AV Texto de apoyo El Arte del Antiguo Egipto Artes Visuales - Ramón Muñoz Coloma. - rmunoz@ceat.cl Prehistoria Neolítico Al-Fayyum Merimde Escritura Antigüedad Egipto 3.000 a. C. 30 a. C. Grecia Roma ANTECEDENTES Las culturas neolíticas de El Fayyum (hacia el año 5.000 a. C. aproximadamente) y de Merimde (hacia el 4.000 a. C.), en la orilla occidental del delta del río Nilo acusan un avance cultural considerable. Cabras, cerdos y gansos, y algunas especies de cereales, se suman a los recursos de que el hombre dispone. La casa se hace más estable, el grano se guarda en tinajas, y se va extendiendo la cestería y los tejidos de lino. La sociedad se basa en la comunidad aldeana, la cooperación hace posible logros muy importantes: los agricultores se establecen en las mismas orillas del río y van organizándose sistemas de irrigación, mientras que alrededor, flanqueando el valle y adentrándose en el desierto, subsisten pastores nómades. Los muertos son enterrados en la misma casa. Adquieren ya gran desarrollo los afeites del rostro, sin duda necesarios en el ardiente verano de Egipto, y se han encontrado paletas para moler la pintura de los ojos, y aceites para limpiar la piel. En el tercer milenio a. C. el Rey Menes, primer faraón egipcio, funda la dinastía tinita (de Tinis, en el Alto Egipto), unificando los dos reinos (del norte y del sur) en que se hallaba divido el país y da origen a la civilización egipcia, en el llamado Antiguo Reino. Antes de estos sucesos existen datos de pinturas rupestres, que se remontan al quinto milenio a. C. Jem (tierras negras), como conocían al antiguo Egipto sus habitantes, se extendía a lo largo del río Nilo en el norte del África. Politeísmo Creencia en la existencia de muchos dioses o seres divinos. Características de la cultura egipcia Teocentrismo Doctrina según la cual Dios es el centro del Universo, todo fue creado por Él, es dirigido por Él y no existe ninguna razón más que el deseo de Dios sobre la voluntad humana. Necrocentrismo Manera de pensar que pone a la muerte, o más bien a la vida después de la vida, como elemento principal de la preocupación humana. 1
Religión y Monarquía divina El culto a los dioses y las ideas sobre la vida de ultratumba impregnan todas las manifestaciones del arte egipcio y de manera más relevante la arquitectura, limitada a una finalidad religiosa y funeraria (templos y tumbas). Se presta más atención a la mansión de los muertos que a la vivienda de los vivos. En una serie de cosmogonías surgidas en diferentes ciudades se explica cómo nacen los diferentes dioses y como se relacionan con los humanos. Uno de ellos da la posibilidad a los hombres de resucitar y alcanzar la inmortalidad, de ahí que los egipcios pusieran en práctica métodos para embalsamar los cuerpos y prepararlos para una vida futura (pos mortem). Los enormes edificios construidos por los egipcios requerían el empleo de medios colosales, pero sería un error considerarlos como simple manifestación del absolutismo real de aquel tiempo. En realidad el faraón, más que el sacerdote y jefe de la jerarquía religiosa, era un dios sujeto a un culto particular durante su vida y considerado dios después de muerto; era por consiguiente lógico que se le asegurara la mansión más digna, ya que en esa residencia se perpetuarían simbólicamente los ritos y actos que le rodearon en su vida terrena. Los Cánopes son quizás el mejor "resumen" de los intereses o temas del arte egipcio: la muerte y los dioses. Asombra la desproporción entre la magnitud de las pirámides y su función de simple tumba de la familia real. Aún más asombrosa ha resultado la comprobación de que tan colosales construcciones se ralizaron con precarios medios técnicos, sin conocimiento de la rueda (introducida mucho más tarde por los hicsos), es decir, sin poleas ni rodillos. Colosalismo Características del Arte egipcio Hieratismo Frontalidad 2
Arquitectura El material fundamentalmente empleado en la construcción egipcia fue la piedra labrada de manera geométrica (sillares). No se reduce ya a bloques desbastados de forma tosca, como en los megalitos, sino a piezas de medidas precisas, con las que se puede elevar muros sin salientes y edificios de perfiles rectilíneos. Conservamos el nombre del máximo reformador de los procedimientos constructivos, Imhotep, a quien, según los textos literarios, los egipcios elevaron a la categoría de dios. El rasgo más evidente de la arquitectura del Egipto antiguo es el colosalismo; la edificación resulta desproporcionada en relación con la función. Ni se precisaba tal volumen para enterrar en una pirámide al cadáver del faraón, ni en los templos se congragaba tanta gente como para colmarlos. Es una arquitectura arquitrabada, basada exclusivamente en líneas horizontales y verticales o, como en las pirámides, en un dispositivo diagonal. La curva está ausente de toda la arquitectura egipcia. Tumbas Fue bajo la IV dinastía menfita (2.600-2.500 a. C.) cuando se construyeron las famosas pirámides de Cheops, Kefrén y Micerino en Gizeh, cerca de Menfis. Pero no se idearon de modo improvisado, pues son fruto de una evolución de las tumbas de los nobles, las mastabas, que son inicialmente paralelepípedos de ladrillo con paredes inclinadas que encierran la capilla fúnebre, una cámara Mastaba Pirámide de Zoser Pirámide de Cheops Pirámides Hipogeo 3
para las estatuas y la verdadera cripta sepulcral propiamente dicha. Al querer dar un aspecto más grandioso a las mastabas, se comenzaron a construir pirámides escalonadas, es decir, una mastabas sobre otra, entre las cuales es particularmente significativa la edificada por Zoser (III dinastía) en Saqqarah, la cual consta de 6 pisos alcanzando 60 metros de altura. Durante la XVIII dinastía el centro político se ubicó en el sur, en Tebas. Allí en el Valle de los Reyes, se construye un nuevo tipo de tumba excavada en la ladera de una montaña, el hipogeo, con la misma disposición laberíntica para preservar los tesoros. El de Tutankhamón ha sido el más valioso de los conservados. En consecuencia existen tres tipos de arquitectura fúnebre egipcia (o tumbas): - Las mastabas - Las pirámides. - Los hipogeos. La escultura La casi totalidad de la escultura egicia ha sido encontrada en las tumbas; de su carácter funerario deriva su concepción y sus rasgos formales. Su hieratismo solemne, su impresión estática la distingue de cualquier otra creación de la historia de la escultura. Los arcaísmos, almendrado de los ojos, falta de expresión de los rostros, mirada tensa, rigidez en la manera de doblar cualquier articulación, sirven a un lenguaje que no busca la representación de la vida sino retratos-soporte del alma para la eternidad. En las primeras dinastías, lo relevante de la escultura era el rostro. El cuerpo era hecho en serie. A partir de XI dinastía se funda el Imperio Medio y la capital se traslada a Tebas y la escultura adquiere un carácter más humano. En algunas representaciones, éstas demuestran sentimientos y expresiones graves y pensativas. Pero en la XIII dinastía se vuelve al academicismo y la frialdad. Sin embargo, en la XVIII dinastía (Imperio Nuevo), la escultura vuelve a tomar un carácter más humano, pero ahora adquiere una extraordinaria dulzura e intenso naturalismo. Las figuras humanas, de pie o sentadas, se representan siempre inmóviles, lo mismo en las estatuas reales que en las privadas, el vestido masculino consiste en un simple faldellín blanco mientras que las mujeres se hallan envueltas por completo por largos vestidos. Generalmente estas estatuas estaban pintadas y eran retratos, a pesar de la estilización que las hace semejantes unas a otras. 4
La pintura y el relieve El relieve y la pintura con los que se decoraban las tumbas y los santuarios se hallaban estrechamente ligados con la arquitectura, la piedra caliza blanca, muy empleada, favorecía la policromía en la decoración que se basaba en colores tipos al igual que los jeroglíficos (escritura egipcia). En algunos casos la decoración mostraba el culto a los muertos; se representaban las ofrendas que se depositaban realmente en la tumba y que debían servir durante toda su vida ultraterrena al difunto. En la IV dinastía se encuentran representaciones del transporte de las ofrendas y de su recolección, como por ejemplo el trabajo en los campos, la caza, la pesca; puede verse también el banquete fúnebre y preparación de los alimentos. La ley de frontalidad, que reduce la contemplación desde un solo punto de vista, es el equivalente al que tiene el plano de un arquitecto, un diseño de la primera idea. Los artistas egipcios parecen perseguir en su arte dos objetivos fundamentales. El primero consiste en la estilización de las figuras, en su reducción a un mínimo de detalles y en ello puede haber contribuido no sólo la tendencia de la decoración a desenvolverse como lenguaje (los jeroglíficos) sino también su carácter sagrado, hierático, por el que se tendía a encontrar una forma ideal, perfecta, fuera de tiempo. El otro objetivo, que parece contradictorio pero que se halla ligado indisolublemente al primero, es una elegancia sutil, fluida, a la que es ajena a cualquier sentimiento de cansancio, dolor, novedad y en cambio muestra una seguridad y felicidad nacidas de la estabilidad política. Fuentes: - Proyecto Wikipedia. (www.wikipedia.org) - http://74.6.146.244/babelfish/translate_url_content?.intl=us&lp=en_es&trurl=http%3a//www.bgst.edu.sg/ realia/rosetta.htm- Art on line. http://cv.uoc.edu/~04_999_01_u07/percepcions/perc0.html - http://piramides.wordpress.com/ - http://www.egiptologia.com 5