LA CONSTRUCCION DE LA SALUD MENTAL
El trastorno mental ha sido reconocido y tratado en las distintas sociedades desde hace siglos, en el esplendor de las culturas griegas y romanas, estos fueron adjudicados a diferentes razones de fríos y calores y a las combinaciones humorales; de los que se derivaban tratamientos de relajamiento, música, aguas termales, etc., que podrían coincidir con los centros de rehabilitación, de carácter humanístico, actuales.
Algunos médicos de esas épocas resaltaban ya el uso de la palabra como herramienta terapéutica, en un fragmento del Cármides platónico (156 d-157 a), Sócrates dice haber aprendido de un tracio, discípulo de Zamolxis, que las dolencias del cuerpo no pueden ser curadas sin tratar, ante todo y sobre todo el alma. Pero el alma es curada con ciertos ensalmos.
Igualmente se perfilaban ya las corrientes más biologicístas que años después obtendrían la hegemonía para conservarla hasta nuestros días; entre ellos Celio Aureliano transcribe: jáctanse necia y vanamente quienes creen que la fuerza de la enfermedad puede ser expelida con melodías y cantos. A diferencia de la medicina supersticiosa y popular, la medicina técnica o científica debe ser muta ars, arte sin palabras.
Llegado el oscurantismo en la cultura occidental estos conocimientos y sabiduría quedarán prohibidos y, durante la Edad Media el trastorno mental fue reconocido como un pecado o posesión diabólica, tratado por agentes religiosos, representantes del poder político y social y apegado al uso y beneficio de la ideología dominante, es decir, al servicio del poder.
Posteriormente la locura vendría a ser vista como una enfermedad, primero tratando de recuperar el conocimiento de los clásicos y después, asociados con alguna alteración bioquímica subyacente asumida, tratable con medios médicos, originados principalmente con los trabajos de Kraepelin.
Este modelo ha sido ya centro de innumerables críticas, por un lado, se centra en los factores biológicos dejando lo psicológico y social en un plano secundario, de él se ha derivado un modelo de atención con un paciente en un rol totalmente pasivo y un médico de indudable superioridad jerárquica. De aquí se derivo el gran encierro que inicio con encadenando a los pacientes, pasando a la camisa de fuerza y hoy en día se manifiesta en el abuso de fármacos para mantener al enfermo tranquilo o el llamado chaleco químico.
En estos conceptos; la salud mental la síntesis debe ser obtenida en un diagnóstico individualizado, orgánico, o en su defecto intrapsíquico, dejando a lo social siempre un papel secundario.
La excesiva importancia sobre el diagnóstico, a la etiquetación, a favorecido la estigmatización del enfermo y ha convertido a los psiquiatras y psicólogos en agentes del control de la desviación social como lo hicieran los punzadores e inquisidores de la Edad Media.
CENTRO DE PODER IGLESIA POLITICO ECONOMICO PODER SOSTENIDO POR FE CONTROL SOCIAL DESVIACIONES HEREJES, BRUJOS LOCOS, DESADAPTADOS CONTROL INQUISICION PSIQUIATRIA PSICOLOGIA
Las psicologías y psiquiatrías, se han debatido así entre la organicidad y lo intrapsíquico, dejando de lado o en un papel secundario, el importante componente social, y no es que lo social vaya al final de cuentas a determinar la salud y enfermedad mental, es que la salud y la enfermedad son también un elemento social, lo social es proceso y producto de la salud mental.
Hasta ahora, hemos abordado la salud mental solo en términos negativos, es decir, la salud entendida a través de indicadores negativos, indicadores de la enfermedad, pero debemos acercarnos de igual modo hacia los conceptos de la salud mental positiva, vista como una meta u objetivo a perseguir, algo hacia lo que se va o que se intenta conseguir y promocionar. No como algo negativo o deficitario, como es vista desde el modelo médico (la salud mental como ausencia de enfermedad o trastorno mental). Tal definición negativa podría ser útil, si acaso, para la prevención del trastorno mental, pero no para la promoción de la salud mental.
MODELOS DE SALUD MENTAL 1) Ausencia de enfermedad: Es un concepto negativo de salud que se corresponde con el modelo médico, la persona saludable en este modelo es la no tratada u hospitalizada, aquella que no presenta síntomas de enfermedad o bien que sus síntomas no son tan intensos como para obstaculizar un nivel razonable de funcionamiento social.
MODELOS DE SALUD MENTAL 2) Normalidad estadística: La normalidad estadística se caracteriza por ser descriptiva y objetivamente determinable tomando como referencia lo que las cosas son. La salud mental en este enfoque viene a coincidir con el promedio estadístico del atributo estudiado, basados en la suposición de que éste se distribuye según la curva normal. La patología vendría a ser la desviación del valor promedio, sin embargo, todo valor promedio tiene desviación hacia arriba y hacia abajo y no queda resuelto cuál habrá de ser considerado patología y cuál no.
MODELOS DE SALUD MENTAL 3) Normalidad Social: La normalidad social tiene una función predictiva, depende de valores y normas sociales que hacen referencia a donde se establece la desviación. En este modelo se identifica la salud mental con la aceptación de las normas y valores sociales, se confunde la salud con la conformidad social y adjudica al profesional de la salud mental un papel claro de agente de control social.
MODELOS DE SALUD MENTAL 4) Salud como Proceso: Aquí la salud mental no es entendida como algo estático, no es un estado sino un desarrollo evolutivo en relación interactiva con su entorno. La salud es aquí el resultado, no del individuo mismo, sino de su interacción con el campo total de fuerzas y relaciones en que se mueve.
MODELOS DE SALUD MENTAL 5) Ideal positivo o utópico: En esta perspectiva la salud mental cubre todo aquello que va desde un polo constituido por la ausencia del trastorno hasta el otro polo, ideal como tal, pero perseguible como objetivo, que corresponde al funcionamiento óptimo de la persona.
Marie Jahoda (1955) destaca el señalamiento de criterios o características propias de la salud mental en los individuos: 1) Actitudes positivas hacia sí mismo como la autoaceptación y confianza en sí mismo. 2) Crecimiento, desarrollo y actualización de sí mismo. 3) Integración del sí mismo o la personalidad. 4) Autonomía o autodeterminación, como proceso y como resultado comportamental. 5) Percepción correcta de la realidad que incluye tanto la percepción razonablemente objetiva del entorno, como la empatía y sensibilidad social. 6) Dominio y control (razonablemente posible) del entorno, como proceso y como resultado de ese proceso.
Allport (1961) personalidad madura atribuye seis cualidades básicas: 1. Extensión del sentido de sí mismo a la participación en acciones humanas que rebasan el mero interés personal. 2. Mantener relaciones cálidas o afectuosas con otras personas, incluida la intimidad, respeto y compasión. 3. Seguridad emocional y autovaloración. 4. Percepción realista; destreza y capacidad de realización de tareas con involucración personal y conducta focalizada. 5. Capacidad para autopercibirse objetivamente, (insight). 6. Una filosofía vital coherente de ideas y creencias que den un sentido de dirección a la vida.
Pando (1992) concepto de Salud Mental Positiva. El proceso dialéctico del comportamiento humano individual y colectivo dado como una práctica social particular que fundamenta y representa la capacidad de transformación de la realidad conforme a la conciencia que de ella se tenga (conciencia de clase en sí y para sí) y el lugar que se ocupe en el proceso de producción, reconociendo en todo esto la determinación sociohistórica ejercida a través del sistema económico de producción que se halle vigente.
INDICADORES POSITIVOS CREATIVIDAD AUTOESTIMA CONSCIENCIA SOCIAL GRUPALIDAD PROYECTO DE VIDA SALUD MENTAL ENAJENACION Y ALIENACION PRESENCIA DE SIGNOS Y SINTOMAS SUFICIENTES PARA CLASIFICAR PSICOPATOLOGIA CONFORME AL DSM-IV ENFERMEDAD MENTAL AUSENCIA DE SIGNOS Y SINTOMAS SUFICIENTES PARA CLASIFICAR PSICOPATOLOGIA CONFORME AL DSM-IV INDICADORES NEGATIVOS
POR SU ATENCION... GRACIAS