LAS AVES URBANAS 1.- LAS URBES: ECOSISTEMAS NUEVOS

Transcripción

1 Autor artículo: José María González Cachinero. Fotos: F. Javier Molina. LAS AVES URBANAS 1.- LAS URBES: ECOSISTEMAS NUEVOS Las primeras urbes (pueblos y ciudades) se debieron de formar hace años cuando el hombre pasó de cazador-recolector a agricultor-ganadero (Neolítico). Aparecerían nuevos nichos y las aves, con gran capacidad de desplazamiento y adaptación, ocuparían esos huecos vacíos. Hay especies adaptadas desde antiguo a vivir entre humanos; se estima en años los que lleva la Cigüeña blanca criando en edificios, y más de años para la Paloma bravía, mientras que la adaptación de otras aves es reciente, y algunas están actualmente en pleno proceso de traslado desde el campo a la ciudad, y podemos observar en directo este proceso, ej. Estornino negro, Mirlo común, Tórtola turca. La adaptación que las aves presentan hacia la vida urbana varía de unas especies a otras. Algunas utilizan las ciudades de modo ocasional, ej. Alcotán, Carraca, Martín Pescador. Otras las utilizan todos los años pero sólo en algunas fases de su ciclo diario, bien nidificando en ellas pero alimentándose fuera de la urbe (ej. Cigüeña blanca, Estornino negro, Cernícalo primilla) o permaneciendo durante el día en el campo y yendo a la urbe sólo para dormir (ej. en nuestro país el Estornino pinto y Lavandera blanca durante el invierno), lo que indica en ambos casos una adaptación parcial al medio urbano. Por último, hay especies que utilizan la urbe de modo permanente y desarrollan todo su ciclo diario en ella; las especies que pasan la primavera y verano en nuestras latitudes viven en ellas durante toda esa época (ej. Vencejos común y pálido, Avión común) y las que son sedentarias habitan las urbes durante todo su ciclo anual (ej. Gorrión común, Paloma bravía); éste grupo es el que presenta una adaptación mayor pues han conseguido desarrollar en este nuevo hábitat todas las facetas de su vida diaria: comer, anidar, dormir, etc. Las diferencias en las adaptaciones aparecen no sólo entre especies sino también entre poblaciones de una misma especie. En Dortmund y Kiel (Alemania) los Mirlos comunes urbanos viven allí durante todo el año pero su éxito reproductivo es menor que en los Mirlos del campo, y las poblaciones urbanas sólo se mantienen por inmigración de ejemplares campestres. Por el contrario, en otras ciudades se ha alcanzado un equilibrio y las poblaciones urbanas de Mirlo reciben pocos inmigrantes, manteniéndose sobre todo por los nacimientos en la propia urbe. El número de especies urbanas aumenta continuamente pues aumentan las superficies urbanas y disminuyen las naturales; poco a poco el medio natural se urbaniza. En España hay unas 280 especies nidificantes de las que un mínimo de 60 anidan en urbes y, de ellas, unas 30 lo hacen en edificios. A pesar de esta diversidad, unas pocas especies muy bien adaptadas dominan numéricamente al comprender un elevado número de individuos respecto a las demás; en Londres anidan unas 35 especies de aves pero el 90 % de todos los individuos son Gorriones comunes o Palomas bravías. La adaptación a las urbes es una garantía de supervivencia para la especie, ej. en Nueva York los Estorninos superan los 50 millones de ejemplares; el Gorrión común, una de las aves más urbanas, vive ya en casi todo el mundo, de modo natural en Eurasia y norte de África pero ha sido introducido en Norteamérica, Sudamérica y Oceanía. 1

2 2.- CARACTERÍSTICAS DE LAS AVES URBANAS NIDIFICACIÓN Aves rupícolas Especies que, en su medio natural, criaban en paredes rocosas verticales lo hacen en las urbes en paredes de edificios; ambas son paredes de roca, una natural y otra artificial, por lo que la adaptación supone cambiar el hábitat, no el lugar de cría. Podemos distinguir, afinando en exceso, tres tipos de emplazamientos en edificios: repisas, agujeros y extraplomos, aunque hay grados intermedios y especies que crían en varios de ellos: - Repisas: ej. la Gaviota tridáctila en el norte de Europa cría en repisas de ventanas de ciudades costeras que sustituyen a las repisas de acantilados; algunas parejas de Halcón peregrino viven en grandes ciudades de Europa y Norteamérica, también en España, criando en repisas de edificios altos como torres de iglesias o chimeneas; el Cernícalo común es común en ciudades y cría incluso en jardineras de balcones. Otras especies: Paloma bravía, Lavanderas blanca y cascadeña, Colirrojo tizón. Cernícalo común - Agujeros: ej. el Cernícalo primilla sustituye los agujeros de cortados por mechinales de edificios y huecos bajo tejas, y es más frecuente en urbes que en el medio natural; el Vencejo común apenas anida ya en el campo, si es que lo hace, y en las urbes cría sobre todo bajo tejas y, en edificios modernos, en las cajas de persianas lo que supone una adaptación a las zonas modernas de una ciudad; el Vencejo pálido aún anida en paredes naturales aunque es más frecuente en urbes; del Vencejo real ya se han hallado los primeros nidos en pueblos españoles. Otras especies: Cárabo, Grajilla, Paloma bravía, Estornino negro, Gorrión común, Carbonero común, Herrerillo común. 2

3 Gorrión común - Extraplomos: ej. la Golondrina común ya sólo cría en edificios; del Avión común aún hay colonias en paredes naturales aunque abunda mucho más en urbes, anidando bajo balcones y aleros. Avión común Aves forestales Aves que viven en bosques y matorrales naturales pueden colonizar las urbes viviendo en sus parques y jardines. Factores que influyen en la diversidad de aves de un parque: - Superficie: a mayor superficie del parque mayor diversidad de aves. - Fisonomía vegetal: hay mayor diversidad de aves si hay más tipos de vegetales, como árboles altos, árboles bajos, matorrales, cañaverales, arbustos, etc. (no más variedad de especies) pues hay más nichos que ocupar. 3

4 - Proximidad al borde de la urbe: a mayor proximidad, mayor diversidad de aves pues algunas especies pueden criar en el parque y alimentarse fuera de la ciudad. Esto permite en algunos parques la existencia de aves que, a priori, no se esperan encontrar, como Alcotán y Carraca. - Uso humano: hay mayor diversidad de aves si el uso humano no es excesivo y hay zonas tranquilas. Tipos de nidificación de aves forestales en un parque o jardín: - Copas de árboles y arbustos altos: incluyen bastantes especies, ej. Verdecillo, Verderón común, Tórtolas turca y común, Paloma torcaz, Urraca, Jilguero, Mirlo común, Zorzal común. En algunos parques ciertas aves crían más alto que fuera de la urbe, para evitar molestias y depredaciones, ej. Verdecillo, Verderón común, Mirlo común. Verderón comun - Huecos de árboles: la proporción de aves trogloditas es muy alta en parques y jardines, más que en los bosques silvestres aunque se desconoce la causa de ello. En parques de Madrid el 52 % de especies nidificantes lo hacen en huecos de árboles (18 especies son trogloditas, 10 anidan en árboles y arbustos altos y 5 en matorrales). Lógicamente, la provisión de oquedades depende de la edad del arbolado. Aves trogloditas: ej. Carbonero común, Herrerillo común, Palomas bravía y zurita, Mochuelo, Autillo, Cárabo, Abubilla, Gorriones común y molinero. Algunas especies que originariamente anidan en huecos de árboles también lo pueden hacer en las urbes en otros tipos de oquedades, como edificios, ej. Estornino negro, Carbonero común, Herrerillo común, estos dos últimos incluso en buzones particulares. - Matorrales bajos: comprende escasas especies debido a las molestias de personas y riesgo de depredación; sólo aparecen aves si hay zonas tranquilas; ej. Currucas capirotada y cabecinegra, Ruiseñor bastardo, Mirlo común. - Suelo: aves casi ausentes por molestias humanas y depredación, ej. Ruiseñor común. 4

5 Aves acuáticas Especies que anidan en ríos y lagunas naturales lo pueden hacer en estanques artificiales en urbes. La diversidad de este grupo en las urbes es escasa aunque en los hábitats naturales es alta. Ej. Ánade real, Cisne vulgar, Gallineta común, Focha común, Lavandera blanca, Lavandera cascadeña. Otras acuáticas que crían en cortados costeros pueden hacerlo en edificios costeros, ej. Gaviota tridáctila (ya señalada), la Gaviota patiamarilla comenzó a criar en ciudades costeras de la península Ibérica en el norte, sobre todo Galicia y Asturias (Coruña, Vigo, Gijón: más de 500 parejas cada una) pero en los últimos años también en ciudades mediterráneas (La Línea, Valencia, Málaga: más de 200 parejas). Lavandera blanca ALIMENTACIÓN Algunas aves que anidan en las urbes se alimentan fuera de ella, ej. Cigüeña blanca, Estornino negro, mientras que otras, mejor adaptadas a los medios urbanos, no necesitan salir de pueblos y ciudades para alimentarse, ej. Gorrión común, Mirlo común, Avión común. Principales tipos de dieta: a.- Insectívora Los insectos están presentes en las urbes aunque no son abundantes. Igual que en el campo, en invierno desaparecen de las urbes los insectos activos quedando como huevos, pupas o adultos aletargados. Hay aves insectívoras que son estivales, ej. Ruiseñor común, Avión común, Vencejo común, y otras son sedentarias, ej. Mirlo, Petirrojo (en algunas zonas), Curruca capirotada y cabecinegra, pero en invierno deben cambiar a una dieta vegetal por falta de insectos; el Mochuelo complementa la ausencia temporal de insectos con pequeños roedores. Los insectos en vuelo son capturados por Golondrinas comunes, Aviones comunes y Vencejos comunes y pálidos que cazan a distinta altura (citados de menor a mayor altura), utilizan distinto nicho reduciendo la competencia y utilizando mejor los recursos alimenticios disponibles. La iluminación nocturna en urbes permite a algunas aves alargar el periodo de caza, ej. Cernícalo primilla, Autillo. 5

6 b.- Granívora-frugívora Este grupo de aves es más abundante en las urbes que el anterior, y se suelen localizar en parques y jardines, donde existe una mayor variedad de frutos y semillas, tanto de arbustos como de árboles. Este recurso es utilizado tanto por aves granívoras como por otras omnívoras, y permite mantener una población de aves sedentaria, que incluso aumenta con la llegada de invernantes. Aves granívoras-frugívoras: ej. Verderón común, Verdecillo, Pinzón vulgar, Jilguero, Paloma bravía y torcaz. Especies que son insectívoras en primavera y verano también acceden a este recurso en otoño e invierno. Paloma bravía Los depósitos de grano que se dan en los extrarradios urbanos y puertos permiten la concentración de especies granívoras que comen en el suelo, ej. Paloma bravía, Tórtola turca, Gorrión común. Algunas especies han sabido aprovechar tan bien la abundancia de alimentote las urbes, y otras ventajas de este hábitat, que han aumentado su población hasta formar plagas. Esto sólo ocurre en especies granívoras u omnívoras que sacan provecho de la abundancia de semillas en las ciudades y su periferia. Son muchas las ciudades europeas con más de Palomas bravías, lo que ocasiona problemas pues dañan edificios y monumentos con sus excrementos que corroen la piedra; las Palomas llevan numerosos parásitos externos e internos como el virus de la ornitosis, presente en 2/3 de las Palomas de Paris; por todo ello es preciso controlar estas poblaciones. c.- Omnívora Algunas especies son omnívoras, alimentándose tanto de presas animales como de otras de origen vegetal. Esta dieta mixta la pueden tener durante todo el año o bien, como ya se ha señalado, predominar la fracción animal durante la primavera y verano mientras que la fracción vegetal predomina durante otoño e invierno. Aves omnívoras son el Mirlo común, Zorzal común, Currucas capirotada y cabecinegra, Estorninos negro y pinto, Gorrión común, Petirrojo. Residuos urbanos: En las últimas décadas los residuos urbanos (basuras) constituyen una fuente 6

7 alimenticia abundante, fácil de obtener y predecible, utilizada por muchas especies, sobre todo en invierno cuando escasean otros recursos alimenticios. Aunque las concentraciones de residuos se localizan en la periferia de las urbes, se tratan aquí puesto que se originan en ellas. La presencia de residuos urbanos ha provocado algunos cambios en ciertas especies: - Aumento poblacional: esto ocurre cuando la escasez de alimento era el principal factor limitante que controlaba la población. La Gaviota patiamarilla ha aumentado mucho al aprovechar este recurso tanto en basureros como en puertos. - Aumento de la invernada: algunas especies aumentan su invernada al tener disponible este alimento también en invierno. Más de Gaviotas reidoras invernan en Madrid, alimentándose en basureros y durmiendo en embalses, la mortalidad invernal ha disminuido y las colonias reproductoras se sitúan cerca de los basureros. La invernada de Cigüeña blanca en la península Ibérica, antes esporádica, es ya abundante y en inviernos se alimenta en gran medida en basureros. Otras especies que utilizan los residuos urbanos, incluidas algunas que no son aves urbanas, son: Grajilla, Urraca, Milanos negro y real, Garcilla bueyera, Estorninos negro y pinto FACTORES CLIMÁTICOS Y CAMBIOS DE COMPORTAMIENTO En las urbes el microclima es más favorable que en el exterior debido a: - vientos menos fuertes debido a los obstáculos de los edificios. - temperaturas más elevadas en invierno debido a las calefacciones y vehículos, con lo que la biomasa consumible para las aves en invierno es mayor, y la floración es algo más precoz en ciudades que en el campo. Estos factores climáticos traen a veces cambios de comportamiento en las aves: - Aumento del sedentarismo: en algunas especies, ej. Mirlo común, se ha visto que los ejemplares urbanos son menos migradores que los campestres. Mirlo común - Aumento de la invernada urbana: este microclima más favorable debe contribuir a la llegada de especies para invernar en las urbes, ej. Petirrojo, Curruca capirotada, Lavandera blanca, Colirrojo tizón, Gaviota reidora, Focha común. En esta época destacan las 7

8 urbes como lugares donde instalar dormideros, que llegan a concentrar centenares o miles de ejemplares en unos pocos árboles de hoja perenne, ej. Estornino pinto: miles de individuos en diversas ciudades españolas, Lavandera blanca: centenares de ejemplares en Granada. - Modificaciones reproductoras: se ha visto en aves urbanas un desarrollo gonadal precoz respecto a aves de fuera de las urbes. En Estornino, Palomas torcaz y doméstica se ha visto que los que invernan en urbes anidan antes que los que invernan en el campo. Algunas especies realizan más puestas en los ejemplares urbanos que en los del campo, ej. Paloma bravía hasta seis puestas anuales, por lo que el periodo de cría se alarga, incluso en invierno PREDACIÓN Las urbes no presentan condiciones para la existencia de un número elevado de depredadores de aves. - Hay predadores que no son aves: Gatos cimarrones, Ratas y Garduña; en una localidad de Badajoz, el Cernícalo primilla sólo cría en edificios aislados, sin tejados colindantes para evitar depredadores terrestres. En algunos parques el Lirón careto destruye puestas de aves. - Hay pocos predadores que sean aves. La Lechuza común y Cárabo habitualmente cazan roedores pero también aves, hay individuos que se especializan en aves urbanas, incluso pájaros enjaulados, en algún caso hasta un 93 % de las presas de estas rapaces eran Gorriones comunes; el Cernícalo común puede cazar pájaros y también hay individuos especializados en capturar aves de jaula; el Halcón peregrino que vive en ciudades se alimenta de Palomas y Gaviotas. Cárabo común La escasez de predadores produce algunos efectos en sus presas: - Mayor longevidad: en Mirlo común se ha observado mayor longevidad en ejemplares urbanos respecto a campestres, y se cree que la escasez de depredadores debe ser una de las causas. - Mayor confianza hacia el hombre: la escasez de predadores provoca falta de temor que se manifiesta en una menor distancia de huída respecto al hombre, que es 8

9 cazador en el campo pero no en las urbes. La Golondrina común posada en un cable a veces permite pasar bajo ella; patos salvajes invernantes en estanques urbanos permiten más acercamiento que si están en el campo, incluso se les puede alimentar; los Mirlos urbanos son menos esquivos que sus parientes campestres; los Gorriones comunes presentan menor distancia de huida en ciudades grandes que en ciudades pequeñas, y en éstas menor que en el campo. - Supervivencia de individuos anómalos: la escasez de depredadores provoca que puedan sobrevivir y reproducirse individuos de las aves-presa que están enfermos, con taras, inexpertos o con colores no típicos, incluso albinos; en Palomas bravías no son raros los ejemplares con plumaje defectuoso, dedos deformados o sin ellos. La presencia de depredadores, ej. Halcón peregrino para las Palomas, beneficia a la especie al eliminar a estos individuos. 3.- BIBLIOGRAFÍA ALONSO, J. & PURROY, F Avifauna de los parques de Madrid. Naturalia Hispanica, 18. ICONA. 102 pags. DE JUANA, E. & GÓMEZ, L Gaviotas en Madrid. Vida Silvestre, 47. ICONA: DIAZ, R. & DIEZ, I Las Aves Urbanas. Penthalon ediciones. 138 pags. DORST, J Las Aves Urbanas. En: Las aves en su medio ambiente, tomo 14. Historia Natural Destino. Ed. Destino: GÁMEZ, I El Parque Isabel la Católica: refugio de aves acuáticas. Vida Silvestre, 51. ICONA: GOODERS, J La observación de las aves en la ciudad. En: Ornitología: guía práctica para el aficionado. Ed. Martínez Roca: MANRIQUE, J Ciudades y pueblos. En: Las aves de Almería: Instituto de estudios almerienses.: OBREGÓN, F.; CARPINTERO, S. & SÁNCHEZ, F Las aves de los medios urbanos. Quercus, 56: REDONDO, J Tamaño de grupo y distancia de huída en el Gorrión común (Passer domesticus) con relación a la densidad de población humana. Ardeola, 38 (1): RODRÍGUEZ, F Cuadernos de campo: Pájaros del medio urbano. Ed. Marín. 9