TEMA 8: LA FILOSOFÍA ESCOLÁSTICA. SANTO TOMÁS DE AQUINO 1.- Introducción general y características fundamentales de la filosofía escolástica. La filosofía escolástica abarca un gran periodo de tiempo que comienza aproximadamente en el siglo IX y llega, incluso, a nuestros días. No obstante, para facilitar nuestro estudio, vamos a identificar filosofía escolástica con filosofía medieval o mejor dicho con el sistema filosófico más importante del medievo. Para entender esta filosofía es necesario hacer una distinción en sentido amplio sobre los temas fundamentales que preocupan a la filosofía escolástica en la edad media. Asi, los temas mas importantes de la filosofía escolástica antes del siglo XII son los siguientes: Relaciones fe-razón, naturaleza de los universales, diferencias entre esencia y existencia y las relaciones entre el creador y las criaturas. A partir del siglo XII se produce un cambio en la filosofía escolástica-medieval debido a la introducción de un elemento nuevo : EL REDESCUBRIMIENTO DE LA FILOSOFÍA ARISTOTÉLICA. Sobre todo en lo referente a cuestiones de física y metafísica. Dicho cambio origina la construcción de un gran sistema filosófico de corte aristotélico que supondrá la gran madurez de la filosofía escolástica medieval: la filosofía de Santo Tomás de Aquino. Este sistema filosófico aportará nuevos planteamientos respecto a temas como la teoría del conocimiento, la teología, la física y la metafísica. Las características generales que definen a la filosofía escolástica medieval son los siguientes: Es el ingrediente fundamental de la filosofía de la Edad Media. El término escolástica hace referencia al que enseña en una escuela. Poco a poco irá evolucionando hasta hacer referencia al maestro que sigue una determinada orientación filosófica. La filosofía escolástica engloba a autores judíos, cristianos y musulmanes. Los temas fundamentales son: Dios, ente, esencia, existencia, intelecto, ser, substancia, etc. El método usado para su enseñanza y puesta en práctica es la disputa. El declive de la escolástica medieval sobrevendrá con las aportaciones de Duns Escoto y Guillermo de Ockam en el siglo XIV 2.- Santo Tomás de Aquino como madurez de la filosofía escolástica medieval. 2.1.- Biografía. ( Ver cualquier obra biográfica) 1
2.2.- Influencias en el pensamiento de Sto. Tomás. El sistema tomista, a pesar de sus muchas fuentes o influencias, no es una abigarrada superposición de tesis de diversa procedencia. Todos cuantos elementos toma Sto. Tomás son sometidos a un riguroso proceso de elaboración en virtud de los principios de su propio sistema, de suerte, que al entrar en su poderosa construcción mental, quedan penetrados por una forma nueva que les confiere un sentido y una coherencia de que carecen en sus procedencias originales. Esto es lo que hace del sistema tomista algo con carácter propio. Teniendo en cuenta esto, veamos cuáles son sus fuentes fundamentales: I.- De S. Agustín y de los neoplatónicos tomará el concepto de causalidad ejemplar y acudirá al concepto de participación para explicar la relación entre el Creador y las criaturas. II.- De Aristóteles retomará una gran cantidad de ideas. No obstante, aunque el trasfondo de la filosofía de Sto. Tomás es aristotélico, esto no significa un seguidismo servil de Aristóteles. El aristotelismo de la filosofía tomista no es puro sino depurado. El conocimiento de la filosofía de Aristóteles se deja ver en los siguientes aspectos: Psicología: Acepta la concepción aristotélica del alma como forma y acto puro del cuerpo y las facultades que Aristóteles atribuía al alma. Física y ontología: Asume el movimiento como el paso del ser en potencia al ser en acto, así como la distinción de los diferentes tipos de movimiento; la teoría hilemórfica y la distinción entre substancia y accidentes; las cuatro causas del movimiento a las que unirá la causa ejemplar; finalmente, la concepción analógica del ser. Teología: Tomará la demostración de la existencia de Dios basándose en el movimiento así como la concepción de Dios como acto puro. Ética: El fin del hombre es la felicidad y las normas morales se basan en la naturaleza humana. Política: El hombre es un ser social por naturaleza, sin embargo, Sto Tomás ya no concibe a la Polis como forma social por excelencia sino que piensa en los estados nacionales que empiezan a configurarse en esa época. III.- De Avicena y de los pensadores musulmanes tomará la idea de la contigencia del mundo y la segunda vía para la demostración de la existencia de Dios a partir del nuevo concepto de causalidad eficiente. IV.- También encontramos influencias de mucho otros prensadores entre los que citamos los siguientes: Séneca, Platón, Averroes, Ibn Salomón, Ibn Gabirol, Maimónides, S.Juan Damasceno, S. Isidoro de Sevilla, S. Hilario de Poitiers, Boecio, Pseudo-Dionisio, Pedro Lombardo, S. Buenaventura y S. Alberto Magno. 2
2.3.- Aspectos fundamentales de la filosofía de Sto.Tomás de Aquino. 2.3.1.- Relaciones fe-razón ( Desarrollado en el tema 6) Su postura partirá de negar que pueda haber contradicción entre la razón y la fe. La postura de Santo Tomás con respecto a este tema la podemos resumir asi: Hay una clara distinción entre fe y razón: Se distinguen : 1. Por algunos de sus contenidos ( aunque su objetivo final sea el mismo, hay un campo especifico de la razón: las verdades del mundo natural y un campo específico de la fe: artículos de fe) 2. Por el método del que se valen para acceder a los mencionados contenidos: la razón se vale de la abstracción, mientras que la fe se vale de la revelación. Aunque hay cosas que se pueden conocer simultáneamente a través de la razón y de la fe. No hay contradicción entre ambas: Dios es el autor de todo, del mundo natural accesible para la razón y del sobrenatural accesible para la fe. Pero además Dios es el autor de la misma fe y de la misma razón. No tendría sentido que a través de un órgano de conocimiento llegásemos al conocimiento de un tipo de verdades y a través del otro a otras verdades contrarias y contradictorias a las anteriores. No obstante, a veces se dan contradicciones entre la fe y la razón: en estos casos se afirma que la contradicción solo puede ser aparente y habrá que revisar la razón pues la fe no falla nunca al ser revelación. Hay una zona de confluencia entre ambas: Cierto es que S. Tomás niega que la fe y la razón nos lleven al verdades contradictorias. Pero si admite dos tipos de verdades que son independientes entre si: 1. Aquellas a las que solo se puede acceder a través de la fe: artículos de 2. Aquellas que son dominio exclusivo de la razón: las que tratan del mundo natural. Pero junto a estos dos tipos de verdades que son materia exclusiva de la fe o de la razón, se admite un tercer tipo de verdades a las que puede accederse desde los dos ámbitos: preámbulos de la fe. La confluencia entre fe y razón se produce porque Dios ha revelado verdades que la razón podía haber conocido por si sola. Esto se ha producido así porque hay un determinado tipo de verdades que son necesarias para la salvación. Tales verdades pueden ser descubiertas por la razón pero el proceso es complejo y no todos los hombres están preparados para conseguirlo. 3
Por tanto lo dado por la fe puede ser objeto de dos ciencias: Teología Natural: preámbulos de la fe y Teología Sagrada: artículos de fe. 2.3.2.- El ser creado y la estructura de la realidad. 2.3.2.1.- El ser. El concepto de ser es fundamental, no sólo en el tomismo, sino en cualquier filosofía. El simple hecho de la existencia de los seres planta a la inteligencia humana un conjunto de interrogantes que desembocan en la siguiente: Por qué existe algo u no más bien nada?. Si no existiera nada, ni Dios, ni mundo, no habría problema del ser, porque no habría problema del ser, porque no habría ni objeto de la cuestión ni siquiera sujeto para proponérsela.. Monismo y pluralismo son los dos grandes polos entre los que ha oscilado siempre la inteligencia humana en el problema del ser. Al abordar el problema del ser se corre un doble peligro. Por una parte, el de acentuar la unidad y por otra el de exagerar la multiplicidad. Para obtener un concepto exacto y real del ser, es necesario equilibrar armónicamente ambos aspectos. Así, Aristóteles y Santo Tomás mantiene lo que en el ser hay de unidad, pero a la vez tienen en cuenta la realidad de un mundo plural. Tienen del ser, no un concepto unívoco, sino análogo, salvando la suficiente unidad, pero subrayando al mismo tiempo la diversidad entre los seres y haciendo resaltar a la vez la pluralidad y la contingencia. El reconocimiento de la existencia de Dios no es obstáculo para reconocer al mismo tiempo la de un mundo en cuyos seres, además del acto existe la potencia. 2.3.2.2.- El concepto de analogía. Para entender el concepto de ser en Sto. Tomás es necesario acudir a la noción de analogía. Podemos definir la analogía como la semejanza de una cosa con otra, como la similitud de unos caracteres o funciones con otras. Así, la analogía consiste en la atribución de los mismos predicados a diversos objetos, pero esta atribución no debe ser entendida como una determinación unívoca de estos objetos, sino como la expresión de una correspondencia, semejanza o correlación establecida entre ellos. Sto. Tomás insiste en el carácter análogo del ser. Es una consecuencia inmediata de su concepto de la pluralidad de los seres. No existe un solo ser. Ciertamente todos los seres convienen en el ser. Pero ese común denominador (el ser) que obtenemos mentalmente por supresión de diferencias, no impide que los seres sean en realidad múltiples, diversos y diferentes entre sí. Todos ellos coinciden en algo: en ser, pero todos se distinguen en menor o menor grado conforme al puesto que les corresponde en la escala del ser 1. 1 La estructura jerárquica de los seres que establece Sto. Tomás es la siguiente: ( de más perfección a menos perfección) Dios, como acto puro, viviente, subsistente. Ángeles y almas humanas separadas, seres vivientes subsistentes, compuestos de acto y de potencia de esencia y de existencia. Seres vivientes no subsistentes, compuestos de materia y forma. Accidentes. 4
Este es el fundamento de la analogía. los seres coinciden en algo, pero se diferencian en mucho. Hay muchos seres y muchas maneras de ser. No basta fijarnos tan sólo en que las cosas son, sino que, si queremos proceder de una manera realista, tenemos además que fijarnos en qué son y cómo son. Así, en virtud de la coincidencia en el ser y las diferencias en los modos y maneras de ser Sto. Tomás establece el principio de analogía. La analogía es una de las nociones de aplicación más frecuentes en la filosofía tomista. Toda analogía implica siempre alguna semejanza. Pero implica también alguna diferencia y por esto es preciso precisar hasta dónde llega la semejanza y dónde comienza la diferencia. 2 2.3.2.3.- Acto y potencia. La distinción de acto y potencia afecta a todos los seres. Son conceptos universalísimos, que pueden aplicarse a todas las realidades y que sirven para establecer una distinción entre Dios y los seres creados. Solamente hay un ser que es acto puro, sin mezcla de potencialidad, necesario y eterno que es Dios. Todos los demás seres vienen al acto después de haber sido en potencia. Pero tampoco su acto es perfecto, pues aun cuando existen en acto, siempre les queda una raíz de potencialidad, que les hace no tener el acto como propio e inseparable, sino como algo que les ha sobrevenido y que pueden perder. Este fondo de potencialidad es también la raíz de sus capacidad de cambio. 2.3.2.4.- La esencia y la diferencia real entre esencia y exitencia. La esencia de una cosa es aquello que una cosa es y lo que se expresa por su definición. La esencia puede ser : Substancial: Simple: infinita, increada, forma pura, acto puro, Dios Compuesta: dentro de este grupo tenemos dos subgrupos: Subsistentes: compuestas por acto y potencia y por esencia y existencia. Y nosubsitentes o corpóreas, compuestas por materia y forma. Accidental. Sólo la esencia de Dios es absolutamente simple, increada, etc. Todas las demás son esencias creadas, finitas, contigente y compuestas, de alguna forma, de acto y de potencia y de materia y forma. 2 Para entender el concepto de analogía quizás nos sirva el siguiente ejemplo tomado del lenguaje. Existen tres clases de palabras: unívocas: cuando una misma palabra se atribuye a diversos objetos, según una significación absolutamente idéntica. Así, la palabra animal se aplica en un mismo sentido tanto al perro, al caballo, al buey o al hombre. Equívocas: cuando una misma palabra se aplica a diversos objetos con significados completamente distintos, como por ejemplo la palabra vino que designa una acción y al fruto de la vid.. Análogas, cuando una misma palabra se aplica a distintos objetos, con significado en parte idéntico y en parte diferente. Así pues la analogía en algo intermedio entre la univocidad y la equivocidad, pero aproximándose más a la segunda. 5
La esencia de los seres creados tienen razón de potencia y es determinable por dos actos, aunque en distinto orden y de distinta naturaleza: Uno intrínseco, en el mismo orden que la esencia, que es el de la forma (substancial o accidental). En los seres espirituales (subsistentes) la forma es su esencia,pero en los seres corpóreos (no-subsistentes) compuestos de materia y forma, la materia es el principio potencial y la forma el actual que determina la materia dándole el acto formal, con el cual la esencia queda constituida en especie y en orden quidditativo. La forma determina la materia y de ambos principios resulta una esencia, substancial o accidental capaz de recibir su última perfección, que es el acto de la existencia. Dentro también de este orden esencial, la esencia por razón de su forma es determinada por dos modos intrínsecos y primarios que dan origen a su división substancial y accidental. La esencia es per se o accidental (solo algo del ente) Además, a la esencia le corresponde otro acto(entitativo), extrínseco en todos los seres creados, que es la existencia. A la esencia, una vez completada en orden quidditativo por la unión de dos principios (materia y forma) no le falta mas que una perfección, que la recibe de una causa eficiente=dios, y que es la existencia. Las esencias creadas son contingentes y por lo tanto el acto de la existencia depende de la voluntad de una causas extrínseca: Dios. En relación con la esencia y la existencia surge una cuestión largamente discutida sobre la distinción real entre esencia y existencia. Esta distinción es en la filosofía tomista una pieza básica para todo su sistema. La distinción real entre esencia y existencia, combinada con la teoría aristotélica del acto y la potencia y con el ejemplarismo agustiniano, da en Sto. Tomás la de todos los caracteres que diferencian a Dios de las criaturas. Sto. Tomás no inventó la distinción real entre esencia y existencia, que venía ya formulada desde Alfarabí y Avicena. Pero la encuadra dentro de su sistema, dándole nueva fuerza y vigor. El núcleo de la cuestión consiste en lo siguiente: todos admiten que en la esencia de los seres creados no está ni puede estar contenida el acto de la existencia. Para resolver el problema debemos fijarnos en la diferencia entre ser necesario y ser contigente. Comparando la esencia de Dios con la de las criaturas, tenemos un hecho que las diferencia claramente. Todos los seres creados existen en este momento, con seres concretos y particulares que poseen actualmente el acto de existir. Pero la tienen después de no haberla tenido. Y la tienen,no como algo propio, sino pudiendo perderla o pudiendo dejar de existir en acto. Por tanto en esos seres el acto de la existencia no se identifica con su esencia ni en el concepto ni en la realidad. Es algo extrínseco, que viene de fuera, y que no tiene necesariamente, sino que lo reciben en virtud de la causa eficiente= Dios. Es decir el hecho de tener en acto la existencia no anula si su contingencia ni su potencialidad. 6
2.3.3.- La teología y el problema de la existencia de Dios. El tema de la existencia de Dios y su demostrabilidad es un aspecto importante del sistema tomista dentro de su teología. En Sto. Tomás se distingue dos teologías: la cristiana y otra puramente filosófica, elaborada exclusivamente a base de los datos que proporciona la razón, aunque en un filósofo cristiano esa labor pueda y deba ser orientada positivamente, si bien de manera extrínseca, por su fe sobrenatural. En ambos casos el objeto material de la teología es el mismo, Dios. Pero en la teología filosófica se limita a utilizar los recursos que le suministra la pura razón natural. Sto. Tomás considera perfectamente válidas y eficaces sus demostraciones racionales, cuyo resultado no es una simple conjetura o afirmación afectiva o sentimental, sino unas conclusiones ciertas, rigurosamente deducidas de sus prinpicios, con pleno valor científico. La existencia de Dios necesita demostración. La proposición Dios existe es una verdad evidente en sí misma sólo para Dios. Pero no lo es para la inteligencia humana, la cual no la puede percibir directa ni intuitivamente. Por consiguiente, para poder llegar a afirmar la existencia de Dios, es necesario demostrarla. Pero con qué clase de demostración? Sto. Tomás rechazará el procedimiento de S. Anselmo 3. Por tanto, la demostración de la existencia de Dios no es posible por un procedimiento a priori (Argumento ontológico), sino solamente a posteriori, es decir, partiendo de sus efectos. En el proceso argumentativo de Sto. Tomás se echa de ver en seguida su cuidado en buscar como punto de partida de sus pruebas un fundamento objetivo y concreto. Se preocupa por buscar fundamentos externos, claros y accesibles a cualquier inteligencia. Se trata de buscar la causa y la razón de ser del mundo físico. Y para ello hay que resaltar que esa causa no se encuentra dentro del mismo mundo físico, sino que es necesario buscar fuera de él un ser transcendente. No obstante estas pruebas que veremos a continuación, no debe entenderse como físicas sino más bien como teológicas, porque todos sus elementos son utilizados bajo la razón formal de una ciencia particular y específica, que es la teología natural. 2.3.3.1.- Las pruebas de la existencia de Dios. Sto. Tomás propone cinco argumentos para demostrar la existencia de Dios. Todos ellos tienen antecedentes en otros filósofos anteriores. Los cinco argumentos, o vías, tienen un mecanismo de desarrollo semejante. Cada una es una prueba completa, apodíctica y concluyente por sí sola. Todas ellas arrancan de hechos reales de la experiencia. Todas coinciden en la afirmación de que en una seria causal concatenada no se puede proceder indefinidamente, sino que es necesario detenerse en un término. Y todas convergen también en un mismo punto de llegada, que es en la necesidad de la 3 Nos remitimos al tema 6 dónde queda explicado el argumento ontológico de S. Anselmo. 7
existencia de un ser supremo transcendente, el cual es Dios. Las cinco vías son la siguientes: Vía del movimiento: El punto de partida es el hecho de experiencia, externa e interna, de que se dan mutaciones en el mundo sensible. Así, Sto. Tomás establecerá el siguiente principio: Todo lo que se mueve, es movido por otro. El movimiento es un tránsito de la potencia al acto. Pero ese tránsito de la potencia al acto no puede realizarlo el móvil por si mismo. Porque tendría que ser a la vez móvil y motor, dándose a sí mismo una perfección de la que carece. Por tanto, la razón del movimiento no se encuentra dentro del móvil, sino que hay que buscarla fuera de él, en un motor extrínseco. Ahora bien, respecto a ese motor se plantea la misma pregunta: es móvil o inmóvil?. Si es móvil podíamos seguir la serie ascendente y concatenada de motores y de móviles, pero no indefinidamente ya que no podemos llegar hasta el infinito. Finalmente hay que llegar a un término el cual no puede ser otro que un Motor Inmóvil que mueva sin ser movido. Y este es Dios. Vía de la causalidad eficiente: El punto de partida es que vemos por experiencia que en el mundo se dan series de causas eficientes, esencialmente subordinadas unas a otras, que concurren a la producción de un efecto común. Ahora bien, una cosa no puede ser causa de sí misma ni en el orden del ser ni en el de la operación. Porque, en cuanto causa, tendría que ser anterior a sí misma en cuanto efecto. Y esto no es posible. Así, ninguna cosa puede darse a sí misma el ser. Por consiguiente, unas causas son causadas por otras. Pero en esta serie subordinada de causas eficientes no puede darse un proceso hasta el infinito. Porque prolongar indefinidamente la serie no es dar una explicación suficiente, luego, es necesario llegar a un término, que es una Causa eficiente incausada y primera, de la cual dependen todas las demás. Y esta causa primera es Dios. Vía de la contingencia: Ser necesario es el que tiene en sí mismo su razón de existir, porque su esencia se identifica con su existencia. Seres contingentes son aquellos que existen después de no haber existido. Es decir, todo el conjunto de seres generales y corruptibles pueden llegar a ser y dejar de ser. En ellos su esencia no se identifica con la existencia, sino que su existencia es precedida y seguida por la no-existencia, lo cual quiere decir que tienen la existencia no de manera necesaria sino de manera contingente. Si en el mundo todas las cosas fueran contingentes no podría existir nada. Por tanto, es preciso que exista un ser necesario. Sobre este ser se plantea la pregunta de si su existencia es propia o contingente, como no se puede alargar la cadena hasta el infinito debemos afirmar la existencia de un ser necesario, que existe por sí mismo y que no recibido su existencia de ningún otro. Y este ser necesario es Dios. Vía de los grados de perfección en los seres: Sto. Tomás se refiere aquí a las perfecciones análogas. El punto de partida afirma que por experiencia hay perfecciones en las cosas bondad, belleza, verdad realizadas en distintos grados. Ahora bien, el mas o el menos de esas perfecciones no tiene un sentido puramente relativo. Las cosas son más o menos perfectas comparadas con un principio absoluto según este criterio: se dice que diversos sujetos participan en distintos grados de una misma perfección común en cuanto que se aproximan mas o menos a aquello que contiene el 8
grado máximo de esa perfección. Es decir, que poseen esa perfección en cuanto que participan de un principio que es a la vez causa de esa perfección y que la posee por esencia. Si los seres poseyeran esas perfecciones por esencia, las poseerían íntegramente y en su grado más alto. Por tanto, si hay grados de perfección en los seres, esto quiere decir que no tienen esas perfecciones intrínsecamente y por esencia, sino extrínsecamente y por participación, es decir, como causadas por otro ser que el principio de la perfección. Ese ser que posee una perfección en toda su plenitud, no puede menos de ser uno y único y poseerla toda ya que la tiene por esencia. Por consiguiente, si existen diversos grados de perfección, es porque en el extremo de cada línea existe un ser que posee en grado máximo esas perfecciones. Y esa líneas convergen y se unifican en un solo ser perfectísimo: Dios. Vía teleológica: Su punto de partida es el hecho de la experiencia de que existen seres que carecen de conocimiento, y, sin embargo, obran por un fin. Es decir, que no obrar al azar, sino de una manera fija y constante, cada uno en conformidad con su propia naturaleza. Ahora bien, esa manera fija y constante de obrar en seres desprovistos de conocimiento, y que, sin embargo tienden constantemente a un fin, no se puede explicar por ellos mismos. Ordenar los medios a un fin requiere conocimiento del fin. Por lo tanto, si esos seres no conocen el fin, es preciso que sean orientados y dirigidos por otro ser inteligente. Es decir, que en el universo debe existir una inteligencia directora y ordenadora de todos los seres, la cual los dirige y orienta hacia sus fines particulares y hacia el fin general del universo. No obstante, se puede preguntar si esa inteligencia ordenadora se ordena a sí misma o es ordenada por otra. Podemos ir ascendiendo en la escala de inteligencias ordenadoras, pero no hasta el infinito. Por tanto es necesario llegar a una inteligencia ordenadora necesaria y absoluta que ordene todas las cosas. Y esta inteligencia ordenadora suprema es Dios. A modo de conclusión decir que las cinco vías,partiendo de principios distintos, llegan a la misma conclusión Dios y la necesidad de su existencia. 2.3.4.- La antropología tomista. El hombre, en el concepto tomista, es un ser de naturaleza muy especial, situado en los confines de los dos mundos, el material y el espiritual. Se compone de cuerpo material y de alma espiritual. Por razón de su cuerpo coincide con los seres materiales y pertenece al mundo sensible. Pero se distingue de todos ellos por su alma, que es una forma de categoría superior, por la cual pertenece al mundo del espíritu. El hombre es un microcosmos. En su naturaleza se sintetizan todas las perfecciones de los seres inferiores, y a la vez participa de las de los superiores, tendiendo a una semejanza más perfecta con Dios, lo cual lo coloca en un lugar privilegiado en el orden de la creación. 9
El alma humana es perfectísima respecto de todos los seres inferiores, pero a la vez ocupa el ínfimo lugar en la escala de las sustancias intelectuales, teniendo que suplir con el conocimiento sensitivo la deficiencias del intelectivo. Según Sto. Tomás el alma humana solamente puede ser creada por Dios en cada caso particular. La creación es una producción total de la sustancia de una cosa, sacándola de la nada sin ningún sujeto preexistente. Solamente preexiste la causa eficiente: Dios. El alma es la forma sustancial única del cuerpo. Esta es una de las tesis que más vigorosamente defiende Sto. Tomás frente a algunas corrientes de su tiempo, rechazando el pluralismo de formas (atentos a la explicación). Siendo el alma la forma sustancial del cuerpo, se une a él directamente, sin necesidad de intermedio alguno. Sto. Tomás rechaza la opinión de que el alma se una al cuerpo mediante cualquier tipo de intermediario. De esta afirmación podemos sacar varias consecuencias: el alma está toda en todo cuerpo y toda en cada parte de él, en cuanto que, como forma, está dando su determinación esencial a todo el compuesto y por otra parte, no siendo el alma una sustancia completa por si misma, sino ordenada a unirse sustancialmente al cuerpo para construir un solo individuo humano, una vez separada del cuerpo no puede seguir siendo el mismo individuo. 2.3.5.- Teoría del conocimiento humano. En esta cuestión, en líneas generales, sigue a Aristóteles. El conocimiento es ante todo conocimiento de lo universal y de lo necesario y producido por las facultades del alma. Diferenciará entre conocimiento sensible y conocimiento inteligible y admitirá una doble función del entendimiento humano, agente y paciente. Junto a esto no se puede olvidar que el objetivo central de la teoría del conocimiento es explicar el paso del conocimiento sensible al conocimiento intelectual, su conexión y colaboración para acceder a la realidad. En el proceso de conocimiento que expone Sto. Tomás podemos observar, resumidamente, los siguientes pasos: Las cosas reales son captadas por nuestros sentidos, los cuales quedan impresionados. Dicho encuentro entre la cosa y los sentidos origina lo que Sto. Tomás llama especie sensible impresa. La especie sensible impresa se almacena en la memoria en forma de imagen. La imagen tiene un carácter particular. Sobre esta imagen actúa el entendimiento agente, quedándose con la esencia y prescindiendo de los accidentes mediante el proceso de abstracción. De esta forma la imagen se convierte en concepto, que tiene un carácter universal. Se relaciona o se aplica el concepto a la imagen conformándose el juicio. Todo juicio es un enlace entre Sujeto y Predicado por el cual el predicado se dice del sujeto. 10
2.3.6.- La teoría ética o moral. 2.3.6.1.- Introducción. Como todos los grandes sistemas filosóficos, el tomismo culmina en una moral, o sea con la aplicación práctica de sus principios especulativos a la orientación de la conducta del hombre. La moral es una ciencia práctica, cuyo objeto es el estudio y la dirección de los actos humanos en orden a conseguir el fin último,o sea, la perfección integral del hombre, en lo cual reside su felicidad. Los actos humanos son particulares y en este sentido, la moral,en cuanto ciencia práctica, debe descender a lo particular. Pero en cuanto ciencia, debe remontarse también hasta los principios fijos y universales de orden especulativo, que son los fundamentos para deducir consecuencias de orden práctico. En esta determinación entran en juego todas las partes anteriores de la filosofía, sobre todo de la teología y la psicología. En Sto. Tomás hay una estrecha relación entre su concepto ontológico de la realidad y la aplicación de sus grandes principios a al orientación práctica de la vida humana. No se limita a un análisis subjetivo del hombre, de su ciencia, sus facultades sino que lo considera encuadrado en un amplio orden ontológico y social, dentro de una vasto tejido de relaciones, en primer lugar respecto de Dios, como primer principio y último fin de todas las cosas, y en segundo lugar, de los demás que con él conviven en el mundo. La moral tomista se condensa en dos palabras: de Dios y para Dios. Como el hombre puede considerarse de dos maneras: o bien en sí mismo, aisladamente, o bien dentro del conjunto de sus relaciones sociales con otros semejantes, de aquí resultan dos especies distintas de moral: la individual y la social (Teoría política). 2.3.6.2.- Moral o ética individual. POR EL LIBRO DE TEXTO : PAGS. 174-175 2.3.6.3.- Moral o ética social: La teoría política. Para entender la teoría política de Sto. Tomás es necesario atender a su visión del ordenamiento de la realidad. Sto. Tomás considera que toda la realidad depende de un orden sobrenatural el cual se expresa a través de la Ley Divina cuyo contenido consiste en el ordenamiento que Dios ha dado al mundo. Este orden sobrenatural perfecciona al orden natural y este último se subordina a aquel. Este orden natural se expresa a través de la Ley Natural que es un conjunto de reglas que rigen la realidad natural. Este conjunto de reglas perminten al hombre que se desarrolle. El contenido básico de esta ley es el siguiente: I.- La autoconservación de la vida. II.- La Propagación de la especie. III.- Tendencia a la verdad absoluta. La verdad absoluta es Dios. IV.- Tendencia a vivir en sociedad. Esta tendencia supone varias cosas: 11
Necesidad de una ley positiva. La ley positiva es un conjunto de normas que rigen la vida en sociedad. La establecen los hombres y nunca puede ir en contra de la ley natural y de la ley divina. Esta ley positiva humana es la que rige el Estado y con la que debe legislar el gobernador. En este sentido el Estado es una institución natural encaminada a promover y proteger el bien común, subordinada a la ley natural y a la ley divina. Además de esta subordinación, el Estado se subordina a la ley positiva divina, que es la ley de Dios tal y como ha sido revelada a la Iglesia. En este sentido el Estado debe subordinarse a la Iglesia, no por que el Estado sea menos que la Iglesia, sino porque persiguen fines diferentes. La Iglesia persigue un fin sobrenatural y el Estado un fin positivo. Puesto que lo positivo se subordina a lo natural y lo natural a lo sobrenatural, por tanto, lo positivo se subordina a lo sobrenatural. En otras palabras el Estado al Iglesia. Necesidad de un orden jerárquico. En analogía con el orden jerárquico de la realidad. Necesidad de una organización y gobierno político. Dentro de la sociedad o del Estado caben varias formas de ordenación política en orden a la mejor consecución de su fin, que es el Bien Común, al cual deben tender tanto gobernados como gobernantes. Hay varias formas posibles de organización política de un Estado. Son buenos y legítimos todos aquellos que son aptos por si mismos para procurar el bien común y conseguir el fin propio del Estado. Y malos son los que contribuyen a los contrario. Ninguno de ellas en un fin en si misma. En abstracto y como ideal, Sto. Tomás, considera como mejor forma de gobierno la monarquía, en el cual gobierna uno solo, a la manera de Dios. (Su opuesto es la tiranía). No obstante también es legítima la aristocracia, la cual tiene la ventaja de que unos pocos hombres, selectos pueden ver las cosas mejor que uno solo, pero corre el peligro de caer en la oligarquía. También es legítima la democracia que tiene la ventaja de que en ella se da una mayor libertad e igualdad de los ciudadanos, pero corre el peligro de convertirse en anarquía. Para Sto. Tomás, en realidad, la mejor forma de gobierno es un sistema mixto donde se reúnen las ventajas de las tres formas anteriores: unidad, selección de los mejores y libertad e igualdad, respectivamente. 2.4.- Conexión entre Sto. Tomás y Averroes. (Coincidencias de la escolástica cristiana y de la escolástica islámica. Toda esta situación de la filosofía producirá una confluencia entre la filosofía cristiana y la musulmana. Con el redescubrimiento de la filosofía aristotélica en occidente gracias a las versiones árabes, se comenzará a elaborar un tipo de filosofía determinada por las cuestiones aristotélicas. Según algunos estudiosos se produce el fenómeno de la cristianización de Aristóteles. Este fenómeno hará que el sistema filosófico a la base de la teología cristiana sea el aristotélico. De esta manera, las filosofías cristiana y musulmana tendrán una confluencia en origen. Ambas tendrán una base aristotélica, eso si, con sus respectivas matizaciones. Y por tanto podremos hablar de una conexión entre la filosofía musulmana y la cristiana en Aristóteles. 12
Dicha conexión tiene un exponente claro en las convergencias esenciales que se dan entre Sto. Tomás y Averroes en algunos temas: 2.4.1.- Esencia y Existencia (Potencia y Acto) Sto. Tomás de Aquino, cuando nos habla de los seres creados, nos dirá que en ellos se dan una diferencia real entre Esencia y Existencia. En otras palabras, en los seres creados la esencia no se identifica con la existencia. De esta forma, afirmará que la esencia de los seres creados necesita una doble determinación para llegar a existir: Acto formal o primera determinación, por la cual se prepara a la esencia para recibir la existencia. Acto entitativo, por el cual la esencia recibe la existencia. El paso de la esencia a la existencia necesita de la intervención de Dios, por lo que los seres creados son contingentes, necesitan un elemento extrínseco para existir. Por su parte, Averroes, siguiendo a Aristóteles, afirmará que todo lo que existe en la realidad está compuesto por materia y forma. En los seres creados la materia es pura potencia, posibilidad de ser, que no es nada hasta que recibe la forma y por tanto es Acto. Esta relación/separación entre potencia y acto en los seres creados viene a ser los mismo, salvando las diferencias, que la relación/separación que establece Sto. Tomás entre la esencia y la existencia de los seres creados. 2.4.2.- Dios causa eficiente de todo. En la escolástica se entiende por causa eficiente aquella que es la causa de la existencia de un ser. Pues bien, Santo Tomás, partiendo de su segunda vía de demostración de la existencia de Dios llegará a la conclusión de que Dios es la causa eficiente de toda la realidad 4. Por tanto Dios es la causa incausada de todo. Por su parte. Averroes afirmará que Dios es la causa y el creados del mundo desde toda la eternidad. La voluntad divina es libre y no está determinada por ningún elemento extrínseco. Por tanto existe también en este tema conexión entre ambos pensadores con respecto a la idea de que Dios es causa eficiente incausada o absoluta. 4 Cfr. Teología Natural: Vías de demostración de la existencia de Dios. 13
2.4.3.- Relaciones fe razón 5. Para Sto. Tomás, fe y razón son: dos cosas distintas pero que no se contradicen y que tienen un ámbito de confluencia que son los preámbulos de la fe. Averroes planteará estas relaciones desde la siguiente concepción: existe una sola verdad y dos caminos distintos, lo que quiere decir que dicha verdad es interpretada por cada cual según su capacidad racional. En definitiva, para ambos pensadores la fe y la razón no se oponen sino que se articulan de forma armoniosa. 5 Ver en el tema 6 : relaciones fe y razón en Sto. Tomás y en Averroes. Aquí solo apuntamos las líneas básicas de cada uno y su conexión. 14