendrán que pasar el periodo de conversión y renovar la totalidad de la cera. 07 FICHATÉCNICA

8 Imagen 10. Transformación de fondo sanitario y lámina para el recuento de varroas. Fuente: M. Simón De manera orientativa y considerando que las condiciones locales, el manejo y la época del año pueden tener una elevada infl uencia, se pueden utilizar los datos de la tabla siguiente como referencia (tabla 2). Con poblaciones superiores a las varroas, las colonias pueden fácilmente entrar en estado de colapso y hacer inviable su recuperación. Es importante realizar los tratamientos con grados de infestación no muy elevados. Se puede establecer un umbral de tratamiento aconsejado a partir de grados de infestación medios con una mortandad natural de 5 a 15 varroas por día. Este umbral puede presentar ciertas variaciones en función de las variables de cada situación particular. Si se realizan tratamientos en épocas con cría, habrá que buscar un sistema 13 que permita que el producto actúe durante un periodo mínimo de días. De esta forma, la acción acaricida del producto será efectiva en el momento clave del ciclo reproductivo de la varroa, o sea, cuando ésta no se encuentre dentro de una celda operculada. Imagen 11.Transformación de una base o fondo de la caja en fondo sanitario. Fuente: M. Simón a.1) Productos permitidos El timol. Es uno de los componentes mayoritarios de los aceites esenciales de diferentes generaciones de plantas labiadas (Thymus spp., Lavanda spp., etc.). Según las condiciones ambientales y del tipo de preparado el timol puede actuar en mayor o menor medida por evaporación o por contacto. El timol tiene una evaporación muy irregular según la temperatura ambiental. Los vapores de timol matan las varroas cuando se encuentra a unas concentraciones de 5-6 μg/l. Por debajo de los 20ºC la evaporación es muy baja y aumenta por 20 cuando la temperatura pasa de 20 a 35ºC. Con temperaturas demasiado altas la evaporación puede ser excesiva produciendo elevadas molestias en las abejas y a menudo la huida de la colonia. Con temperaturas inferiores a los 18ºC las abejas tienden a formar una bola invernal difi cultando todavía más la circulación de los vapores. Los diversos excipientes y soportes utilizados en los productos elaborados tienen como objetivo atenuar la variabilidad de la evaporación del timol a diferentes temperaturas. Grado de infestación Presencia de abejas con alas deformadas % de infestación crías % de infestación abejas Muerte natural por día Población aproximada de varroa Muy ligera Ligera -/ Mediana Moderada Grave Muy grave Tabla 2. Grado de infestación de varroa en relación a los porcentajes de cría, abejas o caída por muerte natural. 13 Mediante la repetición del tratamiento o favoreciendo la evaporación lenta del producto. FICHATÉCNICA 08

9 Los vapores de timol pesan más que el aire y, por lo tanto, tienden a bajar. Eso hace que los tratamientos con este producto se tengan que situar en la parte superior de la colmena, a bajo el tapacuadros, para, de esta manera, conseguir que los vapores se dispersen por el interior de la colmena. En colmenas de tipo Layens, que tienen los cabezales de los cuadros juntos, se puede optar por situar los tratamientos entre los cuadros o en la parte superior retirando un cuadro de la caja y dejando espacios entre los cuadros. La variabilidad en la evaporación del timol hace que sea esencial la valoración de qué tipo de formulación y soporte se utiliza y en qué época y temperaturas se realiza el tratamiento. Ácidos orgánicos. Los ácidos fórmico, oxálico y láctico son compuestos químicos orgánicos presentes en la naturaleza. Los encontramos en mayor o menor proporción en la miel 14 y en otros alimentos. El ácido oxálico. Tiene una elevada efi cacia, resultando muy efectivo en el control de la varroa en las épocas sin puesta. Se puede utilizar en polvorización, en gota gruesa o por sublimación de los cristales del ácido. Durante su manipulación y aplicación, fundamentalmente cuando se utiliza en polvorización, es recomendable protegerse con careta con fi ltro especial para ácidos. El tratamiento en gota gruesa es utilizado por muchos apicultores en Italia. Se prepara el ácido en forma de jarabe con azúcar que se aplica con una jeringa sobre la parte superior de los cuadros. El ácido fórmico. Hay que tomar precauciones estrictas en su utilización, ya que es muy volátil y tiene un elevado nivel de toxicidad para el aplicador. Este ácido puede también afectar a las varroas en fase de reproducción que se encuentran en celdas operculadas. Es efectivo también para eliminar los ácaros parásitos de las tráqueas (Acarapis woodi). Normalmente es aplicado con difusores que regulan la evaporación del ácido y permiten hacer tratamientos de larga duración. El ácido láctico. Es un producto de muy baja toxicidad que se puede aplicar directamente en polvorización sobre la abeja de los cuadros. En presencia de cría tiene una baja efi cacia. En aplicaciones durante el paro invernal, normalmente se utiliza como tratamiento complementario con otros productos o métodos de control de varroa. a.2) Otros sistemas de tratamiento Cría dirigida de abejones. Con esta práctica se puede reducir la población de varroas al favorecer artifi cialmente la cría de abejones para posteriormente destruirla. Este sistema se basa en la constatación de que la varroa se reproduce con más facilidad en las celdas de cría de abejón, ya que su ciclo de reproducción es 3 días más largo que el de las obreras. Se puede provocar la cría de abejones incorporando cuadros con láminas de cera estampada del tamaño del macho. Otro sistema sería la colocación de un cuadro de una medida más pequeña, Langstroth o de alza de Dadant, en un cuerpo de cría de una medida superior Dadant o Langstroth, respectivamente. En el espacio vacío que queda bajo el cuadro formará fácilmente un panal de zánganos. Se puede utilizar este sistema como técnica de control complementaria a otros tratamientos. Puede ser especialmente útil en épocas con elevadas temperaturas que por el exceso de evaporación no se puedan realizar otros tratamientos. Hay que ser muy estrictos en el control y destrucción de la cría de abejón antes de su nacimiento, ya que sino se puede favorecer la multiplicación de la población de varroa. Reducción del tamaño de las abejas. Diversas investigaciones han comprobado que el tamaño de las abejas es un factor que determina notablemente los niveles de infestación de la varroa. De hecho la abeja índica 15 (Apis cerana) y la abeja africanizada 16 son de tamaño más pequeño que la actual Apis mellifera y los efectos que tiene la parasitación de varroa sobre ellas es leve, no afectando a la viabilidad de las colonias. La apicultura moderna desarrolló a fi nales de siglo XIX y principios del XX la utilización de las hojas de cera estampada con una medida de celda de unos 4,7 mm, esta medida de celda daba lugar a abejas de medida bastante pequeñas. Con el afán de incrementar la producción en años sucesivos se fue aumentando la medida de las celda hasta 5,4 mm (medida normalizada actual) y, en algunos casos, hasta 5,7 mm mientras que en panales de enjambres silvestres la medida media es de 4,9 mm. El aumento de la medida de las celdas ha comportado un aumento de la medida de las abejas superior a lo que se considera óptimo para la especie. Otro aspecto que se cuestiona es la medida estándar de separación entre cuadros, que es de 3,5 a 3,7 cm cuando en enjambres silvestres es entre 3,3 y 3,4 cm. Los dos aspectos, el incremento de la medida de la celda y la distancia entre cuadros, han comportado una menor densidad de cría y, en consecuencia, una temperatura inferior en el nido de cría. 14 La proporción varía entre 5 y 600 mg/kg para el ácido fórmico, entre 1 y 225 mg/kg en el oxálico y entre 10 y 386 mg/kg en el láctico. 15 Es una de las especias de abeja propia de la India y el sureste asiático. 16 Híbrido entre abejas de origen europeo (Apis mellifera ligustica o Apis mellifera mellifera) y la abeja africana (Apis mellifera scutellata) que se ha extendido rápidamente por buena parte del continente americano. 09 FICHATÉCNICA

10 La duración del ciclo reproductivo de la abeja es de 21 días, cuando con abejas de medida pequeña y con temperaturas más altas (>35ºC) se puede reducir a 19 o 19,5 días. Con temperaturas superiores y con ciclos reproductivos más cortos la varroa no se puede reproducir tan fácilmente. El planteamiento que presenta este sistema es la progresiva reducción del tamaño de las abejas el cual se considera propio de la especie en estado silvestre. Para conseguirlo, se puede utilizar en una primera etapa hojas de cera estampada de 5,1 mm y en una segunda hasta el tamaño considerado original de 4,9 mm. b) ) Síndrome de desabejamiento de las colmenas Desde hace algunos años, en numerosos lugares de Europa y de Norteamérica, se han detectado mortandades anormales de colmenas por la desaparición de abejas recolectoras y el debilitamiento general de las colonias. Las investigaciones señalan una o diversas causas, entre las cuales encontramos: La muerte de abejas por intoxicación con plantas procedentes de semillas tratadas con insecticidas, concretamente por el imidacloprid y el fi pronil. La llegada de una nueva enfermedad producida por el protozoo Nosema ceranae. Problemas nutricionales, fundamentalmente causados por défi cits proteicos por falta de diversidad en el aprovisionamiento de polen por causas climáticas. Sistemas de producción que producen un elevado estrés en la colonia. Defi ciente control de la varroasi y consecuente debilitamiento de las colonias. Acción secundaria como vector de virus y como agente inmunodepresor. Presencia de OGM. Acción negativa de las ondas electromagnéticas y de las radiaciones emitidas por la telefonía móvil. El colectivo científi co todavía no se ha puesto de acuerdo en acotar la causa del desabejamiento. A pesar de esta situación, algunas investigaciones (Puerta et al., 2007) descartan que pueda ser útil la aplicación de antibióticos contra Nosema cerenae. Se considera que Nosema cerenae actúa como enfermedad factorial que, a pesar de estar presente en algunas zonas de la Península, no presenta síntomas si la abeja no está debilitada por otras causas. CALIDAD DE LOS PRODUCTOS DE LA COLMENA El cumplimiento de la normativa de la producción apícola ecológica determina ya la obtención de miel y otros productos de la colmena con un elevado nivel de calidad. Sin embargo, hay que ser escrupulosos con algunos aspectos relativos a la obtención y el manejo de estos productos: Evitar realizar tratamientos, con los productos autorizados para el control de varroa, en exceso de dosifi cación o que entren en contacto con la miel. El exceso de residuos de los ácidos orgánicos, timol o aceites esenciales pueden hacer variar el sabor y calidad de la miel. Controlar el grado de maduración de la miel brescada. Evitar recolectar mieles insufi cientemente maduras, con un porcentaje elevado de celdas no operculadas, que puedan fermentar. El contenido normal de agua en la miel, para conservarse correctamente, está entre 17,5 y el 18,6% 17. Se puede medir fácilmente el grado de humedad de una miel dudosa utilizando un refractómetro. No calentar la miel o evitar que se caliente por encima de los 40ºC y comercializarla con el sufi ciente frescor. Los parámetros 18 que mejor cuantifi can la calidad de la miel y que determinan el grado de frescor o un calentamiento excesivo son la actividad enzimática de α-glucosidasa y la actividad de la glucosa oxidasa (Muntané et al., 1997). Determinar correctamente la denominación monofl oral de las mieles comercializadas, utilizando criterios adecuados de caracterización. Asegurar una correcta higiene de las colmenas mediante la periódica renovación de la cera y la sustitución, o desinfección de los cuadros y otros elementos de las colmenas deterioradas. Evitar, en el interior de la colmena, el uso de pinturas u otras sustancias diferentes del propóleos, la cera o los aceites vegetales. Utilizar, en el envasado de la miel, extractores, maduradores y el resto de útiles de acero inoxidable o ex- 17 En la Norma de calidad relativa a la miel (Real Decreto 1049/2003) el porcentaje máximo de humedad es del 20% y excepcionalmente para las mieles de brecina (Calluna vulgaris) de un 23%. 18 En la Norma de calidad relativa a la miel (Real Decreto 1049/2003) se mide la calidad enzimática de la miel con el índice de la diastasa y el contenido de HMF (hidroxitilfurfural). FICHATÉCNICA 10

11 cepcionalmente de otros materiales aptos para usos alimenticios. Para los lavados de manos y herramientas, hay que utilizar siempre agua potable para evitar contaminaciones de la miel. GLOSARIO. TERMINOLOGÍA ESPECÍFICA DE APICULTURA Abeja: Insecto social adulto de la familia de los ápidos que vive en enjambres y se explota principalmente para la producción de miel. Este término designa, especialmente al individuo hembra. Abejón: Abeja macho. Sinónimo: zángano Alza: Cajita suplementaria con cuadros móviles que se sitúa encima del cuerpo o cámara de cría en las épocas de producción con el objeto de aumentar la capacidad de almacenaje de miel en la colmena. Ámago: Polen guardado en las celdas del panal en forma húmeda o de ensilado y utilizado como reserva alimenticia para las larvas. Brescar: Cortar los opérculos para abrir las celdas y poder extraer la miel. Cortar o sacar panales en las colmenas fi jistas tradicionales. Cámara de cría: Espacio inferior de la colmena provista de alzas donde hay los panales que contienen la cría. Sinónimo: cuerpo de cría. Celda: Cada uno de los pequeños compartimentos hexagonales que construyen las abejas a fi n de que se desarrollen los huevos y las larvas hasta el estado adulto o para almacenar la miel y el polen. Cera: Sustancia secretada por las abejas obreras, con la cual construyen los panales. Colmena: Habitáculo artifi cial destinado a alojar un enjambre de abejas que permite fácilmente el aprovechamiento de la miel y de la cera que elaboran. Colmena fijista: Colmena tradicional sin cuadros que consiste en una cavidad, normalmente un tronco vaciado o un recipiente de corcho, de barro o de caña, en cuyo interior las abejas fabrican los panales. (En algunos lugares del norte de Cataluña se utiliza también este término como sinónimo de la colmena con cuadros móviles). Colmenar: Lugar donde hay las colmenas. Colonia: Unidad social de las abejas integrada por la reina, las obreras, la cría y los abejones. Cría: Conjunto de los huevos, las larvas y las ninfas de una colonia de abejas. Cuadro: Cada uno de los elementos móviles de forma rectangular de las colmenas. Normalmente son de madera y construidos con un alambre para sujetar la hoja de cera estampada o el panal. Deriva: Desviación o confusión de algunas abejas introduciéndose en las colmenas vecinas. Enjambrar: Hacer formar de manera artifi cial, a un grupo de abejas de una colmena muy poblada, un enjambre para que colonice otro. Enjambrazón: Formación espontánea de un enjambre, habitualmente cuando la población y las reservas de una colonia son elevadas, para formar otra colonia. Enjambre: Grupo numeroso de abejas integrado por la reina, las obreras y los abejones, que sale de una colmena para constituir una nueva colonia. Extractor: Aparato centrifugador que se utiliza para extraer la miel de los panales sin destruirlos. Fumador: Aparato donde se hace quemar un combustible que haga humo y que sirve para amansar las abejas y manipularlas con comodidad mientras se llevan a cabo las diferentes operaciones en la colmena. Hoja de cera estampada: Lámina rectangular de cera grabada por ambos lados con bases hexagonales que imitan el fondo de las celdas de los panales, que se instala en los cuadros de la colmena a fi n de que las abejas la completen. Jalea real: Sustancia nutritiva, fl uida y transparente, rica en glúcidos, proteínas y vitaminas, que las obreras nodrizas jóvenes segregan para alimentar las larvas en los primeros días de vida y las reinas. Melado: Tipo de miel procedente de las melazas exudadas por algunos insectos chupadores, fundamentalmente pulgones. Mesa de vuelo: Espacio horizontal próximo a la piquera que las abejas utilizan para elevarse o aterrizar en sus vuelos. Miel: Sustancia viscosa dulce, elaborada por las abejas en una distensión del esófago a partir del néctar, que depositan en las celdas del panal para que se alimenten las larvas y las abejas adultas. Néctar: Líquido azucarado que secretan muchas plantas y que las abejas recolectan chupándolo para alimentarse, ya sea directamente o a través de la transformación a miel. 11 FICHATÉCNICA

12 Opercular: Tapar con los opérculos las celdas del panal. Opérculo: Tabique pequeño de cera que cierra las celdas del panal cuando están llenas de miel, polen o cuando hay ninfas. Panal: Estructura de cera constituida por una multitud de celdas prismáticas hexagonales que construyen las abejas para depositar la miel, el polen y para desarrollar la cría. Pillaje: Acción ocasional que pueden realizar las abejas de apropiarse y recolectar la miel de otras colmenas o durante las tareas de brescar. Piquera: Agujero de entrada y salida a la colmena que sirve a las abejas como superfi cie de despegue y aterrizaje. Polen: Polvo formado en la antera de las plantas, que las abejas recolectan almacenándolo en el tercer par de patas para alimentarse, y que guardan en la colmena en forma de ámago. Propóleos: Sustancia resinosa que las abejas fabrican, utilizada como cemento, aislando o impermeabilizando para mantener la colmena y para recubrir el cuerpo de los pequeños animales muertos dentro de la colmena. Reina: Hembra fértil de una colonia de abejas que, una vez fecundada, sólo se dedica a poner y a mantener la cohesión de la colonia. Separador de reina: También se llama excluidor. Verja situada entre las alzas y la cámara de cría de una colmena para evitar que la reina pueda pasar a las alzas y poner, dejando pasar a las obreras. Trampa de polen: Dispositivo consistente en un pasadizo y una rejilla de intercepción por donde pasan las obreras recolectoras y que retiene el polen que transportan. BIBLIOGRAFÍA ALBERT, J. Cómo controlar la varroa. La fertilidad de la tierra. N. 11 (invierno 2003), p EGUARAS, M. FLORIS, I. SATTA, A. BOLOGNESI, A. VELIS, G. MARIANI, F. Manejo orgánico de la varroosis en colonias de abejas con presencia de cria permanente. Vida Apícola, nº 131 (Mayo-Junio 2005), p º FLORES, J.M. PADILLA, F. GÓMEZ, A. PÉREZ, A. Diagnóstico de varroa Vida Apícola, nº 143 (Mayo-Junio 2007), p JEAN-PROST, P. Apicultura. 3ª Edició. Madrid: Mundi-Prensa. (1989). MENDIZÁBAL, F. Abejas. 1ª Edició. Buenos Aires: Albatros. (2004). MIRANGELS, E. Sanitat de les abelles. Agro-cultura, n. 21 (tardor-hivern ), p MUNTANÉ, J. SERRA, J. SOLIVA; M. Nous criteris de qualitat per a la mel. Escola Superior d Agricultura de Barcelona. (1997). PUERTA, F. RUIZ, J.M. FERNÁNDEZ, J.M. ARENAS, M.P. Síndrome de Despoblamiento de Colonias. Situación de las investigaciones. Vida Apícola, n. 145 (Setiembre-Octubre 2007), p SAENZ, C. i GÓMEZ, C. Mieles españolas: Características e identifi cacion mediante el análisis del polen. Madrid: Mundi-Prensa. (2000). SIMÓN, M. I MIRÀNGELS, E. L ús del timol per tractar la varroa. Agro-cultura, n. 26 (estiu 2006), p CRÉDITOS Autor: Manel Simón Vallmajor. Revisión: Servicio de Producción Agrícola (Producción Agraria Ecológica). DAR, Corrección lingüística: Joan-Ignasi Elias Cruz. FICHATÉCNICA 12