la sabiduría y experiencia de sus mayores, pero sólo si consiguen incorporarlas a su agenda de desarrollo.

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1 PALABRAS DIRECTORA NACIONAL COMO JEFA DE LA DELEGACIÓN DE CHILE ANTE LA 3ª CONFERENCIA INTERGUBERNALMENTAL DE ENVEJECIMIENTO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE Quisiera agradecer en nombre de Chile, al Gobierno de Costa Rica, a través del Consejo Nacional para la Persona Adulta Mayor, CONAPAN y a la Comisión Económica para América Latina y El Caribe, CEPAL, por este esfuerzo conjunto de realizar en este hermoso país la 3ª Conferencia Intergubernamental de Envejecimiento en América Latina y El Caribe, conocida como Madrid + 10, además traigo un caluroso saludo del pueblo de Chile. Primeramente señalar que el envejecimiento de la población es un hecho ineludible. Chile es una nación que se encuentra en una transición demográfica avanzada hacia el envejecimiento poblacional. Hoy existen 2.6 millones de chilenos mayores de 60 años, lo que representa el 15% de la población del país y la esperanza de vida ha aumentado considerablemente, acompañada por una disminución de la tasa de natalidad. Si bien el envejecimiento de la población es un indicador de desarrollo que refleja el mejoramiento de las condiciones de vida que permiten que las personas puedan vivir más, es importante analizar cómo lograr que esos años también se vivan mejor. Los desafíos se deben transformar en oportunidades para mejorar la calidad de vida de las personas mayores. A pesar de todos los esfuerzos realizados en el país, en materia de vejez podemos señalar que de cada 10 personas mayores de 60 años, 9 no saben ocupar internet, 8 no tienen educación escolar completa, 5 declaran dificultades para desplazarse en la ciudad producto de infraestructura inadecuada, 3 reportan alguna forma de maltrato y solamente 3 señalan estar muy felices con su vida en general. Cuando la vida se alarga y aumenta la proporción de adultos mayores, las sociedades pueden engrandecerse con

2 la sabiduría y experiencia de sus mayores, pero sólo si consiguen incorporarlas a su agenda de desarrollo. La Comunidad Internacional ha reaccionado al fenómeno del envejecimiento a través de dos Asambleas Mundiales, Austria 1982 y Madrid en América Latina y El Caribe, ha realizado dos reuniones Intergubernamentales de Seguimiento al Plan de Acción de Madrid, Santiago de Chile 2003 y con renovado entusiasmo en Brasilia 2007, Conferencia conocida como la Declaración de Brasilia, en que los Gobiernos, además de presentar los avances nacionales en la implementación de la Estrategia Regional sobre el Envejecimiento, se plantearon la posibilidad de solicitar una Convención sobre los Derechos Humanos de las Personas de Edad en el seno de Naciones Unidas, cuestión que con posterioridad se planteó también en el marco Interamericano, es así como hoy se cuenta ya con un Borrador de Proyecto de Convención Interamericana, presentado a la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, OEA. El Gobierno de Chile, ha mantenido inalterable su apoyo a la posibilidad de contar con una Convención Internacional jurídicamente vinculante para los Estados, tanto en el ámbito Universal como Interamericano, puesto que estamos convencidos que el aporte de una Convención está dado, no sólo por los derechos en ella contenidos, sino también por la toma de conciencia de la sociedad en su conjunto, sobre la importancia y relevancia de temas e intereses específicos de las personas mayores y los procesos de envejecimiento poblacional. En Chile el 78,4% de la población sostiene que el país no está preparado para el envejecimiento. En cuanto a las políticas públicas implementadas a partir de Madrid 2002, a la fecha, Chile tiene una amplia trayectoria en relación a los desafíos que plantean el envejecimiento de la población y los derechos de las personas mayores, desde las primeras respuestas de los años noventa, pasando por el enfoque de integración social de la segunda mitad de la década, hasta llegar actualmente a la definición de un enfoque de derechos, en el marco de un sistema de protección social.

3 Un avance muy importante en esta materia, es la entrada en funciones del Servicio Nacional del Adulto Mayor, SENAMA (creado mediante la ley ), a partir del año El SENAMA ha vivido un proceso de desarrollo institucional, intensificando su fortalecimiento en materia de recursos humanos, formulación y coordinación de políticas e implementación de nuevos programas, organización y descentralización. Es así como en esta década de existencia SENAMA ha aumentado 10 veces su presupuesto. En materia de recursos humanos, también el crecimiento ha sido importante, desde 30 personas el año 2003 a 218 el Aumento que representa 6 veces su personal inicial, destinado a potenciar el trabajo en todas las regiones del país y que solamente ha representado un 20% del presupuesto total de SENAMA. Sin duda el cambio de supervigilancia de SENAMA desde un Ministerio Político como el Ministerio Secretaría General de la Presidencia a uno eminentemente social, como el Ministerio de Desarrollo Social, a mediados del 2011, constituye un importante cambio de enfoque. En términos concretos implica que el sistema de protección social alberga un piso mínimo de bienestar para toda la población, desde la infancia hasta la vejez, conformando una amplia red de programas sociales con fuertes lazos a las políticas sectoriales y transversales. Con la creación del nuevo Ministerio de Desarrollo Social se ha buscado potenciar la acción intersectorial, instalando mecanismos específicos de coordinación al interior del organismo ministerial a cargo de la política social en el país, fortaleciendo los sistemas de información social disponibles. Lo anterior concuerda con los requerimientos y las necesidades planteadas por SENAMA. Estos indicadores y reformas dan cuenta del compromiso sostenido del Estado de Chile de incluir la temática de la vejez y el envejecimiento en la Institucionalidad pública el país y luego consolidar a SENAMA como el ente rector de las políticas de envejecimiento y vejez.

4 La preocupación del Estado por la vejez y envejecimiento también se ha visto reflejada en Chile el año 2008, a través de la Ley de Reforma Previsional, estableciendo un Sistema de Pensiones Solidarias que beneficia a quienes: No se han incorporado a un sistema previsional. No tienen derecho a pensión. No han logrado reunir los fondos necesarios para financiar una pensión digna, por lo que con un enfoque universal, se otorgan pensiones a adultos mayores. En materia de pensiones, y a partir de noviembre del año 2011, se debe destacar una histórica reivindicación de los pensionados del país, en orden a eximir del pago del 7% de cotización legal para salud a cientos de miles de adultos mayores de bajos ingresos y de clase media del país, que cumplan con los requisitos establecidos en la Ley, haciéndose cargo el Estado de financiar esta cotización. Son beneficiarios de esta rebaja los que recibe la Pensión Básica Solidaria y los jubilados que tengan asociada a su pensión el beneficio de Aporte Previsional Solidario. Como medida de fortalecimiento familiar, se encuentra el Bono Bodas de Oro, en el que se entrega la suma de $ (U$ 510) a la pareja que haya cumplido 50 años de matrimonio. Durante el año 2011 se entregaron bonos. En materia de salud, encontramos la ley Nº , que estableció el Plan de Garantías Explícitas de Salud (GES). El que garantiza a todos los afiliados del sistema público y privado de salud acceso, calidad, oportunidad y protección financiera, en caso de sufrir cualquiera de las 69 patologías definidas por el Ministerio de Salud, 41 de las cuales afectan directamente a adultos mayores. La atención a las patologías incorporadas incluye también las terapias farmacológicas. Asimismo, a través del Ministerio de Salud se realiza un programa de atención domiciliaria a personas mayores con dependencia severa, cuyos beneficiarios deben encontrarse inscritos en el sistema público de salud.

5 En este período también es posible destacar avances legislativos específicos en materia de personas mayores, a través de la dictación de la Ley del Maltrato al Adulto Mayor, que modificó tres cuerpos legales y que tuvo por objetivo, incluir específicamente a las personas mayores como sujetos vulnerables de maltrato y violencia intrafamiliar. La modificación legal de inclusión del maltrato, abuso y violencia al adulto mayor han permitido que a partir de este año SENAMA cuente con un Programa Nacional contra el Maltrato y Abuso al Adulto Mayor, el que tiene como objetivo contribuir a la promoción y ejercicio de los derechos de las personas mayores a través de la prevención, detección y atención del maltrato que los afecta. Esto ha permitido contratar profesionales encargados de esta temática en las 15 regiones de nuestro país. SENAMA además implementa y ejecutas otros Programas, de los cuales parece importante destacar el Fondo Nacional del Adulto Mayor, implementado como un fondo concursable nacional,, diseñado para estimular la participación de personas mayores, financiando proyectos ideados, elaborados y desarrollados por las organizaciones, a través de concursos. En cifras, el 66% de las personas mayores organizadas en el país participan cada año en el Fondo, adjudicándose anualmente al 50% de las organizaciones que concursan. Lo que indica que aproximadamente el 35% de dichas organizaciones, ejecutan año a año un proyecto en el marco de este Fondo. Cuenta con un presupuesto anual de 6 millones doscientos mil dólares. Existen también otros dos componentes del Fondo dirigidos a población dependiente y/o vulnerable. SENAMA ejecuta, a través de un convenio de colaboración con el Ministerio de Vivienda, el Programa de Viviendas Protegidas para Adultos Mayores, que busca resguardar el derecho a techo, brindando una solución integral a personas mayores en situación de vulnerabilidad y con requerimiento habitacional. Contiene un Componente de Establecimientos de Larga Estadía para Personas Mayores, y uno de Viviendas individuales Tuteladas. En ambos se realizan servicios de apoyo y/o cuidados para las personas mayores

6 residentes. Este programa tiene un presupuesto anual de 6 millones doscientos mil dólares. Sin embargo, reconociendo el aporte que los avances reseñados sintéticamente con anterioridad generan en la calidad de vida de las personas mayores, si no se sustentan en un Marco de Acción específicamente diseñado e implementado bajo ciertos principios básicos, compartidos por los ámbitos público y privado y con el aporte fundamental de las propias personas mayores, pueden no cumplir el objetivo para el cual fueron diseñados, producir descoordinaciones y duplicaciones de esfuerzos o no llegar a la población beneficiaria, entre otros problemas. Dado lo anterior, el Presidente Sebastián Piñera definió como uno de los ejes prioritarios de acción en su Gobierno el trabajo relacionado con las temáticas de envejecimiento y vejez, encargando especialmente a SENAMA, a través del Ministro de Desarrollo Social, el impulso de políticas públicas para las personas mayores. De acuerdo a lo anterior, SENAMA articula el trabajo en torno a una Política Integral de Envejecimiento que se genera como respuesta a este mandato presidencial. Política diseñada en base a un proceso ampliamente participativo realizado con la Comisión Especial de Adulto Mayor de la Cámara de Diputados, diversas Universidades, Centros de Estudios y Organismos Internacionales, el Comité Consultivo del Adulto Mayor de SENAMA, Organizaciones de adultos mayores. Considerando además indispensable, el trabajo interdisciplinario que debe estar presente para trabajar integralmente el tema del envejecimiento. Se conformaron equipos de trabajo reuniendo a los actores públicos involucrados en las temáticas de envejecimiento y vejez y, en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social, se creó un Comité Interministerial que congregó transversalmente a todos los Ministerios y Servicios Públicos del país y muy especialmente las organizaciones de adultos mayores.

7 El resultado de este trabajo conjunto, que se desarrolló desde septiembre de 2011 a Abril de 2012, es la Política Integral de Envejecimiento Positivo para Chile. Que propone tres objetivos generales: proteger la salud funcional de las personas mayores, que se orienta a promover el envejecimiento saludable; mejorar su integración a los distintos ámbitos de la sociedad promoviendo el envejecimiento activo e incrementar sus niveles de bienestar subjetivo, a través de prevención y atención del maltrato, combinando estudios, modificaciones legales y atención especializada. Para el cumplimiento de estos objetivos, se requiere de un trabajo multisectorial al que SENAMA se abocará en los años venideros, el que implica el trabajo conjunto de los diversos actores necesarios para implementarla, cuestión que requiere nuevamente de un esfuerzo colectivo, multidisciplinario y multisectorial. La política resume y potencia el trabajo realizado por el Estado hasta hoy, pero más importante aún, genera las sinergias necesarias para abordar adecuadamente el envejecimiento con una perspectiva de futuro. Finalmente, para que este gran esfuerzo sea una realidad dentro de los próximos años, se requiere además la participación directa y activa de las propias personas mayores, sujetos activos en la construcción de su propio devenir.