PROFESORES ASOCIADOS VINCULADOS A EMPRESAS. EXPERIENCIA EN LA EUP DE VALLADOLID Jesús Magdaleno, José Mª García, Antolín Lorenzana Departamento de Ingeniería de Estructuras. E. U. P. de Valladolid. magdal@uva.es Resumen La relación entre la universidad y las empresas es un factor clave en el logro de una enseñanza de calidad en ingeniería, desde muchos puntos de vista. Un aspecto en el que aún no existe una colaboración generalizada y sistemática entre la Universidad y las empresas es la participación de estas últimas en la docencia de determinados contenidos. En esta comunicación se expondrán las ventajas e inconvenientes de ese tipo de colaboración, es decir, de la participación de las empresas en la docencia reglada de algunos contenidos del plan de estudios. En concreto, se expondrá la experiencia desarrollada con el programa PAVE s de la Junta de Castilla y León y la Universidad de Valladolid, en la titulación de Ingeniería Técnica Industrial especialidad en Mecánica que se imparte en la Escuela Universitaria Politécnica de Valladolid. Mediante un acuerdo con las empresas, plasmado en un convenio, se contrata como Profesor Asociado a alguno de sus empleados, que imparte la docencia práctica de alguna asignatura utilizando los recursos e instalaciones de la propia empresa. 1. EL PROGRAMA DE PROFESORES ASOCIADOS VINCULADOS A EMPRESAS (PAVE S) La formación práctica de los titulados en Ingeniería es una necesidad inherente a su propia naturaleza, asumida, en principio, sin discusión. El problema se plantea cuando se trata de concretar la forma de llevar a cabo dicha formación. Nos podemos encontrar desde prácticas asociadas a las asignaturas, impartidas por los profesores en el centro universitario, hasta periodos de formación continua de varios meses en empresas. Las primeras tienen, necesariamente, objetivos formativos limitados en cuando a habilidades y destrezas integradas o globales, al menos de forma explícita. Las segundas son difíciles de implantar, sobre todo de forma generalizada, con la actual estructura de los planes de estudio en España. Para lograr esa implantación generalizada es necesaria una apuesta decidida en este sentido
por parte de las instituciones públicas, modificándose el esquema de la formación universitaria. También es necesario el apoyo de las empresas, facilitando la incorporación de alumnos a sus procesos. La Universidad de Valladolid planteó a la Junta de Castilla y León la necesidad de iniciativas dirigidas a favorecer la incorporación, al ámbito universitario, de actividades de integración de la universidad en el entramado productivo. De esta forma también se podría conseguir la participación de empresas en el diseño de partes específicas de planes de estudio, permitiendo que la formación de los titulados responda a las necesidades actuales. En este contexto se firmó un convenio marco entre la Universidad de Valladolid y la Junta de Castilla y León que permitía la financiación de un programa de colaboración entre universidad y empresas. En la exposición del convenio marco aparece como objetivo el llevar a cabo una experiencia innovadora que permita no solo contar con personas de reconocida competencia sino también que a través de las mismas el alumno de la Universidad de Valladolid pueda acceder a las instalaciones y medios que las empresas en donde ejerzan su actividad habitual pongan a su disposición. De acuerdo con lo dicho, se pretende cubrir otra de los importantes retos de la enseñanza en Ingeniería, que los alumnos conozcan y utilicen, en lo posible, equipos e instalaciones industriales modernas, que los presupuestos universitarios difícilmente pueden financiar. El convenio marco permite financiar la contratación como Profesor Asociado de personal de la empresa, con una dedicación de 3 horas de docencia y 3 horas de tutoría semanales. Por este motivo el programa se denomina PAVE s, Profesores Asociados Vinculados a Empresas. Las empresas interesadas en participar deben firmar convenios específicos con la universidad donde se detallen las condiciones particulares. Por parte de la Junta de Castilla y León, la financiación proviene de las Consejerías que firmaron el convenio marco: la Consejería de Educación y Cultura (50%) y la Consejería de Industria, Comercio y Turismo (33%). El resto lo financia la propia universidad. Existe la intención de extender el campo de aplicación a otros sectores, como el agrícola, con la incorporación de la consejería correspondiente y las titulaciones relacionadas. En este texto se expondrá nuestra experiencia de colaboración con Cidaut, una Fundación dedicada a actividades de I+D+i en automoción, transporte y energía, integrada en una Red de Centros Tecnológicos, que se creó en 1993 como una asociación sin ánimo de lucro y con la intención de unir y canalizar el potencial de investigación de la UVA y las necesidades de las compañías del sector. Cidaut tiene su sede en el Parque Tecnológico de Boecillo, a una corta distancia de la ciudad de Valladolid, y tiene como objetivo apoyar la competitividad y el desarrollo de compañías del sector de la automoción,
haciendo posible el diseño, la fabricación de nuevos productos y la elaboración de programas avanzados para la mejora de procesos industriales. Desde Cidaut se abordan todas las etapas asociadas al desarrollo de nuevos productos, desde el propio concepto a la preindustrialización, pasando por la caracterización de materiales, simulación de su comportamiento y procesado, la concepción y diseño de prototipos y, finalmente, la validación de sus prestaciones reales. 2. PLANTEAMIENTO DE LAS PRÁCTICAS EN CIDAUT La enseñanza práctica en ingeniería requiere recursos, materiales y humanos, que en algunos casos suponen un alto coste económico, sobre todo en términos de eficiencia. Por razones organizativas, puede ser muy difícil que los equipos usados en los laboratorios y talleres de prácticas se usen un tiempo suficientemente amplio, teniendo en cuenta que su coste puede alcanzar valores elevados y que pueden quedarse obsoletos en tiempos relativamente cortos. Así mismo, no siempre es posible tener personal formado que pueda mantener, usar e instruir sobre esos equipos. El convenio firmado con Cidaut permite usar en las prácticas de ciertas asignaturas equipos convenientemente actualizados y mantenidos, además de permitir la participación de personas formadas específicamente en ellos y con amplia experiencia en su utilización. Incluso en el caso de que se pueda contar con equipos y personas adecuadas en el propio centro universitario, el hecho de desarrollar la práctica en un ambiente profesional y sobre problemas reales, añade factores de motivación y desarrollo personal y profesional no despreciables. Otro de los objetivos a cubrir con esta colaboración es la adecuación de la formación de los alumnos a los intereses de las empresas, siempre que esto sea posible y razonable. No se trata de dar una formación de acuerdo con ciertos intereses particulares, sino orientar los contenidos del programa de la asignatura a las demandas reales. A medio plazo, esta colaboración proporcionará una información muy útil para la modificación del plan de estudios. Por una parte se tendrá una comunicación directa con los sectores productivos, a los que tenemos que proporcionar titulados, para que puedan exponer los objetivos formativos que crean necesarios cumplir y como evaluarlos. Además, su experiencia directa en la docencia sirve para que lo anterior se desarrolle en términos realistas, sin planteamientos utópicos, y siendo conscientes de las limitaciones existentes. El Departamento y el profesor deben cuidar de que se establezca un equilibrio adecuado entre los intereses de la empresa y los objetivos formativos de la asignatura, de tal forma que las prácticas se integren de forma apropiada en el resto del programa, con suficiente generalidad de lo practicado.
Para ello debe existir una planificación y preparación cuidadosa. Durante el curso 2000-2001 se fueron estableciendo las bases y condiciones de esta colaboración. A partir de las relaciones existentes, fundamentalmente prácticas en empresas y Proyectos Fin de Carrera, se definieron las asignaturas y prácticas en las que se podía colaborar. Es obvio que solamente algunas asignaturas recogen en su programa la posibilidad de prácticas que puedan encajar con los medios y personal existentes en las empresas. De todas formas el número de las posibles prácticas donde se produce la coincidencia anterior es lo suficientemente bajo como para que nos cuestionemos la adecuación de los planes de estudio a las necesidades del entorno productivo. También es cuestionable la calidad de un entorno productivo que no facilita la incorporación de personas en formación en sus instalaciones. Como contrapunto a lo anterior se ha dado el caso de una empresa (Michelin) que, sin ningún tipo de financiación externa, ha incorporado a alumnos de determinadas asignaturas en los procesos de formación propios. Aunque tuvieron el ofrecimiento de participar en el programa PAVE s, prefirieron mantener sin variación su propia estructura de formación. En nuestro caso, al tratarse de un Centro Tecnológico donde las actividades de formación de técnicos se desarrollan de forma continua, es relativamente fácil encontrar los medios y el personal necesario. Además, al trabajar este centro en el campo de la automoción, los temas de trabajo en los que coinciden con los programas de nuestras asignaturas son abundantes. El hecho de que las prácticas se desarrollen en las instalaciones de Cidaut, a 15 km de la ciudad de Valladolid, condiciona bastante la organización. Los alumnos deben desplazarse por sus propios medios o utilizando de autobús previsto para los trabajadores del Parque, para lo que se necesitan tarjetas que debe proporcionar la empresa. Los alumnos que se desplacen a realizar las prácticas deberán de disponer, prácticamente, de la mañana o la tarde completas. La coordinación de horarios y grupos se plantea, por lo tanto, como uno de los problemas a resolver, pues a esto hay que añadir la disponibilidad de los equipos de la empresa y del PAVE. Por estas razones, las prácticas se ofertan a los alumnos para que, voluntariamente, puedan realizarlas como opción alternativa a las que se desarrollan en el centro. Las fechas y horas de realización fueron consensuadas entre los alumnos y la empresa. El tamaño de los grupos depende del tipo de práctica a realizar, pero está entre un mínimo de 2 y un máximo de 7. En algunos casos, diferentes grupos pueden trabajar simultáneamente; pero en otros casos, la disponibilidad y naturaleza de los equipos hacen que solo pueda trabajar un grupo.
En [2] puede encontrase información más concreta sobre la aplicación del programa PAVE s en algunas asignaturas del Departamento de Ingeniería de Estructuras en la titulación de Ingeniero Técnico Industrial Mecánico. 3. DESARROLLO DE LAS PRÁCTICAS Este tipo de prácticas vienen desarrollándose durante casi dos cursos y medio, desde el segundo cuatrimestre del curso 2001-2002. Desde entonces dos PAVE s de Cidaut participan en la docencia de ciertas prácticas. El segundo cuatrimestre el curso 2001-2002 se comenzó con prácticas en asignaturas optativas con pocos alumnos y grupos de tamaño reducido, 2 a 4 alumnos. Además son asignaturas de 3º curso, donde los alumnos suelen disponer de horarios menos densos. Estas asignaturas son Ampliación de Resistencia de Materiales, donde realizan prácticas de cálculo por el Método de los Elementos Finitos, y Teoría de Estructuras II, donde se desarrollan prácticas de análisis dinámico. Los dos cursos siguientes, a las asignaturas anteriores se han incorporado dos asignaturas de 2º curso con una matrícula alta, en torno a los 150 alumnos. Una de ellas troncal y la otra obligatoria. En estos casos los grupos fueron de 5 o 6 alumnos, admitiéndose excepcionalmente 7 en alguna ocasión. Las asignaturas son: Mecánica II, donde se lleva a cabo un análisis por ordenador de la cinética de un mecanismo, y Elasticidad y Resistencia de Materiales I, donde se realizan varias medidas experimentales con galgas extensométricas. En todos los casos, al tratarse de prácticas voluntarias que requieren del alumno un esfuerzo adicional, es importante la labor de información previa, de forma que queden claras las condiciones en las que se van a desarrollar. Dada la cantidad de recursos que se ponen en juego y la limitación de plazas, los alumnos que participen deben asumir un compromiso de participación para evitar abandonos durante las prácticas. Una de las tareas que ha llevado más trabajo ha sido coordinar los horarios de las prácticas. Por un lado hay que tener en cuenta la heterogeneidad de los horarios de los alumnos y la necesidad de disponer, en la práctica, de una mañana o tarde completas. Por ello, la metodología que mejores resultados ha dado ha sido que los propios alumnos, en lo posible, formasen los grupos y propusiesen las fechas de realización de las prácticas. Por otro lado, las fechas hay que coordinarlas con la empresa, que tiene que compatibilizarlas con sus propias actividades. Por esta razón se ha intentado que los alumnos propusiesen varias fechas posibles para que la empresa las fijase definitivamente. En otros casos ha sido la empresa la que propuesto fechas alternativas para que los alumnos eligiesen.
En cuanto a la evaluación de las prácticas, se ha percibido como muy positiva la evaluación de los PAVE s. Sus valoraciones generalmente son asumidas por los alumnos con menos discusión, quizás porque piensan que aplican criterios parecidos a los que les aplicarán cuando sean titulados, por lo que las perciben más reales. Se corre un importante riesgo de descoordinación en la evaluación de las prácticas por lo que, otra vez, debe tenerse especial cuidado en que exista una comunicación fluida entre el PAVE y el profesor responsable de la asignatura. No hay que olvidar que la asignatura tiene una nota final única que debe recoger el cumplimiento por parte del alumno de todos los objetivos formativos planteados en su programa. 4. PREVISIONES PARA EL FUTURO El principal problema para la continuidad del programa PAVE s es la necesidad de una financiación específica de la Junta de Castilla y León. El primer convenio marco se firmó por dos cursos, comenzando en la práctica en el segundo cuatrimestre por retrasos en la firma. La prórroga para el curso 2003-2004 no se aseguró hasta casi el mes de octubre, por lo que la planificación de las prácticas en las asignaturas del primer cuatrimestre también sufrió cierto retraso. Otro problema que está surgiendo es la modificación de los criterios con los que se valoran los PAVE s en la carga/capacidad docente. Hasta ahora, de acuerdo con la normativa vigente en la Universidad de Valladolid, estos profesores con financiación externa no eran tenidos en cuenta en la capacidad docente. Los grupos adicionales que se están creando en nuestro departamento tampoco se están contabilizando como carga docente, con lo que en principio la influencia global es nula en la relación carga capacidad. Existe el peligro de que se usen las plazas de PAVE s para cubrir carga docente sin formar esos grupos de prácticas adicionales, evitando la sustitución de profesorado que causa baja por jubilación, por ejemplo. El mantenimiento de forma continua del programa requiere, como se ha justificado, una tarea adicional al profesor responsable de la asignatura y al departamento en general. La universidad debe tener en cuenta esto de alguna forma. También los alumnos deben ser conscientes del esfuerzo que se está haciendo por conseguir mejoras en su formación. Hasta ahora nos hemos centrado más en el desarrollo técnico de las prácticas, pero habrá que trabajar en la motivación del alumno para que comprenda que el esfuerzo adicional que supone realizar este tipo de prácticas, suyo y del profesor, supone un valor añadido en su formación. En este momento, en el que se plantean modificaciones en la estructura de las titulaciones y, a medio plazo, nuevos planes de estudios, habrá que construir
una metodología para aprovechar esta forma de colaboración con las empresas, recogiendo sus opiniones. Por último, y siguiendo el ejemplo de enseñanzas técnicas de nivel preuniversitario, deben establecerse mecanismos para que los profesores universitarios también puedan realizar periodos de estancia en las empresas y se mantengan al día en tecnologías y prácticas profesionales que evolucionan cada vez con más rapidez. Conclusiones Se está desarrollando una experiencia innovadora, que cubre unas necesidades de relaciones con empresas que, en general, necesitan ser potenciadas. Este tipo de relación posibilita la utilización de equipos e instalaciones industriales modernas que los presupuestos universitarios difícilmente pueden financiar. Las prácticas en empresas son un problema pendiente en los planes de estudio en ingeniería en España. Solo iniciativas desarrolladas con esfuerzo en algunas Escuelas y Universidades logran paliar este déficit. Las próximas modificaciones en la estructura de las titulaciones y, a medio plazo, de los planes de estudios, son un momento clave para tratar de incorporar de forma generalizada y reglada las prácticas en las empresas en sus diferentes formatos. Las prácticas en empresas requieren una asignación adecuada de recursos para garantizar su continuidad y la calidad exigible. Debemos implicar más a los alumnos en el proceso, y valorarles el esfuerzo adicional que realizan. La experiencia ha sido muy positiva para la empresa, alumnos y profesores que hemos participado. Referencias [1] E. de Graaff, W. Ravesteijn, Engineering education: From competencies to training methods. In: The Many Facets of International Education of Engineers. Projectcode: GVDT1. ISBN: 9058091678, p. 4-4. Balkema, Rotterdam /Brookfield, 2000. [2] J. Magdaleno, E. Cañibano, J. M. García y otros, Colaboración de las empresas en las prácticas de asignaturas de la titulación de Ingeniero Técnico Industrial Mecánico, XI Congreso Universitario de Innovación Educativa en las Enseñanzas Técnicas, Vilanova i la Geltrú, 2003.
[3] M. Díaz, M. A. Hurtado, A. M. González, Propuesta para evaluar el impacto de la educación en alternancia, XI Congreso Universitario de Innovación Educativa en las Enseñanzas Técnicas, Vilanova i la Geltrú, 2003. [4] Studying in e-space and other challenges for learning. Learning by working. University and Industry co-operation as a resource for learning. E4 - Activity 5 & Best Symposium. Helsinki University of Technology, Helsinki (Finlandia) Sep 2001.