Mujer y migración El costo emocional de la migración Lore Aresti de la Torre* En términos míticos, los migrantes, mujeres y hombres, son los hijos de la tierra mexicana. Madre tierra mexicana aunque eres rica, fuerte, hermosa y nutriente, no logras amamantarnos, contener, ni maternarnos. Y nosotros hijas e hijos tuyos, nos encontramos desolados. No es que no quieras darnos de tu leche. No eres carente, seca o estéril. Lloras en silencio y tus lágrimas desbordan los ríos de tu cuerpo. Nosotras tus hijas, nosotros tus hijos, nos tenemos que arrancar de raíz; arrancados de ti, nos perdemos en el desierto. Desierto que nos lleva al norte, hacia el otro lado, hacia la incertidumbre, el desconsuelo y la muerte posible. madre, así te llamo, con mayúsculas. Sabes, a pesar de la abundancia de tu leche y la ternura de tus maternos brazos eres eternamente saqueada. Permanentemente eres secuestrada por aquellos de tus hijos que con glotonería y avaricia se atragantan cual adictos sin salida de la riqueza de tu amor, la riqueza de tus ríos, la riqueza de tus mares, de tus montañas y minas, de tus desiertos y pastizales, de tus milpas y vergeles, de todo lo que eres, de todo lo que tienes para nosotras tus hijas, para nosotros tus hijos. Los de la raza de cobre... los mexicanos. Lore Aresti Contexto El fenómeno de la migración en México responde a más de un siglo de movilidad de la población. Si tomamos en cuanta los datos aportados por los Indicadores del desarrollo mundial realizados por el Banco Mundial (BM), vemos que el aumento en el movimiento de personas que cruzan la frontera * Profesora-investigadora en el Departamento de Educación y Comunicación de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. [163]
mujer y migración norte, ha convertido a México en el país con más ciudadanos que viven fuera de su lugar de nacimiento. El vicepresidente del Banco Mundial, Fraçois Bourguignon, al ser interrogado por La Jornada (16-04-2007:3) señaló que la migración tiene costos no económicos que deben ser reconocidos. Parece ser que las instituciones que controlan la economía mundial están comenzando a percatarse de los costos económicos implicados en los costos sociales y emocionales del fenómeno migratorio. Hay costos sociales que se pueden expresar desde el hecho de que los que se quedan no están precisamente encantados porque sus familiares se fueron; hay costo psicológico, porque todo el mundo preferiría ganar lo que perciben los que trabajan fuera, pero quedándose en el país señaló Bourguignon. El vicepresidente del Banco Mundial señala que, además, existe un costo social que no se ha estudiado suficientemente, es un costo asociado con el hecho de que los migrantes no son a veces bien recibidos, no logrando, muchas veces, integrase al país que los recibe. La migración no debe considerarse ninguna receta para el desarrollo, porque tiene estos altos costos. La migración de mexicanos, principalmente a Estados Unidos, representa uno de los fenómenos sociodemográficos más importantes en las últimas décadas. De hecho, en los cinco años (2000-2005) considerados por el documento de la institución bancaria señalada, la emigración de ciudadanos de México, la cual fue aproximadamente de dos millones de personas, fue practicamentente similar a la registrada por la totalidad de los países del Medio Oriente y Norte de África, que fue de 1 millón 318 mil personas. Es más, la migración de mexicanos a Estados Unidos es casi el doble de las personas que se trasladaron, en los mismos cinco años, desde los países del África subsahariana, considerada la región más pobre del mundo, hacia Europa. La importancia de este fenómeno se debe no sólo a lo que significa la expulsión de hombres y mujeres de sus comunidades de origen, o a la creciente recepción de recursos económicos para el país. La migración trae consigo efectos no sólo en el ámbito macrosocial, sino además en el nivel más importante en la vida de los seres humanos, trastoca la íntima y subjetiva experiencia de la vida cotidiana y da origen a experiencias emocionales que se transmiten en los hogares de las personas migrantes: 164
el costo emocional de la migración 1. Los hogares sufren la pérdida de algún miembro de la familia que ha tenido que migrar, y en sus integrantes se genera el duelo por dicha pérdida. 2. En ellos también surge la preocupación por el incierto y peligroso destino de los seres amados que cruzan ilegalmente la frontera, en busca de opciones económicas ausentes en su país de origen (ansiedad). 3. La eterna espera del retorno (ilusión). 4. La aceptación de beneficios económicos provenientes de aquel que con su trabajo, muchas veces en pésimas condiciones económicas, asistenciales y de salud, envía remesas a la familia genera culpa. Por ello, además de tomar en cuenta los elementos antes mencionados, es importante analizar el costo psicoemocional que implica migrar hacia un territorio geográfico, racial, cultural y económicamente ajeno, donde no existe ni como ciudadano de segunda, ni como trabajador, sino como una especie de mal oculto y necesario para sostener la compleja y consumista economía mundial. 1. Los costos emocionales de los que pasan al otro lado son muchos y complejos: dejar la familia, el espacio y las relaciones de origen (duelo). 2. La confusión de quién es uno frente a sí mismo y frente a los demás en un país tan ajeno, distinto en términos ideológicos, culturales, lingüísticos y políticos (pérdida de identidad). 3. En el ir y venir del emigrante (cuando puede ir y venir) el sujeto va quedando en una especie de vacío identificatorio (desarraigo). 4. La confrontación con el racismo, discriminación y prejuicios en relación con lo que representa el emigrante en todos los sentidos (confusión). Pensamos que es fundamental hacer una lectura diversa de la complejidad del fenómeno y abordarlo desde todas sus perspectivas y matices: el alto costo emocional de los que migran y de los que se quedan. 165
mujer y migración Feminización de la migración Sobre el dramático problema de la migración en busca de oportunidades se ha escrito desde diversas perspectivas, pero poco se ha hablado de la perspectiva de género en relación con las mujeres y los costos emocionales tanto de las que se quedan como de las que se van. El fenómeno migratorio se ha enfocado más hacia el desarrollo desde una visión fría y sin rostro de los sujetos sociales. Es importante que, en el contexto de nuestro país, se analice la problemática de la migración desde una perspectiva de género: no sólo en términos abstractos sino en términos de las historias reales y de los actores reales. Características de la migración femenina Las mujeres que se desplazan son más numerosas que nunca. A escala mundial han estado representadas en la movilidad de la migración, pero no habían sido registradas en términos de género, sino como acompañantes, lo cual ha tornado invisible el fenómeno. En la actualidad las mujeres migrantes se desplazan solas para mejorar su situación económica y social y no para reunirse con sus familiares. La tendencia de los comportamientos financieros de hombres y mujeres migrantes presenta diferencias observables: 1. En general, los hombres tienden a ganar más dinero que las mujeres, aunque menos que los ciudadanos del país receptor. 2. Las mujeres migrantes envían regularmente la mayor parte de su salario a su hogar, mientras que los hombres tienden a transferir fondos más con propósitos de inversión: compras de un terreno, viviendas, instrumentos agrícolas y ganado. 3. Las mujeres migrantes son más propensas que los hombres a ceder a la presión social para cuidar de sus extensas familias en sus lugares de origen. No sólo tienden a transferir fondos sino que sus acciones se relacionan con aspectos significativos del desarrollo tales como el bienestar de la familia o la educación. 4. Las mujeres tienden a ahorrar más para garantizar su futuro. 166
el costo emocional de la migración 5. Cuando las mujeres ejercen un control sobre los ingresos, el resultado se ve en la mejora de salud, la nutrición, la educación y la higiene de la familia, lo que contribuye a reforzar las bases para sociedades mejores y más productivas. 6. Un gran número de migrantes varones suelen establecer nuevas relaciones amorosas en el país donde migran, de esta manera olvidan enviar ingresos económicos a sus familias. 7. La relación entre hombres y mujeres en la sociedad del país de origen y sus respectivas funciones pueden afectar a la capacidad de las mujeres de emigrar, al limitar su derecho de adoptar decisiones independientes, además de restringir su acceso a los recursos económicos. Las relaciones que existen entre los sexos en los diversos estratos sociales de nuestra sociedad suele incidir en la decisión de dejar el país (la ciudad, el pueblo, la colonia, etcétera). La existencia de un contexto fuerte de discriminación por razón de género influye más directamente en la elección de las mujeres a migrar fuera de sus localidades sea a nivel nacional y/o internacional. Surgen nuevos grupos de mujeres migrantes como el de las jóvenes solteras o de las mujeres que son jefas de familia y que se desplazan buscando oportunidades de desarrollo para ellas y sus familiares. En los países desarrollados, muchas de esas mujeres encuentran empleo doméstico o en el sector de servicios. Algunas entran en la industria del sexo, a menudo contra su voluntad, víctimas de redes de prostitución. En síntesis, la feminización de la migración se da con base en el desarrollo de los siguientes grupos: 1. Mujeres que migran en función de reunificación familiar. 2. Mujeres que migran por dependencia a algún varón. 3. Mujeres que huyen de conflictos familiares (violencia familiar, divorcios, expulsión de la población, etcétera). 4. Jóvenes solteras que viven sin posibilidad de desarrollo en su lugar de origen. 5. Mujeres que son jefas de familias que buscan nuevas oportunidades. 6. Víctimas de redes de prostitución. 167
mujer y migración Problemática que enfrentan las mujeres migrantes 1. Las mujeres en su ruta migratoria están más expuestas que los hombres a sufrir abusos verbales, físicos y sexuales. La violentación se inicia desde su propio país y proviene de sus compatriotas (policías, polleros, autoridades, etcétera) y continúa dentro del país al que emigran. Si son jóvenes suelen ser casi siempre vistas como mercancía sexual. 2. Como migrantes y mujeres, enfrentan una doble discriminación en el acceso al mercado laboral, la seguridad social y programas de salud. 3. A menudo deben soportar largas jornadas laborales y un incremento de las obligaciones financieras y familiares. 4. La presiones psicosociales y divergencias entre culturas a menudo hacen que se las margine en mayor medida y sus derechos de residencia suelen depender de una relación de un ciudadano o migrante principal, lo que las hace muy vulnerables y quizá la parte más trágica se debe que al emigrar solas se viven llenas de culpa y de preocupación al dejar a sus hijos o a su marido. El costo psicoemocional Si bien nuestro enfoque es Mujer y migración: el costo emocional de la migración, esto no implica que no entendamos que al referirnos al análisis de la dimensión subjetiva de este fenómeno, no integremos la problemática psicoemocional de los varones migrantes. Las vivencias de pérdida, duelo, identidad y toda la complejidad emocional de este fenómeno se presenta tanto en hombres y mujeres de manera similar, pero con las contradicciones, particularidades y violentaciones específicas de la pertenencia de género. Desde el punto de vista psicoemocional, la migración puede ser entendida como una profunda tristeza de pérdida y como el quiebre casi total de la cotidianidad y de la identidad, pues el desarraigo genera no sólo angustia sino también una destructuración en todos los ámbitos de la vida. Las (los) migrantes vivirán de manera profunda un sentimiento de despojo y de usurpación; se ven forzados por la problemática de la miseria, 168
el costo emocional de la migración del desempleo y de los bajísimos salarios en sus países de origen a vivir en un mundo que no eligieron libremente, arrancados totalmente de todos los referentes externos que marcaron su mundo de origen, donde se construye la sensación de confianza frente a lo conocido, a partir de lo cual se genera la esencia de la identidad. Para sobrevivir sin una dolorosa y paralizante sensación de pérdida, se ven forzados a negar la ausencia de su antigua vida, de sus vínculos afectivos, sean éstos con otras personas, paisajes y/o experiencias recurrentes de su mundo vincular. Se verá presionado a separar, a enquistar y a idealizar o anatemizar el mundo que se vio obligado a abandonar. Vive como en dos escenarios, como dos mundos alejados el uno del otro. El grado de interacción entre estos dos mundos o escenarios nos produce una serie de fenómenos psíquicos que se traducirán en respuestas cotidianas a mediano y largo plazo, constituyen la complejidad psicoemocional de los migrantes. El resultado a mediano plazo es una vivencia confesional. Confusión provocada por la repetición atemporal, por la transposición de tiempo y espacio y por la contradicción permanente entre el principio de realidad realidad que se da en un país que es profundamente ajeno y donde los migrantes son vistos como seres de segunda y la ilusión de otra realidad recordada y/o idealizada como más placentera. Esta situación confusa y semiconsciente provocará serios conflictos que perturbará su ya de por si perturbada vida. Identidad Nuestro sentido de identidad se va construyendo con base en múltiples y sutiles aspectos de la cotidianidad en donde nos desarrollamos, vivimos, comemos, amamos, trabajamos, nacen nuestros hijos y morimos. La pérdida de los referentes conocidos que pautan y enmarcan la vida cotidiana, afecta o menoscaba de manera directa nuestro propio sentido de identidad. Se hace necesaria la elaboración de una nueva identidad, lo cual implica la reconstrucción a nivel del yo de una nueva percepción del sí mismo como punto de partida, de una nueva experiencia de lo cotidiano. 169
mujer y migración Posterior a estas respuestas defensivas se seguirá instaurando una vivencia de tipo depresiva individual y grupal, que dará pie a respuestas agresivas de todo tipo. La respuesta depresiva puede y suele hacerse crónica. Los hombres enfrentarán su melancolía mediante el uso del alcohol y de variadas y compulsivas relaciones sexuales. Las mujeres, en general, aceptarán de manera más resignada su tendencia melancólica. Los jóvenes intentarán adaptarse imitando de manera patética las formas de ser y de estar de los habitantes del país al cual han emigrado. Creemos que es tan importante hacernos preguntas relacionadas con la vida cotidiana de las mujeres que se quedan en los llamados pueblos fantasmas, como preguntarnos acerca de las mujeres que logran cruzar la frontera y trabajar en Estados Unidos. Sentimos la necesidad de investigar desde una perspectiva emocional, qué pasa en relación psicoemocional, sexual y parental de estas mujeres? Respecto de las mujeres que se quedan, consideramos importante profundizar en los siguientes puntos: Cómo vivencian la ausencia de los hombres de la familia (padres, hermanos, hijos, etcétera). Qué pasa con las mujeres que tiene que suplir labores familiares, sociales y laborales masculinas, dada la ausencia de los hombres de la familia. Cómo viven su vida amorosa, erótica y sexual en ausencia de la pareja que no está y no saben cuándo volverá. Cómo suplen la ausencia del padre, que ha tenido que migrar, para educar y contener a sus hijos e hijas. Qué pasa cuando ambos padres migran y los hijos se quedan con otros familiares. Cuál es la motivación de las mujeres que deciden migrar, enfrentando todo tipo de riesgos, al cruzar la frontera, en busca de cualquier oportunidad de trabajo. Qué pasa con las miles de mujeres jóvenes, que se han quedado del otro lado o bien en ciudades fronterizas para trabajar en los Estados Unidos. Cómo viven su mexicanidad las mujeres que logran afianzar una buena posición del otro lado. 170
el costo emocional de la migración Por otro lado, qué es lo que les pasa a las mujeres migrantes que salen de sus casas, dejando hijos o llevándose alguno: Qué imagen de sí tienen las migrantes que viven y trabajan en Estados Unidos. Cómo viven la repetición de la dinámica familiar y social características de sus lugares de nacimiento en un contexto social y radicalmente distinto (educación de los hijos, cuestiones económicas, laborales, domésticas, violencia familiar, etcétera). Cómo se relacionan con sus hijos e hijas en tanto éstos se desarrollan dentro de pautas vivenciales, sociales, culturales, actitudinales y conductuales, totalmente ajenas al lugar del origen de la madre. En términos estéticos, cómo viven la imagen de sí, en un país donde el ideal de belleza no tiene nada que ver con el perfil racial mexicano (morenos, baja de estatura, tendencia a la gordura, pelo negro, ojos negros, etcétera). Cómo se siente la mujer emigrante mestiza o indígena que ocupa el lugar más bajo de la escala social del país hacia donde ha emigrado. Concluyo con las palabras de un compañero poblano con quien tuvimos la oportunidad de hablar antes de que cruzara por el desierto de Sásabe hacia la frontera del otro lado : Perdemos la cultura de México si no la arraigamos desde que llegamos. Perdemos la sensibilidad humana por tanto sufrimiento y maltrato laboral, perdemos los sabores y olores y querencias de nuestra tierra [...] a la larga nada se gana, más bien se pierde más de lo que se gana. Cuando pensamos en cruzar llevamos siempre de manera callada el miedo a la muerte en el desierto. Frente a la soledad en la que nos encontramos los hombres nos dedicamos a beber y a encontrarnos con las mujeres que están cerca. Para los hombres y mujeres del otro lado lo más difícil es la soledad [...] la nostalgia por la falta de la tierra de uno. Buscamos el bienestar en nuestra tierra y si no la encontramos tenemos que migrar [...] sacar a la persona de su medio, de su familia. El hijo se hace cholo, forma parte de las pandillas [...] te desconoce como mexicano y se desconoce a él mismo ya que no es de allá ni es de acá [...] ningún dinero del mundo te devuelve a tus hijos 171
mujer y migración y a tu familia como era cuando los trajiste. Si yo tuviera todo el dinero del mundo prefería volver a ser como éramos antes de llegar a este país. Yo he cruzado muchas veces y diría o los que van a cruzar por primera vez: si te vas no te olvides de tu familia [...] tus hijos te esperan [...] tus padres te aman [...] tus amigos te añoran [...] y tu tierra se desangra sin ti. 172