Que es la biodiversidad? La palabra Biodiversidad es uno de los términos más actuales en el discurso tanto político como económico, en las ciencias naturales y sociales, el arte, la cultura y la recreación e incluso hasta en la filosofía. Ello es comprensible por cuanto recién nos estamos dando cuenta que la diversidad biológica es la base sobre la cual se asienta la vida y el progreso de la humanidad y que por no saber manejarla adecuadamente, enfrentamos hoy el peligro de su destrucción. Pero, Que es la Biodiversidad (también llamada Diversidad Biológica)? De forma sencilla podemos definirla como toda la variedad de la vida existente en nuestro planeta y de las condiciones ambientales que la soportan, desde el nivel molecular, hasta los más complejos ecosistemas y paisajes, presente desde la cima de las más altas montañas y la atmósfera, hasta las grandes profundidades de los océanos. La biodiversidad constituye el capital biológico natural del planeta y ofrece oportunidades para todas las naciones. Ella provee de productos y servicios esenciales para las necesidades vitales y aspiraciones de la humanidad, y permite a las sociedades adaptarse a las cambiantes necesidades y circunstancias. La protección de esos valores y su continuada exploración a través de la ciencia y la tecnología, ofrece el único medio por el cual las naciones del mundo pueden alcanzar un desarrollo sostenible. Los valores éticos, estéticos, espirituales, culturales y religiosos de las sociedades humanas son parte integrante de ese desarrollo y están indisolublemente ligados a la naturaleza. Se reconocen actualmente tres niveles esenciales de organización de la biodiversidad: 1- Diversidad Genética, que se refiere a la diversidad de elementos genéticos, que determinan la adaptación de los seres vivos a las condiciones cambiantes del medio ambiente y la evolución. Esta incluye, dentro de la especie: las poblaciones, los individuos, los cromosomas, los genes y los nucleotidos. El material genético determina cuales especies pueden adaptarse a los cambios en su ambiente. En general, las especies que tienen mayor variación genética (y por tanto mayor tolerancia a cambios ambientales), también tienen mayor tasa de supervivencia y crecimiento (FAO/UNEP, 1981). Las nuevas variaciones genéticas se producen en la población o bien por mutación espontánea de un gene, o por la inmigración de individuos genéticamente diferentes, de otra población de la misma especie. El número y abundancia relativa de formas alternativas de un gene en la población es una medida de la variación genética (llamada heterozigotismo). La cantidad total de variaciones genéticas en todas las poblaciones de una especie es una medida de su diversidad genética. Finalmente la diversidad genética es una medida de las habilidades de la población a los cambios ambientales o stress y por tanto de su habilidad para sobrevivir La diversidad genética dentro de las especies es bien conocida solo para un número muy pequeño de especies, principalmente aquellas que tienen un impacto importante para la salud humana, la investigación científica o para su explotación económica. 2- Diversidad de organismos. Es el nivel intermedio de organización, que es el más obvio y comprensible. Se refiere al número organismos de cada uno de los niveles taxonómicos de la fauna y flora, en relación con sus correspondientes hábitats o áreas de distribución. Incluye la diversidad de Reinos, phyllas, familias, géneros, especies, subespecies, poblaciones e individuos La distribución y magnitud de la diversidad de especies que existe hoy día es producto de más de 3500 millones de años de evolución, que incluye especiación, migración, extinción y más recientemente las influencias humanas. Se estima que existen unos 13-14 millones de especies, de las cuales sólo 1,75 millones han sido descritas por la ciencia, de ellas poco menos de 1/5 son plantas o vertebrados. Los grupos de organismos menos estudiados incluyen, entre otros: bacterias, artrópodos, hongos, nemátodos y especies que habitan bajo la tierra o en el ambiente marino, en particular las aguas profundas. Aún para el 1,75 millones de especies que han sido descritas, no existen listados adecuados y tenemos un conocimiento muy incompleto y parcial de su biología
reproductiva, su demografía, su composición química, su fisiología, sus requerimientos ecológicos y el papel que juegan en el ecosistema. Debido a la pérdida o conversión de hábitats en todo el mundo, decenas de miles de especies están actualmente en peligro de extinción, y no hay acciones preventivas para salvar a la gran mayoría de ellas. Se estima que del total de especies que viven sobre la tierra, entre 50 y 90% habitan en los bosques tropicales. Sin embargo, anualmente se desmonta unos 17 millones de ha de bosques tropicales, una superficie mayor que la de Suiza. Se calcula conservadoramente, que a ese ritmo, de 5 a 10% de las especies de esos bosques pueden ser extinguidos en los próximos 30 años. Alrededor de 60000 de las 240000 especies (25%) de plantas del mundo y quizá una proporción mayor de vertebrados e insectos podrían desaparecer con tal tasa de deforestación. Similar situación puede encontrarse hoy día en casi todos los ecosistemas de nuestro planeta como resultado del desarrollo insostenible. Para algunos grupos de vertebrados y plantas, entre 5 y 20% de las especies identificadas ya están listadas como en peligro de extinción en el futuro inmediato. Aun cuando esas especies no se extingan, muchas de ellas perderán poblaciones o sufrirán severas pérdidas de variabilidad genética, como resultado de la fragmentación o deterioro de su hábitat. La mayoría de las especies del planeta aún no han sido descritas y muchas pueden desaparecer antes que la ciencia siquiera las conozca. Se estima que la tasa de extinción actual es de 1000 a 10000 veces mayor que la esperada sin la actividad del hombre. Por otra parte, aproximadamente el 80% de la diversidad biológica del planeta se concentra en el trópico, donde solo se encuentra un 6% del personal científico y técnico capaz de evaluarla y manejarla. Una característica distintiva de los ecosistemas marinos es su limitado endemismo local. Las especies marinas raramente están limitadas a áreas pequeñas, sino a regiones relativamente extensas. Existe una gran mezcla entre los mares y sus especies, y las provincias biogeográficas son muy poco definidas por su composición de especies únicas. Debido a que pocas especies en el mar están confinadas a estrechos límites de hábitat, la posibilidad de extinción de una especie por la actividad del hombre es muy pequeña. Por ello, la protección de especies por extinción no es una motivación para la protección de áreas marinas, sino más bien la conservación de sus recursos renovables. En tierra hay más especies que en el mar, y por tanto mayor diversidad de especies, aunque en el mar hay mayor diversidad de táxones superiores, los cuales son más diferentes entre sí que las especies. Los organismos marinos sin embargo, tienden a mayor diversidad genética. Por tanto, en el mar, las consecuencias de las alteraciones antrópicas y desastres naturales se manifiestan principalmente como empobrecimiento genético y destrucción de hábitats. 3-Diversidad Ecológica. Este es el nivel más alto y menos comprendido, aunque no menos importante. Incluye la diversidad de condiciones ambientales (biológicas, físicas, químicas, geológicas, etc) que determinan la composición, estructura y funciones de las comunidades que habitan en cada lugar. Es decir, es el nivel que garantiza la realización de los procesos vitales. Aquí, se incluyen los biomas, bioregiones, paisajes, ecosistemas, hábitats y comunidades. La diversidad de especies en la naturaleza en gran medida está condicionada por las condiciones ambientales a las cuales han logrado adaptarse los organismos vivos. Tales adaptaciones, son posibles gracias a la existencia de procesos que garantizan las condiciones para la alimentación, reproducción y crecimiento de una determinada comunidad de organismos, entre las cuales a su vez se establecen intrincadas inter-relaciones. Entre ellas de destacan por su complejidad y alto nivel de organización, los bosques tropicales y los arrecifes coralinos. Los procesos que ocurren en muchos ecosistemas poseen gran importancia ecológica, económica y social. Detener las pérdidas de genes, especies y ecosistemas a causa de la actividad humana, es esencial pero no suficiente. La meta debe ser garantizar que las formas de vida no sean dañadas, o sea mantener la integridad de la vida. Ello significa conservar no solo las partes (genes, especies, ecosistemas) sino también los procesos que generan y mantienen las partes y las conexiones ecológicas entre las cosas vivas. En el ambiente marino debe darse atención priorizada a la conservación de la "diversidad ecológica", ya que
protegiendo los ecosistemas se garantiza en gran medida la conservación de la diversidad genética y de especies. Actualmente se reconoce también la diversidad cultural, como un importante componente de la biodiversidad, que se refiere a las interacciones humanas con todos los niveles anteriores. Mecanismos de deterioro de la Biodiversidad La diversidad biológica de nuestro planeta sufre constantemente pérdidas o deterioro. Los factores que provocan esos daños son muchos, pero se reconoce como principales a los siguientes: 1. Deterioro y fragmentación del hábitat. La superficie de los ecosistemas relativamente no perturbados se redujo extraordinariamente en las últimas décadas a medida que aumentaban la población y el consumo de los recursos naturales. El desarrollo urbano, agrícola e industrial ha provocado la destrucción de muchos manglares, pastos marinos y arrecifes coralinos, provocando la eliminación o deterioro de las comunidades de organismos en las zonas costeras cercanas. Este fenómeno tiende a incrementarse en muchos países. 2- La introducción de especies exóticas provoca muchas de las extinciones de especies autóctonas, especialmente en las islas. En esos ecosistemas aislados, un nuevo depredador competidor o agente patógeno, puede poner en peligro rápidamente a especies que no pueden desarrollarse conjuntamente con los intrusos. Además se pueden producir alteraciones en la estructura y funcionamiento de los ecosistemas. 3- Explotación excesiva de especies de plantas y animales. Numerosos bosques, zonas pesqueras y muchos otros recursos de vida silvestre han sido explotados en exceso, en algunos casos hasta que se han extinguido. La explotación excesiva de la anchoa peruana entre 1958 y 1970 redujo extraordinariamente las dimensiones de la población y por tanto la captura. Casi todos los caladeros internacionales se encuentran hoy en situación de sobrepesca lo cual afecta también a los ecosistemas. 4- Contaminación del suelo, el agua y la atmósfera. Los contaminantes deterioran los ecosistemas y pueden reducir o eliminar la población de especies sensibles. Los microorganismos del suelo han sido afectados por la contaminación debido a los metales pesados y a la agricultura de riego, que provocan salinización. La lluvia ácida ha vuelto prácticamente inadecuados para la vida a miles de lagos y estanques en Escandinava y América del Norte. La contaminación marina especialmente de fuentes no puntuales, ha afectado a muchos estuarios y aguas costeras en todo el mundo. 5- Modificación del clima maundial. El incremento causado por el hombre de los "gases que causan el efecto invernadero" en la atmósfera, determinará probablemente un incremento de la temperatura del planeta comprendido entre 1 y 3 C para el año 2100, con lo cual el nivel del mar aumentaría de 0,5 a un metro, si no se detiene ese proceso. Ello puede destruir el hábitat de muchas especies costeras, algunas de las cuales ya están en peligro de extinción. Muchas de las islas del mundo quedarían total o parcialmente sumergidas si se cumplen las proyecciones más extremas sobre el aumento del nivel del mar, y se producirá de ese modo la destrucción parcial o total de su fauna y su flora terrestres. A ello hay que sumar el incremento de las tormentas y otros desastres naturales, con su multitud de consecuencias para la humanidad..como resultado de la elevación de la temperatura global, ya se han producido mortandades masivas de los arrecifes coralinos, con la consecuente pérdida de diversidad biológica y de recursos que produce o dependen de ese ecosistema. 6- Agricultura, ganadería y deforestación. La agricultura, la ganadería y los cultivos en general están reduciendo rápidamente la diversidad de variedades, por selección de aquellas que mejor reaccionan ante el manejo, y desarrollando monocultivos en todas las esferas. Ello provoca una peligrosa pérdida de material genético, el cual constituye como una "póliza de seguro" contra las enfermedades y las plagas. Esas actividades son además una de las principales causas de desaparición de los bosques donde se concentra gran parte de la diversidad biológica. Formas globales de la conservación Las acciones prioritarias para proteger la diversidad biológica deben orientarse a la creación del conocimiento básico, corregir los errores pasados en la política o el manejo de la naturaleza, y asegurar que la conservación y el uso sostenible de los recursos del
planeta y la distribución equitativa de los beneficios sean parte integral de todo desarrollo económico. La conservación y uso sostenible de la diversidad biológica debe ser un componente integral del desarrollo económico, mediante la corrección de la política y los fallos del mercado. Esto requerirá de niveles más altos de cooperación y coordinación que los existentes hasta ahora, para el manejo de los recursos naturales. Existen varios enfoques para la conservación. El primero y más antiguo, consiste en la regulación y manejo de determinadas actividades productivas (por ejemplo: la pesca comercial, la explotación de recursos específicos, la introducción de especies exóticas, etc.) por agencias especializadas, con grado variable de coordinación y regulación con otras agencias. Generalmente no se realiza la necesaria coordinación con el manejo de otras actividades o usos con las zonas adyacentes. Hay tres formas principales de preservar los recursos genéticos: a) mediante el establecimiento de bancos de genes (más empleado para recursos terrestres); b) la prevención de la sobreexplotación de especies mediante un manejo adecuado, sustituyendo la captura silvestre por organismos cultivados, prohibiendo la extracción y comercio de las especies afectadas, etc. c) mediante la creación de Áreas Protegidas para la conservación de los ecosistemas, ya que uno de los mayores daños para la supervivencia de las poblaciones es la destrucción de elementos críticos de sus hábitats. Tales reservas funcionan como bancos de genes "in situ". La creación de áreas protegidas pequeñas, que proveen protección especial a valores naturales específicos o a actividades sujetas a regulaciones como las indicadas en los enfoques anteriores. Esta ha sido hasta los últimos años, la forma más común de aplicación del concepto de área protegida, sobre todo en ecosistemas terrestres. Sin embargo, en los ecosistemas marinos, por su conectividad, las reservas pequeñas pueden ser poco eficientes. Para la protección de los recursos pesqueros, en los últimos años se ha desarrollado con gran éxito el establecimiento de Reservas de Pesca. Su objetivo es el de proteger segmentos de las poblaciones explotadas de la mortalidad por pesca, de forma que se pueda mantener, en áreas reducidas, comunidades de peces e invertebrados relativamente poco alteradas, así como la estructura por edades de las poblaciones. Estas áreas centrales protegen la diversidad genética intra- e interespecífica y garantizan la biomasa del stock reproductor. La dispersión natural de los huevos y larvas por las corrientes, desde esas áreas, garantizan el suministro de reclutas a las áreas de pesca adyacentes. La experiencia internacional ha demostrado fehacientemente los beneficios que estas reservas ofrecen a la pesca y para otras opciones de manejo de los recursos marinos. En todos los casos en que se ha hecho un manejo adecuado de estas reservas, los resultados son positivos para la pesca. Los beneficios son evidentes ya al cabo de 2-4 años después del establecimiento de la reserva. El tercer enfoque para la conservación es de más reciente desarrollo. Consiste en el establecimiento de Áreas Protegidas de Uso Múltiple, con sistemas de manejo integral, que proveen diferentes niveles de protección en cada región del área. Es decir, un área protegida de uso múltiple, puede contener por ejemplo: reservas estrictas, parques nacionales, reservas de pesca, etc. y además grandes extensiones sometidas a explotación con un sistema de manejo integral, elaborado y controlado con la participación tanto de las agencias que aprovechan los recursos, como de las instituciones científicas y de conservación. Tal integración debe tratar de extenderse a la coordinación del manejo con las áreas adyacentes, que influyen sobre el medio.
Las Áreas Protegidas de Uso Múltiple tienen la ventaja de que pueden coordinar la regulación de diferentes actividades humanas integralmente ya que la responsabilidad del manejo recae no solo en una agencia. Este tipo de coordinación del manejo en los ambientes marinos es mucho más importante que en los ecosistemas terrestres, debido al alto nivel de conexión del medio marino. Otra variante no menos importante, aunque menos accesible para muchos países, es la conservación "ex situ", es decir la conservación fuera del medio natural. Aquí se incluyen, bancos de genes, zoológicos, jardines botánicos, acuarios eficientes y museos. Otra actividad trascendental, que debe instrumentarse paralelamente a cualquiera de las tres anteriores, es la educación ambiental, a todos los niveles de la sociedad. Esta puede ir dirigida especialmente a los que toman las decisiones (políticos, funcionarios públicos y privados, etc), para desarrollar en ellos una voluntad política favorable, pero debe abarcar a toda la población, desde la más temprana edad, hasta los tomadores de decisiones, para su participación masiva y comprensión. Una de las opciones para el manejo de la diversidad biológica marina, a la cual se ha brindado mayor atención en los últimos años es el Manejo Integrado de la Zona Costera, que considera, por una parte, los usos y potencialidades de los recursos y hábitats, los factores antrópicos que inciden sobre estos (incluyendo las influencias de origen terrestres), y establece opciones, prioridades y mecanismos para el uso sustentable de cada región. Las decisiones para el manejo de esas áreas, se toman con amplia participación de todas las entidades que intervienen en la explotación, degradación y protección de la zona, sobre la base de conceptos e informaciones científicas y con la participación de las comunidades costeras involucradas. Rodolfo Claro INSTITUTO DE OCEANOLOGÍA Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente