UNIDAD III. TENDENCIAS DE LOS PROCESOS DE CAMBIO ECONÓMICO EN LA SOCIEDAD MEXICANA. Tema I. Tercerización de la economía: sector terciario, perfil de trabajo y prestaciones sociales.
TERCERIZACIÓN DE LA ECONOMÍA: SECTOR TERCIARIO, PERFIL DE TRABAJO Y PRESTACIONES SOCIALES En México desde los años setenta hasta principios de los noventa, el sector terciario o de servicios se convirtió en la base económica del país. Entre los servicios más destacados, según Aguilera (2012), se encuentran los de comercio, educativos, turísticos y de salud, los cuales pueden pertenecer al sector privado o al público. En el caso de las empresas avocadas al comercio, estas permiten ponerse en contacto a los productores y consumidores para obtener un mutuo beneficio; mejorar la distribución de productos hacia el comercio exterior; trasladar inmuebles, maquinaría, mano de obra y contribuir al desarrollo económico participando con su valor agregado al PIB. En el caso de las empresas avocadas a los servicios educativos, se puede señalar que cumplen con la función de generar mano de obra especializada para impulsar el sector industrial y transmiten los valores necesarios para desempeñarse en la sociedad. También es de hacerse notar que las instituciones de servicio educativo son importantes organismos que permiten vincular personal capacitado con las industrias y en el caso del sector privado sirven como un escalón a los recién egresados de las distintas carreras para tener sus primeras experiencias laborales. En el caso de las empresas avocadas al ramo turístico, se puede mencionar que la mayoría son de capital privado y que se caracterizan por tener giros sumamente diversos, los cuales tienen sus mayores entradas de dinero en determinadas épocas. En este sentido, el mantenimiento de la industria turística depende de la preservación que se haga del patrimonio nacional, de la forma en que sea presentado al publico por los medios de comunicación y del ambiente global en materia de seguridad y relaciones intra e internacionales.
Finalmente, las empresas del sector salud, se avocan a mantener el bienestar físico, mental y social de los distintos sectores de la población, como lo plantea Patiño (2012), lo cual solamente se consigue con un esfuerzo integral de distintos profesionales especializados en este ramo. No obstante, en nuestro país, aun no se ha conseguido enfocar las labores de estas instituciones para promover una cultura de la prevención y por ello se dedican casi exclusivamente a resolver padecimientos avanzados. Es importante señalar que el origen del capital de las empresas del sector terciario determina en gran medida la calidad de los servicios que prestan, su infraestructura y las normatividades legales que las rigen, por lo que se puede observar que en el ámbito privado, los costes de los servicios se elevan demasiado, pese a que no se cuente con la tecnología o calidad que se tiene en la mayoría de las instituciones públicas, como es el caso de la secretaría de salud o las escuelas de gobierno, no obstante, esto no implica que las instituciones privadas no tengan sus ventajas, ya que es más fácil incorporarse a ellas como usuarios y prestadores de servicios. Con relación al perfil de trabajo en el sector terciario, se puede señalar que es sumamente variado, por lo que se aceptan empleados con distintos niveles de capacitación y diversas cualidades, o en otras palabras, los impedimentos como la edad o las credenciales, no representan un obstáculo para incorporarse en este sector como un asalariado, pues se puede trabajar como recepcionista, empacador, prestador directo de servicios o administrativo. Entre las garantías de los trabajadores se encuentran el Fondo de Ahorro para el Retiro (AFORE); apoyos para la vivienda como los que brindan el Instituto del Fondo Nacional para la Vivienda de los Trabajadores (INFONAVIT), o el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales (FOVISSSTE) y atención médica gratuita como la que brindan organismos como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que presta sus servicios a los empleados públicos a nivel municipal y a los que laboran en instituciones privadas y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que presta sus servicios exclusivamente a los empleados de la federación. A lo anterior también se pueden agregar el pago de
días económicos, bonos vacacionales, de despensa y prestamos vía nomina. No obstante, es de hacerse notar que en algunas instituciones tanto públicas como privadas los trabajadores, principalmente los que no están afiliados a algún sindicato, no gozan de estos beneficios, ya que su estancia es temporal, aunque en la mayoría de las ocasiones esto se les retribuye con bonos o compensaciones. Así pues, es importante recuperar la importancia que tiene el sector de servicios como generador de empleos, impulsor y sustento de la economía mexicana, ya que permite que se desempeñe con fluidez y dinamismo, no obstante, se deben resaltar las diferencias en cuanto a las garantías que tienen los distintos tipos de trabajadores, para poder desempeñarse en el mercado laboral. ECONOMÍA INFORMAL: AMBULANTAJE, DOMESTICA Y SUBTERRÁNEA. La llamada economía informal son todas aquellas actividades de producción y distribución de bienes y servicios que no son registradas oficialmente en las cuentas nacionales y entre sus principales rubros se encuentran el ambulantaje, la economía domestica y la subterránea. Este tipo de giros económicos, según Ramos (2008), permiten a las clases bajas auto emplearse, evadir los pagos de impuestos, los gastos de tenencia mercantil ante la Cámara de Comercio y la presentación de registros contables ante dichos organismos. No obstante, es importante señalar que estas actividades económicas en ocasiones rayan en lo ilegal y sus trabajadores no cuentan con ningún tipo de prestaciones como las antes mencionadas. Entre las características de los negocios del sector informal, se pueden mencionar que trabajan con un bajo nivel de organización, una escasa división del trabajo y del capital, mano de obra poco calificada y tecnología antigua. Los rubros característicos de este sector son la industria manufacturera, construcción, comercio y restaurantes, transporte y servicios personales. Es de hacerse notar que el monto del sector informal a mediados de la primer década de este nuevo milenio representa un 12% del PIB total del país, cifra que supera tres veces más a los productos generados por la agroindustria y la ganadería en conjunto. Así mismo, las percepciones que tienen los dueños de los negocios
informales representan el 17% de las ganancias generadas por la economía en su conjunto y por otro lado el 28% de la población excluida del sector agropecuario es absorbida por las actividades informales. Aunado a esto cabe mencionar que las empresas informales sólo destinan un 20% de sus recursos a la compra de materias primas e insumos como son los servicios de agua, luz, teléfono y combustibles, por otro lado, en cuanto a remuneraciones sólo pagan el 9% a sus empleados. Así mismo, resulta importante destacar que, según datos recabados por Ramos (2008) y Ochoa (2012), de fuentes como el Instituto Nacional de Geografía y Estadística y la Organización Internacional para el Trabajo, el 36% de las personas incurren en la economía informal porque buscan complementar el ingreso familiar, el 33% pretenden ganar más que en un trabajo formal, el 14% lo hacen porque no encontraron empleo como asalariados, el 6% por tradición familiar y el resto especificaron otros motivos como horarios flexibles y pérdida del empleo. Ahora bien, con relación a los rubros de la economía informal se debe señalar lo siguiente: El ambulantaje es una forma de economía informal propia de la subsistencia, pues muchos de estos comerciantes, según Martínez (2011), vienen de las zonas periféricas de las ciudades para vender sus productos, lo cual se ve favorecido por los adelantos en las comunicaciones y transportes, como lo plantea Arias (2002). Es de hacerse notar que los ambulantes no pagan un derecho de piso y su actividad es constantemente reprimida por inspectores que buscan liberar la vía pública y mantener el buen aspecto de otros negocios establecidos. Este grupo de actores económicos es sumamente diverso, pues unos son comerciantes de distintos rubros, otros pueden ser artistas ambulantes e incluso se pueden hallar prestadores de servicios de reparación y mantenimiento del hogar. La economía domestica, según Ramos (2008), es una forma de empresa sumamente divergente, al grado que no se ha podido llegar a una conceptualización pertinente, ya que suele confundirse con las microempresas familiares, pero lo que la distingue es la evasión de impuestos y la flexibilidad en su administración. Entre los negocios más comunes de economía
familiar encontramos algunos talleres de reparación de ropa, calzado o electrodomésticos y algunos locales de comida que abren a altas horas de la noche o permanecen cerrados todo el día y se promueven a través de sus clientes satisfechos. Finalmente, la economía subterránea, según Ramos (2008), es aquella que atenta contra el patrimonio nacional, viola varios controles jurídicos o fiscales, no declara sus ingresos e incluso raya en actividades ilegales, como son la piratería o el narcotráfico. Así pues, es importante recuperar que las formas de economía informal son producto del desempleo y del bajo crecimiento del PIB, que en su mayoría son consideradas actividades de subsistencia, salvo en el caso de la economía subterránea, no obstante, es de hacerse notar el carácter de ilegalidad que tienen como estigma este tipo de formas lucrativas.