LA EDUCOMUNICACIÓN A TRAVÉS DE LAS REDES SOCIALES: LOS USOS DE ESTUDIANTES DE SECUNDARIA, BACHILLERATO Y DE UNIVERSIDAD Autoría: María del Mar Soria Ibáñez. Doctora en Comunicación por la Universidad de Málaga. Antonio Castillo Esparcia. Profesor Titular Dpto. Comunicación Audiovisual y Publicidad. Universidad de Málaga. Resumen Las redes sociales se han convertido en el principal medio de comunicación y socialización en los jóvenes estudiantes. Algo que repercute directamente en sus rutinas diarias frente a sus estudios, puesto que su vida cotidiana ya gira en torno a estas comunidades virtuales y, por tanto, su faceta académica también se manifiesta a través de esta herramienta. Abstract Social networks have become the main communication and socialization tool by young students. Something that directly affects their daily routines in front of their studies, because their daily lives and revolves around these virtual communities, so its academic aspect is also evident through this tool
1. INTRODUCCIÓN La Sociedad de la Información y el mundo globalizado del que formamos parte y en el que, especialmente los estudiantes de Secundaria y de Universidad se encuentran inmersos, hace que nuestro modo de proceder tenga que adaptarse a los nuevos métodos, de manera que el principal instrumento de nuestra vida cotidiana es Internet. Si hablamos de la incursión de la Web 2.0, fundamentalmente en el panorama de la educomunicación, nos encontramos con una nueva forma de enseñar y aprender a través de un medio de comunicación interactivo cuyo principal cometido es facilitar el trabajo en colaboración (Nafría, 2008: 359). Existe, sin lugar a dudas, una estrecha relación entre educación e Internet, puesto que se trata puesto que este medio de comunicación es el habitual entre los jóvenes, y porque también a través del mismo se ha generado un elemento que ha atrapado la atención de la mayor parte de estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (E.S.O.), de Bachillerato y de Universidad: las redes sociales. Este instrumento parece ser el más utilizado por los discentes, especialmente si hablamos de estudiantes de E.S.O. y de Bachillerato, porque allí es donde están sus amigos, además de en la calle y de otros lugares públicos (Bernete, 2010:110). Hablamos, por tanto, de un instrumento que fomenta la comunicación pero también la socialización entre los jóvenes. De hecho, los datos en este sentido demuestran que nos encontramos ante un fenómeno sin precedentes, materializado en cifras tales como que nueve de cada diez jóvenes dice haber participado o accedido e redes sociales como Facebook o Tuenti, y ocho de cada diez afirma tener su propio perfil en alguna de estas comunidades digitales (Troncoso, 2010). Dicho lo anterior, resulta casi una necesidad detenernos en la relación establecida entre las redes sociales y en nuestros jóvenes estudiantes. Si comprendemos el vínculo que se ha generado entre los elementos 2.0 y las personas que se encuentran en el aula, podremos adaptarnos a sus rutinas y favorecer un proceso de enseñanzaaprendizaje en el que la educomunicación se traduzca en la adaptación al medio de Internet. La competencia digital, fomentada a través de las redes sociales y del trabajo colaborativo, también puede ser un hándicap importante a la hora de programar tanto en la educación Secundaria como en los posteriores estudios universitarios.
1. OBJETIVOS Debemos de partir de la premisa inicial de que las redes sociales protagonizan el día a día de los jóvenes estudiantes. En España, la red social más popular es Tuenti (5,1 millones de usuarios), seguida de MySpace (4,3 millones de usuarios) y de Facebook (3,5 millones de usuarios), y los principales usuarios de las mismas son jóvenes de entre 16 y 30 años (Martínez: 2009: 165). Dicho lo anterior, y a tenor de las cifras, debemos plantearnos un estudio que analice los diferentes usos que realizan los jóvenes estudiantes de las redes sociales para poder determinar conclusiones en torno a cuestiones relativas a su rendimiento. Dicho lo anterior, nos proponemos lo siguiente: 1. Determinar el tipo de redes sociales más utilizadas y ahondar en el tiempo medio dedicado a esta tarea por estudiantes de E.S.O., Bahillerato y de Universidad. 2. Estudiar si existe un uso de las redes sociales como elementos para ampliar conocimientos o reforzador de contenidos.
2. METODOLOGÍA La metodología empleada para desarrollar nuestro estudio y alcanzar los objetivos propuestos ha sido el cuestionario. Según Martínez (2002:12), es una técnica para obtener información de la realidad que se está estudiando y nos permite utilizar un instrumento fácil de construir, de contestar y de analizar. La finalidad del cuestionario es obtener, de manera sistemática y ordenada, información de la población investigada sobre el tema que nos interesa conocer, en este caso el uso del Campus Virtual como herramienta de aprendizaje. Dicho lo anterior, las 20 preguntas lanzadas a la población objeto de estudio se han estructurado atendiendo a los siguientes criterios: 1. Perfil de los estudiantes: tramo de edad, estudios que se está cursando (Educación Secundaria Obligatoria/Universidad) o sexo. 2. Uso de Internet: tiempo de conexión diaria o herramientas más utilizadas. 3. Uso de redes sociales: motivaciones, tiempo dedicado, formas de uso, socialización o empleo didáctico de las mismas. 2.1. Corpus de estudio Aunque el cuestionario estaba dirigido, inicialmente, a 80 estudiantes en total (40 de estudios medios y 40 de estudios superiores), respondieron finalmente 63., de los cuales 31 pertenecían a estudios de Secundaria, y 32 a estudios universitarios. Se ha tratado de una muestra por conglomerdos entre discentes de los cursos comprendidos entre 1º y 4º de E.S.O. (entre 12 y 15 años), 1º y 2º curso de Bachillerato (entre 16 y 18 años) y de estudios universitarios (más de 18 años).
3. RESULTADOS En primer lugar, debemos señalar que el 49% de las respuestas obtenidas pertenecen a estudiantes de E.S.O. y Bachillerato, mientras que el 51% se corresponde con alumnos/- as de estudios universitarios. Por tanto, se detecta un mayor índice de respuesta entre el alumnado mayor de 18 años. Ello puede deberse también a que, al tratarse de estudiantes que están cursando una formación de carácter superior y a la que acuden de forma voluntaria, podemos decir que se trata de alumnos/-as mucho más interés a todo lo relacionado con sus estudios. Por tramos de edad, ha habido un interés igualitario en responder en el grupo de la E.S.O. y Bachillerato, ya que, de las 31 respuestas de este grupo, el 26,23% se ha correspondido con el grupo de edad de entre 12 y 15 años y otro 26,23% con el colectivo de entre 16 y 18 años. El siguiente gráfico nos muestra la tasa de respuesta: Por otro lado, y ahondando ahora en el uso de Internet que realizan los jóvenes encuestados, se ha detectado que un 100% posee Internet en el hogar. En lo que respecta al tiempo que se dedica al uso de Internet, se detecta que hay una mayoría (79,36%) que se conecta en un tiempo medio estimado de entre dos y cinco horas. Se trata de un dato que afecta a todos los estudiantes más o menos por igual, independientemente de la edad que tengan. En la línea anterior, lo que si se ha podido comprobar es que, teniendo en cuenta que ha habido un 49,21% de respuesta femenina, al menos la mitad de las mismas confiesa que se conecta a Internet menos de una hora. No ocurre lo mismo en el caso de los hombres. Por ello, se puede determinar que el género también influye en el tiempo de dedicación a Internet, de manera que, en términos generales, los chicos hacen un mayor uso que las chicas de este instrumento. Por otro lado, y cuando se les pregunta de qué herramienta de Internet suelen hacer un mayor uso, la respuesta generalizada (82,53%) es sobre redes sociales. Aquí,
una vez más, la edad influye en el uso de una u otra red social, prevaleciendo, fundamentalmente las generalistas Facebook y Tuenti, teniendo en cuenta que esta segunda es mucho más utilizada por jóvenes de entre 12 y 18 años que por estudiantes universitarios. Por otro lado, si hablamos del tiempo de dedicación a las redes sociales, los resultados suelen coincidir con el que se dedica a Internet en general. De este modo, y como se puede observar en el siguiente gráfico, más de la mitad de los estudiantes encuestados (55%) está una media de entre dos y cinco realizando un uso exhaustivo de las redes sociales. Tan sólo un 33,33% las utiliza menos de una hora o un 6,67% no realiza ningún tipo de uso. Por tramos de edad, volvemos a ver a través de este criterio que los jóvenes de entre 12 y 18 años que aún no han ingresado en la Universidad son los que realizan un mayor uso de las redes sociales, teniendo en cuenta, además, que son los que se encuentran realizando estudios de manera obligatoria, al menos hasta los 16 años. Obviamente, todo el tiempo que dedican a conectarse a Facebook o Tuenti resta dedicación a sus estudios.
En la línea anterior, se debe matizar que un 60,32% de los estudiantes encuestados manifesta que las redes sociales restan tiempo a sus estudios, y por ello resulta lógico también que tan solo un 17,46% utilice las redes sociales para completar sus actividades de clase y ampliar conocimientos. También en esta línea un 40% de los estudiantes ha confesado que usa esta herramienta para intercambiar conocimiento, fundamentalmente orientado a solventar dudas y a reforzar tareas de clase, que no a completar lo que ya tiene resuelto. Por ello, entendemos que el uso de las redes sociales y su relación con los estudios se basa sobre todo en resolver dudas y en reforzar aquello que no se sabe. Raramente se utiliza para intentar ampliar conocimientos. 4. CONSIDERACIONES FINALES Como ya se ha comprobado, la red social más utilizada por los jóvenes encuestados es Tuenti. Ello tiene sentido si tenemos en cuenta que se trata de una comunidad virtual nacida en España y que irrumpió mucho antes que Facebook en el grupo de jóvenes estudiantes. Por tanto, el grupo de estudiantes que tienen entre 12 y 18 años, y que se corresponden con los colectivos de E.S.O. y/o Bachillerato prefieren hacer uso de este elemento, mientras que el colectivo perteneciente a estudios universitarios apuesta por Facebook. A lo anterior debemos añadir que el tiempo de dedicación a las redes sociales, independientemente del tramo de edad, se generaliza entre las dos y cinco horas. Por tanto, hablamos de estudiantes que, fuera del aula, dedican la mayor parte de su tiempo a Internet. Puede que compaginen esta actividad con sus estudios, de manera que, simultaneamente, realizan sus tareas al mismo tiempo que charlan con sus contactos de Tuenti o Facebook. Este dato resulta relevante a tener en cuenta, puesto
que si se trata de discentes que pasan la mayor parte del tiempo interactuando con otros usuarios en Internet, quizá sería útil programar un aprendizaje que contemplara esta herramienta como base para desarrollar tareas. Por otro lado, y en lo que respecta a la posible relación que se establece entre el uso de redes sociales y una hipotética aplicación didáctica, los resultados obtenidos apuntan a que tan sólo un 17,46% de los encuestados/-as utiliza las redes sociales para ampliar conocimientos. Este grupo puede corresponderse con jóvenes que hacen uso de Facebook o Tuenti para buscar grupos afines a sus intereses académicos y de este modo estar informados/-as de todas las novedades a este respecto. Sin embargo, también hemos detectado que la mayor parte de los estudiantes indica que el uso de las redes sociales resta tiempo de dedicación a sus estudios. Ahora bien, dicho lo anterior, y teniendo en cuenta que, en términos generales, el uso de Internet perjudica a las rutinas académicas de los jóvenes, por qué no planificar un modelo en el que las redes sociales sean el instrumento para completar las tareas de clase? En este sentido se podrían programar actividades en las que, para que sea posible completar la tarea, los estudiantes tengan que comunicarse a través de la red social de la que hacen un mayor uso. Igualmente, y en la línea anterior, otro ejemplo de conciliación entre Internet y estudios podría ser la investigación de comunidades virtuales que tengan relación con el objeto de estudio y, a paritr de ahí, establecer similitudes y diferencias entre la información encontrada en las redes sociales y lo que se ha visto en clase. En definitiva, y dado que los resultados demuestran que los jóvenes no van a prescindir de las redes sociales, se debe de crear un modelo de enseñanza-aprendizaje en el que el principal medio de comunicación y enseñanza sea Internet. El trabajo colaborativo y la optimización de la competencia digital a través de las redes sociales puede y debe ser el siguiente paso en las aulas de cualquier nivel. Sólo de este modo podremos conseguir una mayor atención y una mayor satisfacción entre los estudiantes que podría verse reflejada en los resultados académicos.
5. FUENTES DOCUMENTALES BERNETE, F. (2010): Usos de las TIC, Relaciones sociales y cambios en la socialización de las y los jóvenes, en Revista de Estudios de Juventud, n. 88 (97-114). Madrid: Instituto de la Juventud. MARTÍNEZ, Francesc (2002). El cuestionario. Un instrumento para la investigación de las ciencias sociales. Barcelona: Laertes. MARTÍNEZ, M.A. (2009): Redes sociales, contenidos publicitarios y dispositivos móviles, en Icono 14, n. 12 (162-163). Madrid: Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad II. NAFRÍA, I. (2008): Web 2.0. El usuario, el nuevo rey de Internet. Madrid: Gestión 2000. TRONCOSO, A. (2010): Las redes sociales y la APDCM, en Datospersonales.org: La revista de la Agencia Española de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid, n. 43. Madrid: APDCM. Documento disponible en: http://www.madrid.org/cs/satellite?c=cm_revista_fp&cid=1142581855100&esarticul o=true&idrevistaelegida=1142576007987&language=es&pag=1&pagename=revista DatosPersonales%2FPage%2Fhome_RDP&siteName=RevistaDatosPersonales. Fecha de consulta: 07/06/2011.