Universidad Mariano Gálvez Curso: Oratoria forense Licda. Ludí Herrera Cualidades Morales de un Orador. Melanie Dayana Aldana Campos ------ 2254-17-7186 María Fernanda Estrada Orozco ------ 2254-17-2553 Kevin Aarón Cardona Pinto ------ 2254-12-14253 Gerardo Vásquez Ronald Caballeros
Introducción En el presente documento vamos abordar las cualidades morales que debe tener todo orador. Ya que tienen decisiva importancia, por lo tanto, hay que resaltar las siguientes: Honradez Serenidad Sensibilidad Modestia Probidad Sinceridad Prudencia
Cualidades morales de un orador. Esta cualidad es el mejor perfil de un orador. Este debe ser un hombre íntegro una de las bases de la oratoria es formar un hombre probo para hacerlo diestro en el arte de hablar. El orador debe proceder, con la verdad no debe por ningún concepto defraudar a su auditorio, ya que la primera virtud del orador es veraz. Si la pieza oratoria trata un tema científico, debe prevalecer en todo el discurso la verdad. Si el tema es moral, con mayor razón debe enaltecer en todo el discurso la verdad y los conceptos claros. La virtud no es innata, se adquiere a través del ejercicio serio y duradero de acciones buenas. La virtud es permanente, pero si se le frena, entonces se corre el riesgo de caer en lo opuesto, el vicio. Las cualidades morales del orador son: Honradez. - la honradez es la primera virtud que debe cultivar un orador; aunque hubo famosos oradores que no lo poseían; es indudable que, en igualdad de circunstancias, el orador virtuoso aventajase al que tiene que simular dicha virtud porque la ficción nunca iguala a la realidad. Serenidad. - es de suma importancia que el orador se ejercite en la práctica de la serenidad hasta lograrlo al grado máximo. Sensibilidad. - es necesario tener una sensibilidad, pero no muy suave ni flaquear sino fuerte y profunda, buscando la vehemencia que debe infiltrar en los oyentes.
Modestia. - es necesario la humildad en el orador, pero no debe confundirse con dignidad, mucho menos que resulte contrario la confianza y la firmeza de sus convicciones. Probidad: La principal condición de todo discurso debe ser la honradez, no solo por su cualidad de obligación moral, sino como cualidad elocuente. El orador no solamente debe ser moral en el fondo, sino moral, decente y honrado en la forma y hasta en los más insignificantes pormenores de las partes del discurso. La honradez y la nobleza, tienen una estrecha relación con el discurso. Sinceridad: Como requisito indispensable, ya que un orador que no está convencido de la verdad que preconiza, que no es sincero consigo mismo ni con el público que lo escucha, ni con quienes le dieron la oportunidad de expresar un criterio, jamás podrá ser convincente, por mucho que alce la voz o acompañe sus palabras con enérgicos ademanes. Prudencia: Actitud de una persona mediante la cual prevé y reconoce un riesgo o un peligro posible en una actividad o en un acontecimiento y toma las precauciones necesarias para enfrentarlos o modifica su conducta para eludirlos o resolverlos sin perjuicio. El orador debe saber actuar ante el público, es decir tener la prudencia al expresarse, para no causar un agravio involuntario. El orador al ser prudente es precavido, es decir que tiene la conciencia de los múltiples riesgos, inconvenientes e imprevistos de toda clase que puede darse en la presentación en público, por lo que tiene que anticiparse a ellos sin alarma ni pánico, conociendo cuando hablar y callar y
abstenerse de actuar. Para que un orador sea prudente requiere que sea discreto, que no hable más de la cuenta en ninguna circunstancia, debe pensar antes de actuar.
Conclusión La conclusión de este trabajo nos lleva a tomar como referente la importancia de las cualidades que debe de tener un orador, ya que esto es sumamente importante a la hora de desarrollar cualquier discurso en cualquier circunstancia que se nos presente.