Campuzano, Mario (2015). La técnica de la psicoterapia psicoanalítica grupal, modelo vincular- estratégico. Edición de autor, México. Presentación del libro y comentario de Miguel Matrajt. Como un adelanto del libro que recién se ha publicado, reproducimos su Presentación y una nota descriptiva de su contenido, así como un comentario de Miguel Matrajt... PRESENTACIÓN Se ha extendido una moda que plantea que no se requiere abordar el tema de la técnica ya que se desprende y es consecuencia de un buen desarrollo de la teoría. Este planteo, si bien tiene elementos de verdad, toma la parte por el todo y, abandonando el rigor del método, deja de considerar la especificidad del campo de la técnica que necesita abordarse en su nivel singular. Y esa dimensión específica de la técnica, y la clínica correspondiente, es la razón de ser de este libro que pretende cubrir esa necesidad informativa y formativa, mostrando la lógica psicodinámica subyacente a los procedimientos técnicos propios de cada etapa del proceso diagnóstico y terapéutico. Este volumen se ubica como la continuación del libro anterior sobre la psicoterapia grupal vincular- estratégica[1] que aborda el tema de forma más general y ambos forman parte del conjunto de publicaciones en relación al psicoanálisis multipersonal practicado desde el enfoque vincular- estratégico. Las publicaciones previas abordan el trabajo psicoanalítico con grupos de admisión e institucionales[2] y con parejas[3], en psicoterapia conjunta y en grupos de parejas. Por ello se encontrarán en este libro ciertas reiteraciones teóricas, técnicas y clínicas que se consideraron necesarias para darle claridad a este volumen sin que los lectores tengan que estar familiarizados con los textos anteriores. Pretende ser un libro práctico y sencillo, con muchos ejemplos clínicos, que busca no quedarse en el nivel empírico sino sustentar sus planteos en los avances recientes del campo general del psicoanálisis y en el específico del psicoanálisis grupal. 1 / 6
Estas publicaciones responden al proyecto de construir un enfoque psicoanalítico de los conjuntos multipersonales que no sea mero psicoanálisis aplicado sino derive de la comprensión de las peculiares características de cada agrupación, de las cuales nos hemos concentrado en la psicoterapia grupal y de parejas; la psicoterapia familiar quizá sea también abordable desde el enfoque vincular- estratégico, como lo ha sugerido Adrián Aldrete, pero nuestra investigación no ha abarcado esa área. Tampoco se ha abarcado la influencia posible sobre el dispositivo individual del psicoanálisis, donde en la última época han aparecido críticas epistemológicas y metodológicas sobre su enfoque tradicional que han generado propuestas de cambio como el enfoque intersubjetivo (término que tiene un sentido diferente en el psicoanálisis grupal) y el enfoque relacional. El enfoque intersubjetivo es constructivista y considera que algunos elementos técnicos, especialmente la transferencia, se co-construyen en la relación entre analista y analizando; en este dispositivo individual la intersubjetividad se refiere al interjuego dinámico entre las experiencias subjetivas del analista y el paciente en la situación clínica Este nexo interaccional se considera la fuerza primaria del proceso del tratamiento psicoanalítico (Dunn, 1995/2004, pág. 183[4]) en vez de la fuerza impulsora de las pulsiones. Y como también establece este autor: en la literatura psicoanalítica actual el concepto de intersubjetividad constituye un importante desafío epistemológico y clínico al paradigma clásico (idem) que ve la base de la mente en las pulsiones y en los apremios ubicados en el cuerpo biológico (Dunn, 1995/2004, pp. 204-205). Los adherentes a este enfoque consideran pasar de la transferencia unidireccional al encuentro bidireccional; de la psicología de una persona a la psicología de dos personas; de la relación sujeto- objeto a la relación sujeto- sujeto. La perspectiva relacional considera que las relaciones con los demás, y no las pulsiones, son la materia prima de la vida mental. Mitchell, el más conocido promotor del psicoanálisis relacional, señala el hecho de la existencia de otras teorías psicoanalíticas que también comparten una visión social de la mente: El modelo relacional, en cuanto teoría social de la mente, de ninguna manera es el terreno exclusivo de las hipótesis psicoanalíticas. La teoría interpersonal y la teoría de las relaciones objetales forman parte de un movimiento más amplio de disciplinas estrechamente relacionadas y a la vez vinculadas con las teorías sociales de la mente (Mitchell, 1988, pág. 29)[5]. Nosotros estamos dentro de ese continuum, si bien sustentamos nuestro enfoque en teorías diferentes a la relacional, que son, además de la teoría de las relaciones objetales, la teoría vincular. Estas críticas dentro del psicoanálisis individual, a pesar de que abordan la temática de las influencias intersubjetivas, relacionales y sociales, han dejado de lado los aportes del psicoanálisis grupal, tanto los de Kaës que ha elaborado un texto buscando dialogar con los psicoanalistas de la International Psychoanalytic Association (Kaës, 2007)[6], como los desarrollos latinoamericanos en relación al enfoque vincular (Pichon- Riviére; Berenstein y Puget; Bernard; Pachuk y Zadunaisky; Campuzano, Izaurieta, Hernández)[7]. 2 / 6
El libro inicia con una breve reseña histórica y teórica del psicoanálisis grupal y una descripción de los tres modelos teóricos que se han propuesto en la Asociación Mexicana de Psicoterapia Analítica de Grupo, el último de los cuales es, justamente, el modelo vincular- estratégico. Continúa con los grandes temas relacionados a la apertura de un grupo terapéutico: decisiones iniciales y elección de tipos de grupos; encuadre, contrato y consigna; entrevistas de evaluación individuales y grupales, diagnóstico psicodinámico estructural Después la síntesis del proceso de un grupo terapéutico breve con las reflexiones y comparaciones con otros tipos de grupos sobre las tendencias observadas en sus respectivos procesos para comprender los elementos psicodinámicos que dan sus características y sustentan el manejo técnico de las distintas etapas de los grupos: etapa inicial, media y de finalización. Para terminar, dos capítulos de temas especiales: el doble origen de los sueños y su manejo técnico en el grupo, sesiones prolongadas y técnicas de movilización; así como descripción del síndrome y manejo técnico grupal de los intentos de suicidio de origen caracterológico preedípico, tema de gran frecuencia y consecuente necesidad de su conocimiento. Mario Campuzano, febrero del 2015. COMENTARIO DEL LIBRO: Campuzano Montoya Mario: La Técnica de la Psicoterapia Psicoanalítica grupal. Modelo vincular-estratégico. AMPAG, México DF, 2015 Este nuevo libro es la continuación obligada del anterior texto sobre grupos que nos regalara el autor. El anterior libro, comentado en el número anterior de nuestra revista, fue un análisis exhaustivo y meticuloso de la historia, los aportes teóricos de diversos pensadores y la línea de Mario acerca de los diversos tipos de grupos y la óptica particular de nuestro autor. El presente es una descripción, casi un manual (en el mejor sentido de la palabra), de la técnica de intervención. Como hizo con la aproximación teórica, Mario distingue varios tipos de grupos, aun cuando el escrito está más centrado en los grupos terapéuticos. Como en el anterior texto, este libro cristaliza casi cinco décadas de estudio teórico, de análisis bibliográfico, de discusión con colegas y de experiencia clínica del autor. Resumir todo eso, más una introducción histórica y teórica, es una hazaña de síntesis. Si se le añade la claridad expositiva propia de quien domina un tema y no oculta nada de su forma de encarar la práctica, estamos ante un libro inusualmente transparente e inusualmente explicativo, pleno de ejemplos y viñetas clínicas que no dejan lugar a dudas de cómo el autor piensa el tema y cómo lo lleva a la clínica. Por todo lo antedicho este escrito es un enorme apoyo de sistematización para los que estamos en el tema y un excelente libro de texto para los principiantes en la grupología y para los que sólo desean asomarse a este terreno. Desde lo viejos textos de los pioneros, pasando por los escritos de Bion, y contemporáneos, con una escala fundamental en Kaës, hasta llegar 3 / 6
a los autores actuales, no he conocido ninguna aproximación que exponga con tanta claridad y tanto fundamento la técnica de terapia grupal y sus basamentos teóricos. Por otro lado, la aproximación psicoterapéutica grupal es, aún sin proponérselo, un espacio que lleva necesariamente a un cuestionamiento de algunas de nuestras propuestas sobre las estructuras inconcientes, las imagos, los vínculos, las relaciones de objeto y el mismo principio de realidad en psicoanálisis. En el análisis individual el psicoanalista se debe circunscribir al mundo interno y a la transferencia, las dos únicas cosas que puede observar en vivo y en directo. Pero en el grupo el coordinador está evaluando simultáneamente su observación del vínculo transferencial que cada paciente tiene con él, con cada uno de los otros integrantes y con el grupo como totalidad y confrontándolo con las relaciones de objeto inconcientes. La psicoterapia de grupo no es la hermana menor del psicoanálisis individual ni una versión subdesarrollada para los pacientes que no pueden pagar este último. Es una forma diferente de abordaje, que en muchos casos admite una aproximación individual o grupal, pero en muchos otros es la elección terapéutica más idónea. La psicoterapia de grupo, por las razones antes apuntadas, puede tener una potencialidad para abatir defensas y producir insight muy superior, en la medida que puede poner en evidencia, en forma más rápida y contundente que en la transferencia individual, las modalidades de relación humana de ciertos pacientes, así como la distorsión psicopatológica de la realidad de dichas relaciones. En estos casos la observación del proceso de repetición de conductas y de lectura alienada de la realidad no debe esperar que esas formas psicopatológicas se reproduzcan en la transferencia individual, sino se pueden señalar mucho más precozmente, ya que acontecen desde el inicio. Hay un interrogante que no me puedo contestar, ni leyendo atentamente este libro: por qué motivos la psicoterapia de grupo está aún más marginada como opción que las formas individuales?. De hecho hay cada vez menos grupos terapéuticos funcionando y menos especialistas que estudian y llevan a cabo esta terapia. Exactamente al revés de lo que se podría imaginar. Pareciera un proceso paradójico, por no decir irracional: las necesidades de atención han crecido con el tiempo, la posibilidad de abordarlas ha disminuido como consecuencia de la pauperización creciente, y la opción grupal es económicamente más accesible para esos sectores que han quedado excluidos de acudir a un psicoanálisis individual. Las explicaciones más generales de los cambios sociales e ideológicos que se ensayan para el decrecimiento de los psicoanálisis muy discutibles, y en todo caso parcialesse aplicarían tanto para las forma individuales como para las grupales. Aún más paradójico es que en las últimas décadas la idea que las técnicas grupales en didáctica, en etnología, en los medios masivos, en las empresas, hasta en las fuerzas armadas, y en muchos etcéteras- son muy adecuadas para optimizar resultados salvo en la psicoterapia. En qué hemos colaborado los terapeutas de grupo para producir esta marginación? Será solamente un coletazo extra del descrédito en que ha caído el psicoanálisis? Se me dirá que estoy haciendo un conjunto por demás heterogéneo, ya que la diversidad de enfoques teóricos y técnicos cuando no simplemente esotéricos o pragmáticos- que pululan en ese universo tiene muy poco en común y, frecuentemente, mucho de antagónico. Pero, qué pasa que cada día tenemos menos cabida los que seguimos una línea de pensamiento del grupo como las que describe este libro, y, ni que decir, los que postulamos las ventajas de una terapia grupal? No sólo se nos ve como una especie en extinción, sino como un anacronismo ineficiente. El libro de Mario, como todo buen libro, abre una serie de interrogantes útiles, a los que me atrevo a 4 / 6
incluir los que he planteado en los últimos párrafos. Otra razón más a las múltiples que existen para leer cuidadosamente este texto que logra integrar los análisis muy profundos y elaborados con la agilidad para escribirlos. Miguel Matrajt [1] Campuzano, Mario (2013). Psicoterapia grupal vincular-estratégica, un enfoque psicoanalítico. AMPAG: México. [2] Campuzano, Mario; Bello, María Carmen (2004). La psicoterapia de grupo en las instituciones. Psicoanálisis y psicodrama: alternativas complementarias. Plaza y Valdés: México. [3] Campuzano, Mario; Izaurieta, Miren y Hernández, Teresa (2001/ 2011). La pareja humana: su psicología, sus conflictos, su tratamiento. Plaza y Valdés: México, 2001/ UNAM, 2011. [4] Dunn, Jonathan (1995/2004). La intersubjetividad en psicoanálisis: una revisión crítica. En: Glocer Fiorini, Leticia (compiladora) (2004). El otro en la trama intersubjetiva. Buenos Aires: Lugar Editorial/ APA Editorial. 5 / 6
Powered by TCPDF (www.tcpdf.org) Subjetividad y Cultura [5] Mitchell, Stephen A. (1988). Conceptos relacionales en psicoanálisis, una integración. Siglo XXI: México/ Madrid. [6] Kaës, René (2007). Un singular plural. El psicoanálisis ante la prueba del grupo. Amorrortu: Buenos Aires, 2010. [7] Pichon- Riviére, E. (1979). Teoría del vínculo. Nueva Visión: Buenos Aires. Berenstein, Isidoro y Puget, Janine (1997). Lo vincular. Clínica y técnica psicoanalítica. Paidós: Buenos Aires, 1999. Bernard, Marcos (2006). El trabajo psicoanalítico con pequeños grupos. Lugar editorial: Buenos Aires. Pachuk, C. y Zadunaisky, A. (2010). Psicoanálisis vincular. Curarse con otros. Lugar editorial: Buenos Aires. 6 / 6