ALGUNAS FALACIAS CON RESPECTO A LA ARTESANÍA Y A LA ACTIVIDAD ARTESANAL.

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1 ALGUNAS FALACIAS CON RESPECTO A LA ARTESANÍA Y A LA ACTIVIDAD ARTESANAL. CREER QUE SE PUEDE LLEGAR A UN CONCEPTO UNITARIO Y UNIVERSAL DE ARTESANÍA Y DE ARTESANO. Autor: Arq. Alberto de Betolaza Director División Artesanías / Ministerio de Industria, Energía y Minería (Uruguay) Presidente para América Latina del Consejo Mundial de Artesanía. Resumen: Se han propuesto muchas definiciones tendientes a lograr una diferenciación del producto artesanal con respecto al industrial. Seguramente la más encumbrada sea la que surgió del Simposio de Manila de 1997 que fuera adoptada por Unesco. Sin embargo, un análisis de dicha definición permite llegar a que sería una falacia el razonamiento siguiente: Como lo dice Unesco, la definición es verdadera. A partir del reconocimiento de las dificultades que conlleva llegar a una definición precisa, se plantea trabajar en un marco conceptual que supere las limitaciones de la definición del 97 y crear una institucionalidad que establezca responsabilidades en la designación de los productos artesanales, de manera similar a lo que sucede con el otorgamiento de los Certificados de Origen. Palabras clave: Artesanía, producto artesanal, falacia, Manila, Unesco ) Introducción: Con respecto a la palabra falacia, el Diccionario de la Real Academia Española, señala lo siguiente: (Del lat. fallacĭa). 1

2 1. f. Engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien. 2. f. Hábito de emplear falsedades en daño ajeno. Si consultamos una fuente menos prestigiosa, pero muy ilustrativa como es Wikipedia, encontramos algunas reflexiones interesantes: En lógica, una falacia (del latín fallacia, «engaño») es un argumento que parece válido, pero no lo es. Algunas falacias se cometen intencionalmente para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención debido a descuidos o ignorancia. En ocasiones las falacias pueden ser muy sutiles y persuasivas, por lo que se debe poner mucha atención para detectarlas. Hay muchos tipos de falacia y es fácil acceder, a través de internet, a clasificaciones y ejemplos de este tipo de razonamiento que se utiliza en todos lados y a cada momento. Tal como se puede observar, la definición aparece más rica en la medida que la falacia no es un engaño cualquiera ni una mentira flagrante, sino que se trata de una figura de la lógica por la cual un argumento tiene toda la apariencia de una verdad, pero en realidad, no lo es. 1 En la segunda parte del párrafo, la definición se extiende para hacer algunas precisiones con respecto a la intencionalidad de quien introduce la falacia : puede cometerse una falacia por desconocimiento, por confianza excesiva, por seguir un razonamiento erróneo, o directamente con el afán de mentir. Por la razón que sea, cuando se habla de artesanía se cometen muchas falacias. Se podrían citar entre otras: La artesanía se enseña a los niños, por lo tanto, es una actividad sencilla ; 1 Se registran categorías diferentes de falacias que se pueden fácilmente consultar en internet. A efectos ilustrativos se pueden citar algunos ejemplos: Esta película tiene que ser buena porque la ha visto mucha gente ; Tiene que ser verdad porque lo dijo la televisión o porque lo dijo fulano que nunca miente. 2

3 Todos pueden aprender a hacer artesanía, por lo que debe plantearse como la base productiva para salir de la pobreza de los grupos en situación de riesgo. Yendo a las bases conceptuales de la artesanía, y después de muchos años en el tema y de numerosos seminarios, es posible reconocer tantas imprecisiones y razonamientos falsos en las definiciones de artesanía, que es imposible llegar a una satisfacción absoluta. Lógicamente que, en estos casos, no se trata de engaños ni de mentiras, sino de razonamientos deductivos apresurados o sin los fundamentos adecuados donde, muy frecuentemente, la fuerza y validez del razonamiento proviene de la institución o de los técnicos que dieron origen a la definición. Probablemente la definición más prestigiosa que se pueda encontrar actualmente es la que surgió del Simposio UNESCO/CCI "La Artesanía y el mercado internacional: comercio y codificación aduanera, de la reunión de Manila de 1997 y que fuera adoptada justamente por Unesco, a partir de ese momento. Es posible construir entonces el siguiente silogismo: Como la definición fue adoptada por Unesco, entonces es verdadera. Sin embargo, tal como se demostrará a continuación, al cabo de 17 años, la definición es muy rica y presenta tanto fortalezas como debilidades. Tal como se verá a partir del análisis que sigue a continuación, las debilidades son de tal magnitud que permiten aseverar que el razonamiento anterior es una falacia. 2) Análisis de la definición de artesanía de Manila de 1997: El texto que surgió del Simposio, en realidad no define artesanía sino producto artesanal y lo hace de la siguiente manera: 3

4 Los productos artesanales son los producidos por artesanos, ya sea totalmente a mano, o con la ayuda de herramientas manuales o incluso de medios mecánicos, siempre que la contribución manual directa del artesano siga siendo el componente más importante del producto acabado. Se producen sin limitación por lo que se refiere a la cantidad y utilizando materias primas procedentes de recursos sostenibles. La naturaleza especial de los productos artesanales se basa en sus características distintivas, que pueden ser utilitarias, estéticas, artísticas, creativas, vinculadas a la cultura, decorativas, funcionales, tradicionales, simbólicas y significativas religiosa y socialmente." (Unesco, 1997) A los efectos del análisis se seguirá un esquema del tipo FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas), tergiversando un tanto el orden tradicional, que permitirá develar algunas temáticas sobre las que sería de gran interés reflexionar y tomar posición si se quiere avanzar en el desarrollo de la artesanía. 3) Fortalezas: a) La definición de Unesco resume el trabajo de técnicos y especialistas (no es una improvisación). b) El hecho que haya sido adoptada por Unesco la ha transformado en una referencia insoslayable a la hora de hablar de artesanía. c) Se ha mantenido vigente por más de 15 años. d) Trasmite el concepto de producto artesanal que se halla en el imaginario de buena parte de las personas. 4

5 4) Debilidades: De una lectura atenta de la definición, surgen cuestionamientos, limitaciones, omisiones que se relevan a continuación. 1) Los productos artesanales son los producidos por artesanos : No es difícil reconocer aquí una tautología que exigiría, por lo menos, definir qué es artesano. Acá se produce un problema adicional, porque tampoco hay una definición única de lo que es artesano. Incluso es posible asumir que hay varias tipologías de artesano. 2) Luego hace referencia a la utilización de herramientas manuales o incluso de medios mecánicos. Las herramientas manuales se supone que son aquellas realizadas y accionadas con las manos: una pinza, un martillo, etc. Pero se presenta una concesión cuando la definición agrega: incluso por medios mecánicos. Si se busca el significado de la palabra mecánico, se puede leer: Ejecutado por un mecanismo o máquina (RAE) Si en una primera lectura se podría pensar que la definición pone limitaciones en cuanto a la utilización de máquinas simples, en sentido estricto, no hay restricciones, dado que los medios mecánicos incluyen todo tipo de máquinas. Habilita, entonces, a la utilización de instrumentos eléctricos, computadoras, etc. lo cual resulta inobjetable, dado que el artesano no tiene por qué quedar fuera del desarrollo tecnológico. 3) A continuación se lee siempre que la contribución manual directa del artesano siga siendo el componente más importante del producto acabado. En principio aparece como una limitación al uso de máquinas, pero de una gran vaguedad. 5

6 Qué se quiere decir por que siga siendo el componente más importante del producto acabado? Resulta un tanto extraño que no se estipule directamente que la utilización directa de las manos del artesano debe ser fundamental o incluso, debe reconocerse en el producto acabado ya que, muchas veces, apretar el botón correcto puede ser una contribución manual vital para la feliz concreción de un objetivo concreto. Cabe destacar, por otro lado, que no se habla de la importancia de la contribución manual en el proceso de producción, sino en el producto acabado. Parecería que se quisiera expresar que el producto acabado no puede presentar la perfección de lo realizado por las máquinas, sino que debe contener las imperfecciones de aquello que se realiza con las manos, de lo realizado por el ser humano. En cualquier caso, los productos que todos conocemos bajo el nombre de manualidades muestran por definición- una utilización muy significativa de las manos, o sea que hay una contribución manual muy significativa en el producto acabado. Sin embargo, en muchos contextos las manualidades se considera que se hallan fuera de la artesanía, como en un vestíbulo previo y, para acceder al mágico mundo de la artesanía deberían asegurar una transformación sustancial de la materia prima o utilizar procesos de producción de mayor complejidad. Paradójicamente la definición de Manila no plantea absolutamente nada con respeto a los últimos conceptos mencionados que, generalmente, forman parte del concepto de artesanía y que están en la base de la consideración de la artesanía como una actividad productiva que no es de aprendizaje inmediato y que exige talento y profesionalización. 6

7 4) Si bien no se ocupa de la transformación de materia prima, ni tampoco al tipo de proceso productivo, en la oración siguiente la definición hace algunas alusiones en cuanto a las posibilidades de serialización y a las fuentes de donde se obtienen las materias primas y señala: Se producen sin limitación por lo que se refiere a la cantidad y utilizando materias primas procedentes de recursos sostenibles. Seguramente ambas partes de la oración son absolutamente compartibles. Sin embargo, debería realizarse alguna observación en la medida que, en el momento actual, hay una conciencia importante acerca de la sostenibilidad de los recursos que se aplica, tanto a los productos artesanales como a los productos industriales (seguramente mayor que en 1997). Hay mayores controles en numerosos productos industriales provenientes de muchos países, fundamentalmente de Asia y África, fundamentalmente por el posible uso de maderas exóticas, pieles y cueros o bien, por tratarse de elementos patrimoniales. Resulta un tanto paradójico que la definición se ocupe de preservar el medio ambiente, externo al ser humano, pero no haga referencia alguna al uso de determinadas materias primas que pueden afectar la salud humana. Sin duda que, en los 17 años que han pasado desde la aprobación de la definición de Manila, se han aprobado varias medidas tendientes a preservar la salud pública. La prevención en el uso de esmaltes con plomo, pinturas con ingredientes tóxicos, uso de aleaciones con níquel son fundamentales. La introducción de estipulaciones con respecto a la preservación de la salud humana constituye un aspecto a subsanar en una eventual revisión del concepto de artesanía. 5)Al tratar de identificar características distintivas del producto artesanal con respecto a sus símiles industriales, la definición presenta sus aspectos más débiles: 7

8 La naturaleza especial de los productos artesanales se basa en sus características distintivas, que pueden ser utilitarias, estéticas, artísticas, creativas, vinculadas a la cultura, decorativas, funcionales, tradicionales, simbólicas y significativas religiosa y socialmente." Este encuadre es tan general que podrían incluirse cualquier tipo de objetos: desde automóviles hasta lavarropas que, por cierto, muestran características distintivas de tipo funcional y social muy relevantes. Ni qué decir de sus cualidades estéticas, artísticas y creativas que prácticamente definen el diseño de cada época. Se pretende reservar a los productos artesanales un sitial de privilegio dentro de la cultura que, en realidad, sólo mantiene para los amantes de la artesanía, quienes, obnubilados por un supuesto carácter original o primigenio del producto artesanal, no ven que otros productos similares, de carácter industrial, cumplen los mismos roles y forman parte de la cultura de la época. 6) Aparte de las ausencias ya mencionadas, llama la atención que en ningún momento se hable de la manera de concebir el objeto. En efecto, es ya en el momento de la generación del objeto cuando se produce la diferenciación con otras ramas de la actividad productiva que rozan a la actividad artesanal en sus bordes conceptuales. Por un lado, presenta puntos de contacto con la producción industrial, donde los prototipos se realizan artesanalmente, pero son pensados como un modelo a ser repetido de una manera exactamente igual `por medios maquinistas (o mecánicos) y con la menor presencia de la mano del hombre, para evitar errores y para evitar aumentos de costos. Se presentan, por supuesto, casos de difícil definición como la joyería, muebles, textiles hechos a máquina, cerámica de molde realizada en verdaderas cadenas de montaje, etc. Por otro lado, también presenta puntos de contacto con la actividad artística que, en sí misma, se plantea como una exploración expresiva y una voluntad de comunicación. Enfrentados a casos 8

9 concretos aparecen áreas de intersección como son las piezas irrepetibles del llamado arte popular, o tantas obras de artesanía contemporánea que se plantean como exploraciones formales invadiendo, sin lugar a dudas, el terreno generalmente reservado a la escultura. 5) Amenazas: 1) La ausencia de una definición convincente está en la base de algunas limitaciones estructurales que afectan al artesano y al comercio de artesanías y que se presentan como una verdadera amenaza para el desarrollo artesanal. En efecto, al no haber un acuerdo acerca de lo que define y distingue a un producto artesanal, no hay una diferenciación en la nomenclatura que permita distinguir los objetos industriales de los artesanales. 2 (UNCTAD) Tampoco a nivel del Mercosur se ha podido aprobar una reglamentación que permita facilitar el pasaje de frontera de los objetos artesanales, ni siquiera cuando están destinados específicamente a la venta en ferias artesanales dentro de la región. 6) Oportunidades: En oposición a las visiones apocalípticas que hacia 1960 hacían pensar en un siglo XXI donde la vida humana estaría dominada por las máquinas, la artesanía y el interés por las culturas locales se ha valorizado más que nunca. Sólo por ese fenómeno, valdría la pena profundizar en la conceptualización de la artesanía. Por otro lado, los procesos de fabricación industrial han radicalizado la utilización de medios de producción masivos cada vez más sofisticados y precisos como las fotocopiadoras 3D y los 22 En la década del 90 la UNCTAD había empezado a trabajar en ese sentido y, en el caso de Uruguay, solicitó que se individualizaran quince productos artesanales típicos que pudieran formar parte de una eventual oferta exportable artesanal. Si bien se respondió al requerimiento, nunca más se supo nada acerca de ese estudio. 9

10 mecanismos de robotización, que se alejan por sí solo de los procesos de producción artesanales, facilitando probablemente establecer algún tipo de fronteras. En este contexto, habría que aprovechar para: a) Asumir que es imposible llegar a una definición universalmente aceptada que, dado un determinado producto, permita decir si es artesanal o no. b) Ajustar y actualizar la propuesta de 1997 con una ambición menor: ya no sería una definición, sino una especie de aproximación o marco conceptual, incluyendo aspectos relativos a las intencionalidades y a la manera de concebir el objeto. c) Propender a la definición de instituciones en cada país, (a semejanza de lo que ocurre con los Certificados de Origen) que sean responsables de acreditar si un determinado producto es artesanal o no lo es a partir del marco conceptual que se establezca. d) Crear organismos supranacionales para tratar las diferencias que se puedan presentar. 7) Conclusión: Tal como se señaló precedentemente, los técnicos que trabajaron en la definición de Manila de 1997, han logrado trasmitir, con los inconvenientes señalados, la idea que se halla alojada en el imaginario social acerca del producto artesanal. Si se asume la imposibilidad de una definición que, por sí sola, pueda definir taxativamente si un producto es artesanal o industrial, si se transforma la definición en algo menos ambicioso, como puede ser un marco conceptual que supere los problemas señalados y si, finalmente, se crea la institucionalidad necesaria, se podría lograr un mecanismo que permita esa diferenciación fundamental con respecto a los productos industriales y, a partir de ahí, estudiar diferencias 10

11 arancelarias que, sin lugar a dudas, van a actuar como impulsores del desarrollo artesanal en todo el mundo. 11