CAPITULO 2 ANALISIS GLOBAL DE LA REGION 2.1 ANTECEDENTES El área de estudio, de 63,527 km 2 (Figura 01), está constituida por gran parte de la Región Ucayali, comprendiendo la provincia de Coronel Portillo, en sus distritos Callería, Campo Verde, Nueva Requena, Masisea e Iparía, y parte de la provincia de Atalaya, en sus distritos de Tahuanía y Raymondi. Además incluye parte de la provincia de Puerto Inca, del departamento de Huánuco, en sus distritos Honoria y Tournavista. El área central de este estudio se encuentra en la región de Ucayali, la cual fue creada por Ley 24945 del 24 de noviembre de 1988, comprendiendo el territorio del departamento de Ucayali, el cual fue creado a su vez por Decreto ley 23099 del 01 de junio de 1980, como el más reciente departamento creado en el país, territorio que hasta ese entonces constituía una provincia del departamento de Loreto. El reconocimiento por parte del estado, de constituir a Ucayali en departamento primero, y en una región después, responde a varias consideraciones, entre las que merece destacar la gran amplitud de su territorio, de 105,486 km 2 difícilmente administrables como una sola provincia. Cabe añadir que sólo en las últimas décadas Ucayali se fue integrando a la economía nacional, especialmente con la llegada de la carretera Lima - Huánuco - Pucallpa.
La región de Ucayali está ubicada casi en su totalidad en la selva baja del país, una extensa zona caracterizada por su clima tropical cálido y húmedo, y un relieve formado por amplias llanuras y sectores colinosos cubiertos de densos y heterogéneos bosques tropicales. El clima cálido y húmedo es el principal determinante de la extremada biodiversidad y densidad de la cobertura vegetal. En estas condiciones ambientales, el poblamiento del área, que tiene antecedentes desde 5,000 años A.C. siempre se redujo a las riberas de los ríos, tanto por ser éllos una fuente directa de alimentación por medio de la pesca, como por ser los medios de comunicación natural entre los pueblos, además de poseer los terrenos de relativa fertilidad y de algún rendimiento agrícola. Por contraste, los territorios boscosos interiores, difícilmente accesibles, y de suelos muy poco productivos por su baja fertilidad natural, son terrenos ancestralmente casi deshabitados, que sin embargo han sido objetos desde inicios del siglo, de una fuerte intervención humana por el desarrollo de la actividad extractiva forestal, una de las principales fuentes de ingresos económicos en la actualidad. El río Ucayali, a cuyas orillas se ubica el 85% de la población regional, recorre la región de sur a norte, drenando con sus caudales de miles de m 3 /seg., los aportes recibidos en una cuenca hidrográfica de millones de hectáreas, que vienen desde la sierra sur del país. Este río ha sido y es una valiosa fuente de alimentación para la población ribereña, y desde hace unos años, parte de la pesca artesanal está siendo comercializada en otras regiones. El río es también el eje de articulación de los diversos poblados por medio de la navegación, y las inundaciones que causan sus
crecientes, permiten la fertilización de los suelos ribereños y su empleo para cultivos agrícolas de corto período vegetativo. 2.2 LA POBLACION Y EL MARCO AMBIENTAL E INSTITUCIONAL La región de Ucayali está habitada por casi 400,000 hab., y ha experimentado un vertiginoso crecimiento a una tasa de 5,3% para los dos últimos censos. Sin embargo el crecimiento es explosivo para Pucallpa, la capital de la región, que concentra más de la mitad de la población regional, mientras que otras extensas áreas continúan prácticamente deshabitadas. Cabe destacar que en la medida que Pucallpa crecía rápidamente, hasta alcanzar la cifra actual de más de 200,000 hab., fue creciendo también el arribo de colonos a territorios hasta hace poco poblados casi exclusivamente por comunidades nativas de baja densidad poblacional; esto ocurre a lo largo de dos ejes: El primero está constituido por las carreteras, principalmente por la ruta que va a Lima, pero también a lo largo de rutas abiertas más recientemente, como la carretera que va de Nueva Requena a Campo Verde y Tournavista, y la que va de San Alejandro hacia Puerto Bermúdez. El segundo eje de rápido incremento poblacional está constituido por las riberas del Ucayali y sus principales tributarios, en las cuales se viene verificando una creciente migración proveniente de la sierra y de otras regiones de la selva, instalándose nuevos caseríos que se ven alentados por el crecimiento urbano de Pucallpa y su potencial mercado, así como de su oferta de servicios y empleo, que aunque reducidos en calidad y número, son siempre superiores a las condiciones ofrecidas por el medio rural andino y selvático.
En un contexto de desarrollo institucional reciente y en proceso de afianzamiento y de integración con el resto de la nación, uno de los aspectos medulares sigue siendo la ocupación del medio por parte de sus comunidades nativas ancestrales, y la entrada cada vez mayor de pobladores provenientes de otras regiones, en un proceso que supone posibilidad de conflictos, pérdidas de identidad cultural, deterioro del medio ambiente y dificultades de integración socioeconómica. Esta es una realidad a la cual se suman los seculares problemas de pobreza generalizada, desnutrición, analfabetismo, desempleo, y otros que se enmarcan dentro de la debilidad de las estructuras productivas, de la carencia de mercados cercanos, de las grandes distancias, de los elevados costos productivos, y de la falta de incentivos a la producción. A manera de ejemplo cabe destacar que la tasa de mortalidad infantil es de 69% para la región, con tasas de desnutrición crónica para algunos de sus distritos, como Tahuanía, Iparía, Raymondi y Masisea, de valores que oscilan entre 75 % y 98%. A pesar de las dificultades y severas restricciones que presenta el medio, (Ver Capítulo de Limitantes Ambientales y Culturales) la selva baja en general, ofrece muchas potencialidades a diversas actividades, como el turismo y el tradicional aprovechamiento forestal, pero en Ucayali la foresta ha sido bastante degradada selectivamente por varias décadas, y los programas nuevos, de incentivo a cultivos propios del medio ecológico, tienen aún resultados muy incipientes y requieren mayor apoyo. Dentro de todos los agudos problemas de la región, el transporte es uno de ellos, y merece atención por sus múltiples implicancias en la articulación regional, vida
cotidiana y expectativas de nivel de vida de sus pobladores. Los ríos son los medios naturales de comunicación, pero se comprueba que aún las simples actividades de embarque y desembarque deben realizarse en la más absoluta falta de seguridad, higiene y comodidades, lo que desalienta particularmente las posibilidades turísticas. En esta perspectiva cabe considerar al impulso de un Plan Piloto de Ubicación de Embarcaderos, como un intento de modificar y modernizar el sistema de transporte fluvial en su conjunto, para sacarlo de su atraso y que este intento sirva a su vez de impulso a las actividades conexas, como al propio sistema de transporte fluvial, al comercio, pesca, artesanía, además de servir obviamente a un tránsito de personas en situaciones más acordes con la condición humana.