El consejero de Sanidad y de Asuntos Sociales presentaron la Estrategia de Atención a Pacientes con Enfermedades Crónicas en Madrid La Comunidad inicia la reorientación sanitara hacia la atención específica y eficiente del enfermo crónico Se ofrecerá una atención más personalizada y adaptada a las necesidades de cada paciente La enfermería asumirá nuevas funciones como la enfermera gestora de casos Se podrá reducir cerca de un 30% las hospitalizaciones y en un 18% los reingresos El sistema de servicios sociales de la Comunidad atiende a más de 100.000 personas con enfermedad crónica 26.marz.14.- La Comunidad de Madrid inicia la reorientación del sistema sanitario madrileño para mejorar la atención al paciente crónico con más calidad y eficiencia en función de la gravedad y sus necesidades. Así se recoge en la Estrategia de Atención al Paciente Crónico en la Comunidad de Madrid, que ha presentado el consejero de Sanidad, Javier Rodríguez, junto con el consejero de Asuntos Sociales, Jesús Fermosel, que se implantará progresivamente durante los próximos 4 años. La estrategia marca una visión común para todo el sistema sanitario y las prioridades en las actuaciones a llevar a cabo. Supone una transformación del modelo de Atención Sanitaria, partiendo de las iniciativas ya existentes que han demostrado resultados positivos, y desarrollando las que según la evidencia científica existente pueden aportar beneficios para nuestros ciudadanos. La estrategia se presentó ayer a todos los profesionales en el Hospital Ramón y Cajal.
Con esta estrategia, la Comunidad de Madrid se adapta a la nueva realidad socio-sanitaria y con ella se persigue que las personas sanas no enfermen, que las que están enfermas no empeoren, previniendo el deterioro de su capacidad funcional, sus complicaciones y su mortalidad prematura y, por último, mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas y de sus cuidadores, procurando y promoviendo que el paciente sea protagonista de su salud, indicó Rodríguez. El consejero de Sanidad explicó que esta estrategia es en parte consecuencia de la elevada calidad asistencial del sistema sanitario madrileño, que se ha manifestado en un aumento de la esperanza de vida (la más alta de España, con 83,7 años) y, por lo tanto, al envejecimiento de la población e incremento de las enfermedades crónicas y aumento de las enfermedades crónicas que van asociadas con la edad. Así lo ponen de manifiesto las cifras: se prevé que en 2050, cerca del 35% de la población de la Comunidad de Madrid cuente con más de 75 años. El 40,46% de los madrileños padece alguna enfermedad crónica y ésta aumenta con la edad. Entre los 65 y los 74 años los ciudadanos padecen una media de 2,8 patologías crónicas. El 70% del coste sanitario total se emplea en el 28,8% de los enfermos crónicos, por lo que este Plan responde a la necesidad de utilizar racionalmente los recursos existentes y ajustarlos a cada paciente según su riesgo de desarrollar enfermedad, su complejidad y, por tanto, sus necesidades reales. Según estudios realizados, en algunas patologías como la insuficiencia cardiaca, la implementación de la estrategia lograría mejorar los hábitos y estilos de vida en un 9,3 %, reduciendo cerca de un 30% los ingresos hospitalarios de estos enfermos crónicos, y un 18% los reingresos. Trabajo realizado por 180 profesionales sanitarios y sociedades científicas La Estrategia de Crónicos es fruto de un trabajo desarrollado en los últimos dos años por 180 profesionales sanitarios y sociedades científicas, que ha motivado la revisión de toda la evidencia científica, valorando las iniciativas
ya existentes y buenas prácticas con objeto de hacerlas extensivas. Para la elaboración de este documento, también se ha contado con la voz de los pacientes mediante la puesta en marcha de grupos de reflexión, escuchando sus necesidades y propuestas. Las actuaciones que contempla el Plan, dirigidas a todas las enfermedades y a todas las edades, se recogen en nueve líneas. Muchas de ellas ya se han iniciado y se irán implementando durante este mismo año. Se han priorizado 20 enfermedades con alta prevalencia y con importantes costes sociosanitarios encabezadas por la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), por las que se empezará a trabajar. Comenzando la estratificación La Estrategia ya está iniciando la estratificación al enfermo crónico en función de su gravedad, para ofrecerle una atención específica y más personalizada en el lugar óptimo y a cargo de los profesionales más adecuados. Esta estratificación irá de la mano de la modificación de la cartera de Servicios de Atención Primaria, es decir, de la adaptación de las actuaciones que realizan los profesionales sanitarios de manera protocolizada en el centro de salud para los controles y seguimientos específicos y medidas preventivas. En paralelo, se están definiendo los perfiles o nuevos roles profesionales para la atención adecuada del paciente crónico, según su complejidad y, en especial, primando el protagonismo del trabajo de enfermería. Se potencia el papel de la enfermera como entrenadora educadora de los autocuidados, es decir, como educadora en la adopción del enfermo de medidas preventivas y asunción de responsabilidades en su propio cuidado. Se crea la nueva figura de la enfermera gestora de casos que será la profesional en Atención Primaria, que acompañe al paciente de gran complejidad (con varias enfermedades crónicas graves) o fragilidad en todas sus relaciones asistenciales y sociosanitarias. Se extenderá,
asimismo, el rol de la enfermera de enlace entre hospitales y el centro de salud. En este aspecto, hay que señalar que ya se están desarrollando múltiples experiencias de seguimiento en distintas zonas de Madrid. Conocimiento La Estrategia centra gran parte de su trabajo, en potenciar el papel del paciente en el conocimiento de su enfermedad, su autonomía y estar informado para garantizar su autocuidado, como elemento clave para favorecer una calidad de vida de las personas. Entre otros recursos tecnológicos, se pondrá en marcha una web específica para los enfermos crónicos y sus cuidadores, con carpetas on-line personalizadas para acceder a su histórica clínica, sus citas e información específica sobre su enfermedad y cuidados. Desde los centros de salud, se trabajará en contenidos educativos para las enfermedades crónicas más relevantes, relanzando los planes de cuidados y una educación estructurada. También se incluirán talleres específicos y homogéneos en todos los centros para impartir sesiones de formación a pacientes según lo que necesiten. El Plan también refuerza la coordinación entre el centro de salud y los hospitales, con nuevos elementos para los casos más complejos. Se identificará en cada hospital a un especialista hospitalario de referencia asignado al paciente, que participe en la atención integral del caso complejo. También se definirá un alta hospitalaria que garantice un buen seguimiento del enfermo. A la vez, se agiliza la atención en los hospitales con circuitos para la atención urgente de casos severos y el acceso directo a hospitales de media larga estancia. El desarrollo de herramientas informáticas constituye una de las claves de la estrategia, con la implantación de la historia clínica electrónica compartida y accesible por parte de los profesionales sanitarios implicados. Se impulsará la consulta telefónica para el paciente que se encuentre
inmovilizado en su domicilio, mejorando así el acceso del enfermo al sistema sanitario, y evitándole desplazamientos innecesarios. Creación del Registro único de Casos La estrategia contempla una línea de mejora de la coordinación con los servicios sociales, destinada a mejorar la atención del paciente con necesidades sociosanitarias, tanto en su domicilio, como en instituciones. Por primera vez, se realizará seguimiento específico de todos los pacientes que cumplan un criterio de caso socio-sanitario, es decir, que precisen de una doble asistencia, a través de la creación del Registro Único de Casos. En esta plataforma informática se incluirán las personas alojadas en residencias, que se encuentren inmovilizadas en su domicilio, personas con discapacidad, y pacientes de hospitales de agudos o de media estancia. Entre otras ventajas, este registro permitirá establecer circuitos específicos de atención y, en caso necesario, agilizar los ingresos de estos pacientes en hospitales de media estancia. En el caso concreto de las residencias, Sanidad homogeneizará los servicios que se prestan, estableciendo los mismos procedimientos, controles y actividades preventivas existentes en el centro de salud, velando de igual manera por la calidad en la asistencia sanitaria. Para la ejecución de la estrategia la Consejería tiene previsto desarrollar un plan de formación continua de los profesionales sanitarios. Por último, se ha querido dar un valor especial a la evaluación del impacto de las actuaciones. El grupo Director de la estrategia se encargará de realizar seguimiento y evaluar el impacto en la salud de la población así como de la satisfacción y calidad de vida de pacientes y personas cuidadoras. Más de 100.000 personas atendidas con enfermedad crónica El sistema de servicios sociales de la Comunidad de Madrid atiende a más de 100.000 personas con enfermedad crónica. De ellas, casi 90.000 tienen
la condición de dependientes, todos ellos atendidos con el recurso específico dentro del catálogo de dependencia previsto para estas patologías crónicas. En lo referente a las principales patologías crónicas que ocasionan grado de dependencia cabe mencionar las enfermedades del aparato locomotor con el 18,6%, diversos tipos de demencia con el 16,4%, enfermedades del sistema cardio-respiratorio con el 14,7%, enfermedades del sistema nervioso y de los órganos de los sentidos con el 13,55%. A través del Servicio Regional de Bienestar Social de la Consejería de Asuntos sociales, y en coordinación con Sanidad, se están realizando, entre otras iniciativas, el depósito de medicamentos en las residencias para el suministro directo de los mismos, un sistema de interconsultas a través de video-tele-medicina e instalación de los módulos de laboratorio y radiología en residencias de mayores y en centros para discapacidad intelectual. Esta coordinación también incluye la atención a personas con enfermedad mental grave y duradera a través de la Dirección General de Servicios Sociales, con atención social y gratuita a las personas adultas entre 18 y 65 años con discapacidades psicosociales y dificultades de integración causadas por trastornos mentales severos. Para ello se dispone de una amplia Red de Atención social que cuenta este año con 5.754 plazas en centros de rehabilitación psicosocial, centros de día de soporte social, centros de rehabilitación laboral, equipos de apoyo social comunitario, residencias, pisos supervisados y plazas de alojamiento en pensiones, y recursos específicos para personas con trastorno mental en situación de exclusión social.