FPS: Una falla en lo simbólico que hace marca en el cuerpo Zulma López Arranz Sin vida no hay goce. Sin cuerpo no hay goce. Sin significante no hay goce. Sólo hay goce a condición de que la vida se presente bajo la forma del cuerpo viviente. Esta condición es necesaria pero no suficiente. La segunda condición es la de significante, ya que, siguiendo a Lacan, el significante es causa de goce. Dentro de la concepción de una biología lacaniana me propongo situar el FPS tomando como axioma: El cuerpo viviente es la condición de goce. Cuerpo viviente significa que no se trata del cuerpo imaginario, del cuerpo bajo la forma de su forma. No es ese cuerpo especular del estadio del espejo. Tampoco es el cuerpo simbólico. Ni imaginario ni simbólico sino cuerpo viviente. Es ese cuerpo viviente el afectado por el goce. Dice Miller que nada obstaculiza para que situemos el goce como un afecto del cuerpo. Entendemos al goce como una satisfacción de la pulsión. Tanto en el síntoma como en el FPS hay una satisfacción de la pulsión. Hay un goce condicionado por la vida. De qué goce se trata en el FPS? Es el mismo goce del síntoma? Para situar el goce del síntoma y diferenciarlo del goce en el FPS resulta clarificador recurrir a los tres registros en la enseñanza de Lacan. En lo imaginario Lacan escribe cuerpo: I CUERPO En el artículo de Colette Soler, titulado El cuerpo en la enseñanza de Jacques Lacan, aparecido en el Nº 1 de Estudios de Psicosomática, ella dice: El cuerpo es una realidad. A qué se refiere?. Se refiere al cuerpo pensado desde el estadio del espejo. No nacemos con un cuerpo, nacemos con un organismo. El cuerpo es algo que se construye. Es una imagen virtual, es la imagen unificada que el espejo devuelve. Es la imagen especular respecto de la cual la mirada queda alienada. En la obra citada Colette Soler dice que para hacer un cuerpo hace falta un organismo vivo más una imagen. El animal en estado salvaje no tiene cuerpo, el animal es un organismo. Miller, en Biología lacaniana y acontecimiento del cuerpo, dice que el cuerpo no compete al ser sino al tener. El cuerpo es tomado como un atributo ya que el sujeto no es el cuerpo. El hombre tiene un cuerpo. Podríamos decir que el sujeto a partir de la definición que nos enseña Lacan: Un sujeto es lo que representa un significante para otro significante, no puede identificarse a su cuerpo y desde allí se puede intentar explicar su afecto por la imagen de su cuerpo. Podríamos pensar que en el FPS algo no anda en el cuerpo debido a fallas que el lenguaje presenta en ciertos puntos de discurso y que ante esto, el cuerpo responde de una manera particular. Pero no por eso vamos a decir que el cuerpo habla ya que sería atribuir al FPS el estatuto de formación del inconciente cuando con rigurosidad se trata de una formación del ELLO pulsional. En lugar de decir el cuerpo habla podríamos decir: el cuerpo grita comparando esta frase con la de Lacan de un jeroglífico en el desierto, es decir que lo escrito no está hecho para ser leído. Cuando decimos que lo escrito no es para leer es para significar que su causa final no es la lectura pero esto no tiene que ver con el hecho de que pueda o no ser legible. Podría pensarse
que leer significaría aquí encontrar el sentido, esto produciría un descongelamiento de la holofrase. Esta aseveración acerca de que el FPS no es una formación del inconciente es la que nos lleva a preguntarnos : En el FPS, dónde está el sujeto? El cuerpo es tomado como un atributo, ya que el sujeto no es el cuerpo. Del sujeto se habla antes de que nazca, está en la palabra y seguirá ahí aún después de muerto. El significante sostiene al sujeto y esta circunstancia hace que exceda los límites de la temporalidad del cuerpo. La naturaleza, es decir la biología pensada desde la conceptualización tradicional, no alcanza para explicar la desorganización que muchas veces se produce en el cuerpo, donde lo que prevalece es el significante. Esta idea de cuerpo que se constituye por reflexión, como imagen virtual que hace posible la unificación antes de la cual es sujeto se vivenciaba en un despedazamiento, necesita del significante para ordenarse. Llegamos así a la segunda condición que nos permitirá responder a la pregunta formulada acerca: Porqué el afecto de goce adviene al cuerpo? Esta condición es la del significante. En el registro simbólico Lacan escribe Muerte. S MUERTE La razón que lo lleva a esto es que el significante mata a la cosa. El significante mortifica la carne del viviente. Mortifica quiere decir que el significante produce un corte, que divide al Otro y al sujeto respecto a la fusión previa donde el sujeto estaba alienado. Justamente allí es donde podemos pensar en una falla simbólica que daría lugar al congelamiento de significantes. En el registro de lo Real Lacan escribe vida. R VIDA Ahí encontramos el organismo, el cuerpo de la medicina. El cuerpo real. En los intervalos de los tres registros existen diferentes modalidades de goce. I JA a sentido R J S Entre lo imaginario y lo simbólico aparece el sentido (gosentido). Esto se da particularmente en la estructura obsesiva. No se trata del goce sentido en el cuerpo sino de encontrarle sentido a todo. La mayaría de las religiones se estructuran en función del gosentido, sólo en algunas, por ejemplo en el budismo - zen se habla del sinsentido o de fuera de sentido.
Entre el registro de lo Real y lo Simbólico se encuentra J (goce fálico), regulado por vía del significante. Es un goce parcial que no es absoluto. Se encuentra en el goce del síntoma histérico. Entre lo Real y lo Imaginario se sitúa el goce del Otro. Aparece en la psicosis...pero no sólo en ella. El goce del FPS lo situamos en el goce del Otro, el goce fuera del sentido, no regulado por el significante. El lenguaje no cumple con su función que es separar el goce del cuerpo, reservando el goce a las zonas eróticas. El goce vuelve al cuerpo, lesiona lo Real del cuerpo. La falla en lo simbólico hace imposible el intervalo entre el par significante S 1 S 2, estos significantes aglutinados conforman el concepto de holofrase. Se trata de expresiones que remiten a estados emocionales que se ponen de manifiesto a través de palabras bruscas: gritos, órdenes, injuciones etc. que dan cuenta de un deseo insensato. El sujeto queda fijado a un goce específico que le otorga un ser y en lugar de estar representado por un significante para otro significante, se encuentra representado por la lesión de órgano. Un ejemplo donde podemos observar este fenómeno es el caso de la paciente G, que llega a análisis tras una ruptura con su pareja, luego de lo cual regresa al hogar parental. En su discurso se pesquiza un deseo materno manifestado por mandatos familiares que dan cuenta de que los hijos son la tranquilidad de los padres en la vejez y que deben asistirlos y quedarse con ellos. La relación de G con su madre se sitúa en un plano de absoluta rivalidad. Relata, como un hecho totalmente aislado del conflicto, la aparición de un nuevo mioma luego de un chequeo anual. Durante dos sesiones sólo habla de ello y de las consecuencias que podría tener en relación con la maternidad. El MI o MA hubo que ser quebrado para que aparezca el sujeto del inconciente dándole un sentido. La dirección de la cura en el FPS seguirá por los derroteros de limitar el goce específico, separar el deseo del goce específico y de la detección y desmontaje de la holofrase que abre la posibilidad de que aparezca el sujeto y se confronte con sus verdaderas preguntas. Bibliografía
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