Monografía Curso de Capacitación Docente en Neurociencias

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1 Monografía Curso de Capacitación Docente en Neurociencias Alumna: Silvina González Mas Mail: Facebook: MEMORIA Y EMOCIÓN Resumen: Diversas investigaciones han demostrado que se recuerda mejor aquello que ha sido asociado a hechos emocionales sean positivos o negativos, que aquellos de tipo neutro; por lo tanto este trabajo tiene por objetivo exponer la importancia que tiene la emoción sobre los recuerdos. Palabras claves: Memoria. Emoción. Amígdala cerebral. Hipocampo. Corteza orbitofrontal La palabra emoción deriva del latín emover que significa remover, agitar, conmover, excitar. Darwin ( ) a comienzos del siglo XIX publicó el libro titulado La Expresión de la Emoción en el Hombre y los Animales, en donde afirmó que los cambios en el cuerpo aparecen inmediatamente después de la percepción del acto emotivo, y lo que sentimos al mismo tiempo que suceden los hechos es la emoción. De esta forma, Darwin definió y clasificó ocho emociones básicas: alegría, malestar psicológico (distress), interés, sorpresa, miedo, enojo/rabia, disgusto, y vergüenza 1. 1 Feggy Ostrosky; Alicia Vélez. Neurobiología de las emociones. Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias, Enero-Junio 2013, Vol.13, Nº1, pp ISSN:

2 Mientras que a la memoria se la conoce como la función de codificar, almacenar y recuperar una determinada información que haya sido recibida un tiempo anterior. Cuando hablamos de la memoria no nos podemos referir a un sistema unitario, sino que todo lo contrario es una función formada por varios subsistemas que si bien son relativamente independientes, se relacionan entre sí y le permitirían a la persona actuar en el presente, tomando la información del pasado y proyectar un futuro, sin ella no podríamos aprender, construir y actualizar nuestros conocimientos. Tomando éstos conceptos podríamos reconocer que ambas funciones interactuarían constantemente, ya que muchos de los recuerdos (principalmente los de largo plazo), tendrían su asiento en las emociones. Si pensamos en nuestra infancia seguramente lo que recordemos está asociado a algunas de las emociones primarias, esto lo podríamos comprobar con cualquier situación recordada veríamos que también agregaríamos alguna referencia emocional (alegría, tristeza, ira, etc). Cuando una información es captada por cualquier órgano de los sentidos, inmediatamente es dirigida al SARA (Sistema Activador Reticular Ascendente), considerándose el primer filtro que el estímulo recibido debería atravesar para poder llegar al tálamo y ahí a otras áreas que evaluarán esa información como positiva o negativa en torno a la supervivencia. Luego de ese primer recorrido queda una huella o impronta en el cerebro que permite que aprendamos y tengamos una respuesta ajustada a la realidad que nos enfrentamos diariamente. 2

3 Cada vez que percibimos una situación vivida anteriormente el hipocampo en conjunto con la amígdala cerebral nos genera un recuerdo de supervivencia; si el resultado es positivo se activan las fuerzas de placer que nos proporcionan la seguridad y conductas de acercamiento, pero si es al contrario el resultado es negativo se despiertan las fuerzas de dolor promoviendo conductas de rechazo y alejamiento. Hasta aquí sólo me he referido a la conducta emocional, pero qué pasa desde lo cognitivo? Para dar respuesta a éste interrogante hay que hacer referencia a las áreas del lóbulo frontal, en éste caso y más específicamente a la corteza orbitofrontal jugando un papel importante en los aspectos emocionales y motivacionales del comportamiento, promoviendo a la adaptación a las diversas situaciones y ambientes. Además beneficia a la persona en la correcta toma de decisiones, planificación de las conductas y flexibilidad ante las situaciones imprevistas. 3

4 En relación a la memoria las emociones benefician o bloquean esta función, ya que para la codificación cumple un papel central la motivación que hará que la atención se mantenga por un tiempo óptimo para lograr el almacenamiento y consolidación de la información a largo plazo ya sea de tipo episódica (también denominada autobiográfica) o memoria semántica (conocimientos que adquirimos a lo largo de la vida), a través de la influencia que proporciona la amígdala cerebral sobre el hipocampo en la información que se está procesando, sin la influencia de la amígdala el proceso de consolidación llevaría bastante más tiempo y sería menos significativo. Por ello, uniendo ambos conceptos llevaría a referirse a la memoria emocional como un mecanismo donde se entrelazan los recuerdos y las emociones, generando una respuesta adaptativa. Se recuerda más fácil y es menos factible olvidar aquellas cosas que tienen un componente emocional, es decir toda aquella información nueva que atravesó nuestro cuerpo. No sólo no la olvidaremos sino que nos resignificará y nos ayudará a tomar decisiones en base a costos y beneficios por el aprendizaje que se generó. El ambiente en todas sus dimensiones (familia, colegio, espacios públicos, etc) juegan un papel fundamental para desarrollar esta capacidad. De acuerdo a los estímulos que se nos presenten irán modelando y reforzando circuitos 4

5 neuronales (potenciación a largo plazo), que nos harán más seguros y confiados o temerosos e inseguros. Es por esto, que crear ambientes confiables, no sólo contribuye a un clima emocional positivo, sino que influye a todas las capacidades cognitivas promoviendo a aprendizajes significativos. Promover en el aula lo novedoso, atractivo y la sorpresa lleva a la liberación de tres neurotransmisores básicos la dopamina, la noradrenalina y la serotonina que darán lugar a la gratificación, placer, preservación, confianza, interés y vigilia, requisito básico para toda situación de aprendizaje que se quiera generar. A modo de conclusión, se podría decir que quedaría demostrada la importancia que tienen las emociones sobre la memoria. Si en el trabajo diario, en el dictado de las clases se tuviera en cuenta esta relación simplificaríamos el proceso de codificación y almacenamiento que hace el cerebro para consolidar una información y se reconocerían aprendizajes significativos tomados desde las propias vivencias. Es crucial para la persona el equilibrio y manejo de las emociones ya que como hemos visto cumplen un rol por demás importante no sólo en la cognición sino también en la planificación y logro de las metas propuestas. 5

6 Bibliografía: - FEGGY Ostrosky; Alicia Vélez. Neurobiología de las emociones. Revista Neuropsicología, Neuropsiquiatría y Neurociencias, Enero-Junio 2013, Vol.13, Nº1, pp ISSN: MAS COLOMBO, Eduardo. Clínica Psico-Fisio-Patológica. 1 Edición. Buenos Aires: ECUA, Cap. 7 - Apuntes de clase: