15 LA RESPONSABILIDAD EN LA APLICACIÓN DE VACUNAS Dr. Jorge Adrián Chuck Sepúlveda Médico Pediatra Especialidad en Bioética Universidad Autónoma de Guadalajara jorgechuck@terra.com.mx RESUMEN En este trabajo se revisan algunas causas éticas relacionadas con la aplicación de vacunas, que si bien éstas han sido un avance muy importante en la prevención de enfermedades, se presentan procesos éticos que bien vale la pena tener en consideración. Palabras clave: Bioética, vacunas, decisiones médicas. ABSTRACT In this paper we review some ethical reasons related to the application of vaccines, although they have been a major breakthrough in the prevention of diseases, ethical processes are well worth taking into consideration. Keywords: Bioethics, vaccine, medical decisions. Las vacunas han sido uno de los grandes avances en la medicina moderna y sobretodo relacionado con la salud publica y gracias a las campañas de vacunación, ciertas enfermedades ya no se presentan más, como lo ha sido la varicela que desde el año de 1980 se erradico oficialmente y que si el día de hoy la hubiese, estaría matando a 2 millones de personas aproximadamente cada año (1). Así mismo la polio, el sarampión, la rubéola y la parotiditis son enfermedades que prácticamente ya no se ven en nuestro medio.
16 Las vacunas nacen ante la imperiosa necesidad de prevenir enfermedades que cuando estas afectaban a los niños como lo es el caso del sarampión, polio, difteria, tétanos, tos ferina, etc. aparte de que pueden ser mortales ocasionaban en los afectados secuelas muy serias. La prevención es la piedra angular en la medicina moderna por tal motivo ésta nunca será injustificada y la aplicación de todas las vacunas es una responsabilidad inherente a los padres de los niños. Los niños tienen derecho a una mejor calidad de vida así como a la salud. En las actividades curativas hay una demanda del paciente y un sufrimiento que aliviar, mientras que con la prevención lo que se pretende es conservar la salud en la actualidad y en el futuro. La primera vacuna fue creada por el médico británico Edward Jenner y fue contra la viruela. En 1796 se llevó a cabo su famoso experimento de inmunización con linfa de viruela vacuna y es en ese momento en el que se inaugura la era de la vacunación. Las vacunas han demostrado su eficacia y su bondad en la prevención de ciertas enfermedades pero a su vez han planteado ciertos problemas éticos desde que se empezaron a aplicar. Basta mencionar que a muchos niños se les aplicaba la vacuna antivariólica con la finalidad de que fueran portadores de la infección vacunal siendo estos en muchas ocasiones huérfanos y que sin autorización alguna se les aplicaba esta vacuna en forma indiscriminada. En otras ocasiones no se proporciona información sobre las reacciones adversas y efectos secundarios que estas pueden ocasionar, relacionándose desde el punto de vista bioético con el principio de no maleficencia. Así mismo hay muchos niños a los que no se les aplican vacunas o no se les completa el esquema nacional básico siendo
17 generalmente los que pertenecen a grupos social y económicamente desprotegidos violando el principio de justicia. El médico debe de ser un experto en el conocimiento de las vacunas, esa es una ineludible responsabilidad y los padres de los niños deben de ser responsables en que estas se les apliquen, sin embargo hay ocasiones en las que los padres se niegan a la aplicación de alguna o de todas las vacunas que corresponde aplicar de acuerdo a la edad del niño y aquí también se plantea un problema bioético ya que se ve involucrada la autonomía de los padres a decidir lo que ellos consideran es lo mejor para sus hijos, pero en la gran mayoría de las ocasiones esta negativa se debe a desinformación respecto a las vacunas y aquí es en donde la experiencia y sagacidad del médico entran en juego ya que deberá de disipar las dudas que tengan los padres pero con bases científicas y no solo por lo que se cree o se piensa. También es muy importante explicar que la eficacia de la aplicación de las vacunas nunca es total ya que hay niños que aun vacunados pueden padecer la enfermedad en cuestión, pero no debe de perderse de vista que más que pensar si se aplica o no una vacuna, deberá de pensarse en que es lo más benéfico para el niño. La relación médico-paciente no deberá de ser asumida dentro de un modelo paternalista y absolutista, en el que el médico solo quería el bienestar para su paciente y éste aceptaba el plan propuesto sin siquiera cuestionar alguna duda que pudiese suscitarse de tal forma que se hacía solo lo que el médico ordenaba. La moral de dicha relación era la típica moral de beneficencia en el que no se respetaba la libertad ni la dignidad de la persona (2). En la actualidad la responsabilidad compartida entre el médico y el paciente es de fundamental importancia en los aspectos relacionados a la prevención y/o tratamiento que requiere una persona y la
18 participación del mismo a través del consentimiento informado, en donde se incluye; la explicación entendible del procedimiento a realizar, el tratamiento recomendado, los riesgos y beneficios del plan propuesto así como las alternativas que se tienen, bajo un entendimiento a cabalidad de la explicación dada y la aceptación o rechazo de lo propuesto sin ningún tipo de coerción entre otras cosas. (3). Los niños y los padres tienen derecho a participar con conocimiento de causa en todas las decisiones relativas a la atención de su salud, tal y como se promulga en La Declaración Internacional de los Derechos del Niño (4), sin embargo la cuestión esencial es saber si los menores tienen la capacidad de tomar decisiones en cuanto a la aceptación o rechazo en la aplicación de las vacunas. Consideramos que los menores de edad pueden y deben participar en la toma de decisiones médicas acordes a su nivel de desarrollo y de su capacidad, sin embargo las personas que brindan servicios de salud tienen la responsabilidad ética y legal de proteger los derechos de los niños asegurándose de que el paciente esté bien informado, protegido y que se guarde la confidencialidad del caso. (4,5). En conclusión; la aplicación de vacunas a la población pediátrica ha mostrado su beneficio en la prevención de enfermedades que muchas de ellas suelen ser letales y existe una responsabilidad compartida entre el médico y los padres de los niños a los que se les propone la aplicación de alguna(as) vacuna(as) a sus hijos. Al médico le corresponde el de proporcionar una información vasta y basada en evidencia científica, así como el disipar cualquier duda que pudiese emerger por parte de los padres y el mismo proceso deberá realizarse en la información que se les proporcione a los niños que ya cuenten con el desarrollo y capacidad real para comprender la importancia de la aplicación de alguna vacuna. A los
19 padres les corresponde el velar por el máximo beneficio para sus hijos y cuando se trata de prevenir enfermedades se deberá de hacer lo posible por realizar los procedimientos que se requieran para lograr éste propósito, así mismo seguir en tiempo y forma las indicaciones proporcionadas por el pediatra, así como el calendario de vacunación. Las vacunas plantean problemas bioéticos que no deben ser ignorados y se deberá de buscar la solución más adecuada para cada problema que se presenta buscando siempre lo que brinde el mayor beneficio al niño ya sea cuando la aplicación de vacunas sea en lo individual o en lo colectivo. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. 1.- Fanaroff JM, Marcus D. Liability of vaccine administration. En: Medicolegal Issues in Pediatrics, ed: American Academy of Pediatrics 7 ed. USA, 2012:95-110. 2.- Chuck Sepúlveda JA, Aspectos bioéticos en la relación médico-paciente en pediatría. Revista ETBIO.2011;1(1):19-29. 3.- Chuck Sepúlveda JA. Se debe involucrar a los niños en la toma de decisiones médicas. Revista ETBIO.2011;1(2):8-14. 4.- Jauma Rojo AJ. Consentimiento informado en pediatría en el uso de las vacunas. BIOETICA.2011;Enero-Abril:4-9. 5.- Chuck Sepúlveda JA. La bioética y los derechos de los niños. Práctica Pediátrica. 2002;5:8-11.