Palabras clave: seguridad, ciudadanía, violencia, delito, informe, PNUD, América Latina

Transcripción

1 153 Bogotá, 14 de marzo de CONSIDERACIONES AL INFORME REGIONAL DE DESARROLLO HUMANO SEGURIDAD CIUDADANA CON ROSTRO HUMANO: DIAGNÓSTICO Y PROPUESTAS PARA AMÉRICA LATINA. 1 Palabras clave: seguridad, ciudadanía, violencia, delito, informe, PNUD, América Latina 1. CONTEXTUALIZACIÓN En la actualidad, América Latina entendida como una sola región- se presenta como una economía relativamente fuerte, unida, estable, con menor pobreza, con democracias válidas pero también ilegítimas y falsas. En tal sentido, los Estados que están comprometidoshan asumido su responsabilidad, es decir, brindando y satisfaciendo las necesidades de sus habitantes. Si bien todo esto ha sido muy positivo y relevante, es preciso indicar que la violencia, el crimen y la desigualdad, han pasado de ser cuestiones epidémicas para convertirse en dinámicas permanentes que se dan a lo largo y ancho de la Región, y que ocurren de manera diferente en todos los países. La caída de la seguridad como indicador para una sociedad, se presenta de manera heteróclita porque por ejemplo: hay países, ciudades y municipios donde la violencia afecta en mayor medida a la población, y otros en los cuales hay indicadores al mejor estilo de ciudades europeas. 1 Este documento forma parte de la serie Informativo del Instituto de Estudios Geoestratégicos y Asuntos Políticos de la Universidad Militar Nueva Granada. Su elaboración final estuvo a cargo de Andrés Cotrina, Politólogo, Especialista en Resolución de conflictos y miembro de este Centro Académico. Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente, los puntos de vista de la Universidad Militar Nueva Granada.

2 Para examinar qué hay detrás de este fenómeno de la inseguridad y ofrecer recomendaciones para mejorar las políticas de los gobiernos en dicha materia, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), decidió elaborar el Informe de Desarrollo Humano para América Latina que aquí presentamos. El Informe ofrece una visión regional de la seguridad ciudadana para los 18 países de América Latina continental, desde México hasta Argentina, sumando a la República Dominicana 2. Lo que pretende el documento en cuestión, es llamar la atención para que los Gobiernos de la Región tomen medidas efectivas convirtiéndolas en políticas públicas- que aboguen por un cambio real y significativo de los problemas que actualmente se viven. Cabe agregar que todas las acciones deben darse en los diferentes niveles, esto es, local, nacional, regional y global. 2. ASPECTOS DESTACADOS A continuación, se presentan los aspectos más relevantes que trata el informe. La inseguridad ciudadana: es el mayor elemento que afecta a la población y tiene elementos negativos que la estructuran, por ejemplo: serios niveles de violencia (delincuencia organizada), letal y delitos (extorsión y los secuestros). La figura 1 ilustra la evolución de la tasa de homicidios -período de para aquellos países con una tasa mayor a 10 homicidios por cada habitantes. Dentro de los países que presentan las bajas más notables en su tasa de homicidios, se encuentran aquellos que pasaron por conflictos armados o severas crisis de inseguridad. 2 informe regional de desarrollo humano SEGURIDAD CIUDADANA CON ROSTRO HUMANO: diagnóstico y propuestas para América Latina (PNUD) En:

3 A este aspecto que ya es bastante malo, se le agregan dos factores más que lo complejizan y al mismo tiempo lo vuelven más peligroso, el consumo de alcohol y de drogas ilícitas. Según el Informe sobre Seguridad Ciudadana 2012 de la OEA, en América Central, el 78% de los homicidios se cometen con arma de fuego, y en América del Sur, el 83% (OEA 2012, 28 3 ). El consumo de drogas tiende a ser alto entre quienes han cometido delitos, pero no puede afirmarse que la comisión de delitos sea alta entre quienes consumen drogas. Por su parte, hay evidencia de que el abuso en el consumo de alcohol, sí está asociado con conductas de alto riesgo, entre ellas, el recurso a la violencia. El robo: se ha convertido en una de las amenazas que más golpea a los ciudadanos; uno de cada cinco reporta haberlo sufrido. Lo anterior explica por qué, para los latinoamericanos, el delito común es considerado, en la mayoría de los países del estudio, como la amenaza principal, incluso por encima de la delincuencia organizada y de las pandillas criminales La dimensión local de la inseguridad: La distribución geográfica de la violencia y del delito al interior de la Región e incluso dentro de los países, es muy diferente. Puede suceder que en un país con niveles de violencia letal en su interior, en varios municipios y ciudades sea mucho menor al promedio nacional. En el mismo sentido, un país con un promedio de homicidios a nivel nacional bajo, puede tener subregiones o ciudades con altas tasas de homicidio. Este informe sostiene que el delito 3 Ibíd., p. 17.

4 y la violencia tienen una dimensión local importante que debe servir de base para la formulación de políticas públicas 4. Costos de la inseguridad: La inseguridad ciudadana tiene diversos impactos negativos para el desarrollo humano. El delito, la violencia y el temor limitan profundamente las capacidades y las libertades de las personas. La inseguridad golpea fuertemente al Estado de Derecho, ya que según este informe, los ciudadanos manifiestan que prefieren leyes más duras e incluso políticas de mano dura. No obstante, esta demanda ciudadana por respuestas rápidas de mano dura en contra de los delincuentes puede traducirse en violaciones a los derechos humanos. Además, la inseguridad genera importantes costos que van desde el gasto público de las instituciones y los gastos privados de los ciudadanos para procurarse seguridad, hasta los costos irreparables en la vida y en la integridad física y mental de las personas 5. El desarrollo humano y la seguridad ciudadana: La agenda de seguridad ciudadana es parte de la agenda de desarrollo y más allá de las autoridades competentes de los ministerios del interior y seguridad, involucra las políticas sociales y de desarrollo local. 4 Ibíd., p Ibíd., p. 20.

5 Las amenazas a la seguridad ciudadana se dan en contextos determinados, por ejemplo: vulnerabilidad social, económica e institucional, que se traducen en factores de riesgo. América Latina está frente a una paradoja, si bien las economías de la región han registrado un crecimiento anual promedio de 4.2% durante los últimos 10 años y han logrado disminuir de manera importante tanto los niveles de pobreza como de desempleo (PNUD 2013), la violencia y el delito mantienen niveles altos 6. El incremento de la violencia y del delito es multidimensional: A continuación, se presentan dichas dimensiones: o La económico-estructural: falta de calidad del crecimiento y del empleo, insuficiente movilidad social, lo cual genera lo que el informe denomina un delito aspiracional ; o La social: se destacan los cambios en la estructura familiar con un importante incremento de hogares monoparentales, la deserción escolar y el crecimiento urbano acelerado que erosionan el tejido social; o Los facilitadores del delito: las armas, el alcohol y las drogas; o La falta de capacidades del Estado: policías, jueces, ministerios públicos y cárceles para hacer frente al desafío de la inseguridad. Las capacidades del Estado y la provisión pública de la seguridad Para el documento, la seguridad es considerada como un bien público y, por lo tanto, insiste en la responsabilidad irrenunciable del Estado para proveerla. Son urgentes y necesarias, diversas reformas a la Institución policial, entre las cuales se cuenta su profesionalización (por medio de programas para una mejor capacidad de investigación y el trabajo cercano con las comunidades), mejores incentivos económicos y cierto grado de flexibilización de las estructuras, entre otras. La siguiente figura presenta la percepción negativa que se tienen de la policía en la Región, lo cual necesariamente repercute en su efectividad y legitimidad. 6 Ibíd., p. 21.

6 3. CONSIDERACIONES AL INFORME Una vez expuestos algunos aspectos que conforman el cuerpo del informe, se pasa a la identificación de acciones prioritarias para fortalecer la seguridad latinoamericana y sus perspectivas de desarrollo humano. Del discurso a la acción: el fortalecimiento efectivo de la protección El trabajo entre diversas instituciones, con el acompañamiento de otras organizaciones, en determinados programas preventivos, puede dar efectos positivos de tipo preventivo. Puede ser que el costo parezca muy alto, pero en el largo plazo será muy bajo y dará grandes resultados. La respuesta que los Estados o sus Gobiernos de turno puedan darle a una dinámica en permanente cambio y aumento como lo es el delito, debe ir más hacia el sistema penal, debe crearse métodos disuasivos que vayan un paso adelante del accionar criminal. Para lograr esto y otras cosas, es necesario que se destinen más recursos y mayor personal. Es necesario aumentar la inversión pública y privada para que aquellos jóvenes que se vean tentados u obligados a caer en la delincuencia, encuentren por medio de una capacitación de buena calidad, mejores oportunidades laborales. No a la mano dura: sí a las intervenciones integrales en escenarios de alta violencia Las políticas con corte de mano dura parecen tener efecto positivo porque envían un coercitivo si se atreven a hacerlo, esto es lo que les espera, pero esto realmente es una falacia, porque la disminución de la violencia y el delito es tan solo coyuntural y las

7 mismas se disparan de manera abrumadora en el tiempo. Además, hay una seria afectación tanto a la convivencia democrática como al respeto por los derechos humanos y resulta imposible dejarlos de lado, suprimiéndolos contra unos pocos en pro del bienestar colectivo. En el caso de Colombia, como lo reconoce el informe, ha habido una experiencia muy positiva que ha procurado con la prevención y la mitigación de la violencia y el delito, con el Plan Cuadrante 7, porque hay intervenciones eficaces con la colaboración de la ciudadanía. Sobre el anterior punto, es pertinente decir que el programa de acercar la comunidad a la Institución, sobre todo en Bogotá, ha sido exitoso porque ambos iban por aparte y ahora es la propia comunidad la que busca y se acerca a la Policía para resolver problemas de convivencia y no tomarse la justicia por mano propia. Es necesario reiterar que la participación de la ciudadanía es fundamental en la prevención del accionar delictivo y criminal de organizaciones o grupos de delincuencia. La protección comienza entre los propios vecinos o ciudadanos, con el acompañamiento y apoyo de las instituciones del Estado. Si bien, para tomar el caso de Bogotá, hay zonas más violentas que otras, donde las dinámicas están claramente marcadas, sí es posible indicar una reducción en la tasa de homicidios: en enero de este año fue de 13 casos por cada habitantes, lo cual representó una disminución del 23% con respecto de la tasa del año pasado. Según lo manifestó el Alcalde: si se logra mantener esta tendencia en 2013, Bogotá saldría de la violencia histórica de Colombia. Agregó que Bogotá está lejos de entrar en el ranking de las 100 ciudades más violentas del mundo y que por el contrario, se está transformando en una de las ciudades más seguras del continente 8. Por último, se transcriben a continuación, las Diez recomendaciones para una América Latina segura. 1. Alinear los esfuerzos nacionales para reducir el delito y la violencia, con base en las experiencias y lecciones aprendidas. 2. Prevenir el delito y la violencia, impulsando un crecimiento incluyente, equitativo y con calidad. 7 Para ampliar la información, consultar en: También en: 8 La tasa de homicidios en Bogotá se reduce en un 23%. Alcaldía Mayor de Bogotá. En: %20ciento%20en%20la%20tasa%20de%20homicidios%20de%20Bogot%C3%A1

8 3. Disminuir la impunidad, fortaleciendo las instituciones de seguridad y justicia, con respeto a los derechos humanos. 4. Generar políticas públicas orientadas a proteger a las personas más afectadas por la violencia y el delito. 5. Potenciar la participación activa de la sociedad, especialmente de las comunidades locales, en la construcción de la seguridad ciudadana. 6. Incrementar las oportunidades reales de desarrollo humano para los jóvenes. 7. Atender y prevenir de modo integral la violencia de género en el espacio doméstico-privado y en el ámbito público. 8. Salvaguardar activamente los derechos de las víctimas. 9. Regular y reducir los disparadores del delito como armas, drogas y alcohol desde una perspectiva integral y de salud pública. 10. Fortalecer los mecanismos de coordinación y de evaluación de la cooperación internacional.