Noemí Santa Cruz Calvo Psicóloga y Terapeuta de la Unidad de Tratamiento de adima.
Promover una educación basada en la igualdad y no en la discriminación por razón de sexo. Promover los valores del diálogo, respeto y tolerancia. Evitar que futuras generaciones reproduzcan esquemas de comportamiento violento.
Socialización de las niñas y niños: poner de manifiesto la necesidad de respetar las diferencias, valorarlas y trabajar con ellas, evitando prejuicios y esteriotipos. La DIFERENCIA muestra lo que cada uno es: una historia que evoluciona y un cuerpo en continua trasformación. Debemos potenciar la valoración de ambos sexos por igual.
Niños y niñas son seres sexuados: por lo que debemos orientarlos en el desarrollo de su sexualidad, no sólo para su futuro sino para que vivan también satisfactoriamente su presente. Para el óptimo desarrollo, el afecto debe ir unido a la palabra. La atención de lo fisiológico sin vinculación sólo garantiza la supervivencia, no el desarrollo.
Las personas son sexuadas. Tienen un cuerpo sexuado, femenino o masculino que les permite pensar, entender, expresar, disfrutar, sentir.. EL CUERPO SEXUADO ES DONDE RESIDE LA SEXUALIDAD. La sexualidad: íntimamente relacionada con el placer, la comunicación y el intercambio afectivo. La sexualidad es algo mas que la dimensión de la persona, forma parte de lo esencial del ser humano: ES ALGO QUE SOMOS.
SEXO: hace referencia a la existencia de cuerpos sexuados. Masculino y femenino. DIFERENCIA SEXUAL: hace referencia al sentido y significado que cada cual le da al hecho de nacer siendo de un sexo o de otro. Se trata de dar un sentido SINGULAR y LIBRE al sexo que se tiene. Se trata de poder realizar deseos propios y originales sin renunciar a aquello que se es (hombre o mujer).
La manera en que cada cual desde su nacimiento le va dando sentido y significado a su sexo será más libre enla medida en que comprenda que hay multitud de formas de ser niña y de ser niño (tantos como niñas o niños existan) y no una sola. Un sexo no tiene mas valor que otro, la diferencia sexual no es motivo de inquietud y mucho menos de discriminación.
La sexualidad infantil se desarrolla a través de la curiosidad (observación, manipulación, autodescubimiento, fisgoneo, preguntas) y el juego (exploración, imitación e identificación). El sentido y significado que los niños y niñas le dan a esos descubrimientos nada tiene que ver con los dados por los adultos. Por ello es importante no interpretar desde nuestra óptica.
Desde el nacimiento se adquiere: Descubrimiento de mi propio cuerpo y la experimentación de sensaciones. Las relaciones y vínculos con las figuras de apego. La conciencia del propio sexo y la existencia del otro. Primeras nociones sobre esteriotipos y características asociadas a lo femenino y masculino. Curiosidad por el cuerpo adulto. Interés por el propio origen. La reproducción.
Hay una sola forma de ser hombre o mujer. El sentido de la sexualidad es la reproducción. El sexo y la sexualidad son pura biología. Las mujeres no tienen sexualidad propia. Los afectos y la sexualidad no van unidos.
La sexualidad es algo que somos. Por lo que la educación sexual es fundamental para el desarrollo del niño o la niña. Las personas educamos con la actitud hacia nuestra propia sexualidad por lo que debemos tener conciencia de nuestras dificultades con el objetivo de no trasmitirlas.
Conocer, aceptar y cuidar el propio cuerpo sexuado. Dar un sentido y un significado propio y singular al cuerpo sexuado. Reconocer y valorar la diferencia sexual. Vivir y expresar la sexualidad en relación, es decir, teniendo en cuenta la otra persona.
Cualquier actividad con un menor. Incluyendo el contacto sexual acompañado por la fuerza o la amenaza de utilizarla, con independencia de la edad de los participantes, y cualquier contacto sexual entre un adulto y un niño, con independencia de que haya engaño o de que la víctima comprenda la naturaleza sexual de la actividad. El contacto entre un adolescente y un niño más pequeño también se puede considerar abusivo cuando exista una disparidad significativa de edad (cinco o más años), de desarrollo o de tamaño que haga que el más pequeño no esté en condiciones de dar un consentimiento informado. La actividad sexual puede incluir penetración, tocamientos o actos sexuales que no impliquen contacto, como la exposición o el voyeurismo (Berliner y Elliot, 1996).
Asimetría de poder. Asimetría de conocimiento. Asimetría en la gratificación.
Modelo por Trastorno de Estrés Postraumático. Modelo Traumatogénico.
Reexperimentacion del suceso traumático. - Pensamientos intrusivos. - Pesadillas y sueños terroríficos. - Malestar psicológico y síntomas psicofisiológicos al revivir lo ocurrido. Evitación de los estímulos asociados al trauma y embotamiento de la afectividad. - Alejamiento de actividades, lugares o personas relacionados con el suceso. - Evitación de pensamientos, sentimientos o conversaciones asociados al trauma. - Amnesia psicógena. - Aislamiento. - Bloqueo de la afectividad y de la capacidad lúdica. - Desesperanza ante el futuro. Aumento de la activación psicofisiológica. - Alteraciones del sueño. - Irritabilidad. - Dificultades de concentración. - Nivel elevado de alerta y respuestas de sobresalto.
Sexualización Traumática. Pérdida de confianza. Estigmatización. Sentimiento de indefensión.
El impacto del abuso es más grave cuando se ha producido con más frecuencia y prolongado en el tiempo, el agresor a recurrido al empleo de la fuerza, se ha realizado actos más graves (penetración) y cuando existe una relación más próxima entre la víctima y agresor, sobre todo si se trata de una relación incestuosa con el padre.
FACTORES MEDIADORES DEL IMPACTO PSICOLÓGICO DE LA VICTIMIZACIÓN Percepción Subjetiva del suceso Etapa de desarrollo del menor VICTIMIZACIÓN FACTORES MEDIADORES MAYOR O MENOR IMPACTO Estrategias De afrontamiento disponibles Factores Sociofamiliares protectores
FACTORES DE VULNERABILIDAD PARA EL DESARROLLO DE SECUELAS PSICOPATOLOGICAS TIPO DE ABUSO REACCION DE LA FAMILIA IMPACTO PSICOPATOLOGICO AGRESOR RED DE APOYO SOCIAL
No todos los menores víctimas de abuso sexual presentan síntomas o secuelas. Perspectiva evolutiva.
Crear un contexto de apoyo, protección y contención. No juzgar. Centralizarlo en una figura. Vínculo terapéutico. Respetar su tiempo. Respetar su intimidad y pedirle permiso a la hora de pedir ayuda profesional especializada. Devolver no solo recibir. Desculpabilizar. Minimizar los sentimientos de estigmatización. Generar sentimientos de protección. Informarle de las futuras actuaciones.
Durante la intervención se debe evitar: Indagar en exceso. Reñir. Dramatizar o magnificar lo ocurrido. Minimizar los hechos o quitarle importancia. No descalificar la figura del supuesto ofensor, en especial si la sospecha es de abuso sexual intrafamiliar o por un conocido y valorado por el o la menor como figura de referencia. Hablar más que el menor. Sobreproteger.