Los yacimientos de icnitas en el Macizo del Caroig

Documentos relacionados
Guía del yacimiento arqueológico

CÓMO SE ESTUDIA LA HISTORIA

In situ Oportunidades para sentir el pasado, medios para difundir la historia de Forua

Para su estudio, la Prehistoria se divide en tres periodos que se corresponden con la propia evolución de la humanidad.

Por qué es importante conocer la historia de la humanidad?

Cómo sistematizar una experiencia?

un lugar para aprender y experimentar la Prehistoria.

BIOLOGÍA Y GEOLOGÍA 1º BACHILLERATO

Operación de Microsoft Excel

PROYECTO XOCHICALCO, MORELOS.

EL ORIGEN DE LA AGRICULTURA Y DE LAS SOCIEDADES COMPLEJAS

De Rascafría a El Purgatorio

Plan de mejora de las competencias lectoras en la ESO. PERFECTOS, AMIGOS Y GEMELOS

Qué quiere decir Nuestro Entorno?

AMAZONAS A S R T L M U U E L U A I L G R E V O S L R L A U O 14 15

Testimonio vivo de la cultura rural más tradicional. Un lugar de encuentro entre culturas y generaciones.

DEPORTE DE ORIENTACIÓN

Alejandro Ramos Molina Museo Arqueol(ígico Elche (Alicante) SUMMARY

LA ACTIVIDAD PESQUERA DEL PUERTO DE SANTA LUCÍA CUADERNO DEL ALUMNO

DIBUJO I. Teórica CLASE 1

TODOMUTA ESTUDIO OBJETOGRÁFICO

DISEÑADOR DE ESCALERAS

El impacto de la crisis en las ONG

Sistemas de Gestión de Calidad. Control documental

REPRESENTACIÓN GRÁFICA. La representación gráfica que realizamos de nuestros proyectos están sujetas a las normas UNE, siguientes:

NUESTRO PLANETA TIERRA

TEMA 1: ESPAÑA: SITUACIÓN GEOGRÁFICA. UNIDAD Y DIVERSIDAD.

MUSEO ARQUEOLÓGICO MUNICIPAL DE JEREZ DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN

Roberto Quejido Cañamero

LA ALPUJARRA, UN VALOR UNIVERSAL EXCEPCIONAL Ángel Bañuelos Arroyo Presidente del Centro UNESCO de Andalucía

SISTEMA INTEGRADO DE DOCUMENTACIÓNDEL PATRIMONIO HISTÓRICO DE LA COMUNIDAD DE MADRID

INFORME TALA-PODA -QUEMA DEL MONTE (urbanización Sierra de Tajuña) Ambite (Madrid)

Aventuring Turismo Activo- espectáculos interactivos- eventos y actividades empresatel info@aventuring.

13. LOS DOMINIOS Y PAISAJES AGRARIOS EN ESPAÑA

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA DE C/ CEFERINO, Nº 4-8 (MURCIA) Francisco Muñoz Martínez. Trinidad Castaño Blázquez

Informe de proyecto ejecutado

Cuencas Hidrográficas

ENCUESTA DE REFERENCIA VISUAL PARA EL DESARROLLO DEL PLAN DE PARTICIPACIÓN PÚBLICA DE UN ESTUDIO DE INTEGRACIÓN PAISAJÍSTICA

PROGRAMA GENERAL DE ACTIVIDADES

FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN HOTELERA, TURISMO Y GASTRONOMÍA. LIMA, PERÚ

ETAPAS DEL DESARROLLO GRÁFICO-EXPRESIVO EN EL NIÑO/A DE EDUCACIÓN INFANTIL

SITUACIÓN C/ La Cruz, nº 3

PROGRAMA DE ACTIVIDADES ESCOLARES

ES U ESPAÑA 11. Número de publicación: Número de solicitud: A47G 29/00 ( )

Cuadernillo ALUMNO 7 0 básico. Matemáticas

DOSSIER VISITA ESCOLAR

Base de datos en la Enseñanza. Open Office

La Pedrera inicia la limpieza y restauración general de la fachada

Guía paso a paso para la cumplimentación del formulario de candidatura

RECOMENDACIONES PARA ESTABLECER UN RECORRIDO PARA EL PROGRAMA SACRE EN INVIERNO.

Autora.- Ana Hinojosa Esteo UNIDAD 7

TEMA 5.1 EL BRONCE ANTIGUO y MEDIO EN EUROPA

Imagen 1: Vista panorámica de la playa de El Candado

TÍTULO DE LA UNIDAD: El dominio del agua. DESTINATARIOS: 1º y 2º de la ESO

V.- ESTILOS DE ARTE RUPESTRE EN EL CURSO SUPERIOR DEL RÍO ACONCAGUA

GUÍA TÉCNICA PARA LA DEFINICIÓN DE COMPROMISOS DE CALIDAD Y SUS INDICADORES

Las cuatro claves para planificar nuestro ahorro de cara a la jubilación

TEMA 3: MÉTODO CONTABLE. LAS CUENTAS

UN POZO DE ABSORCIÓN CÓMO HACER? 2 nivel dificultad

La remodelación del complejo permitirá acoger hasta 36 millones de viajeros en Madrid, 24 de abril de 2009 (Ministerio de Fomento).

En un lugar de Cameros...

CLUB DE LECTURA Los zampalibros. 1. Origen 2. Objetivos 3. Integrantes club 4. Selección libros 5. Metodología 6. Calendario 7.

- MANUAL DE USUARIO -

Guía para el tratamiento en Allegro de recibos para centros no pertenecientes a la Generalitat Valenciana.

Museo Nacional de Antropología

Vinos exclusivos. by hiscox

Secuencia para 4 grado- Sistemas de referencias ACTIVIDAD 1: BATALLA NAVAL

La ventana de Microsoft Excel

Paso 1 de 13. Paso 2 de 13. Guía de aprendizaje de Flash CS5 Tutorial 3. Creación de un logotipo textual.

Resumen ÁREA DE FACTURACIÓN::INFORMES::Pedidos Detalle Resumen ÁREA DE

6. CIRCUITO Y FLUJO DE MATERIALES

GESTIÓN DOCUMENTAL PARA EL SISTEMA DE CALIDAD

Mediante la aplicación de la metodología a los datos disponibles para este estudio, esta

Un vistazo a la calle revela que hay una gran cantidad de vehículos con arañazos o

CAPÍTULO VII CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES. Para llevar a cabo este proyecto de manera exitosa fue necesario realizar un análisis

Unidad didáctica: Metrología e instrumentos de medida. CURSO 3º ESO versión 1.0

CRITERIOS PARA LA APLICACIÓN DEL ITINERARIO PARA LA INSERCIÓN LABORAL DE LOS RECLUSOS

Estudio de los mohos del pan

Análisis de los datos

CARACTERIZACIÓN DE HOGARES EN POBREZA EXTREMA Y CARENCIA ALIMENTARIA EN

Diciembre núm.96. El capital humano de los emprendedores en España

Pensar la enseñanza, tomar decisiones

V Manual de Portafirmas V.2.3.1

3.3 Análisis perceptual de los espacios públicos generado del vaciado urbano

Tras crear el terreno, añadir los objetos y programar la interfaz, el aspecto de la escena inicial quedó como se muestra en la Figura 30.

GENERACIÓN DE ANTICIPOS DE CRÉDITO

LA HISTORIA DEL DISEÑO GRÁFICO, DESDE LOS ORÍGENES DE LA HUMANIDAD HASTA LA APARICIÓN DE LA WEB E INTERNET.

2.1. EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA (ESO)

Si quieres, te enseño mi pueblo!

Operación de Microsoft Excel. Guía del Usuario Página 79. Centro de Capacitación en Informática

TIPOS DE RESTRICCIONES

UBICACIÓN DE LA PLANTA

CAPÍTULO 4. EL EXPLORADOR DE WINDOWS XP

RESIDUOS MUNICIPALES Y DESARROLLO SOSTENIBLE

COOPERACIÓN LATINOAMERICANA PARA RESCATAR CAPAQ ÑAN, EL CAMINO DEL INCA.

ÁNGULOS Y TRIÁNGULOS EN LAS PIRÁMIDES EGIPCIAS

PAGINA WEB LA PIEL LEIDY HURTADO COD JULIÁN GONZÁLEZ COD UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PEREIRA

TEMA 8: SISTEMA DE COSTES POR PROCESOS. INDICE. 1.- Caracteristicas generales de los sistemas de costes por procesos.

Speed EAM La información a un clic

Cuarto grado de Primaria

Transcripción:

Los yacimientos de icnitas en el Macizo del Caroig El yacimiento del "Tambuc" en Millares es el más representativo de la Comunidad Valenciana La presencia imborrable de los dinosaurios queda, en la actualidad, reducida a icnitas, huevos y restos óseos. Los yacimientos de icnitas (nombre científico por el que se conoce a los restos fosilizados de huellas) del Macizo del Caroig se encuentran entre los mejores de toda la Comunidad Valenciana. De hecho la Conselleria de Cultura inició, en el mes de junio de 2004, el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural como Zona Paleontológica los yacimientos de icnitas localizados en Bicorp, Dos Aguas y Millares, por contener fósiles de interés relevante tanto de carácter científico como didáctico. Y por lo que se refiere a los huevos y restos óseos, en el territorio del Macizo del Caroig recientemente se han encontrado vestigios de ellos en La Solana, en el término municipal de Tous. Huellas de dinosaurios tridáctilos encontradas en el yacimiento del Tambuc (Millares) Pero además la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Conselleria, el pasado mes de noviembre de 2004, ha presentado ante la UNESCO la candidatura para que los yacimientos de huellas de dinosaurios de la Península Ibérica sean declarados Patrimonio Material de la Humanidad. Es el inicio de la conservación de los yacimientos valencianos. La meta no es conocer la presencia de dinosaurios, sino ponerla en valor y mantenerla para las generaciones futuras. En la referida candidatura tiene una gran importancia la Comunidad Valenciana, que presenta la misma junto a otras autonomías, pues el yacimiento icniológico de "Tambuc" en Millares es el mejor de los yacimientos valencianos. Los yacimientos icniológicos de Dos Aguas y Millares, de una edad aproximada de 80 millones de años (Cretácico superior) constituyen una de las últimas evidencias de la existencia de dinosaurios previa a su repentina desaparición, en el Cretácico terminal. El yacimiento icniológico de Bicorp está ubicado en el Barranco del Randero. Sus icnitas se localizan sobre estratos de calizas laminadas, en disposición subhorizontal. Se han identificado 2 icnitas tridáctilas mexaxónicas completas, 106

de diferente tamaño, y una tercera icnita parcialmente conservada. Las huellas, por su morfología (tridáctilas, talón agudo, dígito III de mayor tamaño) y tamaño (hasta 50 cm de anchura), pueden ser atribuidas a dinosaurios terópodos de talla media a gran talla. Pertenecen al Cretácico Superior. La icnitas se encuentran moderadamente marcadas sobre las láminas más superiores del estrato rocoso, aunque el contorno de las mismas se encuentra difuminado por acción de las aguas meteóricas. En el yacimiento de Dos Aguas se identifica un rastro principal, compuesto por aproximadamente 27 icnitas, dispuestas según una dirección norte-sur. Es cruzado por varios rastros de menor longitud, mal definidos, de dirección prácticamente perpendicular al rastro principal. En total se han encontrado unas 50 icnitas. Agunas de ellas están marcadas con gran profundidad, con morfología mal definida, de subcirculares a ovaladas. El fondo de algunas sí parece mostrar cierta morfología tridáctila. Por su distribución, las huellas del rastro principal son atribuidas, con reservas, a un dinosaurio bípedo. Pero también la disparidad de tamaño obliga a pensar a una correspondencia con impresiones de las manos y pies de un dinosaurio cuadrúpedo. Por lo que se refiere a los yacimientos de Millares, el "Tambuc-Este" y el "Tambuc-Oeste", podemos decir que son los mejores de los yacimientos valencianos. Estos cuentan con el mayor número de icnitas, más de 200, de la Comunidad Valenciana, y por otra parte presenta muy buenas expectativas de incrementar el número de huellas expuestas. El depósito de Millares es uno de los más representativos de la Comunidad valenciana, según los paleontólogos. El "Tambuc" tiene muy buenas condiciones de exposición y la posibilidad de crear itinerarios de visitas, y además se encuentra cercano al yacimiento de Bicorp. Ocupa una extensión de 6.000 m 2, y es el yacimiento que goza de 107

mejor estado, una circunstancia que ha permitido obtener valiosa información de cómo vivía y qué dimensión adquirió el dinosaurio del Cretácico. En el "Tambuc-Este" se han identificado una total de 84 icnitas de morfología tridáctila. Unas 62 son aisladas y 22 forman parte de 6 rastros. El análisis de las icnitas determina una dirección preferente de desplazamiento noroeste-suroeste. Las huellas pueden ser atribuidas a dinosaurios terápodos y ornitópodos de talla reducida a media. Existe cierta variabilidad en tamaño y forma por lo que no se descarta de que hayan sido impresas por dinosaurios de diferente estado de desarrollo dentro de una población monoespecífica. En el "Tambuc- Oeste" se han identificado un total de 132 icnitas tridáctilas, 109 de ellas son aisladas y 19 forman parte de 6 rastros. La orientación preferente es hacia el suroeste. Las huellas pertenecen también a dinosaurios terópodos y ornitópodos. Ambos son del Cretácico Superior. Yacimiento del Tambuc (Millares) 108

El arte rupestre del Caroig Patrimonio de la Humanidad El agua que discurre por los montes y los barrancos de la cuenca del Júcar ha excavado oquedades en las paredes rocosas del Macizo del Caroig, formando abrigos que contienen multitud de pinturas rupestres. Muchas de ellas, ya casi imperceptibles, nos sorprenden por la complejidad de su temática y la calidad de su ejecución. Son la expresión más directa de los pobladores prehistóricos de estas tierras; documentos insustituibles para conocer sus modos de vida y su pensamiento simbólico. El entorno natural Las escenas de la pintura rupestre, con sus expresiones de fauna, nos remiten a un medio ambiente poco alterado. Sin duda alguna extensos bosques cubrían entonces el Macizo del Caroig, en los que habitaban numerosas especies silvestres: ciervos, corzos, cabras, uros, caballos silvestres y abundantes carnívoros. Con la implantación de la agricultura y la ganadería durante una fase avanzada del Neolítico comenzó la transformación del medio, la deforestación y un progresivo empobrecimiento en especies. En este ecosistema los ciervos fueron muy frecuentes durante la Prehistoria, así como los uros y caballos representados asimismo en las Cuevas de la Araña. Se han identificado encinares en la secuencia de la Ereta del Pedregal (Navarrés). Pero el Macizo del Caroig es aún hoy una de las mayores reservas naturales de nuestra Comunidad y un excelente escenario para conocer nuestra prehistoria. Barranco Moreno (Bicorp) 109

La voz del pasado Todos los pueblos han intentado saber acerca de sus orígenes. Los complejos arqueológicos han guardado información, a veces intacta o bien protegida, que nos brinda la oportunidad de acercarnos a nuestras raíces más profundas para descifrar la etapa más oscura de la evolución humana. El arte prehistórico nos ayuda a comprender mejor el pasado de los pueblos, ya que es la expresión no tan sólo de un sentimiento estético sino también de un sentimiento religioso, vital e histórico. Grabados, esculturas y pinturas, ya sea en cuevas o abrigos, nos hablan del mundo real y del sobrenatural, constituyen un lenguaje y la plasmación de un pensamiento complejo y simbólico, siempre difícil de interpretar. Las manifestaciones del arte rupestre nos permiten intuir y conocer las inquietudes y preocupaciones espirituales así como diversos aspectos de la vida cotidiana- de los pueblos prehistóricos que nos precedieron. Patrimonio de la Humanidad El Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, en el que se incluyen las pinturas rupestres de los pueblos del Macizo del Caroig, fue declarado Patrimonio de la Humanidad el 5 de diciembre de 1998 por la UNESCO. Esta declaración afecta no sólo al arte rupestre sino también al territorio que le acoge. Esta declaración de patrimonio universal afecta a más de 30 yacimientos arqueológicos con pinturas rupestres en la zona de ámbito de la Asociación Macizo del Caroig, y a las 7 poblaciones que los albergan: Bicorp, Millares, Dos Aguas, Quesa, Moixent, Enguera y Navarrés. La UNESCO reconoció de esta manera los grandes valores de estas manifestaciones artísticas del pasado, como exponentes de la creatividad humana de las últimas sociedades de cazadores-recolectores. En definitiva, unas Cabra y ciervo de la Cueva de la Araña (Bicorp) 110

emocionantes expresiones artísticas de belleza y plasticidad exclusivas, que se denominan en el ámbito especializado, estilo levantino. El reconocimiento internacional hace hincapié en el aspecto cultural, pero con un valor natural añadido dada la singularidad de estos espacios naturales, no sólo como una mirada hacia el pasado sino también como una visión de futuro. Las pinturas rupestres en el Macizo del Caroig y sus estilos La riqueza del ecosistema y su magnífica situación geográfica han hecho de esta zona una de las más ricas en arte rupestre prehistórico. Los primeros descubrimientos de arte rupestre en la zona se remontan al año 1920, cuando fueron descubiertas las Cuevas de la Araña. Desde entonces no han dejado de localizarse nuevos conjuntos y todavía hoy continúan produciéndose hallazgos extraordinarios. Los abrigos y cavidades del Caroig conservan muestras de diversos estilos de arte rupestre prehistórico. Se ha afirmado la existencia de Arte Macroesquemático en algunas figuras conservadas en el Barranco del Bosquet de Moixent, en el abrigo de Roser de Millares o incluso en los abrigos del Barranco Moreno de Bicorp. Se trata de grandes figuras de tendencia esquemática pintadas en color rojo que representan figuras humanas con los brazos levantados y grandes serpentiformes de desarrollo vertical. No obstante y pese al enorme interés de estas manifestaciones, el estilo más extendido en la zona del Caroig es el Arte Levantino. El rasgo más característico de esta forma de expresión es la composición de escenas de muy diversa temática, protagonizadas por hombres, mujeres y animales. Entre ellas predominan las de caza, aunque abundan también los grupos de arqueros en muy diversas actitudes; marchando provistos de arcos, como en el abrigo del Ciervo (Dos Arquero del Abrigo del Ciervo (Dos Aguas) 111

112

Aguas) o en el abrigo del Barranc de les Alcusses (Moixent). En otras ocasiones los descubrimos participando en danzas, como la del abrigo del Voro (Quesa), donde aparecen cuatro guerreros en fila, pertrechados con arcos y flechas, en lo que parece algún tipo de ritual ya que además de la posición danzante están tocados con gorros y plumajes que les confieren una actitud especial. De cariz completamente distinto son las escenas de la vida cotidiana, de las que contamos con buenos ejemplos en el abrigo de Lucio (Bicorp) y las de recolección, cuya mejor muestra la encontramos en las Cuevas de la Araña (Bicorp). En la zona más alta de la roca, alrededor de una oquedad natural que parece representar una panal, hay unos trazos gruesos de los que cuelgan tres cuerdas que llegan hasta la parte inferior de la pared. En su extremo superior, junto al agujero, una figura humana que parece curvar las cuerdas por el peso lleva en la mano un recipiente similar a una cesta. A su alrededor aparecen representadas las abejas de diferentes tamaños. Esta escena, a pesar de la sencillez, constituye el primer documento gráfico sobre la recolección de la miel en la prehistoria y ha pasado a convertirse en símbolo mundial de la apicultura. Pero sin duda alguna las escenas más frecuentes y de mayor expresividad son las cinegéticas. En ellas grupos de arqueros se representan acechando o lanzando flechas contra cabras, ciervos, caballos y otros animales. En algunas escenas de caza los podemos observar a la carrera, siguiendo huellas, acosando a los animales heridos o cobrando sus presas. En las Cuevas de la Araña (Bicorp), se conserva una escena de cacería en la que al menos nueve arqueros cercan y disparan sus flechas sobre un rebaño de cabras. Algunos animales yacen muertos y otros huyen heridos de los cazadores. Pero los animales aparecen también en actitud reposada, tal y como debieron ser vistos por los cazadores levantinos en la exploración de su territorio. Son buenos ejemplos el grupo de cabras, ciervo y cierva del abrigo II de las Cuevas de la Araña o el gran toro de la tercera cavidad de este mismo conjunto, una de las figuras de mayor tamaño de todo el repertorio levantino peninsular. El tercer estilo identificado en los abrigos del Macizo del Caroig es el Arte Esquemático. El emplazamiento de las manifestaciones esquemáticas es similar al de los otros estilos descritos, con los que comparte cavidades y en ocasiones incluso se superpone a ellos. A diferencia del Arte Levantino este estilo incluye además de la pintura la técnica del grabado. La pintura es normalmente roja, pero también se usan pigmentos anaranjados, negros y blancos. Para aplicar la pintura sobre la roca se usan a modo de pinceles los dedos y tampones anchos, que dejan trazos irregulares y de bordes imprecisos. La técnica de grabado esquemático es normalmente por picado de la roca creando surcos anchos e irregulares. La característica que mejor define este estilo es la simplicidad gráfica a la hora de representar las figuras humanas y animales. No obstante existen muchas variantes. Otros motivos como soliformes, ídolos y representaciones geométricas completan el repertorio temático del Arte Esquemático. Los conjuntos esquemáticos más importantes del Macizo del Caroig se encuentran en el Barranco Moreno, con la Balsa de Calicanto y el abrigo de los Gineses como conjuntos principales; en el Barranco del Bosquet de Moixent o en el Cinto de la Ventana de Dos Aguas. Las investigaciones en torno al poblamiento prehistórico en el Macizo del Caroig, todavía se encuentran en una fase preliminar. Sin duda alguna el futuro nos deparará nuevos hallazgos que mejoren el conocimiento que tenemos de su prehistoria y de la evolución del paisaje. 113

ABRIGO DEL CIERVO (Dos Aguas) ABRIGO DE VICENT (Millares) CINTO DE LA VENTANA (Dos Aguas) CUEVAS DE LA ARAÑA (Bicorp) ABRIGO DE LAS CAÑAS (Millares) Principales conjuntos del Arte Rupestre del Caroig En la zona del Macizo del Caroig se encuentran entre el 25 y el 30 % del arte rupestre de la provincia de Valencia, aunque todavía hoy no han dejado de localizarse nuevos conjuntos. Sus pinturas sorprenden por la complejidad de su temática y la calidad de su ejecución. Se estima que éstas tienen entre 7.000 y 8.000 años, aunque es difícil evaluar su origen. Están realizadas con pigmentos naturales. La privilegiada situación geográfica de la zona hizo, con toda probabilidad, que ésta sea de las más ricas en arte rupestre, contando con abrigos que están preparados para la visita. encontramos la Cueva de la Araña, En En Bicorp encontramos la Cueva de la Araña, cuyas pinturas son un clásico del arte rupestre levantino y del prehistórico en general. CONJUNTO DEL BARRANCO MORENO (Bicorp) ABRIGO DEL VORO (Quesa) ABRIGO DEL GARROFERO (Navarrés) CHARCO DE LA PREGUNTA (Enguera) CONJUNTO DEL BARRANC DE LES COVES (Moixent) Está situada en el Barranco de Hongares, afluente del Cazuma. Destaca también el Abrigo del Lucio y el Abrigo de la Balsa de Calicanto. Otros importantes abrigos de esta zona son los del Charco de la Madera y el de los Gineses. En Dos Aguas encontramos la Cueva de La Cocina, localizada en el Barranco Falón, afluente del río Júcar por su margen izquierda. Contiene un importante yacimiento prehistórico, con niveles correspondientes al Mesolítico y al Neolítico También de esta zona son los importantes Abrigo del Ciervo y Cinto de la Ventana. En Millares podemos contemplar el Abrigo de Vicent, que se encuentra ubicado en la Rambla del Tambuc, en la cuenca del Escalona y el Júcar. Y el Abrigo del Roser que se halla en el Barranco de la Puerca en la Rambla Seca. El abrigo de Las Cañas y la Cueva de las Donas contienen también importantes pinturas. En Quesa se halla el Abrigo del Voro, ubicado en la cuenca de los ríos Escalona y el Júcar. Dentro del estilo Levantino encontramos conservados guerreros puestos en fila, pertrechados con arcos y flechas, en lo que parece algún tipo de ritual, con personajes danzantes ataviados con gorros y plumajes en la cabeza, o con adornos en los brazos o las piernas. En Enguera tenemos el Abrigo del Charco de la Pregunta, ubicado en el Barranco de la Hoz, en la cuenca de los ríos Canyoles, Albaida y Júcar. En la Cueva del Chorro se conservan motivos geométricos pintados con trazos anchos de pintura roja anaranjada. En Moixent está el Abrigo de la Penya, que está localizado en la cuenca de los ríos Canyoles, Albaida y Júcar, en el Barranco de Les Coves (del Bosquet). Los abrigos del Barranc del Bosquet, el del Barranco de la Cueva de Les Alcusses y el de Gontrán, son los otros importantes abrigos de esta zona. En Navarrés tenemos el Abrigo del Garrofero, que se halla en la cuenca de los ríos Grande, Escalona y Júcar. Es un abrigo abierto en un resalte rocoso de la margen derecha del río Grande, a 385 metros de altura. 114

Yacimiento de la Ereta del Pedregal en Navarrés Para conocer los momentos más recientes de la Prehistoria del Macizo del Caroig el yacimiento arqueológico más conocido y que aporta más información es el de la Ereta del Pedregal (Navarrés), declarado como Bien de Interés Cultural por la Generalitat Valenciana. Es uno de los más célebres yacimientos arqueológicos valencianos y españoles. Se trata de un yacimiento al aire libre en un buen estado de conservación, emplazado junto a una antigua marjal desecada, de fácil acceso y con un entorno paisajístico netamente agrario entre campos de cultivo. Presenta construcciones de planta rectangular e irregular, conservando restos de una posible muralla, construida desde la fase tercera del poblado. Una parte del yacimiento se encuentra protegido por una valla metálica. Al parecer La Ereta estuvo ocupada durante un milenio, desde el 2.800 al 1.800 a.c., es decir, adscrito al período del Neolítico Final. Los habitantes de este asentamiento practicaban la agricultura y la ganadería pero continuaron desarrollando una actividad cazadora muy importante, como demuestran los hallazgos arqueológicos allí encontrados. Algunas de las manifestaciones rupestres de la zona, como el Arte Rupestre Esquemático, pueden ponerse en relación con estas sociedades. En el Eneolítico Plano de la Ereta del Pedregal 115

(Edad de los Metales) y debido a la vida alrededor del campo de cultivo, se generalizan los poblados junto a ellas, como este de la Ereta. Este período se caracteriza por un ritual sepulcral múltiple, por la generalización de la instalación de poblados al aire libre, con el paulatino abandono de la habitación en cuevas, y por unos materiales arqueológicos muy concretos, que van desde cerámicas lisas, las puntas de flecha de retoque bifacial, a variados elementos ornamentales y representaciones de ídolos en estilizaciones antropomorfas y materiales muy diversos. La metalurgia en general es escasa y poco incidente. Los materiales líticos encontrados en este yacimiento fueron numerosas puntas de flecha de sílex, geométricos, hachas, azuelas y molinos. Por lo que respecta a los materiales cerámicos se encontró cerámica lisa a mano, cucharones y campaniformes incisos. Los materiales metálicos más importantes fueron fragmentos de punta de cobre, punzones de sección cuadrada de cobre y hachas planas. Asimismo fueron hallados huesos de animales pertenecientes a ciervos, corzos, jabalíes o uros. Otro tipo de materiales encontrados fueron cuentas de collar, botones de perforación en V y esferoides de barro cocido. Los ídolos son otro elemento muy localizado en el Eneolítico del Levante. El gran ídolo de La Ereta, trabajado en asta de ciervo, apareció en el estrato III, a 0'90 metros de profundidad y a 1 metro otros dos ídolos oculados sobre huesos largos fragmentados. El estrato III es el primero en el que no hay indicios de metal, y es curioso que también en ese estrato apareciera un cráneo Puntas de flecha encontradas en La Ereta humano, lo que podría relacionarlos con un enterramiento. Los únicos ídolos de este período que aparecen estratigrafiados son los de La Ereta del Pedregal y por ello interesa particularmente este yacimiento, fundamental para el conocimiento del Eneolítico valenciano, con sus secuencias desde el Eneolítico al Bronce. La fecha de Carbono 14 referida ha sido muy contestada por parecer incongruente con la cronología actual del Eneolítico, ya que la muestra procedía de la base del yacimiento. La continuación de las excavaciones ha llevado a una nueva interpretación de la secuencia. El estrato I correspondería al Bronce valenciano; el II al Eneolítico final; el III y IV con dos niveles de fondos de cabaña, al pleno Eneolítico, sin metal; el V sería del Eneolítico inicial. Se ha puesto en duda la posibilidad de establecer una relación entre las estratigrafías antiguas en que aparecieron los ídolos y los resultados de los últimos trabajos. 116

La fecha que proponen Martí y Gil para el desarrollo de los niveles eneolíticos II-V, estaría entre el 2.500 y el 2.000, es decir entre el final del Neolítico, a mediados del III milenio y los comienzos del Bronce hacia 1.900/1.800. Recientemente se ha hecho un breve balance de los resultados de las excavaciones en La Ereta. El nivel inferior, con el que se inicia la vida del poblado correspondería al final del Neolítico y comienzo del Eneolítico en la primera mitad del III milenio. El siguiente, sin metales, son del pleno Eneolítico, a mitad del III milenio. El III estrato, donde se ha localizado la muralla del poblado y en donde aparecen los primeros objetos metálicos y escasos fragmentos de vaso campaniforme inciso, se sitúa a finales del Eneolítico (2.000 a.c.). El nivel IV presenta tierras removidas con materiales eneolíticos y algunos de la Edad del Bronce. Como se puede comprobar el yacimiento de la Ereta del Pedregal se presenta ciertamente complejo, tanto por las alteraciones sufridas como por su misma naturaleza y el medio en el que se encontraba. La fecha "post quem" viene determinada por la datación del C14, que da el 4180 +- 300 a. de C. De acuerdo con esto la vida en el lugar, es decir, el primer asentamiento, se pudo realizar hacia el 3000 a. de C. continuando ininterrumpidamente la vida durante el Eneolítico, con ruinas de cabañas o grupos de ellas. Fundamentalmente la economía se basaba en la explotación agrícola y ganadera como actividades principales, completada con la actividad cinegética y quizá la pesca en un lago con suficiente extensión y profundidad. Cuchillos hallados en La Ereta La mala conservación de la cerámica impide que se disponga de una adecuada tipología, y de formas y decoraciones que serían de gran utilidad, entre las que se cree que aparecerán las campaniformes desde el 2500 a. de C., como ya se han encontrado recientemente para niveles posteriores al 2000. Hacia el 2000 las defensas naturales se refuerzan con la construcción de una muralla o basamento pétreo de empalizada. La probable desecación del lago obligaron al abandono del lugar, ya que no ofrecía seguridades defensivas y desde el 2000 hay tendencia al encastillamiento, lo que se generaliza a partir del 1600 a. de C. Los análisis polínicos realizados nos presentan un paisaje abierto, intensamente influenciado por la acción humana a través de los cultivos y el pastoreo de ganado; con bosques de pinos y carrascas (encinas), con predominio alternativo según las épocas; algún castaño y sauce en las zonas más húmedas, junto a abundantes herbáceas, especialmente las que acompañan a los cultivos. 117

La Bastida de les Alcusses de Moixent Una ciudad ibérica del siglo IV a. C. Visitar La Bastida de les Alcusses, en el término municipal de Moixent, es como realizar una visita completa al pasado. Esta fue una de las ciudades más importantes del norte de la Contestania ibérica en el siglo IV a.c. Sin embargo desconocemos su nombre, así como también las causas históricas que motivaron su destrucción y su abandono hacia el 325 a.c., después de una corta existencia de cerca de 100 años, justo en el período de máximo apogeo de la Cultura Ibérica, aunque de las excavaciones se deduce una destrucción violenta. Se accede por la carretera de Moixent-Fontanares, con acceso señalizado, o a través de un agradable paseo entre pinos. Ocupa una extensión de 650 m. de longitud y unos 150 metros de anchura. Está considerado como uno de los principales poblados ibéricos de la Comunidad Valenciana. Las ruinas fueron descubiertas en 1909 por Luís Tortosa, y en el mismo año fueron visitadas por Ballester Tormo, que inició las excavaciones arqueológicas. Las realizadas por el Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia entre los años 1928 y 1931 descubrieron, aproximadamente, la mitad de la superficie de la ciudad. La magnitud de los restos constructivos y la riqueza de los hallazgos, entre los que destacan una lámina de plomo con escritura ibérica tartésica; figuras como la del Guerrero de Moixent, una estatuilla de bronce de un guerrero a caballo de una altura de 7'3 cm.; gran cantidad de instrumentos de hierro y una variada vajilla de cerámica, hicieron que este yacimiento fuera declarado Monumento Histórico-Artístico en el año 1931. Estatuilla Guerrer de Moixent 118

Estancias de las casas encontradas en la Bastida En la actualidad, el Museo de Prehistoria ha retomado la línea de investigación en La Bastida con un amplio proyecto de excavaciones, restauración y difusión del yacimiento con el fin de mostrar a todos los visitantes la importancia del patrimonio arqueológico de Moixent, y al mismo tiempo, la posibilidad de descubrir, conocer, e incluso reproducir como vivían nuestros antepasados, los íberos. En los nuevos estudios se han identificado conjuntos de edificaciones de posible función sacra o palaciega. El entorno geográfico y el paisaje El poblado está situado en la cumbre de un cerro alargado y aislado del sistema montañoso de la Serra Grossa, a 741 m. sobre el nivel del mar. La Bastida limita al norte con el llano de les Alcusses y al sur con el valle del Alforí de Fontanares. En este punto se cruzan dos vías de gran importancia histórica que aprovechan sendos corredores naturales: el camino que pone en comunicación la costa con la meseta y la Alta Andalucía, conocido en época romana como la Vía Augusta, y el curso del río Vinalopó que se dirige hacia las tierras alicantinas. Esta situación privilegiada convirtió la Bastida, aparte de 119

Muralla de entrada al poblado ibérico un oppidum defensivo, en un centro económico donde materias primas y productos manufacturados indígenas se intercambiaban por objetos de prestigio importantes, tales como las cerámicas griegas. El estudio de las maderas carbonizadas encontradas en la Bastida, y en la cercana necrópolis del Corral de Saus, muestra que durante la época ibérica había un paisaje de bosque de encinas, despejado por zonas de pinos silvestres, y sotobosque denso formado por enebros, sabinas, coscojas y espinos. El fresno nos indica un bosque de ribera en las márgenes del río Canyoles. El sistema defensivo y el urbanismo La ciudad ocupaba una extensión de más de 4'5 hectáreas, protegida por una muralla de trazado sinuoso que se adapta a la cima de la montaña. El acceso se realizaba por la parte occidental a través de un camino del que se conservan tramos con huellas de carriles excavados en la roca por el paso de carros. Después de atravesar una gran espacio, de 1'5 hectáreas, delimitado por un largo lienzo ciclópeo y sin restos constructivos, se llega al recinto enmurallado. De la muralla se conserva la base de piedra, de 4 metros de ancho y 2'5 de alto, a la que hay que añadir el alzado de adobes que tiene una altura original entre 6 i 8 metros. Esta construcción estaba revestida por una capa de fango y, posiblemente, coronada de almenas. En el frente oeste del recinto se abre la puerta principal y a su lado se conservan dos torres cuadrangulares aunque hay huellas de la existencia de otras seis torres en la misma área, hoy desaparecidas. Otras dos puertas, más pequeñas, se sitúan en los lados norte y sur, y una cuarta en el extremo oriental, también defendida por una torre. La Bastida muestra un urbanismo complejo, con grandes casas agrupadas en manzanas y dispuestas a un lado ya otro de la calle central que recorre todo el poblado. De esta calle principal arrancan las calles secundarias perpendiculares, así como la plazas, una de ellas con una gran cisterna. Un camino de ronda recorre todo el perímetro enmurallado. Tanto la red viaria como las viviendas se adaptan al relieve del terreno, cuya pendiente obliga a nivelar el terreno donde se han construido las manzanas de casas mediante muros de contención que están rellenados de piedras y tierra. Así, las habitaciones van escalonándose, lo cual condiciona la organización 120

interna de las casas y la situación de las puertas que se abren en los lugares más accesibles. Las viviendas de la Bastida son de una sola planta, compartimentada en diversas habitaciones y con una superficie entre 80 y 150 m2. Los espacios se distribuyen de manera diferente según las necesidades y las actividades de sus ocupantes, aunque predomina el modelo de vivienda principal donde se encuentra el lar, centro de la vida doméstica, y estancias secundarias que se destinan a almacenes, áreas de trabajo o establos. Muchas de estas casas muestran remodelaciones y ampliaciones que en muchos casos invaden y reducen el espacio de las calles. La vida en el poblado La vida cotidiana del poblado gira entorno de los trabajos relacionados con la transformación, la preparación y el almacenamiento de alimentos. Los molinos giratorios para moler el cereal y los centenares de vasos cerámicos encontrados así lo hacen entender. La cerámica, fabricada en torno y decorada con motivos geométricos, comprendía una gran variedad de formas como ánforas y jarras para almacenar alimentos, vajilla fina de mesa y ollas más bastas para cocinar. También es frecuente la presencia de vasos griegos, verdaderas piezas de lujo, que son un claro exponente del comercio con otros pueblos mediterráneos. La actividad textil queda testimoniada por los contrapesos de arcilla, que tensaban la urdimbre de los telares de madera, y por las fusayolas, piezas cerámicas pequeñas asociadas a los husos para hilar. Las agujas de hierro y los restos de esparto carbonizado muestran el aprovechamiento de las fibras vegetales para la fabricación de alfombras, capazos, albardas o alpargatas. El trabajo de los metales ha dejado gran cantidad de huellas en la Bastida de les Almacén Alcusses a través de escorias, hornos metalúrgicos y objetos metálicos. Los íberos fabricaron en hierro todo tipo de herramientas de labranza e instrumentos artesanales de carpintería, adobe o Patio pedrería, así como un magnífico armamento compuesto de cuñas, espadas, cuchillos, lanzas, dardos, espuelas y escudos. Los objetos de Horno Molino uso personal, como fíbulas, botones, broches de cinturón o anillos, son en bronce, mientras que la plata y el oro se reservaban para la joyería fina de pendientes, Sala principal Vestíbulo diademas o anillos. La láminas de plomo escritas en alfabeto ibérico Entrada de carro meridional muestran la complejidad de la sociedad ibérica. Son planchas muy finas, que suelen aparecer enrolladas, escritas por las dos caras. Aunque la escritura ibérica todavía no ha sido descifrada, el plomo de 121

Lámina de plomo escrita en alfabeto ibérico la Bastida parece tratarse de una lista de nombres propios seguidos de numerales rallados, lo cual se interpreta como un documento comercial de cuentas canceladas. Igual que las series de pesas y platos de balanza, todo nos habla de activos comerciantes conviviendo con los artesanos y campesinos en la misma ciudad. El trabajo en el campo La agricultura era la principal actividad productiva de los íberos, complementada con la ganadería. Poseían un variado instrumental agrícola de hierro, muy semejante al utilizado hasta nuestros días, compuesto por rejas de arado y agujas, hoces, podadoras (podones), layas, alcotanas, etc. que nos hablan, como también lo hacen los restos carbonizados de entonces, de la importancia del cultivo de secano. La introducción del arado de timón, arrastrado por bueyes, permitía cultivar en extensión tierras que antes eran improductivas. Así, a los pies del poblado se extendían los campos de cereales (trigo, cebada y, en menor medida, mijo), de viñedos y olivos, mientras que en las márgenes de los cursos de agua, en zonas bien irrigadas, se cultivaban legumbres y se plantaban árboles frutales. Los animales domésticos comprendían ganados de ovejas y de cabras, fundamentales para el abastecimiento de carne y de leche, pero también de pieles y de lana. No se puede olvidar la importancia del consumo del cerdo y del ganado bovino. El buey era muy valorado como fuerza de tiro, el asno como un animal de carga, mientras que el caballo era considerado un animal noble de montura. La caza también fue un recurso económico significativo, en especial el ciervo y el conejo, así como el aprovechamiento de frutos silvestres. 122

Vigas y troncos Romero Tierra Representación figurada de las casas de la Bastida de les Alcusses Enlucido de cal Reviviendo una casa ibérica La reconstrucción de una casa ibérica en la Bastida nos permite revivir el ambiente doméstico de una familia campesina de hace 2300 años. La vivienda, de 125 m2, reproduce una casa, excavada en 1928, Zócalo de piedra Atabones Decoración de almangra Tierra piconada compuesta por un núcleo central (vestíbulo, sala principal, área de molienda y cocina), un patio y un almacén. A partir de los restos encontrados en la excavación se han utilizado los mismos materiales y técnicas constructivas que usaron los íberos, todos ellos procedentes del terreno: la tierra, la piedra y la madera. Las casas tenían un zócalo de piedra sobre el que se levantaban las paredes de atabones que, a su alrededor, se revestían de tierra, se lucían con cal y, a veces, se decoraban con tonalidades rojizas, azuladas o negras. El suelo era de tierra pisada y solo excepcionalmente de piedras (cantos) y losas. Los tejados eran planos y consistían en un denso entramado de vigas y troncos, y una cubierta vegetal que sostenía una gruesa capa de tierra. Este tipo de construcción en la que el material predominante es la tierra, requería un mantenimiento constante. Después de un estudio riguroso y científico de los ajuares encontrados durante la excavación se ha recreado, mediante réplicas, la ambientación interior de la vivienda. Un telar, un molino giratorio, jarras y ánforas de almacenamiento, vajilla de mesa y de cocina, herramientas de labranza, cestas, alfombras y pieles son los equipamientos y utensilios domésticos que reviven esta casa tal y como la dejarían sus ocupantes unas horas antes de la destrucción y el abandono de la Bastida de les Alcusses, allá por el final del siglo IV a. C. El Ayuntamiento de Moixent ofrece la posibilidad de concertar visitas, tanto para particulares como para grupos de escolares, de manera totalmente gratuita. En este último caso la visita incluye la proyección de un vídeo sobre el yacimiento, una visita al Museo de Prehistoria en el que se pueden contemplar piezas arqueológicas encontradas en el poblado, la posibilidad de moler trigo en un molino de piedra, abrir las puertas de la casa con enormes llaves de madera y practicar la escritura íbera a través de símbolos. Revestimiento de barro Calendario y horarios: Domingos y festivos: de 10 a 15 horas De martes a sábado: de octubre a abril: de 10 a 14 h. y de 16 a 18 h. de mayo a septiembre: de 10 a 14 h. y de 18 a 20 h. Visitas guiadas y reservas: de miércoles a domingos de 10'30 a 14 h. Ajuntament de Moixent: 96 229 51 36 123

La necrópolis ibérica del Corral de Saus de Moixent La necrópolis ibérica de Corral de Saus toma su nombre de un viejo habitáculo rural contiguo a las tierras donde fue localizada (sita en la partida de Gramoixent o Les Ventes), que fue abandonado y asolado ya en 1971, cuando se descubrió el yacimiento arqueológico. Se encuentra situada a 8 kilómetros de Moixent, junto a la autovía Madrid-Valencia por Albacete. Está situada en las inmediaciones del Río Cànyoles y constituye hoy la necrópolis ibérica valenciana más septentrional de las conocidas. Es la única de estas características en la Comunidad Valenciana al norte del Júcar, con estructuras y restos arquitectónicos de esta naturaleza. La presencia de los ajuares encontrados implica que la riqueza arqueológica material de las necrópolis Damita ibéricas es generalmente muy superior a la de las ciudades. El Corral de Saus es uno de los dos yacimientos de gran importancia arqueológica de Moixent, es contiguo al otro gran yacimiento de la población: la Bastida de les Alcusses. Ocupa una extensión aproximada de 10.000 metros2, de los que hay excavados unos 400. Hasta el momento el Servicio de Información Prehistórica de la Diputación de Valencia, de la mano del arqueólogo José Aparicio, ha realizado allí nueve campañas de excavación arqueológica, y seguirán haciéndose más con miras a crear "in situ" un museo en torno al tema "El más allá en el mundo ibérico. El mundo de los muertos". Dicho museo podría ubicarse en una construcción rural que se encuentra dentro del perímetro acotado, y acogerá los prototipos de los cuatro modelos de tumbas localizadas en el lugar, alguno de ellos único. 124

El descubrimiento, en 1971, de esta necrópolis ibérica causó una auténtica sensación, pues sus tumbas, restos arquitectónicos y esculturales aportaron una considerable masa documental a la arqueología nacional, concretamente a la Cultura Ibérica. En el Corral de Saus existen grandes tumbas cuadrangulares con paredes de piedra en seco y cubierta protectora (encachado) tumularia; una gran tumba cuadrangular con tres gradas de sillares encuadrados; tumbas en hoyo protegido con pequeñas piedras, y tumbas en caja rectangular revocada. Hay presencia de enterramientos dobles o colectivos, muy frecuentes en toda el área ibérica, generalmente tumbas de mujer y niño, con restos óseos quemados. Asimismo fueron hallados materiales cerámicos (sobre todo de cocina) y metálicos que se pueden contemplar en el Museo Municipal Histórico- Artístico de Moixent. También fueron recuperados restos de la malacofauna, sin estar determinado si estamos ante especies terrestres o marinas. Esta necrópolis es básica para el conocimiento del período orientalizante o arcaico de la Cultura Ibérica. Con los restos encontrados se demuestra que a principios del Siglo IV a. C. todo el mundo representado por los animales fantásticos y exóticos extraños al propio mundo indígena, se vino abajo, y cómo en las tumbas cuadrangulares, con gradas o sin ellas, se emplea trozos de sus monumentos previamente desmontados, escuadrados, corazados y cercenados o mutilados en su caso. Se trata, pues, de una necrópolis única y singular. El monumento de estructura funeraria que podemos hallar en el Corral de Saus es el conocido por el de tipo pilar-estela, cuya principal característica es la de estar compuesto por un basamento escalonado, pilar, capitel y un remate escultórico zoomorfo (toros, leones, ciervas, esfinges y sirenas). Del análisis de los restos arquitectónicos y escultóricos procedentes de los pilares-estela, destaca el capitel de gola decorada con las "damitas", con granadas y adormideras características de la cultura ibérica y la iconografía mediterránea. Busto con ojos almendrados 125

Vaso caliciforme Del estudio de las muestras procedentes de un molino barquiforme y de uno de los relieves de la Tumba de las Sirenas, además de otras muestras de rocas, se ha concluido en que la materia prima empleada para la talla de las piezas procede del entorno del yacimiento, y por extensión se deduce que también ocurre lo mismo con la piedra de las esculturas de la necrópolis. El rito funerario de los íberos era el de la incineración o cremación del fallecido junto con sus pertenencias sobre una pira de troncos, en un lugar destinado a este fin. Posteriormente se recogían las cenizas y se introducían en una cerámica, la cual, a su vez, se enterraba en un hoyo. Alrededor acompañaban al difunto diversos enseres para su viaje al más allá (vasijas cerámicas de distintos tipos, armas, adornos personales, alimentos, etc.). Todo este conjunto de urna y ajuar era cubierto de distintas maneras, según su categoría social un simple túmulo de tierra, un encachado de piedras, una estructura piramidal rematada con alguna escultura), y de todos estos tipos hallamos ejemplos en el Corral de Saus. En el Corral de Saus han aparecido cientos de restos escultóricos, figurativos y arquitectónicos (esfinges, grifos, arpías, sirenas), esculpidos en una piedra caliza amarillenta traída de canteras cercanas, son todos fragmentos intencionadamente desfigurados y manipulados para ser reutilizados como simples sillares o mampuestos de los túmulos que cubrían las tumbas mayores halladas en las excavaciones. La escultura mayor, a la que pertenecen las piezas halladas en esta necrópolis, está fabricada en piedra y destinada, bien a representar la imagen de la divinidad u otros enseres sagrados, bien a enaltecer los valores guerreros de los jefes, o simplemente a dejar constancia de las escenas asociadas a los rituales (damas oferentes, músicos, sacrificios, etc.). Asimismo hay que considerar como escultura mayor los elementos arquitectónicos que acompañan a estas figuras (capiteles, volutas, plintos, columnas, frisos, etc.) muchos de los cuales representan decoración en bajorrelieve, geométrica o figurativa. Casi todas las esculturas del Corral de Saus pertenecen a la fase clásica o helenizante (500-300 a. C.). Vasos funerarios 126

Los restos arqueológicos hallados en las sucesivas excavaciones proceden de los ajuares de las tumbas, en lo que se refiere a materiales cerámicos, armas u objetos de adorno; y de encachados o túmulos de las tres tumbas principales, en lo referente a los restos escultóricos. Del interesante "corpus" cerámico señalar que los restos aparecidos acompañando a sus propietarios difuntos corresponden a una variadísima gama de vasijas ibéricas (urnas, tinajas, caliciformes, tarros, platos, pateras, jarros, copa, cuencos, etc.) o de importación (de barniz negro y campanienses), así como fusayolas. La decoración abarca desde temas geométricos hasta zoormorfos y simbólicos. El material metálico incluye, en hierro: armas (falcatas, lanzas y soliferreum), anillas, clavos, etc.; y en bronce: agujas, anillos, brazaletes, botones, hebillas, pinzas, ganchos, asas, etc. Otros materiales menos abundantes son el hueso (cabezas de alfiler, arandelas, barras, placas perforadas), la pasta vítrea (cuentas de collar y colgantes), la terracota (mascarillas con rostros femeninos, placas circulares, tégulas) y la piedra (alisadores, molinos, azuelas). A estos materiales habría que añadir los restos humanos (restos de huesos calcinados y, sobre todo, cenizas) y faunísticos. La Sirena 127

Poblado ibérico de Cerro Lucena en Enguera El yacimiento arqueológico de Cerro Lucena de Enguera se localiza en un cerro de 429 metros de altura máxima y con una altura relativa respecto al llano de 110. Forma parte de una pequeña sierra paralela a la Plana de Enguera, localizada al norte de ésta. La extensión del yacimiento supera ampliamente las 5 Has. de superficie. El cerro tiene dos elevaciones, coincidiendo con cada uno de sus extremos: la más alta es la occidental con 429 metros, mientras que la oriental mide 417 metros. En esta última se localiza la zona excavada entre finales de la década de los sesenta y principios de la de los setenta del siglo pasado. Como consecuencia de estos trabajos se pueden ver los restos de aproximadamente una veintena de departamentos y una torre de aparejo ciclópeo, de clara influencia helenística. Se trata de un asentamiento fortificado, con un espacio perfectamente estructurado en su época del que se conocen más de una veintena de yacimientos. Hasta el momento Cerro Lucena es sin duda el mayor yacimiento de época ibérica y el más interesante de la comarca de la Canal de Navarrés. Por la superficie del mismo y por su localización en un punto estratégico en altura está clasificado como un yacimiento de segundo tipo, comparable solo a un reducido grupo de yacimientos de su entorno geográfico. A pesar de la excelente visibilidad de la que disfruta, algunos yacimientos de su subzona escapan de su control visual directo, situación que se ve compensada con su interrelación con otros de su área de influencia. Este yacimiento controla una extensa zona agrícola situada al norte del poblado. La presencia de varias fuentes en el entorno incrementa el potencial económico de su área de captación de recursos. La presencia de la Plana de Enguera al sur del mismo, sierra que separa el Valle de Enguera del Valle del Cànyoles, contribuye a diversificar los recursos disponibles en el poblado. Entre los materiales encontrados, conservados algunos de ellos en el Museo Arqueológico Municipal de Enguera, destaca un conjunto de cerámicas ibéricas con decoración figurada. Junto a varios vasos decorados donde predominan las temáticas fitomorfas, se cuenta con dos fragmentos con decoraciones zoomorfas y uno en el que se conserva parte de la cabeza, torso y extremidades superiores de una persona. Los materiales arqueológicos recuperados durante la excavación nos indican que el poblado de Cerro Lucena permaneció ocupado 128

al menos desde principios del s. IV a de C. hasta la segunda mitad del s. I d. de C. El tamaño del yacimiento, la presencia de un urbanismo y un sistema defensivo elaborado, cerámicas ibéricas decoradas, e importaciones griegas, junto con la documentación de plomos escritos en el mismo nos permite reconocer su carácter urbano. Hasta la fecha éste es el único yacimiento con estas características en la comarca de La Canal de Navarrés. Las últimas investigaciones sobre el poblamiento en la Contestania hacen plantear la posibilidad de que un yacimiento de las características de Cerro Lucena pueda tener un territorio propio, aunque desconociendo el grado de autonomía que gozaba respecto a la próxima Saitabi, con la que existía una vía de comunicación directa. Podemos hablar de la existencia de una red viaria que vertebraría la comarca ya desde época ibérica, y que, ahora, se empieza a conocer. Recientemente se ha identificado, integrado en este conjunto de vías, un camino que une el yacimiento de Cerro Lucena con Saiti y con el resto de poblados del Valle del Cànyoles. Esto es lo mismo que afirmar que el poblado de Cerro Lucena se encontraba comunicado con una de las arterias de comunicaciones más importantes de la Península ibérica en la antigüedad: la Vía Heraclea/Augusta. Se cuenta con testimonios que demuestran que en el mismo cerro donde se ubica el yacimiento, hace años, se podían observar las carriladas o marcas de las ruedas de los carros dejadas sobre la base rocosa por la que discurría el camino, hoy tapadas por la cubierta vegetal. En la actualidad se constata la existencia de esta antigua vía en algunos tramos del Azagador de Lucena, donde son visibles las marcas sobre el lecho de roca del camino, originadas por la intensa circulación de carros y que constituyen la prueba visible de la existencia de este camino. El camino localizado en el Azagador de Lucena comunica hacia el oeste Cerro Lucena con el yacimiento ibérico de Castellar de Meca y hacia el este con el yacimiento más significativo de la Contestania, la ciudad de Saitabi; que los investigadores no dudan en clasificar a esta última como la capital de al menos el norte de la región ibérica de la Contestania. 129

El tesoro de Gramoixent La moneda fue introducida en Hispania por los colonizadores griegos, quienes hacia el 550 a. de C. fundaron algunas colonias. Allí mismo, un siglo después, comenzaron a acuñar monedas con los epígrafes de las cecas de Emporion y Rodas (Gerona), Contagiados por ellos, los pueblos indígenas (íberos) iniciaron emisiones propias en numerosas ciudades, imitando los patronos griegos, si bien con los epígrafes escritos en su lengua vernácula. La colonización fenicia y las posteriores invasiones cartaginesa y romana, complicaron el panorama monetal de tal modo que empezaron a circular en Hispania monedas griegas foráneas, hispanogriegas, hispano-fenicias, cartaginesas foráneas, hispánicas indígenas y romanas. Pero la moneda tardó en introducirse de lleno en la conciencia ciudadana y en el comercio. Fue la necesidad de pagar a las tropas la que aceleró el proceso de monetización, y la que provocó que se ocultaran muchos "tesoros". El hecho de que se les pagara indistintamente con diversos patrones monetales, así como la variada procedencia de la monedas, explica que en esos tesoros aparezcan monedas de diversa índole, incluso de bandos opuestos. Uno de esos "tesoros" fue escondido en un ánfora por tropas cartaginesas o romanas en la actual partida de "Gramoixent" (Moixent), en algún lugar cercano al poblado ibérico del "Castellaret de Baix" y su necrópolis del "Corral de Saus", poco después de la toma de Cartagena por Escipión en el año 209 a. C., es decir, en plena Guerra Púnica. Estaba compuesto, además de algunas láminas de plata en bruto todavía como sistema premonetal, por 149 monedas (todas de plata), casi todas anepígrafas (sin inscripciones relativas a ciudades o personajes), repartidas de la siguiente forma: 115 monedas hispanocartaginesas probablemente acuñadas en Cartagena, 2 monedas hispanofenicias acuñadas en Ebussus (Ibiza), 29 monedas hispano-griegas acuñadas en Parte de las monedas del tesoro 130

Emporion (Ampurias), 1 moneda romano-hispánica acuñada en Sagunto, 1 moneda púnica de valor desconocido, muy rara, probablemente acuñada en Ebussus y 1 moneda griega acuñada en Siracusa (Sicilia). Además, existen otras 3 monedas también hispano-cartaginesas que podrían haber pertenecido al tesoro, con lo que el número total de monedas podría haber sido de 152, de las que en la actualidad se conservan 53, y el resto se halla en paradero desconocido. El tesoro de "Gramoixent" (o simplemente "de Moixent") fue hallado en 1910, y ese mismo año lo publicó Luís Gestoso en el "Boletín de la Real Academia de la Historia", ofreciendo descripciones de las monedas, aunque cuando el tesoro llegó a sus manos ya le faltaban algunas piezas. Poco después, Antonio Vives seleccionó al menos una moneda de cada serie para la colección del Instituto Vives de Don Juan, de Madrid, dejando un fichero con los datos de estas piezas. Posteriormente el tesoro se dispersó. De las 53 monedas que se conservan en la actualidad, incluyendo las tres que ofrecen dudas, 40 se hallan en el citado Instituto madrileño, 10 en el Museo Británico de Londres, y 3 en el Museo de Albacete. La moneda siracusana se ha perdido, pero se conserva un vaciado en escayola que permite su identificación. Un estudio de Mª Paz García-Bellido, de 1990, rescató piezas que permanecían inéditas, corrigió errores anteriores y añadió aclaraciones, además de otros datos sobre cada una de las monedas. Gontrán Cháfer, en otro estudio, habla de las características de este tesoro y su iconografía (básicamente de la dinastía cartaginesa de los Bárquidas, a la que pertenecían los caudillos Amílcar Barca y sus hijos Aníbal y Asdrúbal). El tesoro es de gran importancia para conocer el trasiego monetal de aquella época, unida a su valor arqueológico, numismático y hasta material. Los mogentinos están realizando acciones para recuperarlo de alguna manera, en el amplio sentido de la palabra, tanto rescatándolo del olvido y conociéndolo bien, como intentando -por parte de las autoridades- devolverlo a su lugar de origen, siquiera una sola de las piezas, que enriquecería notablemente los fondos del patrimonio histórico-cultural de Moixent. 131