TÍTULO / TÍTULO: LA PERCEPCIÓN PÚBLICA DE LA CIENCIA EN LOS EUROBARÓMETROS DE CARÁCTER GENERAL AUTOR / AUTOR: Óscar Montañés Perales INSTITUIÇÃO / INSTITUCIÓN: Facultad de Filosofía de la Universidad de Salamanca Instituto Universitario de Estudios de la Ciencia y Tecnología de la Universidad de Salamanca CORREIO ELETRÔNICO / CORREO ELECTRÓNICO: om@usal.es EIXO / EJE: PALAVRAS-CHAVE / PALABRAS CLAVE: Estudios de percepción y comprensión pública de la ciencia, Eurobarómetros de carácter general, cultura científica RESUMO / RESUMEN Los principales estudios de percepción pública de la ciencia europeos, forman parte de las encuestas de carácter bianual denominadas Eurobarómetros. Estos iniciaron su andadura en el año 1974. Algunas de las preguntas se mantenían de un estudio a otro a la vez que se añadían otras nuevas. Además, en ocasiones se incluía un conjunto de preguntas sobre un tema específico. Desde el principio los Eurobarómetros incluyeron alguna pregunta que de una forma u otra guardaba relación con la ciencia, si bien es cierto que no aparecían en todos los estudios. En otras ocasiones, el conjunto de preguntas añadidas sobre un tema específico estaba dedicado a la ciencia, como sucedería por primera vez en 1977. En este sentido, podemos denominar Eurobarómetros de carácter específico a estos últimos, diferenciándolos de los primeros, a los que denominaremos Eurobarómetros de carácter general. En nuestra comunicación presentamos los resultados obtenidos tras realizar un análisis exhaustivo de las preguntas relacionadas con la ciencia, que han sido formuladas en los Eurobarómetros de carácter general desde su puesta en marcha, así como de las respuestas dadas a las mismas. Se trata de una perspectiva novedosa puesto que lo habitual, cuando se examinan los vínculos entre los Eurobarómetros y la percepción pública ciencia, es dirigir la atención a los resultados obtenidos en los estudios de carácter específico.
La percepción pública de la ciencia en los Eurobarómetros de carácter general El propósito de este trabajo es una consecuencia de la identificación de ciertas carencias el los principales estudios de percepción pública de la ciencia y la tecnología elaborados en Europa. Nos referimos a los Eurobarómetros específicos vinculados a dicho tema. Los Eurobarómetros son encuestas de carácter bianual puestas en marchal en el ámbito de los Estados miembros de las Comunidades Europeas. Se trata de unos estudios que iniciaron su andadura en el año 1974, aunque se habían realizado cuatro encuestas previas en los años 1962, 1970, 1971, y 1973. Sus contenidos hacían referencia a cuestiones relacionadas con las preocupaciones, intereses, y actitudes públicas sobre el Mercado Común, la Comunidad Europea, y la unificación de Europa. Algunas de las preguntas se mantenían de un estudio a otro a la vez que se añadían otras nuevas. Además, en ocasiones se incluía un conjunto de preguntas sobre un tema específico. Desde el principio los Eurobarómetros incluyeron alguna pregunta que de una forma u otra guardaba relación con la ciencia, si bien es cierto que no aparecían en todos los estudios. En otras ocasiones, el conjunto de preguntas añadidas sobre un tema específico estaba dedicado a la ciencia, como sucedería por primera vez en 1977. En este sentido, podemos denominar Eurobarómetros de carácter específico a estos últimos, diferenciándolos de los primeros, a los que denominaremos Eurobarómetros estándar o de carácter general. En este trabajo presentamos algunos de los resultados obtenidos tras realizar un análisis exhaustivo de las preguntas relacionadas con la ciencia, que han sido formuladas en los Eurobarómetros de carácter general desde su puesta en marcha, así como de las respuestas dadas a las mismas. La relevancia del mismo, si la tuviera, estribaría en primer lugar en ofrecer una perspectiva novedosa con relación a la información extraida de los estudios de percepción pública de la ciencia. Lo habitual, cuando se examinan los vínculos entre los Eurobarómetros y esta última, es dirigir la atención a los resultados obtenidos en los estudios de carácter específico. 1 Tras analizar las 69 oleadas correspondientes a los eurobarómetros estándar, realizados entre abril de 1974 y mayo de 2008 (teniendo en cuenta las distintas secciones que configuraban los estudios en algunas ocasiones), y las cuatro encuestas de carácter general realizadas en Europa antes de la puesta en marcha de los Eurobarómetros, hemos hallado que un total de 70 secciones o estudios contenían alguna pregunta relacionada con la ciencia y la tecnología en general. Concretamente hemos identificado 137 preguntas distribuidas a lo largo del tiempo como se muestra a continuación: 1 Nos hemos centrado en las respuestas dadas a todas las preguntas relacionadas con la ciencia en general, de manera que hemos excluido de nuestro análisis aquellas que versaban sobre temas concretos, como la biotecnología etc.
Pero nuestro interés en estos estudios va más allá de la mera enumeración de las preguntas sobre ciencia y tecnología aparecidas en los mismos y, como ya hemos anunciado anteriormente, se sustenta en una serie de deficencias que afectan a los Eurobarómetros específicos sobre el tema. Para contextualizar dichas deficiencias es necesario exponer previamente algunos detalles sobre la estructura de los Eurobarómetros específicos sobre ciencia y tecnología, heredera, en cierta medida, de la configuración que a lo largo del tiempo se ha ido consolidando en los estudios de percepción pública de la ciencia estadounidenses incluidos en los Science Indicators. Aunque las diferencias entre ambos tipos de estudios es significativa si comparamos algunos de los rasgos característicos de ambos, lo cierto es que a partir de finales de los años 80 la influencia de estos últimos sobre el diseño de los Eurobarómetros específicos sobre el tema resulta evidente. En 1983 Jon D. Miller principal responsable desde 1979, y durante veinte años, de la elaboración de los estudios de comprensión y actitudes hacia la ciencia en los Science Indicators- propuso la definición de la alfabetización científica cívica que se ha mantenido vigente en las encuestas hasta la actualidad con la introducción de algunas modificaciones en años posteriores. Miller, definió la alfabetización como un constructo constituido por tres dimensiones sobre las que determinar el umbral mínimo a partir del cual se puede considerar que un individuo posee la competencia suficiente para poder leer las informaciones sobre política científica publicadas en los medios de comunicación: a) un vocabulario básico de términos y conceptos científicos, b) la comprensión de los procesos o de las bases empíricas de la ciencia, y c) la conciencia del impacto de la ciencia y la tecnología sobre los individuos y la sociedad. 2 2 La propuesta de Miller está inspirada en una de las tres categorías que en 1975 distinguió Benjamin S.P. Shen al definir la alfabetización científica, concretamente en la de alfabetización científica cívica. Ésta tendría como propósito hacer que los ciudadanos sean más conscientes de la ciencia y de sus implicaciones, y que estén más familiarizados
Pero no sería hasta la década de 1980 cuando las encuestas estadounidenses comenzaron a consolidar su estructura actual, y a mantener la estabilidad necesaria para poder establecer comparaciones mediante la observación de la evolución de las respuestas a lo largo del tiempo. A partir de 1988, y como resultado de la colaboración entre Jon D. Miller, Geoffrey Thomas, y John Durant, para elaborar un conjunto de ítems de conocimiento, se incluiría una selección de los mismos en encuestas realizadas en diferentes países como los Eurobarómetros de carácter específico-, de forma que su reiteración en sucesivos estudios, junto a la inclusión de otros en función de las necesidades e intereses del momento, ha supuesto la existencia de una medida duradera de la comprensión pública de la ciencia, que ha permitido la comparación temporal y transcultural de los resultados. A lo largo del periodo mencionado se fue configurando la estructura de las encuestas de percepción pública de la ciencia que, en su mayor parte, se ha mantenido hasta la actualidad. Dicha estructura se vertebra en torno a tres bloques principales, el primero de los cuales tiene como objetivo el análisis del interés del público en la ciencia, la evaluación que hace de la información que cree tener sobre ella, y el análisis de las distintas fuentes a las que recurre para informarse, incluyendo su asistencia a centros de divulgación. El segundo bloque dirige su atención a la comprensión pública de la ciencia, analizando el conocimiento que el público tiene de una serie de términos y conceptos científicos, y de los procesos propios de la ciencia. El último bloque se centra en las actitudes públicas a hacia una serie de temas relacionados con la ciencia, como la política científica, su financiación, etc. Los Eurobarómetros específicos no sólo carecen de la periodicidad que caracteriza a los Science Indicators, sino que además presentan una menor coherencia interna, y una mayor alteración en la formulación de los enunciados entre un estudio y otro. Todo ello dificulta, y hace menos valiosa, la contrastación de los resultados obtenidos a largo plazo. Una vez constatado este problema, que afecta a los tres bloques mencionados, pero de forma especial al tercero de ellos, podríamos plantearnos la siguiente pregunta: cabe la posibilidad de que los resultados relativos a la ciencia y la tecnología en general obtenidos en los Eurobarómetros estándar sirviesen para paliar en alguna medida dichas carencias? Es precisamente la contestación a esta pregunta la que justifica nuestro estudio, puesto que además de dar cierta validez a las preguntas vinculadas a la ciencia incluidas en los Eurobarómetros estándar cuyos resultados, hasta la fecha, configuran un conglomerado con los problemas relacionados con ella, de modo que tanto ellos como sus representantes se impliquen en tales asuntos y, por ende, participen más en los procesos democráticos de una sociedad cada vez más tecnológica. Se parte de la convicción de que no basta con dejar en las manos de los expertos las decisiones sobre temas relacionados con la ciencia, ya que si bien la decisión de cómo ejecutar un proyecto científico es fundamentalmente una tarea de los expertos, la decisión más básica de llevarlo a cabo o no depende de los ciudadanos y de sus representantes.
amorfo de datos-, una respuesta positiva contribuiría a reforzar el valor de las encuestas europeas sobre ciencia y tecnología. Como decimos, hemos identificaco un total de 137 preguntas en las 69 oleadas analizadas, que se corresponden con 39 formulaciones diferentes cuyos enunciados, en algunos casos, varían de un estudio a otro. La frecuencia de aparición de esas 39 formulaciones queda reflejada en la siguiente gráfica: Si tenemos en cuenta que tan sólo se han realizado 6 Eurobarómetros de carácter específico uno de ellos (año 2007) dedicado únicamente a la investigación científica en los medios de comunicación- y que no en todos ellos se formularon regularmente las mismas preguntas, podríamos aventurar que al menos 6 de las formulaciones aparecidas en los estudios de carácter general nos ofrecería la misma regularidad que una hipotética pregunta formulada en cada uno de los estudios de carácter específico. 3 A simple vista podría parecer que 6 formulaciones distribuidas entre tres bloques diferentes no supone un aportación lo suficientemente significativa como para ser tenida en cuenta. Sin embargo, debemos comprobar efectivamente como se distribuyen las 39 formulaciones entre los bloques mencionados. 3 Los 6 enunciados que en principio presentan un mayor número de apariciones son: 1º. En cuestión de investigación científica y tecnológica, cree usted que las decisiones las debe tomar el Gobierno nacional o conjuntamente con la Unión Europea?. 2º. Se trata de evaluar la confianza en una serie de fuentes entre las que se incluye a los científicos- que pueden ofrecer información sobre un determinado tema. 3º. Se mencionan una serie de temas entre los que se encuentra la investigación científica y tecnolópgica- y el encuestado tiene que elegir aquellos que considera que deberían ser objeto de particular atención por parte del Parlamento Europeo. 4º. Se mencionan una serie de temas entre los que se encuentra la investigación científica- y se solicita al entrevistado que mencione los que considera más importantes. 5º. Se mencionan una serie de temas entre los que se encuentra la ciencia y la tecnología- y se pide al encuestado que menciones aquellos que le interesan bastante. 6º. Se mencionan 6 áreas financiadas por la UE una de las cuales es la investigación científica y tecnológica- y se pregunta en cuál de ellas cree que se gasta la mayor parte del presupuesto de la UE.
De este modo, constatamos que de los 39 enunciados, 31 pertenen al tercer bloque y los 8 restantes al primero. A su vez, de los 6 enunciados que presentan un mayor número de apariciones, tan sólo el quinto más repetido podía incluirse dentro del primer bloque. Esto supondría la posibilidad de añadir la alta regularidad aportada por cinco enunciados a uno de los bloques, en el caso de que se diera. Sin embargo, tras analizar en detalle los 6 enunciados que presentan un mayor número de apariciones, se comprueba que tan sólo dos de ellos conservan la estabilidad necesaria a lo largo del tiempo como para poder establecer comparaciones fiables de un estudio a otro. En los demás se introducen modificaciones ya sea en el número de opciones, en su formulación, o en el tipo de encuestados a los que se dirigen-, que imposibilitan la estabilidad exigida. Las siguientes gráficas muestran los resultados correspondientes a los dos únicos enunciados que posibilitan la estabilidad comparativa de al menos 5 estudios:
Uno de los principales valores de los indicadores de percepción pública de la ciencia es la posibilidad de establecer correlaciones entre los diferenes resultados que son el fruto de la cuantificación periódica de la alfabetización científica supuesta en los mismos. Pero para poder establecer dichas correlaciones es necesario previamente haber definido items estables en el tiempo y en el espacio. Buena parte de los resultados que ofrecen los Eurobarómetros de carácter específico sobre ciencia y tecnología, no logran alcanzar dicha estabilidad por las continuas alteraciones que sufren los enunciados de las encuestas. En este trabajo nos habíamos propuesto indagar la posibilidad de recurrir a los resultados que nos ofrecen los Eurobarómetros de carácter general en las preguntas vinculadas a la ciencia y la tecnología, con el fin de complementar la información de las encuestas específicas en aras de una mayor estabilidad y regularidad de sus resultados. Sin embargo hemos demostrado que se trata de un empeño vano, puesto que a pesar de ser estudios que han incorporado preguntas sobre ciencia y tecnología durante más de tres décadas, no se ha mantenido el requisito de lograr formulaciones mínimamente estables salvo en los dos casos mencionados- que puedan contribuir a la configuración y consolidación de indicadores fiables basados en resultados comparables. BIBLIOGRAFÍA - Attitudes towards Europe: Five Country Study (Febrero-Marzo 1962). The European Communities. Bruselas. - de la Beaumelle, Sylvie (1979). Les Attitudes du Public Européen Face au Développement Scientifique et Technique. Commission des Communautés Européennes, Eurobarometer 10A. Bruselas. - Eurobarómetros Nº.1 Nº.69.2 (Abril-Mayo 1974 - Junio 2008). Comission of the European Communities. Bruselas. - European Communities Study I: Europeans and European Unification (Febrero-Marzo 1970). The European Communities. Bruselas.
- European Communities Study II: Political Attitudes in Europe (Septiembre-Octubre 1973). The European Communities. Bruselas. - Miller, J. D. (2006). Civic Scientific Literacy in Europe and the United States. Annual Meeting of the World Association for Public Opinion Research, Montreal, Canada. - Miller, J. D., R. Pardo, y F. Niwa (1998). Percepciones del Público ante la Ciencia y la Tecnología. Estudio Comparativo de la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, y Canadá. Bilbao, Fundación BBV. - Riffault, Helene, y Sylvie de la Beaumelle (1977). Science and European Public Opinion. Commission of the European Communities. Eurobarometer 7. Bruselas. - Shen, B. S. P. (1975). Science literacy and the public understanding of science. Communication of scientific information. S. B. Day. New York, S. Karger: 44-52.