JORNADA TÈCNICA VALORITZACIÓ I SOSTENIBILITAT DEL GARROFER I L AMETLLER

Transcripción

1 JORNADA TÈCNICA VALORITZACIÓ I SOSTENIBILITAT DEL GARROFER I L AMETLLER Tortosa, 2 de Maig de 2014 CULTIVO DEL ALGARROBO: SITUACIÓN, MEJORA Y PERSPECTIVAS Joan TOUS MARTI Dr. Ingeniero Agrónomo Coordinador Técnico EiG Empresas Innovadoras de la Garrofa (EiG) Santa Bárbara (Tarragona) joan.tous.eig@garrofa.org

2 1.- INTRODUCCION. El algarrobo (Ceratonia siliqua, L.) es una de las especies frutales de secano más típicas del litoral mediterráneo. Tiene tanto un interés económico como medioambiental. La UE (España, Italia, Portugal, Grecia y Chipre) produce el 70 % de la cosecha comercial mundial, estimada en unas tm anuales, aunque ésta se encuentra en regresión. Destaca España, como primer productor y exportador mundial de garrofas (alrededor de tm anuales) y de goma de garrofín (LBG, entre tm), que representan más o menos el 30 % y 55 % de la producción mundial respectivamente. La superficie de cultivo regular ocupa unas ha, extendiéndose en las Comunidades Autónomas de Valencia ( ha), Baleares ( ha), Catalunya ( ha), Andalucía (1.650 ha) y Murcia (1.015 ha). También es interesante destacar la existencia de ha de regadío y unos árboles aislados, que se encuentran en forma asilvestrada o asociados con otras especies (almendro, olivo, vid, higuera, etc.). En Catalunya, el cultivo se localizada en varias comarcas de Tarragona (Baix Ebre-Montsià, Camp de Tarragona y Baix Penedés) y de Barcelona (Garraf), que dan lugar a cosechas que oscilan entre tm. La garrofa o algarroba, mediante un proceso industrial, es troceada y se obtienen dos productos: la pulpa (90 %) y el garrofín o semilla (10 %). La pulpa se utiliza tanto, para alimentación humana, que se ha revalorizado en los últimos años, como fuente de azúcares, fibra, antioxidantes naturales, poca grasa y no tiene gluten, y cuya harina tostada se utiliza en muchos productos dietéticos y, últimamente, en recetas de cocina y pastelería. También, se consume en forma troceada en la formulación de piensos para el ganado. La semilla, destaca el endospermo, que se extrae la denominada goma de garrofín (en inglés Locust Bean Gum), hidrocoloide que se utiliza como espesante y estabilizante natural en muchos productos alimentarios (helados, sorbetes, salsas, productos lácteos, etc.), y en los mismos aparece el código E-410 de la UE. También se usa en la industria del petfood. El cultivo del algarrobo en España y, concretamente en Catalunya, se caracteriza por tener unas plantaciones tradicionales envejecidas, de secano, pequeñas, con bajas densidades (unos 50 árboles/ha), mal polinizadas y relativamente poco cuidadas, lo que dan lugar a la obtención de bajas producciones, alternantes y de poca calidad comercial. La gran rusticidad del algarrobo, su adaptación a una agricultura "a tiempo parcial" en expansión, el incremento en la rentabilidad de las nuevas plantaciones, debido a su elevada productividad, unido a las potenciales perspectivas comerciales de este fruto desecado, hacen que esta especie pueda ser considerada como una renovada alternativa de cultivo para determinados secanos y zonas de escasos recursos hídricos. 2.- VARIEDADES El algarrobo es una especie trioica, es decir, presenta inflorescencias femeninas, masculinas y hermafroditas en diferentes árboles. Las variedades, generalmente, están localizadas en sus zonas de origen y raramente se extienden hacia otras más alejadas. Así, en Cataluña destacan 'Negra', 'Rojal' y 'Banya de cabra'; en la C. Valenciana 'Matalafera', 'Negra', 'Melera' y 'Lindar'; en Baleares Bugadera, 'Duraió' y 'De la Mel'; en Murcia 'Mollar' y, en Andalucía, sobresalen 'Sayalonga' y una población de árboles de semilla denominada 'Bravía'. La mayoría de estas variedades tienen un rendimiento en semilla considerado entre bajo y medio, del orden del 8-14 %. Sin embargo, en algunas variedades y/o ecotipos de

3 Mallorca, y en la población andaluza 'Bravía', se obtienen rendimientos medios superiores, que oscilan entre el 15 y el 18 %. Recientemente, la organización EiG ha preseleccionado genotipos de potencial interés en Valencia, Andalucía y Mallorca, sobresaliendo hasta la fecha el clon valenciano SdC. Con la información existente, se puede recomendar para las nuevas plantaciones, entre otras, las variedades base Duraió y Rojal, junto con varios polinizadores hermafroditas. La polinización también es importante en este cultivo y se requieren polinizadores macho y/o hermafroditas. En relación a la densidad de los mismos, parece aconsejable distribuir alrededor de un 12 % de árboles (un polinizador rodeado de 8 hembras). 3.- TECNOLOGÍA DEL CULTIVO La plantación es conveniente realizarla a finales de invierno, ya que se reduce el riesgo de heladas. La utilización de material vegetal de calidad ayuda a uniformizar la plantación y a disminuir el período improductivo del algarrobo. Sin embargo, el sector viverístico ha evolucionado muy poco en los últimos años, por lo que en las nuevas plantaciones realizadas en España, se sigue empleando principalmente plantones sin injertar, con cepellón, de 1 ó 2 años de edad, y al año siguiente se le injerta la variedad deseada. La opción de planta injertada, es la mejor, aunque no muy generalizada, debido a su escasez y a su elevado precio. Uno de los objetivos de EiG es mejorar la calidad de los plantones injertado y que tengan unos precios competitivos para el agricultor. Las densidades de plantación tradicionales del algarrobo son muy bajas y variables, del orden de 25 a 70 árboles/ha, con marcos reales de 20 x 20 m a 12 x 12 m. Actualmente, en las plantaciones modernas, se tiende a reducir las distancias con el fin de intensificar el cultivo, recomendándose densidades de 100 a 200 árboles/ha; es decir, marcos en torno a 8 x 7 y 10 x 10 m, amplios, teniendo en cuenta el vigor, la longevidad de la especie y las características de los terrenos donde suele cultivar. El algarrobo es un árbol poco exigente en poda, a diferencia de otros frutales, que la requieren anualmente. Ello se debe, principalmente, a que su fructificación se produce en madera vieja, de más de tres años de edad. El sistema de conducción más empleado en esta especie suele ser la "forma libre a pleno viento", con 3 ó 4 ramas principales y una altura de tronco no inferior a 0,8 m del suelo, para facilitar con ello la mecanización del cultivo. Se recomienda una poda de formación ligera durante los primeros años, con la finalidad de no retrasar la entrada en producción. Solamente, deben eliminarse los rebrotes y las ramas basales bajas; en algunas variedades que ramifiquen poco (por ejemplo, algunas hermafroditas y la Duraio ) se pinzarán los brotes terminales para inducir la ramificación. En árboles adultos, generalmente se poda poco y esta operación suele realizarse en turnos muy amplios, cada 3-4 años, a base de realizar aclareos y eliminación de ramas secas en el interior de la copa, y con ello se favorece la penetración de la luz y se regula la producción anual. En relación al mantenimiento del suelo, las labores mecánicas serán poco profundas, no superiores a cm, con el objeto de no impedir la exploración por el sistema radicular de las capas más fértiles del suelo. Se acostumbran a dar tres o cuatro labores de grada o cultivador, para eliminar las malas hierbas. En algunas plantaciones, se

4 aplica, desde hace algunos años, con buenos resultados, la técnica del "no cultivo parcial", que consiste en usar herbicidas (oxyfluorfen y el glifosato) o desbrozadoras debajo de la copa de los árboles y en labrar entre líneas. También, en alguna de ellas, con riegos de apoyo, se está aplicando la cubierta verde entre hileras, para favorecer la mecanización de la recogida, controlando las hierbas con picadoras y, con discos interfilares y desbrozadoras, la vegetación que crece entre árboles. En fertilización, la escasa bibliografía destaca los beneficiosos efectos del abonado nitrogenado sobre la vegetación y el incremento productivo. En plantaciones comerciales con producciones medias de unos kg/árbol, se recomiendan dosis aproximadas por hectárea de unos 50 kg N, 20 kg P 2 O 5 y 50 kg K 2 O, fraccionando principalmente el N entre la primavera y el otoño. Es importante realizar análisis de suelo y foliares para ajustar mejor el plan de abonado. En las últimas décadas, se han incrementado las plantaciones de regadío, utilizando sistemas de riego localizado, con dosis en árboles en producción entre m 3 /ha, según su volumen de copa, y aplicados los riegos de apoyo preferentemente entre los meses de abril y julio. Durante este periodo se producen dos procesos fenológicos importantes, la inducción floral y el crecimiento del fruto. Se han observado efectos positivos con las citadas dosis en el incremento de cosechas, desarrollo vegetativo y peso del fruto. La recolección se realiza manualmente a finales de verano o principios de otoño, según variedades y zonas. Constituye el coste más importante del cultivo. Esta operación, en los últimos años, se está mecanizando, principalmente, en determinadas plantaciones del Camp de Tarragona. En las tradicionales, la garrofa se derriba por "vareo", con ayuda de palos o cañas, y se recoge mediante lonas de plástico colocadas debajo del árbol. En las comarcas del norte de Castellón y sur de Tarragona (Baix Ebre-Montsià) es corriente ver el algarrobo asociado con el olivo, y se beneficia de la preparación del terreno que se practica en el olivar, con pases de rulo para compactar los suelos. Este procedimiento facilita el uso de máquinas de pinchos adaptadas para recolectar las garrofas del suelo. En cuanto a la recolección mecanizada, se están utilizando prototipos de máquina aspiradora-limpiadora del fruto en el suelo con aceptables resultados, especialmente, en árboles de tamaño mediano, con alturas de tronco más bien elevadas y con una buena preparación del terreno. Estas cosechadoras se aconsejan para plantaciones superiores a las 10 ha (o alquilar las mismas) y se procede, primeramente, a un hilerado o amontonado previo del producto mediante un barrido o un soplado. Posteriormente, la recogedora aspira la garrofa junto con impurezas (hojas, piedras, etc.) y la somete a un proceso de limpieza bastante aceptable, la cual deposita en una tolva, con un volumen aproximado de 700 kg. El rendimiento de las mismas oscila, según el nivel de cosecha y grado de impurezas, entre unos kg/hora. 4.- DEFENSA FITOSANITARIA. El algarrobo, a pesar de ser un árbol muy rústico, puede verse afectado por diferentes plagas y enfermedades, aunque tienen escasa importancia económica en las plantaciones tradicionales. Entre las plagas más importantes cabe citar las siguientes: "barrenador de la madera" (Zeuzera pyrina), "polilla de la garrofa" (Myelois ceratoniae),

5 "blanqueta" (Aspidiotus hederae) y "ratas del campo" (Ratus frugivorus). Dentro de las enfermedades cabe destacar: "oidio" (Oidium ceratoniae) y manchas foliares (Pseudocercospora ceratoniae). Respecto al "oidio" y la cercospora, en algunos años y determinadas variedades, ha habido importantes ataques de estas enfermedades en hojas, provocando defoliaciones. Existe muy poca información sobre su control, pudiéndose recomendar, en principio, tratamientos preventivos en la primavera y otoño con fungicidas específicos para estas enfermedades. 5.- POTENCIAL PRODUCTIVO. El algarrobo es considerado una especie de lenta entrada en producción, aunque hay diferencias varietales. En las nuevas plantaciones de Tarragona, se ha observado en las variedades 'Rojal' y Duraió, que con podas ligeras, riegos eventuales, buena polinización y mejorando los cuidados culturales, se puede adelantar la entrada en producción (3º-5º año de injerto). En alguna de ellas, entre el 10º-15ª años de injerto, y con densidades de 100 a 150 árboles/ha, se han obtenido producciones medias de unos kg/ha en secano (pluviometría de unos 500 mm) y, con riegos eventuales, de aproximadamente kg/ha. Se observa, pues, la elevada productividad de estas modernas plantaciones en comparación con las tradicionales de secano (50 árboles/ha), que producen, generalmente, las bien cultivadas, unas cosechas medias no superiores a los kg/ha. 6.- EiG: NUEVA ORGANIZACIÓN DEL SECTOR DE LA GARROFA EN ESPAÑA El sector de la garrofa en España se ha caracterizado desde siempre por su poca organización, existiendo distintos interlocutores como la parte productora, agrupada en cooperativas, organizaciones tipo OPFH, etc., troceadora (cooperativas de segundo grado y privados) y, finalmente, la industria transformadora del garrofín (muchas de ellas pertenecientes a multinacionales de la alimentación). Paralelamente, durante las últimas décadas el cultivo del algarrobo español ha sufrido una gran disminución de la superficie cultivada y de las cosechas, pasando de las tm (década de los 70) a las tm de garrofas actuales. Además, el sector tiene otros problemas, destacando, entre otros, la falta de viveros especializados que produzcan planta injertada de calidad y a precios competitivos, la presencia de variedades con poco interés comercial y la escasez de plantaciones modernas, que sirvan de modelo de transferencia para los agricultores interesados en este cultivo. Este panorama complejo donde los intereses comerciales de cada una de las partes citadas no siempre coinciden, ha dado lugar a una limitada capacidad de respuesta de este sector a los cambios tecnológicos que se tendrían que haber implantado, tanto en el sector productor como industrial, a la falta de promoción e imagen de la garrofa en la alimentación humana, etc. Con el propósito de mejorar la situación descrita, en el año 2012, se constituyó la asociación Empresas Innovadoras de la Garrofa (EiG), como entidad nacional más importante en defensa del cultivo del algarrobo, que, por el momento se nutre de 19 empresas del sector, las cuales representan a productores de algunas cooperativas de segundo grado, troceadores industriales y fábricas de goma de garrofín.

6 Estas empresas comercializan aproximadamente el 70 % de la cosecha española, y la misma procede de unos agricultores. Los socios de EiG se localizan en las principales zonas productoras, destacando las provincias de Valencia (8), Tarragona (5), Mallorca (4) y Murcia (2), y las cuales aglutinan a casi toda la cadena de valor de este producto. En esta línea, la organización apuesta por la I+D+i, con el desarrollo de un proyecto sobre el Fomento y mejora del cultivo del algarrobo en España, destacando, entre otros objetivos, la mejora de la multiplicación viverística, la selección de nuevas variedades que se ajusten a la demanda comercial y el establecimiento de parcelas experimentales en las zonas citadas, además de promover algunas acciones de transferencia tecnológica al sector productor para seguir manteniendo el interés comercial de este cultivo mediterráneo. 7.- CONSIDERACIONES FINALES La situación actual del cultivo del algarrobo en España y, más concretamente en Catalunya, requiere una reestructuración de las plantaciones tradicionales, favoreciendo otras más intensivas, mecanizables y con bajos costes. También es importante acometer un cambio varietal, con cultivares productivos y con frutos de buena relación pulpa/semilla, y mejorar los diseños de polinización de las plantaciones, para regularizar las cosechas. Con estos cambios podríamos aumentar la rentabilidad del cultivo, debido al aumento del potencial productivo y a la mejora de la calidad comercial del fruto. La aparición de la organización nacional Empresas Innovadoras de la Garrofa-EiG, puede favorecer y fomentar la imagen positiva del cultivo y de los productos que de él se obtienen, incidiendo en aspectos relacionados con la biodiversidad, sostenibilidad y salud, al tratarse de un fruto que desde muy antiguo se ha utilizado en la dieta mediterránea. O/GarroferArtículoJornada ExpoEbre. Tortosa (2 mayo 2014)