NORMALIZACIÓN Y FORMACIÓN DE FORMADORES: CRITERIOS DE HOMOLOGACIÓN DEL FORMADOR.

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1 NORMALIZACIÓN Y FORMACIÓN DE FORMADORES: CRITERIOS DE HOMOLOGACIÓN DEL FORMADOR. Ana Isabel Vázquez Ajo Javier González López Fundación Laboral de la Construcción 1. INTRODUCCIÓN: ENMARCACIÓN CONCEPTUAL La Ley Orgánica 5/2002, de 19 de junio, de Cualificaciones y de la Formación Profesional señala en su exposición de motivos como prioridad fundamental la necesidad de adaptar la Formación Profesional a las cambiantes demandas del mercado laboral, facilitando una formación dirigida al empleo y posibilitando la formación a lo largo de toda la vida. Uno de los aspectos que merece la pena destacar de esta normativa, es el de la creación de un Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional (SNCP), en el que las titulaciones españolas se homologarán a las existentes en la UE, para facilitar la movilidad laboral. Otro aspecto relevante es la integración de las tres modalidades de formación profesional (inicial o reglada, ocupacional y continua), de manera que la formación superada en una modalidad será reconocida por las otras. Y finalmente, algo que atañe especialmente al sector de la construcción por las características que aquí mencionaremos, es que la Ley reconoce las competencias y cualificaciones profesionales que han sido fruto de la experiencia laboral o de aprendizajes no formales, pero no poseen ninguna cualificación reconocida o acreditada oficialmente. Se trata de que las personas que han adquirido sus competencias de esta manera, puedan disponer de una acreditación oficial de sus conocimientos. 1 El siguiente cuadro muestra de forma general la organización del sistema de formación profesional en España: SISTEMA DE FORMACIÓN PROFESIONAL Subsistema de Formación Profesional Inicial/Reglada Subsistema de Formación Profesional Ocupacional Subsistema de Formación Profesional Continua Gestión: MEC CC.AA. Gestión: INEM CC.AA. Otros Gestión: INEM Agentes Sociales 1 Ministerio de Educación y Cultura. Nota previa a la Ley de Cualificaciones y de la Formación Profesional. 1

2 Actualmente, existe una homologación académica de la formación adquirida a través del subsistema de formación profesional inicial/reglada que, aún con ciertas matizaciones, es reconocida dentro del mundo laboral. Así mismo, la formación adquirida a través del subsistema de formación profesional ocupacional otorga una certificación por parte de las autoridades laborales, pero generalmente no es reconocida a efectos laborales. Por último, la cualificación obtenida mediante formación continua, no sólo no otorga una certificación oficial, sino que tampoco es reconocida dentro del mundo del trabajo. Dada esta situación, el presente documento pretende establecer una serie de criterios que favorezcan a las organizaciones dedicadas a la formación continua, el desarrollo de una serie de herramientas de normalización, cuyo objetivo sea la homologación de sus formadores de formación continua. La certificación y reconocimiento de su cualificación como formadores específicos de este subsistema, favorecerá una adecuada selección de formadores para los cursos de formación continua, situación que redundará en una mayor calidad de los cursos de formación permanente. Este aumento de la calidad se producirá fundamentalmente porque un profesional con conocimientos de la materia a impartir, si previamente no está homologado, no estará habilitado para impartir cursos de formación continua, con lo que se contará con formadores con la cualificación tanto conceptual como pedagógica ideal para llevar a cabo adecuadamente la acción formativa prevista. 2. ESTABLECIMIENTO DE CRITERIOS DE HOMOLOGACIÓN Con el fin de establecer una adecuada estructuración del proceso de homologación del formador, resulta necesario fijar una serie de criterios que permitan la ubicación del profesional dentro de distintos niveles de normalización. Los criterios de selección serían dos, uno inicial, cuando el profesional entra en contacto con la organización y otro continuo o procesual, que se aplicaría durante la relación del formador con la entidad: Criterios iniciales Los criterios iniciales serían aquellos que situarían al formador dentro de unos niveles de normalización u otros. Las herramientas a utilizar serían las siguientes: Currículum: el currículum vitae es el conjunto de datos biográficos, académicos y laborales de una persona, que califican su aptitud profesional. Su análisis nos ofrece datos muy valiosos sobre la trayectoria laboral y formativa de la persona, que ayudarán a establecer su perfil profesional y a fijar un criterio inicial. El currículum siempre se tiene que complementar con una entrevista personal con el profesional, técnica que tiene el objetivo de conocer personalmente a la persona y ahondar en los datos académicos y laborales que se reflejan en el currículum. Informe de vida laboral: este informe es elaborado por la Seguridad Social y contiene información respecto de las situaciones de alta o baja de una persona en el conjunto de los 2

3 distintos regímenes del sistema de la SS. En él se refleja donde y cuando ha trabajado la persona y en que régimen laboral (general, autónomo, etc.) Los datos de este informe son muy útiles para conocer la historia profesional real del sujeto y el ámbito laboral en que se ha desarrollado. Cuestionario de evaluación inicial: esta prueba iría dirigida a evaluar los conocimientos tanto conceptuales como pedagógicos del formador. En este proceso inicial se deben de utilizar al menos las dos primeras herramientas. El cuestionario de evaluación inicial se aplicaría siempre que se observe que el profesional no supera ampliamente los otros dos criterios y se considere necesario contar con una fuente adicional de información para iniciar su proceso de homologación. Criterios procesuales Estos criterios se aplicarían una vez que el formador ostenta un nivel de homologación inicial. Su finalidad la promoción del profesional a un nivel superior de normalización. Horas de formación: se analizarían las horas de formación impartidas por el formador, estableciendo una serie de estratos o franjas donde se situaría al profesional sobre la base de las horas reales de impartición de cursos y no tanto los años de experiencia profesional global (al estilo de los pilotos de aeronaves). Cuestionarios de evaluación de satisfacción de los alumnos: análisis de los cuestionarios de evaluación que hayan cumplimentado los alumnos sobre el formador en cuestión, analizando aspectos como dominio de la materia que imparte, las habilidades pedagógicas, el fomento de la motivación y la participación, el sistema de evaluación del aprendizaje utilizado, etc. Formación continua realizada: resulta muy necesario que el formador actualice o recicle sus conocimientos y habilidades didácticas en connivencia con la evolución del sistema productivo y particularmente con las innovaciones del sector o actividad donde se sitúe su parcela de conocimiento. En este sentido se deberían analizar dos indicadores: Formación continua sectorial de su ámbito profesional, es decir, formación relacionada íntimamente con su parcela de conocimiento (por ejemplo, si es un formador encargado de impartir la parte teórica de un curso de operador de grúa torre, conocimiento sobre nuevos tipos de grúa, nueva normativa, etc.) Formación de formadores: actualización constante de sus habilidades pedagógicas y didácticas, mediante cursos específicos de estas características. Opinión de responsables de la empresa: como última herramienta se debe de contar con la opinión de los responsables directos del formador, opinión que se recogerá mediante un 3

4 cuestionario y/o con una entrevista personal, instrumentos que deben de ser elaborados para tal efecto. Una vez aplicados todos estos criterios y obtenidas las puntuaciones derivadas de la aplicación de los distintos instrumentos, se obtendría una puntuación general que se cotejaría con un baremo previamente establecido donde, sobre la base de las puntuaciones obtenidas, se situaría al formador en uno u otro nivel de normalización. Cabe destacar que es muy importante que estos criterios queden integrados en la política de calidad de la entidad, así como su aplicación y baremación. 3. NIVELES DE NORMALIZACIÓN Una vez aplicados los criterios de homologación a los formadores, ya sea en una etapa inicial o procesual, y obtenidas las puntuaciones, resulta necesario ubicarlos dentro de un sistema estructurado de niveles de normalización. Esta actuación nos permitiría discriminar entre distintos niveles de formadores, niveles a los que accederían en función de los resultados obtenidos tras la aplicación de los criterios de homologación anteriormente expuestos. Los niveles necesarios para articular una estructura coherente de normalización serían los siguientes: Nivel 1: Básico En este nivel se emplazarían aquellos profesionales del sector con mínima o nula experiencia en la impartición de cursos de formación y que pretenden iniciar su proceso de homologación. Los criterios de homologación de este nivel serían de carácter inicial: Currículum Informe de Vida Laboral Cuestionario de evaluación inicial Si superan la puntuación mínima establecida para esta etapa, obtendrían una normalización nivel 1, que les habilitaría para impartir cursos de determinadas características. Así mismo, esta homologación tendría aparejada unos emolumentos establecidos para este nivel. Nivel 2: Medio En este nivel se situarían aquellos formadores con una experiencia media en la impartición de acciones formativas. El acceso a este nivel se produciría a través de dos vías: Promoción desde Nivel 1: serían profesionales del nivel 1 de normalización que promocionan a un nivel superior. Los criterios de homologación serían los siguientes: Horas de formación Cuestionarios de evaluación de satisfacción de los alumnos 4

5 Formación continua realizada (sectorial y formación de formadores) Opinión de responsables de la empresa Acceso directo: serían profesionales de la formación que acceden a directamente a este nivel tras la acreditación formal de su experiencia en la impartición de cursos de formación. Los criterios de homologación serían los siguientes: Currículum Informe de Vida Laboral Cuestionario de evaluación inicial Formación continua recibida (sectorial y formación de formadores) Los formadores alcanzarían el nivel 2 de normalización si superan la puntuación mínima establecida para esta etapa. Esta homologación les facultaría para impartir cursos de determinadas características. Así mismo, esta homologación tendría aparejada unos emolumentos establecidos para este nivel, superiores a los del nivel 1. Nivel 3: Avanzado Este nivel sería el de mayor grado de homologación, situándose en él aquellos profesionales con una dilatada experiencia en la impartición de cursos de formación. El acceso a este nivel de normalización sería mediante promoción desde el nivel 2, es decir, para alcanzar este nivel debe de haberse obtenido previamente el nivel medio de homologación. Los criterios de homologación serían los siguientes: Horas de formación Cuestionarios de evaluación de satisfacción de los alumnos Formación continua realizada (sectorial y formación de formadores) Opinión de responsables de la empresa Los formadores con el nivel 3 de normalización estarían habilitados para impartir cualquier curso de formación dentro de su esfera de conocimiento. Del mismo modo, esta homologación tendría aparejada unos emolumentos establecidos para este nivel, superiores a los del nivel 2. El siguiente cuadro muestra gráficamente los tipos de acceso, los criterios de homologación así como los distintos niveles de normalización asociados que se pueden alcanzar. 5

6 PERFIL PROFESIONAL ACCESO CRITERIOS DE HOMOLOGACIÓN NIVELES DE NORMALIZACIÓN Currículum Profesional con poca o nula experiencia Acceso directo Informe de Vida Laboral NIVEL 1 INICIAL Cuestionario de evaluación inicial Horas de formación Cuestionarios de evaluación Promoción desde nivel 1 Formación continua Profesional con experiencia media Opinión de responsables Currículum NIVEL 2 MEDIO Informe de Vida Laboral Acceso directo Cuestionario de evaluación inicial Formación continua Horas de formación Profesional con dilatada experiencia Promoción desde nivel 2 Cuestionarios de evaluación Formación continua NIVEL 3 AVANZADO Opinión de responsables 6

7 4. ITINERARIOS FORMATIVOS Resulta necesario que la estructuración de niveles de normalización tenga asociada una formación continua determinada en Formación de Formadores, que habilite y cualifique a los formadores para acceder a los distintos grados de homologación. Esta formación se debe articular en itinerarios formativos secuenciados e interconectados, que posibiliten la obtención de los distintos niveles planteados de forma gradual y paulatina. Ya que se han planteado 3 niveles de normalización, resulta obvio el programar 3 itinerarios formativos que se asocien a cada grado de homologación: FORMACIÓN DE FORMADORES Itinerario formativo de iniciación Itinerario formativo de perfeccionamiento Nivel 1 Inicial Nivel 2 Medio NORMALIZACIÓN Itinerario formativo de especialización Nivel 3 Avanzado Itinerario formativo de iniciación Este itinerario constituiría la formación base que ha de tener un formador en Formación de Formadores, para poder acceder al primer nivel de normalización. La superación de este itinerario se obtendría a través de la combinación de dos vías: Aplicación de los criterios de homologación del nivel 1 Curso básico de Formación de Formadores Itinerario formativo de perfeccionamiento Este itinerario formativo sería el que dotaría al profesional de la cualificación necesaria para optar a la normalización del nivel 2. Este itinerario se superaría a través de la combinación de las siguientes vías: Superación del itinerario formativo de iniciación Curso medio de Formación de Formadores 7

8 Itinerario formativo de especialización El itinerario formativo de especialización es el que pondría al formador en disposición de acceder al nivel de normalización 3. Este itinerario se superaría de la forma siguiente: Superación del itinerario formativo de perfeccionamiento Curso avanzado de Formación de Formadores 5. CERTIFICACIÓN Una vez superados los requisitos o criterios establecidos para cada nivel de normalización, el formador obtendría una acreditación que le homologaría para impartir cursos dentro del nivel alcanzado. El formato físico de esta acreditación sería un carné en el que se reflejarían los siguientes datos: LA FUNDACIÓN LABORAL DE LA CONSTRUCCIÓN CERTIFICA QUE Don Juan Pérez Pérez con DNI W ESTA HOMOLOGADO COMO FORMADOR NIVEL 1 Fdo.: El Director General LA FUNDACIÓN LABORAL DE LA CONSTRUCCIÓN CERTIFICA QUE Doña Mª del Susi Bicho del Campo con DNI C ESTA HOMOLOGADA COMO FORMADORA NIVEL 2 Fdo.: El Director General Por último, cabe destacar que la homologación del formador por niveles de normalización no tiene sentido si esta no viene aparejada con una remuneración salarial acorde con el nivel alcanzado, ya que tiene que existir una reciprocidad entre el esfuerzo que realiza el profesional por homologarse y la entidad que contrata sus servicios. Por tanto, la empresa tiene que recompensar ese esfuerzo asignando un salario diferenciado por nivel, que irá aumentando a medida que el profesional escala niveles de normalización. 8