Discurso de S.E. la Presidenta de la República, Michelle Bachelet Jeria, al participa en el VII Encuentro Nacional de Calidad en Salud

Transcripción

1 Discurso de S.E. la Presidenta de la República, Michelle Bachelet Jeria, al participa en el VII Encuentro Nacional de Calidad en Salud Santiago, 27 de septiembre de 2017 Amigas y amigos: Primero que nada, felicitaciones. La verdad es que las cifras son extraordinarias, así que démonos un aplauso por ustedes, por su trabajo. Para mí, siempre es un gusto yo diría, un lujo que se extraña poder compartir con colegas de profesión y de vocación, y qué mejor que hacerlo en un encuentro que aborda algo tan importante como es la calidad en las prestaciones de salud. Un aspecto que, como bien lo ha explicado el Superintendente de Salud, ha sido prioritario para nuestro Gobierno, no sólo por cumplir la garantía establecida en el AUGE, sino porque lo que en verdad hay detrás de eso es una mejora concreta de la atención que reciben las personas que acuden a un centro de salud, ya sea público o privado. La implementación de la Reforma de Salud que el año 2005 estableció el Régimen de Garantías Explícitas en Salud, justamente lo que buscaba era disminuir las desigualdades en salud, garantizando el acceso a un conjunto de prestaciones con plazos definidos y protección financiera. Pero también garantizando estándares de calidad mínimos que se debían cumplir y cuya implementación iba a ser progresiva. 1

2 Y, por lo tanto, más allá de que como decía Sebastián nos pusimos colorados, cuando llegamos al Gobierno nos dimos cuenta que parece que la gradualidad ha sido un poquito excesiva, entonces, no se había implementado con la rapidez que se requería. Y qué satisfacción saber que hoy día sí se ha avanzado y casi la totalidad de los centros de alta complejidad públicos y privados cuentan con la acreditación correspondiente porque sabemos lo que implica para el usuario, y también porque sabemos que es fruto de un trabajo duro y comprometido de ustedes en estos casi cuatro años. Y esto es una demostración de que a nosotros nos importa mucho cómo vamos mejorando la salud para nuestros compatriotas. Y de qué se trata, en concreto, mejorar la calidad? A nuestro entender, son tres los pilares que justifican la importancia de la calidad en las prestaciones de Salud y es en estos tres ámbitos en los que la acreditación nos permite avanzar concretamente. En primer lugar, la equidad. Lo que estamos logrando y lo decía Sebastián es que podamos plantearnos, exigirnos, demandarnos los mismos estándares tanto para el sector público, como para el sector privado, no dependiendo de la capacidad de pago de los pacientes. Que una clínica privada y que un hospital público tengan que cumplir el mismo proceso de acreditación contribuye a disminuir las desigualdades sociales, geográficas y sanitarias. En segundo término, está algo que es clave: la dignidad de las personas. Porque la acreditación reivindica el principio de que las personas son quienes están en el centro de la política pública de salud. La experiencia cotidiana, la atención y el trato que reciben se transforman en claves al momento de obtener el sello de calidad. Y entonces así, la calidad es concebida como un derecho básico, igual para todos y todas. 2

3 Y en tercer lugar está la seguridad del paciente. Ésa es la exigencia mínima en la atención de salud. Las personas al concurrir a un centro, al estar enfermas, sentirse vulnerables o angustiadas, aspiran a sentirse seguras al entrar a un hospital o clínica y tener la certeza de que todo el equipo que los está atendiendo está preocupado de lo mismo. Y cumplir las normas de acreditación da, entonces, a los pacientes una seguridad que redunda indudablemente en su recuperación y estado de salud. Y a propósito de esto de sentirse vulnerable o angustiado, ayer leí en internet una noticia de un caballero viejito, en España, que llegó a un consultorio, pidiendo ser atendido por cualquier cosa. Y lo atendieron y no tenía nada. Y era que estaba de cumpleaños, su señora había muerto hacía cuatro años, estaba solito, entonces, fue para allá porque no quería estar solito y cuando se dieron cuenta de eso, le compraron una tortita, unas cositas, y el caballero estaba radiante, hay una foto preciosa. O sea, la gente va ustedes lo saben muy bien por distintas razones a los centros de salud. No tenemos tiempo siempre para estar celebrando los cumpleaños de cada uno pero en este caso, la verdad es que fue una cosa muy bonita. Entonces, efectivamente, cuando la gente se siente vulnerable, se siente enferma, espera ese trato, esa acogida, ser acogido. Y sabemos, obviamente, como ya decía, que esto también tiene que ver con la capacidad de recuperarse y hacer frente al problema de salud. Así, estar acreditado es dar muestra clara, concreta y garantizada no sólo de que todo anda bien con las prestaciones en determinado recinto, sino que los derechos de los pacientes van a ser respetados y que existe una institucionalidad pública preocupada por ello. Pero además la acreditación como proceso complejo, conlleva un beneficio no sólo para los pacientes, sino, como ustedes mismos han comprobado seguramente, para el propio funcionamiento de los centros de salud y sus equipos. Porque lograr acreditarse implica un 3

4 trabajo conjunto, alinear a todos quienes día a día trabajan en el sector salud en nuestro país, o sea remar todos para el mismo lado. Y así, la calidad pasa de ser un concepto que a veces puede ser difícil de determinar, a ser un conjunto de acciones concretas que los usuarios del sistema de salud pueden ver reflejado a diario en la atención que reciben, sintiendo que sus derechos están siendo resguardados. Y yo me acuerdo, cuando trabajaba en el Ministerio de Salud cuando partimos con este cuento de la calidad. Entonces, como que desde el principio era como pero a ver, cómo lo vemos más allá de la acreditación clásica que tenían los hospitales. Y la decisión de implementar el AUGE, como primera política de protección social universal en el ámbito de la salud, fue una convicción política y democrática, basada en la férrea defensa de los derechos de las personas a tener una atención digna, de calidad y oportuna garantizada. Y poner a todos los actores detrás de este enorme proceso ha sido, de verdad, una tarea grande. Y hoy a las diferentes ampliaciones y mejoras de la canasta de prestaciones AUGE, se suman nuevos desafíos en materia de ampliar la calidad, oportunidad y protección financiera de las personas cuando hablamos de salud. Es por ello que desde el primer día hemos seguido trabajando para ir derribando inequidades en nuestro sistema de salud, como por ejemplo, el acceso a los medicamentos. Y así con la Ley Ricarte Soto que le pusimos, debe tener un número la ley pero yo nunca me lo voy a aprender, le digo Ley Ricarte Soto estamos garantizando la protección financiera para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de alto costo, independiente del sistema previsional del afiliado. Y hoy son 14 los problemas de salud que están cubiertos por esta ley. 4

5 Y a ello sumamos el Fondo de Farmacia, que entrega medicamentos gratuitos a todos los pacientes diabéticos, hipertensos y con triglicéridos y colesterol alto que se atienden en los establecimientos de Atención Primaria. Y a ustedes no les voy a hacer el ejercicio que siempre hago cuando estoy con la gente, que pregunto cuántos diabéticos, cuántos hipertensos, cuántos con colesterol y triglicéridos altos, porque seguro que aquí no va a salir nadie. Hemos abordado problemas de salud que requerían con urgencia una legislación, como la implementación de la ley de etiquetados de alimentos para hacer frente a los problemas de obesidad y malnutrición en exceso que están afectando especialmente a los más pequeños. Y lo interesante de todas estas cosas es que, a veces, hay sectores que se sienten amenazados por este tipo de proyectos de ley o de leyes, pero después descubren que puede ser una buena oportunidad y empiezan a generar productos más saludables. Entonces, aquello que al principio es como rechazado, después puede haber entusiasmo. Y la verdad es que hicimos, la otra vez, la evaluación a un año y ha funcionado bastante bien. También hemos dado respuesta concreta al déficit de médicos y especialistas, para avanzar en una atención de calidad, oportuna y más humana. Y hasta hoy, casi 4 mil profesionales han ingresado a programas de formación universitaria de especialidades y subespecialidades médicas y odontológicas, y más de mil profesionales han sido destinados a establecimientos de salud primaria. Y el Plan Nacional de Inversiones es, tal vez, el mayor esfuerzo en inversión pública realizado en toda la historia de la Salud Pública de Chile y hoy ya existen 19 hospitales terminados y 175 Centros de Atención Primaria sean CESFAM, CECOF y SAR terminados y/o en operación. 5

6 Y, por cierto, hemos dado un paso gigantesco en mejorar la salud de las mujeres en nuestro país, gracias a la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano en niñas de enseñanza básica, con la Ley de Despenalización de la Interrupción del Embarazo en 3 Causales, y/o también como lo hicimos hace rato ya poniendo fin al embarazo como preexistencia para las ISAPRES, entre otras medidas. Entonces, detrás de todos estos esfuerzos, los criterios son los mismos de los que hablamos cuando un hospital o una clínica adquiere su sello de calidad: estamos hablando de seguridad, dignidad y equidad. Mejorar las prestaciones y los espacios donde se entregan, ampliar el acceso a nuevos tratamientos y poner en el centro la calidad de la atención y el trato a los pacientes. Amigas y amigos: Hemos sostenido a lo largo del tiempo un compromiso férreo con los principios que identifican al sistema de salud: personas tratando a personas. El buen trato es crucial y muchas veces hace la diferencia en la percepción del paciente y el éxito de su recuperación. Y es tan importante que probablemente ustedes lo habrán visto en más de una ocasión, donde ha habido, por ejemplo, yo recuerdo cuando yo era ministra de Salud, casos en que un papá llevó un chiquillo que lo habían acuchillado a la salida de una fiesta y que quienes los atendieron los atendieron como prejuiciosamente, pensando que era un delincuente. Y el chico, porque la herida era gravísima, bueno, falleció. Esa familia estaba convencida que había habido trato que no lo habían atendido oportunamente y todo eso. Es diferente cuando un paciente puede fallecer porque es imposible, porque no se logra que no fallezca, pero fue bien tratada la familia, el paciente: la actitud de la familia es completamente distinta porque se siente que hubo buena atención, acogida, acogida en su dolor y eso lo hemos visto muchas veces y lo discutimos mucho cuando tratamos todo el tema de mediación en este tipo de casos. 6

7 Ahora, yo creo que es clave no sólo como digo para la percepción pero también la recuperación. Porque, efectivamente, yo creo que una especial prioridad con quienes están enfermos y son más vulnerables, tiene que ser la dignidad de las personas. Y en esos momentos, ustedes dan una respuesta humana y efectiva. Así que vuelvo a agradecerles, no sólo felicitarlos sino agradecerles por lo que están haciendo, por lo que han logrado construir y hacer en todo este tiempo, por lo que van a seguir haciendo, porque evidentemente que en este tipo de logros lo decía Sebastián que ustedes mismos quieren ir por más, pero también los pacientes van a querer siempre más. Aquí nunca hay satisfacción completa: una vez que se llega a una meta, la gente aspira a más y eso está bien, eso se llama progreso, eso se refiere a que la persona tenga conciencia de sus derechos y su dignidad. Y por eso, quiero agradecerles sinceramente su trabajo, desearles el mayor de los éxitos en esta jornada, valorar profundamente su compromiso, que creo que es el motor y el rostro de una salud verdaderamente digna, oportuna y de calidad para todos y todas en el país. Hay muchas cosas que hay que seguir mejorando, sin duda, y nosotros continuaremos hasta marzo del próximo año haciendo nuestra parte pero de antemano decirles gracias. Muchas gracias. 7