"La Cicatriz Del Fantasma"

Transcripción

1 "La Cicatriz Del Fantasma" (*) Escuela Freudiana De Buenos Aires Gustavo Szereszewski Duermen / Furiosamente / (despiertas a lo real) / las verdes / ideas / sin color (1) "Todos se llenan la boca, sin saber qué quieren decir, con el término liquidación de la transferencia. Qué se querrá decir con eso? (...) Si la transferencia es la puesta en acción del inconciente, querrán decir que la transferencia podría ser liquidar al inconsciente? Acaso ya no tenemos inconsciente después de un análisis? (...)" (2) Y entonces..." Qué debe ser el deseo del analista?" " qué debe quedar de sus fantasmas? (...) cuál debe ser el papel de la cicatriz de la castración en el eros del analista?" (3) Con estas preguntas, en diferentes momentos de su enseñanza, Lacan nos invita a reflexionar sobre el deseo del analista y el fin del análisis, relacionando ambos conceptos con el de fantasma. Retomemos la pregunta de Lacan sobre aquel que devino analista: " qué debe quedar de sus fantasmas? (...) cuál debe ser el papel de la cicatriz de la castración en el eros del analista? (4) Por qué razón Lacan nos habla aquí de "cicatriz de la castración"? Qué relación puede haber entre la cicatriz de la castración o del inconciente como la llama en otro lado- con el fantasma? Es así que en el seminario XI nos dice: "El inconciente nos muestra la hiancia por donde la neurosis empalma con un real. En esta hiancia sucede algo. Una vez tapado el hueco, queda curada la neurosis?." - Página 1 de 10 -

2 Y entonces responde: "Simplemente la neurosis se hace distinta, se vuelve a veces simple achaque, cicatriz, como dice Freud, no cicatriz de la neurosis sino del inconciente." (5). Por lo tanto Lacan habla de liquidación de la transferencia, pero no de liquidación del inconciente sino de cicatriz del inconciente... qué pasa con el fantasma? Tampoco se elimina? Y si no se elimina... sería válido hablar de cicatriz también del fantasma? "Por lo general," dice Freud- "las curaciones espontáneas de las neurosis dejan cicatrices que de tiempo en tiempo se tornan dolorosas. Nosotros ya estamos muy orgullosos de nuestro arte cuando el psicoanálisis nos permite lograr una cura, pero tampoco con ella conseguimos evitar siempre que el resultado consista en la formación de una cicatriz dolorosa" (6) En este punto, para hablar de la cicatriz con la que "termina" un análisis, tendremos que hablar antes de "otra" cicatriz. Aquella que sufre el ser en su advenimiento al mundo, pero también al lenguaje. Esta cicatriz primera, es la que portamos en lo real de la superficie de nuestro cuerpo: me refiero aquí a la cicatriz umbilical: el ombligo. Marca que ningún cirujano podría borrar, nos recuerda que somos seres excluidos de nuestro propio origen. El ombligo es el estigma que quedó de algo así como un tubo que nos tenía conectados con el Otro primordial, del que recibíamos todo lo necesario para la subsistencia. Conexión sin resto y sin pérdida, que queda bruscamente interrumpida con el nacimiento, deja una marca en el cuerpo; recuerdo de que ese Otro está irremediablemente perdido. "La audacia de Freud" dice Lacan, "es decir que hay algo análogo a nivel del inconsciente" (7),que en el inconciente también hay una cicatriz, una traza "ahí al nivel mismo de la simbolización" (8) es decir que en el campo de la palabra hay algo que en tanto excluido, "es imposible reconocer" (9) y "(...) que no es por nada que se resume en una cicatriz, en un lugar del cuerpo que hace nudo (...) (10) "En los sueños mejor interpretados" nos dice Freud-, "solemos vernos obligados a dejar en tinieblas determinado punto, (...)" y lo dice con todas las letras: "un nudo imposible de desatar (...). Esto es entonces lo que podemos considerar como el ombligo del sueño, o sea el punto por el que se halla ligado a lo desconocido(...). " (11) - Página 2 de 10 -

3 Hay entonces un nudo-cicatriz, que limita y conduce a "lo desconocido" e ilimitado. Cuando Lacan se refiere a este ombligo del sueño, dice que "es un agujero, es algo que es el límite del análisis" (12) (13) Es decir que hay un punto en el cuerpo y por analogía en las formaciones del inconciente, en donde algo que cierra, hace agujero. Hay aquí una lógica que sostiene algo en apariencia imposible: que algo cierre y abra al mismo tiempo sin contradicción, es imposible. Es que se trata en este punto de lo imposible mismo?. "(...) Ahí se trata nos dice Lacan- de lo que se podría llamar la esencia del nudo. Al nivel de lo simbólico, ahí, está anudado, no más bajo la forma de un orificio sino de un cierre." Y entonces dice: "Comparar este cierre a un agujero es evidentemente algo donde, el pensamiento se detiene." (14). "Es decir que hay cosas que están para siempre cerradas en su inconciente, lo que no impide que, sin embargo, esto se designe como un agujero (...) " (15) "(...) lo que este nudo ha cerrado, es algo por lo cual durante un tiempo notable nueve meses- todo lo que es de vida provenía. Es esto lo que permite la analogía entre este nudo y el orificio. Es un orificio que se ha anudado (...)" (16) Entonces: nudo que hace del orificio cierre y del cierre orificio; conecta al viviente con el parletre. Ser, que devenido hablante conserva sin embargo, lo que fue como puro viviente (17) en un punto del aparato. Sector de la estructura en donde el lenguaje deja todavía escuchar el eco de aquel punto desconocido del que venimos. (18). Este punto de opacidad, imposible de conocer Unerkannte dice Freud-, es un punto donde agujero del cuerpo y agujero de la palabra se anudan. Si el agujero del cuerpo es el del sexo, el de la palabra nos remite a la muerte. (19) Lacan destaca: "Que la muerte esté tan bien taponada a fin de cuentas en lo vivido, por la vida, en lo vivido de cada uno, es sin embargo algo muy sorprendente." Cómo es que, si en tanto seres de palabra estamos afectados por la muerte; vivimos como si no nos fuéramos a morir, es decir, conservando la ilusión de la vida y sostenidos en nuestro deseo? Es en este punto que lo desconocido se "engancha" con algo que llamamos fantasma. - Página 3 de 10 -

4 Si en este punto de cierre del ombligo, algo sostiene al sujeto para que no se caiga por el agujero; es que algo transformó el agujero en cicatriz: eso es el fantasma. (20) LA SUBLOGICA DEL FANTASMA Hasta aquí, de lo que hablamos es de lógica del fantasma. Pero cuando habitualmente hablamos de fantasma, de "pegan a un niño" (21) por ejemplo, no hablamos de lógica sino de sublógica (22). Sublógica que se sostiene en la operación de alienación. Si la fórmula del fantasma es "sujeto deseo de objeto", se podría construir la sublógica del fantasma tomando cada una de las especies de objeto implicadas en la economía libidinal. (23) Es desde aquí que me autorizo, con los límites que las analogías imponen, a considerar al fantasma desde la perspectiva del objeto escópico. Así, voy a plantear al fantasma en esa hiancia del inconciente. Hiancia que le sirve de marco, y donde el fantasma, analogía mediante-, funcionaría como un lente óptico. (24). Lente que obtura el agujero y a través de la cual se ve el mundo. Como un ojo, el inconciente en su pulsación de apertura y cierre, funciona como un iris que regula el paso de la luz. Ese iris mantiene la luz, es decir, lo real, en su punto justo, soportable. Evita tanto el encandilamiento como la ceguera. Cuando hay poca luz se dilata y permite ver. Cuando hay mucha luz, se contrae de manera de poder seguir viendo. Vemos el mundo a través de esa lente. El lente tiene un color que nos viene del Otro. Se ve a través de esa lente coloreada y se cree que el mundo, la realidad, es de ese color. Pero el color no es del sujeto, es del Otro. La lente es lo que hay entre el sujeto y el Otro pero el color, es del Otro. El Otro es blanco, la suma de todos los colores, en apariencia, no carece de ninguno, parece - Página 4 de 10 -

5 poder aportar cualquiera. En su prístina blancura, parece sin mancha. Pero esto es un engaño. Hay mancha. La mancha es el propio sujeto que no se ve en la mirada del Otro. Su mirada, la del sujeto, no está incluida en lo que ve, entonces, cree que el Otro tiene todos los colores. Pero hay una mancha en el Otron (25). El sujeto debe poder verse en esa mancha. Debe poder verse en la ausencia de color del Otro. Hay un color que el Otro no puede aportar. El color que le da a la lente es el de sus marcas, las del Otro. Pero el sujeto, viendo a través de la lente coloreada, se ve de ese color pero no es ese color, ese color le viene del Otro y lo viste al sujeto, pero el color del sujeto no es el del Otro: será otro. Es alguno de los colores del Otro, no todos, tampoco cualquiera. Hay un color que el sujeto podrá extraer de la paleta del Otro, un color que lo represente. Pero para ello debe pasar por poder verse en la mancha sin color del Otro. Momento de horror, duelo donde el sujeto se ve sin color, sin valor, solo como pura resta. En ese momento, que son muchos momentos, que son un pasaje, un largo viaje; el sujeto se ve en el punto ciego del Otro. Ese punto es desconocido para el Otro. Es su propio ombligo, ese punto ciego al que el sujeto vino a obturar, haciéndose objeto para el Otro. En este punto, el Otro se desvanece en su completud de paleta, pues el sujeto comprende, ve, que el color con el que ve al Otro, es del Otro, no suyo y que el Otro no puede responder por el color del sujeto. El color del Otro es el color con el que le enseñaron verse, pero lo real del Otro, es sin color. Hay un punto en el que el sujeto puede rehusar los colores del Otro pero aún no tiene su propio color. Momento ciego donde se pierde la referencia al Otro y el sujeto pura manchase resta. Momento de caída, sin valor y sin color. Pasar por esa ausencia es uno de los nombres del dolor de esa cicatriz. - Página 5 de 10 -

6 Solo se puede pasar por allí. No es posible permanecer allí. Pasaje sin color, pero donde el sujeto podrá construir el propio. Construcción que toma sus elementos recortándolos del campo del Otro. No es cualquiera. Es así que con un azul se podrá hacer un verde, pero nunca un rojo. Con un amarillo un naranja, pero nunca un azul. No todos los colores son posibles para el sujeto, y ese es otro dolor de la cicatriz. El Otro aporta los colores primarios y los secundarios: es la gama limitada del Otro. Los que se ven son los secundarios. Los primarios los deberá deducir el sujeto. No es sin los colores primarios que el Otro pudo aportar, pero tampoco es la paleta del Otro. El color del sujeto será el de un modo de pasaje, su modo singular. Cada paleta es única. Pero cada paleta es a la vez Una. Esto permite armar una lógica que dice: el uno no es la unidad. De la unidad con el otro queda una cicatriz. Pero es una porque no hace uno con el Otro. La condición de su unicidad es el fracaso de la unidad: eso deja cicatriz. Es lo que llamo la cicatriz del fantasma. (26) Solo cuando tome distancia, cuando pueda separar, se-parar, se parir-se, separando su mirada de la del Otro, es decir separando la mirada del ojo, deduciendo la mirada de la lente, se verá mancha, es decir, caído de la paleta del Otro, y entonces el sujeto, se descubre diferente (27). A diferencia de la cicatriz umbilical que cierra para siempre un orificio, la cicatriz del inconciente es incurable. Es un cierre que empalma para siempre con un real. Real que por obra del fantasma, permanece clausurado-y-abierto (28) al mas allá del principio del placer. (29). Así, la cicatriz puede pasar de ser sufriente obstáculo (lógica de la frustración), al dolor de una cicatriz que sostenga abierto un agujero por el que el sujeto pueda lanzarse a su acto. Diciembre 2001 (Corregido noviembre 2004) - Página 6 de 10 -

7 NOTAS: (1) Me permito traducir de este modo la frase "Colorless green ideas sleep furiously" que Lacan traduce: "Las ideas rigurosamente fulgurosas se adormecen con furor." Lacan J. Seminario XIV. Lógica del fantasma (El tren fantasma) Clase I. 16/11/66 (2) Lacan J. Sem. XI Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis. Clase XX. En ti mas que tú. 22/6/64. Pág Ediciones Paidós (3) Lacan J. Sem. VIII La Transferencia en su disparidad subjetiva, su pretendida situación, sus excursiones técnicas. Clase 7. 11/1/61. Pág Trad. y notas de Ricardo E. Rodríguez Ponte. EFBA "(...) no hay sucesos felices de la maduración genital sino por la conclusión justamente tan plena como sea posible de este Edipo, y en tanto el Edipo lleva como consecuencia el estigma, la cicatriz, tanto en el hombre como en la mujer, del complejo de castración." Lacan J. Sem. VI. El deseo y su interpretación. Clase XIX. 29/4/59 (4) Lacan J. Sem. VIII La Transferencia en su disparidad subjetiva, su pretendida situación, sus excursiones técnicas. Clase 7. 11/1/61. Pág Trad. y notas de Ricardo E. Rodríguez Ponte. EFBA (5) Lacan J. Sem. XI Los Cuatro Conceptos Fundamentales del Psicoanálisis. Clase 2. El inconciente freudiano y el nuestro. 22/1/64. Pág.30. Ediciones Paidós (6) Freud S. Sueño y telepatía (7) "se tiene en alguna parte la marca en el sueño mismo". Hay en el inconciente, la marca de este ombligo, "la marca en algún punto donde no hay nada que hacer" Lacan J. Respuesta a una pregunta de Marcel Ritter. 26/1/75. En Strasbourg. Suplemento de las notas: la interpretación de los sueños" Pág EFBA. (8) Ídem (9) Ídem. (10) Ídem. (11) "Las ideas latentes descubiertas en el análisis no llegan nunca a un límite y tenemos que - Página 7 de 10 -

8 dejarlas perderse por todos lados (...)" Freud S. La interpretación de los sueños. Cap. VII. Psicología de los procesos oníricos. Apartado 1: el olvido de los sueños. El subrayado es nuestro (12) Lacan J. Respuesta a una pregunta de Marcel Ritter. 26/1/75. En Strasbourg. Suplemento de las notas: la interpretación de los sueños" Pág EFBA. (13) venimos de un ser afectado también por un ombligo que lo liga a su vez a lo desconocido y así sucesivamente hacia lo ilimitado de un origen que se revela por ser sin término. (14) Lacan J. Respuesta a una pregunta de Marcel Ritter. 26/1/75. En Strasbourg. Suplemento de las notas: la interpretación de los sueños" Pág EFBA.. (15) Ídem. Pág (16) (...) "es al fin de cuentas esto que, si puedo decirlo, me ha abierto la vía a la fórmula que doy como especificando, hablando con propiedad, este ser que nosotros caracterizamos por tener la palabra (...)" Ídem Pág (17) Me refiero aquí a la impureza original en la que nace el ser hablante y que remite al pecado original o incluso a la conciencia de culpa Freudiana. Creemos que en el mito freudiano está dicha la lógica que Lacan pudo extraer: la palabra al fin de cuentas, es el asesinato de la cosa. (18) Hay algo más radical aún y es que es "en la raíz del lenguaje mismo hay una cicatriz." Ídem Pág Por otro lado, Freud nos recuerda que los filólogos descubrieron que en el origen, las palabras significaban un sentido y su contrario en la misma raíz. Así, "La comparación de idiomas afines proporciona numerosos ejemplos del mismo género. Inglés: Lock (cerrar), alemán Loch (agujero), Lücke (vacío) (...) ". Freud S. La interpretación de los sueños. Parte II. Lección XI. La elaboración onírica. (19) "(...) es decir algo que tiene una relación con la muerte, pero casi de la misma manera que tiene una relación con el sexo." Lacan J. Respuesta a una pregunta de Marcel Ritter. 26/1/75. En Strasbourg. Suplemento de las notas: la interpretación de los sueños". Pág EFBA (20) "es el fantasma el que transformó el agujero en cicatriz" Introducción a Lituraterre en Suplemento de las notas: la interpretación de los sueños". EFBA. - Página 8 de 10 -

9 El neurótico es un sujeto altamente deseante. Es el deseo lo que queda fijado en su fantasma. Contrariamente a lo que es habitual escuchar, el fantasma habla más del deseo que del goce. Si hay fijación de goce, es para sostener el deseo. Claro que de una manera complicada, es decir, muchas veces obstaculizándolo. "como yo les explico una neurosis está construida como está construida para mantener algo articulado que se llama el deseo. Esta es la buena definición. En efecto, la neurosis no es una mayor o menor fuerza o debilidad del deseo, ni la fijación, imaginada como si en un punto el sujeto hubiera metido el pie en un bote de cola. La fijación, si se parece a algo, es mas bien a estacas destinadas a retener algo que de otra forma se escaparía". Lacan J. Seminario V. Las formaciones del Inconsciente". Clase XXIV. 4/6/58. Pág Ed. Paidos (21) Lacan prefiere en cambio: "se pega a un niño". Lacan J. Reseñas de enseñanza. Lógica del Fantasma. Pág.. 44 (22) "(...) podría llamarse lógica primaria, si el término no hubiese sido ya utilizado la llamaríamos sublógica, lo que no quiere decir lógica inferior sino lógica en tanto constituyente del sujeto. Lacan J. Sem XV. El acto psicoanalítico Clase /3/68 (23) Un análisis deberá recorrer no solo los significantes que determinan al sujeto sino también, cada uno de los objetos en los que compromete su goce. (24) Agradezco especialmente en este punto a Eva Lerner, de quien he tomado esta idea. Confiérase especialmente su trabajo: "Los tres registros del sueño" presentado en la Reunión Lacanoamericana de Psicoanálisis. Rosario (25) Como cuando Marte pasa por delante del sol. El blanco e inmenso sol ve pasar, minúsculo, a ese pequeño redondel oscuro que casi no le hace mella pero que mancha su absoluta blancura. (26) Es otro modo de llamar a la cicatriz del inconciente (27) Eso heterogéneo al sujeto y al Otro es el objeto a. (28) "El neurótico vive la paradoja del deseo como todo el mundo, porque ningún humano inserto en la condición humana se escapa. La única diferencia que caracteriza al neurótico en cuanto al deseo es que está abierto a la existencia de esta paradoja en sí misma, lo cual, por supuesto, no le simplifica la existencia, pero tampoco lo deja en una posición tan mala(...) " - Página 9 de 10 -

10 Lacan J. Seminario V. Las formaciones del inconsciente. Pág.. 440/1 (29) "(...) La única entrada a lo real para el sujeto es el fantasma". Lacan J. Reseñas de enseñanza. La lógica del fantasma. Pág.. 44 Ed Manantial. - Página 10 de 10 -