Revista IPLA 2007. Vol. 1, Nº 1. pp. 54-60 ISSN Solicitado. Hacia un nuevo paradigma en psicología Mesa redonda, Facultad de Psicología de la ULL Marzo 2007 Participantes: Manuel de Vega, Vicente Pelechano, Armando Rodríguez, María Jose Rodrigo y Pedro Hernández. Todos catedráticos y pioneros en el establecimiento de los estudios de psicología en La Laguna, figuras de amplio reconocimiento y prestigio tanto en el ámbito docente como en el investigador. Actuó como moderador Alberto Domínguez, Vicedecano de la Facultad de Psicología. Alberto Domínguez: Desde el punto de vista de Khun los cambios en los paradigmas científicos han de ser entendidos como el producto de la organización social de las ciencias. De tal manera que esos cambios revolucionarios surgen, grosso modo, por la comunicación que mantienen entre sí los científicos y las instituciones. Se toman decisiones en congresos o reuniones y se llega a acuerdos sobre la invalidez o el agotamiento de un paradigma vigente hasta ese momento, conviniendo en su desplazamiento por otro nuevo. Sin embargo, desde un punto de vista materialista, el cambio en la evolución científica vendría provocado por factores que son completamente distintos a los propuestos por Khun. No es el nivel de las ideas, de la comunicación o el acuerdo entre científicos lo que provoca el cambio: son los aspectos puramente materiales de la ciencia los que lo determinan. Y entre estos aspectos materiales priman, sobre todo, las manipulaciones que los científicos llevan a cabo en sus laboratorios. Por decirlo de una manera gráfica serían los cocineros los precursores de los químicos. El cambio científico viene determinado por lo que los actores de la ciencia hacen con las manos, y por ende lo que hacen con sus instrumentos de laboratorio, sus manipulaciones. En tal sentido, lo que nos planteamos hoy es si la revolución cognitiva de los años 50 y 60 estuvo determinada por la aparición de los primeros ordenadores, esos aparatos que permitieron presentar estímulos a los sujetos experimentales, medir sus tiempos de reacción, e incluso analizar matrices de datos de magnitud desconocida hasta ese momento. Y así una de las causas de la revolución cognitiva no sería tanto el ordenador como metáfora, sino más bien el ordenador como instrumento de laboratorio. El concepto, la metáfora, se mostraría así como una consecuencia más que como una causa del cambio. Y hoy en día parece sobrevenir otra evolución en los instrumentos: disponemos de aparatos que permiten ver dentro del cerebro, pero no las estructuras cerebrales, cómo es la corteza y lo que hay debajo, no. Ya sabíamos de sobra qué es lo que hay dentro del cráneo. Ahora tenemos dispositivos que permiten ver el cerebro en funcionamiento: resonancia magnética funcional, estimulación magnética transcraneal, magnetoencefalografía o potenciales relacionados con eventos. Todas ellas son técnicas que relacionan una tarea que hace el sujeto con una activación en determinada parte del cerebro. De nuevo se trata de instrumentos y manipulaciones, de cambios en la aparataje del laboratorio que han de ser asumidos, y lo están siendo (al parecer con cierto éxito) por los psicólogos. De modo que propondría la siguiente cuestión para abrir el debate: En qué medida el progreso en los estudios de Psicología está condicionado por la incorporación de las nuevas tecnologías basadas en la neuroimagen? Armando Rodríguez: La psicología siempre ha sido muy permeable a los progresos en la tecnología y ha incorporado con rapidez todos los avances que mejoren la observación, el registro y el análisis. Siempre ha estado abierta a la
Revista IPLA 2007. Vol. 1, Nº 1. pp. 54-58 Hacia un nuevo paradigma de psicología 55 incorporación de metáforas de la física o de la biología, por citar sólo dos ámbitos. Desde esta perspectiva la incorporación de una técnica como la neuroimagen no va a suponer una autentica revolución, ya que falta aún una gran teoría, un modelo global que permita conocer con detalle cómo funciona el cerebro y cuáles son sus correlatos en la conducta. Mª José Rodrigo: Yo sí viví durante mi carrera un cambio de paradigma. Sin ir más lejos con el doctor Pelechano, que fue mi profesor. Fue un buen ejemplo de revolución dentro de la psicología, al introducir la psicología experimental y el paradigma conductista, dejando atrás la especulación que se había heredado de escuelas como el psicoanálisis. Para los que entonces éramos estudiantes fue una verdadera revelación. Se trataba de trabajar con experimentos, métodos y datos. Más adelante apareció el cognitivismo y se dio un paso hacia delante incorporando la mente, el procesamiento de la información, la interpretación de los estímulos, y conceptos similares. Fue un paso más para poder conocer la realidad de lo que ocurre en la mente del niño (yo investigo en psicología evolutiva). En el momento actual estoy coqueteando con las técnicas de neuroimagen y nuevamente vuelvo a quedar fascinada ante la posibilidad de encontrar un nivel más allá del que yo estaba trabajando (el nivel cognitivo conductual). Un nivel más de respuesta con el que establecer correlatos o levantar un mapa de las relaciones entre lo que está ocurriendo en un plano funcional y un plano de lo que puedan ser áreas cerebrales y activación en la maquinaria responsable de los procesos cognitivos. Ahora bien, no creo que esto vaya a cambiar mi perspectiva sobre la psicología; más bien lo entiendo como una herramienta más que me permite incorporar nuevas variables dependientes que integrar con otras que ya estudiaba. Vamos a tener unos estudios multinivel que creo serán muy provechosos Pedro Hernández: Es importante hacer una breve puntualización sobre lo que es un paradigma. Todos los cambios científicos no significan cambios de paradigma. Para que esto ocurra tendría que existir un amplio consenso entre muchos investigadores en paralelo, y cambios en los métodos y procedimientos. Al parecer, el cambio de paradigma del que hablamos iría en el sentido de una psicología cognitivo-neurológica. La realidad que tenemos ahora y que se consolidará en el futuro es una realidad multiparadigmática, donde coexisten distintos enfoques y métodos para abordar los mismos temas de investigación. La resonancia magnética, por citar una técnica nueva, proporciona una cantidad impresionante de datos e información valiosa. Tomemos como ejemplo el caso del TDH (trastorno de déficit de atención). Gracias a la resonancia podemos ver cómo la ausencia de dopamina o adrenalina es un elemento clave del trastorno. Pero más importante me parece los datos que nos proporciona esta técnica para conocer el correlato cerebral de los cambios que se producen a nivel conductual. Por ejemplo, recientemente se ha publicado un estudio donde se correlaciona, en las personas que tienen asma, por una parte, la actividad de una determinada área del cerebro vinculada a un grupo de emociones, y por otro, un determinado patrón de funcionamiento de su sistema inmunológico. También son muy interesantes las aportaciones de estas técnicas para confirmar ciertas teorías sobre las emociones, como la de Ledoux, que demuestra que existen dos vías de activación de las emociones, una vía rápida y otra más lenta (que pasa por el córtex) y que se corresponden con dos formas de experimentar las emociones. También me interesan, desde el ámbito de la psicología educativa, los estudios que acaban de descubrir zonas específicas que se activan cuando se tiene la intención de realizar un cálculo
Revista IPLA 2007. Vol. 1, Nº 1. pp. 54-58 Hacia un nuevo paradigma de psicología 56 numérico. Es decir, ya no se trata de ver qué región del cerebro está funcionando cuando realizamos una suma o una resta, sino conocer qué zona se activa cuando tenemos la intención previa de realizar uno u otro cálculo. Ahora bien, al mismo tiempo hay que tener en cuenta que estás técnicas nos dan una parte de la información, pero no toda. De la misma forma que por los métodos conductuales y estadísticos que utilizamos ahora también podemos explicar una parte importante de la realidad. Para terminar con esto, mi opinión es que más que un paradigma cognitivo-neurológico, en estos momentos hay una primacía de un paradigma cognitivo-emocional. Manuel de Vega: En España sí se vivió claramente un cambio del paradigma conductista al cognitivo, pero fue un proceso que se prolongó varias décadas. Muchos investigadores empezaron a utilizar nuevos términos y nuevos métodos. Al principio se cambian las etiquetas pero se sigue haciendo lo mismo; sólo después de un tiempo aparece el cambio real. En este caso el salto está asociado a las nuevas generaciones de investigadores, formados en los años 80 y 90 en ese ambiente conductista-cognitivo. Sin embargo me gustaría decir que desde cierto punto de vista las modificaciones no han sido tan radicales. De alguna forma la psicología siempre es conductista, siempre se puede apreciar en ella un conductismo metodológico de fondo. Ya Skinner o Tolman, por citar a alguien, manipulaban estímulos y registraban respuestas. Esto no es muy distinto de lo que hace la psicología cognitiva actualmente. Claro que, eso sí, en ambos paradigmas hay muchos matices diferenciales en cuanto a la concepción de los estímulos y las respuestas. Con respecto al futuro, si nos preguntamos si va a suponer la incorporación de las técnicas de neuroimagen un cambio de paradigma, la respuesta podría ser que no necesariamente. Como recordó antes el moderador, la psicología cognitiva incorporó los ordenadores en un doble sentido. Por un lado, en cuanto metáfora para entender el procesamiento de la información, para abordar el estudio de los procesos mentales. Por otro lado, como hardware que nos permite presentar unos estímulos, registrar unos tipos de respuesta, etcétera. Sin embargo, la neuroimagen no tiene ese componente de metáfora. Es una técnica que aporta nuevos datos y un mayor naturalismo a la psicología. La psicología, dicho sea de paso, es una ciencia natural, razón por la que siempre asumió de forma entusiasta las teorías de Darwin. Sin Darwin no existiría la psicología. Pues bien, registrar las bases materiales de las funciones del cerebro (memoria, lenguaje, etcétera) es seguir entroncando la psicología en su formulación naturalista. Esto no es una revolución, es algo que ahora es más fácil de hacer gracias a la tecnología pero que siempre ha sido una meta de la psicología. Supone esto un cambio conceptual? Para mí no porque cada uno ve en el cerebro lo que quiere ver. Unos encuentran las alteraciones cerebrales que se producen con el alzheimer o el parkinson, otros buscan y encuentran cómo funcionan los procesos de aprendizaje o de la conciencia. El método nos enraíza en la base cerebral de las funciones mentales, pero no es un cambio conceptual en sí mismo. Es una tecnología nueva que nos abre otras perspectivas e incorpora nuevas dimensiones más allá del registro conductual Deben los psicólogos incorporar estas técnicas? Yo creo que si, en primer lugar por tradición. Siempre hemos incorporado todos los métodos eficaces. En nuestra Facultad, sin ir más lejos, desde que montamos el primer laboratorio de psicología cognitiva en los años 80, hemos incorporado equipos para el registro de movimientos oculares o la electrofisiología cerebral, entre otros.
Revista IPLA 2007. Vol. 1, Nº 1. pp. 54-58 Hacia un nuevo paradigma de psicología 57 Ahora bien, conviene siempre tener ciertas cautelas, ya que las técnicas no son mágicas, tienen limitaciones. Ayudan a incrementar nuestro conocimiento pero presentan algunos problemas, de los que tal vez podremos hablar más adelante. Vicente Pelechano: Lo primero que se me ocurre con respecto a la historia de la psicología es: Existe esa historia? Si existe está por escribir. La historia de la psicología se hace sobre todo desde sus especialidades. En segundo lugar, Es acumulativa la ciencia? Y es que a veces da la impresión de que lo último que se hace es lo mejor. Sin embargo, la historia señala que en muchas ocasiones lo que aparece se mantiene. Todos aquí somos psicólogos científicos pero, Hay alguien que no sepa cual es su signo del zodiaco? Son cosas que no funcionan, pero ahí están, no desaparecen. El fracaso emocional, los problemas con el sexo, Qué hacemos hasta que llegue el gran modelo neurocientífico? Yo estoy por promover todas las iniciativas, con tal de no perder la perspectiva de lo que le pasa a las personas, de lo que sienten. Consideremos cualquier método que sirva para entender a las personas y para ayudarlas. El tiempo dirá lo que funciona mejor. Veamos un ejemplo. Recientemente he tenido la sorpresa de adentrarme en la ciberpsicología, algo que ya se está introduciendo en las universidades. Ocurre que cuando se tocan los temas relevantes que crea la utilización de internet las interpretaciones son de un psicoanálisis de los años 50. Y esto Por qué? Porque los psicólogos académicos no nos ocupamos de estos temas. La realidad está ahí y se va a imponer por si misma. O nos enfrentamos a esos temas y les damos soluciones o vamos perdidos. En suma, hay que promover al máximo cualquier tipo de iniciativa, sea tecnificada o no. El duro pedernal de la contrastación irá depurando las cosas. Otro tema que me parece importante es el de la homogeneización en psicología. No todos lo que la padecen Alzheimer, por citar un trastorno bien conocido, se comportan igual. La variedad humana es impresionante. Pero eso sí, también sabemos que con presión ambiental y estimular las reacciones ante una misma situación van disminuyendo en variabilidad. No olvidemos que la psicología está interesada no solo en la ausencia o presencia de una actividad determinada, sino en su gradación. Lo que nos piden a los psicólogos es conocer la presencia de un fenómeno y su gradación, lo cual nos lleva al problema de la variabilidad, de las diferencias individuales Estamos en disposición con estas nuevas técnicas de mostrar por fin localizaciones individualizadas de ciertas funciones cerebrales? Manuel de Vega: El cerebro es demasiado importante para dejarlo en manos de los neurólogos. La fisiología del cerebro es producir conductas, lenguaje, No podemos dejar solos a los neurólogos porque ellos (como nosotros) tienen una formación limitada para tan complejo objeto de estudio. Las técnicas no son mágicas pero desvelan nuevos procesos. Algo como lo que ocurrió con el registro de los tiempos de reacción. Yo soy un psicólogo psicometrista, porque mido el tiempo de reacción (algo muy moderno en los años 70). Hoy en día nadie presume de moderno por utilizar los tiempos de reacción. Se sabe de sobra que es una variable muy interesante si está incluida en un diseño preciso y bien controlado para medir un proceso cognitivo. Ahora pasaría algo así Para que sirve la Resonancia Magnética? Todavía no lo sabemos muy bien, pero sí que estamos descubriendo cosas muy interesantes. Por ejemplo que la información metafórica se procesa en los mismos lugares que la información sensorial. Así, la sensación de asco está relacionada con una determinada zona, la ínsula, que también se activa cuando nos da asco el comportamiento de
Revista IPLA 2007. Vol. 1, Nº 1. pp. 54-58 Hacia un nuevo paradigma de psicología 58 alguien. Es decir, la indignación moral activa las mismas zonas que el asco como emoción primaria. Se trata de una metáfora enclavada en una funcionalidad cerebral, en el sentido de que hay una circuiteria parcialmente compartida por el asco físico y el asco moral. En suma, se trata de una técnica muy interesante, pero también muy cara y muy laboriosa que difícilmente va a sustituir los procedimientos más baratos y rápidos que utilizamos todos los días los psicólogos para estudiar muchos procesos y diseñar magníficos experimentos. Yo diría que esta técnica debe utilizarse cuando se tiene un fenómeno bien asegurado conductualmente y se quiere conocer cual es su base neuronal. En definitiva, creo que no hemos de tener ningún sentimiento de amenaza. No se trata de que la psicología se medicalize o desaparezca. Más bien que la medicina se psicologice. Vamos a seguir con nuestro análisis funcional de tareas que es en lo que somos expertos. La descomposición de tareas es algo muy importante en las neurociencias; en ello podemos enriquecer a los neurólogos y, en general, a la perspectiva médica. Alberto Domínguez: Si les parece, podemos cerrar aquí la mesa, no sin antes agradecer su participación, y recordar, de paso, la apuesta de esta Facultad por la incorporación de estás nuevas técnicas. Acabamos de adquirir un equipo de registro de potenciales evocados y en el futuro próximo, cuando terminen las obras del Centro de Estudios del Cerebro, podremos implementar en él algunas de nuestras líneas de investigación.