POLÍTICAS DE PATERNIDAD: PROMOVIENDO LA PARTICIPACIÓN DE LOS HOMBRES EN LA PATERNIDAD PARA REDUCIR INEQUIDADES DE GÉNERO Resumen Ejecutivo 1 preparado por EME y CulturaSalud para la Comisión Mujer, Trabajo y Maternidad. 29 junio 2010. Francisco Aguayo faguayo@eme.cl Psicólogo. Director de EME Masculinidades y Equidad de Género INTRODUCCIÓN La pregunta por el papel del padre ha suscitado activos debates en el campo de la investigación en los últimos años. En Chile fundamentalmente a partir de estudios cualitativos (Aguayo y Sadler, 2006; Olavarría, 2001; Rebolledo, 2008; Romero, 2008; Sadler, 2004; Valdés, 2009; Valdés y Godoy, 2008). Sin embargo se cuenta con escasos datos cuantitativos como los de la Encuesta de Uso de Tiempo (INE, 2008) y en los trabajos de Madrid (2006) y Olavarría y Madrid (2005). Los estudios revelan cambios en la paternidad a nivel discursivo con escasos avances a nivel de las prácticas equitativas de cuidado o a nivel de las políticas. Excepciones son la creciente participación de los padres en el parto el año 2008 un 71% de las mujeres contaron con un acompañante significativo, la mayoría de las veces el padre y la tímida ampliación del postnatal masculino de 2 a 5 días el año 2005. El ejercicio de la paternidad de los hombres se despliega en un contexto con fenómenos o tendencias nacionales y regionales tales como disminución del tamaño medio de las familias, aumento de los hogares unipersonales, creciente participación de las mujeres en el mercado remunerado del trabajo participación aun muy baja en Chile en términos comparados, disminución de los matrimonios, incremento de las uniones de hecho, aumento de los divorcios, aumento de las/os hijas/os nacidos fuera del matrimonio. Asimismo el aporte porcentual del ingreso familiar de los hombres es menor que el de las mujeres, menos 1 Nota: este Resumen Ejecutivo forma parte de un artículo en preparación www.eme.cl http://paternidades.blogspot.com/ 1
padres viven con sus hijos y el sistema de aportante único (male breadwinner family model) está en declinación (Arriagada, 2001, 2002; Barker, 2003; Valdés, 2007). Algunos de los factores que inciden la participación de los padres son las expectativas culturales sobre su participación, condición y características del empleo, las creencias de género, el momento del ciclo vital del padre, la relación con la madre, edad de sus hijas/os su nivel de ingresos y si residen o no con sus hijos. Y la existencia o no de políticas y programas (Barker y Verani, 2008). En Chile las tareas de cuidado y crianza son realizadas principalmente por las mujeres, observándose altas inequidades de género en su distribución. La Encuesta de Uso de Tiempo (n=1534), realizada en la Región Metropolitana evidenció que el 71% del trabajo no remunerado es realizado por las mujeres (SERNAM, 2009). Mientras que las mujeres se han incorporado masivamente al mercado del trabajo los hombres, por su parte, se han involucrando muy tímidamente en tareas de paternidad y muy escasamente en las tareas domésticas. Este orden de género es un fenómeno global (Barker y Verani, 2008) asociado a diversas inequidades de género que ha sido corregidas con éxito por escasos países. El estudio cuantitativo IMAGES, cuyo caso chileno es coordinado por EME y CulturaSalud, nos revela que de quienes están en pareja solamente cerca de un 15% de los hombres (n=1191, Gran Santiago, Gran Valparaíso, y Gran Concepción, error muestral 2,8) y un 15% de las mujeres (n=426, Gran Santiago, error muestral de 5%) consideran que la repartición de tareas domésticas con su pareja es igualitaria. Hombres y mujeres coinciden en que la mayoría de las tareas domésticas es realizada por las mujeres, excepto en el ítem reparaciones en el hogar. De este modo observamos en Chile un modelo predominante de familia de roles complementarios e inequitativos en la distribución de las tareas. La licencia postnatal, actualmente en debate en Chile, ha sido en algunos países una pieza clave para la reforma de las relaciones de género en lo doméstico. Un postnatal diseñado www.eme.cl http://paternidades.blogspot.com/ 2
fundamentalmente para las mujeres puede reforzar los roles tradicionales complementarios e inequitativos. En cambio, un postnatal que incluya a los hombres con incentivos y medidas para su uso efectivo puede catalizar un cambio en las relaciones de género en lo doméstico y promover de paso el mejor desarrollo y salud de hijas e hijos y una mejor salud de hombres y mujeres (Norwegian Ministry of Children and Equality, 2009; Ray, Gornick y Schmitt, 2008) La paternidad también está fuertemente condicionada para parejas separadas o cuando el padre y la madre no han sido pareja por instituciones como la custodia (cuidado personal). En casos de separación en Chile el artículo 225 del Código Civil entrega la custodia automáticamente a las madres. Las demandas por visitas y por tuición se han incrementado notablemente en los últimos años lo que revela el mayor cuestionamiento a este orden de género. Por otra parte el aporte económico de los hombres al ingreso familiar es bajo y aun más bajo en casos de separación. La falta de una mejor regulación en estos temas es fuente de tensión y conflictos sobre todo en las parejas con alta conflictiva en proceso de separación o ya separadas. LA PATERNIDAD Y SU IMPACTO Existe un cuerpo cada vez más amplio de estudios que evidencian el efecto del involucramiento de los padres. Una revisión de más de 150 estudios se encuentra The Effects of Father Involvement de los autores Allen y Daly (2007). Estas investigaciones sugieren que: Cuando los padres tienen una presencia de calidad en la vida de sus hijas/os estos tienden a desarrollarse mejor en diversas áreas tales como su salud física y mental, motivación al estudio, rendimiento académico y desarrollo cognitivo, habilidades sociales, presentan una mayor autoestima, menos problemas de conducta y mayor tolerancia al estrés (Allen y Daly, 2007; Barker, 2003; Nock y Einolf, 2008). www.eme.cl http://paternidades.blogspot.com/ 3
En la adolescencia aquellas/os hijas/os que contaron un padre involucrado durante su infancia es más probable que presenten una mejor salud mental, menos abuso de drogas, menos problemas con la ley y menos riesgos en salud sexual y reproductiva (Allen y Daly, 2007; Fathers Direct, 2005; Nock y Einolf, 2008) En un estudio longitudinal en Inglaterra, Gales y Escocia (n=17.000) se encontró que los padres involucrados tempranamente e interesados en diferentes aspectos de sus hijas e hijos tendían a estar implicados en el tiempo, contaban con una mejor relación padre hija/o en la adolescencia (Fathers Direct, 2005). Algunos estudios revelan que la presencia de los padres que no residen con sus hijos y de los padrastros también tiene un impacto significativo en el desarrollo de sus hijas e hijos (Allen y Daly, 2007) Por otra parte la salud de los propios hombres tiende a ser mejor en aquellos que están involucrados en su paternidad. Tienen mayor probabilidad de estar satisfechos con sus vidas, vivir más, enfermar menos, consumir menos alcohol y drogas, experimentar menos estrés, se accidentan menos, y tienen mayor participación en la comunidad (Allen y Daly, 2007; Ravanefra, 2008) En general la presencia del padre también suele ser positiva para el ingreso familiar. Cuando están presentes, el ingreso tiende a subir incluso aunque aporten menos porcentaje de su ingreso que la madre (Barker, 2003). La presencia del padre también suele ser positiva para la madre, quienes tienden a tener menos sobrecarga de tareas de cuidado y domésticas e incrementar su salud física, mental y bienestar y (Allen y Daly, 2007; Barker, 2003; ) La relación con la madre puede facilitar o dificultar la participación del padre. Se han encontrado en parejas con más conflicto paternidades menos implicadas (Allen y Daly, 2007) www.eme.cl http://paternidades.blogspot.com/ 4
Fenómenos como el desempleo, la inseguridad laboral y la inestabilidad económica tienden a afectar negativamente la salud mental de los hombres. Se asocia incluso con problemas físicos de salud. Esos fenómenos afectan entonces el ejercicio de la paternidad de los hombres (National Responsible Fatherhood, 2008) La ausencia de los padres tiene enormes costos económicos y sociales directos e indirectos. Los hogares con ausencia paterna suelen presentar mayores costos para el Estado por programas de asistencia. En Estados Unidos se ha encontrado que los costos a largo plazo de la ausencia paterna son aun mayores que los de corto plazo (Nock y Einolf, 2008) POLÍTICAS DE PATERNIDAD Si bien de modo predominante las políticas han promovido la maternidad y el cuidado como responsabilidad de las mujeres algunos países han llevado adelante políticas de paternidad con el fin de promover la participación de los hombres en tanto padres. Una de las principales herramientas mediante la cual se ha logrado una mayor participación de los padres en algunos países ha sido la licencia postnatal para los padres. El modelo más efectivo en promover la paternidad es aquel en que por algunas semanas el padre tiene un postnatal exclusivo y el resto de la licencia puede tomarla la madre o el padre y es pagada al mismo valor del salario. La experiencia comparada muestra que la licencia posnatal para padres es más efectiva cuando es exclusiva para el padre, es decir si no la toma, el beneficio se pierde. En los casos en que la licencia pueden tomarlo tanto el padre como la madre sin un período exclusivo para el padre, la tendencia es que sea tomada casi en todos los casos por madres. (Barker y Verani, 2008; Ray, Gornick y Schmitt, 2008) www.eme.cl http://paternidades.blogspot.com/ 5
Otras políticas o programas de paternidad interesantes han sido campañas de paternidad, programas de promoción de la paternidad responsable, programas de apoyo a la paternidad adolescente y programas de apoyo a las parejas en casos de conflicto y separación. La experiencia de Noruega es destacable. Con una firme política de promoción del posnatal masculino hoy el posnatal exclusivo del padre alcanza a 10 semanas (y se planea extenderlo a 14) lo que representa un tercio de todo el período de licencia y otras políticas de equidad de género después de tres décadas han logrado que cerca del 40% de las tareas domésticas sean realizadas por los hombres, que hijas/os y padres y madres cuenten con mejor desarrollo y salud mental, y se observan menores tasas de violencia y de divorcio (Lorentzen, 2009). En Noruega el año 1988 solo 1 a 2 % de los padres tomaban licencia postnatal. Al año 2007 9 de cada 10 padres con ese derecho hacían uso de la licencia (Norwegian Ministry of Children and Equality, 2009) Suecia ha sido otro de los países que más ha promovido la participación de los padres y la corresponsabilidad con medidas tales como un postnatal masculino extenso, custodia compartida automática, políticas de conciliación, y un robusto sistema de atención a la primera infancia (Arriagada, 2001). En ese país los padres comprometidos presentan mejor salud, menos ausentismo laboral y viven más tiempo (Wamala, 2009) En una revisión de licencias parentales en 21 países de Ray, Gornick y Schmitt, (2008) plantean que una política efectiva de licencia para los padres reduce las inequidades entre hombres y mujeres. Las implicancias que las políticas de licencia de paternidad tendrán para la equidad de género dependen de dos factores, por un lado del porcentaje de posnatal para el padre (y si es exclusivo o no) y por otro el porcentaje del salario pagado durante la licencia. Los países con una política más equitativa de género ofrecen un período exclusivo para el padre y una licencia pagada. Adicionalmente algunos países cuentan con incentivos para promover que los padres tomen la licencia tales como extender el período de licencia total por ejemplo la extensión es de 2 meses en Alemania, y beneficios monetarios para las parejas que comparten la licencia (Ray, Gornick y Schmitt, 2008). www.eme.cl http://paternidades.blogspot.com/ 6
RECOMENDACIONES PARA LAS POLÍTICAS Dado este panorama y estas evidencias, para el contexto chileno recomendamos: 1) Desarrollar una política de paternidad amplia que promueva el ejercicio de la paternidad de los hombres con el fin de mejorar los indicadores de desarrollo y de salud de hijas/os, padres y madres. Esta política tendría que considerar instrumentos tales como una licencia postnatal exclusiva y mayor a la existente, campañas de paternidad, programas de paternidad y programas de apoyo a las familias en casos de conflicto o separación. Estas medidas deben considerar la heterogeneidad de paternidades y formas familiares existentes. 2) Promover políticas de género, de familia y de trabajo que propicien la corresponsabilidad entre hombres y mujeres en las tareas de cuidado, crianza y domésticas. 3) Que esta política vaya acompaña de una política de familia de roles equitativos y no complementarios como existe actualmente entre hombres y mujeres. Para ello se requiere promover al mismo tiempo una mayor participación de las mujeres en el mercado remunerado del trabajo, igualdad de salarios entre hombres y mujeres y la participación corresponsable de los hombres en las tareas de cuidado, crianza y las domésticas. 4) Ampliar la licencia postnatal a 6 meses, pudiendo ser tomada tanto por la madre como por el padre. Junto con lo anterior se recomienda una licencia postnatal para los padres exclusiva y remunerada de al menos 4 semanas de duración, siguiendo modelos como el Noruego, Sueco o Alemán. Adicionalmente se recomienda incorporar incentivos para que los padres usen la licencia de modo compartido con la madre es decir que los padres hombres tomen la licencia más allá del período exclusivo tales como extender la licencia o incentivos monetarios. 5) Se recomienda ampliar esta licencia a todas/os los trabajadoras/es del país y ampliar el fuero paternal también a los hombres. www.eme.cl http://paternidades.blogspot.com/ 7
6) Promover campañas de paternidad y programas socioeducativos con padres como el Programa Paternidad Activa (Aguayo, Morales y Romero, 2002) o el Programa H de Paternidad con hombres jóvenes. 7) Reforzar el sistema público de cuidado infantil y ampliar la red de salas cunas, ampliando el derecho a hombres y mujeres y para empresas de cualquier tamaño, tal como sugiere Valdés (2010). Al mismo tiempo se recomienda ampliar la red jardines infantiles. 8) Desarrollar políticas de conciliación trabajo familia que permitan tanto a hombres como a mujeres tener una mejor calidad de vida familiar. 9) Promover políticas dentro de las empresas de conciliación trabajo familia, tales como la extensión y apoyo a la licencia postnatal, protección contra el despido durante el postnatal, medidas de apoyo a las responsabilidades familiares, permisos para acompañar a las/os hijas/os por razones de salud o educativas, permisos para atender emergencias familiares, garantías para padres adoptivos, etc (OIT, 2002). 10) Promover que los hombres aporten más porcentaje de sus ingresos al ingreso familiar. Y fortalecer las medidas para el cumplimiento de las responsabilidades económicas de los padres tales como las pensiones alimenticias. 11) En el caso de las familias más pobres se requiere fortalecer el trabajo de los padres, dada su vulnerabilidad socioeconómica. Esto se puede lograr proveyendo subsidios monetarios y de desempleo. Así como con apoyos para una rápida reinserción laboral 12) Mejorar las políticas de salud mental para hombres, ya que su salud mental es una condición para el buen desempeño en tanto cuidadores. Se precisa disminuir las barreras de acceso de los hombres al sistema de salud, promover en ellos el autocuidado, prevenir el consumo problemático de alcohol y drogas, prevenir el estrés y la depresión, entre otras medidas. www.eme.cl http://paternidades.blogspot.com/ 8
13) En casos de parejas en conflicto o en proceso de separación desarrollar programas de apoyo que permitan reducir los niveles de conflicto facilitando los acuerdos sobre cuidado de los hijos y aporte económico. Estos son usuales temas de tensión en parejas en proceso de separación o separadas en relación a dos fenómenos como son el modelo existente de custodia automática para las madres (artículo 225 del Código Civil) así como el bajo aporte económico de los padres. Ambos fenómenos son fuente de inequidades de género y de tensiones entre hombres y mujeres que se precisa regular de mejor modo. 14) Que Las políticas de salud sexual y reproductiva incluyan a los hombres en temas tales como la prevención, la toma de decisiones consensuada, la educación para la paternidad y la no violencia sexual. Se precisa también prevenir la paternidad temprana y no deseada y desarrollar programas de apoyo a los padres y madres adolescentes (Aguayo y Sadler, 2006). 15) Reconocer socialmente y apoyar las paternidades alternativas como los padrastros, padres sociales, etc. Asimismo se recomienda igualar derechos como los de adopción a todas las personas que conviven en uniones civiles, incluidas las parejas del mismo sexo (Barker y Verani, 2008). 16) Continuar y ampliar los programas y medidas del Sistema de Protección a la Infancia Chile Crece Contigo en los cuales se promueva la participación activa de los hombres en los cuidados y crianza de niñas y niños. Tales como controles de salud, parto, ingreso abierto en hospitalizaciones, visita domiciliaria, talleres de educación prenatal, Taller de Habilidades Parentales Nadie es Perfecto, entre otras. Ninguna de estas políticas o medidas con foco en los hombres debe competir, por ejemplo en cuanto a recursos, con las políticas de género en beneficio de las mujeres. Se sugieren como políticas adicionales. www.eme.cl http://paternidades.blogspot.com/ 9
CONCLUSIONES Promover paternidades implicadas beneficia a hijas e hijos porque se desarrollan mejor en diversas áreas, a las madres porque disminuyen las inequidades de género en lo doméstico, y a los hombres porque cuentan con mejor salud. Los países que han logrado involucrar a los hombres en tanto padres han llevado adelante políticas y programas de paternidad. Una de las políticas más exitosas ha sido la del postnatal masculino extensos y exclusivos. Para promover formas familiares con equidad en las relaciones de género se precisa promover la corresponsabilidad de los hombres en las tareas de paternidad y también en las domésticas con papeles equitativos y no complementarios, considerando que en esta última área existen aun mayores barreras socioculturales para su implicación. Nota: este Resumen Ejecutivo forma parte de un artículo en preparación. Si es citado se sugiere esta referencia: Aguayo, Francisco (2010) Políticas de Paternidad: Promoviendo la Participación de los Hombres en la Paternidad para Reducir Inequidades de Género. Resumen Ejecutivo preparado para la Comisión Mujer, Trabajo y Maternidad. Santiago de Chile. 29 Junio 2010. www.eme.cl http://paternidades.blogspot.com/ 10
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