3pUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUODVHQIHUPHGDGHV OHVLRQHV\SUREOHPDVGHVDOXGGXUDQWHHODxR (YDOXDFLyQGHOFRVWHODERUDOGHODVHQIHUPHGDGHV\ORVDFFLGHQWHVª



Documentos relacionados
La tasa bruta de mortalidad aumentó un 1,9% en 2007 respecto al año anterior

Los tumores y las enfermedades del sistema circulatorio continúan siendo las principales causas de muerte en la Comunidad Foral de Navarra

La tasa bruta de mortalidad disminuyó un 4,9% en Las defunciones por accidentes de tráfico bajaron un 11,2%

La tasa bruta de mortalidad descendió un 1,3% en 2008 respecto al año anterior. Las defunciones por accidentes de tráfico se redujeron un 20,7%

La tasa bruta de mortalidad desciende un 1,8% en el año 2001 respecto al año 2000

En el 16,6% de los hogares de Navarra hay algún discapacitado. El cuidado de los discapacitados corre a cargo de las mujeres en el 82,1% de los casos

El número de altas con internamiento en los hospitales españoles descendió un 1,1% en 2011

La tasa bruta de mortalidad se situó en 837,9 fallecidos por habitantes, un 2,7% menos que el año anterior

Encuesta de Condiciones de Vida Año Datos provisionales

ANEXO 2: CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS INGRESADAS POR ACCIDENTE DE TRÁFICO SEGÚN CCAA DE ATENCIÓN.

PRESUPUESTOS DE GASTOS EN EDUCACIÓN POR COMUNIDADES AUTÓNOMAS EVOLUCIÓN PERIODO

Mapa territorial de las entidades no lucrativas y de las cooperativas en España. Por Isabel Vidal CIES

GRÁFICO GASTO SANITARIO PER CÁPITA. Presupuestos iniciales

Informe sobre la contratación a personas con discapacidad en España Datos acumulados 3 er trimestre de 2012

MORTALIDAD PROPORCIONAL POR GRANDES GRUPOS DE CAUSAS. TODAS LAS EDADES. AMBOS SEXOS. REGIÓN DE MURCIA, Otras causas. Cardio-vasculares 36,8%

El número de nacimientos baja un 5,0% en 2009, su primer descenso en 10 años Se celebraron matrimonios, un 10,8% menos que en el año anterior

Encuesta de Población Activa (EPA) Tercer trimestre de 2011

Esperanzas de vida en salud

inforsan breves Exceso de mortalidad en Asturias 2005.

ASTURIAS. Observatorio de la Formación para el Empleo. Formación en las empresas. Junio 2010

INFORME SOBRE INDICADORES DE ALTA TECNOLOGÍA EN ANDALUCÍA. AÑO 2012

El número de empresas activas aumentó un 2,2% durante 2014 y se situó en 3,19 millones

B4. EL GASTO EN EDUCACIÓN

En España hay viviendas con acceso a Internet, un millón más que en 2003

COMENTARIO. Mortalidad General

ENCUESTA ANUAL DE LA ESTRUCTURA SALARIAL 2008

Encuesta de Población Activa (EPA) Cuarto trimestre de 2013

Las TIC en el Sistema Nacional de Salud. El programa Sanidad en Línea

La tasa bruta de mortalidad aumenta un 2,4% en el año 2002 respecto al año 2001

ANALISIS GENERAL DE LOS EGRESOS HOSPITALARIOS

3.3.3 EL PRECIO DE LA VIVIENDA, SU ACCESIBILIDAD Y EL MER- CADO HIPOTECARIO REGIONAL

El impacto de la crisis en las ONG

C2. LAS TRANSICIONES Y LOS RESULTADOS EDUCATIVOS

El valor de las viviendas en España ha caído cerca de millones de euros desde su máximo en 2008 debido al descenso de los precios

ABSENTISMO LABORAL. Abril del 2011

Nueve de cada 10 personas con discapacidad en edad de trabajar que percibieron alguna pensión en 2010 eran inactivos.

Principales resultados

INFORME SOCIOECONÓMICO DE CASTILLA-LA MANCHA 2003

Informe de indicadores de accesibilidad de la vivienda DIRECCIÓ GENERAL D HABITATGE, REHABILITACIÓ I REGENERACIÓ URBANA

Las indemnizaciones por lesiones permanentes no invalidantes se reconocen en cualquier régimen de la Seguridad Social?

Las mujeres españolas dedican cada día tres horas más que los hombres a tareas relacionadas con el hogar y la familia

A continuación, se describen las conclusiones más relevantes a las que conduce el presente estudio:

ANÁLISIS DE PATRONES DE MORBILIDAD Tasas de Incidencia y de Prevalencia de los Beneficiarios del Seguro por Enfermedad. Cra. Alicia Mariella Lazo

La tasa bruta de mortalidad ascendió en 2012 a 861,6 fallecidos por habitantes, un 3,8% superior al año anterior

El 5 de julio de (Ley Orgánica 9/1985) se aprobó en España la ley del aborto por la que se despenalizaba tres supuestos concretos:

5.2. Los estudiantes extranjeros no universitarios

LA MOROSIDAD PÚBLICA SE REDUCE PRÁCTICAMENTE UN 40% EN EL PRIMER TRIMESTRE DEL AÑO

Principales resultados

Informe sobre violencia contra las mujeres en España Tasas y tendencias de Homicidio/Asesinato 1999 / 2003

ESTUDIO SOBRE NIVELES DE PRECIOS DE PRODUCTOS

Explotación de las variables educativas de la Encuesta de Población Activa: Nivel de Formación y Formación Permanente

Prevalencia de la ansiedad y cargas asociadas

El capital privado se estanca y el público empieza a reducirse

Modelización de la oferta de taxi en ámbitos turísticos

En el primer año de entrada de la Ley de Morosidad, las AA.PP. siguen tardando en pagar a los autónomos cuatro meses

Encuesta de Estructura Salarial 2010 Resultados provisionales

ESTUDIO DE IMPACTO SOBRE EL EMPLEO AGENCIA EXTREMEÑA DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL AL DESARROLLO (AEXCID)

Principales resultados

ENFERMEDADES CRONICAS NO TRANSMISIBLES

BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO

Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género Año 2014

INDICADORES SOBRE TURISMO Y SOSTENIBILIDAD EN LOS DESTINOS: UNA APROXIMACIÓN DESDE ANDALUCÍA

Impactos económicos del gasto turístico. Capítulo 7

MINISTERIO DE EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL

EL IMPUESTO SOBRE EL PATRIMONIO

Análisis y cuantificación del Riesgo

El número de empresas activas disminuyó un 0,9% durante 2013 y se situó en 3,12 millones

Evaluación de riesgos y del impacto de los accidentes de tráfico sobre la salud de la población española Patricia Cubí Mollá Carmen Herrero Blanco

La contratación de mujeres víctimas de la violencia de género se incrementa un 23%

Datos avance

Estudio de Oferta, Demanda y Matrícula de nuevo ingreso en las Universidades Públicas y Privadas. Curso

BOLETÍN DE NOVEDADES SOBRE RIESGOS PSICOSOCIALES

Valor de la producción interior de España relativa a cada persona, expresada en euros

Principales resultados. Salarios y discapacidad

Estudio de Corredurías de Seguros 2008 INDICE

2. Demografía INE. Anuario Estadístico de España 2012

Encuesta de Condiciones de Vida Año Datos provisionales

SINIESTRALIDAD LABORAL ESPAÑA COMUNIDAD DE MADRID

Análisis de indicadores InfoJobs

El empleo es la mejor receta para combatir la violencia de género, según el 60% de las mujeres que la han sufrido

ESTUDIO SOBRE EL ENVEJECIMIENTO Y LAS MIGRACIONES EN ASTURIAS: EVOLUCIÓN RECIENTE Y ESCENARIOS DE FUTURO (*)

LA REDUCCIÓN DEL GASTO COMO POLÍTICA

El empleo es la mejor receta para combatir la violencia de género, según el 70% de las mujeres que la han sufrido

Indicadores de Salud 2013

Estudio de siniestralidad vial y reincidencia por edad, sexo y lugar de residencia

Juan María Aburto Consejero de Empleo y Políticas Sociales

breves Mortalidad 2010: 12. Enfermedades Cardiovasculares

ENCUESTA DE CONDICIONES DE VIDA. Año 2011 Datos provisionales (P) y Año 2010 Definitivo

En 2014 hubo divorcios, un 5,6% más que en el año anterior

Los costes de la accidentalidad en la Red de Carreteras del Estado

Informe de Resultados

INDICADORES DEL SISTEMA ESPAÑOL DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN INDICADORES DEL SISTEMA ESPAÑOL DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN 2015

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, los hogares donde vive una persona con

Características de los pacientes diabéticos hospitalizados en dos hospitales de EsSalud Piura

coie UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID

INDICADOR URGENCIAS HOSPITALARIAS EN CONSUMIDORES DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS

El número medio de hogares en España es de , con un aumento de respecto al año anterior

Boletín Estadístico de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales en la Comunidad de Madrid.

OncoBarómetro, Imagen social de las personas con cáncer. Resumen ejecutivo

TRABAJADORES AUTÓNOMOS EN ALTA EN LA SEGURIDAD SOCIAL. 30 septiembre Aragón Instituto Aragonés de Empleo

Transcripción:

Presupuesto y Gasto Público 68/2012: 157-176 Secretaría de Estado de Presupuestos y Gastos 2012, Instituto de Estudios Fiscales 3pUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUODVHQIHUPHGDGHV OHVLRQHV\SUREOHPDVGHVDOXGGXUDQWHHODxR (YDOXDFLyQGHOFRVWHODERUDOGHODVHQIHUPHGDGHV\ORVDFFLGHQWHVª JUAN OLIVA ISAAC ARANDA-RENEO Universidad de Castilla-La Mancha Recibido: Julio 2012 Aceptado: Septiembre 2012 Resumen El objetivo del presente trabajo es estimar una parte del impacto no sanitario que enfermedades, lesiones y problemas de VDOXGRFDVLRQDURQHQODHFRQRPtDHVSDxRODHODxR6HXWLOL]DURQYDULDVIXHQWHVHVWDGtVWLFDVSDUDGHVDUUROODUPRGHORV GHVLPXODFLyQEDVDGRV HQHOHQIRTXHGHOFDSLWDOKXPDQR FRQHO QGHHVWLPDUODVSpUGLGDV GHSURGXFFLyQDVRFLDGDV D muertes prematuras y a situaciones de incapacidad laboral (permanente y temporal) que provocaron las enfermedades y SUREOHPDVGHVDOXG(OSULQFLSDOUHVXOWDGRHVODHVWLPDFLyQGHXQDSpUGLGDGHPLOORQHVGHHXURVPLOORQHV GHHXURVFRUUHVSRQGHQDSURGXFFLyQSHUGLGDDFRQVHFXHQFLDGHODPRUWDOLGDGSUHPDWXUDPLOORQHVGHHXURVFR- UUHVSRQGHQDSURGXFFLyQSHUGLGDDFRQVHFXHQFLDGH,QFDSDFLGDG3HUPDQHQWH\PLOORQHVGHHXURVDSURGXFFLyQ SHUGLGDDFRQVHFXHQFLDGH,QFDSDFLGDG7HPSRUDO(OORVXSRQHXQDFLIUDHTXLYDOHQWHDOGHO3URGXFWR,QWHULRU%UXWR GH (VSDxD R DOWHUQDWLYDPHQWH DO GHO JDVWR VDQLWDULR S~EOLFR WRWDO GHO DxR (O SUHVHQWH WUDEDMR VHxDOD HO HOHYDGRLPSDFWRGHORVFRVWHVQRVDQLWDULRVGHODVHQIHUPHGDGHV7DPELpQVHSRQHGHPDQL HVWRODQHFHVLGDGGHPHMRUDU los sistemas de información con objeto de recoger información relevante sobre el tema estudiado. Palabras clave: economía de la salud, coste de la enfermedad, impacto laboral, pérdida de producción, impacto económico. &ODVL FDFLyQ-(/J01, J24, I18. Abstract The aim of this study is to estimate the economic impact of the non-medical costs of diseases and accidents in Spain LQ,WVPDLQSUHPLVHVXVWDLQVWKHLGHDWKDWLQDGGLWLRQWRWKHQXPEHURIGHDWKVWKHORVVRITXDOLW\RIOLIHDQGWKH pain suffered by patients and their family members as a result of diseases and accidents, there are other indicators that provide us with a better understanding of their socioeconomic impact. Our analysis provides estimates of the ORVVRIODERUSURGXFWLYLW\LQ6SDLQDVDUHVXOWRIKHDOWKSUREOHPVLQ2XUPDLQ QGLQJVXJJHVWVDQHVWLPDWHG ORVVDPRXQWLQJWRRYHUPLOOLRQHXURRIZKLFKPLOOLRQHXURDUHGXHWRSUHPDWXUHGHDWKVPLOOLRQ WRSHUPDQHQWGLVDELOLW\DQGPLOOLRQWRWHPSRUDU\GLVDELOLW\7KHORVVLQODERUSURGXFWLYLW\GXHWRLQMXULHVDQG KHDOWKSUREOHPVZHUHHVWLPDWHGWRD JXUH HTXLYDOHQWWR QHDUO\RIWKH*URVV'RPHVWLF3URGXFWRI6SDLQLQ 7KLVVWXG\XQGHUVFRUHVWKHVWURQJHFRQRPLFLPSDFWRIQRQPHGLFDOFRVWVRIGLVHDVHV,QDGGLWLRQLWVWUHVVHV the need for better information systems for collecting data that is relevant to the topic at hand. Key words: health economic, cost of illness, productivity loss, economic burden, labor burden. -(/&ODVVL FDWLRQJ01, J24, I18. * Este trabajo ha recibido una ayuda del Instituto de Estudios Fiscales para su elaboración.

158 Juan Oliva e Isaac Aranda-Reneo,QWURGXFFLyQ La salud es uno de los pilares donde se apoya el bienestar de los individuos y las sociedades. Desde la perspectiva individual, aunque disfrutar de una buena salud no es condi- FLyQVX FLHQWHSDUDDOFDQ]DURPDQWHQHUXQDOWRJUDGRGHELHQHVWDU\IHOLFLGDGHQWpUPLQRV generales, es condición necesaria, como lo muestran los distintos estudios sobre felicidad realizados en los últimos años (Graham, 2008). De acuerdo con la teoría del capital humano, los aumentos en el stock de conocimientos o capital humano de una persona incrementan su productividad en el mercado de trabajo, de donde consigue sus ingresos monetarios, y en el ámbito de no-mercado o doméstico, donde produce bienes que pasan a formar parte de su función de utilidad. Para realizar sus potenciales ganancias en productividad, los individuos WLHQHQ LQFHQWLYRV D LQYHUWLU HQ HGXFDFLyQ \ IRUPDFLyQ ODERUDO %HFNHU %HQ3RUDWK 0LQFHU /D LGHD GH OD VDOXG FRPR FRPSRQHQWH GHO VWRFN GH FDSLWDO KXPDQR GHOLQGLYLGXRQRHVQXHYD%HFNHU)XFKV6LQHPEDUJRHOSULPHUPRGHORGH GHPDQGDGHVDOXGQRIXHGHVDUUROODGRKDVWDSRU*URVVPDQ(OHOHPHQWRFODYHHQHOTXH se apoya este modelo es la naturaleza dual del bien «salud». La salud puede ser tratada como XQELHQGHFRQVXPR\FRPRXQELHQGHLQYHUVLyQ*URVVPDQ&RPRELHQGHFRQVXmo, la salud es deseada por sí misma, puesto que la salud es condición necesaria para poder desarrollar nuestra actividad habitual y disfrutar de una serie de experiencias no adquiridas en el mercado, así como de bienes y servicios adquiridos en el mercado. «Gozar de buena salud» se convierte así en una condición necesaria para alcanzar o mantener niveles elevados de bienestar. Por otra parte, la salud se puede considerar al tiempo un bien de inversión, puesto que permite aumentar el número de días saludables de los que dispone una persona y aumentar así sus ingresos potenciales. Centrándonos en este segundo aspecto, un shock negativo en el estado de salud de un individuo podría ocasionar efectos no deseados sobre la productividad laboral y doméstica, así como pérdidas de tiempo de ocio de las personas que padecen el shock (pacientes) y de su entorno afectivo (cuidadores). En un contexto más amplio, la buena salud de las poblaciones, como parte integrante fundamental del stock de capital humano, tampoco asegura un desarrollo económico futuro, pero es condición QHFHVDULD SDUD HO PLVPR &RPPLVVLRQ RI WKH (XURSHDQ &RPPXQLWLHV 6DFKV Suhrcke et al., 2005). El importante volumen de recursos invertidos en la atención sanitaria por parte de los SDtVHVGHQXHVWURHQWRUQR\HOQXHVWURSURSLRHVVLQGXGDUHÀHMRGHOJUDGRGHSULRULGDGTXHFRQ- FHGHPRVFRPRVRFLHGDGDODSURWHFFLyQGHODVDOXG QDQFLDQGRPHGLGDVGHFDUiFWHUSUHYHQWLYR y tratamientos para evitar en la medida de lo posible el dolor y el sufrimiento que ocasionan las HQIHUPHGDGHV\ORVSUREOHPDVGHVDOXG/DH FLHQFLDHQODSUHYHQFLyQSULPDULDRVHFXQGDULD de problemas de salud y la prestación de una atención sanitaria de calidad a un coste razonable (sostenibilidad) deberían constituir, sin duda, preocupaciones de primer orden para decisores públicos y privados y, en último término, para cada uno de los miembros que conformamos la sociedad. Sin embargo, conjuntamente con el esfuerzo dedicado a dichas políticas de salud, y MXQWRFRQORVLQGLFDGRUHVTXHGLUHFWDPHQWHQRVUH HUHQDOLPSDFWRVREUHHOELHQHVWDUTXHRFDsionan los problemas de salud (mortalidad, morbilidad, discapacidad, pérdidas en la calidad de YLGDGHSDFLHQWHV\IDPLOLDUHVHVSRVLEOHLGHQWL FDURWURVLQGLFDGRUHVTXHD\XGDQDXQDPD\RU comprensión de su impacto social desde una perspectiva económica.

3pUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUODVHQIHUPHGDGHVOHVLRQHV\SUREOHPDVGHVDOXGGXUDQWHHODxR 159 El objetivo del presente trabajo es aportar información objetiva y comparable sobre aspectos relacionados con las pérdidas que ocasiona en el ámbito productivo (laboral) la pérdida de salud. Para ello, estimamos las pérdidas laborales ocasionadas por los falleci- PLHQWRV SUHPDWXURV H LQFDSDFLGDGHV ODERUDOHV DFDHFLGDV HQ (VSDxD GXUDQWH /D LGHD fundamental es que la información aportada, junto con otros datos de carácter económico, presupuestario y sanitario, pueda integrarse en los sistemas de información que maneja HO SODQL FDGRU S~EOLFR 1RV FHQWUDPRV HQ DTXHOODV SpUGLGDV SDUD ODV FXDOHV GLVSRQHPRV GH VX FLHQWHVIXHQWHVSDUDDSR\DUODVHVWLPDFLRQHV(OORQRVOOHYDDFRQVLGHUDUODVSpUGLGDVODborales acaecidas a consecuencia de la mortalidad y la morbilidad (Incapacidad Temporal e Incapacidad Permanente). 0DWHULDO\PpWRGRV El contexto teórico en el que se basa este trabajo son los modelos de capital humano aplicados al campo de la salud. De acuerdo con dicho enfoque, se considera que una medida razonable de la productividad laboral es la ganancia media (el salario) que obtiene el trabajador y con dicho criterio se estima la corriente de salarios futuros que deja de percibir si abandona hoy el mercado de trabajo por causa de una enfermedad o accidente (Grossman, *URVVPDQ$VtHOVDODULREUXWRPHGLRVHREWXYRGHOD(QFXHVWDGH(VWUXFWXUD 6DODULDO ((6 GHO DxR GHO,QVWLWXWR 1DFLRQDO GH (VWDGtVWLFD /RV GDWRV VREUH HPSOHR VH REWXYLHURQ GH OD (QFXHVWD GH 3REODFLyQ$FWLYD GHO,1( UHDOL]DGD GXUDQWH DO DxR TXHGDQGRGH QLGDODWDVDGHRFXSDFLyQRWDVDGHHPSOHRFRPRHOSRUFHQWDMHGHODSREODFLyQ ocupada en relación con la población en edad de trabajar. Los datos necesarios para el cálculo de las muertes se obtuvieron del Registro de De- IXQFLRQHVVHJ~QOD&DXVDGH0XHUWHFRUUHVSRQGLHQWHDODxRSXEOLFDGRVSRUHO,1( Dicha fuente proporciona información anual sobre los fallecimientos acaecidos dentro del WHUULWRULR QDFLRQDO DWHQGLHQGR D OD FDXVD EiVLFD TXH ORV GHWHUPLQy &ODVL FDFLyQ,QWHUQDcional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud-10ª revisión). Una vez conocidas la edad de fallecimiento de cada individuo y los salarios esperados, se realizó el FiOFXORGHOÀXMRSUHVHQWH\IXWXURGHODSURGXFFLyQSHUGLGDSRUXQDPXHUWHSUHPDWXUDRFD- VLRQDGDSRUFXDOTXLHUDGHODVFDXVDVFRQVLGHUDGDV&RQHVWH QSDUDFDGDPXHUWHSURGXFLGD en un grupo de edad y género determinado, se aplicaron la tasa de ocupación y la ganancia VDODULDOHVSHUDGDVHQFDGDSHULRGRSRVWHULRUKDVWDXQOtPLWHSUH MDGRHQQXHVWURFDVRORV DxRV$ORVYDORUHVIXWXURVREWHQLGRVVHOHVDSOLFyXQDWDVDDQXDOGHGHVFXHQWRGHOWUHV por ciento y una tasa anual de crecimiento de la productividad laboral del uno por ciento. Este es el caso base, sobre el cual se realizó un análisis de sensibilidad. Para ello se consideraron dos tasas de descuento alternativas, cero por ciento y seis por ciento, y dos nuevas tasas de crecimiento de la productividad laboral, cero por ciento y dos por ciento. Junto a las pérdidas laborales, se estimaron otras unidades naturales que ayudan a complementar la información aportada, los Años Potenciales de Vida Laboral Perdidos (APVLP), utilizando ORVGDWRVSDUDHODxRGHO5HJLVWURGH'HIXQFLRQHVVHJ~QOD&DXVDGH0XHUWH Las pérdidas laborales ocasionadas por enfermedades y lesiones no sólo se deben a los fallecimientos que éstas provocan. Entre los supervivientes, muchos de ellos quedan

Juan Oliva e Isaac Aranda-Reneo incapacitados para poder desarrollar sus actividades laborales, bien durante un periodo de tiempo limitado (incapacidad temporal), bien de manera permanente (incapacidad permanente). Los casos de Incapacidad Permanente (IP) se obtuvieron del Anuario de Estadísticas Laborales y de Asuntos Sociales del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales (actualmente Ministerio de Trabajo e Inmigración). El Anuario informa del número de pensiones por IP según la CCAA donde el prestatario reside (Ministerio de Empleo y Seguridad Social, 1RREVWDQWHQRIDFLOLWDHVWDLQIRUPDFLyQGHVDJUHJDGDVHJ~QODHGDG\HOVH[R3DUD conseguir esta información se revisó una base de datos facilitada por el Instituto de la Seguridad Social con datos detallados de expedientes de IP, incluyendo información sobre CCAA de residencia, la edad y el sexo. Por tanto, se aplicó esta distribución para obtener el número PHGLRGHSHUVRQDVFRQ,3HQVHJ~QOD&&$$ODHGDG\HOVH[R$GLFLRQDOPHQWHODV personas con la declaración de Incapacidad Permanente pueden continuar recibiendo la prestación contributiva y desempañar un trabajo remunerado. Accedimos a la Muestra Continua de Vida Laboral (MCVL) del año 2010, que se actualiza anualmente con datos anónimos de más de un millón de personas que trabajan en territorio español, conteniendo información procedente de los registros de la Seguridad Social y el Padrón Municipal continuo. En esta EDVHGHGDWRVVHSXHGHLGHQWL FDUDODVSHUVRQDVTXHD~QWHQLHQGRXQD,3$EVROXWDR7RWDO desempeñan un trabajo remunerado. La IP por Gran Invalidez es incompatible con la actividad laboral, por lo que no se precisó de tal ajuste. Por último, en el caso de la IP Parcial, su bajo número desaconsejó el ajuste vía datos de la MCVL. Dada su compatibilidad con la actividad laboral, se decidió, aplicando un criterio de prudencia, no contabilizarla como posible fuente de pérdidas laborales. Con esta información se calcularon las tasas de empleo de las personas que aún estando en situación de IP trabajaron al menos una vez (por cuenta DMHQDRSURSLDGXUDQWHHODxRVHJ~QOD&&$$GHUHVLGHQFLDHOWLSRGHLQFDSDFLGDGTXH presentaban, el sexo y la edad. Con estas tasas de empleo se corrigió el número de casos en situación de IP para cada grupo de edad, sexo y CCAA, obteniendo el número de personas TXH HVWiQ HQ VLWXDFLyQ GH,3 \ QR KD WUDEDMDGR GXUDQWH HO DxR 'LFKD LQIRUPDFLyQ VH combinó con la ganancia salarial media de la Encuesta de Estructura Salarial para cada tramo de edad, CCAA y sexo para obtener las pérdidas laborales ocasionadas por las personas en situación de IP. Para la estimación de las pérdidas consecuencia de la Incapacidad Temporal el INSS facilitó microdatos correspondientes a 25.000 expedientes de Incapacidad Temporal. Los FDVRV VH UH HUHQ D H[SHGLHQWHV WUDPLWDGRV SRU HO,166 (VWD PXHVWUD DSRUWy LQIRUmación sobre la duración de las bajas, la estructura por edades, sexo y la causa médica de ODV,7 SDUD FDGD &&$$ &RQFUHWDPHQWH OD LQIRUPDFLyQ VH UH HUH D OD GXUDFLyQ PHGLD GH ORVSURFHVRV QDOL]DGRVHQHOSHULRGR\DOQ~PHURPHGLRPHQVXDOGHSURFHVRVLQLFLDGRVHQ HOSHULRGR6HDVXPHTXHODGXUDFLyQPHGLDGHORVSURFHVRVGH,7GXUDQWHHODxRHVOD PLVPDTXHODGXUDFLyQPHGLDGHORVSURFHVRV QDOL]DGRV3RUODPLVPDUD]yQVHFRQVLGHUD que el número medio mensual de procesos iniciados en el periodo es una buena aproximación al número medio mensual de procesos existentes durante el periodo cuando se extrapolan a términos anuales. El método de estimación que se aplicó para estimar las pérdidas laborales causadas por Incapacidad Temporal fue el mismo aplicado a las situaciones de incapacidad permanente.

3pUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUODVHQIHUPHGDGHVOHVLRQHV\SUREOHPDVGHVDOXGGXUDQWHHODxR Junto a las pérdidas laborales, se estimaron otras unidades naturales que ayudan a complementar la información aportada. Así, para el caso de las muertes prematuras, se estimaron los APVLP, se indicaron los casos de Incapacidad Permanente y los casos y días de trabajo perdidos a consecuencia de casos de Incapacidad Temporal. 5HVXOWDGRV 0RUWDOLGDG (OQ~PHURGHIDOOHFLPLHQWRVWRWDOHVDFDHFLGRVHQ(VSDxDGXUDQWHHODxRDVFHQGLy a 383.249 personas (un 52% correspondieron a varones y un 48% a mujeres), de las cuales RFXUULHURQ HQ HGDG ODERUDO R SUHYLD XQ FRUUHVSRQGLHURQ D YDURQHV \ HO UHVWDQWHDPXMHUHV(QWRWDOVHSHUGLHURQGH$39/3FRUUHVSRQGLHQGRHODYDrones y el 31% restante a mujeres. Los dos grupos de enfermedades que mayores muertes provocaron fueron las enfermedades del sistema circulatorio y los tumores, siendo responsa- EOHVGHO\GHOGHORVGHFHVRVUHVSHFWLYDPHQWH$FRQWLQXDFLyQVHHQFRQWUDUtDQODV enfermedades respiratorias (11%) y varios grupos de enfermedades que se sitúan en torno al 3-5% (enfermedades del sistema digestivo, enfermedades del sistema nervioso, causas externas de mortalidad y trastornos mentales) (Tabla 1). En cuanto a los fallecimientos de personas PHQRUHVGHDxRVORVWXPRUHVGHVWDFDQVREUHHOUHVWRVLHQGRUHVSRQVDEOHVGHOGHORV IDOOHFLPLHQWRVVHJXLGRVSRUODVHQIHUPHGDGHVGHOVLVWHPDFLUFXODWRULR\SRUODVFDXVDV H[WHUQDV GH PRUWDOLGDG ODV HQIHUPHGDGHV GHO VLVWHPD GLJHVWLYR ODV HQIHUPHdades respiratorias (4,8%) y las enfermedades infecciosas y parasitarias (debido al peso del 9,+6,'$6HHVWLPyTXHXQGHORV$39/3WRWDOHVFRUUHVSRQGLHURQORVWXPRUHV seguido a distancia de las causas externas de mortalidad, con un 22%. En tercer lugar aparecen las enfermedades del sistema circulatorio (13%) y, a más distancia, las enfermedades del sistema digestivo (5,3%), las enfermedades infecciosas y parasitarias (4,8%), las afecciones RULJLQDGDVHQHOSHULRGRSHULQDWDO\ODVHQIHUPHGDGHVGHOVLVWHPDUHVSLUDWRULR /DVSpUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUPXHUWHVSUHPDWXUDVHQ(VSDxDHQHODxR VHKDQHVWLPDGRHQPLOORQHVGHHXURV7DEOD/RVGRVJUXSRVTXHGHVWDFDQVREUHHO resto y que, conjuntamente, suponen más del 50% de las pérdidas laborales asociadas a fallecimientos prematuros son los tumores y las causas externas de muerte (53,2% sobre el total de pérdidas). El grupo que representa mayores pérdidas son los tumores, con un coste estima- GRGHPLOORQHVGHHXURVHOGHOWRWDO/DVFDXVDVH[WHUQDVGHPXHUWHUHSUHVHQWDQ XQDVSpUGLGDVHVWLPDGDVHQPLOORQHVGHHXURVHOGHOWRWDO/DVHQIHUPHGDGHV del sistema circulatorio aparecen en tercer lugar, representando un coste de 1.215 millones GHHXURVHOGHOWRWDO/RVWUHVVLJXLHQWHVJUXSRVGHPD\RULPSDFWRHFRQyPLFRVRQODV HQIHUPHGDGHV GHO VLVWHPD GLJHVWLYR PLOORQHV GH HXURV XQ MXQWR FRQ ODV HQIHUmedades infecciosas y parasitarias (493 millones de euros; un 5,5% de las pérdidas laborales ocasionadas por los fallecimientos prematuros), y los síntomas, signos y hallazgos anormales FOtQLFRV\GHODERUDWRULRPLOORQHVGHHXURVXQ(QOD7DEODVHPXHVWUDQWDPELpQ resultados obtenidos de aplicar otros escenarios de valoración. Las pérdidas estimadas osci- ODUtDQHQWUHORVPLOORQHVGHHXURV\ORVPLOORQHVGHHXURV

Juan Oliva e Isaac Aranda-Reneo 7DEOD )DOOHFLPLHQWRVIDOOHFLPLHQWRVGHPHQRUHVGHDxRV\$xRV3RWHQFLDOHVGH 9LGD/DERUDO3HUGLGRVGXUDQWHHODxR Fallecimientos Fallecimientos en PHQRUHVGHDxRV $39/3 7RWDO 3RUFHQWDMH 7RWDO 3RUFHQWDMH 7RWDO 3RUFHQWDMH Enfermedades infecciosas y parasitarias (1) 2,02% Tumores 103.088 41,92% 301.959 Enf. de sangre y de órg. hematopoyéticos y ciertos trast. que afectan mecan. inmunidad 0,33% 192 0,30% 4.224 0,43% Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas 3,18% 1.148 15.421 1,58% Trastornos mentales y del comportamiento 12.304 3,21% 0,58% 0,52% Enfermedades del sistema nervioso y de los órganos de los sentidos 3,25% Enfermedades del sistema circulatorio 123.250 11.329 Enfermedades del sistema respiratorio 43.899 11,45% 3.134 4,85% 42.445 4,35% Enfermedades del sistema digestivo 19.543 5,10% Enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo 1.184 0,31% 49 0,08% Enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo 0,88% 182 0,28% 2.353 0,24% Enfermedades del sistema genitourinario 10.141 0,80% Embarazo, parto y puerperio 13 0,00% 13 0,02% 394 0,04% Afecciones originadas en el periodo perinatal 0,25% 959 1,48% Malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas 880 0,23% 1,23% 30.915 Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio, NCOP (1) 2,93% 2.128 3,29% 41.088 4,21% Causas externas de mortalidad 15.444 4,03% 8.552 13,22% 22,32% Todas las causas 383.249 100,00% 100,00% 100,00% 3RUPRWLYRVGHFRPSDUDELOLGDGHO5HJLVWURGH'HIXQFLRQHVLQFOX\HHO9,+5HQHO&DStWXOR,(QIHUPHGDGHVLQIHFFLRVDV\SDUDVLWDULDVDXQTXHOD&,(ORHQcuadra en el Capítulo XVIII (Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio, NCOP). Fuente:HODERUDFLyQSURSLDDSDUWLUGHO5HJLVWURGH'HIXQFLRQHVSRU&DXVDGH0XHUWHDxR

3pUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUODVHQIHUPHGDGHVOHVLRQHV\SUREOHPDVGHVDOXGGXUDQWHHODxR 7DEOD 3pUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUPXHUWHSUHPDWXUDYDORUHVDEVROXWRV\GLVWULEXFLyQVHJ~QFDXVDGHIDOOHFLPLHQWR caso base WDVDDQXDOGHGHVFXHQWR tasa anual de crecimiento GHODSURGXFWLYLGDG WDVDDQXDOGHGHVFXHQWR tasa anual de crecimiento GHODSURGXFWLYLGDG WDVDDQXDOGHGHVFXHQWR tasa anual de crecimiento GHODSURGXFWLYLGDG Valores (`) % Valores (`) % Valores (`) % Enfermedades infecciosas y parasitarias 493.351 5,52% 5,19% 5,58% Tumores 1.983.249 30,20% Enf. de sangre y de órg. Hematopoyéticos 0,41% 0,49% 24.540 Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas 1,51% 93.905 1,43% Trastornos mentales y del comportamiento 50.543 0,51% 39.289 Enf. del sistema nervioso y de los órganos de los sentidos 3,10% 3,53% 185.189 2,82% Enfermedades del sistema circulatorio 1.215.501 Enfermedades del sistema respiratorio 4,42% 4,24% 298.309 4,54% Enfermedades del sistema digestivo 508.350 4,82% 405.013 Enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo 4.855 0,05% 0,05% Enf. del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo 0,20% 0,18% 13.489 0,21% Enfermedades del sistema genitourinario 45.298 0,51% 0,44% 0,55% Embarazo, parto y puerperio 2.884 0,03% 0,03% 0,03% Afecciones originadas en el periodo perinatal 930.022 2,51% Malformaciones congénitas 590.208 1,93% Síntomas, signos, NCOP,... 4,54% 291.522 4,44% Causas externas 25,48% 28,45% Todas las causas 100,00% 14.523.435 100,00% 100,00% Fuente: elaboración propia. Unidades: miles de euros.

Juan Oliva e Isaac Aranda-Reneo 6L DFXGLPRV D OD OLVWD UHGXFLGD GH HQIHUPHGDGHV &ODVL FDFLyQ,QWHUQDFLRQDO GH (Qfermedades-10ª revisión), 9 tipos de enfermedades (SIDA; cáncer de colon; tumor maligno de la tráquea, bronquios y pulmón; tumor maligno de la mama; infarto agudo de miocardio; enfermedad cerebrovascular; cirrosis y otras enfermedades del hígado; suicidios y le- VLRQHVDXWRLQÀLJLGDV\DFFLGHQWHVGHWUi FRFDXVDURQHOGHWRGRVORVIDOOHFLPLHQWRV PXHUWHVHOGHODVPXHUWHVDQWHVGHODHGDGGHDxRVHO GHORV$39/3\HOGHODVSpUGLGDVODERUDOHVHVWLPDGDVPLOORQHVGH HXURV/RVDFFLGHQWHVGHWUi FRFDXVDURQ$39/3HOGHOWRWDO\PLOORQHV GH HXURV HQ SpUGLGDV ODERUDOHV HO GHO WRWDO (Q LPSRUWDQFLD OH VHJXLUtD HO WXPRU PD- OLJQRGHODWUiTXHDGHORVEURQTXLRV\GHOSXOPyQFRQFLIUDVGHLPSDFWRUHODWLYRGHO GHORV$39/3\GHODVSpUGLGDVODERUDOHVHVWLPDGDVPLOORQHVGHHXURV (QWHUFHUOXJDUVHHQFRQWUDUtDQORVIDOOHFLPLHQWRVSRUVXLFLGLR\OHVLRQHVDXWRLQÀLJLGDVFRQ FLIUDVGHOGHORV$39/3\GHODVSpUGLGDVODERUDOHVHVWLPDGDVVHJXLGRGHOLQIDUWR DJXGRGHPLRFDUGLRGHORV$393\GHODVSpUGLGDVODERUDOHV/DFLUURVLV\RWUDV enfermedades del hígado ocuparían el quinto lugar, con un 3,2% de los APVLP y un 3,5% de ODVSpUGLGDVODERUDOHVHVWLPDGDV(O6,'$VXSRQGUtDXQGHORV$39/3\XQGH las pérdidas laborales estimadas. El cáncer de mama, el 3% de los APVLP y un 1,8% de las pérdidas laborales estimadas. Las enfermedades cerebrovasculares, supondrían un 2,8% de ORV$39/3 \ XQ GHODVSpUGLGDV ODERUDOHVHVWLPDGDV)LQDOPHQWH HOFiQFHU GHFRORQ supondría un 1,8% de los APVLP y un 1,5% de las pérdidas laborales estimadas.,qfdsdflgdg3hupdqhqwh (Q HO VH FRQWDELOL]DURQ FRPR PHGLD DQXDO SUHVWDFLRQHV SRU *UDQ,QYDOL- GH]SRU,3$EVROXWDSRU,37RWDO\SRU,33DUFLDO(OORUHVXOWDHQXQ WRWDOGHSHUVRQDVHQVLWXDFLyQGH,37UDVDMXVWDUORVFDVRVGH,3$EVROXWDH,37RWDO (según las tasas de ocupación de las personas que aún en situación de IP trabajaron durante el DxR\GHH[FOXLUORVFDVRVGH,3SDUFLDOHVWLPDPRVODVSpUGLGDVODERUDOHVDVRFLDGDVD FDVRVGH,3GHODVFXDOHVVHPDQWLHQHQORVFDVRVGH*UDQ,QYDOLGH]ORVFDVRV GH,3$EVROXWDVHUHEDMDQDORVFDVRVGH,37RWDOFRQVLGHUDGRVGLVPLQX\HQKDVWDORV FDVRV\ORVGH,33DUFLDOVHGHMDQGHFRQVLGHUDU /DSpUGLGDODERUDOVHHVWLPDHQPLOORQHVGHHXURVXQUHFD\HURQHQSREODción masculina y un 29% en población femenina). Fue posible realizar una estimación de las pérdidas por CCAA (tabla 5), si bien no existe información sobre las causas (enfermedades y lesiones) de las que se deriva la condición de IP 1.,QFDSDFLGDG7HPSRUDO Los principales resultados referidos a situaciones de Incapacidad Temporal en España HQHODxRDSDUHFHQUHFRJLGRVHQOD7DEOD&RPRSXHGHREVHUYDUVHODGXUDFLyQPHGLD SRQGHUDGD GH ORV SURFHVRV QDOL]DGRV HQ HO SHULRGR DVFHQGLy D GtDV REVHUYiQGRVH notables diferencias en función de la entidad gestora seleccionada y del tipo de contingencia VHxDODGRGHVGHXQPi[LPR GH GtDVGHGXUDFLyQ PHGLDGHSURFHVRHQHO FDVR GH ODV,7 gestionadas por el INSS en el régimen de cuenta propia (contingencias comunes de autóno-

3pUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUODVHQIHUPHGDGHVOHVLRQHV\SUREOHPDVGHVDOXGGXUDQWHHODxR PRV\KRJDUKDVWDXQPtQLPRGHGtDVHQHOFDVRGHDFFLGHQWHVGHWUDEDMR\HQIHUPHGDGHV profesionales gestionado por las de mutuas de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social. El número medio mensual de procesos iniciados en el perio- GRDVFLHQGHD(QHODxRODVPXWXDVGHDFFLGHQWHVGHOWUDEDMR\HQIHUPHGDGHV profesionales de la SS los agentes presentan el mayor número de procesos gestionados (un 59,89%), mientras el Instituto Nacional de la Seguridad Social gestionó un 39,92% de los procesos y el Instituto Social de la Marina un 0,19%. A partir de la información suministrada por la Tabla 4, manteniendo los supuestos expuestos en el apartado de notas metodológicas, es sencillo inferir el número de casos anuales de IT y traducir los mismos a días perdidos. En total, se estimó el número de días correspondientes a situaciones de IT en 290,1 millones. El siguiente paso fue traducir los días de IT a pérdidas laborales. Para ello se empleó la distribución por edad y sexo correspondiente a la muestra de 25.000 casos de IT aportada por el Instituto Nacional de la Seguridad Social, a partir de las cuales se aplicaron las ganancias salariales medias ajustadas por edad, sexo y CCAA, obtenidas de la Encuesta de Estructura Salarial. Las pérdidas totales ascendieron a PLOORQHVGHHXURV Asimismo, partiendo de la información sobre la causa médica que ocasiona cada proceso de IT de los casos aportados por el INSS, se extrapolaron sus resultados al total nacional. Los elementos más sobresalientes de la distribución en el número de días de baja, así como en la distribución de las pérdidas estimadas, es el fuerte peso de las enfermedades del sistema RVWHRPXVFXODU\ GHO WHMLGRFRQMXQWLYRXQGHORVSURFHVRVGH,7XQGHORV días de IT y un 24,41% de la pérdida estimada), seguidos de los trastornos mentales y del FRPSRUWDPLHQWRXQGHORVSURFHVRVGH,7XQGHORVGtDVGH,7\XQ GHODSpUGLGDHVWLPDGD\GHODVFDXVDVH[WHUQDVXQGHORVSURFHVRVGH,7XQ GHORVGtDVGH,7\XQGHODSpUGLGDHVWLPDGD(OJUXSR;9,,,6tQWRPDVVLJQRV\ hallazgos anormales clínicos y de laboratorio acumuló un total de un 11,05% de los procesos de IT, un 9,50% de los días de IT y un 9,52% de la pérdida estimada y las causas desconoci- GDVUHSUHVHQWDURQHOGHORVSURFHVRVGH,7XQGHORVGtDVGH,7\XQGHOD pérdida estimada. Asimismo, deben ser destacadas las enfermedades del sistema respiratorio, ODV FXDOHV IXHURQ UHVSRQVDEOHV GHO GH ORV SURFHVRV GH,7 SHUR GHELGR D VX PHQRU GXUDFLyQUHSUHVHQWDQXQGHORVGtDVGH,7\XQGHODSpUGLGDHVWLPDGD6LDFX- GLPRVDODOLVWDGHFDXVDVUHGXFLGDVWLSRVGHHQIHUPHGDGUH~QHQHOGHORVFDVRV\HO GHORVGtDVGHEDMDODERUDO/DVFROLWLVHQWHULWLVJDVWURHQWHULWLVLQIHFFLRVDV\GLDUUHDV DFXPXODQXQGHORVFDVRVGH,7(VWDFLIUDEDMDDOGHORVGtDVODERUDOHVSHUGLGRV DFRQVHFXHQFLDGHVXFRUWDGXUDFLyQGtDVGHPHGLD/RVWUDVWRUQRVGHODDQVLHGDGIRELDV sociales y trastornos depresivos acumulan el 4,3% de los casos de IT y, debido a su larga duración (94,3 días de media), un 9,0% de los días laborales perdidos. También dentro del campo de los trastornos mentales, las psicosis y episodios esquizofrénicos suman un bajo número de casos (0,41%), pero debido a su larga duración media (120 días), representaron el 1,09% de los días de IT. Los resfriados comunes, bronquitis y faringitis sumaron un 13,3% de los casos de IT y un 2,9% de los días (9,8 días de duración media). Los problemas de lumbago, estenosis espinal, trastorno de disco cervical y lesiones del hombro suponen un 13,2% GHOWRWDOGHFDVRVGH,7\XQGHORVGtDVWRWDOHVGH,7FRQXQDGXUDFLyQPHGLDSRUFDVR GHGtDV/DVVLWXDFLRQHVGHFRPD\HVWXSRU\WUDVWRUQRVGHOVXHxRDFXPXODQXQGH

Juan Oliva e Isaac Aranda-Reneo los casos de IT y un 2,43% de los días de baja (33,1 días de duración media). Otras causas de PRUELOLGDGGHVFRQRFLGDV\QRHVSHFL FDGDVVXPDQHOGHORVFDVRVGH,7\HOGH ORVGtDVGH,7FRQXQDGXUDFLyQPHGLDSRUFDVRGHGtDV 7DEOD 'DWRVUHIHULGRVD,QFDSDFLGDG7HPSRUDOHQ(VSDxDGXUDQWHHO Duración media de los procesos QDOL]DGRVHQ el periodo Número medio mensual de procesos iniciados en el periodo Porcentaje de los procesos iniciados en el periodo,qvwlwxwr1dflrqdoghod6hjxulgdg6rfldo Contingencias comunes (excepto autónomos y hogar) 43,85 Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales 1.819 0,30% Cuenta propia (contingencias comunes de autónomos y hogar) 12.455 2,04%,QVWLWXWR6RFLDOGHOD0DULQD Contingencias comunes 1.095 0,18% Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales 0,01% $JUHJDGRGHPXWXDVGHDFFLGHQWHVGHOWUDEDMR\HQIHUPHGDGHVSURIHVLRQDOHVGHOD66 Contingencias comunes (excepto autónomos y hogar) 252.159 41,25% Accidentes de trabajo y enfermedades profesionales 93.525 15,30% Cuenta propia (contingencias comunes de autónomos) 20.383 3,33% Suma 100,00% (*) Suma ponderada. Fuente: elaboración propia a partir de datos del INSS.

3pUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUODVHQIHUPHGDGHVOHVLRQHV\SUREOHPDVGHVDOXGGXUDQWHHODxR 7DEOD 'LVWULEXFLyQGHODVSpUGLGDVHVWLPDGDVSRU,QFDSDFLGDG7HPSRUDOSRU PRWLYRGHHQIHUPHGDGHQ(VSDxDGXUDQWHHODxR Casos Totales de IT (Miles) % Días Totales de IT (Millones) % Pérdidas estimadas (millones de euros) % Enfermedades infecciosas y parasitarias (1) 588,28 8,02% 2,35% 351,95 2,23% Tumores 0,94% 2,15% 2,31% Enf. de sangre y de órg. hematopoyéticos y ciertos trast. 0,58 0,20% 0,18% Enfermedades endocrinas, nutricionales y metabólicas 43,28 0,59% 0,94% Trastornos mentales y del comportamiento 41,28 14,23% Enfermedades del sistema nervioso y de los órganos de los sentidos 291,94 3,98% 11,94 4,12% 3,99% Enfermedades del sistema circulatorio 145,24 1,98% 3,35% 3,83% Enfermedades del sistema respiratorio 1.442,10 15,58 902,54 Enfermedades del sistema digestivo 414,44 11,29 3,89% 3,95% Enfermedades de la piel y del tejido subcutáneo 92,42 0,90% 0,83% Enfermedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo 18,19% 24,41% Enfermedades del sistema genitourinario 2,04% 4,85 Embarazo, parto y puerperio 2,04% 410,44 Afecciones originadas en el periodo perinatal 41,81 2,03 Malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas 0,10% 0,30 0,10% 0,11% Síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio, NCOP 810,54 11,05% 9,50% 9,52% Causas externas Causa de la IT desconocido o de difícil interpretación 443,05 28,33 9,38% Todas las causas 100,00% 100,00% 100,00% Fuente: Elaboración propia a partir de datos del INSS.

Juan Oliva e Isaac Aranda-Reneo 3pUGLGDVWRWDOHVHVWLPDGDV /DFLIUDWRWDOHVWLPDGDDVFHQGLyDXQFRVWHGHPLOORQHVGHHXURVGHOFXDO millones de euros corresponden a pérdidas derivadas de la mortalidad prematura (21,3% del WRWDOPLOORQHVGHHXURVFRUUHVSRQGHQDSpUGLGDVDVRFLDGDVDVLWXDFLRQHVGH,QFDSD- FLGDG3HUPDQHQWH\PLOORQHVGHHXURVDSpUGLGDVDVRFLDGDVDVLWXDFLRQHVGH,QFDSDFLGDG7HPSRUDO Poniendo en contexto la cifra de pérdida estimada, el Producto Interior Bruto (PIB) GH(VSDxDFRUUHVSRQGLHQWHDODxRDVFHQGLyDELOORQHVGHHXURVHVWLPDFLyQSURvisional del INE). Ello supone que la cifra de pérdida de producción estimada imputable a HQIHUPHGDGHV \ SUREOHPDV GH VDOXG VHUtD HO HTXLYDOHQWH DO GHO 3,% HVSDxRO GHO DxR $VLPLVPRVLDFXGLPRVDFLIUDVR FLDOHVGHO0LQLVWHULRGH6DQLGDG6HUYLFLRV6RFLDOHV H,JXDOGDG HO JDVWR S~EOLFR HQ VDQLGDG FRQVROLGDGR SULQFLSLR GH GHYHQJR GHO DxR de las CCAA ascendió a 54.545,4 millones de euros y el gasto público total consolidado a PLOORQHVGHHXURV0LQLVWHULRGH6DQLGDG\3ROtWLFD6RFLDO(OORVXSRQHTXH nuestra cifra estimada de pérdidas laborales imputable a enfermedades, lesiones y problemas GHVDOXGVHUtDHTXLYDOHQWHDOGHOJDVWRVDQLWDULRS~EOLFRWRWDOGHODV&&$$\DO del total del gasto sanitario público del mismo año de referencia (véase tabla 5). En cifras de pérdidas totales, Cataluña, Andalucía, la Comunidad de Madrid y la Co- PXQLWDW 9DOHQFLDQD VRSRUWDURQ HO GH ODV SpUGLGDV HVWLPDGDV &XDQGR VH FRPSDUDQ ODV distribuciones de pérdidas estimadas y población ocupada, Andalucía, Asturias, Cantabria, Cataluña, Galicia y País Vasco, presentan un peso en cuanto a pérdidas superiores respecto al peso de su población ocupada sobre el total nacional. El caso contrario ocurre con Canarias, Castilla León, Castilla-La Mancha y Madrid. Las Comunidades de Aragón, Islas Baleares, Comunitat Valenciana, Extremadura, la Comunidad Foral de Navarra, la Región de Murcia y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla presentan un peso de las pérdidas estimadas cercano a los pesos de sus poblaciones ocupadas. La comparación de las pérdidas con el PIB de cada región se puede interpretar como XQD DSUR[LPDFLyQ D OD ULTXH]D TXH VH GHMy GH FUHDU HQ HO DxR D FRQVHFXHQFLD GH ODV enfermedades y problemas de salud que afectaron a la población ocupada. En este caso, iden- WL FDPRV XQ JUXSR GH &&$$ GRQGH HO LPSDFWR HFRQyPLFR GH ODV SpUGLGDV HVWLPDGDV HVWi en torno o supera el 5% de su PIB. Destaca el caso de Asturias, donde esta cifra asciende al VHJXLGDSRU$QGDOXFtD*DOLFLD\&DVWLOOD/D0DQFKD7UDV éstas, vendrían un nutrido grupo de CCAA, donde las pérdidas se sitúan entre el 3%-4,5% de su PIB regional (la Región de Murcia, Extremadura, Cantabria, Cataluña, Comunitat Valenciana, Canarias, País Vasco, Islas Baleares y Aragón). Las CCAA que presentan una menor pérdida estimada en relación con su PIB son Madrid, Castilla y León y La Rioja (tabla 5). /DFRPSDUDFLyQFRQODVFLIUDVGH*DVWR6DQLWDULR3~EOLFR*63GHODxRPXHVWUD que en una CCAA las pérdidas estimadas llegan casi a igualar dicho gasto sanitario (Asturias). En el resto de regiones, las cifras de pérdidas siguen arrojando porcentajes muy elevados en relación con el GSP, si bien la variabilidad es elevada (Ministerio de Sanidad y Política Social, 2010). Así, tendríamos un grupo de regiones donde las pérdidas se acercan a FLIUDVSRUHQFLPDGHOGHO*63$QGDOXFtD&DWDOXxD3DtV9DVFR,VODV%DOHDUHV&RPX-

3pUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUODVHQIHUPHGDGHVOHVLRQHV\SUREOHPDVGHVDOXGGXUDQWHHODxR nitat Valenciana, Galicia y Madrid) y tan sólo 2 CCAA donde estas cifras se sitúan cerca del 50% del GSP (Castilla León y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla). Aunque parece obvio, es útil recordar que el valor de este indicador depende tanto de la magnitud de la pér- GLGDHVWLPDGDFRPRGHOHVIXHU]RGHOD&&$$HQFXDQWRDOD QDQFLDFLyQS~EOLFDGHVHUYLFLRV sanitarios. Respecto a las enfermedades o lesiones relacionados con las pérdidas estimadas, en el caso de las muertes prematuras destacan tres grandes grupos: tumores, causas externas de mortalidad y, ya a cierta distancia, las enfermedades cardiovasculares. Estos tres grupos DJUXSDQHOGHODVSpUGLGDVHVWLPDGDVSRUIDOOHFLPLHQWRV6LQRVUHIHULPRVDORVFDVRV GH,QFDSDFLGDG7HPSRUDO FXDWUR JUXSRV UH~QHQ HO GH ODV SpUGLGDV HVWLPDGDV HQIHUmedades del sistema osteomuscular y del tejido conjuntivo; trastornos mentales y del comportamiento, causas externas y el grupo de síntomas, signos y hallazgos anormales clínicos y de laboratorio, NCOP. No fue posible conocer la distribución de las causas médicas de las bajas por Incapacidad Permanente. Distinguiendo por sexo, las pérdidas laborales recaen mayoritariamente en los varones en el caso de la mortalidad prematura y de la Incapacidad Permanente, no así en el caso de la Incapacidad Temporal. En el caso de las pérdidas estimadas asociadas a muertes prematuras, los varones soportan un 81,5% de las mismas y sobre las mujeres recae un 18,5%. En el caso GH OD,QFDSDFLGDG 3HUPDQHQWH ODV SpUGLGDV HVWLPDGDV UHFDHQ HQ XQ HQ ORV YDURQHV \ en un 29% en las mujeres. En cambio, en el caso de la Incapacidad Temporal, las pérdidas estimadas recaen en un 45% en los varones y en un 55% en las mujeres. Las pérdidas totales UHFDHQHQXQHQYDURQHV\HQXQHQPXMHUHV$HVWHUHVSHFWRKD\TXHFRQVLGHUDU que los mayores salarios masculinos suponen que en caso de incapacidad o de fallecimiento la pérdida de producción asociada a un varón sería mayor que la pérdida asociada a una mujer. No obstante, la razón fundamental de las diferencias no se puede atribuir a causas salariales, toda vez que las diferencias en deterioro de la salud en edad laboral en el caso de la mortalidad prematura y de la Incapacidad Permanente se centran en los varones. Así, un GHORVIDOOHFLPLHQWRVGHODVSHUVRQDVPHQRUHVGHDxRVUHFDHHQYDURQHV\XQ de los Años Potenciales de Vida Laboral Perdidos) y un 30% en mujeres (un 31% de los $39/3PLHQWUDVXQGHORVFDVRVGH,3UHFDHHQYDURQHV\XQHQPXMHUHV3RUHO contrario, en el caso de la Incapacidad Temporal, se da en mayor proporción en mujeres. Los PRWLYRVGHHVWHUHVXOWDGRFRQVLGHUDQGRTXHHOQ~PHURGHYDURQHVRFXSDGRVHQHODxR era notablemente superior al de mujeres, no pueden explicarse a partir de las bases de datos manejadas en este análisis, y se plantea como cuestión abierta a futuras investigaciones.

Juan Oliva e Isaac Aranda-Reneo 7DEOD 5HVXPHQGHODVSpUGLGDVODERUDOHVWRWDOHVHVWLPDGDVDVRFLDGDVDHQIHUPHGDGHV\SUREOHPDVGHVDOXGHQ(VSDxDDxR Pérdidas estimadas por muertes prematuras Pérdidas estimadas por Incapacidad Permanente Pérdidas estimadas por Incapacidad Temporal Pérdidas Totales estimadas Peso de las pérdidas sobre el PIB regional/ nacional Peso de las pérdidas sobre el gasto sanitario público Distribución de las pérdidas Población total Población ocupada Andalucía 2.388,38 5,33% 18,45% 15,81% Aragón 3,25% 2,85% 3,00% Asturias 442,35 1.384,51 3,31% 2,13% Balears (Illes) 889,09 3,40% 2,13% 2,30% 2,50% Canarias 380,59 485,88 3,93% 3,92% 4,51% 4,50% Cantabria 194,31 543,04 1,30% Castilla y León 405,95 594,02 2,83% 3,83% 5,52% Castilla-La Mancha 301,85 814,09 4,55% 3,89% 4,35% 4,14% Cataluña 3,98% Comunitat Valenciana 909,18 3,98% 10,91% Extremadura 210,88 2,40% 2,03% Galicia 988,52 5,04% Madrid 1.425,18 1.483,84 2.321,89 5.230,91 2,80% 12,50% 15,00% Murcia (Región de) 252,99 489,51 1.215,49 4,49% 2,91% 3,11% 3,11% Navarra 202,84 209,95 533,55 3,01% 1,28% 1,33% 1,42% País Vasco 501,94 2.453,05 81,18% Rioja (La) 83,03 Ceuta y Melilla 28,38 93,49 3,13% 0,22% 0,31% 0,23% Total CCAA 3,95% 99,48% 100,00% 100,00% Total Nacional (*) 100,00% 100,00% 100,00% Fuente: elaboración propia a partir de varias fuentes. (*) 218 millones de euros de la cifra de pérdidas laborales estimadas a nivel nacional (un 2,44%) no queda explicada por la suma de las pérdidas laborales de las CCAA más Ceuta y Melilla. En el caso de las pérdidas asociadas a IT e IP no ocurre tal circunstancia, dado que el total nacional se obtiene como suma de los datos de cada CA más Ceuta y Melilla.

3pUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUODVHQIHUPHGDGHVOHVLRQHV\SUREOHPDVGHVDOXGGXUDQWHHODxR 7DEOD 'LVWULEXFLyQGHODVSpUGLGDVODERUDOHVVHJ~QVH[R Varones 0XMHUHV 7RWDO Mortalidad prematura Total Distribución 81,52% 18,48% 100,00% Incapacidad Permanente Total Distribución 100,00% Incapacidad Temporal Total Distribución 45,09% 54,91% 100,00% Pérdidas Totales Total Distribución 100,00% Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Registro de defunciones según la causa de muerte y los datos del INSS. 'LVFXVLyQ\FRQFOXVLRQHV El principal resultado del presente trabajo es la estimación de una pérdida laboral asociadas a enfermedades y problemas y salud que ascendería a 41.830 millones de euros, de OD FXDO PLOORQHV GH HXURV FRUUHVSRQGHQ D SURGXFFLyQ SHUGLGD D FRQVHFXHQFLD GH OD PRUWDOLGDG SUHPDWXUD PLOORQHVGHHXURVFRUUHVSRQGHQ D SURGXFFLyQSHUGLGD DFRQ- VHFXHQFLD GH,QFDSDFLGDG 3HUPDQHQWH \ PLOORQHV GH HXURV D SURGXFFLyQ SHUGLGD D consecuencia de Incapacidad Temporal. Ello supone casi un 4% del Producto Interior Bruto GH(VSDxDRHTXLYDOHQWHPHQWHXQGHOJDVWRVDQLWDULRS~EOLFRWRWDOGHODxR En relación con el impacto de las pérdidas de producción sobre el total de la economía, existe coincidencia entre estos resultados y los de otros informes internacionales (Minister of 3XEOLF:RUNVDQG*RYHUQPHQW6HUYLFHV&DQDGD1DWLRQDO,QVWLWXWHVRI+HDOWK A partir de la información referida en estos trabajos, se puede estimar que las pérdidas laborales ocasionadas por enfermedades y lesiones ascendieron al 4,85% del Producto Interior Bruto (PIB) de EE.UU. en el año 2005 y un 4,4% del PIB canadiense en el año 1998. Por tanto, podemos observar que en términos relativos (en relación con el PIB de cada país) las cifras son similares. (QORVFRPHQWDULRVVREUHODGLVWULEXFLyQJHRJUi FDGHODVSpUGLGDVTXHVHLQFOX\HQHQ el apartado de resultados se ha tratado de dar una descripción objetiva sobre la distribución SRU &RPXQLGDG $XWyQRPD 'DGR TXH SDUHFtD LQVX FLHQWH HPSOHDU XQ ~QLFR LQGLFDGRU VH ha utilizado un conjunto de indicadores complementarios para medir el impacto relativo de dichas pérdidas. Para ello se ha empleado tanto el PIB regional como indicadores del peso

Juan Oliva e Isaac Aranda-Reneo del mercado de trabajo de cada CA en el total nacional (población activa y población ocupada). En primer lugar, hemos de considerar la existencia de heterogeneidad en los patrones epidemiológicos entre regiones y que, por tanto, una de las fuentes de las causas de la distribución de las pérdidas regionales se debe a efectos puramente epidemiológicos o de salud. Sin embargo, en segundo lugar, el comportamiento de los mercados de trabajo es otra fuente indudable de variabilidad entre regiones. Así, las regiones con mayor porcentaje de población ocupada y con mayores salarios tendrán una mayor pérdida estimada por persona fallecida 2. Del mismo modo, las CCAA donde los salarios sean mayores, tendrán una pérdida estimada mayor por caso de baja por IT y por IP. Asimismo, los resultados nos informan de un impacto estimado por CCAA, pero la distribución porcentual debe ser analizada con cautela, toda vez que en las cifras de IT no se recogen todos los días de baja laboral de aquellos funcionarios públicos cubiertos por las aseguradoras de MUFACE, MUGEJU e ISFAS. Dicho esto, el análisis de las causas y determinantes de las pérdidas estimadas escapan al objeto de este trabajo y precisaría de toda una serie de trabajos interdisciplinares que aunaran la visión epidemiológica, administrativa y microeconómica, y se dispusiera de microdatos adecuados para afrontar dichos análisis. El objeto de la comparación establecida entre la pérdida estimada y el Gasto Sanitario Público de cada región reside en poner de relieve la cuantía de la pérdida en relación con el esfuerzo llevado a cabo por cada Comunidad Autónoma en materia de inversión pública en el sistema sanitario. A este efecto, probablemente habría resultado más conveniente la comparación con el gasto sanitario total. No obstante, las cifras de GSP por región son mucho más DEOHVTXHODVGH JDVWR SULYDGR&RPRSRGHPRV REVHUYDUHVWDVSpUGLGDVVRQUHOHYDQWHVHQ todas las regiones en comparación con el GSP, pero especialmente en varias de ellas donde las pérdidas estimadas representan cifras cercanas al 90% de su GSP. Una rápida revisión de los resultados nos indica que 9 tipos de enfermedades (SIDA; tumor colon; tumor tráquea, bronquios y pulmón; tumor de mama; infarto agudo de miocardio; enfermedades cerebrovasculares; cirrosis y otras enfermedades del hígado; suicidios y lesio- QHVDXWRLQÀLJLGDV\DFFLGHQWHVGHWUi FRFDXVDQHOGHODVPXHUWHVDQWHVGHODHGDG GHDxRVHOGHORV$39/3\HOGHODVSpUGLGDVODERUDOHVHVWLPDGDV(QHO FDVRGHODV,QFDSDFLGDGHV7HPSRUDOHVWLSRVGHHQIHUPHGDGUHXQLHURQHOGHORVFDVRV \HOGHORVGtDVGHEDMDODERUDOFROLWLVHQWHULWLVJDVWURHQWHULWLVLQIHFFLRVDV\GLDUUHDV trastornos de la ansiedad, fobias sociales y trastornos depresivos; psicosis y episodios esquizofrénicos; resfriados comunes, bronquitis y faringitis; problemas de lumbago, estenosis espinal, trastorno de disco cervical y lesiones del hombro; situaciones de coma y estupor y WUDVWRUQRVGHOVXHxR\RWUDVFDXVDVGHPRUELOLGDGGHVFRQRFLGDV\QRHVSHFL FDGDV El concentrar en tan escaso número de enfermedades y problemas una parte tan elevada de carga de enfermedad y de pérdidas sociales debería estimular políticas de salud pública por parte de las autoridades públicas y también de responsables privados y civiles 3, dado que las potenciales ganancias (en términos de salud y en términos de pérdidas económicas HYLWDEOHVVRQGHXQDJUDQPDJQLWXG2EYLDPHQWHHOFRQRFLPLHQWRFLHQWt FRVREUHPHGLGDV de carácter preventivo es la condición previa para el diseño de este tipo de políticas. Por una parte, es evidente que los recursos no deben asignarse en función del impacto de una determi- QDGDHQIHUPHGDGVLQRDOOtGRQGHXQDLQWHUYHQFLyQSURGX]FDPD\RUHVEHQH FLRVHQWpUPLQRV de salud y de ganancia de bienestar. Por otra, también resulta claro que el posible menú de

3pUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUODVHQIHUPHGDGHVOHVLRQHV\SUREOHPDVGHVDOXGGXUDQWHHODxR actuaciones es muy amplio y que, por ello, el coste de oportunidad de destinar los recursos DDTXHOODVDFWXDFLRQHVTXHQRVHDQH FLHQWHVHVPX\HOHYDGR3RUWDQWRHOFRQRFLPLHQWRGH programas o políticas, sanitarias y transversales (Artacoz, 2010), que hayan sido evaluadas previamente en nuestro medio o en medios cercanos y sean susceptibles de adaptación a nuestro entorno y la transmisión de dicha información a los decisores públicos, privados y civiles se convierten en una actividad clave para reducir los efectos negativos de las enfermedades y problemas de salud estudiados. Como principales limitaciones del trabajo se debe indicar que pese a las fuertes pérdidas asociadas a los casos acumulados de IP, no ha sido posible conocer qué problemas de salud ocasionan con mayor frecuencia los procesos de IP. Los trabajos existentes en España a este respecto son muy locales (Arancon, 2002) o bien muy antiguos (Instituto Nacional de la Salud, 1994) y, por tanto, no permiten establecer una aproximación a la distribución de las pérdidas por tipo de enfermedad. Este es un área donde se precisaría un esfuerzo por parte de las Administraciones Públicas en generar información transparente que sirva para tomar decisiones informadas a los propios agentes públicos. Un buen ejemplo de los resultados que pueden esperarse de una mejora en la información lo proporciona la colaboración del Instituto Nacional de la Seguridad Social, la cual ha permitido disponer para este trabajo de una amplia muestra de casos de Incapacidad Temporal. Asimismo, como se ha mencionado ya, no fue posible obtener información sobre los días de baja laboral de aquellos funcionarios públicos cubiertos por las aseguradoras de MUFACE, MUGEJU e ISFAS. Ello hace que la cifra real de las pérdidas laborales por IT será mayor a la estimada y que, dado que la distribución territorial de los funcionarios cubiertos por las aseguradoras indicadas no es homogénea, la distribución territorial de las pérdidas estimadas en el trabajo debe ser tomada con precaución. Asimismo, las estimaciones de IT están basadas en los registros administrativos publicados o proporcionados por el INSS y, por tanto, puede existir una cierta infraestimación derivada de días de trabajo perdidos de corta duración que no llegan a ser contabilizados FRPR EDMDODERUDO7DPSRFR FRQWDPRV FRQ KHUUDPLHQWDV SDUD FXDQWL FDU SRVLEOHVDEXVRV R dudas sobre la existencia de una causa médica real en las concesiones de IP e IT. Por tanto, se considera que en todas las concesiones existe un problema real (accidente, deterioro de la salud). Por otra parte, este análisis se centra en la pérdida de producción de las personas en situación de IT o a las que se concede la IP. No entramos a valorar otras pérdidas de bienestar, como serían las que se derivan del cuidado de las personas en situación de IT o IP a consecuencia de un grave accidente o de un severo problema de salud discapacitante. Para concluir diremos que a pesar de las limitaciones que suponen los estudios de coste de la enfermedad, los gobiernos de muchos países y regiones siguen promoviendo su realización. La razón de ello es que los decisores públicos consideran que la información sobre el impacto económico que generan las enfermedades y problemas de salud puede ser una KHUUDPLHQWD~WLOGHFDUDDODSODQL FDFLyQ\HYDOXDFLyQGHVXVSROtWLFDV+X'LFKDLQformación no sustituye sino complementa a la información epidemiológica y sanitaria sobre SUREOHPDVGHVDOXG&RPRVHxDOD.QDSS /RVDPHQXGRVVXVWDQFLDOHVFRVWHVQRVDQLWDULRV no son elementos decorativos de oscuros estudios académicos Son una carga real sobre recursos que deben ser soportados por algunos individuos o por parte de la sociedad». Sin embargo, «las estimaciones de los costes de la enfermedad meramente describen lo que es, no lo que debe hacerse (por arte de los decisores sanitarios) con sus limitados recursos»

Juan Oliva e Isaac Aranda-Reneo.QDSS3RUWDQWRODXWLOLGDGGHXQHVWXGLRGHFRVWHVFRQVLVWHHQVHxDODUHOLPSDFWR económico de una determinada enfermedad, revelando aquellos costes que no eran visibles o sobre los que se desconocían su cuantía en un principio. Siguiendo esta línea, varias autoridades sanitarias españolas han mostrado recientemente interés en incorporar estudios de coste de la enfermedad como soporte a su toma de decisiones (Servicio Canario de la Salud, Departament de Salut). Asimismo, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad viene incluyendo estimaciones sobre el coste de la enfermedad en los recientes Planes Integrales de abordaje, prevención y manejo clínico de la Diabetes Mellitus, las enfermedades isquémicas del corazón, tumores y accidentes cerebrovasculares (Mi- QLVWHULRGH6DQLGDG\&RQVXPRD0LQLVWHULRGH6DQLGDG\&RQVXPRE0LQLVWHULR GH6DQLGDG\&RQVXPR0LQLVWHULRGH6DQLGDG\&RQVXPR'LFKRLQWHUpVVXJLHUH que, una vez tomadas en cuenta las limitaciones de este tipo de estudios para la priorización de programas, y subrayando sus fortalezas a la hora de acercarnos al impacto social de las HQIHUPHGDGHVSXHGHQVHUXQDKHUUDPLHQWD~WLOHQHODSR\RGHODSODQL FDFLyQGHSROtWLFDVS~blicas y, junto a otros indicadores de distintas dimensiones, pueden constituir una herramienta de valor para dar soporte a la toma de decisiones sobre asignación de recursos en políticas de salud, es decir, para construir Políticas Basadas en Pruebas («Evidence Based Policies»). Agradecimientos Este trabajo ha recibido una ayuda del Instituto de Estudios Fiscales para su elaboración. Quisiéramos agradecer el apoyo institucional del Instituto de Estudios Fiscales y del Instituto Nacional de la Seguridad Social para su realización y el apoyo personal recibido de José María Labeaga, Ángela Blanco, María Dolores Santamaría, Fernando Bonache y Almudena Durán. Asimismo, queremos agradecer los comentarios y el consejo recibidos por Javier Hernández (IEF), a Marta Trapero (Universidad de Brunel) y a Ildefonso Hernández (Universidad Miguel Hernández) a una versión previa de este trabajo. Por último, también agradecemos a Judit Vall su inestimable ayuda en la estimación de la población en situación de Incapacidad Permanente que realiza un empleo remunerado y a Luz María Peña por su ayuda en la revisión de los datos de muertes prematuras. Los errores contenidos en el trabajo son responsabilidad exclusiva de sus autores. Notas 1. Los datos detallados de los ajustes por CA entre los diferentes tipos de IP pueden ser enviados a los lectores interesados tras petición a los autores. 2. Dado que desconocemos las características personales y laborales de los fallecidos, se produce una ajuste de participación empleando las tasas de ocupación ajustadas por edad y sexo. 1RROYLGHPRVTXHHQODSODQL FDFLyQGHSROtWLFDVGHVDOXGODERUDOHOSDSHOTXHGHVHPSHxHQORVHPSOHDGRUHV y los representantes de los trabajadores es un factor clave para la difusión de la información de dichas medidas o políticas y para la motivación y la incentivación a su cumplimiento.

3pUGLGDVODERUDOHVRFDVLRQDGDVSRUODVHQIHUPHGDGHVOHVLRQHV\SUREOHPDVGHVDOXGGXUDQWHHODxR 5HIHUHQFLDVELEOLRJUi FDV Arancon, A. (2002): Estudio epidemiológico sobre la incapacidad permanente para el trabajo. Medicina General, Artacoz, L.; Oliva, J.; Escrivá. V. y Zurriaga, O. La salud en todas las políticas, un reto para la salud S~EOLFDHQ(VSDxD,QIRUPH6(63$6*DFHWD6DQLWDULD6XSSO %HFNHU*Human Capital, Chicago, Columbia University Press. %HQ3RUDWK<7KHSURGXFWLRQRIKXPDQFDSLWDODQGWKHOLIHF\FOHRIHDUQLQJVJ. Polit. Econ, &RPPLVVLRQ RI 7KH (XURSHDQ &RPPXQLWLHV :KLWH 3DSHU7RJHWKHU IRU +HDOWK $ 6WUDWHJLF Approach for the EU 2008-2013. Disponible en: http://ec.europa.eu/health/ph_overview/documents/strategy_wp_en.pdf [Consultado 11 Julio 2008]. Departament de Salut. Estudios de Economía de la Salut, vol. I, II y III, Generalitat de Cataluña. )XFKV 9 5 7KH FRQWULEXWLRQ RI KHDOWK VHUYLFHV WR WKH$PHULFDQ HFRQRP\ Milbank Meml. Fund Q, Graham, C. (2008): Happiness And Health: Lessons-And Questions-For Public Policy. Health Affairs, *URVVPDQ0The Demand for Health: A Theoretical and Empirical Investigation, New York, Columbia University Press. Grossman, M. (2000): The Human Capital Model of the Demand for Health. En: Culyer, A. y Newhouse, J. P. (eds.) Handbook of Health Economics. Edición ed. Amsterdam: North-Holland-Springer- Verlag. +X7:3HUVSHFWLYHVDQLQWHUQDWLRQDOUHYLHZRIWKHQDWLRQDOFRVWHVWLPDWHVRIPHQWDOLOOQHVV 1990-2003. J Ment Health Policy Econ, 9, 3-13. Instituto Nacional de la Salud (1994): Memoria de las actividades desarrolladas por las unidades de valoración médica de incapacidades, Madrid, INSALUD..QDSS0+LGGHQFRVWVRIPHQWDOLOOQHVVBr J Psychiatry, 0LQFHU-Schooling, Experience, and Earnings. Human Behavior & Social Institutions, Columbia University Press. Minister of Public Works and Government Services Canada (2002): Economic Burden of Illness in Canada. 0LQLVWHULRGH6DQLGDG\&RQVXPRD(VWUDWHJLDHQ&iQFHUGHO6LVWHPD1DFLRQDOGH6DOXG'LVSRnible en: http://www.msc.es/organizacion/sns/plancalidadsns/pdf/excelencia/cancer-cardiopatia/ CANCER/opsc_est1.pdf.pdf. 0LQLVWHULR GH 6DQLGDG \ &RQVXPR E (VWUDWHJLD HQ &DUGLRSDWtD,VTXpPLFD GHO 6LVWHPD 1DFLRnal de Salud. Disponible en: http://www.msc.es/organizacion/sns/plancalidadsns/pdf/excelencia/ cancer-cardiopatia/cardiopatia/opsc_est20.pdf. 0LQLVWHULRGH6DQLGDG\&RQVXPR(VWUDWHJLDHQ'LDEHWHVGHO6LVWHPD1DFLRQDOGH6DOXG'LVponible en: http://www.msc.es/organizacion/sns/plancalidadsns/pdf/excelencia/cuidadospaliativos-diabetes/diabetes/estrategia_diabetes_sistema_nacional_salud.pdf.

Juan Oliva e Isaac Aranda-Reneo Ministerio de Sanidad y Consumo (2009): Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud. Disponible en: http://www.msc.es/organizacion/sns/plancalidadsns/docs/estrategiaictussns.pdf. Ministerio de Sanidad y Política Social (2010): Gasto público en sanidad. Avance total consolidado 2002-2007 [Online]. Disponible en: www.msps.es [Consultado 15 de septiembre 2010]. 0LQLVWHULR GH 7UDEDMR \ $VXQWRV 6RFLDOHV Anuario de Estadísticas Laborales y de Asuntos Sociales correspondiente al año 2007. Accesible en: http://www.empleo.gob.es/es/estadisticas/contenidos/anuario.htm Sachs, J. (2001): Macroeconomics and health: Investing in health for economic development, Geneva, Switzerland, World Health Organization. Servicio Canario de la Salud. Plan de Salud de Canarias (2004-2008): Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. Disponible en: http://www2.gobiernodecanarias.org/sanidad/scs/scs/1/ plansalud/plansalud2004_2008/ppal.htm. Suhrcke, M.; Mckee, M.; Sauto Arce, R.; Tsolova, S. y Mortensen, J. (2005): The contribution of health to the economy in the European Union, /X[HPERXUJ2I FHIRU2I FLDO3XEOLFDWLRQVRIWKH(XURpean Communities.