Recetas para animar a leer Los artículos que presentamos a continuación se han redactado a partir de algunas de las fichas de animación lectora que aparecieron en la primera campaña «Llegir en valencià» ( Leer en valenciano ) de la Fundació Bromera per al Foment de la Lectura (www.fundaciobromera.org). En ellas encontrarás reflexiones sobre la importancia de convertir a tus alumnos en buenos aficionados a los libros, y también algunas recomendaciones generales muy básicas para transmitirles el gusto por la letra impresa. Además, se han incluido en la parte final de este apartado doce «recetas», estrategias para animar a leer en el aula, expresadas de una manera práctica y realista, para que sea muy sencillo trasladarlas a la práctica docente con alumnos. Cada receta incluye indicaciones de edad adecuada y material necesario para llevarlas a cabo con éxito. 1
Fichas de animación lectora Yo quiero jugar! Juegos y estrategias para formar a los más pequeños como lectores A los niños pequeños les encanta el juego. Prefieren jugar a leer porque consideran la lectura una actividad poco dinámica y seguramente todavía no han descubierto que, con los libros, también pueden divertirse. Pero divertirse, cómo? Si no sabemos cómo aprovechar los libros lúdicamente, aquí van algunas propuestas que podemos aplicar para introducir a los más pequeños en el mundo de la lectura de la mano del mejor aliado: el juego. El libro: un espacio para la creatividad Una buena manera de empezar a jugar con los libros es dibujar: dibujar los lugares que aparecen en la obra o los personajes representarlos delgados o gordos, ponerles sombreros, cambiarles la nariz o las orejas... en definitiva, dejar sueltas la imaginación y la creatividad. Recortar fotos de personas de los diarios y montar escenas, calcar las ilustraciones del libro o fotocopiarlas para pintarlas después son otras formas de crear, con el libro como excusa. Resulta también muy sencillo crear cubiertas nuevas o fabricar puntos de lectura para recordar en qué parte del libro nos hemos quedado. La lectura es el primer teatro A todos nos gusta escuchar historias, especialmente, hasta los 10 años. Para que los pequeños vivan la lectura, podemos imitar las voces de los personajes, interpretar las ilustraciones y exagerar los gestos. Después, les podemos pedir que lean ellos mismos en voz alta o, si todavía no saben leer, alternaremos la lectura entre varias personas. Como les encanta repetir, pronto nos imitarán. Si hemos exagerado la lectura, es fácil pasar a la representación. Pongámonos en pie y creemos con nuestros movimientos, gestos y objetos un espacio imaginario. Después, podemos pedir a los niños que nos imiten o que aprendan de memoria algún diálogo, poema o canción. Si podemos, disfracémoslos y así se sentirán actores y será un buen momento para que hagamos de espectadores. Los más mayores pueden estudiar alguna escena suelta e interpretarla delante de un público amplio y fiel; los pequeños, nos narrarán la lectura. Una puerta a la imaginación Un libro es una magnífica excusa para dar salida a la fantasía de los niños. Jugamos a: «Qué habría pasado si...?». Preguntémosles cómo habría cambiado la historia si alguna situación se hubiera producido de manera distinta. Por ejemplo, «Qué habría ocurrido si Caperucita no hubiera pasado por el bosque?». También podemos inventar nuevas aventuras para el personaje del libro que leemos, añadir una nueva estrofa al poema que han aprendido de memoria o inventar unos diálogos para una nueva escena teatral. Con cualquier libro resulta muy sencillo montar nuestro Trivial particular. A partir de la lectura empieza la competición. Cada uno formula una pregunta. Si la respuesta es correcta, 2
se gana un punto. Las preguntas más frecuentes son: «Cómo se llama...?», «Quién ayuda a...?», «En qué ciudad...?», «Por qué...?», «De qué manera...?», «En qué momento...?», «De qué se disfraza...?», «Quiénes eran simpáticos?», «Y antipáticos?», «Y cobardes?», «Quién te gustaría ser?». También se puede jugar a dar pistas para que adivinen el título de una obra, a decir un título para que expliquen una historia o a adivinar la obra o el capítulo donde aparece un personaje... las posibilidades son infinitas! De la lectura a la escritura Leer es el primer camino para escribir. De la lectura compartida surgirán mil ideas para inventar relatos. Se pueden escribir historias a partir de propuestas tan diversas como responder a la pregunta «Y, qué pasa después?» o contar el relato que nos sugiere el titular de una noticia. También podemos actuar al revés y empezar a hacer de periodistas: convertir en noticia la historia leída o entrevistar al personaje favorito como si fuera un ser real. Cualquier propuesta es buena para decir o escribir un relato corto y, además, podemos convertirnos en acompañantes del protagonista, añadir un personaje conocido al relato, cambiar el final de una narración, escribir una escena teatral, adivinar el comienzo a partir de un final... y, en definitiva, convertirnos también en autores! 3
Fichas de animación lectora Hablemos de libros El placer de compartir las lecturas Después de saborear una buena lectura, nos resultará muy gratificante poder recomendarla a un compañero o compañera, comprobar el efecto que le produce y comentarla posteriormente. Para un lector que se inicia, descubrir una lectura a los que habitualmente ejercen el papel contrario, por ejemplo los profesores, le llenará mucho. También será gratificante poder compartir una lectura, en el mismo momento, con un amigo. Preguntas como: «por dónde vas?», «qué te ha parecido tal aspecto?» son el motor que incentiva el proceso lector. A menudo se ha destacado de la lectura su carácter de actividad solitaria; un placer que se vive de manera individual, de manera personal e intransferible. Intransferible? Bien, no exactamente, porque la lectura también es un hecho social: un elemento que compartimos con más personas, el punto de partida de muchas conversaciones y de relaciones con otras áreas del conocimiento. Los clubes de lectura Todo eso se puede llevar a cabo desde un club de lectura. Leer un mismo libro, en un mismo espacio de tiempo, para después, un día y a una hora que habremos fijado previamente, reunirnos para poner en común nuestras impresiones y comentar la lectura. Así podremos conocer puntos de vista diferentes que quién sabe! quizá nos ayudarán a interpretar o a descubrir aspectos que se nos habían pasado por alto. Cada género tiene su atractivo Cualquier lectura que nos parezca buena se presta a ser objeto de comentario: podemos realizar una programación basada en la novela rosa o bien en la novela negra; también es posible elegir algunas de las novedades de los últimos meses o revisar otras lecturas más clásicas. Es indiferente: lo que de verdad importa es que la lectura no deje de ser una actividad de entretenimiento y una fuente de placer y de enriquecimiento personal. Televisión, radio e Internet: aliados de la lectura Al contrario de lo que se suele pensar, la televisión, la radio e Internet pueden ser un buen complemento de nuestras aficiones lectoras, o un gran aliado cuando se trata de iniciar a los más jóvenes en la lectura. Aunque no existen tantos como sería necesario, en radio y en televisión encontraremos también algunos programas destinados a hablar del libro. Generalmente se trata de tertulias sobre una obra o autor determinado o de recomendación de lecturas dirigidas a diferentes gustos y edades que nos ayudarán a separar el grano de la paja; pero también hay otros formatos de programa, como aquellos en los que podemos participar como un tertuliano más por teléfono para poner en común nuestras experiencias lectoras o hablar de aquella lectura que nadie debería perderse. Últimamente, el medio ideal para llevarlo a cabo es Internet, un espacio cada vez más utilizado como foro de intercambio 4
de opiniones sobre cualquier tema, también sobre literatura. De hecho, algunos clubes de lectura organizados desde bibliotecas públicas o desde centros de enseñanza tienen su lugar en la red para que los participantes puedan ofrecer su opinión sobre el libro en cuestión. Bibliotecas y librerías Bibliotecas públicas, centros de enseñanza y, también, algunas librerías organizan actividades diversas alrededor de la lectura. Van dirigidas a lectores de edades y gustos también diversos: presentaciones de novedades, mesas redondas, tertulias con los autores y con los lectores, talleres creativos, lecturas dramatizadas. En definitiva, actividades que socializan el libro, que nos animan a compartir nuestras experiencias mientras intercambiamos recomendaciones y sensaciones, y que hacen de la lectura una cuestión mucho más extensa y social que no la simple aunque insustituible actividad personal y solitaria que tanto nos hace gozar. 5
Fichas de animación lectora El libro se presenta en sociedad Todo lo que debemos saber sobre las presentaciones literarias Las presentaciones de libros nos ofrecen el contacto más humano con un libro: nos permiten conocer al autor y a lectores con intereses similares a los nuestros. Además, son actividades gratuitas, para todos los públicos y con el encanto del directo, que hace que cada una sea diferente del resto y única. Qué es una presentación? La presentación de un libro es como un estreno teatral. Es un día importante para todos los que han participado en su creación, pero sobre todo para el autor: se presenta su creación ante los lectores. Las presentaciones se pueden llevar a cabo en muchos lugares: centros comerciales, ferias del libro, recintos festeros, bares, parques, etc. Sólo hace falta un poco de imaginación para despertar el interés del público y realizar una selección de títulos apropiada al lugar. El presentador abre el acto y comenta el libro leyendo algunos fragmentos significativos y hablando del autor, a quien da la palabra. El escritor explica cuestiones como qué le animó a empezar y otras anécdotas sobre el libro producidas hasta el momento de presentarlo «en sociedad». Actividad interactiva Cuando el autor finaliza su intervención, empieza el turno del público. Es el momento de las preguntas sobre el autor y la obra o sobre los aspectos de la presentación que han despertado nuestra curiosidad; sin embargo, si como es habitual no hemos leído el libro que se presenta, no tienen sentido las preguntas sobre el argumento. Otra cosa son las intervenciones sobre la relación del nuevo libro con los anteriores, sobre el proceso de creación de la obra, etc. Acabado el turno de preguntas, suele haber tiempo para conversar con otros asistentes y, por supuesto, con el autor. Sin duda, estará encantado de dedicarnos el libro de una forma personalizada que haga del nuestro un ejemplar especial, ideal para nuestra biblioteca o para hacer un regalo muy original. Naturalmente, antes debemos comprar el libro, cosa que conviene hacer en la propia librería, ya que a menudo existen descuentos especiales el día de la presentación. Actividades abiertas Aunque se suelen enviar invitaciones, no es necesario haber recibido una para ir a una presentación. Si nos interesa, ya estamos invitados! Las carteleras y los diarios nos lo ponen fácil con sus agendas. Además, las librerías, los centros culturales o las editoriales nos mantienen informados de las actividades que organizan, a través de sus páginas web o de boletines gratuitos que distribuyen en papel y, cada vez más, por correo electrónico. 6
Para todas las edades Como los libros, hay presentaciones para todo tipo de personas. Normalmente la dinámica del acto se adecua a la edad de los lectores y a la temática del libro: si es un libro infantil, puede incluir algún juego o la actuación de un cuentacuentos; si es un poemario, habrá un recital; si se trata de un libro de teatro, podremos ver la dramatización de algún fragmento... Afortunadamente, hay tantas posibilidades como libros. Y por qué no en clase? Asistir a una presentación con un grupo de estudiantes es una actividad muy recomendable, pero los profesores también pueden reproducirla en el aula como recurso didáctico. De hecho, se puede convertir en una actividad cotidiana realizada por los propios alumnos. Por turnos, cada niño o niña presentaría y recomendaría a sus compañeros de clase un libro que hubiera leído previamente. Como en todas las presentaciones, el resto de alumnos también intervendría al final, en el turno de preguntas. Eso sí, no olvidemos incluir algún ingrediente de «realidad»: es tan fácil como confeccionar algún cartel donde se anuncie el acto o comprar refrescos y cacaos que hagan de vino de honor para el final del mismo. 7
Fichas de animación lectora Visitamos la feria del libro Las ferias de libros, un encuentro de lectores, libreros y editores Las ferias de libros son una fiesta de la página impresa. Libreros y editores ponen a la venta las obras más actuales de su catálogo y organizan actividades lúdicas y publicitarias para difundir las novedades entre los lectores. Los promotores suelen ser los gremios de libreros, editoriales, ayuntamientos y entidades relacionadas con el mundo de la cultura. La otra cara de la primavera En la mayoría de las ciudades, las ferias suelen organizarse entre mediados de abril (coincidiendo con el Día del Libro) y finales de mayo. Cada entidad organizadora elige la fecha más adecuada. Normalmente, abren sus puertas durante el buen tiempo, y se eligen lugares al aire libre (parques, jardines o avenidas amplias) para ofrecer a los participantes un paseo agradable al mismo tiempo que les descubren textos o catálogos de bibliófilo. Si se organizan en lugares cerrados, se emplean salones amplios o recintos de ferias de muestras. Además de las ferias, en todo el mundo se celebra el 23 de abril, el Día Internacional del Libro, en el que se conmemora la muerte de Cervantes y de Shakespeare. Durante esta fecha, los libreros, conocedores de que cada año más personas celebran también la efeméride y regalan libros, ofrecen descuentos especiales. Quién expone? Las diferentes casetas de la feria, como en cualquier muestra comercial, las ocupan los vendedores: libreros, distribuidores, editoriales, administraciones públicas... Los actos de este tipo están abiertos a todos los públicos, y los compradores pueden aprovechar un descuento con motivo de la celebración. Una oportunidad para encontrarnos con los autores Uno de los grandes atractivos de las ferias es conocer a los escritores y escritoras personalmente. En las casetas podemos encontrarlos firmando libros y ello nos brinda la oportunidad de comentar directamente con ellos el que más nos ha gustado de su obra y también de conseguir que nos escriban alguna dedicatoria. Mucho más que una muestra de libros Los programas de actos de las ferias incluyen animaciones lectoras y talleres literarios donde los escolares escriben, representan teatro o escuchan historias relacionadas con libros; también se dan lecturas poéticas para los amantes de la poesía y, sobre todo, presentaciones de novedades dirigidas a los pequeños, a los adolescentes o a los adultos indistintamente. Cada editorial, para presentar su catálogo de manera original, suele plantear actos puntuales: publicitar campañas de fomento de la lectura; aprovechar el encuentro de los diferentes sectores del libro para organizar debates sobre temas de actualidad como la 8
creatividad, las nuevas tecnologías o los derechos de autor; recuperar la tradición de la literatura oral... No todas las ferias son iguales Además de las ferias de novedades, hay otras muy interesantes que también tienen el libro como protagonista. Por ejemplo las ferias del Libro Antiguo, dirigidas a coleccionistas y especialistas. En ellas solamente se admiten libros editados en fechas anteriores al 1801 que, por ser antiguos y raros, suelen tener un precio elevado, pero hay que animarse; siempre podemos encontrar entre ellos alguna ganga o rareza accesible a nuestro bolsillo. En el otro extremo del aspecto económico encontramos las ferias del Libro de Ocasión, en las que podemos hallar libros muy baratos, de segunda mano, fuera de catálogo o de editoriales desaparecidas. También podemos hallar libros en las ferias patronales que organizan algunos ayuntamientos con motivo de las fiestas. Estas poseen la ventaja añadida de celebrarse cerca de casa. 9