estudiante avanzado en carrera de Lengua y Literatura. Con la consigna de tomar el libro, leer un capitulo, interpretarlo y luego hacer un dibujo

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Maria Nuñez
hace 6 años
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1 Mi nombre es María Ester, nací en el mes de julio del año 1971, hija tercera después de dos hermanos varones. Viví con mis padres hasta los 21 años, en la zona rural, ya que ellos se dedicaban a la siembra en la chacra. Imposible olvidar esa casa en medio del espeso campo, con arboledas plantaciones de pomelos y plátanos cercando la humilde vivienda natal; tardecitas de juegos a la escondida, capichúa, a la muñeca, junto a mi hermanita Claudia (aun hoy grandecitas somos inseparables). Cómo olvidar esas tardes tupidas del azul del cielo, el olor a pasto seco y quemado por alguien que tiró un fósforo al tupido pasto, olor a madera fresca, que provenida del monte, olor a vacas y caballos; el gallinero que estaba cerca de la casa también emanaba su fragancia hasta el olor de del prado que parece crecer hasta el infinito, los sembradíos (sobre todo cuando se llegaba el mes de marzo y, entonces, con él llegaban las cosechas del algodón y hay muchas manos recogiendo los capullos, con sus perrillas endurecido por el sol, y también sudor, y botas, y calor, y mucho trabajo. Y luego, después de esto, la recompensa. Cómo olvidar ese olor de pan casero recién horneado y acompañado de un ben cocido con leche de vaca. Y después, en el mes de septiembre, el arado de manos tirados por dos caballos, que pasan trepanando la tierra para un nuevo sembradío. A la edad de 6 años inicié la primaria, distante a una legua de distancia, Creo que los inicios siempre me han sido un poco dificultosos y abstrusos. No importa; no obstante, descollé un carácter tímido, de esa niña algo aislada y callada, poco triste, porque mis padres trabajaban mucho en las chacras, gracias a Dios siempre había un plato de comida en la mesa ; pero muchas cosas que como niña anhelaba, no podían complacerme, pero siempre contaba con la ayuda de la abuela se mostraba más feliz, al visitarla, siendo que ella se radicaba en la ciudad de Corrrientes,era una compañía ideal para ella (ella madre/padres de 12 hijos, criados en un contexto y en un territorio de familias numerosas que, por contraposición estaban solos, en la vida. A los 13 años ingresé a la 1er año de la escuela secundaria, ya tenía que trasladarme en bicicleta, y a dos leguas, caminos de tierras, sin ripios, días de lluvias caminaba para no tener falta, por cierto me costó un poco los primeros meses con las materias, siendo que en la escuela rural, no estaba dividido los espacios curriculares, una maestra enseñaba para todas las áreas. Tampoco sabía el manejo de las bibliografías, y de lecturas menos, solo las prácticas de lectura y escritura lo hacía en casa con ayuda de papá, quien contaba con 6to grado. En la escuela secundaria aprendí que existía Lengua y Literatura, experiencia adquirido en lectura del cuento El país donde nunca se muere, muy atrapante para mí en ese tiempo. Me viene a la mente la que en la tapa del libro había un dibujo de un árbol, y las letras en negro (para texto).recuerdo también que en segundo año de la escuela secundaria, la lectura del libro Mi planta Naranja-Lima., en 3er año, el cuento de Juanita, y ya en 4to año, solo me resuena la lecturas de texto temáticos de literatura, con un extenso cuestionario, cursando el 5to año, lectura de El matadero, libro que jamás se borró de mi mente, por la estrategia que usó la profesora Silvia, 1

2 estudiante avanzado en carrera de Lengua y Literatura. Con la consigna de tomar el libro, leer un capitulo, interpretarlo y luego hacer un dibujo Para cerrar esta biografía, actualmente me desempeño como profesora en el nivel secundario y superior. 2

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