Turismo y educación ambiental en los espacios naturales protegidos de Andalucía Dra. Dña. Concepción Foronda Robles Dpto. Geografía Humana Universidad de Sevilla (foronda@us.es) 1. Introducción. El medio rural no sólo es importante por la población que en él vive, por la gran extensión de territorio que ocupa o por su economía, sino porque el desarrollo económico de Andalucía está basado fundamentalmente en la agricultura y la ganadería y esto ha contribuido de forma positiva a la conservación del patrimonio. Este hecho ha permitido que la Junta de Andalucía, desde que se promulgara la ley 2/89 haya promovido la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía (RENPA) haya ampliado a 127 los ENP (2 Parque Nacional, 23 Parques Naturales, 31 Parajes Naturales y 31 Reservas Naturales), con un total de 1.633.449 hectáreas, lo que supone el 18% del territorio andaluz. Estas figuras de protección no solo suponen la aplicación de normativas y el desarrollo de recursos que aseguren la conservación de los ecosistemas y de las especies que habitan en estos territorios, sino que plantean herramientas para asegurar su desarrollo social y económico y posibilitan el uso recreativo y educativo de los mismos. Por otra parte, la práctica totalidad del territorio rural andaluz está acogido a los programas de desarrollo rural, amparados por LEADER o PRODER, que tienen por objetivo apoyar la puesta en marcha de modelos de desarrollo adaptados a la realidad local. En esta panorámica, tanto en los planes de uso público como en los nuevos planes de desarrollo sostenible de algunos Parques Naturales, la educación y la comunicación ambiental adquieren gran importancia tanto como herramientas de apoyo a la gestión de los ENP, abriendo procesos de participación con los residentes que les permitan comprender las oportunidades que se ofrecen y resolver los conflictos de intereses que se producen y, como instrumento para mejorar la calidad ambiental de las visitas y aumentar el nivel de sensibilización ambiental. 2. Los ENPA como recursos para la educación ambiental. En materia de uso publico, la administración ambiental ha venido actuando, desde su creación, en dos líneas complementarias: como efecto demostrativo, promoviendo equipamientos y actividades de uso público, en circunstancias poco "interesantes" para la participación de la iniciativa privada (centros de visitantes, aulas de naturaleza,
albergues, áreas de acampada, áreas recreativas, etc.); y como línea de sensibilización, promoviendo la interpretación ambiental y apoyando iniciativas de educación ambiental, tendentes ambas a aumentar el interés y el conocimiento, así como la satisfacción del contacto con la naturaleza, desagregada en la tabla nº 1. Son múltiples las instalaciones o equipamientos ya existentes en la red de ENPA, adscritos a la gestión directa o indirecta (concesiones, etc.) de cada espacio, susceptibles de ser soporte de actividades de educación ambiental, sin que se trate de equipamientos diseñados específicamente para ello (Aulas de Naturaleza). Los equipamientos de uso público han ido aumentando considerablemente desde 1995, produciéndose un salto espectacular en 1998, con 864 equipamientos, en cambio en el año 2000 se produce una ligera disminución en los equipamientos de acogida e información y los correspondientes a esparcimiento y recreo se cierran para su reforma, aunque dicha cifra vuelve a aumentar en 2001. Equipamientos 1995 1997 1998 2000 2001 Acogida e Centro de visitantes 32 33 28 26 26 Información Punto de Información 21 37 40 19 18 Alojamiento Casa rural - - - 4 5 Hotel de Montaña - - - 4 8 Camping - - 10 12 7 Refugio 23 26 48 42 39 Zona de acampada 30 29 57 27 36 Esparcimiento y recreo Interpretación de la Naturaleza Área recreativa 100 119 211 153 162 Carril cicloturístico - - 14 22 21 Ecomuseo - - 3 4 2 Mirador - - 98 84 98 Sendero señalizado - - 304 318 332 Educación Ambiental Observatorio 37 Aula de Naturaleza 14 16 35 23 7 Aula del Mar 1
Jardín Botánico 9 Otros 5 9 16 17 1 Total 225 269 864 755 809 Fuente: Elaboración propia basada en los datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente. De su agrupación, los equipamientos de interpretación de la naturaleza son los más numerosos, un 54% del total, especialmente en lo que se refiere a los senderos señalizados. Le siguen los equipamientos de esparcimiento y recreo (23%) y los alojamientos (12%). Los tradicionales equipamientos de acogida e información suponen un 6%; finalmente se encuentran los de educación ambiental, con un 5% del total, integrados por los observatorios, aulas de naturaleza y jardines botánicos. Por ello, se pueden destacar básicamente tres líneas de actuación, teniendo en cuenta el ámbito geográfico, como se detalla en el mapa nº1: Por un lado, se han desarrollado iniciativas orientadas a conseguir un equilibrio territorial de la dotación de instalaciones en las áreas menos equipadas y con mayores necesidades de ordenación y promoción de uso público, existiendo centros de visitantes en todos los Parques Naturales, excepto en el Parque Bahía de Cádiz; la Breña y Marisma de Barbate; Montes de Málaga; Sierra de las Nieves; y Sierra de Tejada y Almijara. A éstos últimos se les está dotando de contenidos y medios interpretativos, en conexión con la filosofía de gestión desarrollada en el año 2000. Los Parques Naturales con más de un centro de visitantes son Sierra de Grazalema; Sierra Nevada; Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas y Sierra María. Como complemento de los centros de visitantes, los puntos de información son aún escasos, ya que la Comunidad dispone de 19, de los cuales el Parque Cabo de Gata y Los Alcornocales concentran el 53% de los mismos. Por otro lado, se han desarrollado iniciativas tendentes a diversificar los usos mediante equipamientos que faciliten la realización de actividades en el medio natural, como son las áreas recreativas en la mayoría de los Parques para el esparcimiento de los visitantes (de las 103 áreas recreativas, el 43% se concentran Cazorla, Segura y Las Villas; y Sierra Nevada). Los equipamientos que sirven para interpretar los ecosistemas donde se ubican los Parques son otro modo de diversificar la oferta en los ENP, a través de la red de senderos señalizados o ecomuseos, con un criterio didáctico. Y finalmente, otras instalaciones de carácter más finalista, como son las actuaciones de alojamientos, con los clásicos refugios y zonas de acampada libre, campings, y en menor medida, las casas rurales y hoteles de montaña. Mapa nº 1. Distribución de los equipamientos de uso público. 2000.
- 10 10-19 20-29 30-39 40-49 +50 Fuente: Elaboración propia basada en los datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente (2001). Finalmente, según la clasificación de Parques Naturales con experiencia en programas de uso público, Marchena Gómez, M. (1992) establecía varias categorías, que han sido en parte modificadas por la propia oferta de los mismos: 1. Parques Naturales con experiencia en programas de uso público: Cazorla, Segura y Las Villas, Sierra Nevada, Cabo de Gata-Nijar, Grazalema, Sierras Subbéticas, asentados sobre comarcas seleccionadas por PRODINTUR para el desarrollo de estrategias de turismo rural, excepto Cabo de Gata. En la actualidad, se puede observar que sólo el Parque de las Sierras Subbéticas no ha mantenido dicho crecimiento; mientras que en cambio Los Alcornocales ha elevado su actividad. 2. Parques Naturales de uso público potencial a corto plazo: Sierra de Aracena y Picos de Aroche, Sierra Norte y Entorno de Doñana. En ellos ha aumentado la demanda, por los propios recursos naturales (espectacularidad del entorno del Parque Nacional de Doñana) o por la cercanía a los principales núcleos de población emisores en Sierra Norte y Aracena. 3. Parques Naturales de uso metropolitano: Montes de Málaga, Huétor, Bahía de Cádiz. La existencia de tres parques naturales situados en las proximidades inmediatas de tres centros subregionales (Montes de Málaga, Huétor en Granada y Bahía de Cádiz) hace imprescindible el tratamiento diferenciado, desde el momento en que sus dinámicas funcionales (flujos de visitantes, características del uso público, tensiones urbanísticas
en sus bordes, etc.) se encuentran íntimamente relacionadas con las de su entorno metropolitano. El Parque de la Bahía de Cádiz (10 equipamientos) es el que ha quedado con menor desarrollo de su oferta, respecto a los otros dos (con 20 y 15 equipamientos respectivamente). 4. Parques Naturales de uso público escasamente desarrollado: Sierra de Castril, Sierra Mágina, Sierra de Baza, Sierra de María, Pinar y Acantilado de Barbate. Su uso recreativo y turístico es escaso, presentando como principal inconveniente la lejanía de los principales núcleos emisores, la debilidad demográfica y del entramado socioeconómico de las poblaciones. El desarrollo turístico y recreativo en ellos se prevé a medio plazo, pues en la actualidad los flujos tienden a colmatar la oferta de los parques naturales más conocidos. 5. Finalmente, los Parques Naturales de uso cinegético: Sierra de Hornachuelos, Sierra de Andujar, Sierra de Cárdena- Montoro, cuyo uso público se muestra dificultoso, en lo que se refiere al uso recreativo, en parte por la ya mencionada propiedad privada. Sin infraestructura de recreo y sin tierras donde poder emplazarla es poco lo que los gestores pueden ofrecer en materia de uso público. Es por ello que los Parques de la Sierra Morena cordobesa y jienense son los que ofrecen menores equipamientos: Andújar (3), Cardeña y Montoro (5), Despeñaperros (6) y Hornachuelos (7). El problema se plantea por la desigual capacidad de los parques para satisfacer la demanda de uso público, multiplicada tras la expectativa despertada con la declaración de los mismos. Según Mulero (1999), "se trata de un error de planteamiento, derivado de haber situado bajo el régimen de Parque Natural a espacios rurales muy heterogéneos, tanto en su régimen de propiedad, como en sus dimensiones, su localización y sus componentes físicos y humanos". 3. La demanda en los ENP. Las demandas actuales de ocio en una sociedad globalizada como la actual han cambiado respecto a décadas anteriores. Ahora predomina la tendencia hacia un turismo de naturaleza, cada vez más exigente con la calidad del paisaje y del entorno, donde los espacios protegidos aparecen como excelentes exponentes de unos ecosistemas de gran belleza, calidad de vida, etc. El creciente número de sus visitantes parece corroborar esta idea. Diferentes causas han motivado el crecimiento de la afluencia, según Europarc (2001), entre ellas "el aumento del poder adquisitivo y la movilidad de los ciudadanos, el incremento de la sensibilidad ambiental y del nivel de formación, el aumento del tiempo dedicado al ocio, la necesidad de espacios verdes, etc. De esta forma, la demanda de naturaleza con fines recreativos, educativos y turísticos, ha pasado a ser uno de los aspectos más dinámicos de los cambios de uso producidos en los espacios protegidos, principalmente en aquellos que tienen entre sus objetivos la atención a los visitantes. La ordenación de estas actividades, conocidas en el ámbito de la gestión de espacios naturales protegidos como uso público, se ha convertido en los últimos años en una de las principales prácticas de gestión y un reto para los responsables de estas áreas".
Al principio, el concepto de uso público era considerado desde la visión de la interpretación y la educación ambiental, pero los cambios anteriormente mencionados han incorporado otras actividades como son la sociorecreativa y turística, atendiendo a las propias necesidades de diversificación y cambio. Esta conversión ha sido posible por la evolución de la demanda y por la necesidad de introducir nuevas fórmulas de gestión y participación en el uso público de los ENP. A la hora de establecer un diagnóstico sobre el comportamiento de la demanda en los ENP, hay tener en cuenta la escasez de datos estadísticos para contabilizar el número de visitantes en todos ellos, con la única excepción de los Parques Nacionales. Los centros de visitantes son la principal infraestructura utilizada por los Parques para desarrollar los aspectos relacionados con el uso público. Cerca del 80% de los Parques Naturales de Andalucía poseen centros de visitantes, pero el número de visitantes que utiliza estas infraestructuras es escaso, poco más del 10%. El resto de equipamientos de uso público se encuentran menos desarrollados, destacando los puntos de información, existentes en el 70% de los Parques. En la tipología y distribución de los equipamientos de uso público ha primado la intuición más que la planificación, surgiendo ésta en función de la demanda, la oportunidad política o el mimetismo con algunos modelos y modas importadas del exterior, no valorándose en su justa medida los recursos disponibles, resultando en ocasiones inviables. La evolución seguida por el número de visitantes a los ENP de Andalucía no es representativa, ya que se presentan los datos estadísticos que aparecen en los Informes de Medio Ambiente de dicha Consejería entre 1997 y 2001. La Consejería de Medio Ambiente, desde 1997, dispone de un sistema homogéneo y fiable de contabilización de visitantes a través de la afluencia de los usuarios, pero sólo teniendo en cuenta una serie de equipamientos de uso público (centros de visitantes, puntos de información, aulas de naturaleza, refugios, visitas guiadas, áreas recreativas y ecomuseos). Otra deficiencia de la estadística es la carencia de datos de aquellos equipamientos que no son controlados por la propia Consejería o de la empresa pública EGMASA. Por ello, en 1997 se tienen en cuenta 41 instalaciones, en 1998 se amplia a 60, 1999 aparecen menos (46) y en el año 2001 son 40 instalaciones. Los ENP más visitados en 1997 (mapa nº2) son el Parque Natural Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas, seguido del Paraje Natural del Torcal de Antequera, Parque Natural Sierra de Grazalema, Sierra de Aracena y Picos de Aroche, Sierra Nevada y la Laguna de Fuente de Piedra. Como consecuencia de lo anterior, los equipamientos más visitados de los ENP son el centro de visitantes (C.V.) "Torre del Vinagre" del Parque de Cazorla, Segura y Las Villas considerada la instalación más visitada con 119.662 visitas, seguido del C.V. "El Torcal Alto" del Paraje Natural Torcal de Antequera, con 114.312 visitas. En tercera posición se encuentra el C.V. "El Bosque" del Parque Natural de Grazalema, que es la instalación más equilibrada en el número de visitas mensuales (entre 5.000 y 10.000). Mapa nº 2. Visitantes a los ENP de Andalucía. 1997.
menos de 5.000 visitantes 5.000-10.000 visitantes 10.000-20.000 visitantes 20.000-40.000 visitantes más de 40.000 visitantes Fuente: Elaboración propia basada en los datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente. Siguiendo el análisis anual, los Parques Naturales de Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas (175.089 visitas), Sierra Nevada (99.272 visitas) y Grazalema (59.658 visitas) siguen siendo los que reciben mayor número, junto al Torcal de Antequera (48.810 visitas) y la Laguna de Fuente de Piedra (45.068 visitas). Hay una tendencia a visitar otros espacios protegidos, en esta posición se encuentran Sierra de Gata, Sierra María- Los Vélez u Hornachuelos, con más de 20.000 visitas. La instalación más visitada vuelve a ser el C.V. "Torre del Vinagre", situado en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, con 112.676 personas. El C.V. "El Torcal Alto" de Antequera es la siguiente instalación más visitada con 48.810 visitas, siendo el C.V. "José Antonio Valverde" en la Reserva Natural Laguna de Fuente de Piedra el tercero, con 48.068 visitas. En estas dos instalaciones, los meses de mayor afluencia son abril y mayo, por tratarse como ya se ha comentado de visitas de niños en edad escolar. Los ENP más desarrollados en 1999 son Grazalema, Sierra Nevada, Torcal de Antequera, Laguna de Fuente de Piedra, etc. Aunque como se comentaba en el mapa anterior, cada vez aumenta más el interés por descubrir otros espacios. El C.V. "Torcal Alto" es el más visitando con 38.761 personas. Son varios los meses que no se registran visitas, ya que se cerró en la primavera para acometer actuaciones de conservación y mejora, además de limpiar y reparar los deterioros del uso, siendo éste uno de los motivos por el que descienden sus visitantes. El C.V. "José Antonio Valverde" de la Laguna de Fuente de Piedra es la siguiente instalación con 34.677 visitas y el Punto de Información (P.I.) de Pampaneira el tercero con 23.068 visitas.
En el transcurso del año 2001 (mapa nº5), del análisis de las visitas realizadas al grupo de equipamientos de la red se puede destacar las siguientes características: Mapa nº 5. Visitantes a los ENP de Andalucía. 2001. menos de 5.000 visitantes 5.000-10.000 visitantes 10.000-20.000 visitantes 20.000-40.000 visitantes más de 40.000 visitantes Fuente: Elaboración propia basada en los datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente. El considerable aumento de visitantes con respecto al año 1999, se ha pasado de recibir 346.954 visitantes a 656.204 (un incremento del 89%). Las instalaciones más visitadas han sido los C.V. "Torre del Vinagre" en Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas; "El Dornajo" en Sierra Nevada; C.V. "José Antonio Valverde" en Fuente de Piedra. Existe un predominio del visitante andaluz (53%) con respecto al español (32%) procedente de las Comunidades de Madrid, Cataluña y Valenciana, principalmente y, extranjero (15%) de Reino Unido, Alemania y Francia. La información solicitada por los visitantes se ha dirigido, principalmente a las actividades relacionadas con el senderismo (26,7%), patrimonio natural (20,8%), patrimonio cultural (12,7%), alojamientos y restauración (8%). El predominio, en cuanto a tipo de usuario (gráfico nº1), de los grupos de familiares y amigos (50%), seguidos, a distancia, por los grupos de escolares (11%). Gráfico nº1. Distribución de las visitas a los equipamientos de uso público según grupo de visitas organizadas. 2001.
Fuente: Elaboración propia basada en los datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente. Cada segmento de edad, tiene como preferente una serie de equipamientos, así el colectivo mayoritario de familiares/amigos realiza sus mayores visitas a Sierra Nevada (Dornajo), Cazorla (Río Borosa) y Fuente de Piedra, Grazalema (El Bosque), en cambio el grupo de los escolares siempre han tenido como centro de educación ambiental el Torcal de Antequera, Fuente de Piedra, Sierra Nevada (Dornajo), Gata (Amoladera) y Grazalema (El Bosque). Las agencias de viajes, cada día más preocupadas por el turismo natural realizan ofertas en el Torcal de Antequera, Fuente de Piedra, Sierra Nevada (Pampaneira) y Andújar. Las personas de la tercera edad durante el años 2001, se dirigieron principalmente a Sierra María - Los Vélez (Almacen de Trigo), Cazorla (Río Borosa), Sierra Nevada (Dornajo) y Torcal de Antequera. Por último, las asociaciones hacia Andújar, Fuente de Piedra, Torcal de Antequera y Sierra Nevada (Dornajo). 4. Conclusiones. 1. Es constatable la influencia positiva de los equipamientos y recursos del medio en el desarrollo de la educación ambiental en Andalucía, aunque hay que profundizar en las estrategias de evaluación. En estos últimos años el incremento de equipamientos y recursos del medio que se ofertan a la población en general y escolar en particular ha sido muy importante. 2. Los equipamientos deben potenciar programas y recursos educativos de educación ambiental dirigidos específicamente a diferentes sectores y colectivos sociales. Hasta el momento actual los equipamientos han centrado su oferta en la población escolar, sector sobre el que se han volcado los esfuerzos en el diseño de programas, materiales didácticos y otros recursos. Si bien se constata la necesidad de ampliar su oferta educativa a distintos grupos sociales tales como minusválidos, familias, tercera edad, etc. 3. Se debe profundizar en el análisis sobre la conveniencia de la gestión pública o privada de los equipamientos de educación ambiental en los ENP. En la actualidad
existe un debate abierto entre determinados sectores sobre la responsabilidad de la Administración ambiental y educativa en relación con la gestión de los equipamientos de educación ambiental. Algunos de los argumentos son que la administración pública ha de integrar y asumir en el conjunto de su planificación las tareas de educación ambiental en dichos espacios. Otros consideran que el papel de la gestión privada en los ENP es una garantía de calidad y eficacia en la explotación educativa de estos equipamientos. Por todo ello, algunas de las recomendaciones que se dan en el documento de Estrategia Andaluza de Educación Ambiental (2002) sobre los espacios naturales y el medio rural son: Formación y capacitación: Desarrollar programas y actividades de educación ambiental dirigidos a los habitantes de los ENP y de las zonas rurales. Poner en marcha programas de educación ambiental referidos al establecimiento de corredores ecológicos y a la recuperación de vías pecuarias, ríos y riberas. Desarrollar programas y actividades de formación abierta para los habitantes de las zonas rurales. Información y comunicación: Potenciar la relación entre los medios de comunicación local y los gestores de los ENP. Dotar a los equipamientos de uso público de los medios de apoyo necesarios, de manera que se facilite a los visitantes su uso didáctico. Complementar el contenido de los centros de visitantes con programas de educación ambiental dirigidos, tanto al público visitante, como a los habitantes de la zona. Implementar un sistema eficaz de información que permita a todo tipo de público acceder de manera cómoda y rápida a los puntos de información, centros de visitantes, itinerarios, etc. Distribuir en los alojamientos turísticos del medio rural ("turismo rural" + hostelería convencional + albergues + camping) un paquete de materiales informativos de educación e interpretación ambiental, que incluya publicaciones genéricas y específicas sobre el territorio en el que se ubique la instalación. Editar guías de buenas prácticas en materia de medio ambiente y educación ambiental para los alojamientos de turismo rural. Participación y coordinación: Organizar encuentros comarcales o provinciales entre las instituciones (regionales y locales), los alojamientos y los centros de educación ambiental, para acercar la visión de los especialistas al turismo en el medio rural. Favorecer la incorporación de los promotores de turismo en la educación ambiental y el desarrollo rural. Fomentar buenas prácticas ambientales en los alojamientos de turismo rural, elaborando premios, fomentando cartas de calidad ambiental consensuadas entre los actores del sector. Impulsar la realización de actividades y programas de educación ambiental desde los alojamientos.
Mejorar la implicación de la sociedad con los ENP, desarrollando otros sistemas de participación en los órganos de gestión de estos espacios. Incorporar la educación ambiental como línea de trabajo prioritaria en los programas de desarrollo rural LEADER y PRODER, tanto como herramienta para garantizar la puesta en marcha de modelos de desarrollo coherentes desde la perspectiva ambiental, como para potenciar la realización de programas de educación ambiental como elemento económico generador de empleo y de riqueza. Investigación y evaluación: Desarrollar estudios y acciones orientadas a mejorar la gestión ambiental de las instalaciones de uso público y a minimizar el impacto que éstas producen en su entorno. Incorporar sistemas efectivos de evaluación en los órganos y procesos de participación en los Espacios Naturales Protegidos. 5. Referencias Bibliográficas. CONSEJERIA DE MEDIO AMBIENTE (diversos años): Medio Ambiente en Andalucía. Informe. Junta de Andalucía. EUROPARC (2001): Plan de Acción para los espacios naturales protegidos de estado español. Sección del Estado español de la Federación de Parques Naturales y Nacionales de Europa. FRANQUESA, T. (1992). Educación Ambiental en Espacios Naturales Protegidos. Seminario sobre la gestión de espacios naturales. Tenerife. GARCIA NOVO, F. (1978). Efectos de los visitantes sobre los ecosistemas. Revista Montes, 190: 21-34. GONZALEZ BERNALDEZ, F. (1985). Invitación a la ecología humana. La adaptación afectiva al entorno. Editorial Tecnos S.A. Madrid. GUIRADO ROMERO, J. (1994): "La educación ambiental en la gestión de los espacios naturales protegidos de Andalucía". Actas del II Congreso Andaluz de Educación Ambiental. JUNTA DE ANDALUCIA (2002): Borrador de Estrategia andaluza de educación ambiental. MARCHENA GOMEZ, M. (coord.) (1992): Ocio y turismo en los Parques Naturales andaluces. Serie Documentos. Nº 1. Consejería de Economía y Hacienda. Dirección General de Turismo. Junta de Andalucía. MULERO MENDIGORRI, A. (1999): "La red andaluza de espacios naturales protegidos: Proceso de configuración y cuestiones sin resolver". VALLE BUENESTADO, B. (coord.) Geografía y Espacios Protegidos. AGE. Federación de espacios naturales protegidos de Andalucía. Pp. 253-271.
VILA VILAR, R. (1994): "Una década de educación ambiental en Andalucía: valoración y perspectivas". Actas del II Congreso Andaluz de Educación Ambient