NOTA TECNICA (2005) Algunos de los conceptos de medición aquí vertidos están basados en el Manual de Pobreza del Banco Mundial

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1 NOTA TECNICA Detrás de las cifras de Pobreza 1 Sara Wong, Ph.D. Escuela de Postgrado en Administración de Empresas (ESPAE) Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) Campus Las Peñas Malecón 100 y Loja sawong@espol.edu.ec Constantemente las noticias nos brindan reportajes con cifras sobre la pobreza en Ecuador, pero estos en general no explican cómo calculan esas cifras, ni su interpretación o uso común. Esta pequeña nota técnica trata de llenar este vacío y proveer al lector conceptos prácticos sobre el cálculo de la pobreza y reflexiones sobre la situación de pobreza en nuestro país. Un buen punto de partida es definir qué se considera pobreza. En realidad no existe una definición única de pobreza. En general y para facilitar su medición se considera pobreza a la falta de un nivel mínimo de ingreso o consumo necesarios para acceder a bienes y servicios que satisfacen necesidades básicas. En forma puntual se considera pobreza a la falta de acceso a un nivel básico de consumo de un bien o servicio específico, como por ejemplo: analfabetismo, desnutrición. En una definición más amplia (ver obras de Amartya Sen), la pobreza enfoca las capacidades de funcionamiento de los individuos en la sociedad. Pobre es aquel que carece de capacidades claves para satisfacer sus necesidades, lo que incide en el deterioro de su nivel y calidad de vida. Por ejemplo: falta de libertad política, falta de un ingreso adecuado, falta de acceso a educación. Usualmente calcular una medida de pobreza implica 3 pasos: (i) Definir un indicador de bienestar; (ii) Elegir y estimar una línea de pobreza; y (iii) Calcular una medida de resumen (estadístico) para agregar la información de la distribución del indicador de pobreza seleccionado, relativo a la línea de pobreza elegida. Para realizar estos cálculos y estimaciones se obtiene información mediante encuestas realizadas a los hogares sobre sus hábitos de gasto y fuentes de ingreso. Tradicionalmente se estima la pobreza utilizando indicadores monetarios. En este caso, se elige en primer lugar entre el cálculo del ingreso o el del consumo por hogar, esto es, una medida agregada del bienestar. Existen también indicadores o medidas no monetarias del bienestar individual, tales como la mortalidad infantil, expectativas de vida, educación de los niños, etc. Estas responden a la idea de que el bienestar es un concepto más amplio que solo la propiedad sobre bienes. El usar el ingreso como indicador de pobreza tiene sus ventajas y desventajas. Puede ser relativamente fácil medir datos como sueldos y salarios, pero puede ser más difícil medir otros como intereses, dividendos e ingresos por autoempleo; y, puede ser muy difícil medir otros como ingreso agropecuario, ganancias de capital, etc. Por otro lado, muchos analistas opinan que una medida de pobreza usando el consumo puede ser una medida más precisa que aquella que usa el ingreso, por las siguientes razones: (a) el consumo es un indicador sujeto a menos 1 Algunos de los conceptos de medición aquí vertidos están basados en el Manual de Pobreza del Banco Mundial (2005). 1

2 fluctuaciones que las observadas en un indicador del ingreso, (b) el consumo puede reflejar de manera más fidedigna el nivel de vida real de una unidad familiar y la capacidad de satisfacer sus necesidades básicas, y (c) el consumo puede medirse en forma más precisa que el ingreso o la renta. Sin embargo, el uso del consumo como indicador de pobreza también tiene sus desventajas. Ciertas clases de consumo son usualmente subdeclaradas o no declaradas del todo (artículos de lujo, artículos de consumo ilegal). Ciertas preguntas pueden sesgar las respuestas con respecto al consumo. Mientras más detallada la pregunta, es más probable que las personas que responden a la encuesta recuerden con más detalle y tiendan a reportar un mayor consumo. Una medida completa por el lado del consumo debería de hacer un esfuerzo por incluir mediciones del autoconsumo (producción de un hogar que es usada dentro del hogar), del uso de bienes durables (aquellos bienes que se los compra en un punto en el tiempo, pero se los consume a lo largo de varios años), e imputar alquileres a aquellos hogares que tienen casa propia. Dado que se ha definido como pobre aquellas personas cuyo consumo o ingreso cae por debajo de cierto nivel o línea de pobreza, es clave definir lo que es una línea de pobreza. La línea de pobreza se la obtiene especificando una canasta de consumo que representa el consumo básico de una persona y estimando luego el costo de esta canasta básica, tanto de alimentos como de bienes y servicios no alimenticios. Si no hay datos sobre precios, se puede usar el método de la ingesta de alimentos. La idea es medir el nivel de gastos o ingresos que garantice al hogar la obtención de suficientes productos alimenticios y no alimenticios para cubrir sus requerimientos de energía. El enfoque más usado consiste en construir una línea de pobreza per cápita para todos los individuos, y ajustar el indicador per cápita (del ingreso o del consumo) por diferencias en precios y composición demográfica de hogares. El indicador ajustado per cápita es comparado con la línea de pobreza para determinar si el individuo está o no por debajo de la línea de pobreza. Otro enfoque consiste en computar una línea de pobreza para cada hogar, tomando en cuenta diferencias en precios que los hogares enfrentan así como las diferencias en composición demográfica de los hogares. Es decir, este enfoque resulta en diferentes líneas de pobreza. Ejemplo, por región, por zonas urbanas y rurales, etc. Las líneas de pobreza nominal cambian para una población dada, debido a dos factores: (i) inflación, (ii) cambios en el nivel de pobreza real, revisado por cambios en composición a través del tiempo. Estos cambios traen a colación el tema de qué es relevante estudiar: pobreza relativa o pobreza absoluta. Lo cual a su vez requiere la definición de: líneas de pobreza relativas y líneas de pobreza absolutas Se habla de pobreza relativa cuando el objetivo es estudiar los más pobres (ej., el último quintil de consumo o ingreso) de una población. Estos más pobres son los relativamente más pobres. Es decir, las líneas de pobreza relativa se definen en relación con la distribución global del ingreso o del consumo de un país. Según esta definición aún los países desarrollados tienen pobres, claro que mucho de aquellos que califican como pobres en países desarrollados, no calificarían como tal según estándares de países en desarrollo. A medida que los países se desarrollan, estos revisan sus líneas de pobreza hacia arriba. Por ejemplo, la Unión Europea define como pobres aquellos cuyo ingreso per cápita cae bajo el 50% de la mediana de ingresos, por tanto, a medida que la mediana de ingresos sube, también sube la línea de 2

3 pobreza. Cuando el objetivo es identificar a los actualmente pobres, el usar una línea de pobreza relativa es apropiado, y esta necesita ser adecuada al nivel de desarrollo del país. Ej. Una línea de pobreza de US$1 puede ser apropiada para Vietnam, pero no para los Estados Unidos. Por otro lado, para encontrar una medida de pobreza absoluta se elige una línea de pobreza absoluta, la cual se fija de modo que ésta representa el mismo poder de compra en cada año. Cuando el objetivo es analizar el efecto a través del tiempo- sobre pobreza de políticas de reducción de pobreza, o cuando se trata de estimar el impacto de un proyecto sobre pobreza, el uso de un concepto de pobreza absoluta es adecuado. Cuando el objetivo es establecer comparaciones de pobreza entre países se debe también aplicar la misma línea de pobreza absoluta en los países bajo análisis. Ejemplo, la línea de pobreza de US$1 por persona por día para medir extrema pobreza, o la línea de pobreza de US$2 por persona por día para medir pobreza y establecer comparaciones entre varios países. El último paso en la obtención de mediciones de pobreza es construir un indicador de pobreza adecuado. Un indicador de pobreza es una función estadística que traslada la comparación entre la variable de bienestar (tradicionalmente, medida por el ingreso o por el consumo) de la unidad familiar y la línea de pobreza elegida a una cifra global de la población en general o de un subgrupo de la población. Existen numerosos indicadores alternativos, aunque los tres que se describen a continuación son los que se utilizan con mayor frecuencia: (i) Incidencia de la pobreza.- Representa el porcentaje de la población cuya renta o consumo está por debajo de la línea de pobreza; es decir, la parte de la población que no puede adquirir la canasta básica de productos. Este indicador tiene sus ventajas en que es simple de construir y fácil de entender. Pero su inconveniente es que no toma en cuenta la intensidad de la pobreza, es decir, no nos indica cuan pobres son los pobres; por lo tanto, no cambia si las personas bajo la línea de pobreza se vuelven más pobres. (ii) Profundidad de la pobreza (brecha de la pobreza).- Mide qué tan distante se encuentra el indicador del individuo (consumo o ingreso) de la línea de pobreza y lo expresa como porcentaje de la línea de pobreza. El indicador recoge el déficit de ingreso o de consumo global medio con respecto a la línea de pobreza de toda la población. Es útil en el sentido de que la suma de las brechas de pobreza de los individuos da el costo mínimo de eliminar la pobreza, si las transferencias fueran perfectamente enfocadas. Pero, por otro lado, esta medida no refleja cambios en desigualdad entre los pobres. (iii) Gravedad de la pobreza (brecha de la pobreza cuadrática).- El indicador de gravedad de pobreza se calcula como el promedio ponderado de las brechas de pobreza relativos a la línea de pobreza, donde las ponderaciones son las mismas brechas de pobreza relativas a la línea de pobreza. Así para construir este índice de gravedad de pobreza, a una brecha de pobreza de 10% se le otorga un peso de 10%, mientras que a una brecha de pobreza de 50% se le otorga un peso del 50%. Esto pone más peso a aquellas observaciones que caen más con respecto a la línea de pobreza. Por tanto, el indicador de gravedad de la pobreza tiene en cuenta no sólo la distancia que separa a los pobres de la línea de pobreza (la brecha de la pobreza), sino también la desigualdad entre los mismos. Es decir, se asigna un peso mayor a las unidades familiares 3

4 más alejadas de la línea de pobreza. Por otro lado, al observar un resultado de un indicador de gravedad de pobreza éste es difícil de interpretar. A los tres indicadores arriba mencionados también se los conoce como FGT(0), FGT(1) y FGT(2), respectivamente, por ser conocidos como de la familia de indicadores de Foster, Greer y Thorbecke (ver Foster, Greer y Thorbecke, 1984). Todos estos indicadores pueden calcularse sobre una base de unidades familiares; es decir, evaluando el porcentaje de unidades familiares que están por debajo de la línea de pobreza en el caso del índice de incidencia. No obstante, es mejor estimar los indicadores sobre la base de toda la población, en términos de individuos, a efectos de tener en cuenta el número de personas que integran cada unidad familiar. Pobreza en Ecuador. Total nacional, por tipo de hogares. Medición basada en el consumo INDIGENCIA POBREZA Índice de Índice de Tipo de hogar Incidencia Profundidad Gravedad Incidencia Profundidad Gravedad Total de hogares Hogares rurales Hogares urbanos Jefe de hogar masculino Jefe de hogar femenino Fuente: Wong, S (2007), Introducción al Análisis de Pobreza, Presentación ESPOL. Nota: Cálculos usando la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC). Línea de Pobreza: $2.82 diarios; línea de Indigencia: $1.30 diarios, según el INEC. Los indicadores aquí presentados pueden variar con respecto a otras fuentes con cifras de pobreza, dependiendo entre otros factores de cómo fue construido el consumo agregado. Según el cuadro, uno de cada diez ecuatorianos vive en la indigencia (con $1.3 dólares diarios), y un 44 por ciento vive en la pobreza (con $2.82 dólares diarios). La indigencia es un problema serio en las zonas rurales en donde un quinto de los hogares la padece; en las zonas urbanas, un 4% de los hogares vive en la indigencia. Asimismo, la pobreza tiene mayor incidencia en el campo que en la ciudad: dos tercios de los hogares en las zonas rurales son pobres, versus un tercio de los hogares en las zonas urbanas. Medido con un indicador de consumo, se observa una mayor incidencia de la indigencia y de la pobreza en hogares cuyo jefe de hogar es un hombre versus aquellos en donde el jefe de hogar es una mujer. Pero, a pesar de las dificultades en la medición de la pobreza Por qué es importante medir la pobreza?. No sólo porque las mediciones dan visibilidad a un problema que de otra forma puede ser ignorado, sino que también las mediciones proveen a los gobiernos de una medida del problema de pobreza y con ello se pueden establecer planes y políticas para afrontar el problema. Además, las mediciones de pobreza sirven para hacer seguimiento a proyectos que tratan de tener un impacto positivo en reducción de la pobreza. Dado que el problema de pobreza es agudo en el país, qué se puede hacer para aliviarlo?. Un plan de alivio de pobreza debe contar con varios frentes. Así: - Una administración eficiente de la economía, con políticas macroeconómicas que garanticen la estabilidad de la misma (baja inflación). 4

5 - Políticas estructurales (comercio, sector financiero y políticas regulatorias) que siembren un clima propicio para el sector privado e inversiones. Estas políticas estructurales deben de incluir políticas de sostenibilidad del medio ambiente. - Políticas para la inclusión social y la equidad, las cuales deben de incluir políticas para el desarrollo de los recursos humanos (educación, salud), género, protección social y equidad en los recursos usados. - Una administración transparente y eficiente del sector público y las instituciones, las que deben buscar calidad de la administración pública, control de la corrupción y reglas claras en el gobierno. Referencias Banco Mundial (2005), Introduction to Poverty Analysis. Foster, J., J. Greer y E. Thorbecke (1984), A class of decomposable poverty measures, Econometrica 52(3), pp Sen, A. (2002), La Desigualdad Económica, edición ampliada con un anexo fundamental de James E. Foster y Amartya Sen. Fondo de Cultura Económico. Sen, A. (1989), The Standard of Living, editado por Geoffrey Hawthorn. Cambridge University Press. Sen, A. (1976), Poverty: an ordinal approach to measurement, Econometrica 46, pp Wong, S. (2007), Introducción al Análisis de Pobreza, Presentación en curso sobre pobreza, ESPOL. Sara A. Wong, Ph.D. Profesora ESPAE ESPOL Diciembre