PINTURA & MOSAICO ROMANO
PINTURA En el año 79 d.c. se dio lugar la erupción del monte Vesubio sobre las ciudades de Pompeya y Herculano. Conocemos la pintura romana a través de los ejemplos procedentes de Pompeya, conservados tras quedar la ciudad sepultada. En referencia a sus orígenes, la pintura romana es mayoritariamente descendiente de la griega. En la época de César muchas de las pinturas griegas eran arrancadas y llevadas a Roma, una de las razones por las cuales apenas se conservan pinturas murales griegas. Por otro lado, la pobreza de los materiales arquitectónicos utilizados en las construcciones romanas hizo posible un desarrollo de la pintura mural. Además, no sólo se desarrolló este tipo de pintura de grandes dimensiones sino que la pintura sobre caballete fue frecuente entre las clases altas del Imperio Romano.
PINTURA La pintura en Roma tenía una finalidad práctica: decorar las casas y palacios. La condición social del pintor era la de un artesano, aunque los que pintaban sobre tabla tenían mayor prestigio. La pintura mural se realizaba habitualmente con la técnica del fresco, que consiste en combinar colores con agua y pintar sobre la superficie de un muro con un revoque de cal. Para la pintura sobre tabla se utilizaban las técnicas al temple y a la encáustica. Hoy en día entendemos la pintura al temple como técnica que utiliza el agua para disolver los colores, añadiendo cola, huevo o líquidos que contengan aceite. La encáustica consiste en pintar con colores diluidos en cera fundida, aplicándolos en caliente. La gama de colores era amplia, ya que consistía en la unión de las gamas del mundo griego y egipcio con algunos colores más.
PINTURA En algunos casos se consiguió plasmar la sensación de tridimensionalidad en la perspectiva, perdida más tarde y redescubierta más de 1400 años después, en el Renacimiento. Los artistas romanos se centraban en todos los temas: desde escenas cotidianas hasta mitológicas, pasando por eróticas, cómicas y otras muchas. Las costumbres liberales en el imperio romano hicieron posible la abundancia del desnudo, tanto femenino como masculino, e incluso podemos encontrar escenas de alto contenido sexual.
ESTILO DE INCRUSTACIÓN Se desarrolla desde mediados del s. II a. C. hasta principios del s. I a. C, en época republicana. Imita la decoración de mármoles que se aplicaban en la época helenística. Es un estilo muy colorido y extremadamente lujoso. El muro en el que se pinta suele estar dividido en tres: un zócalo pintado imitando granito, una zona media imitando mármol y un remate a modo de cornisa imitando un estuco (masa de yeso y cal utilizada para enlucir paredes y techos).
ESTILO ARQUITECTÓNICO Se desarrolla durante el s. I a. C, en la época de César. Simula estructuras arquitectónicas que generan, a través de la perspectiva, una falsa sensación de profundidad. Esto hace que los lugares parezcan más grandes. Suelen aparecer ventanas, tras las que se pueden ver edificios y paisajes, con el objetivo de un resultado más teatral. Por lo tanto, se trata de una pintura romana que tienda a la disolución del muro.
ESTILO ORNAMENTAL Se desarrolla desde el s. 27 a. C. hasta la primera mitad del s. I d. C, durante la época de Augusto y sus sucesores. Se trata de un estilo menos real y más fantástico. Usa como elementos decorativos arquitecturas fantásticas, guirnaldas y amorcillos (figuras de niños desnudos alados representando a Cupido) y representa humanos, animales y escenas mitológicas entre otros factores.
ESTILO ILUSIONISTA Se desarrolla en la segunda mitad del s. I d. C. Esta pintura se manifiesta desde la época de Nerón. Se trata de un estilo confuso en el que aparecen escenas mitológicas e históricas. Cuenta con una decoración recargada y el paisaje es habitual.
MOSAICO Se trata de una superficie mural o pavimental decorada mediante la incrustación de pequeños trozos de piedra (teselas). La palabra mosaico proviene de la palabra griega "musa". Se ha llegado a decir que el nombre se debe a que en el mundo clásico este tipo de arte se consideraba como algo tan magnífico que debía estar inspirado por las musas.
MOSAICO Los mosaicos tienen un origen muy antiguo. Se han hallado mosaicos en Creta, Mesopotamia, y por supuesto en Grecia, Roma y el Imperio Bizantino. En Bizancio, desde la creación del imperio romano, el arte del mosaico se combinó con la tradición oriental y dio lugar a mosaicos con grandes cantidades de oro. Además, se aplicaban de diferentes maneras, desde mosaicos aplicados a la arquitectura religiosa hasta mosaicos aplicados a la arquitectura doméstica. Los mosaicos eran para los romanos un elemento decorativo para los espacios arquitectónicos de tal manera que no había palacio o villa romana donde no hubiera mosaicos. Los mosaicos romanos se basan en los tapices y especialmente en la pintura. En relación a la pintura, tienen la ventaja de su gran durabilidad. Sin embargo, aunque las escenas representadas en los mosaicos son las mismos que pueden encontrarse en la pintura, su perspectiva es más falsa y forzada.
MOSAICO La obra del mosaico se realizaba sobre todo en grandes superficies planas, como paredes, suelos y techos, pero también se adaptó a simples objetos o pequeños paneles. Inicialmente en Roma no se empleaban los mosaicos para los suelos para evitar así su deterioro. Así pues, eran utilizados en techos y paredes. Posteriormente. descubrieron que los mosaicos podían resistir las pisadas y comenzaron a aplicarse masivamente para los pavimentos. Este arte empezó a perfeccionarse en la época griega helenística, creándose obras con temas complejos y episodios de la vida cotidiana y de la mitología. Los materiales que se emplean en esta época son mármol, vidrio, ónice, etc. Es por ello que cuando los romanos conquistan Grecia, incorporan los mosaicos a sus construcciones.
GRACIAS! Natalia Pérez Javier Folla-Cisneros