Programa de Cooperación Internacional Comunidad de Madrid Circulo de Cooperación Internacional PODEMOS
INDICE Contexto: Cómo hemos llegado hasta aquí? Diagnóstico de la situación Principios Objetivos Medidas de gobierno
Contexto: Cómo hemos llegado Hasta aquí? Desde hace ya algunas décadas, aunque con mucha más fuerza desde el comienzo de la actual crisis económica, la Cooperación al Desarrollo atraviesa una fase de análisis, replanteamiento y cuestionamiento desde los propios actores implicados y también desde otros ámbitos y sectores externos. Tradicionalmente la AOD ha formado parte de la estrategia económica y de la política exterior de los estados, así como de las organizaciones internacionales implicadas en la donación de fondos para desarrollo; lo que se perseguía era el crecimiento y el progreso dentro de la lógica neoliberal predominante. Sin embargo, el logro de los objetivos, el alcance de resultados y cumplimiento de metas fijadas a nivel internacional y nacional, ha estado muy lejos de satisfacer las expectativas, hasta el punto de iniciarse una profunda discusión que ha centrado el debate fundamentalmente en dos dimensiones: - Por un lado se ha cuestionado la eficacia de la ayuda y sus limitaciones atendiendo a criterios como el ahorro, el crecimiento, o la inversión para determinar su éxito o fracaso, o bien se ha reflexionado sobre el impacto de la ayuda en los países a los que se concede, en función de las políticas económicas y comerciales que estos desarrollaban. Ambos elementos han sido empleados para decidir donde se cooperaba y donde no, aunque con escasos resultados y por supuesto, sin contemplar la visión y trasfondo humanista imprescindible y necesario en cualquier política de cooperación. - Por otro lado, y en gran medida desde el tercer sector, se ha centrado el análisis en la búsqueda de nuevas metodologías de identificación, seguimiento y evaluación de la ayuda, a fin de lograr unos aprendizajes que posibiliten un cambio y transformación del modelo, en coherencia con los principios, valores y derechos universales e internacionalmente suscritos por la mayoría de los estados. Son muchas las críticas y dudas que ha despertado el modelo de cooperación vigente: Primero la flagrante falta de participación de la sociedad civil organizada, de los movimientos sociales y muy especialmente de los países receptores y su ciudadanía; la construcción de un sistema de ayuda basado en una planificación y toma de decisiones vertical y desvinculada de las necesidades e intereses de aquellos a los que se destina la Cooperación Internacional, hace que las posibilidades de una ayuda eficaz, eficiente y sostenible sea prácticamente inviable. En segundo lugar, una de las principales acusaciones que se ha vertido sobre el modelo de Cooperación al Desarrollo, ha sido la incoherencia entre la AOD y su uso a nivel multilateral y bilateral respecto a los valores y principios que la sustentan teóricamente; así mismo las políticas implementadas por los países donantes, en relación a la gestión de la deuda externa, comercio de armas, estrategias alimentarias transnacionales y consenso en la aplicación de un creciente proteccionismo comercial entre otras, se orientan en una dirección evidentemente contraria a la defensa de los Derechos Humanos de primera, segunda y tercera generación, que son sobre papel, pero también deberían ser en la práctica, los cimientos y razón de ser de la Ayuda Oficial al Desarrollo.
En tercer lugar, otro de los factores que han completado la crítica al modelo de Cooperación al Desarrollo vigente, ha sido la falta de coordinación, complementariedad y directrices claras, que vertebrarán la ayuda internacional y nacional sobre unas estrategias compartidas, que fomentarán las sinergias entre naciones, el diálogo entre pueblos y la construcción colectiva de una sociedad global con bienestar, respeto por los Derechos Humanos e igualdad de oportunidades. Durante los últimos años el paradigma neoliberal ha impuesto una idea según la cual el bienestar puede ser consecuencia de un sistema desregularizado, de la ampliación de los mercados, y el desmantelamiento de las políticas públicas, quedando reducido el papel del Estado a su mínima expresión. Los tradicionales objetivos de las políticas de desarrollo de mediados del siglo xx, como el crecimiento económico, modernización productiva, industrialización, reducción de la pobreza, creación de empleo, dónde la AOD se dirigía a apoyar material y técnicamente a los estados receptores, han venido siendo sustituidos por la búsqueda de resultados macroeconómicos relacionados con el comportamiento de variables como el déficit público o la inflación, reflejándose todo ello en las estrategias de las instituciones financieras internacionales. Actualmente la crisis económica que llevamos padeciendo desde el 2008, ha permitido que a nivel internacional y por supuesto en España, se instrumentalice esta circunstancia como excusa, para justificar un recorte sin precedentes en la financiación de las políticas de Cooperación al Desarrollo, en un marco internacional dónde las desigualdades, las violaciones de Derechos Humanos, la pobreza, y el acceso a los recursos más básicos, se ha visto significativamente incrementado en todo el planeta, tanto en los países del Norte como en los estados del Sur, como consecuencia de estas políticas de austericidio; los problemas, hoy más que nunca, pueden observarse y reflexionarse desde el prisma de la globalización, en un mundo que es cada vez más interdependiente; las necesidades, la vulnerabilidad y las luchas, son compartidas y tangibles sin distinción en cuanto a su procedencia geográfica. En paralelo a la deslegitimación de la AOD y la Cooperación al Desarrollo, promovida tanto desde el ámbito político como el económico internacional, se ha producido un gran esfuerzo teórico y analítico con la finalidad última de identificar y proponer nuevos modos de entender y enfocar el desarrollo, replanteando incluso su misma definición. En este sentido, hoy muchos defienden lo imprescindible de construir un nuevo modelo, dónde la participación sea prioritaria y obligada, incorporando a la sociedad civil y sus organizaciones como agentes fundamentales, para que los pueblos puedan impulsar, formar parte y apropiarse de su desarrollo, buscando empoderar y fortalecer la capacidades de las sociedades, para que sean capaces de afrontar sus retos y tomar sus propias decisiones. Hoy muchos proponen que la idea del Desarrollo tiene que concebirse íntimamente relacionada con la cooperación y la solidaridad, haciendo imprescindible que el desarrollo sea universal e implique cambios en todos los países y todas las sociedades. Para ello, es imprescindible impulsar una distribución más equitativa de los recursos del planeta, que garanticen una vida justa y digna a todos sus habitantes; así mismo, la persecución de un crecimiento económico ascendente y sin límites, como fundamento básico de las políticas neoliberales implementadas en todo el planeta, que parte de la existencia de unos recursos supuestamente ilimitados, se ha comprobado insostenible, y generadora última de la mayoría de las desigualdades e injusticia social global.
Finalmente hay que tener en cuenta que una gran parte de la ciudadanía global, vive en una contexto de grave inseguridad, siendo víctima de permanente violación de sus derechos humanos; el nuevo modelo de cooperación, las nuevas políticas de ayuda, deben de focalizar su labor en garantizar la protección de todas las personas sin exclusiones. La Cooperación al Desarrollo está en crisis, y la única forma de comprender y afrontar dicha crisis, es reconocer que la raíz del problema reside en los planteamientos teórico-conceptuales sobre las que se concibió y se ha construido a lo largos de muchas décadas. El futuro de la Cooperación debe asentarse en la idea de la cooperación como una política comprometida con lo público, orientada a garantizar el bienestar humano, y la promoción y respeto de los Derechos civiles, políticos, económicos, culturales, medioambientales y de género. La cooperación debe concebirse como un derecho en sí mismo accesible a todos los pueblos. Diagnóstico de la Cooperación en la Comunidad de Madrid. El modelo de cooperación en la Comunidad de Madrid. La Comunidad de Madrid fue una de las primeras comunidades autónomas en realizar cooperación internacional en en todo el estado. Al igual que en otras regiones, la cooperación internacional estuvo impulsada desde las organizaciones de la sociedad civil. Durante los años 80 la solidaridad internacionalista canalizada el activismo en torno a los Comités de Solidaridad; especialmente Comité de solidaridad con la Nicaragua sandinista de Madrid, comienzan a realizar las primeras acciones de solidaridad y, ya desde la segunda mitad de los 80 son los integrantes de estos comités, junto a técnicos al servicio de las administraciones públicas sensibilizadas por estos asuntos con experiencias previas de internacionalismo, quienes comienzan a constituir el movimiento de ONGD con una carga profunda de solidaridad. A esto contribuye después el movimiento por el 0 7% y la paulatina incorporación de organizaciones de origen católico. La manera en que se recibió la cooperación desde los órganos descentralizados fue siempre fragmentada, poco estratégica y eficaz, y centrada en la relación gobierno-ong a través de las convocatorias de proyectos, lo que vino constituyendo el modelo de cooperación. Desde el punto de vista político administrativo, la Ley de Cooperación para el Desarrollo de la Comunidad de Madrid data de 1999 y afirma que la Planificación de la Cooperación se realizará a través de Planes Generales (cuatrianuales) y Planes Anuales (los últimos se aprobaron en 2012). El encaje institucional ha estado vinculado a las áreas de voluntariado, siendo la tendencia vincularlo a las políticas migratorias. Habitualmente se ha contado con el rango de Dirección General. Además de este encaje, y fruto de la Ley de Cooperación, la Comunidad de Madrid contó hasta el año 2013 con un Consejo de Cooperación que se creó en 1997 y que tenía ante todo funciones consultivas. Formaban parte del mismo, además del conjunto de las ONGD, los sindicatos y la patronal, los partidos políticos y el conjunto de la administración pública.
Algunos datos sobre la cooperación para el desarrollo en la Comunidad de Madrid Desde el punto de vista cuantitativo la CAM alcanzó el máximo de recursos destinados a esta política en el 2008, cuando destinó algo más de 38 millones de euros. Esto suponía un 0,21% del presupuesto. Desde ese año la Comunidad ha disminuido los recursos destinados a esta política hasta que prácticamente han desaparecido desde el año 2012. El año 2013 (último año en que se cuenta con datos) se destinaron 2,2 millones de euros. Comparado con otras Comunidades, la CAM se ha mantenido por debajo de lo destinado por otras Comunidades en relación al peso de su presupuesto. En cuanto al destino de los fondos, casi el 80% de los fondos entre los años 2008-2011 se canalizaron a través de la gestión de las ONGD, lo que responde al modelo citado anteriormente. El resto se repartió entre cooperación directa (14,2%), universidades y ayuda multilateral. Geográficamente, los diez países que más recursos recibieron fueron fuente: Martínez, Medina, Santander, 2012 Desde el punto de vista del destino de la ayuda para el desarrollo observamos que hay una vinculación muy fuerte entre la ayuda y los países emisores de migración, lo cual indica una de las tendencias fundamentales de la cooperación madrileña y la priorización geográfica de ésta. Por último, por instrumentos sectores Fuente: Martínez Medina, Santander, 2012 La crisis de la cooperación Como venimos diciendo, desde el año 2012 la política de cooperación prácticamente ha desaparecido en la Comunidad de Madrid. Entre las múltiples razones vamos a señalar cuatro que, a nuestro entender, explican esta desaparición a la vez que nos sirven para hacer un análisis de lo que ha sido la cooperación madrileña. Aquí las separamos con intención analítica pero evidentemente están relacionadas.:
El modelo de cooperación. Como hemos dicho, el modelo de cooperación internacional que se fue desarrollando en la Comunidad de Madrid fue un modelo orientado a la demanda, es decir, no se entendía como una política propia de la CAM sino que, desde los ámbitos institucionales, se entendía como algo subsidiario, más vinculado a la financiación a ONGDs que a una política fuerte y parte del conjunto de la acción de gobierno. La ideología neoliberal. La Comunidad de Madrid ha sido uno de los territorios de nuestro país donde con más ahínco se ha aplicado el programa neoliberal. En el ámbito de la cooperación esto ha tenido varias consecuencias: La supresión en el conjunto de gobierno de cualquier valor o imaginario que tenga que ver con la solidaridad, la cooperación o la igualdad, valores fundamentales para construir una voluntad política propicia a las políticas de cooperación. La utilización de la política para apoyar gobiernos afines ideológicamente. En la Comunidad de Madrid sobresale el apoyo explícito que durante varios años se dio al gobierno de Álvaro Uribe en Colombia a través de cooperación directa. Igualmente, en Madrid se ha hecho más explícito que en otros lugares el apoyo a organizaciones afines políticamente (bien de la Iglesia Católica, bien procedentes del mundo de la derecha neoliberal) y la marginación de otras no afines. La asunción de los valores neoliberales. El modelo de desarrollo orientado desde la CAM ha sido uno abiertamente neoliberal. Se ha optado en general por los proyectos basados en la generación de tejido empresarial que potenciaban el desarrollo económico frente a otros basados en el fortalecimiento de las organizaciones sociales o el empoderamiento sujetos sociales, lo que tiene consecuencias para la transformación del modelo de desarrollo a través de los derechos humanos. La instrumentalización de la política. Por un lado, se ha vinculado abiertamente a la política migratoria, ya sea para orientar la cooperación hacia países emisores de personas migrantes o para controlar a través de proyectos de codesarrollo remesas y poblaciones migrantes en la propia CAM. Ademas, se ha utilizado para impulsar a la patronal y las empresas madrileñas ya sea en su internacionalización o en su participación directa en la política de cooperación. Derivado del propio modelo de cooperación, esta política se ha utilizado en muchas ocasiones para controlar a las propias organizaciones sociales y de modo de legitimación propagandística de la CAM. La despolitización de las ONGD. El modelo de cooperación ha favorecido la institucionalización de una relación cuasi clientelar con las ONGD, cuyo fin en el conjunto de la política era más de gestión que de participación en las decisiones políticas sobre la misma. Esto ha hecho que, durante la crisis, la capacidad de movilización de las ONGD para salvar la política haya sido casi nula, ya que la mayoría centraba su trabajo en la gestión de proyectos y no tanto en la movilización y reivindicación política sobre la cooperación. Esto mermaba mucho la capacidad y voluntad de respuesta y crítica política de las organizaciones. De estas cuatro razones, el modelo, la instrumentalización y la despolitización de las ONGDs son tendencias generales de toda la cooperación para el desarrollo en nuestro país. En La Comunidad de Madrid, debido al activismo político neoliberal de sus gobernantes, existen tendencias específicas que no se repiten en otras comunidades (un modelo de cooperación opuesto en este sentido sería el andaluz). Aquí nos hemos referido a la política de cooperación, es decir, a aquello implementando desde la Dirección General de Cooperación. Esto no agota todas las acciones de cooperación internacional ni todas las políticas que tienen consecuencias desde
el punto de vista del desarrollo. Atención especial a este respecto merece la política de internacionalización empresarial, que tiene consecuencias directas en poblaciones de países receptores de ayuda y la política educativa, con consecuencias directas para uno de los fines reconocidos de la cooperación como es la conformación de una ciudadanía global. Principios que fundamentan nuestra cooperación: Para PODEMOS, la Cooperación Internacional es una política pública fundamental, que permite a las instituciones, las ONGs, los movimientos sociales y la ciudadanía, tener la oportunidad de promover y defender un modelo de Sociedad Global dónde la Justicia Social, la Solidaridad y la igualdad sean una realidad alcanzable para todas/os. Los Derechos Humanos son para PODEMOS, los valores y principios fundamentales sobre los que cualquier política pública debe asentarse, por tanto en coherencia, la Cooperación Internacional tiene que sustentar toda su legislación, planificación y acción de gobierno a partir de los principios y criterios normativos de los Derechos sociales, civiles, políticos, económicos, culturales, de género y medioambientales, que garantizan con su cumplimiento una vida libre, justa, digna y con igualdad de oportunidades, basados en los compromisos adquiridos por España mediante la ratificación de distintos tratados internacionales. Para que la Cooperación Internacional sea eficaz, eficiente, sostenible y sustentable, el requisito imprescindible es que ésta sea pensada, diseñada y ejecutada, contando con la permanente participación de la ciudadanía, conociendo de primera mano sus necesidades, sus intereses y contando con su experiencia y trabajo. Ciudadanía empoderada capaz de exigir a sus representantes políticos, el cumplimiento de sus compromisos políticos. En PODEMOS, consideramos que la lucha por la igualdad y equidad de género debe de ser un enfoque constante que impregne la política de Cooperación Internacional. No es posible impulsar la consolidación de una Sociedad Global justa, respetuosa ante la variedad de identidades de género, si no logramos acabar con la primera gran desigualdad que transciende a todas las culturas, en todos los países. Hoy la Cooperación Internacional tiene lugar en un mundo globalizado e interdependiente, un mundo en el que cada día conviven juntas más culturas, religiones, etnias, lenguas y costumbres pero también situaciones como migración, desplazamiento, refugio o persecución que fomentan la discriminación y vulnerabilidad. Por ello, el respeto por la Diversidad y la lucha contra la discriminación es otro principio elemental para una política de Cooperación Internacional adaptada y acorde con la defensa de una Ciudadanía Global justa, en paz e igualdad. Desde PODEMOS valoramos que la Cooperación Internacional debe de estar absolutamente desvinculada de intereses financieros y de interés geoestratégico o promoción de marcas, porque para nosotros la Cooperación Internacional es una herramienta que tiene que ser ajena al beneficio privado. La participación del sector privado en la Cooperación Internacional debe estar sujeta de forma estricta, al respeto y cumplimiento de los Derechos Humanos y de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) allí dónde desarrolle su actividad empresarial. Este debe ser un requisito ineludible sin excepciones, así como el cumplimiento de la legislación internacional, decantándose por la norma más estricta entre el país de origen
o en el país de intervención. Los programas de RSC o participación privada en CI, se adaptarán a los objetivos y coherencia marcados desde la esfera pública y social, bajo los instrumentos de rendición de cuentas y control público que se establezcan. La transparencia, la rendición de cuentas mutua, la evaluación, la corresponsabilidad y el control de la inversión pública y privada en la Cooperación Internacional, son instrumentos imprescindibles para garantizar un uso honesto de los recursos y fiel a los compromisos adquiridos con la ciudadanía; igualmente, cada uno de estos elementos no solo garantizan el correcto seguimiento político de la gestión gubernamental, sino que empodera a la ciudadanía al darle acceso a información fundamental, que les posibilite reivindicar un uso de los bienes públicos, exento del lucro privilegiado y personal. Para PODEMOS, la proximidad a las personas y a sus comunidades estarán en el centro del enfoque de las acciones promovidas por la CAM en materia de CI. La búsqueda de soluciones transitorias a situaciones concretas irán acompañadas de posicionamientos y apoyos explícitos para mitigar los problemas sistémicos que ocasionan la pobreza, la desigualdad, la insostenibilidad y la falta de equidad. En coherencia con sus políticas, PODEMOS de la CAM no cooperará con gobiernos que alberguen, amparen o promuevan en su territorio paraísos fiscales, o que den cobertura a la evasión y la elusión fiscal. Objetivos concretos: - Responder de manera efectiva a los tres desafíos globales que la Agenda Post-2015 ha identificado como prioritarios, que lo son también en lo doméstico: pobreza, desigualdad, y la sostenibilidad, y lo haga enfrentando las causas estructurales de los problemas en estos ámbitos. - Desarrollar conciencia y solidaridad ciudadana mediante la educación y sensibilización para la ciudadanía global, que comprenda la interdependencia entre los pueblos entre sus luchas y entre la humanidad y su medio ambiente. Igualmente sobre los beneficios que aportan la cooperación entre estados y la solidaridad entre ciudadanías y pueblos, rescatando los conceptos de humanidad y solidaridad universal. Se fomentarán espacios a nivel autonómico en el que las organizaciones de la sociedad civil puedan de forma activa impulsando iniciativas que podrán incorporarse en la agenda política. - Potenciar la cooperación descentralizada como una forma adecuada de apoyar el impulso de solidaridad de la ciudadanía en el ámbito municipal y autonómico. Debe garantizar también el intercambio y la cooperación horizontal con las administraciones municipales y regionales de los países colaboradores, así como una correcta coordinación con la cooperación central y con otras de carácter autonómico y local, mediante los órganos e instrumentos que se establezcan. - Elaboraremos análisis y diagnósticos compartidos entre la Comunidad de Madrid y los países del Sur, que permitan identificar las causas de los problemas existentes y las mejores soluciones para afrontarlos juntos. - Fomentaremos una economía social solidaria entre nuestra autonomía y los países del Sur, que afronte el desarrollo económico, garantizando y protegiendo el bienestar humano y el resto por el medioambiente por encima del beneficio y potenciando la autogestión, la propiedad colectiva y el comercio justo entre ciudadanías y pueblos.
- Visibilizaremos e impulsaremos la participación de las mujeres tanto en la Comunidad de Madrid como en los territorios con los que cooperemos, priorizando por programas liderados por mujeres, así como su empoderamiento en el ejercicio de una ciudadanía activa, como parte central en la estrategia de superación de la desigualdad. Utilizando el enfoque de género como instrumento imprescindible en todo el ciclo de la planificación de la Cooperación y la Solidaridad Internacionales. - También se asumirá la responsabilidad en la garantía de los derechos de la infancia fuera de nuestras fronteras. En todas las acciones y decisiones que se tomen en relación con la cooperación internacional y que afecten a la infancia, el interés de los niños y niñas será siempre el que prime frente a nosotros. - Se promoverá y apoyará la acción solidaria coherente con los DDHH y la soberanía de los pueblos en la sociedad civil y las instituciones. El enfoque de derechos será un instrumento para la evaluación y valoración de las intervenciones de cooperación internacional. Se evitará la colaboración con instituciones y empresas que participan en políticas y prácticas de ocupación, colonización o apartheid. - Se llevarán a cabo intervenciones de acción humanitaria bajo los principios del Derecho Internacional Humanitario y del consenso Europeo sobre Acción Humanitaria, con las personas más vulnerables, de forma coordinada con otros actores (gobiernos, actores no estatales, ONG y organizaciones nacionales e internacionales), para responder a situaciones de riesgo y de desastre generadas por crisis, ocasionales o estructurales, y conflictos motivados por la acción de la naturaleza o por la intervención humana. Se promoverán acciones de Reducción de Riesgo ante desastres, aumentando la resiliencia de las personas y comunidades. Del mismo modo, se apoyarán acciones preventivas dentro de la diplomacia humanitaria que acerquen a las comunidades, resuelvan conflictos y promuevan la Paz y la Solidaridad Internacional. - Recuperación del papel independiente de las ONGD y la sociedad civil como agentes privilegiados en la política de Cooperación Internacional, y en su relación con la CAM, como agentes de desarrollo, sensibilización y educación a la población. - Frente al desmantelamiento que la Cooperación Internacional ha sufrido en los últimos años en la Comunidad de Madrid, PODEMOS propone aportar desde el presupuesto anual de la CAM, un incremento progresivo de la ayuda, teniendo como meta irrenunciable entre la cooperación estatal y el conjunto de la descentralizada, el 0,7% del PIB estatal dedicado a Ayuda Oficial al Desarrollo, en línea con el espíritu de la ley de Cooperación Internacional al Desarrollo 23/1998 y sus posteriores modificaciones. Medidas de Gobierno Ubicación de Cooperación Internacional en la estructura de gobierno de la CAM. - La política de cooperación internacional es la herramienta para intervenir en la gestión de los bienes públicos globales en la Comunidad de Madrid. Asuntos como los derechos humanos, el cambio climático y la sostenibilidad o las consecuencias de la financiación y la desigualdad global en nuestra Comunidad, sólo se pueden hacer frente si incorporamos una mirada transversal al conjunto de las políticas públicas, incorporando en ellas las cuestiones que determinan la gobernanza a nivel global de estos asuntos.
Por esa razón, consideramos necesario incluir las políticas de cooperación en el área de Presidencia de la Comunidad de Madrid con un rango suficiente para poder estar presente en el conjunto de la acción del gobierno de la Comunidad. Primeros 100 días - Sentar las bases sociales y políticas para reconstruir la política pública de Cooperación Internacional, prácticamente suprimida en los últimos años de la política autonómica, por la implementación del programa neoliberal en Madrid, elaborando un mapa de los actores madrileños dentro de la Cooperación y la Solidaridad, con los que iniciar un trabajo sistemático y permanente, y estableciendo un calendario y marco de trabajo para cada etapa a lo largo de la legislatura. - Declarar la Comunidad de Madrid, región libre de TTIP, ISDS. Acercar a la ciudadanía el conocimiento de los posibles tratados transatlánticos y de la complicidad con políticas de violación de los DDHH, ocupación y apartheid. Es necesario recomponer una verdadera articulación de la sociedad civil, movimientos sociales y ONGs con la Comunidad de Madrid. Es preciso reconstruir un diálogo abierto y horizontal que nos permita desarrollar de forma eficaz nuestro programa de gobierno a lo largo de la legislatura, incorporando lo antes posible a todos los actores involucrados, pertinentes e imprescindibles. El impacto en el gasto autonómico de estas iniciativas será mínimo, requerirá principalmente de recursos humanos, de espacios adecuados para desarrollar las reuniones de trabajo, ciertos gastos de movilidad y materiales informáticos y de oficina. Primer Año de Legislatura - Elaboración de un nuevo Plan de Cooperación Madrileña: Recuperar y refundar el Consejo de Cooperación de la Comunidad de Madrid, garantizando que sea un espacio real de trabajo útil y cotidiano, dónde se decida conjuntamente la orientación y estrategias más adecuadas y necesarias, aprovechando al máximo el conocimiento y experiencia que la ciudadanía organizada, movimientos sociales, la FONGDCAM y los profesionales de la cooperación pueden ofrecer. Un Pacto Autonómico contra la Desigualdad para la igualdad y la equidad. Se trata de un acuerdo que afronte aquellos problemas y retos sociales los cuales solamente pueden gestionarse a través del establecimiento de normas globales que obliguen y nos impliquen a todos: instituciones, gobiernos y ciudadanía. La migración, la sostenibilidad económica y medioambiental, sanidad, mujer o educación, deben tratarse con una mirada holística y ser incorporados como prioridad en la agenda política.
Promover junto a otras comunidades y en coordinación con el gobierno estatal, un Fondo Autonómico de Cooperación Internacional que permita mejorar el impacto de la Cooperación Autonómica, así como su sostenibilidad y coherencia. Un trabajo Coordinado entre autonomías favorecerá la eficacia, la eficiencia, la sostenibilidad, la sustentabilidad y el impacto de nuestra cooperación. Dedicar de forma progresiva el 0,15% del presupuesto de la Comunidad de Madrid a Cooperación Internacional, tanto en forma de Ayuda Oficial al Desarrollo bilateral como a través de agentes de Cooperación de probada solvencia y resultados. Promover el Cuerpo de Voluntario Europeo de Ayuda Humanitaria dentro de la comunidad de Madrid, a través de las ONGD e instituciones especializadas. Impulsar la solidaridad con las luchas de los pueblos palestino y saharaui por sus derechos y específicamente, su autodeterminación en el marco del derecho internacional. Estas son medidas que sentarán los cimientos institucionales y políticos para el trabajo que desarrollaremos a lo largo de la legislatura. Una Cooperación Internacional pensada, construida y desarrollada con un enfoque participativo y horizontal, que involucre a la sociedad de la Comunidad de Madrid y al resto de Autonomías. Una Cooperación Internacional que contribuya a tratar las necesidades y dificultades que afectan y atañen a cada ciudadana/o, de forma integral. Una Cooperación dotada de un presupuesto autonómico que permita una planificación eficaz, eficiente, y sostenible de la Cooperación madrileña, con objetivos y responsabilidades compartidas. El impacto en el gasto autonómico de estas medidas de estas medidas será mínimo, requerirá principalmente de recursos humanos, de espacios adecuados para desarrollar las reuniones de trabajo, ciertos gastos de movilidad y materiales informáticos y de oficina. Segundo año de legislatura - Establecer un Plan de Coherencia de Políticas para el Desarrollo que: Incluya a todas las áreas de gobierno autonómico y permita identificar y transformar aquellas acciones de gobierno con mayor impacto en un desarrollo sostenible y sustentable, atendiendo a nuestros principios y valores. Incorpore un código de conducta y buenas prácticas que comprenda la Cooperación Internacional y la Cooperación exterior de la CAM, así como su coordinación con otros actores.
Permita evaluar todas acciones de gobierno de la Comunidad de Madrid con metas e indicadores evaluables y definidos con enfoque de género, atendiendo principalmente a las áreas de economía, sostenibilidad e impacto y a todas las acciones con repercusiones en desarrollo de la misma. Defina el marco relacional de las alianzas público-privadas con el sector lucrativo y su vinculación con la Cooperación Internacional en el respeto de los derechos humanos. - Elaborar un Plan de formación de ciudadanía global, en coordinación con las consejerías de educación y cultura del gobierno autonómico, sector educativo y representativo del arte y la cultura, que permita la comprensión, conocimiento mutuo y colaboración directa entre las poblaciones madrileña y las pertenecientes a aquellos países del Sur con los que establezcan relaciones de cooperación. - Incrementar la AOD de la CAM al 0,2% del Presupuesto de la Comunidad de Madrid a Cooperación Internacional, tanto en forma de Ayuda Oficial al Desarrollo bilateral, como a través de agentes de Cooperación de probada solvencia y resultados. - Publicar en el BOCAM las bases de una primera convocatoria/concurso para ONGD de Proyectos de Cooperación internacional con dotaciones tanto para Cooperación al Desarrollo, Ayuda Humanitaria y Educación para el desarrollo. Para que la Cooperación Internacional que sea verdaderamente eficaz, logre transformar y resulte perdurable, es necesario llevar a cabo un trabajo permanentemente en coherencia y transversalidad con toda la política y acción de gobierno. Los principios y valores de la Cooperación Internacional, no solo tienen que ser aplicados y exigidos en sus planes y programas, sino que deben impregnar con coherencia el resto de políticas de la Comunidad. Los DDHH, el género, la interculturalidad, la diversidad, el respeto al medio ambiente, y la rendición de cuentas, tiene que formar parte intrínseca de todas y cada una de las áreas de gobierno municipal. Además, es necesario cimentar sinergias sólidas con el resto de políticas públicas, a fin de generar conciencia, sensibilidad y conocimiento sobre otras realidades, otras culturas, formas de convivir y trabajar juntos. El impacto en el gasto autonómico de esta iniciativa, requerirá principalmente de recursos humanos, de espacios adecuados para desarrollar las reuniones de trabajo, ciertos gastos de movilidad y materiales informáticos y de oficina. Por otro lado, la primera convocatoria de proyectos/programas, tendrá que contar con una dotación presupuestaria específica y suficiente. Acción continuada a lo largo de toda la legislatura - Emplear el Consejo de Cooperación de la Comunidad de Madrid, como lanzadera de un trabajo en red imprescindible con los gobiernos y la sociedad civil de las regiones en los países donde se desarrolle la Cooperación Madrileña.
- Publicar en el BOCAM las bases de convocatorias/concursos anuales para ONGD de Proyectos de Cooperación internacional con dotaciones tanto para Cooperación al Desarrollo, Ayuda Humanitaria y Educación para el desarrollo. - Favorecer el asociacionismo y conformación de cooperativas que permitan la implementación de una economía social, solidaria y colaborativa a nivel regional, proporcionando los conocimientos, recursos y asesoramiento necesario para desarrollarse. - Impulso de alianzas estratégicas Norte-Sur, Sur-Norte, Norte-Norte y Sur -Sur entre cooperativas, empresas y asociaciones, que desempeñen su labor desde un enfoque de economía social solidaria, de tal forma que favorezcan la lucha contra la pobreza, la exclusión, la desigualdad, el paro o la emergencia de economías con carácter informal. - Constituir un Comité mixto entre partidos políticos, sociedad civil y movimientos sociales, para supervisión y transparencia de las licitaciones y subvenciones públicas en materia de cooperación y solidaridad internacional para el desarrollo. - Análisis de nuevas fórmulas de financiación, que permitan una gestión sostenible de la Cooperación Internacional. - Finalizar la legislatura con la asignación del 0,4% del presupuesto de la CAM dedicado a Ayuda Oficial al Desarrollo. - Evaluar con enfoque de género y DDHH, el impacto de las acciones de cooperación Internacional promovidas por la Comunidad de Madrid, y rendir cuentas a los ciudadanos y ciudadanas, así como al parlamento. - Promover a nivel estatal y a nivel de la CAM, la Instauración de un impuesto sobre las transacciones financieras (ITF) que se lleven a cabo, que sea dedicado en su totalidad al rescate social en la CAM y resto del Estado de las personas y familias más vulnerables, así como a la Cooperación Internacional, y que se aplique a todos los productos financieros, incluidos bonos y derivados. El trabajo colectivo y participativo previo de análisis, diagnóstico, planificación y legislación, sentará las bases de una acción de gobierno en materia de Cooperación Internacional, fundamentada en principios y consensos sólidos, garantizando que la incidencia política y el trabajo en red entre los países y regiones del Sur y la Comunidad de Madrid, sea eficaz y sostenible, permitiéndonos alcanzar cuotas de transformación e impacto mayores. El grueso del presupuesto en Cooperación Internacional tendrá lugar fundamentalmente a partir del segundo año de legislatura, cuando los primeros planes e iniciativas comiencen a ponerse en marcha, fruto de pactos y acuerdos, y se deba conceder dotaciones presupuestarias concretas.