LOS CELOS ENTRE HERMANOS 1- DEFINICIÓN. Los celos son un estado subjetivo caracterizado por una sensación de frustración al creer que ya no somos correspondidos emocionalmente por las personas queridas o al menos, con la intensidad y frecuencia que deseamos o necesitamos. Los celos son un estado afectivo caracterizado por el miedo a perder o ver reducidos el cariño y la atención de alguien querido. Los celos entre los hermanos surgen en un afán por tratar de conservar de manera exclusiva todo el afecto de uno o ambos progenitores. El problema surge con la llegada de un hermanito-a, el niño percibe que sus padres dedican mayor atención a un "intruso". Y empiezan los cambios: Horarios, actividades, el tiempo de atención exclusiva se ve reducido, etc. Ya nada es lo mismo... "El príncipe ha sido destronado". 2- EL PRÍNCIPE DESTRONADO Los celos son iguales independientemente de la edad. Y con los celos entre hermanos pasa lo mismo. Imagínate sí un día tu marido o tu esposa te dice que vendrá otra persona a vivir con vosotros, que a partir de ahora no seréis dos y sí tres. Y que además te consuela diciendo que será divertido que tengas otra persona con quien compartir y disfrutar de la compañía. Qué harías? Creo que nadie dudaría de la reacción que tendría, verdad? Pues eso es lo que dicen los padres a sus hijos cuando este esta a punto de tener un hermanito Que el pequeño jugará con él, que se llevarán de maravilla... El niño vive maravillosamente con sus papás, con las atenciones centradas en él, todo el cariño, todo el cuidado, toda la dedicación, y de repente, ZAS! Todo empieza a cambiar... Al nacer el segundo hermano, los celos del mayor son inevitables. Aparece en los niños sobretodo cuando creen que van a perder el cariño de sus padres. Es muy difícil dejar de ser el sol para ser una estrella más en el Universo de su casa. No es extraño que en esta etapa aparezcan los primeros celos y competencias con el recién llegado, es una etapa que los padres deben saber manejar muy bien para aplacar y amortiguar todos los conflictos psicológicos que van surgiendo.
Hay que manejar con suavidad este período de adaptación que necesariamente han de pasar los hermanos, con mucho cariño y comprensión tratar de hacer comprender que el cariño de los padres es el mismo para todos los hermanos, aunque las necesidades de cada uno son distintas. 3- CAUSAS DE LOS CELOS INFANTILES Los celos infantiles pueden tener su origen en una o varias de las siguientes causas: Los privilegios que se otorgan a los hijos según el lugar que ocupan en la familia. A veces se le conceden al hermano mayor por su edad, y en otras ocasiones se propician más al menor. El momento evolutivo del hijo. Si aparece un hermano cuando el anterior está en la fase de "apego" a la madre y requiere aún muchos cuidados, es probable que reaccione con un comportamiento celoso, demandando más atención. La preferencia de los padres hacia un nuevo hijo de sexo diferente. Suele ocurrir en algunas familias que con la llegada de un hijo de sexo diferente, los padres tienden a manifestar una gran satisfacción y al colmar los deseos de éstos, el hermano se encuentra desplazado y sufre por ello. Las características distintivas de los hermanos. Si hay dificultades físicas, intelectuales, de personalidad, en uno de los hermanos, los demás pueden sentirse menos atendidos y aparecer conductas celosas. Y al contrario, si en el hogar hay un hermano muy dotado (en capacidades y habilidades, simpatía,...), los familiares, vecinos y amigos lo supervaloran, sintiéndose relegados los demás hermanos. El nivel de sensibilidad de los hijos. Ante la misma situación o acontecimiento, unos responden de forma alarmante y sin embargo otros apenas presentan reacción. Características de los padres Los estilos educativos de los padres, así como el clima familiar son también factores importantes a tener en cuenta. Factores ambientales. Cada niño constituye un individuo con características únicas. Éstas se van conformando a lo largo del ciclo evolutivo en base a la interacción de su genética con las experiencias vividas y la educación recibida.
4- CÓMO SE MANIFIESTAN LOS CELOS EN LOS NIÑOS? Las manifestaciones son múltiples. Pero destacaremos algunos comportamientos fácilmente observables y frecuentes: Rivalidad abierta: se manifiesta de forma verbal hacia el otro: no quiero al hermanito, quiero que te lo lleves, etc. Actuaciones agresivas hacia el bebé: de la palabra se pasa a la acción; el niño le quita los juguetes a su hermano, le tapa la nariz, etc. Hostilidad hacia la madre: con formas de actuación que saben que molestan a la mamá: desobedecer, oposición sistemática hacia lo que se le pide, etc. Hostilidad hacia sí mismo: te vas a enfadar conmigo... Regresar a comportamientos más infantiles: ponme el chupete, hablan como si fueran más pequeños, repetición de palabras y frases, tartamudeo, etc. Signos de infelicidad y/o frustración: lloro frecuente y sin motivo aparente, momentos de tristeza, preguntas alusivas a sí se le quiere o no. Negativismo: responder con un NO, a propuestas que antes aceptaba, a veces sin escuchar lo que se le expone y/o pide. Escaso apetito: come menos que antes y se niega a probar alimentos que antes pedía. Sueño irregular: en general pide ir a la cama de los padres, o solicita compañía en la suya, llama frecuentemente a un adulto. Cambio de estado de ánimo sin causa aparente: pasa de quietud a intranquilidad, de alegría a tristeza, de actividad a inactividad. En casos extremos pueden aparecer manifestaciones de tipo orgánico: vómitos, anorexia, mareos, terrores nocturnos, insomnio etc. En ocasiones adoptan conductas desafiantes hacia los padres/madres, familiares y profesores, menosprecian a compañeros, se aíslan socialmente, muestran pruebas de afecto exageradas...
5- CÓMO ATENUAR EL SÍNDROME DEL PRÍNCIPE DESTRONADO? Así llaman los psicólogos a lo que sienten los niños al saber que van a tener un hermano. No importa la edad que tengan, pueden tener 2 u 11 años, igual van a sentir lo mismo. A continuación le brindamos algunos consejos para atenuar este síndrome: Preparar al niño diciéndole que se le va a querer igual y que no perderá ningún privilegio. Leerle historias que traten sobre la llegada de un hermanito y resaltarle lo bueno de esto. Trabajar sobre el control de las emociones. Jugar a poner cara de enojado, cara de bronca y cara de contento. Y pedirle que cuando nazca su hermano exprese su sensación con una cara. Esto ayudará a decir qué le está pasando. Es preferible que se exprese de esa manera y no pataleando o con otras actitudes agresivas. Mostrarle fotos de cuando él era bebé, mostrarle cuándo la madre estaba embarazada de él. Esto ayuda a mostrarle que él tuvo la misma atención antes de nacer que la que ahora ocupa su hermano. Hacer partícipe a los hijos de las tareas que conlleva la llegada de su hermano: Preparar la cuna y habitación, adquirir la ropa... No hacer grandes cambios, como por ejemplo cambiarlo de cuarto. Para cuando haya nacido su hermano se recomienda: Respetar las mismas rutinas que tenían y seguir llevándolo adonde siempre se lo llevaba. Que no sienta que su hermano le está quitando tiempo y lugar. Aumentar la demostración de afecto. Valorar todo lo que haga. Buscarse espacios para quedar a solas con él. Advertir a los familiares que en las visitas que nos realicen eviten expresiones del tipo: "ahora si que vas a tener que compartir ", o "ya sabes, lo tendrás que cuidar porque el niño será muy pequeño y tu ya eres mayor ", etc. Fomentar la buena relación con su hermano. Darle un lugar importante, por ejemplo decirle que él es el encargado de cuidar a su hermano menor o de enseñarle algo.
Así mismo incitarles a que sus expresiones hagan alusión a aspectos positivos referidos al nuevo hermano: "te vas a divertir mucho ", "con un hermano vas a poder jugar cuando se haga un poco más grande", etc. Evitar frases que recriminen sus acciones: "No lo toques", "Aléjate que no me fío de ti", "Que se te va a caer". Estimular con expresiones positivas todo acercamiento: "Qué bien lo cuidas" "Eres muy responsable", "Ven que lo vas a bañar muy bien". Involucrar a los hermanos en las tareas de cuidado, higiene, alimentación etc. 6- ESTRATEGIAS Y ORIENTACIONES PARA EVITAR LOS CELOS ENTRE HERMANOS. NORMAS GENERALES 1) Evitar comparar a los hijos respecto a sus cualidades o aptitudes, ya que la comparación favorece los celos. 2) No hay que hacer lo mismo para todos, ya que siempre resulta injusto puesto que cada hijo tiene sus propias necesidades. 3) Elogiar las cualidades de cada hijo 4) Favorecer que cada uno de ellos realice las actividades que más le gustan, potenciando de esta forma los intereses de cada uno. Cuando los niños han sido capaces de realizar tareas juntos o de jugar amistosamente hay que reforzar estas actitudes gratificándoles. 5) Enseñar a los niños a discutir adecuadamente sus conflictos, escuchando al otro y buscando soluciones a sus problemas, será ideal para que disminuyan los celos y crezcan como personas. ESTRATEGIAS CONCRETAS - Incentivar objetivos separados: permite la diferenciación de los hijos y que ellos se planteen sus propios objetivos y que los cumplan. -Buscar el momento oportuno para corregir y encauzar los sentimientos: cuando los niños expresan los sentimientos negativos que tienen hacia el hermano u otra persona hay que esperar el momento adecuado para conversar acerca de esos sentimientos y tomarse el tiempo necesario para hacerlo. - Enseñar modos de expresión: si el niño no tiene el vocabulario adecuado para hacerlo, ponerle el adulto las palabras exactas de lo que siente: pena, rabia, vergüenza, etc., estando atento a lo que los niños dicen sin presionar cuando la expresión es negativa.
- Darle medios de entretenimiento propios al hermano menor: el menor siempre quiere los juguetes del mayor pero hay que saber respetar los juegos para cada edad y el espacio del mayor. - Convencer a cada hijo que tiene un lugar muy especial en el corazón de sus padres: no sirve de nada decirle a los hijos!te quiero mucho!, si no lo acompaña con hechos. - Si a un niño no se le conceden las mismas cosas que a otro mayor darle una explicación clara y a su nivel. Debemos usar la alabanza y el elogio apropiadamente. - Hacer partícipes a los hijos del cuidado del hermanito: esto significa que colabore con llevar el pañal sucio a la basura, ayude a coger la ropa,... y no que se encargue del hermano al estar los padres ausentes. - Explicar los beneficios de ser ya mayor y las desventajas de ser bebé: poder salir al supermercado, etc. - Hacer que los hijos formen equipo y darle a cada niño alguna tarea específica en el hogar en la que se sientan cómodo. - Establecer reglas generales que se perciban como justas para todos y conversarlas: hora de comer, lavarse, acostarse, etc. - Permitir que los niños mantengan objetos que sean exclusivamente de su uso personal: puede darle los juguetes que ya no usa a la bebé y los nuevos son de su uso exclusivo. - Seguir la regla!todos para uno y uno para todos!: si todos los hijos quieren el mismo juguete para la Navidad, dárselo a todos y no a uno sólo. - Felicitar a los niños cuando juegan juntos y ayudarlos en hacerse responsables de resolver sus propios problemas. - Actuar como moderadores en las posibles agresiones que surjan entre los hermanos. -Planificar y realizar actividades conjuntas con toda la familia. 7- ERRORES QUE NO SE DEBEN COMETER. - Adelantar acontecimientos: cuando va a nacer el hermano alguien le dice al niño:!qué bien, vas a tener un hermano para jugar a la pelota!. Pero nace el bebé y el niño lo único que hace es comer, dormir y llorar y que le quita a la mamá. Se ilusiona al niño pero él se desilusiona y se enoja con la mamá y el bebé. - Pedirle al hermano mayor que ceda ante las exigencias de un hermano pequeño:!pásale el juguete porque él es más chico que tú, para qué lo haces llorar!. A uno se le olvida que ese niño sigue siendo niño por mucho que sea el mayor, por lo tanto, le va a costar compartir sus cosas porque pasan muchos años en esta etapa egocéntrica.
- Decirle al niño que tiene que querer al otro porque es su hermano: el cariño y amor se da con el tiempo y de forma gradual. No hay que presionarlo a que quiera a su hermano. - Preguntarle al niño continuamente si quiere al hermano: hay que evitarlo porque también es una manera de presionarlo. - Hacer crecer a los niños de golpe porque llegó otro hermano: quitar los pañales de un día para otro, sacarle el chupete y dárselo a la bebé, quitarle el biberón y darle la leche en vaso. De la noche a la mañana estos niños crecieron. Todo esto se debe hacer gradualmente y anticipándose a la llegada del hermano. - Sobrevalorar la capacidad afectiva del niño para arreglárselas solo! ahora haces las tareas solo, ya eres grande y tú las puedes hacer. - Ridiculizar a uno de los hermanos: hay que ser cuidadoso con lo que se dice para no herir al niño. Si los niños se ridiculizan entre ellos lo hacen con un afán de mostrarse mejor que el otro, y los padres tienen que tratar de evitar esas situaciones tratando de hacer ver que cada uno tiene sus potencialidades. - Pedir al mayor que represente el papel de!modelo! para sus hermanos: por ser el mayor debe dar el ejemplo y a uno se le olvida que sigue siendo niño. Son los papás los que tienen que dar el ejemplo. Lo que sí pueden hacer los papás es mostrarle las ventajas o beneficios que tiene el ser el mayor. - Demostrar preferencia por uno de los hijos por parecerse a uno cuando era niño: si el niño es bueno para la pelota, el papá dice!igual que yo cuando era niño. - Tolerar los comportamientos dañinos o destructivos. - Esperar la perfección de los hijos y caer en comparaciones o favoritismos. CONCLUSIONES - No podemos evitar los celos, sólo ayudar a que sean menos dolorosos y a no fomentarlos. - Cada niño debe sentir que es especial para sus papás. Los celos disminuirán con el tiempo si el niño ve que tiene un lugar especial en el afecto de los padres, y que los hermanos lejos de ser una amenaza para su seguridad, llegarán a ser compañeros con quienes compartir, a quienes querer y también capaces de darles amor. - Las relaciones entre los hermanos nos preparan para una adecuada participación en la sociedad: enseñan a respetar los sentimientos de los demás, a compartir, perdonar y confiar. Cuando los celos no son superados en la niñez, florecen cuando somos adultos. - La clave está en fomentar en el niño una alta autoestima y confianza, que le proporcionen seguridad interna, con la cual nunca se sentirá inferior a sus hermanos.