UN MUNDO SIN DRAGONES. libélulas en peligro de extinción. Catalina María Suárez-Tovar Alex Córdoba-Aguilar

Transcripción

1 UN MUNDO SIN DRAGONES libélulas en peligro de extinción Catalina María Suárez-Tovar Alex Córdoba-Aguilar Lab. de Ecología de la Conducta de Artrópodos Instituto de Ecología, UNAM

2 CABALLITO ESCARLATA AMERICANO (HETAERINA AMERICANA) : DAN MULLEN

3 El Meganeura monyi por su tamaño e imponencia podría considerarse el rey de los cielos antes de la aparición de los dinosaurios. Tenía alas muy grandes con venas pronunciadas, fundamentales para el vuelo. El fósil original de este gigante del Carbonífero, está en el Museo de Historia Natural de París DANIEL MORTELL Libélulas, caballitos del diablo, alguaciles, cervocegos, helicópteros, mojaculos, matapiojos, sacaojos, agujas, candiles o dragones voladores (del inglés dragonfly ), son términos utilizados para referirse a un mismo Orden de insectos: los odonatos. Cada uno de estos nombres ha sido asignado por diferentes comunidades humanas, intentando abarcar la gran diversidad de formas y conductas novedosas relacionadas con el vuelo, la conducta sexual y la historia de vida anfibia de este fascinante grupo animal. Las libélulas aparecieron hace casi 300 millones de años, incluso antes que los dinosaurios, pero a diferencia de estos últimos, han logrado sobrevivir hasta la actualidad. El fósil más antiguo de una libélula, Meganeura monyi (de localidades al sur de Francia) con una envergadura alar de más de 70 cm, es considerado el insecto más grande en la vida del planeta; su forma se ha mantenido casi constante en las especies actuales en las que el cambio más prominente ha sido la reducción de tamaño. Esto implica que la forma y función tan conservadas en las libélulas desde su aparición han sido características muy exitosas, lo cual también ha supuesto una amplia diversificación para sobrevivir, lidiando con diferentes presiones ambientales como han sido los cambios bruscos de temperatura, oxígeno y humedad durante todos esos años. Aunque no se destaca como un grupo rico en especies, como los escarabajos o las mariposas, las 5,800 especies actuales de libélulas comprenden múltiples tamaños, colores, fisiologías y comportamientos únicos dentro de todo el reino animal. De los temas que más han llamado la atención de científicos y público en general se destacan los que se refieren a su vida sexual y su mecanismo de vuelo. Su estudio ha permitido entender los procesos relacionados con la cópula y ha llevado al descubrimiento de la migración más larga en insectos y la única transoceánica, en la especie Pantala flavescens conocida comúnmente como planeador errante, que viaja desde el sur de la India hasta las Islas Maldivas atravesando parte del océano Indico. GAILHAMPSHIRE Planeador errante

4 De la vida en el agua a la vida en el aire Las libélulas tienen un ciclo de vida complejo, debido a que pasan por distintos ambientes durante su desarrollo. Los huevos y larvas viven en el agua, mientras que los adultos salen al aire. Esto implica que un mismo genoma debe contener toda la información para que el animal se adapte adecuadamente. Algunos autores creen que para lograr un genoma así, quizás hace millones de años hubo una fusión de genomas de animales con estilos de vida totalmente diferentes lo cual dio lugar a una especie de Frankenstein con la capacidad de adaptarse a este tipo de transiciones ambientales. El tiempo como huevo varía según la especie. Tanto las larvas como los adultos son depredadores voraces de presas de un tamaño manipulable, como artrópodos, anfibios e incluso peces. Su sistema sensorial está adaptado para una caza rápida e infalible, con ojos muy grandes que ocupan casi la totalidad de su cabeza, y mandíbulas que se despliegan a manera de pinzas muy largas para atrapar a sus presas, destrozarlas e ingerirlas. Las larvas de libélulas no son depredadores activos, es decir, raramente buscan su alimento, más bien, usan sus antenas para detectar el paso de una presa sin necesidad de moverse. Sus etapas como larva y como adulto varían desde un mes hasta poco más de un año, dependiendo de la especie. La larva pasa por varias mudas hasta finalmente alcanzar el estado adulto. Previo a esto, la larva sale del agua, se agarra a una percha firmemente y se transforma en un individuo con alas, dejando atrás la cáscara de la antigua vida acuática. Los adultos son bastante torpes para volar en sus primeros días, ya que su cutícula, masa muscular y energía son todavía incipientes. Sin embargo, poco a poco ganan destreza en el vuelo y la cacería, hasta convertirse en excelentes depredadores y voladores magistrales. Durante su ciclo de vida las libélulas dependen de cuerpos de agua dulce como lagos o ríos. Las larvas viven bajo el agua y luego buscan un lugar adecuado para pasar a la siguiente etapa. En esta imagen, el adulto se sujeta de su antigua piel mientras sus alas están completamente listas para volar BLUESBROTHER

5 LEN BLUMIN Después de reproducirse, algunos machos acompañan a las hembras a poner sus huevecillos dentro del agua para asegurarse de que nadie se acerque a su pareja y quiera copular con ella Controlan plagas de cultivos y de mosquitos transmisores de enfermedades Aunque su aspecto como larva o adulto podría considerarse algo agresivo, las libélulas no representan ningún peligro para los humanos. Por el contrario, son parte fundamental de la cadena trófica y, de hecho, controlan plagas de cultivos y de mosquitos transmisores de enfermedades como zika, chikungunya y dengue. Algunos estudios han encontrado que en ausencia de las libélulas, existe un desbalance entre el resto de los actores de la cadena alimenticia dando lugar a efectos negativos en procesos clave como la polinización. Ocupan una gran variedad de ambientes acuáticos, desde aguas estancadas Se sabe que el incremento de la temperatura en el planeta ha afectado los tiempos de desarrollo, ciclos de reproducción y áreas de distribución de todos los organismos. Las libélulas no son la excepción. Aspectos como coincidir al mismo tiempo El impacto del cambio climático hasta ríos, arroyos o escurrideros, que incluyen ambientes poco o nada contaminados. Es esta propiedad la que ha permitido usarlas como indicadores de la integridad ecológica de ecosistemas de agua dulce, ya que algunas especies son muy sensibles a cambios ambientales. De hecho, la tasa de recambio de especies de un ambiente que se ha contaminado o ha cambiado de uso (por ejemplo, de ser un río a una presa), es un buen indicador del deterioro o cambio de función de un cuerpo de agua. A pesar de su importancia ecológica y evolutiva, las libélulas enfrentan diferentes amenazas creadas por el ser humano, que están disminuyendo el tamaño de sus poblaciones y aumentando su probabilidad de extinción. Según las fuentes más conservadoras, el 15% de las especies se encuentra en algún grado de amenaza. El cambio climático, la agricultura, la acuicultura y la urbanización son las cuatro amenazas principales para este grupo de insectos. En adelante, describiremos brevemente el efecto de estos factores. con sus presas, sus temporadas de apareamiento y sus patrones de distribución se han visto afectados por estas variaciones de temperatura. Los cambios en los rangos de distribución han llevado a crear comunidades muy diferentes donde algunas

6 especies de libélulas se han desplazado o hibridan con otras. Tal es el caso de especies de los géneros Tschnura y Argia presentes en México, en las que se han registrado casos de hibridación (o cruces entre especies). Por otro lado, el cambio climático, además de generar intervalos de inundación y sequía mucho más prolongados, aumenta los niveles de acidificación de los cuerpos de agua, como resultado de la emisión excesiva de gases de efecto invernadero. De esta forma, la cantidad y calidad de los ecosistemas acuáticos se ven drásticamente afectadas ocasionando un aumento en las tasas de mortalidad de huevos y larvas de libélulas. Esto, en el peor de los casos, llevaría a que algunas especies se extingan. El cambio climático aumenta la tasa de mortalidad de las libélulas ANGELA NAVA BOLAÑOS Las especies conocidas comúnmente como bailarinas, se encuentran siempre cerca de arroyos limpios. La contaminación de los cuerpos de agua proveniente de los asentamientos humanos provoca la desaparición gradual de estas hermosas especies, como la bailarina de ojos ardientes que aquí se aprecia Las consecuencias de la agricultura Es muy conocido que los pesticidas y herbicidas tienen grandes efectos en la productividad y diversidad de comunidades acuáticas en un periodo relativamente corto, ya que cambian la composición química del agua, modifican la disponibilidad de recursos para los organismos acuáticos y alteran los ciclos de nutrientes. La mortalidad de los huevos y estados inmaduros de las libélulas y la generación de deformidades en los adultos, son eventos derivados de estas altas tasas de contaminación. Por otra parte, la deforestación o cambios de uso de suelo provocados por el establecimiento de zonas de cultivo, generan cambios en la cobertura vegetal

7 cercana a los cuerpos de agua que conlleva a la reducción en el número de presas, aumento de temperatura ambiental, mayor exposición a los rayos solares y ausencia de sitios de descanso para los individuos. JEFF BRYANT La cría de especies acuáticas genera un desajuste perjudicial para las larvas de libélula La acuicultura y las especies invasoras La acuicultura (cría de especies acuáticas, animales y vegetales) disminuye la disponibilidad de hábitats debido al cambio en los cursos de agua y genera una amenaza adicional relacionada con la introducción de especies invasoras, que generalmente son cultivadas para el consumo humano, como peces y cangrejos de río, que al salirse de control se convierten en depredadores de larvas de macro invertebrados acuáticos como las libélulas. Las plantas invasoras también suponen una amenaza para estos insectos, ya que generan efectos negativos al producir una mayor o menor cantidad de sombra que las especies nativas, afectando el desarrollo de las libélulas y sus presas. Es también probable que estas nuevas plantas cambien los valores físico-químicos del agua, como la disposición de oxígeno y el nivel de acidez. Algunos estudios han encontrado que aguas ácidas afectan la capacidad depredadora de las libélulas en el estadio larvario. Sobre urbanización, contaminación y confusión El crecimiento acelerado de la población humana y el mal manejo de los residuos derivados de grandes asentamientos, son los principales factores estresantes de los La confusión de diferentes materiales con la superficie del agua, como en este caso el cemento, conlleva a la disminución del tamaño de las poblaciones e incluso a la extinción de muchas especies de libélulas y caballitos del diablo ecosistemas acuáticos, que cuando están cerca de zonas urbanas, tienen un alto grado de contaminación y bajos niveles de oxígeno disuelto, lo cual genera alteraciones en las relaciones tróficas y en los ciclos de producción de energía (procesos químicos y biológicos que permiten la transformación de la energía lumínica proveniente del sol, en compuestos orgánicos que serán consumidos por organismos de los diferentes niveles tróficos). La gran cercanía de las poblaciones de libélulas a los centros urbanos, ha generado además otro problema muy curioso relacionado con la selección acertada de hábitat. Los adultos confunden superficies como las hojas de plástico, piscinas de crudo, lápidas de

8 cementerios y carrocerías de autos, con cuerpos de agua. Esta confusión ocasiona que muchos machos defiendan estos sitios inadecuados como sitios de oviposición, ocasionando algunas veces que las hembras pongan sus huevos allí. Lamentablemente, tanto la defensa como la puesta de huevos en estos falsos territorios, son gastos innecesarios de energía, que afectan el ciclo de vida de estos insectos y su supervivencia. Nuestro país cuenta con 355 especies de libélulas de las cuales 49 se consideran endémicas (es decir, no existen en otra parte del planeta). El estado que tiene la mayor diversidad es Veracruz con 222 y el que sólo tiene una especie registrada hasta el 2014 es Zacatecas. Estos valores sin embargo, están muy lejanos de la realidad México y sus dragones ya que el país ha sido muy pobremente muestreado. El escaso conocimiento de la fauna es un factor común en los países con menores recursos dedicados a la investigación. Conocer la diversidad, las necesidades ecológicas y las amenazas de este grupo nos proporciona información para México cuenta con 355 especies, el 49% se considera endémico DAVID SCHNEIDER El caballito patón huasteca es una especie que sólo se encuentra en México. Los machos pueden tener una mancha negra en sus alas o no; si la tienen son más agresivos y territoriales

9 KEITH DP WILSON Algunas especies son más sensibles a las condiciones ambientales que otras, lo que permite a los científicos determinar la calidad de diferentes hábitats, dependiendo de las especies que vivan en éstos protegerlo implementando estrategias que incluyan la restauración de hábitats y la generación de espacios urbanos que sustenten las diferentes formas de vida, con un diseño adecuado que favorezca la conectividad entre las poblaciones de los cuerpos de agua aislados, el incremento de la diversidad genética y el aumento de la resistencia de las poblaciones ante presiones humanas. Las libélulas, por su historia natural y sus características biológicas podrían ser utilizadas, además de indicadores de cambios ambientales, como especies clave en planes de manejo y en iniciativas de ciencia ciudadana que permitan abarcar la conservación de una mayor cantidad de especies a partir del estudio de su biología particular. Tienen una historia de más de 300 millones de años, han sido fuertes

10 frente a grandes cambios ambientales, superaron al menos tres extinciones masivas donde murieron más del 80% de otras especies existentes y hoy están comenzando a desaparecer por nuestra presencia en el planeta. Con sus colores y diversas formas de vuelo nos pueden contar mil historias diferentes que perderemos si no asumimos la responsabilidad de cuidarlas a ellas y a los lugares que habitan. KEITH DP WILSON Los colores de los caballito escarlata pueden estar relacionados con la selección de pareja, la termorregulación o el estado de salud de los individuos; generalmente los machos son más coloridos que las hembras Agradecimientos A Jesús Pacheco por las sugerencias durante el desarrollo del artículo. A Ángela Suárez por sus comentarios respecto al texto y a Edwin Ariza por sus ilustraciones. Gracias al proyecto UNAM-PAPIIT IN LECTURAS RECOMENDADAS EL SEXO EN TIEMPOS DE CAMBIO CLIMÁTICO, Córdoba- Aguilar, Sánchez-Guillén., OIKOS=No.7. DRAGONFLIES - STATUS SURVEY AND CONSERVATION ACTION PLAN. Norman W. Moore (compilador) IUCN/ SSC Odonata Specialist Group. IUCN, Gland, Switzerland and Cambridge, UK. v + 28 pp. BIODIVERSIDAD DE ODONATA EN MÉXICO. González- Soriano, E; Novelo-Gutiérrez, R., Revista Mexicana de Biodiversidad. Supl CATALINA MARÍA SUÁREZ-TOVAR: Bióloga colombiana. Estudiante de maestría en el posgrado en Ciencias Biológicas (UNAM), con gran interés en ecología evolutiva y conservación de libélulas y caballitos del diablo. ALEX CÓRDOBA-AGUILAR: Especialista en ecología y evolución de insectos, con énfasis últimamente en la biología de la conservación. Actualmente trabaja en el Instituto de Ecología (UNAM) y su pasión son las libélulas y las actividades al aire libre con familia y amigos.