TEMA 1. Persecución y Martirio La misión de la Iglesia es dar testimonio de Jesús hasta los confines del mundo. Con este fin los primeros cristianos llegaron a Roma, capital del Imperio. 1. Situación de los cristianos en el Imperio de Roma a. Vida en el Imperio Romano a) Unidad del Imperio romano b) Estado religioso del Imperio romano: c) Decadencia del estado social romano b. Actitud del cristianismo frente al imperio romano Los cristianos se separan definitivamente del judaísmo en la rebelión judaica (años 66-70) que termina con la destrucción del Templo. Postura pacífica. Esperanza en la inminente Parusía (Segunda venida de Cristo). Hay razones doctrinarias para no rechazar el Imperio: Jesús: Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios (Mt 20, 15-21; Mc 12, 13-17; Lc 20, 19-25). San Pablo: Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas (Romanos 13, 1). San Pedro: Temed a Dios y honrad al rey (1 Pdr 2, 17).
Para no ser expulsados de Roma tenían que aceptar las normas de aquel lugar. c. Actitud del Imperio Romano frente al Cristianismo 1.- Indiferencia Roma es tolerante en materia religiosa: A los pueblos sometidos, les permite mantener sus tradiciones religiosas. Acoge con facilidad los cultos extranjeros La actitud inicial del Imperio hacia los cristianos es de total indiferencia: La muerte de Cristo pasa desapercibida para el Imperio: es un episodio más dentro de los muchos que por aquel entonces suceden. En Palestina son normales los levantamientos de algunos revolucionarios contra el poder constituido de Roma. Son confundidos con aquellos predicadores que habitualmente recorren las comunidades judías de la Diáspora. 2.- Sospecha Comienza el año 64 con el incendio de Roma por Nerón. Los cristianos aparecen como una secta judía. Comportamientos extraños: se puede presentar una lista de reproches contra los cristianos: Reuniones nocturnas Comidas inhumanas, en particular banquetes tiesteos, es decir, con manducación de carne humana Infanticidio ritual seguido de canibalismo Uso de distintivos secretos Relaciones libidinosas e incestuosas. Práctica de abrazo libidinosos 2. Persecuciones 1. Motivos de las persecuciones Monoteísmo cristiano que se niega a dar culto a la diosa de Roma y al emperador. Esto era considerado como delito de alta traición y un peligro para la unidad del Imperio. Atribución a los cristianos de prácticas secretas, maléficas o de dudoso contenido. Eran peligrosos porque predicaban la igualdad de todas las personas (ricos-pobres, hombres-mujeres ) 2. Principales persecuciones 1.- Persecución de Nerón (54-68)
Nerón quiere cambiar la realidad que ve porque le parece sucia y desordenada. Incendia Roma en el año 64, destruyéndose 7 de los 14 distritos. Movilización de la población buscando explicación y solución. Nerón acusa a los cristianos y emprende contra ellos una atroz persecución con penas como la crucifixión, fieras, antorchas vivientes, etc. Consecuencia: enfrentamiento del pueblo romano contra los cristianos. 2.- Persecución del emperador Trajano (siglo II) La política anticristiana de Trajano emana de la consulta de Plinio el Joven, gobernador de Bitinia (Asia Menor). Plinio le envía una carta a Trajano planteándole sus dudas acerca de la rápida introducción del cristianismo en las provincias, campos y en los sectores populares. En su respuesta a la consulta de Plinio, Trajano señala lo siguiente: La autoridad no debe por propia voluntad ir en busca de los cristianos. Tampoco debe aceptar denuncias anónimas en contra de ellos. Si recibe una denuncia en regla, la autoridad tiene que actuar contra los que son acusados de ser cristianos. Si éstos, durante el juicio, se retractan y adoran a los dioses, deben ser perdonados. Por último, aquellos que reos por el cristianismo perseveran en su fe y se niegan, por consiguiente, a sacrificar a los dioses, deben ser castigados con la muerte. 3.- Persecuciones de los emperadores del siglo III Septimio Severo Maximino: persecución realizada especialmente contra los obispos, sacerdotes y diáconos Valerio Decio (249-251): Se acrecientan las invasiones bárbaras: Decio quiere unificar al ejército. Por eso renueva el culto imperial. Promulga un edicto (250): Ordena a todos habitantes del Imperio realizar un sacrificio público a los dioses y a la persona del emperador, pidiendo por el bienestar del Estado y del soberano. En la práctica, el edicto sólo está destinado a los cristianos: Ellos son los únicos que rechazan el culto oficial. Conclusión: Persigue a la Iglesia en forma no sistemática. 4.- Persecución del emperador Diocleciano (siglo IV) Política persecutoria: Busca restaurar la religión romana. En el 257 obliga a los soldados a ofrecer sacrificios a los dioses. Los soldados cristianos son expulsados y martirizados. En febrero de 303 ordena la destrucción de los lugares de culto y de los libros sagrados. En abril de 303 interna en prisión a los miembros del clero. Los obliga a ofrecer sacrificios. En marzo de 304 extiende la obligación de los sacrificios a todos los cristianos (clero y laicos).
Departamento Religión Curso 2012-2013 Mar Ramírez 3. Martirio Mártir : testigo, persona que da su vida para defender sus creencias. Los cristianos que daban su vida por Jesús eran mártires. Los mártires son portadores peculiares de la presencia de Cristo. Sus cuerpos podrán ser traspasados por la espada, pero sus almas jamás podrán ser separadas del amor de Cristo. El mártir es discípulo de Cristo por antonomasia. El martirio se mira como una llamada especial de Dios a testimoniar su opción radical por Cristo. Es una imitación de la pasión del Señor. Ningún cristiano busca el martirio porque sí, sino que asume de modo oficial estilo de vida. 1. Fuentes La Iglesia toma rápidamente conciencia de la significación vital del martirio, que sella su fidelidad y su autenticidad evangélica. Eso es lo que explica la abundante literatura producida por los cristianos, a pesar de estar más preocupados por vivir que por escribir. Entre las fuentes más antiguas y auténticas que nos han llegado cabe destacar las siguientes: Carta de la Iglesia de Esmirna sobre el martirio de Policarpo (155-156): obra de un testigo ocular, Marciano, redactada en vistas a la celebración del aniversario de la muerte del obispo de Esmirna. Actas de San Justino y compañeros mártires (163-167). Carta de la Iglesia de Lyon y de Vienne a las Iglesias de Asia y de Frigia (177): narración del martirio de San Pontino y numerosos compañeros y compañeras. Actas de los mártires escilitanos (180) Actas de San Apolonio (185) Pasión de Santa Perpetua y compañeras mártires (202-203): Martirio de Pionio de Esmirna (250) Actas proconsulares de San Cipriano (257) Actas de San Fructuoso, obispo de Tarragona, y de sus diáconos Augurio y Eulogio (259): la mejor aportación hagiográfica de la Iglesia hispánica. Actas de San Maximiliano (295): soldado martirizado en Tebesa. Martyrium Marcelli (298): proceso del centurión Marcelo. Pasión de San Fileas, obispo de Thmuis, y de San Filormo (305): escrita en Egipto. la consecuencia de su
2. Culto a los mártires El aprecio de las comunidades cristianas hacia el martirio se traduce, desde temprana hora, con la veneración que profesan a sus mártires. Según el uso de la época, se reunían alrededor del sepulcro del mártir en el dies natalis o aniversario, es decir, no en la fecha del nacimiento terreno de la persona conmemorada, como lo hacían los paganos, sino en la fecha de la muerte o nacimiento del mártir a la verdadera vida en Dios. La costumbre introducida de reunirse en torno al sepulcro de los mártires llevó a la necesidad de registrar el dies natalis de cada uno de ellos y a la composición de calendarios y martirologios. 3. Procesos El cristianismo fue un crimen legal durante los tres primeros siglos de su historia. Aquel que se confiesa cristiano queda condenado. Antes tiene la oportunidad de renegar de su fe, y si lo hace queda absuelto. Para un pagano el bien supremo es la vida y carece toda perspectiva y esperanza de más allá. Para un cristiano la vida presente no tiene valor por sí misma, sino proyectada hacia la verdadera y eterna vida. De ahí que la constancia de un mártir en la confesión de fe, a despecho de toda amenaza de muerte, le produjera a un juez romano la impresión de hallarse ante una casta de hombres y mujeres insensatos o dementes. 4. Instrumentos de tortura Ordinariamente se comenzaba por las varas y los azotes. Alguna vez se procedía a la degradación, es decir, se borraba el nombre del cristiano de la lista de dignatario a que pertenecía y lo sometían a toda clase de tormento como a un plebeyo. Desnudaban al acusado de todos sus vestidos y lo ataban a un palo o columna baja, de manera que la espalda inclinada ofreciera un blanco a los golpes que sobre ella caían sin piedad. Ninguna parte del cuerpo se libraba de aquella tormenta. El instrumento típico de la tortura era el ecúleo, potro o caballete. Las cárceles: la vida de aquellos subterráneos tenía que ser espantosa, verdadero preludio de la muerte. Muchos mártires murieron allí. Sin la más leve idea de la higiene, con el más absoluto desprecio de la vida del condenado, sin régimen alguno de alimentación, mantenerse allí cuando una palabra bastaba para recuperar la libertad y la luz, era, en verdad, multiplicar a cada momento la gloria y corona del martirio.
4. Catacumbas Los fieles recogían los cuerpos de los mártires y los enterraban en galerías subterráneas que dieron lugar a las catacumbas. 1. Definición Las catacumbas son los antiguos cementerios subterráneos usados durante algún tiempo por las comunidades cristianas sobre todo en Roma. Las catacumbas cristianas tuvieron sus comienzos en el siglo segundo y sus ampliaciones continuaron hasta la primera mitad del siglo quinto. Se trata de prolijas galerías o laberintos subterráneos. Son verdaderas colmenas 2. Por qué los cristianos enterraban a sus muertos en las catacumbas? Los primeros cristianos podrían haber sepultado a sus difuntos en cementerios al aire libre, junto a los romanos paganos. Sin embargo, por diversos motivos, prefieren hacerlo en las catacumbas. Estos motivos pueden resumirse en los siguientes: Rechazan la costumbre pagana de la incineración de los cuerpos. Tienen un fuerte sentido de comunidad: desean entrar juntos a la vida eterna y esperar, así, el momento de la resurrección. Sin que esto implique clandestinidad, las catacumbas permiten una mayor reserva y el uso libre de los símbolos cristianos Un aspecto práctico es que las catacumbas implican un buen ahorro en términos económicos 3. Importancia En Roma hay más de 70 catacumbas. Aunque el sistema de excavaciones no lo inventan los cristianos gracias a ellos, se desarrolla a gran escala. Las catacumbas, hoy por hoy, son visitadas por miles de peregrinos de todo el mundo. Por su valioso patrimonio religioso y artístico son consideradas como verdaderos archivos de la Iglesia de los primeros tiempos. Dan testimonio de la profunda fe de tantos cristianos (contiene los restos de numerosos mártires). 4. Tipos Lóculos Arcosolio Sarcófago Cubículos
Departamento Religión Curso 2012-2013 Mar Ramírez Forma Cripta 5. Simbología usada El Buen Pastor: es un pastor que carga su oveja sobre los hombros. El pastor representa a Cristo salvador; y la oveja, al alma humana que Cristo ha salvado con su muerte y resurrección. El orante: esta figura humana, con los brazos abiertos, representa el alma humana que vive ya en la paz eterna del Cielo. El monograma o Crismón de Cristo: está formado por dos letras del alfabeto griego: la X y la P superpuestas. Son las dos primeras letras de la palabra griega Christòs (Jristós), es decir, Cristo. El pez: en griego se dice IXTHYS (Ijzýs). Puestas en vertical, estas letras forman un acróstico: Iesús Jristós, Zeú Yiós, Sotér = Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador. La paloma con el ramo de olivo en el pico: Representa el alma en la paz divina. El ancla: Es el símbolo de la salvación, del alma que ha alcanzado felizmente el puerto de la eternidad. El ave fénix: Es un ave mítica de Arabia que, según se creía, renace de sus cenizas después de un determinado número de siglos; representa el dogma de la resurrección.