12. EL ESPACIO RURAL

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1 12. EL ESPACIO RURAL ESQUEMA DE LA UNIDAD A. LOS CONDICIONANTES DE LA ACTIVIDAD AGRARIA EN ESPAÑA a1) LOS CONDICIONANTES NATURALES a2) LOS CONDICIONANTES HUMANOS 1. Los cambios económicos y la modernización agraria 2. La población activa agraria: descenso y envejecimiento 3. Cambio en la estructura de las explotaciones agrarias 4. Las técnicas de producción agraria B. USOS Y APROVECHAMIENTOS AGRARIOS b1. La actividad agraria b2. La actividad ganadera b3. La actividad forestal C. LA INFLUENCIA DE LA POLÍTICA AGRARIA COMÚN D. LOS NUEVOS USOS Y FUNCIONES DEL ESPACIO RURAL El espacio rural es el territorio no urbanizado, el cual ha sido tradicionalmente relacionado con el espacio agrario, es decir, aquel donde se desarrollan las actividades agrícolas, ganaderas y forestales. Pero desde la década de 1970, el espacio rural se ha vuelto más heterogéneo y complejo, al incluir actividades residenciales, industriales, de servicios, paisajístico-conservacionistas Durante siglos, la agricultura fue el sector principal de la economía española. Esta situación cambiará desde mediados del siglo XX debido a la modernización económica: si en 1950 el valor de la producción agraria suponía un 30% del P.I.B. y la población activa agraria algo más del 50%, hoy estas cifras se han reducido a porcentajes inferiores al 3% y 4% respectivamente. Sin embargo, la pérdida de importancia económica de la agricultura española se ha dado en términos relativos, pero no en términos absolutos: la actividad agraria ha mejorado su productividad, aunque menos que otros sectores productivos, de ahí su pérdida de peso proporcional respecto al resto de sectores económicos. Con todo, la agricultura tiene una importancia tanto social como ecológica considerable.

2 A) CONDICIONANTES DE LA ACTIVIDAD AGRARIA EN ESPAÑA a.1) Los condicionantes naturales Aunque los factores físicos han perdido importancia siguen ejerciendo una influencia que, en el caso de España, no es favorable. 1. El relieve. La elevada altitud es uno de los factores adversos al incrementarse los riesgos de heladas: sólo un 11% del territorio se encuentra por debajo de los 200 m., considerado el nivel óptimo para esta actividad. La agricultura española se desarrolla además en un medio natural de relieve accidentado, con extensas zonas de acusada pendiente, que dificultan la mecanización y favorecen la erosión de los suelos. 2. El clima es el factor de mayor importancia: España se caracteriza por precipitaciones escasas e irregulares (salvo la franja septentrional), con frecuencia en forma de tormentas y granizo; temperaturas extremas (como heladas o intensa radiación solar) y aridez más o menos acusada. Eso sí, la insolación mediterránea es un factor favorable para los productos hortofrutícolas. 3. Los suelos. Las propiedades físico-químicas de los suelos influyen en su potencial productivo. En España existen terrenos silíceos, calizos y arcillosos. De entre todos, los más fértiles son los arcillosos, que se localizan fundamentalmente en las llanuras litorales, en los valles del Ebro y del Guadalquivir y en las cuencas sedimentarias de la Meseta. Sin embargo, predominan los suelos de rocas silíceas y calizas de mediocre fertilidad. Además, en muchas zonas se producen problemas de erosión que reducen la fertilidad del suelo. a.2) Los condicionantes humanos 1. Los cambios económicos y la modernización agraria En la década de los 50 la agricultura tradicional predominaba en la economía española. Esta actividad se caracterizaba por el empleo de una mano de obra abundante y barata, que trabajaba explotaciones de manera extensiva y con escaso desarrollo tecnológico. En esta agricultura de bajos rendimientos predominaba el policultivo destinado al autoconsumo y la venta de excedentes en el mercado nacional. A partir de los años 60 se produce la modernización de la agricultura española. El desarrollo industrial y terciario provocan un gran éxodo rural: los jornaleros y pequeños propietarios se sienten atraídos por unos salarios urbanos más elevados y estables y por las expectativas de una vida mejor en las ciudades. La progresiva escasez de mano de obra asalariada lleva a los propietarios a mecanizar las explotaciones; a su vez, la introducción de maquinaria ocasiona paro y desata nuevas oleadas migratorias. Desde entonces, se dieron notables transformaciones hasta llegar a la situación actual caracterizada por una población escasa y envejecida, una tendencia al aumento del tamaño de las explotaciones agrarias y la incorporación de avances tecnológicos

3 (incrementando la productividad y los rendimientos) para abastecer a una creciente población urbana y a una potente industria alimentaria (orientación al mercado). 2. La población activa agraria: descenso y envejecimiento - La caída de la población activa agraria, que ya se inició a comienzos del siglo XX, se acentúa a partir de los años 60, pasando del 50% de la población activa en 1950 al 4% en la actualidad. No obstante, esta tasa es todavía ligeramente superior a la media de Europa Occidental, y es probable que siga descendiendo. Esta dinámica es muy desigual según las regiones, oscilando entre un mínimo en Madrid (1%), Cataluña y País Vasco y un máximo en Galicia o Extremadura (superior al 10%), evidenciando la relación que guardan tales hechos con nivel de modernización y desarrollo. - Mayor problema presenta el envejecimiento de la población activa agraria: casi un 40% superan los 50 años de edad. El envejecimiento es especialmente acusado entre los titulares de las explotaciones agrarias: el 56% es mayor de 65 años. Esta situación dificulta la aplicación de cualquier estrategia de desarrollo del medio rural. 3. LAS TRANSFORMACIONES RECIENTES DE LA AGRICULTURA ESPAÑOLA - Otro aspecto destacado es la composición social de la población activa, apreciándose un claro predominio del trabajo familiar: el 75% corresponde a esta tipología (realizado por el titular de la explotación y su familia). Debido a la creciente mecanización del campo es cada día más habitual la agricultura a tiempo parcial, es decir, que el propietario combine los trabajos agrícolas con otras actividades productivas. Sólo un 25% corresponde a trabajo asalariado. Dentro de éste, un tercio son obreros fijos frente a los dos tercios restantes, que son eventuales o de temporada. Los jornaleros son una importante fuerza de trabajo en los latifundios del sur y en las explotaciones intensivas de los regadíos mediterráneos. Esta situación provoca dos importantes problemas: el elevado paro estacional agrario en regiones como Andalucía o Extremadura y la creciente demanda de trabajadores temporales en épocas de cosecha, en buena parte inmigrantes. 3. Cambios en la estructura de las explotaciones agrarias Las transformaciones vividas por la agricultura española desde mediados del siglo XX (en especial tras la integración en la UE) han modificado también la estructura de la propiedad y el tamaño de las explotaciones agrarias, disminuyendo el número de explotaciones (poco más de un millón en la actualidad frente a los casi tres millones de explotaciones existentes en 1962). Esta concentración ha supuesto el aumento del tamaño medio de las explotaciones, que está en la actualidad en torno a las 25 hectáreas (ha), ligeramente superior a la media de la UE. No obstante, la estructura agraria sigue estando fuertemente desequilibrada. Atendiendo a su tamaño, existen muchas pequeñas explotaciones que en conjunto ocupan muy poca superficie, mientras unas pocas explotaciones grandes reúnen la mayor parte del suelo cultivable. - Las explotaciones de pequeño tamaño o minifundios (menos de 10 ha) representan el 68% del total, pero ocupan sólo el 10% de la tierra. Predominan en la España

4 Atlántica, en los regadíos mediterráneos y en los archipiélagos. Los minifundios presentan problemas de rentabilidad económica, aunque, dependiendo de la calidad de la tierra y su aprovechamiento, puede ser perfectamente viable (caso de las huertas mediterráneas o de los cultivos bajo plástico de Almería, donde se práctica una agricultura intensiva de elevada rentabilidad.) - Las grandes explotaciones o latifundios (más de 100 ha) reúnen a menos del 5% de los propietarios, pero disponen del 58% de la superficie agraria. Predominan en el sur de España (Extremadura, Andalucía y La Mancha), aunque también aparecen en Salamanca y algunas zonas de Aragón. Se originan con los repartimientos tras la reconquista y se consolidan con la desamortización del siglo XIX. Tradicionalmente los latifundios estaban asociados a una agricultura de bajo rendimiento, que empleaban un gran número de jornaleros de forma estacional. Hoy, muchos se han convertido en empresas capitalistas de altos rendimientos. - Las explotaciones de tamaño medio (entre 10 y 100 ha) se extienden por Cataluña, Navarra, País Vasco y algunas áreas de Castilla y León. Respecto a la rentabilidad, la agricultura española, en relación con la UE, sigue arrastrando un notable retraso, predominando la explotación de pequeña dimensión económica (el valor de la producción de cerca del 60% de las explotaciones no llega a las 4 UDE anuales euros año ) 1. En cuanto a la propiedad de la tierra, la mayoría de las explotaciones corresponden a un titular persona física; por lo que puede afirmarse que se mantiene un claro predominio de las explotaciones familiares. Sin embargo, en las últimas décadas las explotaciones con titular persona jurídica han incrementado de forma significativa. Asimismo, los datos relativos a los regímenes de tenencia evidencian el predominio de una agricultura de propietarios (3/4 de las tierras cultivadas se mantienen en tenencia directa), aunque destaca la expansión en las últimas décadas del arrendamiento. 4. Las técnicas de producción agraria A partir de los años 60, las explotaciones agrarias han experimentado importantes transformaciones por la mecanización de gran parte de las labores agrícolas, el uso notable de fertilizantes y la incorporación de avances tecnológicos (cultivos bajo plástico, enarenados, riego por goteo, selección de semillas y razas ganaderas ). Estas mejoras han logrado elevar notablemente la productividad de la actividad agraria, aunque también han supuesto un aumento notable de los costes de explotación. Paralelamente, se ha producido un cambio en la orientación económica: la producción se orienta ya casi exclusivamente a un mercado mayoritariamente urbano, que demanda una mayor cantidad y calidad de productos (carnes, leche, frutas y verduras). Ello hace que la producción agraria se diversifique y pierdan importancia las producciones tradicionales, como el trigo, el vino de mesa El mercado, cada vez más 1 Unidades de Dimensión Europea (UDE). Una UDE equivale a 1200 euros de margen bruto de beneficio por explotación.

5 competitivo, contribuye también a que cada región tienda a especializarse en aquellos cultivos para los que está mejor dispuesta, sobre todo por razones naturales. B) USOS Y APROVECHAMIENTOS AGRARIOS Los usos del espacio rural son aún hoy fundamentalmente agrarios (agricultura, ganadería y explotación forestal). En nuestro país la superficie ocupada por estos usos se reparte entre tierras de cultivo, que tienden a decrecer (35%), prados naturales y pastizales (14%) y terreno forestal, que se incrementan (34%). Con todo, crece el porcentaje ocupado por otras actividades, debido a la implantación de usos no agrarios en el espacio rural y a la extensión de los espacios naturales protegidos. b1) La actividad agrícola La agricultura tradicional se basaba en el policultivo, empleaba técnicas atrasadas y sistemas de cultivo extensivos, generando bajos rendimientos. Su producción se orientaba al autoconsumo o a la venta de excedentes en el mercado nacional. La agricultura actual ha incrementado sus rendimientos y orienta su producción a la venta en el mercado. Esto ha sido posible debido a grandes transformaciones, entre las que destacan: - Cada región tiende a especializarse en los productos para los que son más aptas. - Incorporación de técnicas modernas: selección de semillas, uso de cultivos transgénicos 2, incremento de pesticidas y fertilizantes, uso de maquinaria, técnicas para superar los condicionantes meteorológicos (invernaderos, acolchados 3, enarenados 4, etc.). - La agricultura intensiva ha ido ganando peso por la disminución del barbecho en los secanos (todavía es elevado en Castilla-La Mancha y Aragón) y la extensión del regadío. Este último ha sufrido un importante incremento en el último siglo, existiendo un claro contraste entre su escasa incidencia en el N. peninsular húmedo y su gran desarrollo en el área de clima mediterráneo, de precipitaciones escasas e irregulares. Dentro de esta zona, distinguimos entre la extensión del regadío en el litoral mediterráneo (las buenas temperaturas, la existencia de suelos apropiados y las buenas comunicaciones con el mercado internacional explican su gran desarrollo) y el interior peninsular (beneficiada por las aportaciones de los grandes ríos peninsulares, la total mecanización que permiten sus cultivos y la creciente demanda de cereales). En cuanto a la producción agrícola española, debemos destacar los siguientes cultivos: a) Los cereales (consumo humano y, de manera creciente, alimentación del ganado y elaboración de biocarburantes) se dan mayoritariamente en los secanos del interior 2 Cultivos manipulados genéticamente para dotarlos de ciertas propiedades (resistencia a plagas, a herbicidas ) e incrementar los rendimientos. 3 Cultivos cubiertos con bandas de plástico. 4 Preparación del terreno con una capa de estiércol y otra encima de arena. Esta filtra la humedad y el estiércol la retiene y la devuelve lentamente a las plantas, actuando además como abono.

6 (salvo el maíz y el arroz que, al necesitar mucha agua, se localizan en la España húmeda o de regadío por encharcamiento). b) Las leguminosas (consumo humano y animal) se dan en las mismas zonas que los cereales, con los que rotan, pues constituyen un cultivo de descanso, al fijar sus raíces el nitrógeno del aire a la tierra. c) La vid (fundamentalmente para vino) es un cultivo de secano que tiene en Castilla-La Mancha su área más extensa, aunque también es importante en La Rioja, Ribera del Duero, Rías Bajas Gallegas, Jerez d) El olivo (prioritariamente para aceite) es otro cultivo de secano, localizado mayoritariamente en las campiñas andaluzas (Jaén y Córdoba) y en algunas zonas de Extremadura, Castilla-La Mancha y el litoral mediterráneo. España es el primer país productor del mundo, con un 40% de la producción total. e) Los productos hortofrutícolas (consumo fresco o industria conservera) se dan en los regadíos peninsulares e insulares. De forma general las hortalizas se dan en el litoral mediterráneo, los frutales en el litoral y en los valles regados del interior, los cítricos en Comunidad Valenciana y Andalucía, y el plátano en Canarias. Su producción ha aumentado mucho y en los últimos tiempos gran parte de destina a la exportación. f) Los cultivos industriales (girasol, remolacha, algodón y tabaco) predominan en el los regadíos de la mitad sur peninsular y los cultivos forrajeros (alfalfa, maíz forrajero destinados a la alimentación animal) se concentran en los secanos de la mitad septentrional del país. b2) La actividad ganadera Mientras la ganadería tradicional empleaba sistemas extensivos y proporcionaba bajos rendimientos, la ganadería actual ha incluido importantes transformaciones que le han permitido aumentar paulatinamente sus rendimientos: - Tendencia a la especialización en la producción de carne o leche, lo que ha provocado la casi total desaparición de las razas de aptitud mixta y la entrada de razas extranjeras seleccionadas. - Incremento de la tecnificación (ordeñadoras mecánicas, estudios científicos de la alimentación del ganado ) y aumento del tamaño de las explotaciones. - La ganadería intensiva gana peso respecto a la extensiva. La producción ganadera en España ha ido aumentando desde la década de 1960 debido a la mecanización del campo y al aumento del nivel de vida, que requiere mejorar la alimentación incorporando las proteínas de la carne, leche y huevos. La ganadería es muy importante en Galicia, Asturias, Cantabria y Cataluña: a) La ganadería bovina (carne y leche) predomina en el norte peninsular y en las dehesas occidentales.

7 b) La ganadería ovina (carne, leche y, en menor medida, lana) se localiza preferentemente en los secanos del interior. c) La ganadería porcina (carne). El porcino extensivo (cerdo ibérico) predomina en las dehesas occidentales y en Andalucía, mientras que el intensivo es importante en Cataluña y Murcia. d) La ganadería avícola (carne y huevos) se concentra en Cataluña, Castilla-León y Aragón. b3) La actividad forestal En el terreno forestal de España, las especies principales son las frondosas (haya, roble, castaño, chopo y eucalipto) y las coníferas (destaca el pino), que son destinadas fundamentalmente al aserrío de la madera para su uso en las industrias de la construcción y el mueble y en la elaboración de pasta de papel. Secundariamente se explota la resina y el corcho, de la que España es la segunda productora mundial. Las áreas productoras principales son las provincias del N. peninsular, Soria (pinos) y Huelva (eucaliptos). Aunque la producción de madera ha aumentado en los últimos años, somos un país que necesita importar el 25% de la madera consumida. C) LA INFLUENCIA DE LA POLÍTICA AGRARIA COMÚN La incorporación de España a la UE (1986) supuso el acceso a un gran mercado de unos 500 millones de consumidores, pero al mismo tiempo el sometimiento a las normativas de la Política Agrícola Común (PAC). Los principales objetivos de la PAC consisten en garantizar una agricultura europea competitiva, asegurar el aprovisionamiento de alimentos sanos y asequibles a la población de la UE, proporcionar un nivel de vida digno a los agricultores comunitarios y preservar el medio ambiente rural. Para ello contempla una serie de medidas, entre las que destacan: - Las ayudas directas a los agricultores para mantener su nivel de rentas. Se trata de compensar mediante subvenciones directas a los agricultores la caída de los precios de los productos agrarios. Hasta el año 2006 estas subvenciones dependían de la superficie cultivada. Desde entonces se ha eliminado el vínculo (desacoplamiento) entre la producción y la subvención, por lo que el agricultor recibe cada año la ayuda económica (pago único) con independencia de lo que produzca. Al mismo tiempo, la percepción de ayudas va condicionada al cumplimiento de normas medioambientales (condicionalidad). Al estar las ayudas en su origen vinculadas al tamaño de la explotación, esto favorece un reparto muy desigual de las subvenciones: el 20% de las explotaciones se reparte el 80% de las ayudas, entre ellos grandes terratenientes y grandes empresas agrarias. Las ayudas de la PAC también han recibido críticas en cuanto suponen un proteccionismo del mercado europeo, que frena las posibilidades de desarrollo de la agricultura de los países del Tercer Mundo.

8 - Las medidas de desarrollo rural, que buscan mejorar la competitividad agrícola, proteger el medio ambiente, mejorar la calidad de vida y diversificar la economía en las zonas rurales. Para ello, se conceden ayudas para las jubilaciones anticipadas y la instalación de jóvenes agricultores, la creación de industrias agroalimentarias, la promoción del turismo rural, la conservación del medio ambiente, etc. La PAC se financia con dos fondos: el Fondo Europeo Agrícola de Garantía (FEAGA) financia los pagos directos a los agricultores y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) los programas de desarrollo rural. Las consecuencias de la PAC para la actividad agraria española han sido positivas al elevar las rentas de los agricultores. España es, detrás de Francia, el país que más se beneficia de las ayudas de la UE. En general, ha beneficiado a las regiones con producciones en las que la UE es deficitaria (litoral mediterráneo y andaluz hortofrutícola) y menos a aquellas otras (franja cantábrica y zonas del interior) con producciones excedentarias en la UE, como la producción láctea, viñedo, remolacha, lo que ha dado lugar al establecimiento de un sistema de cuotas para controlar los excedentes. En el nuevo periodo de financiación comunitaria ( ), la PAC sigue absorbiendo la mayoría del presupuesto de la UE (un 40%), aunque nuestro país ha visto reducidas las subvenciones, fundamentalmente por el ingreso como beneficiarios de los países del Este, que cuentan con importantes sectores agrarios. D) LOS NUEVOS USOS Y FUNCIONES DEL ESPACIO RURAL Hoy en día, el espacio rural es cada vez más heterogéneo y complejo, acogiendo diferentes usos a los agrarios predominantes: - Usos residenciales, como viviendas secundarias de fin de semana o vacaciones, o primera residencia en las áreas próximas a las grandes ciudades. - Usos industriales: fábricas que buscan suelos y mano de obra más baratas o aprovechar los recursos y materias primas rurales. - Usos terciarios, como infraestructuras de transporte, almacenes, grandes superficies comerciales y equipamientos recreativos de disfrute de la naturaleza. - Usos conservacionistas: creación de espacios protegidos y conservación de áreas rurales de alto valor histórico, cultural y paisajístico. Esta nueva realidad tiene consecuencias positivas (como el reparto de la población y la actividad económica) y negativas (como la degradación medioambiental y la pérdida de identidad del espacio agrario).