PROYECTO DE DECRETO QUE REFORMA EL ARTÍCULO 33 DE LA LEY ORGÁNICA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA FEDERAL. 4 de noviembre de 2010 Cámara de Diputados Iniciativa Presenta: Dip. Alejandro del Mazo Maza (PRI Estado de México). Objeto: Establece como atribución de la Secretaría de Energía promover proyectos con tecnologías que minimicen el impacto de las emisiones generadas por la extracción y explotación de recursos petrolíferos. Asimismo, deberá regular y expedir las NOM correspondientes al uso y supervisión de la tecnología para minimizar el impacto que dichas actividades puedan ocasionar al ambiente. El que suscribe, diputado federal Alejandro del Mazo Maza, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, y 73, fracción XXX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; así como 55, fracción II, del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, somete a consideración del pleno de la honorable Cámara de Diputados la presente iniciativa con proyecto de decreto, al tenor de la siguiente Exposición de Motivos El cambio climático global también es un factor de presión muy importante para la distribución y eventual existencia de muchos ecosistemas y sus especies en México y el mundo. Los cambios en la temperatura y en los patrones de precipitación afectarán la distribución y extensión de distintos biomasa como los bosques, selvas, pastizales y matorrales y, por ende, de las especies que los integran.
Por cambio climático se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables. Los estudiosos del fenómeno han concluido que el cambio climático es producto, principalmente, de la actividad humana. El uso intensivo de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gasolinas, diesel, gas natural y los combustibles derivados del petróleo) y la quema y pérdida de bosques son dos de las principales fuentes de este problema. Los principales efectos del incremento en la temperatura son la reducción del alimento, la disponibilidad del agua, y la pérdida de ecosistemas y por ende de la biodiversidad. El aumento de dióxido de carbono (CO2), es el principal responsable del efecto invernadero de origen humano, este gas es el que se produce en mayor cantidad, por su abundancia es responsable del 64 por ciento del calentamiento global, las principales fuentes de CO2 son la quema de combustibles fósiles. México contribuye con el 1.5 por ciento de emisiones ocupando el treceavo lugar a nivel mundial, Estados Unidos ocupa el primer lugar hasta el momento con más del 23 por ciento de emisiones, y datos extra oficiales reportan a China en estos momentos como primer emisor de CO2 México es un país vulnerable al cambio climático. Se pronostican modificaciones del régimen y la distribución espacial y temporal de las precipitaciones, cambios en la humedad de suelos y aire, con alteraciones de los procesos de evapotranspiración y recarga de acuíferos, agudización de las sequías, la desertificación del territorio, mayor incidencia de incendios forestales, lo que profundizará la deforestación, la erosión y la liberación de carbono. Así mismo, es probable la alteración de la dinámica de las cuencas hidrológicas, así como del régimen y distribución de los escurrimientos superficiales e inundaciones. Con este ambiente como marco, se predice que los tipos de vegetación mayormente afectados por el cambio climático serán los bosques templados, las selvas y los bosques mesófilos de montaña, lamentablemente algunos de los ecosistemas más diversos en especies del país.
Las causas y sectores que más emiten gases de efecto invernadero en México que contribuyen con un porcentaje de: transporte 20 por ciento, electricidad 24 por ciento, deforestación 18 por ciento, industria 13 por ciento, relleno sanitario 10 por ciento y otros 15 por ciento. El sector energético es uno de los que más contribuyen en las emisiones de CO2 con aproximadamente un 61 por ciento. El sector energético en materia de cambio climático está sustentado por diferentes líneas de acción asociadas con la innovación de procesos relacionados con el uso de la energía, eficiencia en el uso de los combustibles fósiles, así como la promoción e implementación de proyectos de aprovechamiento de energías renovables. El petróleo, es y ha sido, el recurso natural más importante de la Nación. Su explotación ha permitido a México financiar su desarrollo a través del sostenimiento de una parte fundamental de los presupuestos de la Federación, de las entidades federativas y de los municipios. Durante este tiempo, México ha reafirmado su rectoría sobre el petróleo y el control de la entidad paraestatal que ha hecho realidad el aprovechamiento de esa riqueza estratégica para el fortalecimiento de la soberanía y el desarrollo nacional. De la misma forma, el Estado Mexicano ha sabido definir la mejor forma de aprovechar sus riquezas, de acuerdo con las diversas circunstancias registradas a lo largo de nuestra historia reciente. Y aunque las circunstancias cambien de manera natural, el principio en torno a los cuales los mexicanos hemos construido nuestra soberanía energética permanece inmutable: el petróleo es y seguirá siendo de los mexicanos. Mediante esta iniciativa se busca garantizar que, frente a las nuevas realidades en el contexto ambiental y en apego a las nuevas tecnológicas, Petróleos Mexicanos, minimice las emisiones generadas por el uso hidrocarburos. La propuesta busca dotar a Petróleos Mexicanos de nuevas tecnologías que minimicen las emisiones emitidas por la extracción, explotación y uso de hidrocarburos (gasolina, diesel,
combustóleo, entre otros), y que no afecte la producción, productividad y desarrollo de Petróleos Mexicanos. La República Mexicana, ahora plenamente democrática y con mayor participación en la toma de decisiones a nivel nacional e internacional en el tema de cambio climático, requiere que la entidad paraestatal, esencial para combatir los efectos del cambio climático y la economía del país, adopte tecnología de desarrollo limpio. Al mismo tiempo, Petróleos Mexicanos exige también consolidarse como institución limpia, con posibilidades reales de competir con empresas similares en el entorno global. Una entidad paraestatal capaz de explotar y aprovechar nuestra riqueza petrolera con tecnología de punta con mecanismos limpios. En este sentido, la modificación que se propone al Honorable Congreso de la Unión, no pretende debilitar la producción y productividad de la actuación de Petróleos Mexicanos, si no por el contrario, su objetivo es fortalecer y desarrollar una institución limpia. Petróleos Mexicanos, necesita mayor flexibilidad, para integrar innovaciones tecnológicas que hagan más limpia su operación, centrando sus esfuerzos en procesos altamente rentables que especialmente garanticen que el aprovechamiento de los hidrocarburos no deterioré o ponga en riesgo la riqueza natural integral de nuestro país. Una paraestatal con procesos y productos de calidad que minimicen las emisiones, asegurará que la rectoría del Estado Mexicano siga siendo la mejor opción para la explotación del petróleo. Este es el momento de consolidar una institución Petróleos Mexicanos, con eficiencia, acceso a nuevas tecnologías de desarrollo limpio, transparencia, competitividad y calidad, y que siga siendo orgullo, sustento y una fortaleza indiscutible de México. Muchos investigadores nacionales y extranjeros han laborado de manera intensa, dinámica e innovadora para aprovechar al máximo la riqueza energética que provee los hidrocarburos, con tecnologías nuevas, acercándose a la nula emisión de gases. No obstante, para llevar a cabo las nuevas innovaciones tecnológicas que minimicen las
emisiones atmosféricas, se requiere de adoptar o crear prácticas, técnicas y principios, que muestren con éxito su eficacia. La responsabilidad de definir y conducir la política energética recae en el Ejecutivo Federal. En el caso particular de México, esta responsabilidad toma especial relevancia por dos razones: primera, casi la totalidad de la energía primaria es producida por empresas del Estado, así como la mayor parte de su transformación; y segunda, cerca del 35 por ciento de los ingresos fiscales tiene su origen en la industria petrolera. Ante los retos que enfrenta la industria petrolera nacional, ahora más que nunca, la Nación demanda que el Ejecutivo fortalezca su rectoría y ejerza con efectividad su responsabilidad como administrador de las reservas de hidrocarburos del país. Es responsabilidad del Ejecutivo, por medio de la Secretaria de Energía (Sener), ejercer los derechos de la Nación en materia de petróleo, tal como lo establece la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal a que se refiere la presente iniciativa. Esto significa que, a nombre de los mexicanos, el Poder Ejecutivo Federal debe asegurar el mejor aprovechamiento posible de los hidrocarburos en el territorio nacional. Para realizar esta tarea de la mejor manera posible, es necesario complementar, lo anterior con atribuciones adicionales, al tiempo de dotar a la Secretaría de Energía de instrumentos necesarios para ejercerlas cabalmente. Es por ello que, como parte de esta iniciativa que se envía al Honorable Congreso de la Unión, se adicionan dos nuevas fracciones al Artículo 33 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal. Por lo tanto, a la Secretaría de Energía le corresponderá promover proyectos con tecnologías nuevas que minimicen el impacto de las emisiones generadas por la extracción y explotación del petróleo. Así mismo la Sener regulara y en su caso, expedirá normas oficiales mexicanas que supervisen el uso de dichas tecnologías, tal como lo marca el Articulo 33 de dicha Ley en su fracción XII.
Finalmente, se considera necesario señalar como atribución de la Secretaría que, en el ejercicio de sus facultades, propicie el desarrollo de la investigación tecnológica, por parte de empresas nacionales. Por lo expuesto, someto a esta honorable asamblea el siguiente Decreto por el que se reforman disposiciones a la ley orgánica de la administración pública federal. Artículo Único. Se recorre la fracción XXV para adicionar dos nuevas fracciones, XXV y XXVI al Artículo 33 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, para quedar como sigue: Artículo 33.- A la Secretaría de Energía corresponde el despacho de los siguientes asuntos: I a XXIV. XXV. Promover proyectos con tecnologías que minimicen el impacto de las emisiones generadas por la extracción y explotación del petróleo. XXVI. Regular y en su caso, expedir normas oficiales mexicanas, en materia del uso y supervisión de tecnologías que minimicen el impacto de las emisiones generadas por la extracción y explotación del petróleo. XXVII. Los demás que le encomienden expresamente las leyes y reglamentos. Transitorio Único. El presente decreto entrara en vigor al día siguiente después de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. Palacio Legislativo de San Lázaro, sede de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos, a 4 de noviembre de 2010. Diputado Alejandro del Mazo Maza (rúbrica)