Llega la temporada invernal y con ella llegan también las infecciones respiratorias agudas: los primeros resfriados y gripes, las dolencias más frecuentes del ser humano. Además de catarros y gripes, estas infecciones respiratorias pueden dar lugar a otros cuadros clínicos muy diversos, como faringitis, laringitis (inflamación de la laringe), traqueítis (inflamación de la tráquea), laringotraqueítis, bronquitis o neumonías Aproximadamente la mitad de todas las infecciones respiratorias agudas están producidas por distintos tipos de virus y tienen carácter estacional predominando en los meses fríos del año. Generalmente no son procesos graves, salvo en niños pequeños con enfermedades cardíacas o respiratorias de base o en personas mayores con otras enfermedades asociadas. La importancia de estas enfermedades viene determinada por su extraordinaria frecuencia y sus consecuencias económicas y sociales, ya que son causa de absentismo laboral y escolar. Los virus causantes de estas afecciones se propagan por vía aérea, por medio de partículas microscópicas expelidas por los enfermos o por contacto directo con las SALUD 43
secreciones contaminadas en la piel, en las superficies o en objetos. Además del contacto con los agentes infecciosos (virus), existen otros factores que facilitan la aparición de estas infecciones como son: el frío húmedo, paso de un ambiente caluroso a uno frío, la fatiga excesiva, el estrés emocional, permanecer en espacios cerrados en los que se acumulan muchas personas como aulas, oficinas, o en ambientes secos y contaminados con humos como los bares y cafeterías, alimentación desequilibrada, hábitos tóxicos como el tabaco ó el consumo excesivo de bebidas alcohólicas. Sin embargo, no todas las personas expuestas a estas condiciones adversas llegan a enfermar. El que unas personas enfermen y otras no depende del estado de las defensas corporales en ese momento y varía de unas personas a otras; de ahí la gran importancia de mantener en buenas condiciones el sistema inmunitario (defensas) que hace más resistente a nuestro organismo y ayuda a prevenir estas infecciones. La mejor manera de prepararnos para que la estación invernal no tenga efectos negativos sobre nuestra salud es mantener y hacer más fuertes las defensas naturales del organismo. El fin del verano y comienzo del otoño puede ser el momento ideal para poner a punto nuestro sistema inmunológico y hacer frente a los rigores invernales. Una dieta adecuada, ejercicio moderado, evitar el estrés, descanso adecuado son factores esenciales para mantener el organismo y su sistema inmunitario en buen estado. Pero además, hay una serie de plantas medicinales que refuerzan las defensas naturales del organismo. El buen funcionamiento del sistema inmunitario depende de una correcta alimentación que aporte todos los macro y micronutrientes. La carencia de alguno o varios de ellos puede mermar sus funciones y hacer al individuo más vulnerable a presentar infecciones. Los hidratos de carbono (cereales, pasta, pan, preferentemente integrales), proporcionan energía a las células para que desarrollen sus funciones. Las grasas, en cantidad y calidad adecuadas (pescados azules, aceite de oliva, aguacate), además de fuente energética, son necesarias para la construcción y correcto funcionamiento de las membranas celulares. Las células del sistema inmunitario están sometidas a un ritmo muy rápido de multiplicación y desarrollo, por lo que requieren un aporte de proteínas que les proporcione los aminoácidos necesarios. El consumo de frutas y verduras proporciona las vitaminas y minerales necesarios, así como otros fitonutrientes de gran interés por sus propiedades saludables. Algunos alimentos especialmente útiles pueden ser: > Por su alto contenido en vitamina C: pimientos, kiwi, fresas, cítricos, coliflor, repollo, tomates etc. > La zanahoria, el perejil, los albaricoques, contienen beta caroteno que en el organismo se transforma en vitamina A, necesaria para mantener en buen estado la mucosa de las vías respiratorias. La yema de huevo, la leche y derivados lácteos son buena fuente de vitamina A. > El zinc y el cobre son dos micronutrientes esenciales para el normal desarrollo y funcionamiento del sistema inmunitario. Las mejores fuentes alimentarias de zinc son los crustáceos, moluscos y legumbres. El cobre se encuentra en cereales integrales, legumbres, frutos secos, hígado y también en crustáceos y moluscos. > Ajo y cebolla contienen compuestos azufrados que mejoran las defensas, además tienen efecto antiviral, antibacteriano y expectorante. > Vegetales de la familia de las crucíferas: coles de Bruselas, coliflor, brócoli, rábano: contienen isotiocianatos y glucosinolatos que, entre otros efectos saludables, favorecen el funcionamiento del sistema inmunitario. > Probióticos y prebióticos: son considerados como alimentos funcionales, es decir, alimentos que además de su valor nutricional producen un efecto beneficioso para la salud del que los consume. En este caso, contribuyen a mantener en buen esta- 44 SALUD
do la flora intestinal, necesario para que ésta desarrolle sus funciones: efecto protector (impide el desarrollo de gérmenes nocivos, producción de sustancias antimicrobianas) o estimulante del sistema inmunitario, entre otras. Los probióticos son microorganismos que al ser añadidos a la dieta favorecen el desarrollo de la flora intestinal habitual. Los prebióticos son ingredientes no digeribles de la dieta (fibra) y son utilizados por los probióticos como alimento, facilitando así su desarrollo y actividad. Podemos encontrar los probióticos en yogures y otros derivados lácteos fermentados. Irrita las mucosas respiratorias privándolas de sus defensas naturales, además de consumir un buen porcentaje de Vitamina C protectora. Es importante dormir lo suficiente pues el cansancio disminuye las defensas orgánicas. El sistema inmune funciona mejor durante la fase vegetativa parasimpática, que es la que predomina en los periodos de descanso, relajación y sueño. El estrés, tanto físico como emocional, así como las emociones negativas (tristeza, cólera, envidia, etc.) contribuyen a bajar las defensas orgánicas. La calefacción excesiva reseca el ambiente por lo que es conveniente colocar algún recipiente con agua en las habitaciones para mantener una humedad adecuada de las mucosas respiratorias. La buena circulación sanguínea de la piel permite al organismo adaptarse a las variaciones de la temperatura ambiente, siendo fundamental para evitar resfriados. Para eso es conveniente no abusar de las prendas de abrigo, realizar actividades al aire libre, baños de sol, ejercicio físico y todo lo que contribuya a mejorar la resistencia física. En las afecciones del aparato respiratorio se pueden utilizar una gran variedad de plantas medicinales, que pueden ser utilizadas en distintas formas: infusiones, jarabes, gargarismos, vahos en los que se inhala vapor de agua a la que se añade alguna esencia, y combina así los efectos beneficiosos del agua (humedad) con los de la planta. La equinácea, el tomillo (plantas medicinales), y el propóleo (producto elaborado por las abejas), son muy conocidos por sus efectos beneficiosos en casos de catarros, gripe y por su actividad sobre el sistema inmunitario. El saúco y la granada son dos plantas medicinales que tradicionalmente se vienen utilizando desde hace cientos de años, entre otras aplicaciones, para ayudar a combatir catarros y gripe. Actualmente se dispone de información que confirma la acción antiviral y estimulante de las defensas. EQUINÁCEA (Echinacea Angustifolia D.C.) planta de gran efectividad tanto en la prevención como en el tratamiento de diversos procesos infecciosos, entre ellos los respiratorios debido a su acción estimulante del sistema inmune. Puede utilizarse tanto en niños como en adultos por su eficacia y tolerancia. Se puede encontrar en el mercado en cápsulas, extracto o en comprimidos. GRANADA (Punica Granatum L.) es un fruto que, además de su valor nutritivo, posee propiedades saludables de- SALUD 45
bidas a los fitoquímicos que contiene, principalmente taninos (punicalagina, punicalina) y antocianósidos (pelargonina, delfinidina). Entre las vitaminas destaca su contenido en vitamina C, y también algunas del grupo B, y entre los minerales, el hierro, cobre y potasio. Así mismo contiene ácido cítrico y otros ácidos orgánicos que, además de darle el sabor característico, contribuyen a regenerar la flora intestinal. Su consumo se recomienda en casos de diarrea, aumento de la tensión arterial, aumento del ácido úrico, deficiencia de hierro. Por su acción antioxidante previene las enfermedades cardiovasculares, degenerativas y el envejecimiento. También ayuda a bajar los niveles de glucosa. En los últimos años se están realizando investigaciones centradas en su efecto inmunoestimulante y antiviral. SAÚCO (Sambucus Nigra L.) los frutos del saúco se han utilizado tradicionalmente para aliviar las molestias producidas por catarros y gripe. El zumo fresco de los frutos se utilizaba popularmente para aliviar dolores reumáticos y de tipo neurálgico. Por su contenido en antocianósidos, se utiliza en la elaboración de colorantes alimentarios. Actualmente se ha comprobado la acción de algunos componentes del saúco frente a distintos tipos de virus, incluyendo algunos de la gripe. También se le atribuyen propiedades sudoríficas y diuréticas. TOMILLO (Thymus Vulgaris L.) Contiene un potente aceite esencial al que debe la mayoría de sus propiedades. Es un estimulante de las defensas ya que favorece la acción de los leucocitos. Por su acción expectorante y antiséptica es muy útil en infecciones respiratorias. Otras plantas que pueden ser beneficiosas por su acción sobre el aparato respiratorio son: EUCALIPTO (Eucalyptus Globulus Labill) es una de las plantas más efectivas que se conocen para las afecciones respiratorias. El aceite esencial que contiene le otorga propiedades antisépticas, expectorantes, balsámicas y broncodilatadoras. LLANTÉN (Plantago Major L.) tiene acción emoliente, antibacteriana, y antitusiva debidas a la presencia de taninos, mucílagos, flavonoides y heterósidos cromogénicos (aucubina). También tiene acción antialérgica. MALVAVISCO (Althaea Officinalis L.) contiene abundantes mucílagos que determinan su acción emoliente, antitusiva y expectorante. GORDOLOBO (Verbascum Thapsus L.) planta con alto contenido en mucílagos responsables de su acción emoliente. Las saponinas fluidifican las secreciones bronquiales y facilitan su eliminación. PINO (Pinus Sylvestris L.) además de su acción expectorante, balsámica y antiséptica respiratoria, posee acción antiséptica urinaria, antigotosa diurética y vermífuga. HISOPO (Hyssopus Officinalis L.) contiene marrubina que le confiere propiedades expectorantes y aceite esencial de propiedades antisépticas y estimulante de las funciones digestivas. PROPÓLEO es un producto obtenido de las abejas que presenta múltiples propiedades beneficiosas para la salud: aumenta la resistencia del organismo frente a las infecciones por su acción estimulante sobre el sistema inmunitario. Además es antiséptico, cicatrizante, antiinflamatorio, ligeramente analgésico, antioxidante y revitalizante. Se puede tomar en comprimidos, gotas, jarabe. LACTOFERRINA es una proteína presente en varias secreciones de los mamíferos y que presenta acción antimicrobiana e inmunoestimulante. Además tiene acción antiinflamatoria, antioxidante, favorece el desarrollo de la mucosa intestinal, favorece la formación de hueso e interviene en el mantenimiento del equilibrio del hierro en el cuerpo. Departamento Médico Soria Natural 46 SALUD
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