ORIENTACIONES TÉCNICAS



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Transcripción:

ORIENTACIONES TÉCNICAS TIPOLOGÍA DE PROYECTOS DE PREVENCIÓN SITUACIONAL DEL DELITO Y LA VIOLENCIA (REP-IL-EQUIP-AC-CTV) DEPARTAMENTO DE GESTIÓN TERRITORIAL 2015 1

ÍNDICE 1. MARCO CONCEPTUAL... 4 1.1. Seguridad Urbana y Prevención Situacional... 4 1.2. Marco Referencial para la Prevención Situacional en Entornos Urbanos... 5 1.2.1. Desde la criminología ambiental... 5 1.2.2. Desde el urbanismo y la inseguridad... 6 1.3. Focalización territorial y factores de riesgo físico... 6 1.3.1. Lugares con alta concentración delictual... 7 1.3.2. Lugares con alta percepción de inseguridad... 7 1.3.3. Lugares con alto nivel de vulnerabilidad físico-espacial... 8 1.4. Principios orientadores para intervención en Prevención Situacional... 10 1.4.1. Integralidad de los proyectos... 10 1.4.2. Territorialidad y actividad humana... 10 1.4.3. Participación ciudadana y articulación comunitaria... 11 1.4.4. Accesibilidad y movimiento peatonal... 11 1.4.5. Vigilancia Natural... 11 1.4.6. Configuración de usos... 12 1.4.7. Sentido de mantención... 12 2. COMPONENTE TRANSVERSAL: PARTICIPACIÓN COMUNITARIA... 13 2.1. En el diseño de la intervención... 14 2.1.1. Reunión informativa y organización de la comunidad... 14 2.1.2. Marcha Exploratoria de Seguridad (MES)... 14 2.1.3. Taller participativo para definición de la propuesta de intervención... 16 2.1.4. Actividad para validación de la intervención... 17 2.2. En la ejecución de la intervención... 17 2.3. En el uso y mantención de la intervención... 17 2.3.1. Plan de acción comunitario... 17 2.3.2. Plan de manejo... 17 3. TIPOLOGÍAS DE INTERVENCIÓN SOCIOESPACIAL... 19 3.1. RECUPERACIÓN DE ESPACIOS PÚBLICOS... 21 3.1.1. Subtipología Senderos peatonales seguros... 21 3.1.2. Subtipología Plazas... 23 3.1.3. Subtipología Otros espacios públicos... 25 3.1.4. Estándares técnicos para la recuperación de espacios públicos... 25 3.2. ILUMINACIÓN PEATONAL... 32 3.2.1. Estándares técnicos para iluminación peatonal... 32 3.3. CONSTRUCCIÓN O MEJORAMIENTO DE EQUIPAMIENTO PÚBLICO... 36 3.3.1. Subtipología Equipamiento Deportivo/Recreativo... 37 3.3.2. Subtipología Paraderos de Locomoción Colectiva... 40 3.3.3. Subtipología Protección de equipamientos públicos y comunitarios... 45 2

3.4. SISTEMA DE ALARMAS COMUNITARIAS... 47 3.4.1. Características técnicas de los sistemas de alarmas... 48 3.4.2. Funcionamiento general del sistema... 50 3.4.3. Medidas de autocuidado en áreas residenciales... 51 3.5. SISTEMA DE TELEPROTECCIÓN... 52 3.5.1. Componentes principales del sistema... 53 3.5.2. Características técnicas generales... 53 3.5.3. Implementación del sistema... 54 3.6. Medidas de gestión urbana... 54 3.6.1. Mantención de la vegetación en el espacio público... 55 3.6.2. Gestión de propiedades en abandono... 55 3.6.3. Tratamiento de muros ciegos... 56 3.6.4. Plan de limpieza urbana... 57 3.6.5. Normas para la ocupación del comercio en el espacio público... 57 3.6.6. Ordenamiento de instalación de comercio en la vía pública... 58 3.6.7. Ordenamiento de la publicidad en el espacio público... 59 3.6.8. Mejorar la gestión de construcción de obras urbanas... 59 3.6.9. Gestión de rutas peatonales... 60 3.6.10. Consolidación de esquinas... 61 3.6.11. Gestión de tránsito vehicular... 62 3.6.12. Gestión del transporte público... 63 4. FORMULACIÓN DE PROYECTO DE PREVENCIÓN SITUACIONAL... 65 4.1. PROBLEMÁTICA A INTERVENIR... 65 4.2. OBJETIVOS, FOCALIZACIÓN, EQUIPAMIENTO Y COBERTURA... 65 4.2.1. Objetivo general... 65 4.2.2. Objetivos específicos... 66 4.2.3. Focalización territorial... 66 4.2.4. Población objetivo... 66 4.3. METODOLOGÍA DE INTERVENCIÓN... 66 4.3.1. Líneas de intervención, etapas y actividades... 66 4.3.2. Carta gantt metodología... 68 4.3.3. Coordinación de Redes... 69 4.4. COMPOSICIÓN MÍNIMA DE EQUIPO EJECUTOR... 69 4.5. ANTECEDENTES TÉCNICOS DEL PROYECTO... 70 4.5.1. Planimetría... 70 4.5.2. Especificaciones técnicas... 71 4.5.3. Itemizado presupuestario... 71 4.5.4. Certificados y cartas de compromiso... 71 3

1. MARCO CONCEPTUAL 1 1.1. Seguridad Urbana y Prevención Situacional La política de seguridad urbana contribuye a garantizar la seguridad en el espacio público, promoviendo la revalorización de la ciudad como escenario y soporte físico para el desarrollo y cohesión social de las comunidades. En este contexto, la Prevención Situacional es un enfoque que pretende disminuir las oportunidades para la comisión de delitos y la violencia, y reducir la percepción de inseguridad de la población en determinados espacios urbanos, a través de estrategias orientadas a modificar ciertos factores y condiciones de riesgo físico espaciales, generando además la creación o regeneración de espacios públicos de calidad, seguros, integradores, que acoja la diversidad de funciones y usuarios. En este contexto, las intervenciones urbanas de seguridad se enfocan principalmente a: - Reducir oportunidades para cometer delitos, incrementando el esfuerzo y percepción de riesgo para el potencial infractor. - Reducir la percepción de inseguridad de la población en determinados espacios urbanos. - Facilitar el control social de la comunidad sobre espacios urbanos comunes. Así, la prevención situacional se logra a través de estrategias de manejo de condiciones físicas y medioambientales que facilitan la ocurrencia de delitos y percepción de temor mediante: - Observación de atributos espaciales que puedan favorecer la oportunidad de delito y la percepción de temor. - Identificación de posibles lugares en los cuales se cometen determinados delitos. - Modificación de circunstancias espaciales que impactan en mayor o menor medida en las relaciones sociales y perceptivas generadas en ese espacio. 1 Documento elaborado por la Unidad Técnica de Prevención Situacional de la Subsecretaría de Prevención del Delito del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. 4

1.2. Marco Referencial para la Prevención Situacional en Entornos Urbanos El marco referencial adoptado para la Prevención Situacional aplicada en el contexto nacional, considera antecedentes teóricos y conceptuales de la criminología ambiental desarrolladas en las últimas décadas a nivel internacional, como también el aporte de urbanistas que han abordado la temática de inseguridad en los centros urbanos, entre las que destacan: 1.2.1. Desde la criminología ambiental a) Teoría de las ventanas rotas (Wilson y Kelling, 1966): Explica el miedo, desorden social y falta de control social; plantea el desorden social y las incivilidades físicas y sociales como causas del temor, lo que redundaría en una reducción del control social y luego en el delito. Hace referencia también a la teoría de la desorganización social de Hunter (1978) que establecía cierta relación entre incivilidad, miedo al delito y también de manera independiente a la anterior, con el crimen, lo cual explicaría el fenómeno contradictorio de altos niveles de temor y bajos índices de delitos. b) Teoría de las actividades rutinarias (Cohen y Felson, 1979): Plantea tres elementos interrelacionados para que se cometa un crimen, un autor motivado (el victimario), un blanco atractivo (las personas o la propiedad) y la ausencia de guardianes habilitados (otros que ejerzan un control natural sobre el lugar). La convergencia de 5

estos tres elementos en el tiempo y el espacio, ya sea por factores físicos o sociales, facilitan o limitan la ocurrencia de hechos delictivos. c) Teoría de elección racional (Clarke y Cornish, 1985): Explica el comportamiento criminal como el resultado de una elección racional; por tanto, las posibilidades de reducir los hechos delictivos se focalizan en el análisis del proceso de decisión del probable agresor, estableciendo estrategias que reduzcan las oportunidades de cometer un delito en un contexto determinado. d) Teoría de patrones: Señala que existe un lugar y tiempo preciso en que se producen los delitos, atendiendo a los movimientos y actividades diarias de víctimas y victimarios. Esto significa que la oportunidad de delinquir depende del que una persona con inclinaciones delictivas seleccione blancos atractivos de delitos, en el contexto de los desplazamientos habituales de los habitantes. 1.2.2. Desde el urbanismo y la inseguridad a) Jane Jacobs y Vida y muerte de las ciudades americanas (1961): Plantea una postura opositora a la planificación racionalista de la época, proponiendo que la ciudad debe contar con medio ambientes abiertos, mixtos y permeables. Propone además que los habitantes puedan pasar y ocupar todos los espacios, justificando que ese mayor dinamismo contribuye en aumentar los ojos que miran a la calle y de este modo se acrecienta el control social. b) Oscar Newman y el espacio defendible (1972): Basándose en estudios empíricos a las viviendas públicas de altura en San Luis, Estados Unidos, propone la teoría del espacio defendible, planteando que la relación de los factores físicos y sociales influyen en la comisión de delitos. Este arquitecto plantea además que los residentes de un conjunto habitacional que controlan las zonas que se encuentran a su alrededor, incluyendo el espacio público, pasillos, aéreas recreativas, escaleras, entre otros (Newman, 1972), aumentan el control social del espacio, disminuyendo los delitos. c) C.Ray Jeffery y la prevención del delito mediante el diseño medioambiental (CPTED; 1972): Este concepto fue ocupado en 1972 y trata sobre el espacio y las condiciones que facilitan o restringen la posibilidad que se efectúe un delito; junto a esto plantea que es posible disminuir la probabilidad de estos, a través de la modificación de las características del entorno físico mediante estrategias basadas en el diseño ambiental y la inclusión de principios básicos como vigilancia, territorialidad, control de accesos y participación comunitaria. En este sentido, el medio ambiente urbano puede influir en el comportamiento criminal particular y general de dos maneras: físicamente (proporcionando el entorno en donde las personas se desenvuelven) y socialmente (proveyendo las relaciones sociales a la que responden los individuos). d) Bill Hillier y la sintaxis espacial : Plantea que una alta densidad poblacional en las aceras, pese a que puede causar el anonimato para el delito a personas, contribuye a evitar delitos que afectan a las viviendas. A la vez critica a la postura de Jacobs sobre los espacios abiertos, mixtos y permeables, refiriéndose a esta como una solución abierta, ya que en lugar de contribuir a evitar el crimen, lo facilitaría; como también la solución cerrada de Newman, pues no necesariamente tener el control de un espacio y una densidad baja de peatones por la acera es sinónimo de una disminución de las tasas delictuales. Focalización territorial y factores de riesgo físico 6

Las intervenciones en Prevención Situacional deben ser orientadas a territorios con las siguientes características y responder a los siguientes criterios de focalización: 1.2.3. Lugares con alta concentración delictual Lugares en que exista una alta concentración de delitos de mayor connotación social (DMCS) específicamente contra las personas en el espacio público y delitos contra la propiedad, como viviendas, comercio o vehículos, entre otros (se excluyen delitos relacionados a homicidio o violación, pues las estrategias de prevención situacional son limitadas en disminuir su ocurrencia). Para este caso, es necesario contar con información delictual de las policías referidas a denuncias y detenciones, estadísticas comunales de seguridad ciudadana y mapas de concentración delictual. 1.2.4. Lugares con alta percepción de inseguridad Referida a la sensación personal o colectiva de temor a ser víctima de un delito o incivilidad. Ésta pueda afectar las condiciones de seguridad de determinados grupos etarios y de género, y sobre los cuales pueda ser efectiva la intervención a desarrollar. Para ello se debe recurrir al levantamiento de información cualitativa y cuantitativa, que dé cuenta de los índices de temor de las personas en ciertos espacios. En este sentido, es necesaria la aplicación de al menos un instrumento perceptivo, como encuesta de percepción de temor o marcha exploratoria de seguridad. Elementos que inciden en la percepción de inseguridad de los habitantes 2 : a) Control visual del entorno - Deficiente iluminación - Vegetación no balanceada y/o no mantenida - Obstrucción de visibilidad por elementos físicos - Lugares trampa o espacios recovecos b) Control social 2 Elementos y categorías de percepción de inseguridad elaborados por la Unidad de Prevención Situacional del Delito 7

- Falta de vigilancia natural - Espacios abandonados, descuidados o anónimos - Falta de consolidación de espacios públicos - Falta de sentido de territorialidad y pertenencia c) Desorden Social - Acumulación de basura - Graffitis en muros - Consumo de alcohol - Venta y consumo de droga - Vandalismo, peleas callejeras o acción de pandillas - Ocupación del espacio público por grupos negativos d) Soporte Social - Falta de espacios de uso comunitario - Falta de articulación y organización comunitaria - Conflictos comunitarios y/o sociales - Falta de participación ciudadana 1.2.5. Lugares con alto nivel de vulnerabilidad físico-espacial Lugares con alto nivel de deterioro y abandono de espacios públicos, sitios eriazos, deficiente iluminación, cierros opacos al espacio público, entre otros y que a la vez presentan condiciones sociales que facilitan la acción delictual y la percepción de temor. Factores de riesgo físicos Espacios con estas características presentan factores de riesgo físicos (elementos físicos o de uso del espacio público) que en su relación con las personas, facilitan la ocurrencia de delitos y percepción de temor, haciendo más vulnerables sus espacios y usos frecuentes presentes en él, afectando las condiciones de vivir, trabajar y desplazarse de manera segura. Los principales factores de riesgo físico 3 se refieren a: 3 Elementos y categorías de factores de riesgo físicos elaborados por la Unidad de Prevención Situacional del Delito. Algunos factores de riesgo de contexto habitacional citados en modelo de triple riesgo delictivo. Redondo Illescas, S. España, 2008. 8

a) De configuración urbana - Elementos geográficos en medio de la trama barrial tales como cursos de agua, zonas de derrumbes, quebradas, cerros u otros, que dejan zonas de bordes sin uso y actividad, desconectan y segregan áreas dentro del barrio. - Elementos urbanos relevantes tales como línea férrea, autopista, límites comunales, pasos bajo nivel, entre otros, que desconectan y segregan áreas dentro del barrio. - Edificaciones industriales sin regulación y abandonados en medio de barrios residenciales. - Estructura vial desconectada del barrio con el resto de la ciudad. - Vías de circulación peatonal discontinuas o con cierres de pasajes. b) De usos de suelo - Sectores urbanos con usos de suelo que implican escasa presencia de personas (exclusivos para comercio, servicios, productivos, industriales). - Zonas con alta densidad poblacional. - Lugares de alta concentración de turistas. - Zonas que congreguen mayor cantidad de población joven, adulto mayor, mujeres y desempleados (agentes de riesgo social a problemas delictivos, tanto de ser victimizadas como de ser victimarios). c) Del espacio público - Lugares y/o ambientes físicamente deteriorados, descuidados o en abandono, sin mantención, tales como sitios eriazos, terrenos sin destino y/o uso definidos. - Elementos o mobiliario urbano que obstaculice el espacio público. - Carencia de infraestructura y/o equipamiento urbano, o el existente en desuso o cerrados, tales como quioscos, paraderos, etc. - Lugares sin o escasa iluminación o visibilidad. - Sectores con vegetación sin mantención, descuidada y que obstaculice la iluminación. - Lugares trampa o espacios recovecos, oscuros, sin alternativas de rutas y recorridos. - Cierros de propiedades con panderetas cerradas (muros opacos) y en largas extensiones, que dan al espacio público o sitios eriazos con falta de delimitación y cierres desprotegidos. d) Del contexto habitacional: - Edificaciones o agrupaciones habitacionales que generan fondos de sitios o fachadas sin actividad hacia los espacios públicos. - Espacios de copropiedad sin equipamiento o espacios residuales entre bloques. - Propiedades descuidadas y abandonadas. - Invisibilidad exterior-interior y viceversa de viviendas urbanas. - Bloques de departamentos sin control de accesos. - Carencia de servicios urbanos en el barrio. - Falta de soporte comunitario y de espacios de desarrollo social. 9

Espacios urbanos con estas condiciones hacen que las personas dejen de transitar, pasear, permanecer, recrearse y en definitiva desincentiven el uso y ocupación de ellos, por tanto el espacio pierde vigilantes naturales 4, elementos esenciales que permitirían inhibir ciertos delitos de oportunidad, modificar ciertos comportamientos o patrones antisociales y aumentar la sensación de seguridad de los espacios urbanos. 1.3. Principios orientadores para intervención en Prevención Situacional 5 Las intervenciones en prevención situacional se sostienen sobre ciertos principios básicos sociales y espaciales que inciden directamente en la situación delictual y de temor en un territorio. La inclusión de estos principios es un factor determinante para modificar la situación de inseguridad en el lugar. Entre ellos están: 1.3.1. Integralidad de los proyectos Integra la visión de desarrollo de una comunidad. La incorporación de la realidad social vinculada al espacio físico que ocupan las personas permite generar estrategias de prevención certeras que acogen la visión de desarrollo de la comunidad. Al respecto, para definir posibles líneas de intervención, son componentes esenciales la observación de la diversidad de la población, distinguiendo tanto grupos etarios, género, rutinas y costumbres en el espacio público, como también las redes y dinámicas de organizaciones sociales y actores claves en el territorio, relacionadas a una identificación de lugares que generan alta percepción de temor e inseguridad, como también de aquellos de alta concentración delictual. 1.3.2. Territorialidad y actividad humana Alude al reforzamiento territorial y al sentido de afecto que establece el habitante con su entorno inmediato y por el cual lo cuida. Al respecto, intencionar la ubicación deliberada de actividad humana mediante la transformación de las condiciones espaciales y la instalación de elementos urbanos en áreas potencialmente inseguras, puede contribuir al desplazamiento de algunos tipos de delitos y de grupos negativos que hacen uso del espacio público, al lograr una recuperación en la ocupación de ellos por parte de la comunidad. 4 Se refiere a las personas que por su actividad o simplemente por su presencia, vigilan el entorno de manera inconsciente y ejercen un control visual natural sobre su entorno, teniendo la posibilidad de ver y ser vistos, ahuyentan extraños y tienen mayores posibilidades de auxilio frente a un acto delictual. 5 Los principios orientadores para intervenciones en prevención situacional son de elaboración propia de la Unidad de Prevención Situacional del Delito de la Subsecretaría de Prevención del Delito del Ministerio del Interior y Seguridad Pública. 10

1.3.3. Participación ciudadana y articulación comunitaria La comunidad se hace parte de las distintas etapas del proceso, dado que el habitante es el mayor conocedor en la sensación de seguridad e inseguridad urbana respecto de su espacio, y este conocimiento intuitivo es un factor clave en el diseño de una estrategia situacional. Él reconoce los lugares que le generan amenaza o inseguridad. El habitante urbano (vecinos, escolares, comerciantes, entre otros) debe hacerse parte en las distintas etapas del proceso, participando en el diagnóstico, elaboración de la estrategia, ejecución y posterior evaluación del proyecto. 1.3.4. Accesibilidad y movimiento peatonal Provee mejores posibilidades de control sobre el espacio inmediato. Los espacios que cuentan con condiciones de acceso convenientes para el tránsito peatonal y rutas peatonales definidas, claras y orientadoras, favorecen la percepción de seguridad y pueden aportar en la prevención de ciertos delitos de oportunidad en el espacio público, pues ellas permiten un tránsito continuo y expedito para el peatón, entregándole mejores posibilidades de control sobre su espacio inmediato, y facilidades para el acceso a auxilio, al reducir posibles obstáculos a su desplazamiento y proveer de lugares con campos visuales amplios y despejados. 1.3.5. Vigilancia Natural Es posible ejercer un control social informal. El control visual que puedan ejercer las 11

personas producto del mejoramiento de las relaciones visuales establecidas al interior de un espacio público, o entre éste y uno privado, y viceversa, permiten inhibir ciertos delitos de oportunidad, modificar comportamientos o patrones antisociales y aumentar la sensación de seguridad, toda vez que permite una vigilancia natural del lugar por parte de quienes lo ocupan cotidianamente, a la vez que promueve el contacto entre los usuarios de un determinado lugar. 1.3.6. Configuración de usos Un espacio que acoge los distintos tipos de usos y respeta la diversidad de la población, contribuye a la cohesión social de la comunidad, pues genera una mayor interacción social entre sus habitantes; a la vez que ayuda a mantener un espacio con altos niveles de actividad y ocupación, evitando su deterioro y abandono. 1.3.7. Sentido de mantención Los habitantes desarrollan sentido de pertenencia, identidad y valoración por el espacio común. En los lugares en los cuales los vecinos y actores locales tienen un rol preponderante en el orden, cuidado y limpieza de su espacio público más próximo, los apropia y empodera respecto a evitar malas prácticas en él, reduciendo las posibilidades de ocupación por parte de grupos negativos y previniendo posibles conflictos, que puedan degenerar en espacios deteriorados propicio para el anonimato y una alta concentración de delitos. 12

2. COMPONENTE TRANSVERSAL: PARTICIPACIÓN COMUNITARIA Considera la participación de diversos actores locales involucrados en distintas etapas del proceso de implementación de una intervención, asegurándoles un rol protagónico como coproductores de seguridad. Las actividades principales de participación son: - Elaboración del diagnóstico, en el cual se determina la problemática específica del sector. - Definición de líneas de intervención, en donde se establecen posibles alternativas de solución. - Ejecución del proyecto, en donde se participa del desarrollo de las actividades propuestas. - Seguimiento y evaluación, en donde se verifica la correcta ejecución del proyecto y se evalúan los resultados comprometidos por la intervención. Una estrategia de Prevención Situacional se sustenta en que la comunidad participe activamente en las distintas etapas del proceso, ya sea diagnóstico, diseño, implementación y evaluación de la intervención. A continuación se presentan las actividades que comprenden el proceso de participación comunitaria para proyectos situacionales, que permitirán levantar la imagen objetivo de la intervención, así como también validar el proyecto con la comunidad y promover el uso del espacio público intervenido. Los actores involucrados en este proceso pueden ser diversos, según sea el entorno urbano a intervenir o las actividades de participación a realizar. La multiplicidad de aconteceres en los espacios públicos existentes, que cuentan además con equipamientos, servicios, diversión, esparcimiento y otros, implica a una amplia gama de actores. Es necesario identificar y vincular los distintos niveles de temor y exposición al delito de la población, como también a la existencia de posibles factores protectores que puedan ser ejercidos en favor de los sectores más vulnerables. Al respecto, es posible distinguir algunos grupos, tales como: - Organizaciones sociales y comunitarias, que corresponden a juntas de vecinos, clubes deportivos, agrupaciones culturales, entre otras, son las con mayor representatividad y las más frecuentes de encontrar en el territorio. Dada la diversidad de las organizaciones es posible incorporar las variables género y grupo etáreo, pues hay agrupaciones de adultos mayores, jóvenes, niños y mujeres, sobre cada una de las cuales difiere la percepción de temor y los tipos de delitos de los cuales son víctimas sus participantes. - Instituciones y actores de nivel barrial, entre las que están las iglesias y sus comunidades religiosas, las instituciones educacionales y sus comunidades escolares, jardines infantiles y universidades; el comercio de barrio visto en negocios de abarrotes, kioscos de diarios, servicio de telefonía e Internet y ferias libres; como también el transporte público local de taxis, microbuses y colectivos. Este segmento, el cual está expuesto a distintas condiciones de riesgo que las anteriores, pueden tener un rol importante al funcionar como un aglutinador y 13

fuente de seguridad para el sector, toda vez que en su mayoría son reconocidos como espacios de interacción cotidiana, alternativas de auxilio y vigilancia natural. - Gremios y grupos relacionados a servicios y comercio, categoría donde es posible identificar a quienes ejercen distintas actividades comerciales y de servicios en sectores residenciales consolidados a los cuales concurre un número importante de población, la cual puede estar expuesta a determinados delitos en ese espacio público o presentar una alta sensación de inseguridad en él. En este caso, el involucramiento de ellos en las condiciones de seguridad de su entorno, es un factor que impacta directamente en la reducción de determinados delitos de oportunidad y en la sensación de seguridad de sus usuarios, lo que influye favorablemente en el desarrollo del sector. 2.1. En el diseño de la intervención La información será levantada a partir de la aplicación metodológica de un proceso participativo, el cual debe considerar la información y organización de la comunidad, la realización de marchas exploratorias, talleres de seguridad y elaboración de imagen objetivo para la definición de soluciones a las problemáticas detectadas desde la comunidad para el sector específico de la intervención. 2.1.1. Reunión informativa y organización de la comunidad Como actividad básica se debe convocar a la comunidad para hacer una presentación general del área de intervención, así también de los alcances, objetivos del proyecto, población beneficiaria, problema que se pretende resolver y descripción de conceptos generales de Prevención Situacional. 2.1.2. Marcha Exploratoria de Seguridad (MES) Luego de haber informado a la comunidad respecto al proyecto se sugiere realizar Marcha exploratoria de seguridad (MES), la cual consiste en un recorrido realizado en el lugar de la intervención que hace un grupo representativo de la comunidad organizada y dirigida por el coordinador o encargado del proyecto y su equipo ejecutor, para identificar, analizar y evaluar, mediante un listado de preguntas, los elementos relacionados a los factores de riesgo físico espaciales y/o elementos que se identifiquen como problemáticos o que provoquen sensación de inseguridad en ese lugar determinado. 14

a) Definición del área a recorrer Es necesario delimitar el tamaño del área que se va a recorrer. En este sentido ésta debe enfocarse al sector definido y focalizado para la intervención. b) Convocatoria Se deben conformar uno o dos equipos de no más de 15 personas en promedio, considerando la posibilidad de organizar por más de un grupo de exploración, sobre todo si el espacio a recorrer posee grandes dimensiones. Entre los participantes se debe incluir a miembros de organizaciones sociales, representantes habituales del lugar, entre otros, que puedan reflejar opiniones y necesidades de seguridad. Si el objetivo específico de la intervención lo requiere se puede convocar a grupos específicos como mujeres, jóvenes, niños, dueñas de casa, comerciantes, trabajadores, estudiantes, entre otros necesarios para el éxito de la información a recoger. Se debe considerar principalmente realizar una marcha exploratoria de seguridad nocturna, momento en que se acentúan las características problemáticas de los lugares. c) Ámbitos de evaluación El listado de preguntas que deben aplicarse en la MES, deberá reconocer y analizar en terreno aspectos como iluminación, aislamiento visual y auditivo, rutas de acceso, circulación y escape, lugares trampa, estado de la infraestructura existente, usos actuales y/o nuevos usos, mantención, señalización, conflictos comunitarios y/o sociales. Los puntos anteriores serán usados como pautas para las particularidades de la intervención. Esta herramienta busca además facilitar la propuesta de soluciones concretas y viables para el mejoramiento urbano que se pretende. d) Realización de la marcha Ésta debe considerar un tiempo estimado de ejecución de entre 1 y 1 ½ hora aproximadamente, donde: i. Introducción a los participantes (1/2 hr. aprox.) - Presentación del facilitador y de los participantes. - Explicación del objetivo del recorrido y la forma de trabajo. - Se reparte un cuestionario a cada participante y se explica brevemente los factores 15

que se evaluarán y los tipos de respuesta que deben colocar. - Se pregunta a los participantes si han tenido malas experiencias en el lugar y qué cambios les gustaría observar en dicho lugar. ii. Recorrido (1/2 hr aprox.) El facilitador conducirá el recorrido ayudando a responder el cuestionario de manera ordenada y correlativa, así es posible que todos los participantes vayan respondiendo y evaluando las mismas preguntas al mismo tiempo. El facilitador debe: - Dar tiempo para que las personas respondan las preguntas del cuestionario. - Estimular la conversación entre los participantes. - Recoger y anotar los comentarios que hagan los participantes, puesto que ayudará a organizar los resultados de la experiencia. - Anotar otras preguntas que surjan de la experiencia, aunque no se puedan responder inmediatamente. iii. Organización de resultados El facilitador y su equipo técnico podrán organizar los resultados de la información obtenida acerca de factores particulares, o bien agrupar la información por la totalidad del espacio recorrido. Además resultaría relevante organizar la información graficándola en un mapa o plano de estudio del sector focalizado. Ver anexo Formulario Marcha Exploratoria de Seguridad. 2.1.3. Taller participativo para definición de la propuesta de intervención Con el fin de incorporar conceptos de diseño urbano seguro en el proyecto, se debe individualizar a los posibles usuarios y determinar sus necesidades programáticas; este taller puede ser realizado también una vez concluida la actividad anterior de MES. Para ello se convocará a un taller de trabajo con un número de participantes que no supere las 20 personas. Esta reunión debe ser dirigida por un facilitador y plantear los objetivos claros para: - Analizar y discutir los problemas de seguridad que se presentan en el recorrido por lugar. - Priorizar los problemas de seguridad, ordenándolos por importancia, detectando desde los más complejos hasta los más simples. Es relevante que las diferencias de opinión entre los participantes se puedan resolver más por consenso que por votación, especialmente si hubiera que decidir cuál es el problema principal que se quiere resolver. - Propuestas de alternativas de solución: el facilitador deberá expresar los elementos observados con la finalidad de proponer ideas, soluciones y necesidades que la comunidad podrá traducir en una imagen objetivo o idea rectora de lo que se desea para su barrio y/o lugar de intervención. - Elaboración de imagen objetivo: deberá ser traducida gráficamente en un plano o mapa conceptual del lugar que contenga toda la información relevante resultado de los procesos participativos e intenciones de los vecinos para sus lugares. 16

2.1.4. Actividad para validación de la intervención Para la validación de la intervención se deberá realizar una presentación a la comunidad de la imagen objetivo y/o anteproyecto, elaborada en base a la información obtenida en las etapas anteriores, con el fin de validar la propuesta de intervención, asegurando también en concertar a la comunidad en torno a acuerdos en el futuro cuidado y mantención del área verde. 2.2. En la ejecución de la intervención Durante la etapa de ejecución la empresa a cargo deberá realizar a lo menos dos reuniones coordinadas con la comunidad con el fin de informar el avance de las obras. También se podrá incorporar en el proyecto la ejecución de intervenciones participativas tales como plantación de árboles, mosaicos, u otra técnica artística ejecutada por la comunidad, que agregue valor y sentido de pertenencia al lugar mediante la intervención en muros ciegos u opacos al espacio público, pavimentos, etc. 2.3. En el uso y mantención de la intervención Además de las actividades anteriormente descritas, para promover el uso y la mantención del área intervenida se deberá realizar alguna de las actividades descritas: 2.3.1. Plan de acción comunitario Considerar en el proyecto la ejecución de actividades programadas coordinadas por la comunidad o el municipio que fomenten el uso de la intervención, tales como clases de acondicionamiento utilizando máquinas de ejercicios, campeonato de básquetbol, clase de mosaico, exposiciones de artesanos del barrio, etc. 2.3.2. Plan de manejo Considerar un plan de manejo del medioambiente natural y construido mediante procedimientos y acuerdos entre los vecinos, en el cuidado de los siguientes aspectos de mantenimiento: - Definir un protocolo de acción al existir deficiencias en el alumbrado público o acumulación de basura. 17

- Promover la limpieza frecuente de pavimentos, paredes, mobiliario urbano y otros bienes públicos. - Establecer medidas de control de fecas de mascotas en las áreas verdes y pavimentos. - Remover en corto tiempo rayados y señales de vandalismo en muros u mobiliario urbano. 18

3. TIPOLOGÍAS DE INTERVENCIÓN SOCIOESPACIAL La identificación de la situación de inseguridad en un lugar permite plantear diferentes líneas de intervención situacional, donde la modificación de las circunstancias espaciales junto al componente comunitario, contribuyen a disminuir las oportunidades para la comisión de delitos y la violencia, y reducir la percepción de inseguridad de la población, convirtiéndose en un soporte para la recuperación y consolidación de las relaciones sociales existentes en él, las que son vitales para la sustentabilidad de la inversión en el tiempo. De este modo, se han identificado cinco tipologías de proyectos de prevención situacional que se enfocan principalmente en espacios públicos, ubicados en bienes nacionales de uso público que son de libre acceso para toda la comunidad, los que en general corresponden a las áreas verdes y sus equipamientos, o a los espacios de circulación para las personas que se ven afectados por DMCS específicamente contra las personas en el espacio público y delitos contra la propiedad, como viviendas, comercio o vehículos, entre otros. El tipo de intervención debe ser coherente al problema delictual y de inseguridad existente; en este sentido, las distintas tipologías de intervención abordan preferentemente los siguientes tipos de delitos, inseguridad e incivilidades: 19

DELITOS /INSEGURIDAD/ INCIVILIDADES Hurto Iluminación peatonal TIPOLOGIAS DE PREVENCIÓN SITUACIONAL Recuperación espacio público Equipamiento público Alarmas comunitarias Sistemas teleprotección Robo con Intimidación Robo con Violencia Delito de robo por sorpresa Lesiones Robo con fuerza Percepción de inseguridad Incivilidades Estrategias manejo condiciones físicas y ambientales que facilitan ocurrencia de delitos y percepción de temor. Soporte y medio de prueba visual en eventuales procesos judiciales. La prevención del delito mediante el diseño del espacio urbano y la recuperación de los espacios públicos deteriorados constituye un eje central de desarrollo de la intervención, pues la subutilización de espacios públicos a nivel de barrio es uno de los problemas de seguridad más importantes a nivel local, debido a que su deterioro y abandono facilitan la comisión de delitos de oportunidad y acrecientan la percepción de temor e inseguridad en la comunidad. Los espacios públicos, equipamientos y sistemas de protección a intervenir e instalar, deben abordarse intentando fomentar su construcción, mejoramiento y recuperación, mediante un diseño integral que se traduzca en: a) Diseño que incentive distintas zonas con diversidad de funciones y usuarios, como áreas lúdicas para niños, adultos, mujeres; áreas para practicar deportes; áreas de esparcimiento y recreación; áreas para espacios ciudadanos; áreas de ejercicio al aire libre y ciclovías, entre otras, con adecuado mobiliario y equipamiento urbano como escaños, basureros, quioscos, paraderos, bebederos, luminarias, entre otros, que se integre al diseño general del proyecto. b) Diseño con campos visuales y elementos físicos despejados, que integre rutas claras y orientadoras para recorridos y circulaciones, sin obstáculos o elementos que entorpezcan el tránsito peatonal, generando y prolongando circuitos y enlaces físicos y virtuales hacia y desde los accesos naturales del espacio. c) Diseño espacial que busque aumentar las relaciones visuales y de interacción de los habitantes en su entorno. Espacios donde se ejerza control visual natural sobre ellos, permitiendo a las personas ver y ser vistas, lo que contribuye a un mayor control social de los espacios públicos, inhibiendo los patrones antisociales y aumentando la sensación de seguridad. d) Diseños con sentido de mantención y afecto de los ciudadanos con su entorno. 20

Espacios en los cuales la comunidad, autoridades y diversos actores locales tienen un rol preponderante en el orden, cuidado y limpieza de su espacio más próximo. Alude al sentido de afecto que hace al habitante cuidar su entorno, generando con ello la sustentabilidad de las intervenciones. e) Diseño que incentive la participación y articulación comunitaria, que contribuya a la creación de ambientes seguros, así como también a la sensación de agrado de habitar los espacios. La creación de alianzas entre la comunidad y las autoridades permiten la creación de un entorno más seguro. Por tanto es clave promover la articulación comunitaria relevando las actividades de participación en las actividades de recuperación de espacios públicos; involucrar a la comunidad en la generación de estrategias de intervención pues esto potencia las redes sociales y lazos afectivos con el espacio y sus vecinos; y favorecer el control social por sobre lo que ocurre en el entorno. 3.1. RECUPERACIÓN DE ESPACIOS PÚBLICOS Esta tipología considera la intervención en un bien nacional de uso público, orientado a consolidar y/o recuperar espacios a través de la implementación de mobiliario urbano, iluminación, vegetación, equipamiento para actividades y usos diversos, con tal que aporten en la reducción de: - Espacios como facilitador ambiental para la ocurrencia de delitos y alta percepción de temor de la población. - Espacios descuidados, sin mantención, que propicien el anonimato. - Espacios con obstáculos visuales que se conviertan en potenciales lugares trampa. - Espacios sin uso y destinos definidos, carentes de control social por desocupación, despoblamiento y/o por falta de actividad. - Comunidad sin espacios para el funcionamiento y encuentro social. - Mobiliario urbano en el que su ubicación genere espacios de reunión no deseados, actos de vandalismo, consumo de drogas u otros efectos nocivos para el barrio, así como también que obstaculice desplazamientos peatonales y campos visuales en un espacio público. 3.1.1. Subtipología Senderos peatonales seguros Esta subtipología considera la intervención, habilitación, y/o mejoramiento de un bien nacional de uso público (B.N.U.P) utilizado como rutas de desplazamiento con alto tránsito peatonal, entre un punto de origen y otro de destino, como por ejemplo, desde sectores de concentración residencial y/o equipamiento urbano hacia paraderos de transporte público u otros recursos físicos, y que presenten características que inciden en la percepción de inseguridad o faciliten la oportunidad para delitos, según se indica en el punto 1.3 de focalización territorial mencionadas en las presentes orientaciones técnicas. Podrá considerar dentro de las obras a ejecutar reparación de pavimentos, iluminación peatonal, ordenamiento de mobiliario, equipamiento, ciclovías y vegetación urbana, como también señalética orientadora. Su intervención deberá considerar: a) Control visual y campos visuales despejados 21

La localización y delimitación de los senderos peatonales deben ser acorde con las rutas ya existentes en las aceras. Además se debe procurar dar continuidad a las rutas peatonales y de ciclovías existentes en el barrio. Los senderos peatonales deben permitir el fácil acceso desde diferentes sectores del barrio al lugar de destino, permitiendo un reconocimiento a distancia tanto de otros peatones como del espacio público en general. En este sentido, se deberá considerar el estado de las rutas peatonales en horario nocturno, manteniendo buenos niveles de iluminación sobre ellos y una vigilancia natural desde las viviendas a una distancia máxima de 75 m. b) Superficies continuas y despejadas Las rutas deben estar compuestas por una materialidad que permita identificar claramente su delimitación y deben promover aquellas superficies que presentan un mayor grado de reflexión de la iluminación. Los senderos peatonales deben ser proyectados sin obstaculizadores físicos ni visuales, (principalmente el mobiliario urbano no debe ubicarse en la banda peatonal) ya que deben permitir el fácil desplazamiento de las personas. c) Accesibilidad universal Promover que los senderos no presenten desniveles. En caso que el terreno no lo permita, incorporar rampas como alternativa a las escaleras, que promuevan la accesibilidad universal, permitiendo el desplazamiento a personas con movilidad reducida. 22

3.1.2. Subtipología Plazas Considera la intervención en un bien nacional de uso público destinado a área verde y conformado por un terreno no menor a 1.000 mts2., con características de sitio eriazo o área verde en evidente estado de deterioro (80% deterioro en su conjunto); que sea un espacio central dentro del barrio y predominantemente abierto, rodeado de a lo menos dos calles en su costado, y conformado por edificaciones de uso residencial que permita el control visual y vigilancia natural desde las viviendas próximas. Para lo anterior, se deberán definir e incorporar espacios que permitan distintos usos, como el tránsito peatonal y la permanencia de personas, actividades deportivas, recreativas o socioculturales. En este sentido, se deberá considerar: a) Espacios de tránsito y permanencia Esta zona incorpora los elementos mínimos que debe tener un espacio público de esta tipología, tales como áreas de permanencia, senderos peatonales, luminarias, escaños y basureros, entre otros, por lo que se considera como base para la recuperación. b) Espacios socio-culturales Este espacio se plantea como una explanada que potencie la realización de actividades comunitarias, culturales y/o artísticas en el espacio público. En este sentido, se debe incorporar un área para este tipo de uso, con tal de incentivar la realización de actividades sociales masivas y promueva el control visual del área verde. Este espacio libre puede incentivar la realización de otras actividades recreativas que se 23

complementen con otros equipamientos proyectados. Se debe prever que este espacio evite desniveles que conformen muros ciegos o lugares trampa.. c) Espacios recreativos Este tipo de zona promueve el uso lúdico del espacio por parte de distintos grupos etarios tales como niños, jóvenes y adultos a través de la instalación de juegos infantiles, areneros, circuitos de máquinas de ejercicios, tableros de ajedrez, entre otros. d) Espacios deportivos Este espacio busca incentivar las prácticas deportivas al aire libre y deportes emergentes de distintos grupos etarios tales como niños, jóvenes y adultos; entre ellos, multicanchas, canchas de skate o mesas de ping-pong entre otros. 24

3.1.3. Subtipología Otros espacios públicos Se orienta a consolidar y/o recuperar bienes nacionales de uso público con características de microbasurales o sitios eriazos en evidente estado de deterioro, constituidos por espacios residuales y/o intersticiales (entre edificaciones), como también franjas de terreno del tipo platabandas o bandejones, a través de la instalación de mobiliario urbano, iluminación, pavimentos, vegetación y equipamiento recreativo, que asegure diversidad de actividades y usos. Deberá considerar: a) Espacios para el tránsito y la permanencia Deberá incorpora mobiliario y obras que permitan la permanencia y el tránsito de los peatones, considerando senderos peatonales, luminarias, pavimentos escaños y basureros, entre otros. b) Espacios recreativos Debe promover el uso lúdico del espacio por parte de distintos grupos etarios tales como niños, jóvenes y adultos a través de la instalación de juegos infantiles, circuitos de máquinas de ejercicios, tableros de ajedrez, entre otros. 3.1.4. Estándares técnicos para la recuperación de espacios públicos a) Iluminación peatonal y de área Ver 3.2. Iluminación peatonal 25

b) Mobiliario urbano La ubicación de escaños o basureros y/o cualquier otro tipo de mobiliario urbano, debe responder al uso del espacio público, incentivando su uso y otorgando fluidez al tránsito peatonal, dispuestos de tal forma que su ubicación no interfiera en el desplazamiento y vigilancia natural de las personas, cuidando de darles buena orientación y ubicación dentro del espacio. Los principales criterios técnicos para la instalación de mobiliario urbano se refieren a: i. Instalar mobiliario urbano en zonas donde su uso esté asegurado, considerando materiales de alta durabilidad, fácil mantención, reparación y resistencia al vandalismo. ii. Agrupar mobiliario urbano de pequeña escala (escaño, basurero) en puntos que cuenten con vigilancia directa de a lo menos dos viviendas a menos de 75 mts. de visibilidad de distancia. iii. iv. Evitar adosar el mobiliario urbano a muros o fachadas desde el espacio público, ya que puede facilitar escalar hacia el interior de la propiedad. Disponer de manera conjunta escaño y basurero para evitar falta de aseo y mantención del lugar. v. Bicicleteros: En el caso que se quiera potenciar el acceso al espacio público con bicicleta, instalar equipamiento para su estacionamiento seguro. Deben ubicarse en un área cercana a escaños y/o a equipamientos tales como juegos infantiles, circuitos deportivos, multicanchas, dado que son lugares que concentran la presencia de personas y se puede ejercer un control visual sobre ellas. Así también deben estar señalizados y demarcados de modo de no obstaculizar las actividades ni el desplazamiento en vías de circulación. 26

c) Plantación de especies vegetales Se recomienda incorporar criterios de prevención situacional en el diseño paisajístico de la intervención, referido a: i. Vegetación balanceada: Considerar un plan de diseño de todas las especies vegetales proyectadas, que asegure su cuidado y mantención y no se transforme en un factor desfavorable para la seguridad. ii. iii. Poda y mantención: Realizar poda y mantención de la arborización existente retirando el follaje que impida el paso de la iluminación peatonal existente. Manejo de alturas: Una altura adecuada de tronco despejado para un árbol corresponde entre los 2.20 y 2.5 mts. como mínimo, con tal que permita campos visuales despejados de una persona y optimice los niveles de iluminación de la calle. En relación a la disposición de follaje y especies arbustivas, ésta no debe sobrepasar los 60 cm de altura, considerándolo también como factor para la mantención y poda. iv. Relación vegetación-iluminación: Cuidar la relación, ubicación y distancia entre vegetación e iluminación con tal que esta última no se vea obstruida y genere bolsones de oscuridad. v. Confinar áreas verdes a ras de suelo: Se recomienda que el diseño de los elementos urbanos que contribuyen a la protección de las áreas verdes proyectadas - tales como jardineras y tazas de cimentación sea lo más simple 27

posible, sin resaltes ni zócalos, con poca o casi nula proyección en altura desde el nivel de suelo, para permitir un fácil control visual de su entrono inmediato y la libertad de desplazamiento en espacios de circulación. vi. Confinamiento de árboles: Instalar rejillas o alcorques en las bases de los receptáculos para árboles a fin de ampliar el espacio de circulación en las veredas. vii. viii. Separar línea de iluminación de línea de arborización: Se debe mantener distancia entre línea de colocación de postes para luminarias, paralelo a línea de troncos de árboles proyectados; por lo cual se sugiere tener una distancia mínima de 8 metros entre elementos. Considerar especies arbóreas libre de frutos: Se recomienda proyectar especies arbóreas que no generen semillas frutosas, para evitar que en su proceso de maduración caigan sobre el pavimento, manchando la superficie de éste y dificultando el desplazamiento sobre acera, de modo de minimizar la necesidad de mantención, limpieza y percepción de seguridad que el espacio público debe brindar a sus ocupantes. 28

d) Juegos infantiles en áreas recreativas i. La instalación de los juegos infantiles y áreas recreativas deben tener una distancia adecuada de las viviendas para evitar conflictos entre ambos usos y potenciar la vigilancia natural. ii. Las zonas de juegos para menores de 12 años se deben ubicar a una distancia máxima de visibilidad de 75 metros desde a lo menos dos viviendas. iii. iv. Los juegos o equipamientos recreativos deben considerar los distintos grupos etareos, de manera de asegurar la utilización del espacio y la presencia de personas en todos los horarios del día. En este sentido, se debe considerar zonas de juegos distintas y separadas por grupos etarios: para niños menores de 6 años, jóvenes de 6 a 12 años y jóvenes mayores a 12 años. Se recomienda la instalación de escaños alrededor de las áreas de juegos para permitir la vigilancia sobre todo en los equipamientos de juegos para niños, siendo optativo en el caso de los juegos para jóvenes y adultos. v. Evitar que las áreas de juego enfrenten directamente una vía de alto tráfico vehicular. vi. Considerar instalaciones recreativas resistentes al vandalismo y de fácil mantención. 29

vii. viii. Para evitar el deterioro de los equipamientos de juegos se recomienda recubrir las superficies con pintura anti grafitis y rayados. Considerar estructuras que permitan el control visual y privilegien la transparencia de los elementos. e) Espacios deportivos i. En caso que la recuperación de espacio público considere la habilitación de una multicancha, esta deberá estar equipada para la realización de distintos deportes, tales como básquetbol, vóleibol y baby-fútbol, siempre que el tamaño del terreno disponga de las dimensiones para que sea de competición. ii. iii. iv. Cuando el espacio disponible no es suficiente para la instalación de una multicancha con medidas normativas (competicion), es posible proyectar un espacio para la práctica de actividades deportivas con fines recreativos. En este caso se recomienda la construcción de media multicancha que permita la práctica de actividades como básquetbol y fútbol. El equipamiento debe ser de libre acceso por lo que los cierres perimetrales no deben considerar puertas con llave. Considerar protecciones laterales sólo en sector de arcos para evitar la salida de balones y posibles accidentes. Estos cierros o vallas deben ser transparentes con el fin de permitir el control visual del espacio. Se debe evitar adosar la estructura a muros o fachadas que permitan escalar. Considerar la instalación de iluminación que permita la utilización de este equipamiento tanto de día como de noche. f) Equipamiento para práctica de skate i. Resguardar que el diseño de la rampa sea lo más transparente posible, evitando la conformación de lugares trampa. ii. Se recomienda utilizar rampas que se instalen a nivel de suelo y no generar desniveles que disminuyan el control visual y permitan la acumulación de agua. 30

g) Mobiliario para ping pong y ajedrez i. La instalación de estos equipamientos debe estar asociada a la ubicación de luminarias y presencia de árboles que otorguen protección solar. ii. Se recomienda la instalación de escaños alrededor del área de las mesas de ping pong con el fin de potenciar la ocupación de este espacio. h) Señalética i. Se debe promover la instalación de señalética que permita identificar la localización dentro del área determinada y principalmente que refuerce la orientación e identidad del espacio a intervenir. ii. Verificar el estado de la señalética en las calles que circundan el área a intervenir, ya que la identificación de los nombres de las calles permite mejorar la sensación de seguridad de la comunidad. iii. En el caso de las áreas verdes que incorporen circuitos deportivos, éstos deben contar con señalética que explique la manera correcta de utilización de cada una de las máquinas. NOTA: Como condición obligatoria en esta tipología se debe incluir iluminación peatonal o de área, además de las zonas de uso para tránsito y permanencia, dado que son elementos mínimos que debe tener un espacio público. 31

3.2. ILUMINACIÓN PEATONAL Esta tipología considera la intervención en un bien nacional de uso público, orientado a consolidar y/o recuperar espacios a través de la implementación de mobiliario urbano, iluminación, vegetación, equipamiento para actividades y usos diversos, con tal que aporten en la reducción de: - Espacios como facilitador ambiental para la ocurrencia de delitos y alta percepción de temor de la población. - Espacios descuidados, sin mantención, que propicien el anonimato. - Espacios con obstáculos visuales que se conviertan en potenciales lugares trampa. - Espacios sin uso y destinos definidos, carentes de control social por desocupación, despoblamiento y/o por falta de actividad. - Comunidad sin espacios para el funcionamiento y encuentro social. Mobiliario urbano en el que su ubicación genere espacios de reunión no deseados, actos de vandalismo, consumo de drogas u otros efectos nocivos para el barrio, así como también que obstaculice desplazamientos peatonales y campos visuales en un espacio público. 3.2.1. Estándares técnicos para iluminación peatonal Uno de los principios fundamentales para considerar la importancia de la iluminación en la Prevención Situacional radica en el buen control visual del espacio por parte de las personas que viven y recorren los espacios públicos. Una buena iluminación permite el uso del espacio público de modo más intenso, especialmente de noche, por consiguiente, un mayor apoderamiento del espacio público por parte de la comunidad. Así, las luminarias apropiadas al uso y dimensiones del espacio colaboran directamente en la reducción de los delitos de oportunidad y la percepción de temor, ya que el delincuente tiende a evitar ser visto, y el usuario del espacio público siente mayor control sobre éste si es capaz de observar con un campo visual profundo y despejado. El alumbrado público es una intervención tangible en un medio ambiente construido, aun cuando no constituya un obstáculo físico frente a la delincuencia. Sin embargo, puede actuar como catalizador para estimular la reducción de la delincuencia a través de un cambio en las percepciones, actitudes y comportamientos de los residentes y los potenciales delincuentes. La evidencia otorga a la iluminación pública un valor importante basado en un efecto disuasivo por una mayor visibilidad del entorno, el fomento del uso del espacio público e intensificación de la vigilancia natural, y mayor confianza de la comunidad por un entorno mejorado. Los sistemas de iluminación deberán considerar el carácter y las particularidades de cada sector o zona a iluminar. Las fuentes de luz deberán ser concordantes en cuanto al tipo y ubicación según las zonas, que serán definidas según intensidad, uniformidad, color, niveles de encandilamiento, y su finalidad será proteger a las personas que se desplazan por aceras y paseos peatonales, proteger las propiedades, y favorecer la 32

orientación visual (posibilitando la visualización y focalización de objetos dentro de escenarios iluminados) principalmente en espacios públicos. Los principales criterios técnicos para la instalación de iluminación peatonal, se refieren a: i. Iluminación homogénea: Cuidar que la iluminación sea uniforme en los pavimentos, que evite el efecto cebra y un constante ajuste visual producto de los cambios de intensidad lumínica. La alternancia de áreas iluminadas y áreas oscuras puede provocar incomodidad y hacer menos visible y reconocible el entorno. Incluso la visión puede ser mejor con una baja iluminación pero de alta uniformidad. ii. Niveles óptimos de iluminación: Se requiere instalación de lámparas que promuevan los haces de luz vertical que ilumine el semicilindro de la cara para apoyar al peatón, así se logra el reconocimiento de otra persona desde una distancia mínima de 5 mts. y reaccionar ante una situación de riesgo. Los peatones deben desplazarse de manera segura de modo que puedan percibir posibles obstáculos. iii. Color de iluminación: Se recomienda la utilización de luz blanca, ya que no distorsiona los colores y permite mayor nitidez de las formas, principalmente facciones de rostros, identificación de los colores reales, como por ejemplo de automóviles, vestimentas, entre otros. La evidencia indica un mejoramiento promedio de 15% en el reconocimiento del entorno. Algunas de las lámparas que tienen este tipo de color de luz son el Led, Haluro metal, Fluorescentes, entre otras. 33

iv. Iluminación de áreas: Además de la iluminación peatonal, se sugiere complementar con iluminación de área tipo gaviota o proyectores en las zonas recreativas, deportivas o socio-cultural, la cual permite un control visual de toda el área, facilitando el control social informal de los peatones y vecinos que rodean el sector. v. Altura de instalación: Para iluminación peatonal considerar una altura de instalación adecuada que esté preferentemente entre los 4 y 6 mts. vi. vii. Contaminación lumínica: La sobre iluminación no es recomendable para las estrategias de Prevención Situacional ya que se pone en vitrina a la víctima, además de generar contaminación lumínica. Óptica de corte lleno (full cut-off), considerar luminarias que dirijan exclusivamente la luz al suelo (llamado control óptico y referido a la distribución de la luz), focalizada a 45 hacia el suelo, lo que permite distinguir nítidamente los elementos existentes. Evitar la instalación de faroles tipo globo, pues otorgan una luz difusa. Luz Difusa Luz Focalizada La iluminación peatonal blanca y focalizada a 45 hacia el suelo permite distinguir nítidamente los elementos existentes. 34

viii. ix. Niveles de encandilamiento: El encandilamiento afecta la habilidad de una persona para ver aun cuando la iluminación es clara, ya que reduce la visibilidad y rendimiento visual. Éste puede controlarse dirigiendo correctamente la luz hacia abajo y permitiendo solo el 10% de la luz fuera de la línea de la vista. Eficiencia energética: Incorporar alumbrado con autonomía energética que asegure su funcionamiento independiente ante interrupciones del servicio tradicional y en situaciones de riesgo con un sistema UPS o similar. Se sugiere la utilización de tecnologías LEDs, por su bajo costo de mantención durante el ciclo de vida del producto, su larga vida útil (100.000 hrs. aprox.) y principalmente su reducido consumo energético equivalente a un 50% a 80% menos que la luminaria tradicional. Con lo anterior, se reduce además el riesgo de robo de cables. x. Relación entre alumbrado público y vegetación: Gran parte de los problemas de ineficiente iluminación se generan por la falta de sincronía entre la masa vegetal (árboles, arbustos) y las luminarias. Para ello se debe calcular un distanciamiento adecuado entre el follaje del árbol y la instalación de luminarias y/o el despeje de la masa vegetal para favorecer la función lumínica. Una alternativa es generar líneas de iluminación y arborización separadas por al menos 8 metros de distancia, lo que hace difícil que la iluminación sea obstaculizada por los árboles. Del mismo modo, considerar un distanciamiento máximo de 12 mts. lineales entre cada punto cuando se instale de manera lineal. senderos peatonales 8 mts. 2.2 mts. 4 mts. sin sombra 0.6 mts. 35

Las intervenciones de iluminación deberán priorizar su beneficio en el PEATÓN, como se señala en las presentes orientaciones. 3.3. CONSTRUCCIÓN O MEJORAMIENTO DE EQUIPAMIENTO PÚBLICO Esta tipología considera el mejoramiento de la seguridad en equipamientos públicos (escuelas, centros de salud, entre otros), construcción o mejoramiento de equipamiento comunitario deportivo y recreativo, como también infraestructura de pequeña escala referida a paradas de transporte público o refugios peatonales; todos orientados a consolidar y/o recuperar espacios para el uso de la comunidad, tales como: - Recuperación y/o mejoramiento de espacios públicos de uso social como equipamiento deportivo, artístico o cultural, que garantice uso y actividad. - Mejoramiento del entorno donde se emplaza el equipamiento comunitario, referido a áreas verdes, juegos infantiles e iluminación entre otros. - Construcción o reparación de redes de paraderos y refugios peatonales. - Mejoramiento de la seguridad en equipamientos públicos y comunitarios tales como sedes sociales, clubes deportivos, juntas de vecinos, escuelas o consultorios entre otros. Así, en el sentido anterior, se debe prevenir: - Espacio como facilitador ambiental para la ocurrencia de delitos y alta percepción de temor de la población. - Espacios descuidados, sin mantención, que propicien el anonimato. - Espacios con obstáculos visuales que se conviertan en potenciales lugares trampa. 36

- Espacios sin uso y destinos definidos, carentes de control social por desocupación, despoblamiento y/o por falta de actividad. - Infraestructura comunitaria en desuso y con falta de mantención. - Infraestructura comunitaria que, por su disposición y emplazamiento dentro del barrio, facilite lugares trampa o recovecos hacia el espacio público. - Mobiliario urbano en el que su ubicación genere espacios de reunión no deseados, actos de vandalismo, consumo de drogas u otros efectos nocivos para el barrio, así como también que obstaculice desplazamientos peatonales y campos visuales en un espacio público. - Infraestructura de transporte público sin mantención o en estado de deterioro. - Elementos que incidan en la percepción de inseguridad de los habitantes ante la espera de transporte público en condiciones desfavorables del espacio público. 3.3.1. Subtipología Equipamiento Deportivo/Recreativo Todos los proyectos de esta tipología deben considerar iluminación peatonal y/o de área, según corresponda, de acuerdo a lo señalado en el punto 3.2. Iluminación peatonal. a) Equipamiento socio-cultural Este espacio se plantea como una explanada que potencie la realización de actividades comunitarias, culturales y/o artísticas en el espacio público. - Se recomienda incluir un espacio o explanada que incentive la realización de actividades comunitarias masivas y promueva el control visual del área verde. - Este espacio libre también puede incentivar la realización de otras actividades recreativas que se complementen con el equipamiento deportivo y recreativo proyectado. - Se recomienda que esta zona no cuente con desniveles que conformen muros ciegos o lugares trampa. - En el caso que la recuperación del área verde no incorpore multicancha se recomienda instalar aros de básquetbol en la explanada para complementar el uso de la zona. b) Equipamiento recreativo 37

Este tipo de zona promueve el uso lúdico del espacio por parte de distintos grupos etarios tales como niños, jóvenes y adultos a través de la instalación de juegos infantiles, areneros, circuitos de máquinas de ejercicios, tableros de ajedrez, entre otros. En este contexto se recomienda lo siguiente: - La instalación de la zona recreativa debe tener una distancia adecuada de las viviendas para evitar conflictos entre ambos usos y potenciar la vigilancia natural. - Ubicar las zonas de juegos para menores de 12 años a una distancia máxima de visibilidad de 75 metros desde a lo menos dos viviendas. - Que la zona contenga equipamiento para los distintos grupos etarios, de manera de asegurar la utilización del espacio y la presencia de personas en todos los horarios del día. - Considerar zonas de juegos distintas y separadas por grupos etarios: para niños menores de 6 años, jóvenes de 6 a 12 años y jóvenes mayores a 12 años. - Se recomienda la instalación de escaños alrededor de las áreas de juegos para permitir la vigilancia sobre todo en los equipamientos de juegos para niños, siendo optativo en el caso de los juegos para jóvenes y adultos. - Evitar que las áreas de juego enfrenten directamente una vía de alto tráfico vehicular. - Considerar instalaciones recreativas resistentes al vandalismo y de fácil mantención. - Para evitar el deterioro de los equipamientos de juegos se recomienda recubrir las superficies con pintura anti grafitis y rayados. - Considerar estructuras que permitan el control visual y privilegien la transparencia de los elementos. 38

c) Equipamiento deportivo La presente zona busca incentivar las prácticas deportivas al aire libre y deportes emergentes de distintos grupos etarios tales como niños, jóvenes y adultos. Las recomendaciones para esta zona son: i. Multicancha - La multicancha debe estar equipada para la realización de distintos deportes, tales como básquetbol, vóleibol y baby-fútbol. Cuando el espacio disponible no es suficiente para la instalación de una multicancha con medidas normativas y la comunidad solicita un espacio para la práctica de actividades deportivas con fines recreativos, se recomienda proyectar la construcción de media multicancha que permita la práctica de actividades como básquetbol y fútbol. - Considerar protecciones laterales sólo en sector de arcos para evitar la salida de balones y posibles accidentes. Estos cierros o vallas deben ser transparentes con el fin de permitir el control visual del espacio. Se debe evitar adosar la estructura a muros o fachadas que permitan escalar. - Considerar la instalación de iluminación que permita la utilización de este equipamiento tanto de día como de noche. ii. Rampa Skate - Resguardar que el diseño de la rampa sea lo más transparente posible, evitando la conformación de lugares trampa. - Se recomienda utilizar rampas que se instalen a nivel de suelo y no generar desniveles que disminuyan el control visual y permitan la acumulación de agua. 39

iii. Mesa de ping pong y tableros de ajedrez - La instalación de estos equipamientos debe estar asociada a la ubicación de luminarias y presencia de árboles que otorguen protección solar. - Se recomienda la instalación de escaños alrededor del área de las mesas de ping pong con el fin de potenciar la ocupación de este espacio. 3.3.2. Subtipología Paraderos de Locomoción Colectiva Esta tipología considera la intervención de infraestructura y equipamiento utilizado en la espera de transporte público, sea éste urbano o interurbano, con el propósito de mejorar refugios que presenten características de focalización territorial mencionadas en punto 1.3 de las presentes orientaciones técnicas. Esta intervención está orientada a ser aplicada en puntos de parada que cuente con una o más de las siguientes condiciones: - Ausencia de infraestructura de refugio (paraderos), en puntos que requieran de espera prolongada de transporte público. - Cercanía a equipamiento de uso público como establecimientos educacionales, hospitales, consultorios, servicios públicos, etc. - Ubicación en zonas de periferia urbana o en sectores de concentración residencial alejados de la trama urbana. - Refugios en estado de deterioro, abandono, descuidados, cercano a sectores residenciales o concentración de equipamiento urbano. Imagen objetivo de punto de parada recuperado 40

Campo de aplicación: Podrá considerarse su aplicación para proyectos a ser presentados en todo el país, con excepción de la provincia de Santiago y comuna de San Bernardo, ya que la habilitación de esta infraestructura es propia del Directorio de Transporte Público Metropolitano. a) Habilitación y/o reparación de Refugios Consiste en la implementación o mejoramiento de uno o más refugios de puntos de parada de transporte público, ubicados dentro de un barrio o sector residencial o aledaño a equipamiento urbano; donde cada refugio cuente con vigilancia natural de a lo menos dos viviendas ubicadas a no más de 75 m, de éste. Podrá considerar dentro de las obras a ejecutar: habilitación y/o mejoramiento de la infraestructura de refugio e iluminación autónoma en el punto de parada, implementación de señalética orientadora (que indique recorridos y horarios de funcionamiento del transporte público al cual sirva el punto de parada a intervenir). En este sentido, se debe prevenir: i. Elementos que incidan en la percepción de inseguridad de los habitantes ante la espera de transporte público en condiciones desfavorables del espacio público, tales como: - Cercanía al comercio nocturno, sin un pertinente control visual nocturno. - Consumo de alcohol en refugios. - Insalubridad alrededor de paradas, producto de acumulación de basuras o incivilidades. - Rayados en infraestructura de transporte. - Microtráfico. ii. Lugares que presenten problemas de consolidación del espacio público, tales como: - Vegetación no mantenida, veredas deterioradas. - Iluminación peatonal deficiente o inexistente. - Veredas deterioradas. - Obstaculizadores visuales para el desplazamiento (Quioscos, teléfonos públicos en desuso, letreros publicitarios). - Lugares trampa, referido a rincones y disposición de mobiliario urbano que dificulte el control visual en el desplazamiento o que sirva de ocultamiento. - Presencia de fachadas o muros ciegos al espacio público. - Sitios eriazos. - Deficiente estado de cámaras de televigilancia. iii. Problemas de uso y ocupación del espacio público, tales como: - Alta congestión peatonal. - Presencia de comercio ambulante. 41

- Expansión del comercio establecido. - Ubicación desfavorable de paradas. b) Infraestructura de paradas - Procurar transparencia de paramentos verticales de refugio, de modo de facilitar el control visual hacia los costados de la acera y detrás de éste; evitando superficies planas, lisas y/o propensas a ser rayadas o con pegatinas. - Agrupar mobiliario asiento - papelero en todos los refugios y/o puntos de parada, resistente al vandalismo y no inflamable; procurando un diseño que facilite su mantención y limpieza cotidiana. - Disponer información de parada en marquesina de cubierta, tanto en los costados como al frente de ésta; de modo de facilitar su identificación tanto para conductores como pasajeros. Su ubicación en altura disuadirá estar al alcance de rayados y pegatinas, protegiendo superficies con elementos que faciliten su limpieza. - Dispone señalética de fácil lectura que permita la fácil identificación de la parada y las líneas de buses que la alimentan, para lo cual se recomienda disponer de identificación en costado de marquesina de cada parada. - Soportes señaléticos en paradas: en cada parada de buses y colectivos, colocar soporte con despliegue de información gráfica de la localización de la parada respecto a estaciones de Metro, parada de taxis, colectivos y lugares de mayor interés en el sector, asegurando su iluminación y soporte antivandálico, de fácil limpieza anti grafitis. - En caso de aceras angostas y avenidas con alta frecuencia de buses, reemplazar refugio con tótem de parada que disponga de iluminación autónoma y señalética de información de recorridos, con diversas tipologías según la frecuencia y cantidad de recorridos. 42

- En cuanto a iluminación, establecer criterios de colocación de iluminación autónoma tanto por medio de franja LED fijada a cubierta como luminaria peatonal, dependiendo del sector en donde se emplazará y su cercanía a unidades habitacionales o actividades que permitan otorgar vigilancia natural a la parada para evitar acciones de vandalismo que deterioren la funcionalidad del sistema. - Eficiencia energética: Incorporar alumbrado con autonomía energética que asegure su funcionamiento independiente ante interrupciones del servicio tradicional y en situaciones de riesgo con un sistema UPS o similar. Se sugiere la utilización de tecnologías LEDs, por su bajo costo de mantención durante el ciclo de vida del producto, su larga vida útil (100.000 hrs. aprox.) y principalmente su reducido consumo energético equivalente a un 50% a 80% menos que la luminaria tradicional. Con lo anterior, se reduce además el riesgo de robo de cables. Incorporar iluminación con dotación autónoma de energía para los refugios, de modo de asegurar provisión de luz bajo la cubierta de éste. c) Localización de parada. Respecto a la localización de puntos de parada, hay que considerar las actividades propias del sector en que éstas se implementen, de modo de contribuir al ordenamiento del espacio público así como minimizar la ocupación indebida de los refugios por elementos negativos y su vandalización. De este modo, se propone: - Ubicar puntos de paradas cercano a intersecciones de calles con presencia de tránsito vehicular y peatonal. - Ubicar puntos de parada frente a predios construidos, con edificaciones de dos pisos o superior, que puedan ejercer control visual informal sobre refugio. 43

- Disponer en puntos de parada, superficie de pavimento con conexión directa hacia aceras o rutas de desplazamiento peatonal definidas en el sector, procurando accesibilidad universal. - Mantener una distancia mínima entre infraestructura de refugio y edificaciones contiguas de 1,5 m., permitiendo el libre desplazamiento de peatones en acera, facilitando el flujo peatonal, evitando servir de soporte para el ingreso a pisos superiores de edificaciones contiguas como facilitador de escalamiento. d) Área de influencia alrededor de parada. Al momento de implementar un punto de parada es necesario considerar todas las variables del entorno inmediato que pudiesen influir en la seguridad de los usuarios, los desplazamientos cortos y el adecuado funcionamiento y utilización de la infraestructura de transporte. i. Arborización: La presencia de árboles y arbustos cercanos a paradas debe permitir el control visual del espacio público alrededor del punto de parada, procurando un distanciamiento adecuado que facilite el control visual de los usuarios en espera. ii. Iluminación peatonal: Implementar luminarias peatonales que complementen la iluminación nocturna de recorridos peatonales hacia puntos de parada, facilitando el desplazamiento nocturno y contribuyendo a mejorar la percepción de seguridad de los usuarios del transporte público. 44

iii. iv. Comercio nocturno: Incrementar la iluminación en refugios y procurar transparencia en el diseño de aquellos cercanos a actividad nocturna alrededor de zonas de paradas, contribuyendo a la vigilancia natural de los usuarios y disuadir la ocupación indebida de la infraestructura de transporte por grupos negativos. Sitios eriazos y muros ciegos: En las cercanías a paradas se recomienda intervenir cierros, de modo de dotar de transparencia visual desde y hacia el predio que enfrenta a éstas, propiciando sentido de pertenencia del lugar y preocupación por el cuidado del espacio público alrededor. 3.3.3. Subtipología Protección de equipamientos públicos y comunitarios Los equipamientos públicos y comunitarios, como escuelas, centros de salud, sedes sociales y deportivas, son espacios de reunión barrial y vecinal, en donde se gestionan o administran diferentes actividades de tipo comunitarias. Estas deben considerar los siguientes requisitos técnicos de prevención del delito y la violencia: a) Mejoramiento del entorno Asociado a la localización y relación del equipamiento con su entorno. - Accesos y rutas peatonales al equipamiento: Las circulaciones y accesos con dificultades para el desplazamiento, como deficiente iluminación, visibilidad y ubicación, desincentivan el tránsito peatonal y disminuyen el control social del lugar. - Accesos vehiculares y estacionamientos en superficie: La ubicación de vehículos dentro y fuera del equipamiento con deficiente iluminación, dificulta el control visual y social de los peatones sobre el lugar, favoreciendo la acción de posibles infractores. En relación a lo anterior, se debe contar con iluminación, señalización y fácil acceso en la entrada vehicular. - Mobiliario urbano para entorno del equipamiento: La ubicación de escaños o basureros y/o cualquier otro tipo de mobiliario urbano, debe responder al uso del espacio público, incentivando su uso y otorgando fluidez al tránsito peatonal, 45

dispuestos de tal forma que su ubicación no interfiera en el desplazamiento y vigilancia natural de las personas, cuidando de darles buena orientación y ubicación dentro del espacio. - Escalamiento: Ocultar o empotrar ductos de aguas lluvias e instalaciones, rejas, peldaños o nichos de agua que puedan servir para trepar. - Iluminación peatonal y/o de área: ver 3.2. b) Fachadas y cierros perimetrales Fachadas con diseños irregulares u ornamentación, facilitan la oportunidad para un delito, al presentar características arquitectónicas que permiten el escalamiento y la intrusión a la sede. A su vez, cierros perimetrales con muros opacos e iluminación deficiente, impiden un control visual y una vigilancia interior exterior, facilitando la oportunidad para el delito y aumentando la percepción de inseguridad de los peatones. Se debe tener en cuenta: - Considerar fachadas que tiendan a ser planas, evitando volúmenes que impidan la visibilidad u ornamentación que sirva de escalamiento. - Incorporar iluminación en la fachada, permitiendo al usuario poder observar fácilmente lo que ocurre desde el interior de la sede al exterior. - Privilegiar cierros trasparentes, de preferencia sobre un 50% en su longitud, que aumente el control visual de los residentes sobre su entorno inmediato. - Evitar diseñar cierres perimetrales que proporcionen volúmenes o puntos de escalamiento que impidan la visibilidad o genere espacios que sirvan de ocultamiento. - Considerar muros de fácil limpieza y mantención en la entrada. - Proteger las superficies de los cierros perimetrales con tratamiento antigrafiti. - Considerar punto de iluminación en los cierros mediante focos y lámparas de luz blanca, a una altura mínima de 2,5 metros fuera del alcance de la mano. - Dejar un espacio de 4 metros alrededor del cierre sin obstáculos visuales, peatonales, de generación de sombra o escalada. - Considerar lámparas con sensor de movimiento o control de encendido en la noche. c) Puertas y ventanas La falta de iluminación y de elementos constructivos que configuren los accesos de puertas y ventanas, los hacen poco legibles e inseguros y de fácil intrusión, dotando al espacio de características que facilitan el delito. - Instalar ventanas a la altura del ojo humano, permitiendo observar desde el interior hacia el exterior. 46

- Asegurar que el acceso principal sea visible desde el exterior. - Instalar mirilla o ventana en la puerta de acceso principal, que permita identificar a los visitantes mientras se mantiene la puerta cerrada. - Considerar un punto de iluminación de color blanco en la puerta de acceso principal para iluminar el rostro del visitante sin generar sombra; se debe considerar luz blanca y lámparas con sensor de movimiento y control de encendido en la noche. Éstas deben quedar fuera de alcance, a una altura mínima de 2,5 metros. - Contar con al menos una ventana libre de obstáculos visuales que permita controlar el entorno. - Considerar tragaluces con vidrios laminados o con hojas móviles proyectadas al interior. - Considerar puertas con un mayor estándar de seguridad evitando aquellas que sean huecas privilegiando las de materiales más resistentes a golpes. - Contar con rejas de protección en ventanas. - Proteger los accesos de puertas y ventanas, mediante cerraduras y pestillos de seguridad. 3.4. SISTEMA DE ALARMAS COMUNITARIAS Este sistema está orientado a contribuir a la disminución de la ocurrencia de delitos contra la propiedad, espacios públicos cercanos a viviendas y la percepción de temor e inseguridad en áreas residenciales de alta concentración delictual, aumentando las posibilidades de ayuda cercana en caso de victimización. Esta intervención es por naturaleza un sistema solidario de participación ciudadana para la prevención de actos delictuales que involucran a las personas y sus bienes en sectores residenciales, en el que se combina la participación activa del vecino, el accionar de la Policía y/o autoridades locales (municipio). Este sistema tiene como objeto la conexión de un grupo de viviendas a un sistema de aviso ante eventuales actos delictuales en la propiedad, en el espacio público próximo a ésta u otro tipo de emergencias. La elección del sistema a instalar deberá ser definida con los vecinos/as beneficiarios/as, en consideración al anexo técnico referido a este ítem. Ello conlleva a que no existe un sistema único ni estandarizado de sistemas de alarmas, sino más bien un sistema que se acomode a la realidad territorial y a los problemas que se requiere solucionar. Se reconocen al menos dos criterios generales de intervención que deben utilizar los vecinos para la instalación, asignación y uso efectivo de las alarmas: 47

a) Participación ciudadana Este tipo de intervención busca promover la participación de los vecinos en la adopción de medidas de seguridad. Esta participación debe ser promovida en asambleas y busca que la organización vecinal establezca roles y defina las funciones que cada vecino tendrá al instalarse el sistema de alarmas comunitarias. En este sentido será necesario la organización mediante la creación de Comités de Seguridad, los que deben definirse territorialmente de manera acotada para asegurar el eficiente funcionamiento del sistema (ver condiciones y acciones específicas descritas en componente de implementación). b) Concentración del sistema Para el uso adecuado y eficiente del sistema los vecinos deben tomar en cuenta que la asignación de alarmas debe ubicarse en pasajes, calles, manzanas, villas o poblaciones completas. Por consiguiente hablamos de vivienda protegida. 3.4.1. Características técnicas de los sistemas de alarmas El sistema debe considerar a lo menos cuatro elementos fundamentales para su funcionamiento: a) Transmisor inalámbrico tipo llavero o pulsador fijo o teléfono - Transmisor señal momentánea a equipo autónomo receptor, Mínimo dos señales. - Batería alcalino mínimo de 12VCC. - Para el caso de pulsador fijo se debe considerar conexión a la red eléctrica. b) Equipo central receptor autónomo - Receptor señal de pulsadores - Corte automático en caso de falla con salida de alarma audiovisual. - Alimentación Energía Eléctrica 220 VCA - Carga de batería permanente - Batería de respaldo 12V/4AH, ante corte Energía Eléctrica - Gabinete metálico 48

220 VCA c) Equipo audiovisual 15-30 w - Sirena Electrónica mínimo 15 Watt (2 tonos, ondulante y continuo). Se sugiere 30 W. - Baliza electrónica estroboscópica (que funciona solo con tono de alarma real) - Gabinete metálico protección d) Placa de advertencia - Estructura metálica resistente al agua, óxido, hongos, fuego, etc. - Instalación a la vista incluida - Considerar una placa por vivienda protegida - Medidas mínimas: 27 x 28 centímetros 49

3.4.2. Funcionamiento general del sistema El sistema de alarmas consiste en la instalación de una serie de equipos electrónicos interconectados desde cada casa, mediante un transmisor inalámbrico (control remoto) o pulsador fijo o mediante la activación a través de llamadas telefónicas, a un equipo central ubicado estratégicamente en el área a cubrir, que será el que emite el o los sonidos de alerta en caso de ser activados. Es posible encontrar tres variantes al sistema: a) Pulsador inalámbrico De tipo llavero, que funciona mediante un sistema inalámbrico, que al pulsar el botón activa el equipo central receptor que emite el sonido. Dado que la tecnología inalámbrica tiene un alcance de transmisión mayor que varias viviendas (entre 10 y 20), cada una con pulsadores inalámbricos, puedan compartir un único equipo central de recepción que emita el sonido y que esté ubicado estratégicamente. Para este caso, el equipo central receptor inalámbrico no debería cubrir más de 100 metros lineales, pues el alcance entre el transmisor (control remoto) y el equipo central receptor fluctúa entre 40 y 60 metros, según exista interferencia de radio frecuencia o no. Por ejemplo, si tenemos un pasaje de 100 metros lineales de largo y 10 viviendas por cada lado, el receptor debería instalarse en la casa 5 (más o menos 50 mts. desde cada punto extremo) o también en un poste destinado a ello. Así la cantidad de viviendas contará solo con el control inalámbrico, que tendrá ese alcance. Es recomendable que el aviso desde cada casa, por medio de este control remoto, utilice 2 tonos o sonidos y sea usado según el tipo de acción que sea necesario: - Tono 1: Situación disuasiva Este tono debe ser usado en caso de existir acciones sospechosas, como por ejemplo el deambular de personas extrañas en el entorno cercano a las viviendas, acercamiento de personas a vehículos, entre otras similares. El tono será identificado específicamente para esos usos por los vecinos organizados, previo acuerdo entre ellos, por lo que no necesariamente tendrán que salir a la calle, pues ya la acción propia de este sonido debería ahuyentar a los extraños. - Tono 2: Situación de alarma real Este tono debe ser usado en caso de emergencia real de delitos en alguna vivienda o en el espacio público cercano, y el sonido de transmisión será identificado por los propios 50