HISTORIA DE ESPAÑA CURSO

Transcripción

1 15.1. La transición a la democracia. La Constitución de Principios constitucionales y desarrollo institucional. El Estado de las autonomías y su evolución. 1. La transición a la democracia ( ) La transición democrática es el proceso gradual y pacífico de restablecimiento de las instituciones democráticas que comenzó con la muerte de Franco y la proclamación de Juan Carlos I (1975) como rey y jefe del Estado, restaurándose la monarquía borbónica por tercera vez en la historia de nuestro país, hasta la victoria electoral del PSOE (1982). 1 La transición, impulsada por el rey y por Adolfo, tuvo las siguientes características: Evolución controlada del franquismo hacia la democracia. No se produjo una ruptura clara entre ambos sistemas, sino que se alteraron las reglas del juego y la legalidad vigente, reemplazando a quienes ostentaban el poder en la legalidad franquista. Fue en suma una operación a medio camino entre la reforma de una Estado autoritario y la ruptura que hubiera supuesto la sustitución de la monarquía por otro régimen. Fruto del acuerdo y el consenso. Se trató de un pacto entre algunos dirigentes y políticos del antiguo Estado franquista y la oposición, a la que se le facilitó la integración en el sistema a cambio de la supresión de los aspectos más radicales de sus respectivos programas. Respuesta a la presión y movilización popular. Aunque se basó en pactos entre políticos, la opinión pública influyó decisivamente para que se produjeran cambios sustanciales. Este paso de un régimen autoritario a otro democrático, conocido como transición democrática, pasó por diferentes momentos relevantes, entre los que cabe destacar: El 22 de noviembre de 1975 don Juan Carlos de Borbón asume la jefatura del Estado en aplicación de las leyes de la dictadura franquista. En su primer discurso manifestó su intención de ser el rey de todos los españoles y de restablecer la democracia. En un principio se encontró con la oposición de los franquistas (que desconfiaban de él) y de los partidos de oposición (que dudaban de su capacidad política); incluso su padre, don Juan de Borbón, no renunció al trono de España hasta El rey optó por mantener al frente del gobierno a Arias Navarro, representante de la línea inmovilista, pero lo destituyó en julio de 1976 por su disconformidad con el lento ritmo de los avances hacia la democracia. Por ello, durante su presidencia, la oposición se movilizó a favor de la democracia: Una oleada de huelgas se extendió por el país a principios de 1976 (incidentes de Vitoria) en el contexto de una crisis económica cada vez más acentuada y

2 los atentados terroristas de ETA y GRAPO. Además toda la oposición política y sindical se agrupó en torno a la plataforma Coordinación Democrática lo que reforzó las protestas contra el inmovilismo del gobierno de Arias Navarro. El rey nombró presidente del Gobierno a Adolfo Suárez, y se inició así el paso de la dictadura a la democracia desde la legalidad franquista. Promovió la Ley para la Reforma Política (septiembre de 1976), es decir, la concreción legislativa del proceso de desmantelamiento del franquismo desde el propio régimen. Su proyecto recibió el rechazo de la oposición democrática, reacia a legalizarse bajo las condiciones impuestas por la ley, pero evidenció su voluntad de ofrecer cauces de entendimiento entre el Gobierno y las fuerzas políticas. A principios de 1977, Suárez inicio la política de consenso con la oposición, que aceptó la reforma como vía para implantar la democracia. Se aprobó la Ley de Amnistía, se desmanteló el Movimiento Nacional y se legalizaron los partidos políticos, incluido el PCE de Santiago Carrillo. En junio de 1977 se convocan las primeras elecciones democráticas, que ganó UCD, partido de centro fundado por Adolfo Suárez. El PSOE fue la segunda fuerza más votada. Sin embargo, el respaldo a la izquierda comunista (PCE) y a la derecha (AP, de Manuel Fraga) fue menor de lo esperado. Los franquistas apenas obtuvieron apoyo. Tras las elecciones y ante la gravísima crisis económica, gobierno, partidos políticos, organizaciones empresariales y sindicatos firmaron en octubre de 1977 los Pactos de la Moncloa, una serie de medidas consensuadas para hacer frente a las graves dificultades económicas (reducir la inflación y acometer la reforma fiscal, de la Seguridad Social y de la empresa pública, para reducir el déficit). 2 Las Cortes elaboran la Constitución, aprobada en referéndum el 6 de diciembre de Se inició la reforma territorial del Estado: restablecimiento de la Generalitat de Cataluña y aprobación de un régimen pre-autonómico para el País Vasco. Se convocaron nuevas elecciones el 1 de marzo de 1979, una vez promulgada la Constitución, que gana nuevamente UCD, por mayoría simple. Adolfo Suárez forma gobierno entre 1979 y La nueva legislatura estuvo marcada por las crisis política y económica. El 29 de enero de 1981 dimite Adolfo Suárez, cuestionado por su partido (fracasos en las elecciones autonómicas y municipales), acosado por la oposición (moción de censura del PSOE) y presionado por los militares (que le acusaban de no atajar el terrorismo y de romper la unidad de España). El 23 de febrero de 1981 en la sesión de investidura de Calvo Sotelo con nuevo presidente del gobierno, se produjo el intento de golpe de Estado dirigido por Tejero, Miláns del

3 Bosch, junto al general Armada; la falta de apoyos y la postura del rey Juan Carlos I, que anunció por televisión el mantenimiento del orden constitucional, frustraron la operación. El intento de golpe de Estado concluyó con la vergonzosa salida de los guardias civiles del Congreso, y el juicio a los principales mandos militares implicados. No obstante, la trama golpista era mucho más amplia, y todavía hoy, en gran parte desconocida. El gobierno de Calvo Sotelo ( ) estuvo marcado por la aprobación de la Ley del divorcio (rechazada por la Iglesia), el escándalo del envenenamiento masivo por aceite de colza desnaturalizado y la integración de España en la OTAN (rechazada por la izquierda). Calvo Sotelo, debilitado por las divisiones internas de su partido, UCD, adelanta las elecciones a octubre de El PSOE ganó las elecciones de 1982 por mayoría absoluta. El proyecto de "cambio" de Felipe González había arrollado a una UCD que casi desapareció en las elecciones y fue sustituida por la Alianza Popular de Manuel Fraga como el principal partido de la derecha. Con su victoria se da por concluida la Transición. El acceso de la izquierda al Gobierno significó la plena normalización democrática El proceso constitucional. La Constitución de Principios constitucionales y desarrollo institucional. Tras las primeras elecciones democráticas de junio de 1977, las Cortes se convirtieron inmediatamente en Cortes Constituyentes, iniciando los trabajos para elaborar una nueva Constitución basada por primera vez en la historia de España en el consenso (y no en la imposición de un partido político), y que estuvo en manos de una ponencia de siete miembros que debatió de mayo a octubre de Contó con los votos favorables de todos los partidos políticos, excepto el PNV, que se abstuvo. La Constitución fue aprobada en referéndum el 6 de diciembre de 1978, y contiene los siguientes principios: España es un Estado democrático. La soberanía nacional reside en el pueblo español. La forma de Estado es la monarquía parlamentaria. La unidad de España es compatible con la pluralidad nacional. El Estado español es unitario, es decir, no es federal, pero tampoco centralista, sino autonómico. El castellano es el idioma oficial del Estado; el resto de las lenguas existentes en España son también oficiales en sus respectivas comunidades autónomas. La jefatura del Estado y la división de poderes: El rey es el jefe del Estado, aunque sanciona y promulga las leyes, disuelve las Cortes y convoca las elecciones, es inviolable y no está sujeto a responsabilidad; además, está al margen del debate público. Tiene también el mando supremo de las Fuerzas Armadas.

4 En la sucesión a la jefatura del Estado se favorece al varón sobre la mujer, lo que convierte al tercer hijo de don Juan Carlos, Felipe, en el heredero al trono. El poder legislativo reside en dos cámaras elegidas por sufragio universal: el Congreso de los Diputados y el Senado. El Congreso tiene mayor peso en la aprobación de las leyes, mientras que el Senado prácticamente se limita a refrendarlas. El Senado tiene asimismo carácter de representación territorial. El sistema electoral es proporcional atenuado en el Congreso y mayoritario en el Senado; es decir, en este último se favorece la candidatura vencedora en cada provincia. Se prevé la posibilidad de celebrar un referéndum consultivo. 4 El poder ejecutivo reside en el Gobierno, que dirige la política interior y exterior y depende, para su permanencia, de la confianza del legislativo. El poder judicial corresponde a los juzgados y tribunales; en la cúspide del sistema judicial se encuentra el Tribunal Supremo. Los derechos y las libertades. Se recoge en la Constitución una declaración de derechos y libertades muy avanzada. La novedad de esta constitución respecto a las anteriores, es que incluye numerosos derechos de carácter social y económico. La no confesionalidad del Estado. Aunque el Estado se declara laico, abre cauces para la protección estatal a otras confesiones religiosas existentes en la sociedad española, comprometiéndose el Estado a garantizar el derecho a la formación religiosa y moral. 3. El Estado de las Autonomías y su evolución. La organización territorial del Estado español está diseñada en el título VIII de la Constitución, donde se reconoce la existencia de nacionalidades y regiones, atendiendo a las reivindicaciones de catalanes y vascos. Así, se establecieron diferencias vías que determinaron el acceso a la autonomía de las diferentes regiones: Estableció un régimen especial para el País Vasco y Navarra sobre la base de los derechos históricos de los territorios forales. La prevista en el artículo 151, también llamada vía rápida, que permitía el acceso directo inmediato al nivel máximo de competencias mediante la aprobación en referéndum de un Estatuto de Autonomía. Este procedimiento se diseñó para las comunidades históricas (Cataluña, País Vasco y Galicia), aunque también fue empleado más tarde en Andalucía (1980). El resto de territorios accederían a la autonomía por el artículo 143, conocida como vía lenta. Estas comunidades podían asumir todas las competencias en el plazo de cinco años y no precisaban un referéndum para crearse.

5 Con ello se puso en marcha entre 1979 y 1983 el proceso autonómico, que supuso la elaboración de los estatutos por las correspondientes asambleas de parlamentarios y su posterior aprobación por las Cortes y ratificación en referéndum. Todas las comunidades se autogobiernan mediante su propio parlamento legislativo, elegido por sufragio y un presidente autonómico, nombrado por dicho parlamento. Surgió así el actual mapa administrativo de España, compuesto por 17 comunidades autónomas y las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta. En la actualidad, España es uno de los Estados más descentralizados de la UE La España actual: Los gobiernos democráticos. Los desafíos del golpismo y del terrorismo. Cambios políticos, sociales y económicos. Cultura y mentalidades. 1. Los gobiernos democráticos a partir de Etapa del PSOE ( ) En las elecciones generales de octubre de 1982 el PSOE logró la victoria por abrumadora mayoría absoluta. Esta victoria marcó el inició de los gobiernos presididos por Felipe González y el punto final de la etapa de transición democrática iniciada en La hegemonía del PSOE fue prácticamente absoluta durante más de una década, ganando cuatro elecciones generales consecutivas (1982,1986, 1989 y 1993), y su gobierno se prolongó hasta Al llegar al poder en 1982 se propuso realizar una política reformista en España con el objetivo de modernizar el país; así lo expresó en su lema electoral: Por el cambio. - Primera legislatura ( ): Se establecieron tres ejes de actuación: Plan de Estabilización. Con el fin de salir de la crisis económica, el Gobierno aplicó un plan de ajuste (subida de tipos de interés, devaluación de la moneda y reconversión industrial) que, en un principio provocó el aumento del paro y la reducción de la inversión. Sin embargo, a partir de 1985 la economía empezó a recuperarse. Reformas político-sociales. Uno de los grandes logros fue la creación del Estado del bienestar. Las reformas en sanidad, educación y prestaciones sociales (pensiones), en un escenario internacional de reducción del gasto público, obtuvieron la universalización de los bienes sociales propios del modelo europeo. o o o o o Reforma de las Fuerzas Armadas. La Ley de la Defensa Nacional pretendió aumentar la operatividad del ejército, modernizarlo y acabar con el golpismo. Cierre del mapa autonómico. Se aprobaron los últimos estatutos de autonomía, excepto los de Ceuta y Melilla. Reformas educativas. Se aprobaron la LODE (ampliación de la enseñanza obligatoria hasta los 16 años) y la LRU (autonomía universitaria) Reformas sanitarias. La Ley General de Sanidad estableció un sistema nacional de salud gratuito y de carácter universal. Regulación de la objeción de conciencia del servicio militar

6 o Aprobación de la ley de despenalización del aborto. Actuaciones en política exterior. España firmó su ingreso en la CEE en 1986 y se mantuvo en la estructura política de la OTAN tras el referéndum de Segunda legislatura ( ): El PSOE ganó las elecciones por mayoría absoluta. España se benefició de la expansión económica internacional que posibilitó la creación de empleo, la subida de salarios y una política de inversión pública para la modernización de las infraestructuras. Sin embargo, la liberalización del mercado de trabajo provocó la huelga general del 14 de diciembre de 1988 por UGT y CCOO. 6 - Tercera legislatura ( ): Estuvo marcada por las celebraciones del año 1992 (Expo de Sevilla y Juegos Olímpicos de Barcelona), que sirvieron para mostrar al exterior la modernización de España. Pero en 1993 comenzó una grave crisis económica mundial, agravada en España por las cuantiosas inversiones en los acontecimientos de Se disparó la inflación, quebraron numerosas empresas y aumentó el paro. La crisis sobrevino además cuando se había aprobado el Tratado de Maastricht, en el que se establecían los criterios de convergencia económica europea para establecer la moneda única. En política exterior, España participó en 1991 en la Guerra del Golfo. - Cuarta legislatura ( ): El PSOE ganó las elecciones de 1993, pero por mayoría simple. Para gobernar Felipe González tuvo que negociar un pacto de apoyo parlamentario con CiU. En esta legislatura se firmó el Pacto de Toledo (1995), que garantizó y estabilizó el sistema público de pensiones. Pero la legislatura estuvo marcada por los casos de corrupción de los máximos responsables del Banco de España y de la Guardia Civil, y la guerra sucia contra ETA (caso GAL), en la que se vio implicado el ministerio del Interior. La oposición y parte de la prensa pedían incesantemente la dimisión de Felipe González. En 1995 CiU retiró su apoyo al PSOE y Felipe González convocó elecciones anticipadas. 2. Los gobiernos democráticos a partir de Primera etapa del PP ( ) El declive de los gobiernos del PSOE se tradujo en su derrota electoral en 1996, lo que permitió al PP, liderado por José María Aznar, acceder al poder. Su ajustado triunfó le obligó a gobernar con el apoyo de otros grupos (CiU). En su primera etapa ( ) desarrolló una política centrista y dialogante con las minorías nacionalistas y los sindicatos, que estuvo caracterizada por: Moderación de sus políticas. Facilitó la transferencia de competencias a favor de las CC.AA, silenció a los líderes antinacionalistas del PP, acordó algunas políticas con los sindicatos, y mantuvo el poder adquisitivo de las pensiones y el equilibrio financiero de la Seguridad Social. Acabó incluso con el servicio militar obligatorio, iniciando el proceso (concluido en 2002) para establecer el Ejército profesional.

7 Relativa bonanza económica. España cumplió las condiciones exigidas en el Tratado de Maastricht a costa de aplicar severas medidas de austeridad y pudo entrar en la Unión Económica y Monetaria, e ingresar en el euro. Además, se redujo el desempleo, y el déficit público y la inflación descendieron. El índice de crecimiento anual de la economía española fue superior a la de los países de nuestro entorno. La política antiterrorista. Tuvo avances significativos en la desarticulación de comandos terroristas y la movilización social en el País Vasco y el resto de España. La reacción popular tras el asesinato en 1997 del concejal Miguel Ángel Blanco fue espectacular. Aunque ETA decretó una tregua ( ), posteriormente los atentados continuaron, combinados con la violencia callejera (kale barroka). 7 El resultado de estos logros fue la segunda victoria del PP en marzo de 2000 por mayoría absoluta, lo que le permitiría gobernar en solitario hasta Los desafíos del golpismo y del terrorismo. La democracia ha estado amenazada, desde sus primeros momentos, por el golpismo y el terrorismo: La extrema derecha, nostálgica del franquismo, intentó crear un clima de inestabilidad que truncara la transición política (Matanza de Atocha, enero de 1977). Cuando esta estrategia fracasó, buscó acabar con la democracia mediante el intento de golpe de Estado del 23-F (1981), durante la investidura como nuevo presidente de Calvo Sotelo. La actitud del rey en defensa de la democracia y la falta de respaldo a los golpistas impidieron que el golpe triunfara. El terrorismo de ETA. Tras la desarticulación de los GRAPO, ETA empleó la estrategia de la desestabilización con el objetivo de forzar una negociación política; en 1980 cometió 95 asesinatos. Desde mediados de los 80, el número de atentados disminuyó por la implicación de Francia y la eficacia de los servicios de seguridad españoles, pero las acciones de ETA se extendieron a todos los sectores sociales y políticos y se volvieron más indiscriminadas (atentando de Hipercor en 1987). La respuesta de los partidos democráticos vascos fue la firma del Pacto de Ajuria Enea (1988). En 1997 el secuestro y asesinato de un concejal del PP provocó la movilización de la sociedad vasca que aisló a los terroristas y su entorno (Espíritu de Ermua). A pesar de ello, en 1998 los partidos nacionalistas vascos firmaron el Pacto de Estella en el que reivindicaban la autodeterminación; poco después ETA declaraba una tregua. El Gobierno se mostró dispuesto al diálogo, pero éste no fructificó y ETA reanudó las acciones terroristas en En el año 2000 PP y PSOE reforzaron la unidad antiterrorista con la firma del Acuerdo por las libertades y contra el terrorismo, iniciando los procesos de ilegalización de los partidos políticos y organizaciones sociales del entorno de ETA.

8 4. Los gobiernos democráticos: Cambios políticos, sociales y económicos Cambios políticos: El dato más importante es la instauración de la democracia. A pesar de la presión antisistema (golpismo, terrorismo, separatismo) España ha conseguido el período más largo de democracia. Las distintas ideologías y posturas políticas se han canalizado dentro de los cauces democráticos. Cambios socioeconómicos: 8 Los cambios sociales experimentados desde el comienzo de la transición democrática han hecho de España un país moderno: Con la consolidación democrática continúa el desarrollo urbano, que había adquirido especial relevancia a raíz del desarrollo industrial de los últimos años del franquismo. Pérdida de valores tradicionales y la incorporación de nuevos modelos de vida y de actitudes más tolerantes. La incorporación de la mujer al mundo laboral va acrecentándose, llegando incluso a sectores tradicionalmente masculinos, como las Fuerzas Armadas. Descenso drástico de la natalidad, si bien la situación comienza a cambiar por efecto de la importante inmigración recibida. Aumento de la preparación intelectual de los españoles en términos de alfabetización y de acceso a la educación. Importante llegada de inmigrantes hispanoamericanos, europeos y africanos que ha modificado el aspecto de las grandes ciudades españolas, especialmente Madrid, y que ha obligado a frenar el flujo migratorio y controlar a aquellos extranjeros ilegales que no cuentan con un contrato de trabajo. Incremento del asociacionismo, sobre todo entre los jóvenes, y orientado hacia las ONG. Mayor inquietud por la defensa del medio ambiente. Predominio de la clase media Incorporación masiva a los nuevos usos sociales en la información, ocio y comunicación (internet). Desarrollo del Estado del bienestar y aumento del nivel de riqueza hasta niveles próximos a la media europea. Liberalización económica, privatización de empresas y bancos públicos y fin del monopolio de sectores estratégicos.

9 Reconversión industrial de los sectores tradicionales. Terciarización de la actividad productiva (63% de la población activa). Crecimiento de grupos empresariales de proyección mundial (Telefónica, Inditex, BBVA, etc). 5. Los gobiernos democráticos: Cultura y mentalidades 9 La democracia trajo consigo el incremento de la oferta cultural. Nunca antes se habían realizado inversiones tan importantes en actividades e infraestructuras culturales. Se incrementó la pluralidad ideológica con la aparición de nuevos medios de comunicación escritos (El País, El Mundo) y audiovisuales, con las televisiones privadas (Tele5, Antena3, Canal Plus, etc.) Ha habido un reconocimiento internacional de la cultura española: premios Nobel de Literatura a Vicente Aleixandre y Camilo José Cela, o el Pritzker de arquitectura a Rafael Moneo. La libertad de expresión favoreció nuevas formas de cultura popular relacionadas con el ocio, la comunicación y el espectáculo. En los años ochenta destacó la movida madrileña. Todo ello propició que las mentalidades se transformasen: la sociedad se secularizó y el modelo de familia tradicional empezó a convivir con otros nuevos. Se lograron importantes avances en la equiparación laboral y social de la mujer con el hombre y se generalizaron actitudes más tolerantes hacia los diversos comportamientos sociales La integración de España en Europa. España en la Unión Europea. El papel de España en el contexto internacional 1. La integración de España en Europa La transición a la democracia en España se enmarcó en el contexto internacional de una oleada democratizadora que afectó sólo al sur de Europa, incluyendo Grecia y Portugal. La Guerra Fría entró también en momentos de nueva tensión, con la invasión soviética de Afganistán (1979) y el despliegue de misiles nucleares en Europa, que fue respondida por la OTAN de igual manera. España desempeñaba entonces un papel alejado de los centros de decisión internacional. Pero su deseo más claro era la integración en la CEE que ya se estaba construyendo desde la década de los cincuenta, y ese objetivo se cumplió en Las consecuencias económicas más importantes de la entrada en la CEE fueron la liberalización económica y la aceleración de nuestro crecimiento económico, gracias a la política de ayudas de la UE, pensada para reducir los desequilibrios socioeconómicos entre los países miembros. Cuatro años antes, en 1982, y no sin polémica, el Gobierno de

10 Calvo-Sotelo decidió la adhesión a la OTAN, determinante para la modernización del Ejército y acabar con las intenciones golpistas. El gran cambio para Europa llegó con la caída del comunismo en los países del Centro y Este en 1989, y la desaparición de la URSS en 1992, finalizando así una larga etapa de la historia europea y mundial. Las consecuencias sorprendieron: democratización pacífica de casi todos los antiguos países comunistas, guerra en la ex-yugoslavia, y fin de la Guerra Fría. Para los europeos eso significó un desafío acerca de la idea de Europa. Y el debate se centró ahora en la ampliación hacia el Este tanto de la OTAN como de la CEE, que cambió su nombre por el de Unión Europea (Tratado de Maastricht, 1992). 10 En un mundo cada vez más globalizado, la acogida de flujos de población procedentes de países en vías de desarrollo deseosos de integrarse en el primer mundo se convirtió en una cuestión cotidiana. Ahora las diferencias culturales parecían marcar una nueva frontera en la convivencia. Los ataques terroristas en EE.UU, el 11 de septiembre de 2001, así lo pusieron de manifiesto. Se estaba ante una nueva dimensión del terrorismo islámico internacional, que pronto afectaría a otros países como España y Reino Unido, de manera trágica, con los atentados de 2004 y España en la Unión Europea La integración de España en la UE fue un camino arduo, y un objetivo compartido por prácticamente todas las fuerzas políticas españolas durante la Transición. Pero había un aspecto conflictivo: el de la seguridad y defensa. La llegada del PSOE al poder supuso la reiteración de la candidatura española en la CE. Las negociaciones iniciadas años atrás culminaron con la firma del Tratado de integración de España en la CEE en junio de 1985 (con efectos desde enero de 1986). En marzo de 1986 un referéndum, en el que el PSOE hacía campaña por el sí, aprobó con un 52% la permanencia de España en la OTAN. Los efectos de la integración fueron, primero, políticos: desde entonces, la política exterior española tiene como primer asunto las cuestiones europeas y gran parte de las cuestiones políticas domésticas está sujetas a los acuerdos alcanzados con el resto de los miembros de la Unión. Pero también económicos (modernización de las infraestructuras gracias a los fondos europeos: FEDER, PSE, FEOGA); y colaboración frente al terrorismo, con la creación de un espacio europeo de seguridad y justicia. La opinión española se mostró favorable a los cambios introducidos en los tratados (Maastricht, Amsterdam, Niza, etc.), a la nueva denominación de UE, a sus sucesivas ampliaciones, y a la adopción de la moneda única en La elaboración del proyecto de Constitución Europea (2003) aceptado en referéndum por España, se paralizó ante el rechazo de Francia y Holanda. El Tratado de Lisboa (2007) pretendió dar una visión reducida de la Constitución. La presidencia de turno de la UE ejercidas por España en 1989, 1995 y 2002, (junto a la reciente de 2010), el nombramiento de españoles para puestos en la Comisión o el hecho de que Javier

11 Solana ocupara, desde 1999, el cargo de Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, ha contribuido a que los españoles asuman como propios los asuntos europeos. Cuando se han producido conflictos en Europa, como el de la antigua Yugoslavia, España ha participado en las misiones militares para el restablecimiento de la paz dentro del marco de Naciones Unidas (Bosnia) o de la OTAN (Kosovo). 3. El papel de España en el contexto internacional 11 La integración en la OTAN y en la CEE significó un giro histórico de la acción exterior española en estos años. España se encuadraba en los esquemas políticos, económicos y de seguridad de los países de la Europa occidental, y recuperaba el papel internacional más adecuado para su historia, su posición geográfica y su significación cultural. Resolvía así el problema de su cometido en el mundo, asunto pendiente desde que se había perdido su imperio ultramarino. Los años de la Transición estuvieron centrados en la política interior, sin apenas prestar atención a las cuestiones internacionales hasta los ochenta, cuando se decidió que el camino europeo era el más indicado. Desde 1986, Felipe González se mostró cada vez más interesado en impulsar la presencia española en el exterior: La primera presidencia española del Consejo Europeo (1989), y todavía más, los actos celebrados en España en 1992 (Juegos Olímpicos en Barcelona y la Expo de Sevilla), confirmaron el prestigio internacional del país. En 1990, España, bajo supervisión de la ONU, envió tropas para participar en la primera guerra del Golfo cuando Irak invadió Kuwait En 1991, Madrid fue sede de la Conferencia de Paz en Oriente Medio. En 1992, España fue elegida miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU; fuerzas militares españolas participaron en misiones de paz de la ONU en Namibia, Nicaragua y El Salvador; y en 1993 se enviaron también a Bosnia. En definitiva, España contaba en el mundo. Los gobiernos de Aznar siguieron la misma tendencia durante la primera legislatura, aunque en la segunda, su interés por reforzar la relación con EE.UU., plasmada en su apoyo durante la segunda guerra de Irak, y su distanciamiento de Francia y Alemania, generó controversia. Otra línea de trabajo ha sido el estrechamiento de lazos con los países latinoamericanos. Se ha concretado en las cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebran desde 1991, si bien tienen un alcance práctico muy limitado. Desde los ochenta, España ha incrementado su ayuda a la zona y ha influido en el aumento de la misma por parte de la UE. Es el segundo país inversor, tras EE.UU.

12 Especialmente privilegiada ha estado también la relación con los países del sur mediterráneo y los subsaharianos. Con Argelia, determinada por la dependencia energética; en Mauritania por su proximidad a Canarias y por el control de los flujos migratorios; y con Marruecos, por su proximidad, Ceuta y Melilla como focos de tensión, ocupación del Sáhara Occidental (1975), y por los intereses económicos en suelo marroquí. La ayuda exterior ha sido un tema al que los gobiernos democráticos han prestado importancia. Ejemplo de la importancia internacional de España en la cooperación internacional fue el nombramiento de Federico Mayor Zaragoza como Director General de la Unesco ( ). Asimismo es destacable la presencia de ciudadanos españoles en cargos de máxima responsabilidad en organismos internacionales, destacando Javier Solana (secretario general de la OTAN y representante de la política exterior de la UE) y Rodrigo Rato (director del FMI). 12 Ante los nuevos retos internacionales del siglo XXI, terrorismo e integrismo islámico, la posición española ha oscilado entre el alineamiento incondicional con EE.UU. y Reino Unido (gobiernos de Aznar), y la búsqueda de acercamiento entre occidente y oriente, la Alianza de Civilizaciones (gobierno de Zapatero), aunque manteniendo intactas las relaciones con la OTAN.