RECOMENDACIONES. para vid con problemas por inundación 1/ Introducción. 2. Daños. 3. Prácticas agronómicas. 4. Control de plagas.

Transcripción

1 1/10 RECOMENDACIONES para vid con problemas por inundación 1. Introducción. 2. Daños. 3. Prácticas agronómicas. 4. Control de plagas. 5. Control de enfermedades.

2 1.- Introducción. La vid al igual que otras especies frutales, necesita un mínimo de humedad en el suelo para completar su desarrollo vegetativo y favorecer su nutrición, disolviendo los minerales presentes en el suelo. Si embargo, este cultivo es especialmente sensible al exceso de humedad pudiéndose presentar problemas como exceso de vigor, mayor incidencia de enfermedades criptogámicas y en el peor de los casos asfixia radicular. Durante el invierno de la campaña 2009/2010 se han producido copiosas y continuadas lluvias lo que influirá en el comportamiento agronómico y enológico de los viñedos. Por una parte se han retrasado faenas agrícolas fundamentales en el desarrollo de la vid como la poda y las labores del suelo y, por otra, la alta disponibilidad de agua en el suelo provocará efectos sobre la planta que condicionarán las prácticas agrícolas de este año. Además habrá que prestar especial atención a los viñedos situados en zonas bajas, con suelos pesados donde pueden aparecer problemas de encharcamiento. Este documento tiene el objetivo de analizar los efectos y daños que el exceso de humedad y las inundaciones provocan en los viñedos, así como recomendar prácticas agrícolas enfocadas a minimizar los mismos. Edita JUNTA DE ANDALUCÍA. Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera. Consejería de Agricultura y Pesca. Actualizado: Mayo de 2010 Más información del Área de Producción Agraria en: webmaster.ifapa@juntadeandalucia.es 2/10

3 2.- Daños. La saturación permanente de agua en el suelo provoca numerosos daños en la vid, lo que puede reducir el potencial productivo del viñedo e incluso afectar a la viabilidad del mismo. Las plantaciones jóvenes son más susceptibles a estos problemas e incluso existen diferencias de comportamiento entre portainjertos. No obstante, muchos de estos daños se pueden solucionar aplicando prácticas agrícolas adecuadas a cada caso particular. Eutypiosis Podredumbre del racimo Problemas más frecuentes en vid por saturación permanente de agua en el suelo Exceso de vigor, lo que puede provocar desequilibrios en las plantas entre el desarrollo vegetativo y la producción; así como menor exposición de los racimos y de las hojas por solapamiento del follaje. Disminución de la riqueza en azúcares de la uva. Corrimiento del racimo (porcentaje anormal o bajo de fecundación de flores). Más información: Algunos portainjertos muy sensibles al exceso de humedad: 140 Ruggieri, 110 Ritcher y 41 B Mayor incidencia de enfermedades criptogámicas. Carencias de hierro y otros micronutrientes. Asfixia radicular. Puede ocasionar parada de crecimiento, clorosis, desfoliación y caída de frutos. 3/10

4 3.- Prácticas agronómicas Poda y conducción. Durante el establecimiento de la plantación y de manera preventiva: Se establecerán en las espalderas anclajes profundos y reforzados con hormigón, especialmente en zonas propensas a escorrentías. Se aumentará la densidad de plantación y la altura del tronco en terrenos fértiles y húmedos. Como prácticas anuales se recomienda: Podar con tiempo seco. Aplicar pastas cicatrizantes-fungicidas a los cortes de poda. Realizar prácticas de poda en verde que contribuyan a mantener aireada la vegetación, como despampano y deshojado. En parcelas con exceso de vigor, si las variedades son propensas al corrimiento (Merlot, Garnacha, Pedro Ximénez, Moscatel de Alejandría) se considerará la opción de realizar un despunte al final de floración. 4/10

5 3.- Prácticas agronómicas Manejo del suelo y fertilización. Entre las prácticas de Manejo del Suelo se aconseja: Emplear cubiertas vegetales temporales en las calles que frenen la erosión del terreno y controlen el exceso de vigor en parcelas con este problema. Realizar aserpias en terrenos de pendiente considerable. Consiste en formar en las calles de la viña lomos o caballetes a modo de piletas rectangulares que retienen y almacena el agua de lluvia. Retrasar labores del suelo. No labrar en el periodo próximo a floración, porque aumenta la humedad del suelo, favoreciendo el desarrollo de enfermedades criptogámicas. Cavar gavias que reconduzcan el agua de lluvia y eviten la formación natural de estas en el interior del viñedo. Rellenar con tierra las raíces al descubierto. Para las pautas de Fertilización se recomienda tener en cuenta: Clorosis férrica El exceso de agua en el suelo puede dar lugar a una importante pérdida de nitrógeno. La sintomatología de carencia de nitrógeno se observa con clorosis en hojas, peciolos y sarmientos rojos. Se aconseja un abonado moderado sobre todo en nitrógeno y potasio. En el caso de carencias de hierro, aplicar quelatos de hierro vía foliar o en el suelo. Si aparecen carencias de otros micronutrientes, aplicar abonado foliar específico. Las sintomatologías de estas carencias deben ser corroboradas con análisis foliares a realizar entre floración y envero. 5/10

6 4.- Control de plagas. Es importante vigilar sobre todo tras los periodos de lluvia la posible aparición de plagas y especialmente controlar las polillas del racimo y cochinilla. Polilla del racimo (Lobesia botrana) Polilla del racimo Se considera la principal plaga en muchos viñedos andaluces. Es un lepidóptero que tiene de 3 a 4 generaciones en nuestras zonas vitícolas. La primera generación aparece antes de la floración y forma glomérulos con los botones florales, destruyendo por completo las inflorescencias. Las larvas de la segunda y tercera generación penetran en las bayas produciendo pérdida de cosecha y daños indirectos provocados por la entrada de diversas podredumbres del racimo. Las estrategias de control más efectivas son la confusión sexual con la utilización de feromonas y la lucha química. Cochinilla (Pseudococcus citri) Más información: Cochinilla en hoja Red de Alerta e Información fitosanitaria. Consejería de Agricultura y Pesca. Registro de Productos Fitosanitarios. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Es un insecto muy influenciado por las condiciones climáticas y se ve muy favorecido en condiciones de humedad. Inverna sobre madera vieja debajo de la corteza y a mediados de mayo es cuando se produce el movimiento ascendente hacia las zonas verdes de la vid. Los principales daños los ocasiona en los meses de julio y agosto, pues las hojas, brotes y, sobre todo, los racimos se recubren de melaza, donde se desarrolla la fumagina o negrilla (hongo saprófito que se alimenta de la melaza). Impiden el normal funcionamiento de hojas y sarmientos, lo que se traduce en pérdida de calidad. Se aconseja lucha química al observar formas vivas y, como práctica de cultivo en invierno es adecuado el descortezado o descascarillado de las cepas en zonas propensas a estas poblaciones. 6/10

7 5.- Control de enfermedades Enfermedades del follaje y de los racimos. Excoriosis Se considera primordial vigilar y controlar enfermedades criptogámicas como excoriosis, mildiu y oidio desde brotación y especialmente hasta floración-cuajado. En maduración habrá que prestar especial atención a la podredumbre del racimo. Excoriosis (Phomopsis vitícola) El hongo comienza su actividad en primavera bajo la acción del agua de lluvia y coincidiendo con el desborre de la vid, disminuyendo su virulencia en los meses de verano. Afecta a todos los órganos verdes de la planta, siendo la sintomatología más característica las lesiones de color marrón oscuro en los primeros entrenudos del brote, que toman el aspecto típico de una tableta de chocolate. Los daños son importantes, produciendo estrangulamiento y caída de los brotes, las yemas atacadas no brotan en la campaña siguiente. Como estrategias de control, lucha química preventiva antes del desarrollo del hongo y eliminación mediante poda de los sarmientos con síntomas. Oidio (Uncinula necator) Oidio en racimo Oidio en sarmiento La enfermedad está presente todos los años en los viñedos andaluces, desarrollándose mejor en condiciones de alta humedad y baja luminosidad pero en ausencia de lluvia. Comienza su actividad en primavera y ataca a todos los órganos verdes de la vid. Las hojas y racimos se recubren de un polvillo ceniciento que detiene el crecimiento, en las bayas llega a producir el rajado de éstas lo que constituye una vía de penetración de otros hongos como Botrytis cinerea. En los brotes y sarmientos la sintomatología comienza con manchas difusas de color verde oscuro que van creciendo y pasando a tonos achocolatados. Se aconsejan lucha química con tratamientos preventivos y prácticas culturales como formaciones más altas, conducciones más abiertas y recoger la vegetación para evitar microclimas sombríos. 7/10

8 5.- Control de enfermedades Enfermedades del follaje y de los racimos. Mildiu en racimo Mildiu (Plasmopara vitícola) Este es un hongo muy conocido por los viticultores debido a los graves daños que puede ocasionar. Para su germinación es necesaria la lluvia y su desarrollo se ve favorecido por condiciones de alta humedad en el terreno y temperaturas superiores a 12ºC. Afecta a todos los órganos verdes de la vid, principalmente a hojas y racimos. En hojas se manifiesta con manchas de aceite típicas en el haz, que se corresponden con una pelusilla blanquecina en el envés. Cuando el ataque es próximo a floración, los racimos se deforman en S, ennegreciéndose y recubriéndose posteriormente de la pelusilla blanca y, cuando el estado es más avanzado, los granos se arrugan y desecan ocasionando la pérdida total del racimo. Se aconsejan estrategias de protección preventivas, la lucha química para impedir o detener la geminación del hongo y técnicas culturales como no labrar próximo a la floración y drenar las zonas encharcables. Podredumbre del racimo (Botrytis cinerea) Mildiu en hoja Esta enfermedad afecta tanto a la cantidad como a la calidad de la cosecha. La humedad es necesaria para que se produzca la germinación del hongo y se ve muy favorecido por las heridas en las bayas producidas por daños de otras plagas o enfermedades. Afecta a todos los órganos verdes, pero principalmente a los racimos. Las bayas toman el aspecto de podridas y sobre su superficie se desarrolla un moho de color grisáceo típico. Los daños ocasionan una disminución importante de la cosecha y de la calidad, ya que se produce degradación de las materias colorantes, destrucción de las sustancias aromáticas, aumento de la acidez volátil, etc. Las estrategias de control se basan en lucha biológica o química con productos sistémicos y medios de protección culturales como realizar podas equilibradas, evitar excesos de abonos nitrogenados y reducir las causas de las vías de infección. 8/10

9 5.- Control de enfermedades Enfermedades de la madera. Yesca Podredumbre de la raíz Vigilar y controlar enfermedades producidas por hongos de madera como eutypa y yesca y la podredumbre de la raíz originados por armillaria y rosellinia. Hongos de madera (Eutypa lata, Yesca o Apoplejía parasitaria) Por lo general los hongos que afectan a la madera en vid entran en la planta por los cortes de poda y van penetrando hasta el portainjerto. Estas penetraciones se ven favorecidas por el tiempo húmedo y lluvioso. La sintomatología más común son hojas cloróticas, entrenudos más cortos y necrosis marginales que conducen al debilitamiento general de la cepa e incluso a la muerte total dela planta. Las plantas con Eutypa se pueden recuperar eliminando la madera con síntomas y regenerándolas mediante chupones o con reinjerto. Se aconseja primero podar, retirar y quemar las plantas afectadas; una vez desinfectadas las herramientas continuar con el resto También es adecuado el sellado de los cortes de poda con pastas cicatrizantes-fungicidas. Podredumbre de la raíz (Armillaria mellea, Rosellinia necátrix) El exceso de humedad favorece el desarrollo de hongos en las raíces, estas toman un color pardo que acaba ennegreciéndose y la corteza pudriéndose. La parte aérea de las cepas presenta síntomas de debilitamiento como consecuencia de la afección radicular, con sarmientos pequeños, entrenudos cortos, hojas pequeñas y cloróticas. Estas podredumbres se extienden por el suelo como mancha de aceite por la contaminación inter-radicular. Los daños llegan a ser muy importantes porque las cepas afectadas acaban por morir y el suelo queda infectado durante largo tiempo. Se aconseja arrancar las plantas afectadas y desinfectar el suelo, reponiendo con portainjertos resistentes. 9/10

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